Los inicios del oficio LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO ’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL XI X · NORBERTO TORRES CORTÉS de tocaor «por lo flamenco» en el contexto musical I la prensa nos aporta cierta profusión de datos Así, por ejemplo, Faustino Núñez ha encontrado ecléctico de la segunda Ssobre la presencia, construcción y desarrollo de recientemente una referencia en la prensa gaditana, un repertorio nacional en el contexto y ámbito concretamente en el Comercio del 27 de febrero de del género andaluz en la nueva especialidad de con - 1851 , en la que aparece una mujer, la señora Speron, mitad del siglo @?@ certista de guitarra, principalmente por su recepción cantando y acompañándose, según la recurrente ex - en ambientes y públicos burgueses, resulta más difí - presión «cantar a la guitarra» que la prensa utiliza - Norberto TORRES CORTÉS cil tener información sobre las prácticas de acompa - rá para reseñar este tipo de número suelto de voz y ñamiento de bailes y cantos de este género andaluz, guitarra con repertorio lírico del género andaluz: debido al carácter poco relevante que se le concede a quien acompaña, función secundaria para poner BALóN . Hoy 27 se ejecutará, a beneficio de las seño - en valor lo principal, la exhibición de bailes naciona - ritas doña Matilde de la Rosa y doña Matilde Speron, les o «bailes del país». Nuestro objetivo aquí es pre - damas de verso y canto la primera, y joven la se - ci sa mente indagar en los distintos elementos que gunda, la función siguiente. El sí de las niñas , lindí - sima comedia del célebre Moratín. Concluida se propiciaron la emergencia de la profesionalización bailará por la señorita Guillén y el señor Velero, el pre - del acompañamiento del baile y del cante como una cioso baile La flor de la canela . En seguida la señora de las especialidades de la guitarra flamenca. Speron cantará a la guitarra la lindísima canción de

RESUME N: Con nuestro artículo pretendemos, a modo de ensayo documentado, señalar Fases de la emancipación del tocaor diferentes elementos pertinentes del contexto musical ecléctico de las décadas de los “Ž , ”Ž y •Ž del siglo ‹y‹ que favorecieron y propiciaron los inicios de la profesio - Como ha señalado Eusebio Rioja, la emancipación y nalización de una de las especialidades de la guitarra flamenca, el acompañamiento reconocimiento artístico de la función acompañan - del baile y del cante, destacando entre ellos el impacto de Julián Arcas y Antonio de te de la guitarra flamenca se hará en tres fases, fi - Torres entre los públicos andaluces y guitarristas contemporáneos. nalizando hacia 1880 : En la primera etapa, que llegaría hasta 1864 aproxi - PALABRAS CLAVE : Guitarra flamenca, tocaor , barberos, cejilla, Maestro Patiño, madamente, observamos al guitarrista desempeñan - Julián Arcas, Antonio de Torres . do un papel anónimo –o someramente nominado – integrado en orquestillas, grupos instrumentales, cantando y tocando bien a simultáneo, bi en alter - ABSTRACT : With our article we intend, as a documented essay, to point out different pertinent nativamente. Cuando se especifica su nombre, se elements of the eclectic musical context of the _Z s, `Z s and aZ s of the [c th century alude más a la función de cantaor que a la de gui - that favored and led to the emergence of the professionalization of one of the tarrista y cuando ostenta cierta preponderancia es flamenco ’s specialties, the accompaniment of dance and singing, highlighting en los «entreactos» del baile, mientras el cantaor eje - among them the impact of Julián Arcas and Antonio de Torres among Andalusian cuta algún «interludio»: recuérdese a El Planeta B audiences and contemporary guitarists. acompañando a El Fillo en la «Asamblea general». IL. X. Guitarrista de KEYWORDS : , tocaor , barbers, capo, Maestro Patiño, Julián Arcas, Antonio de Torres . Transcribe seguidamente una serie de referencias Salvador Gutiérrez de prensa para apoyar su apreciación, circunscritas de León, siglo ‹y‹ sobre todo a programaciones del emblemático se - [Museo de Artes villano Salón de oriente, uno de los primeros luga - y Costumbres res desde el que el género flamenco empezó a ser una Populares. Obra especialidad de profesionales. Desde entonces, y a la Socio Cultural luz de más vaciados hemