Cuaternario y Geomorfología ISSN: 0214-1744 y

C G www.rediris.es/CuaternarioyGeomorfologia/

Vulnerabilidad y resiliencia de los pinares de alta montaña de la Sierra de Gredos (Ávila, ): dos mil años de dinámica socioecológica

Vulnerability and resilience of high-mountain forests of the Gredos range (Ávila, Spanish Central System): two thousand years of socio-ecological dynamics

Robles-López, S.(1,2); Luelmo-Lautenschlaeger, R.(1,2); Pérez-Díaz, S.(1); Abel-Schaad, D.(1,3); Alba-Sánchez, F.(3), Ruiz-Alonso, M.(1); López-Sáez, J.A.(1)

(1) Grupo de Investigación Arqueobiología. Instituto de Historia, Centro de Ciencias Humanas y Sociales, Consejo Superior de Investigaciones Científicas. C/ Albasanz, 26-28. 28037, , España. [email protected] (2) Universidad Autónoma de Madrid, Ciudad Universitaria de Cantoblanco, 28049 Madrid, España. (3) Departamento de Botánica, Facultad de Ciencias, Universidad de Granada, 18071 Granada, España.

Resumen

En este trabajo se presenta el análisis palinológico de la turbera de Pozo de la Nieve, localizada en el Parque Natural del Valle de Iruelas (Ávila), un área de alto valor sociocultural dentro de la Sierra de Gredos (Sistema Central). Con el objetivo de relacionar los cambios en el paisaje con la explotación de los recursos naturales y eventos climáticos, en primer lugar se han realizado 7 dataciones radiocarbónicas que sitúan el inicio del registro sedimentario ca. 240 cal BC. Los datos polínicos indican la existencia de un denso pinar altimontano dominado por Pinus sylvestris/nigra desde la Segunda Edad de Hierro hasta el periodo islámico. A partir del periodo cristiano las actividades antrópicas se intensifican, especialmente la ganadería en la Edad Contem- poránea, lo cual conlleva la progresiva desaparición del pinar de alta montaña y el desarrollo de pastizales mediante el manejo del fuego, situación que culmina con el desarrollo del paisaje actual dominado por piornales pirófilos.

Palabas clave: Paleoambiente; Impacto antrópico; Historia de la vegetación; Holoceno reciente; Península ibérica.

Abstract

We present the palynological study of Pozo de la Nieve peat bog, located in a very valuable socio-cultural placement within the Iruelas Valley Natural Park (Gredos range, Iberian Central System). We have focused in relating landscape changes to natural resources management and climatic events. Firstly, we carried out

Derechos de reproducción bajo licencia Creative Commons 3.0. https://doi.org/10.17735/cyg.v31i3-4.55594 Se permite su inclusión en repositorios sin ánimo de lucro.

51 Cuaternario y Geomorfología (2017), 31 (3-4), 51-72 seven radiocarbon dates suggesting the origin of this record ca. 240 cal BC. The palynological data show the existence of dense high-mountain pine woodlands dominated by Pinus sylvestris/nigra from the Late Iron Age to the Muslim period. Later, from the Christian period, anthropogenic activities have intensified, especially livestock grazing in the Contemporary Age. Its consequences are the progressive disappearance of high- mountain pine forests and the extension of grasslands by means of fire, which has shaped current landscape dominated by broom communities.

Keywords: Palaeoenvironment; Human impact; Vegetation history; Late Holocene; .

1. Introducción las comunidades vegetales de montaña se han visto afectadas por el impacto humano y los Los ecosistemas de alta montaña son áreas cambios climáticos, lo cual a menudo se refleja especialmente vulnerables a las actividades en un declive diacrónico en la representación humanas, siendo éstas consideradas el prin- de las especies forestales dominantes, que en cipal agente causal de la transformación del el caso de la Sierra de Gredos son básicamente paisaje durante los últimos milenios del Ho- Pinus sylvestris, P. pinaster y Quercus pyrenaica loceno en el Mediterráneo suroccidental (Ca- (López Sáez et al., 2014). Frente a un impac- rrión et al., 2010; Gavilán et al., 2013). El uso to o perturbación, sea de origen antrópico o del territorio y la antropización de estos espa- climático, los ecosistemas forestales de alta cios han provocado profundas modificaciones montaña pueden responder de dos maneras: en la estructura y composición de las comuni- bien mostrarse resilientes recuperando una dades vegetales, condicionadas, además, por situación de equilibrio tras la perturbación; la variabilidad climática (Carriónet al., 2001a, o colapsar cuando pierden las característi- 2001b, 2007; López-Sáez et al., 2014, 2017a). cas ecosistémicas propias (Tinner y Ammann, Evidencias de estos hechos se manifiestan, en 2005). En base a ello, debe entenderse que la la zona central de la Península Ibérica, tanto intensidad de la antropización y la tipología del en el registro arqueológico como en el pa- impacto humano en los extremadamente sen- leoambiental, cuyo estudio integrado supone sibles ambientes de alta montaña, igualmente la mejor forma de entender dichos cambios frágiles frente a la variabilidad climática, son en los ecosistemas a escala regional (Blanco- factores de extrema importancia en la com- González et al., 2009, 2015; López-Sáez et al., prensión de su dinámica socioecológica, la cual 2014; Rubiales y Génova, 2015). se ha visto supeditada en múltiples ocasiones a las medidas de gestión del patrimonio natu- Los usos económicos de los espacios de mon- ral, entre las que se incluyen el uso del fuego taña, principalmente la agricultura y ganadería, y su regulación (Bauer, 1980; Conedera et al., han modelado el paisaje mediante el aprove- 2009; Montiel y Galiana, 2016). chamiento de los recursos forestales, favore- ciendo la expansión de espacios abiertos para La Sierra de Gredos constituye, a nivel penin- la obtención de pastos (Carrion et al., 2001b, sular, una de las áreas de alta montaña más 2007; Valladares et al., 2004; Lopez-Saez et al., interesantes a la hora de estudiar la expresión 2009; Pausas y Keeley, 2009; Valbuena-Caraba- de diferentes patrones de uso y gestión de los ña et al., 2010; Colombaroli et al., 2013). Estos recursos naturales, debido a: (i) su heteroge- hechos han repercutido en la heterogenei- neidad ecológica (Sánchez-Mata, 2016), (ii) dad del mosaico paisajístico, provocando una la inaccesibilidad de algunos de sus enclaves, mayor uniformidad, la pérdida de hábitats y y, (iii) su dinámica de poblamiento desde la cambios en las características ecológicas de los Prehistoria (López-Sáez et al., 2014). Estas ecosistemas de alta montaña (Costa-Tenorio et montañas se caracterizan por su enorme di- al., 1990; Franco-Múgica, 2009). En ocasiones, versidad de ambientes y microhábitats que

52 Cuaternario y Geomorfología (2017), 31 (3-4), 51-72 fomentan, a su vez, su ingente capital natu- de analizar con gran detalle la relación de pro- ral, lo cual ha propiciado su protección con cesos ecológicos naturales con eventos históri- la categoría de ‘Parque Regional de la Sierra cos, entre ellos los que conciernen al impacto de Gredos’. El área de mayor interés conser- de los movimientos ganaderos y la economía vacionista se extiende en ambientes de alta y gestión de los recursos naturales. El estudio montaña por encima de 1200 m, donde se paleoambiental, a alta resolución, de esta tur- encuentran hábitats y tipos de vegetación bera, completa el registro paleoambiental de emblemáticos de este territorio, entre los la alta montaña de la Sierra de Gredos, espe- que destacan los pinares altimontanos de cialmente de su macizo oriental donde la in- pino albar (Pinus sylvestris var. iberica) y pino formación sobre microrregiones aisladas, ale- salgareño (Pinus nigra subsp. salzmannii) , jadas de los asentamientos arqueológicos, es cuyo área de distribución actual, relíctica y todavía escasa y representa un vasto campo de fragmentada, únicamente puede entenderse estudio aún incompleto. a partir de la dinámica socioecológica sufrida por estos bosques desde hace milenios (Ló- pez-Sáez et al., 2013, 2016b). 2. Área de estudio

Además de sus ineludibles valores naturales, El área de estudio se encuentra localizada la montaña gredense alberga una gran impor- en el sector centro-occidental del Sistema tancia sociocultural, ya que sus comunida- Central, en la Sierra de Gredos, y dentro de des vegetales y las sociedades humanas han la misma en el Valle de Iruelas. El conjunto interaccionado en este territorio con mucha gredense está compuesto por tres macizos de intensidad desde la Prehistoria. Desde un elevaciones graníticas separados por profun- punto de vista económico, la ganadería y la dos valles, los cuales han sido utilizados como explotación de recursos forestales han sido corredores naturales tanto por las especies siempre las actividades más importantes de vegetales y animales como por las sociedades Gredos, predominando en zonas fértiles de humanas (Blanco-González et al., 2015). valles los usos agrícolas y el desarrollo de los asentamientos (Mariné, 1995). El modelo de El Valle de Iruelas presenta una orientación ganadería preeminente tiende hacia la tras- norte-sur, lo que ha condicionado su clima- terminancia, el movimiento de los ganados tología y la evolución de la vegetación. En El de acuerdo a la disponibilidad de los pastos Tiemblo, la localidad más próxima a la zona en invierno y en verano, siendo esta prácti- de estudio, el clima es de tipo mediterráneo ca habitual en el Mediterráneo y un agente templado, con veranos secos y calurosos e básico en la construcción de su paisaje cultu- intensas precipitaciones en otoño e invierno. ral (Ruiz y Ruiz, 1986; Blanco-González et al., Al ser una región montañosa, el régimen de 2015; López-Sáez et al., 2016c). precipitaciones en el Valle de Iruelas oscila entre 500 y 1000 mm y su temperatura media En este contexto, la turbera de Pozo de la Nie- entre 6 y 9° durante el invierno y 22-26° en ve supone un enclave de gran interés por su verano (Ninyerola et al., 2005). En cuanto a la localización en una zona de elevado valor so- vegetación se refiere, sus laderas supramedi- cioecológico y natural. Se ubica en el extremo terráneas están caracterizadas por un mosai- meridional de la Reserva Natural del Valle de co de rodales de Quercus pyrenaica y bosques Iruelas, en la zona más oriental de la Sierra de densos de Pinus pinaster con ejemplares ais- Gredos, en una región con múltiples usos gana- lados de Pinus nigra, y a cotas entre 1000 y deros y forestales, entre los que destacan la ex- 1300 m en laderas orientadas al sureste por tracción de resina, pez, madera y carbón vege- bosquetes de Castanea sativa (López-Sáez et tal (Martín Lucas, 2013, 2015). Su proximidad al., 2017b). A altitudes superiores a 1600 m al paso de montaña del Puerto de Casillas, y al la principal formación vegetal está constitui- nevero que le da nombre, ofrece la posibilidad da por matorrales arbustivos de Cytisus oro-

53 Cuaternario y Geomorfología (2017), 31 (3-4), 51-72 mediterraneus y Echinospartum barnadesii. de Aves (ZEPA), y se incluye también en la Red En algunas localidades se encuentran rodales Natura 2000 debido a su alto valor geológico, de Pinus sylvestris en el límite entre los pi- botánico, faunístico y cultural. sos supramediterráneo y oromediterráneo, así como pastizales terofíticos oromediterrá- La turbera Pozo de la Nieve (40°21′11.66′′N, neos en los clareados del matorral o bosque. 4°33′5.67′′) está enclavada en el Valle de Formando parte de la vegetación es posible Iruelas en una zona de difícil acceso a una encontrar también especies relictas como el altitud de 1600 m, dentro de los municipios tejo (Taxus baccata) o el acebo (Ilex aquifo- de El Barranco, , Juan de la Nava lium), entre otros (Rivas Martínezet al., 1987; y , en el piso bioclimático orome- Molina Moreno, 1992). La combinación de las diterráneo de la provincia de Ávila (Figura 1). características citadas fomenta el alto valor La actual vegetación de la turbera está cons- natural del Valle de Iruelas y su importancia tituida por comunidades acidófilas oligotró- para la sociedad, razón por la cual se ha pro- ficas, formadas por Carex nigra, C. echinata, movido una gestión que preserve su riqueza. Parnassia palustris, Calluna vulgaris y Erica Actualmente, esta zona está declarada como tetralix (Escudero et al., 2008; Sánchez-Mata, Reserva Natural, Zona Especial de Protección 2016).

Figura 1. Mapa de la Sierra de Gredos con la localización geográfica de los registros polínicos citados en el texto. Pozo de la Nieve (cruz roja). 1: Arroyo de la Hoz, 2: Ojos Albos, 3: El Tiemblo, 4: Labradillos, 5: , 6: Puerto de las Fuentes, 7: Prado de las Zorras, 8: Navarredonda, 9: Puerto del Pico, 10: Puerto de , 11: Lanzahíta, 12: Cuerda del Cervunal, 13: Hoyos del Espino, 14: Garganta de los Caballeros, 15: Navalguijo, 16: El Redondo, 17: Presa del Duque, 18: Cuerpo de Hombre, 19: Peña Negra, 20: Fuente de la Mora, 21: Puerto de Santa Clara. Figure 1. Geographical location of pollen records mentioned in the text. Pozo de la Nieve peat bog (red cross). 1: Arroyo de la Hoz, 2: Ojos Albos, 3: El Tiemblo, 4: Labradillos, 5: Narrillos del Rebollar, 6: Puerto de las Fuentes, 7: Prado de las Zorras, 8: Navarredonda, 9: Puerto del Pico, 10: Puerto de Serranillos, 11: Lanzahíta, 12: Cuerda del Cervunal, 13: Hoyos del Espino, 14: Garganta de los Caballeros, 15: Navalguijo, 16: El Redondo, 17: Presa del Duque, 18: Cuerpo de Hombre, 19: Peña Negra, 20: Fuente de la Mora, 21: Puerto de Santa Clara.

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3. Material y métodos intervalos de confianza de las calibraciones y del modelo de edad-profundidad fueron cal- 3.1. Muestreo culados al 95% (2σ) con 1000 iteraciones. De acuerdo con el modelo, la base del testigo ob- En marzo del 2015 se recogió un testigo se- tenido (100 cm) queda datada ca. 240 cal BC dimentario de 100 cm de profundidad en la y la secuencia se extiende hasta la actualidad turbera de Pozo de la Nieve mediante una sin ningún hiato sedimentario. sonda rusa de 50 cm de longitud y 5 cm de diámetro. Previamente al tratamiento y aná- lisis de las muestras, las secciones fueron 3.3. Análisis palinológico conservadas en tubos de PVC y almacenadas a baja temperatura (4oC). A partir del testi- Un total de 88 muestras de 1 cm3 han sido go se obtuvieron secciones continuas de 1 analizadas en las instalaciones del Grupo de cm de grosor, exceptuando los primeros 15 Investigación Arqueobiología (CCHS, CSIC) cm cuyas muestras tienen 5 cm debido a la a una resolución aproximada de 2-3 cm, si- gran cantidad de material herbáceo. Las ca- guiendo la metodología propuesta por Fae- racterísticas litoestratigráficas del testigo se gri e Iversen (1989), aunque sin acetolisis. analizaron siguiendo el protocolo de Aaby y No se documentó la presencia de macrofó- Berglund (1986) (Tabla 1). siles en el testigo sedimentario. Para la iden- tificación de palinomorfos se ha utilizado un microscopio óptico (modelo Nikon Eclipse 3.2. Cronología 50i), con objetivos de 40x, 60x y 100x, este último con aceite de inmersión, con el apoyo Siete muestras del sedimento turboso fueron de la colección de referencia del Instituto de datadas mediante AMS (Tabla 2). Las datacio- Historia del CCHS-CSIC, así como claves de nes fueron realizadas en el Poznań Radiocar- identificación y atlas fotográficos (Moore et bon Laboratory (Polonia). Las fechas han sido al., 1991; Reille, 1999; van Geel, 2001; Beug, calibradas mediante CALIB 7.1 con la curva 2004; Cugny et al., 2010). Se contabilizaron de calibración IntCal13 (Reimer et al., 2013). e identificaron en cada una de las muestras Se realizó un modelo de edad-profundidad más de 500 granos de polen procedentes de usando el software Clam 2.2 mediante una plantas terrestres para el cálculo de la suma interpolación de tipo smoothing spline y una base polínica, excluyendo de ésta las plantas curva exponencial para las dataciones de ra- hidro-higrófitas y los microfósiles no políni- diocarbono disponibles (Blaauw, 2010). Los cos (NPP).

Tabla 1. Descripción litoestratigráfica de la turbera de Pozo de la Nieve según los criterios propuestos en Aaby y Berglund (1986). Table 1. Litoestratigraphic description of Pozo de la Nieve peat bog following Aaby and Berglund (1986).

Profundidad (cm) Tipo de sedimento Caracterización Limos orgánicos con arcillas, con abundantes restos vegetales (raíces su- 0-17 Ld1 Dg4 (10YR 4/6) perficiales) muy grandes. Sedimento seco de color marrón pardo. Turba herbácea humificada con abundantes restos vegetales pequeños de color marrón oscuro. 17-75 Th3 Dh4 (10YR 2/2) Entre 24-28 cm hay un nivel con gran abundancia de gravas de pequeño diámetro. Turba herbácea muy humificada con abundantes restos vegetales peque- 75-98 Th4 Dh4 (10YR 2/1) ños, de color negro. Turba herbácea muy humificada con abundantes gravas de pequeño ta- 98-100 Th4 Dh4 (10YR 1/1) maño.

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El procesado de los datos y su representación turberas (Schibler et al., 2002; Nazarok et al., gráfica (Figuras 2-4) se realizó utilizando los 2014). En la turbera de Pozo de la Nieve, la softwares TGview y TILIA (Grimm, 2004). Se susceptibilidad magnética (SM) fue medida obtuvieron 4 zonas polínicas (PN-1, PN-2a, en intervalos de 1 cm (Figura 4) usando un PN-2b, PN-2c) según un análisis de agrupacio- medidor con un sensor Bartington MS2E (Bar- nes aglomerativas de incremento de los cua- tington Instruments, Ltd, Witney, UK) siguien- drados de la suma (CONISS) con transforma- do procedimientos estandarizados (Walden ción de raíces cuadradas percentual (Grimm, et al., 1999). 1987). Para facilitar la interpretación histórica del registro polínico, los morfotipos han sido clasificados según sus afinidades ecológicas 3.5. Análisis de macrocarbones en las categorías que constan en la Figura 4. El conteo y tamizado de macrocarbones >150 μm permite reconstruir la historia de los in- 3.4. Susceptibilidad magnética cendios a escala local en las cercanías de la turbera estudiada (Whitlock y Larsen, 2001). Las medidas de susceptibilidad magnética En nuestro caso, se ha tratado 1 cm3 de las indican el grado de magnetismo de un mate- mismas muestras utilizadas para el análisis de rial en respuesta a un cambio magnético. Son polen con soluciones de 10% KOH (72 h) y

útiles, desde un punto de vista paleoambien- H2O2 (72 h), tamizadas posteriormente en una tal, para identificar fuentes sedimentarias y malla de 150 μm, y contabilizado las partícu- minerales, así como para caracterizar proce- las de macrocarbones >150 μm en lupa bino- sos erosivos y cambios climáticos en lagos y cular (Figura 4).

Figura 2. Diagrama palinológico de árboles y arbustos de la turbera de Pozo de la Nieve en función de la profundidad. Las siluetas negras y grises representan, respectivamente, la curva de porcentaje relativo de cada taxón y la exageración x5 de los mismos. Figure 2. Pollen diagram showing trees and shrubs of Pozo de la Nieve peat bog related to depth. Black outlines represents percentage curve of every taxa and grey outlines exaggeration x5.

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Figura 3. Diagrama palinológico de herbáceas, hidro-higrófitas y microfósiles no polínicos en Pozo de la Nieve en función de la profundidad. Las siluetas negras y grises representan, respectivamente, la curva de porcentaje relativo de cada taxón y la exageración x5 de los mismos. Figure 3. Palynological diagram showing herbs, hydro-hygrophytes and non-pollen palynomorphs of Pozo de la Nieve peat bog related to depth. Black outlines represents percentage curve of every taxa and grey outlines exaggeration x5.

4. Resultados y discusión estrato arbustivo se constituye casi exclusiva- mente por brezos (Erica arborea), aunque, al 4.1. Esplendor de los pinares altimontanos en igual que la cobertura herbácea, es escaso. la Segunda Edad del Hierro (ca. 240-50 Los valores de susceptibilidad magnética per- cal BC) manecen relativamente estables por debajo de 0, mientras que el registro de macrocar- El inicio de la sedimentación en la turbera de bones apenas muestra variación. Estos re- Pozo de la Nieve se data durante la Segunda sultados, de acuerdo a estudios de lluvia po- Edad del Hierro (400 cal BC-50 cal BC) (Tabla línica actual (López-Sáez et al., 2013, 2015), 2). Este periodo (base de la zona polínica PN- demostrarían la existencia de un denso pinar 1; Figuras 2-4) se caracteriza por la existencia altimontano en el piso oromediterráneo del de bosques bien desarrollados, destacando Valle de Iruelas durante la Segunda Edad del los pinares de Pinus sylvestris/nigra (55-65%) Hierro, probablemente de Pinus sylvestris, con Betula (5-10%) en zonas de alta montaña; así como la existencia a cotas más bajas del así como de P. pinaster (10%), Quercus pyre- supramediterráneo de melojares de Quercus naica (5-10%) y otros árboles mesófilos (Cas- pyrenaica en un ámbito regional. tanea, Corylus, Alnus, Salix, Fraxinus, Fagus) en el valle y pie de monte, en un momento Los resultados expuestos coinciden con otros cultural en el cual los indicadores polínicos de registros polínicos gredenses como Hoyos del antropización (herbáceas antrópico-nitrófilas Espino, Navarredonda, Narrillos del Rebollar, y antropozoógenas, hongos coprófilos) reve- El Redondo, Peña Negra, Cuerpo de Hombre lan valores sumamente bajos (Figuras 2-4). El y Puerto de Serranillos (Figura 1) (Franco-

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Figura 4: Diagrama polínico sintético de porcentajes de la turbera de Pozo de la Nieve (polen y NPPs), macrocarbones y susceptibilidad magnética en función de la edad, periodos culturales y eventos climáticos significativos. El cereal tiene una curva de exageración x5. Herbáceas antrópico-nitrófilas: Aster tipo, Asphodelus albus tipo, Cardueae, Cichorioideae, Centaurea nigra tipo, Convolvulus arvensis tipo, Dipsacus fullonum tipo. Herbáceas antropozoógenas: Chenopodiaceae, Plantago lanceolata tipo, Plantago major/media tipo, Urtica dioica tipo. Hongos coprófilos: Chaetomium sp. (HdV-7A), Sordaria sp. (HdV-55A), Sporormiella sp. (HdV-113). Indicadores de erosión: Glomus (HdV- 207), Pseudoschizaea circula. Indicadores de humedad: HdV-18. Figure 4. Synthetic palynological diagram of Pozo de la Nieve peat bog (pollen and NNPs), macrocharcoal and magnetic susceptibility related to age, cultural periods and climate events. Cereal outlines represents exaggeration x5. Anthropogenic-nitrophilous herbs: Aster type, Asphodelus albus type, Cardueae, Cichorioideae, Centaurea nigra type, Convolvulus arvensis type, Dipsacus fullonum type. Anthropozoogenous herbs: Chenopodiaceae, Plantago lanceolata type, Plantago major/media type, Urtica dioica type. Coprophilous fungi: Chaetomium sp. (HdV-7A), Sordaria sp. (HdV- 55A), Sporormiella sp. (HdV-113). NPPs erosion: Glomus (HdV-207), Pseudoschizaea circula. NPPs wet conditions: HdV-18.

Tabla 2: Dataciones absolutas de la turbera de Pozo de la Nieve. Table 2. Absolute radiocarbon dates from Pozo de la Nieve peat bog. All dates have been calibrated using Calib 7.1.

Código de laboratorio Profundidad (cm) Edad BP Edad cal BC/AD (2σ) Edad media cal BC/AD Poz-71822 30 10 ± 30 1690-1960 cal AD 1900 cal AD Poz-74876 48 75 ± 30 1691-1923 cal AD 1847 cal AD Poz-74877 66 195 ± 30 1648-1950 cal AD 1770 cal AD Poz-71825 70 360 ± 30 1451-1634 cal AD 1536 cal AD Poz-71823 76 1570 ± 30 417-555 cal AD 482 cal AD Poz-74879 90 1755 ± 30 214-385 cal AD 289 cal AD Poz-71826 98 2200 ± 30 366-186 cal BC 285 cal BC

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Múgica et al., 1997; Dorado et al., 2001; Fran- posible, como sostienen algunos autores co-Múgica, 2009; López-Merino et al., 2009; (Álvarez-Sanchís, 1999, 2000; Salinas, 1999), López-Sáez et al., 2009, 2016a; Ruiz-Zapata et que en estos momentos ya se realizaran cier- al., 2011; Abel-Schaad y López-Sáez, 2013), tos movimientos trasterminantes, trazándose que reflejan por igual la dominancia, en zo- caminos pecuarios que algunos investigado- nas de alta montaña, de densos pinares de Pi- res han llegado a relacionar con el patrón de nus sylvestris/nigra acompañados de abedul distribución de los verracos que salpican el (Betula) en un ambiente nada o escasamente territorio abulense (Alfaro, 2001; Manglano, antropizado; salvo en El Redondo, en la zona 2013). Aunque durante la Segunda del Hierro más occidental de la Sierra de Gredos, donde se documenta la presencia de hongos copró- en este periodo se produjeron aclareos fores- filos en la secuencia de Pozo de la Nieve, sus tales de origen antrópico y cierto desarrollo valores son muy bajos, lo cual hace pensar en de la flora nitrófila (López-Sáez et al., 2016a). una presión local derivada de la fauna salva- La reseñable presencia del pino resinero (Pi- je y no de la doméstica (López-Sáez y López- nus pinaster) en el registro de Pozo de la Nie- Merino, 2007). ve podría relacionarse con poblaciones natu- rales en regiones cercanas de valle, tal y como se ha documentado en Lanzahíta y Arroyo de 4.2. Resiliencia del pinar ante los primeros la Hoz (López-Sáez et al., 2010). Lo mismo impactos antrópicos entre el periodo ro- puede decirse la presencia del haya (Fagus mano (ca. 50 cal BC-450 cal AD) y el visi- sylvatica), un elemento frecuentemente cita- godo (ca. 450-711 cal AD) do durante el Holoceno medio y reciente en la Sierra de Gredos, que probablemente no Durante el periodo romano (segundo cuarto tuvo mayor extensión en su zona oriental al de la zona polínica PN-1; Figuras 2-4) los por- competir con otras especies mejor adaptadas centajes de Pinus sylvestris/nigra muestran a la estacionalidad climática como robles y pi- una curva oscilante de descensos y ascensos, nos (Abel-Schaad et al., 2014). En cualquier aunque sin bajar nunca del 50%, indicando, caso, la secuencia polínica de Pozo de la Nie- de nuevo, la permanencia en el piso orome- ve añade un registro más a la presencia holo- diterráneo del Valle de Iruelas de un denso cena del haya en las montañas gredenses, la pinar altimontano (López-Sáez et al., 2013). más oriental hasta el momento. Curiosamente, mínimos de Pinus sylvestris/ nigra en este periodo coinciden con valores Los datos aportados por el registro políni- máximos de Quercus pyrenaica; todo lo cual co de Pozo de la Nieve, durante la Segunda podría interpretarse en función de desplaza- Edad del Hierro, señalan, como se dijo, un mientos de los pisos bioclimáticos con la ex- leve impacto humano en la zona, atribuible tensión de los melojares hacia mayores altitu- probablemente tanto al escaso poblamiento des aprovechando los retrocesos en el pinar de las montañas de Gredos en este periodo (Gea-Izquierdo et al., 2014). Probablemente cronocultural, como a la inaccesibilidad de estos hechos pueden ponerse en correlación la turbera. De hecho, los vetones, pueblo con el incremento de la temperatura y la dis- pre-romano que pobló estas tierras, se con- minución de la humedad durante la fase árida centraron básicamente en centros protour- del denominado “Periodo Cálido Romano”, banos denominados oppida, normalmente pues procesos similares han sido detectados localizados en cerros bien defendidos en las en diversos ámbitos de la Sierra de Gredos y altitudes medias, pero nunca en zonas de alta particularmente en el registro polínico de la montaña; presentando un desarrollo econó- Garganta de los Caballeros (Ruiz-Zapata et al., mico basado en la agricultura y una ganadería 2011). Estas condiciones de mayor aridez, a extensiva en zonas de valle y pie de monte su vez, provocarían el retroceso del abedul. serrano (Fernández Gómez, 1998; Sánchez Un paisaje similar, de dominio y estabilidad Moreno, 1998; López-Sáez et al., 2008). Es del bosque de coníferas de alta montaña, ha

59 Cuaternario y Geomorfología (2017), 31 (3-4), 51-72 sido documentado durante el periodo roma- occidente de Gredos situados a cotas bajas no en numerosas secuencias palinológicas (Puerto de Santa Clara, Fuente de la Mora y del ámbito gredense, fundamentalmente en Peña Negra), como el anterior, la antropiza- las zonas oriental y centro-occidental de Gre- ción del paisaje es igualmente evidente; lo dos, caso de las de Navalguijo, Navarredon- que indicaría, en el conjunto del macizo gre- da, Hoyos del Espino, El Redondo y Puerto de dense, un incremento del impacto humano Serranillos (Franco-Múgica et al., 1997; Fran- en los valles y fundamentalmente en los terri- co-Múgica, 2009; López-Merino et al., 2009; torios más occidentales (Ruiz del Árbol et al., López-Sáez et al., 2009, 2016a). Sin embargo, 2003; Abel-Schaad et al., 2009b; López-Sáez en la zona más occidental de estas montañas, et al., 1997, 2014; Abel-Schaad y López-Sáez, los registros polínicos de Cuerpo de Hombre 2013; Silva-Sánchez et al., 2016). y Presa del Duque (Ruiz-Zapata et al., 2011) muestran una profunda deforestación del Estos cambios paisajísticos comentados se pinar altimontano ligada al incremento de atribuyen al modelo económico dominan- la presión pastoral. En este sentido, las dife- te tras la conquista romana de la Sierra de rencias entre lo documentado en Pozo de la Gredos, que derivó fundamentalmente en Nieve y estos dos últimos registros señalan la explotación de las zonas de valle, donde las particularidades de ambos extremos de la se asentó un poblamiento rural aldeano de Sierra de Gredos, el oriental y el occidental, pequeñas y aisladas granjas agropecuarias en cuanto a distintos modelos de explotación (Martino Pérez, 1997; Hernando, 2002), cuya de los recursos, probablemente vinculados incidencia en la dinámica de la vegetación de a la inaccesibilidad de ciertas áreas de alta alta montaña apenas se sintió (López-Sáez et montaña. al., 1996, 2014). A partir de estos núcleos y asociado al crecimiento poblacional se desa- Al igual que en el periodo anterior, la escasa rrolló en época romana una red de cañadas actividad antrópica local se mantiene durante y caminos que conectaron ambas mesetas a la ocupación romana, con valores bajos tanto través de diversos pasos de montaña del Sis- de herbáceas antrópico-nitrófilas y antropo- tema Central (Nieto, 1996). En Pozo de la Nie- zoógenas como de hongos coprófilos; aunque ve, el escaso impacto humano documentado se advierte un máximo de macrocarbones ca. en su registro polínico parece excluir esta 150 cal AD que marca el inicio del desarrollo zona oriental de Gredos de la red de cañadas de pastizales con el incremento de Poaceae y caminos; al igual que otras áreas altimon- a mayor altitud (Figura 4). Éste podría ser el tanas gredenses, en todo el macizo, donde el primer impacto humano que resulta eviden- impacto antrópico es poco evidente en estas te en el registro paleoambiental de Pozo de fechas (López-Sáez et al., 2014). No obstan- la Nieve. Asimismo, el registro palinológico te, cabe destacar la aparición en el registro objeto de estudio muestra al final del Bajo de Olea europea, corroborando así el cultivo Imperio Romano (ca. 250-450 cal AD; Figura regional del olivo en las tierras meridionales 4) la disminución de Pinus pinaster (< 10%), orientales de la Sierra de Gredos, a baja alti- a partir de lo cual se interpreta a nivel regio- tud, a partir del siglo II cal AD (López-Sáez et nal que existieron procesos de reducción del al., 1996, 1997, 2009). pinar resinero en zonas de media montaña y fondo de valle. En las mismas fechas, aun- Durante el periodo visigodo (ca. 450-711 cal que en la zona centro-occidental de Gredos, AD) se conserva el paisaje de la época roma- el registro polínico de Lanzahíta (López-Sáez na, con un incremento progresivo del pinar et al., 2010) también muestra una importante altimontano, si cabe incluso mayor que en reducción de Pinus pinaster en el piso supra- épocas previas, mientras que melojares y mediterráneo, asociada a una intensificación pinares de pino resinero muestran una ten- de la ganadería y la extensión de cultivos. De dencia decreciente a menor cota (Figuras 2 igual manera, en otros registros polínicos del y 4). Los indicadores polínicos y no polínicos

60 Cuaternario y Geomorfología (2017), 31 (3-4), 51-72 de antropización sostienen valores muy redu- periodos precedentes. El progreso de Betu- cidos. Estos resultados permiten suponer el la, en estos momentos, puede interpretarse mantenimiento del modelo de vida romano, como consecuencia de su carácter heliófilo con una preeminente ocupación en el fon- (Costa-Tenorio et al., 1990, 2005). Estos he- do del valle. De hecho, se ha constatado en chos permiten establecer en este periodo cul- registros polínicos situados a menor cota un tural el momento en el que los bosques de mayor grado de especialización e intensifica- alta montaña comienzan a mostrar cierta vul- ción de las actividades antrópicas en los valles nerabilidad, circunstancias éstas que parecen de Gredos, vinculado a un incremento de la estar vinculadas a un impacto humano cre- población y, por tanto, a una mayor demanda ciente sobre los ecosistemas forestales, toda de recursos. Así, en las secuencias palinológi- vez que se incrementan las herbáceas antró- cas de Peña Negra y Ojos Albos, a occidente y pico-nitrófilas y las antropozoógenas (Figura oriente del macizo respectivamente, durante 4). Este incremento de la antropización per- el periodo visigodo la vegetación arbórea se mitiría también una mayor representación del reduce sensiblemente como consecuencia helecho Pteridium aquilinum y la estabilidad de un incremento de la presión ganadera y la de los pastizales de Poaceae (Figura 3). Valo- extensión de cultivos (Blanco-González et al., res máximos de acebo (Ilex aquifolium) en es- 2009, 2015; Abel-Schaad y López-Sáez, 2013). tas fechas (Figura 2) parecen indicar que éste Esta mayor necesidad de recursos comenta- pudo estar beneficiado por su capacidad de da, particularmente de los forestales, provo- regeneración vegetativa en ambientes altera- ca, paralelamente, que los pinares altimon- dos (Abel-Schaad y López-Sáez, 2013; Abel- tanos de Pinus sylvestris se vean seriamente Schaad et al., 2014). No obstante, hay que afectados en algunos pasos de montaña del señalar que la presencia de hongos coprófilos centro y occidente de Gredos, como Serrani- es mínima y que los valores de susceptibilidad llos o El Redondo, donde la presión pastoral magnética se mantienen constantes y bajos, se incrementa, reduciéndose los bosques y por lo que no podemos vincular estos hechos extendiéndose las zonas de pastizal (López- a un incremento de la presión pastoral. En Merino et al., 2009; López-Sáez et al., 2009, cambio, a partir del periodo islámico la cur- 2016a). En Pozo de la Nieve, en la zona orien- va de macrocarbones muestra una tendencia tal de Gredos, sin embargo, no hay evidencias creciente, con dos marcados máximos; de ahí de tal proceso deforestador durante el perio- que resulte factible admitir que la deforesta- do visigodo, lo que destaca el carácter único ción del pinar altimontano en el entorno de de este registro y la necesidad de realizar es- Pozo de la Nieve estuvo relacionada con el tudios detallados a escala micro-regional. uso antrópico del fuego; sin descartar inclu- so que tales eventos de incendio fueran na- turales y beneficiados por unas condiciones 4.3. La transformación del paisaje de mon- climáticas más térmicas al inicio del Episodio taña en el periodo islámico (ca. 711-1100 Cálido Medieval (Figura 4). cal AD) Los datos anteriores atestiguan que esta zona La tendencia de los pinares de alta monta- oriental de Gredos estuvo prácticamente des- ña cambia sensiblemente en la turbera de poblada en época musulmana, actuando más Pozo de la Nieve a partir del periodo islámi- como una barrera natural entre los reinos co, cuando abruptamente el registro polínico cristianos y musulmán, lo que hizo de esta (techo de la zona polínica PN-1; Figuras 2-4) tierra un espacio entre fronteras, inhóspito y sugiere un notable episodio de deforestación difícil (Blanco-González et al., 2009, 2015). La del pinar altimontano (Pinus sylvestris/nigra población más cercana se concentraba en las <50%), el cual se reduce ca. 711 cal AD para zonas del Tormes y el Alberche, mientras que mantenerse relativamente estable desde ca. las áreas de montaña quedaron desocupadas 850 cal AD pero con valores más bajos que en y se aprovecharon en algunos casos como

61 Cuaternario y Geomorfología (2017), 31 (3-4), 51-72 ejes de defensa, provocando en esta zona en la zona oriental de Gredos, se confirma el una inseguridad que impidió la estabiliza- cultivo del olivo y cierta preponderancia del ción de movimientos trashumantes (Barrios, castañar en las mismas fechas. 2000). Los datos obtenidos en Pozo de la Nie- ve parecen coincidir con esta interpretación histórica, ya que se produce una reducción 4.4. La definitiva decadencia del bosque en el significativa del pinar altimontano de la zona periodo cristiano (ca. 1100-1450 cal AD) inmediata a la turbera, al mismo tiempo que se extiende el conjunto arbustivo y los niveles El periodo cristiano (base de la zona polínica de hongos coprófilos se mantienen bajos. PN-2a; Figura 4) documenta un progresivo descenso de los porcentajes de Pinus sylves- En un registro polínico del occidente de Gre- tris/nigra (< 30%), que viene acompañado dos (El Redondo) se han documentado epi- del incremento, igualmente progresivo, de sodios deforestadores semejantes a los de los brezales de Erica arborea, de los pastiza- Pozo de la Nieve durante el periodo islámico les de Poaceae y de las herbáceas antrópico- (López-Sáez et al., 2016a), con el desarrollo nitrófilas. Estos datos, de acuerdo a estudios de herbáceas antropogénicas y antropozoó- de lluvia polínica actual, serían indicativos genas, así como de Poaceae, sugiriendo un de la existencia, por entonces, de pinares incremento moderado del impacto humano altimontanos sumamente abiertos o incluso en la alta montaña occidental gredense. Por de pequeños bosquetes aislados, probable- el contrario, en la mayoría de secuencias po- mente de Pinus sylvestris en el piso orome- línicas centro-occidentales de Gredos (Figura diterráneo del Valle de Iruelas (López-Sáez et 1) el periodo islámico se muestra como un al., 2013). Al final del periodo cristiano (ca. momento de recuperación de las masas fo- 1250-1450 cal AD) la curva de susceptibilidad restales al reducirse la presión antrópica so- magnética muestra un máximo, coincidente bre los ecosistemas de alta montaña. Éste es con otro de ciertos microfósiles no polínicos el caso de Cuerpo de Hombre, Presa del Du- como Glomus, señalando el desarrollo de que, Puerto de Santa Clara, Hoyos de Espino, procesos erosivos en el entorno inmediato Navarredonda, Puerto de las Fuentes, Prado de la turbera, probablemente provocados por de las Zorras, Cuerda del Cervunal, Puerto una nueva reincidencia de incendios foresta- de Serranillos y Ojos Albos (López-Sáez et al., les tal y como señala un tercer máximo en la 2014). Estos hechos, de nuevo, permitirían secuencia de macrocarbones (Figuras 3 y 4). destacar la singularidad del registro polínico No obstante, los hongos coprófilos siguen de Pozo de la Nieve, que al igual del comen- mostrando una presencia escueta, lo mismo tado de El Redondo, se caracterizan por su que las herbáceas antropozoógenas. carácter aislado y difícil accesibilidad, de ahí que en cierta manera escapen de la dinámica Esta dinámica forestal referida, de los pinares paleoambiental general del macizo gredense. de alta montaña, podría relacionarse con el aumento demográfico y la intensificación de El registro polínico de Pozo de la Nieve señala la economía rural en el Valle de Iruelas, que la significativa reducción de Pinus pinaster en se vieron favorecidos por las condiciones be- zonas más bajas, probablemente relacionada nignas impuestas a lo largo del Episodio Cáli- con el cultivo del olivo (Olea europaea) y el do Medieval (López-Sáez et al., 1996, 2017b). progreso del castaño (Castanea sativa) (Figu- La victoria del ejército cristiano, en la batalla ras 2 y 4). Estos hechos, en cambio, favore- de las Navas de Tolosa del año 1212, conllevó cieron cierta recuperación del melojar (Quer- un desplazamiento de la zona fronteriza hacia cus pyrenaica). En las vecinas secuencias de el sur de la Sierra de Gredos, lo que favore- Labradillos y El Tiemblo (López-Sáez et al., ció que a partir de entonces los movimientos 2017b; Robles-López et al., 2017), a menor ganaderos por estas montañas fueran más cota que Pozo de la Nieve pero igualmente frecuentes. De esta manera, comenzaron a

62 Cuaternario y Geomorfología (2017), 31 (3-4), 51-72 repoblarse nuevos ambientes serranos, ex- en relación con el uso de estas áreas de alta plotándose espacios de montaña hasta ahora montaña como pastizales de verano con los apenas inalterados, para lo cual la utilización que suplementar la alimentación del ganado antrópica del fuego fue una práctica habitual que ocuparía las tierras bajas de los valles (Barceló, 1984). durante el resto del año (López-Sáez et al., 2014, 2017a). Toda esta intensificación derivaría en una estandarización de los movimientos trashu- En el registro paleoambiental de Pozo de la mantes, los cuales a partir de entonces se Nieve, la relación entre disminución de la extendieron de manera generalizada apo- cobertura arbórea con procesos erosivos y yándose en sucesivos acuerdos entre conce- eventos de incendio es muy evidente duran- jos cercanos y la fundación en 1273 del Real te el periodo cristiano (Figura 4), señalando y Honrado Concejo de La Mesta (Troitiño, un momento de umbral hacia 1250 cal AD 1999). La gestión de La Mesta trajo consigo en que el pinar oromediterráneo deja de ser la regulación de los itinerarios trashumantes, resiliente (Gil-Romera et al., 2010). La pér- estableciendo rutas de paso principales y se- dida de resiliencia, como se ha señalado, no cundarias, alrededor de las cuales se fueron puede vincularse a la actividad pastoril y sí, abriendo pastos con los que abastecer a las en cambio, a una explotación forestal de los reses mediante la quema de formaciones ve- bosques de alta montaña del Valle de Iruelas getales (Klein, 1990). Estos hechos pueden para hacer frente al aumento demográfico en vislumbrarse en el registro paleoambiental los valles. La desaparición de Pinus pinaster de Pozo de la Nieve por el aumento en la con- al final del periodo cristiano refrendaría esta centración de macrocarbones. Sin embargo, hipótesis, llegando incluso a afectar zonas esta red de caminos ganaderos a través de situadas a menor cota, donde en cambio el Gredos dejó fuera de los itinerarios oficiales melojar aparenta desarrollarse. En cualquier las zonas de alta montaña del Valle de Irue- caso, la progresiva desaparición de los pina- las, donde se sitúa la turbera estudiada, lo res altimontanos pudo verse exacerbada por que podría explicar la ausencia de testimo- las condiciones climáticas frías y áridas que nios palinológicos (herbáceas antropozóoge- se impusieron al iniciarse la Pequeña Edad nas y hongos coprófilos) de actividades pas- del Hielo en los momentos finales del pe- toriles en el periodo cristiano. En cambio, en riodo cristiano. La documentación histórica otros registros polínicos gredenses, vincula- muestra que esta zona oriental de la Sierra dos a tales vías trashumantes, principales o de Gredos fue explotada para la obtención secundarias, las evidencias palinológicas del de resina, pez, madera y carbón vegetal, ac- paso de ganado son muy evidentes, caso de tividades cuya incidencia estaría relacionada Puerto del Pico, Peña Negra, Navarredonda con la oscilación de las curvas de los pinos o Puerto de Serranillos (Franco-Múgica et en Pozo de la Nieve (Figuras 2 y 4) (Martín al., 1997; López-Merino et al., 2009; López- Lucas, 2013, 2015). La riqueza forestal de la Sáez et al., 2009, 2016c; Abel-Schaad y Ló- Sierra de Gredos se recoge en el Libro de la pez-Sáez, 2013), reduciéndose sensiblemen- Montería de Alfonso XI, donde ya en el siglo te las masas forestales como consecuencia XIV se resalta la importancia de la elabora- del uso indiscriminado del fuego para abrir ción de pez en las cercanías de Pozo de la zonas de pasto. Incluso otros, como La Pane- Nieve. En este periodo, el crecimiento de la ra o El Redondo (Abel-Schaad et al., 2009a; población fomentó el uso tradicional de los López-Sáez et al., 2016a), alejados de estas recursos forestales, y se promovió una eco- vías pecuarias, también muestran durante nomía agraria basada en la explotación de el periodo cristiano la máxima extensión de pinos, robles, castaños y alisos, entre otros los pastizales y un notable incremento de los árboles (López-Sáez y López-García, 1994; indicadores de pastoreo así como de los ma- López-Sáez et al., 1996, 1997; Martínez Ruiz, crocarbones. Estos hechos podrían ponerse 1996; Troitiño, 1999).

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4.5. El desarrollo de brezales y piornales y la En los momentos finales de la Edad Moder- configuración paisajística actual durante na, a partir de 1700 cal AD, la huella huma- la Edad Moderna y Contemporánea (ca. na en el registro paleoambiental de Pozo de 1450 cal AD-actualidad) la Nieve es más visible, por los ya señalados máximos de susceptibilidad magnética y ma- El comienzo de la Edad Moderna en el registro crocarbones, así como por un ligero aumen- polínico de Pozo de la Nieve (techo de la zona to de las herbáceas antropozógenas (Figura polínica PN-2a) muestra la relativa continuidad 4). En estos momentos el fuego parece ser de un paisaje deforestado en la alta montaña, un elemento clave en el mantenimiento de con porcentajes de Pinus sylvestris/nigra que amplias zonas deforestadas en la alta mon- siguen disminuyendo progresivamente, a la taña del oriente de Gredos, permitiendo la vez que el brezal y los pastizales de Poaceae existencia de pastizales de vocación pasto- se extienden aún más (Figuras 2 y 4). La antro- ril. Tendencias similares se documentan en pización parece reducirse respecto al periodo otros registros polínicos de Gredos, al final cristiano, pues las herbáceas antrópico-nitrófi- de la Edad Moderna, caso de Puerto de Se- las muestran valores más bajos, mientras que rranillos, Navarredonda, Puerto del Pico, las antropozoógenas aumentan ligeramente. Peña Negra y Lanzahíta (López-Sáez et al., El trascurrir de la Pequeña Edad del Hielo, a lo 2014, 2016c). Estos hechos pueden expli- largo de este periodo cultural, de alguna ma- carse teniendo en cuenta que a finales del nera pudo limitar la explotación de las zonas siglo XVII se reactivó el mercado español de elevadas de estas sierras (López-Sáez et al., la lana, la cual alcanzó precios muy elevados 2014). En las zonas de media montaña y valles, en los mercados europeos (Kriedte, 1987); Pinus pinaster continua la tendencia regresi- como consecuencia de ello se reactivaron va observada con anterioridad, que contrasta las prácticas trashumantes (García Martín, con el progreso de Quercus pyrenaica, Cistus 1988); las cuales, en Pozo de la Nieve, no son ladanifer y una mayor importancia de ciertos demasiado evidentes en cualquier caso, pro- cultivos arbóreos como el castaño y el olivo bablemente por lo inaccesible de esta zona (Figura 4). Los indicadores de erosión (Glomus, serrana. Pseudoschizaea circula) son frecuentes (Figura 3), aunque la curva de susceptibilidad mag- Durante la Edad Contemporánea (techo de la nética muestra valores oscilantes, como la de zona polínica PN-2a, PN-2b y PN-2c), el paisa- macrocarbones, pero en ambos casos con una je no difiere sensiblemente de lo referido para tendencia decreciente; excepto al final de la la Edad Moderna; salvo pequeños máximos Edad Moderna, cuando ambas experimentan para Pinus sylvestris/nigra y P. pinaster ca. sendos máximos a partir de 1700 cal AD (Figu- 1900-1940 cal AD (zona polínica PN-2b) como ra 4). Estos datos corroboran lo apuntado por consecuencia de la política de reforestaciones otros registros palinológicos de la alta monta- emprendida en la zona de estudio a mediados ña gredense, como Puerto del Pico, Puerto de del siglo XX (Molina Moreno, 1992). No obs- Serranillos o Navarredonda (López-Sáez et al., tante, la Edad Contemporánea se caracteriza, 2014, 2016c), los cuales demuestran la escasa sobre todo, por la ocurrencia de numerosos incidencia del pastoreo durante la Edad Mo- incendios que dejan una señal muy evidente derna incluso en pasos tradicionales del gana- en el registro de Pozo de la Nieve por máxi- do trashumante; todo ello debido a la recesión mos en la concentración de macrocarbones del mercado de la lana y un aumento de los entre 1850 y 1900 cal AD; a los que siguen, precios de los productos agrícolas ante el fuer- en los años posteriores, máximos en la curva te incremento demográfico (Ruiz y Ruiz, 1986), de susceptibilidad magnética asociados a los lo cual derivó en un impacto humano marca- procesos erosivos desencadenados tras los damente centrado en las zonas más fértiles de incendios, los cuales, a nivel sedimentológico los valles, quedando, en cierta manera, fuera se caracterizan por un mayor aporte de gra- de este influjo las zonas de alta montaña. vas (Tabla 1).

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La recurrencia de los incendios en la alta de la Nieve, estos hechos no solo se eviden- montaña gredense, durante la Edad Contem- cian en el registro polínico como se ha visto, poránea, no sólo provocó la progresiva des- sino que por igual quedan recogidos en el to- aparición de los pinares altimontanos, sino pónimo local El Travís, el cual, precisamente, también el desarrollo de un matorral pirófi- indica que esta zona fue un territorio de paso lo, que en el caso que nos concierne estuvo de ganados probablemente trasterminantes, dominado, como en la actualidad (Rivas-Mar- que aprovecharon los pastos de altura del Va- tínez et al., 1987; López-Sáez et al., 2016b), lle de Iruelas tras la desamortización del siglo básicamente por especies de leguminosas XIX (Gil Crespo, 1986; García Martín, 1988). A (Cytisus/Genista), particularmente por el su vez, la mayor presión pastoral en Pozo de piorno serrano (Cytisus oromediterraneus), la Nieve pudo estar relacionada con cambios cuyos porcentajes aumentan en el último si- en los modelos ganaderos, pues a lo largo de glo del registro como consecuencia de la in- la Edad Contemporánea se abandonó progre- cidencia del fuego (Fernández et al., 2004), al sivamente el ganado lanar, introduciéndo- igual que los brezales. A cotas más bajas, la se en la Sierra de Gredos la raza de vacuno antropización también fue más alta en este avileña destinada al consumo de carne y más periodo, con una reducción significativa de afín a los pastos de altura (Bauer, 1980; Pérez- Quercus pyrenaica y Pinus pinaster (excep- Figueras et. al., 1992). tuando el máximo señalado), paralela al pro- greso de etapas seriales degradativas como los jarales de Cistus ladanifer y una mayor in- 5. Conclusiones cidencia del cultivo del olivo. El estudio multiproxi (polen, microfósiles no Es a partir de esta Edad Contemporánea polínicos, macrocarbones, susceptibilidad cuando el porcentaje de hongos coprófilos se magnética) del registro paleoambiental de incrementa notablemente (Figura 4), refren- la turbera de Pozo de la Nieve ha permitido dando así que los incendios documentados reconstruir la historia de la vegetación y la di- durante este periodo tuvieron como objeti- námica de la antropización, en zonas de alta vo la quema del monte para la obtención de montaña (piso oromediterráneo) del macizo pastos para el ganado. Éste es el único mo- oriental de la Sierra de Gredos, durante los mento del registro paleoambiental de Pozo dos últimos milenios. Aunque esta secuen- de la Nieve en el que la presión ganadera se cia muestra ciertos paralelismos con otros evidencia sin ambigüedad desde un punto de vista palinológico, conllevando igualmen- registros paleoambientales de las montañas te valores más elevados de herbáceas antro- gredenses, también es cierto que en general pozóogenas. En este periodo se documenta muestra más diferencias con ellos que simili- por primera vez polen de Cereal, aunque en tudes, lo cual puede ser explicado en razón de valores inferiores al 3% que probablemente (i) un modelo de poblamiento y explotación indicarían la existencia de cultivos agrícolas de los recursos forestales diferente respec- hacia los valles (López-Sáez y López-Merino, to a la zona central y occidental de la Sierra 2005). de Gredos, y, (ii) el carácter inaccesible de la zona de estudio que la permitió permanecer La intensificación en el uso ganadero en Pozo aislada de las actividades pastoriles que se de la Nieve deriva principalmente de la desa- desarrollaron en estas montañas a partir de parición de La Mesta, lo que pone fin a gran La Mesta. Estas circunstancias permiten re- parte de las estrictas regulaciones que esta or- saltar la necesidad de llevar a cabo estudios ganización había llevado a cabo, permitiendo multidisciplinares teniendo en cuenta las ca- a los ganaderos, a partir de entonces, diver- racterísticas del micro-hábitat, especialmente sificar las zonas de pasto (Ruiz y Ruiz, 1986; en territorios aislados del impacto humano Kriedte, 1987; Klein, 1990). En el caso de Pozo desde la Prehistoria.

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El registro palinológico de Pozo de la Nieve Durante la Edad Moderna y Contemporánea demuestra la existencia de un denso pinar el fuego se convierte en el elemento clave en altimontano, probablemente de Pinus sylves- la modelización y gestión de los paisajes de tris, en las zonas más elevadas del Valle de alta montaña de la zona de estudio. La pre- Iruelas durante los instantes finales de la Se- sencia de pinos en el piso oromediterráneo gunda Edad del Hierro (ca. 240-50 cal BC). Du- del Valle de Iruelas es cada vez más escasa, rante los periodos romano y visigodo (ca. 50 fruto de la recurrencia de los incendios y de cal BC-711 cal AD), los pinares oromediterrá- fuertes procesos erosivos. A partir de 1700 neos permanecieron relativamente estables cal AD comienza a advertirse ya cierta presión y resilientes frente a los primeros impactos pastoral, hasta ahora inédita; la cual durante humanos, ya que éstos fueron muy débiles la Edad Contemporánea se hace muy eviden- en las zonas elevadas y más evidentes en los te por la abundante presencia de ascosporas valles, donde empezaron a cultivarse olivos. de hongos coprófilos así como de la utiliza- En el periodo islámico (ca. 711-1100 cal AD) ción antrópica del fuego para crear zonas de el pinar altimontano sufre una primera re- pastizal. Tales hechos dan lugar a la prolife- gresión como consecuencia de incendios de ración del matorral pirófilo que actualmente origen antrópico y/o natural, ya que por en- caracteriza las cotas más elevadas del macizo tonces la zona de estudio suponía una barrera oriental de Gredos, el piornal. natural entre los reinos cristiano y musulmán, siendo este carácter fronterizo, y su citado 6. Agradecimientos aislamiento e inaccesibilidad, el que permitió la resiliencia de las masas forestales que en Este trabajo ha sido financiado por el proyec- otros ámbitos gredenses ya empezaban a de- to Desirè-HAR2013-43701-P (Plan Nacional gradarse de una manera importante. I+D+I, Ministerio de Economía y Competiti- vidad de España). Sebastián Pérez Díaz está Las modificaciones estructurales y fisionómi- financiado por el Programa Estatal de Promo- cas más importantes del pinar de alta mon- ción del Talento y su Empleabilidad en I+D+i taña en el Valle de Iruelas se producen du- en la modalidad Juan de la Cierva-Incorpora- rante el periodo cristiano (ca. 1100-1450 cal ción. Mónica Ruiz Alonso está financiada por AD), cuando la cobertura de pinos se reduce el Programa Estatal de Promoción del Talento abruptamente para dar lugar a masas muy y su Empleabilidad en I+D+i en la modalidad abiertas o en su caso a pequeños bosquetes Juan de la Cierva-Formación. aislados. Como consecuencia de ello se incre- mentaron las zonas de pastizal y brezal. Estos hechos vinieron motivados por un auge de- mográfico muy importante, con un desarrollo Bibliografía sobresaliente de la economía rural, que a di- ferencia de periodos anteriores no se centró Aaby B.; Berglund B.E. (1986). Characterization exclusivamente en los valles sino que se ex- of peat and lake deposits. En: Handbook of tendió también a la explotación de las masas Holocene Palaeoecology and Palaeohydrology forestales de la alta montaña. La recurrencia (B.E. Berglund, ed.). John Wiley & Sons Ltd., de incendios, así como de los procesos erosi- Chichester, 231-246. vos asociados, provocó que las masas orome- Abel-Schaad, D.; López-Sáez, J.A. (2013). Vege- diterráneas de pinar dejaran de ser resilientes tation changes in relation to fire history and human activities at the Pena Negra mire (Be- hacia 1250 cal AD, momento en que entran jar Range, Iberian Central Mountain System, en franco declive y ya no se recuperan a pos- ) during the past 4,000 years. Vegeta- teriori. Esta fecha, por tanto, debe ser consi- tion History and Archaeobotany, 22, 199-214. derada como el ‘umbral’ en el que los bos- https://doi.org/10.1007/s00334-012-0368-9 ques oromediterráneos de la zona oriental de Abel-Schaad, D.; Hernández, A.M.; López-Merino, la Sierra de Gredos perdieron su resiliencia. L.; Pulido, F.J.; López-Sáez, J.A. (2009a). Ca-

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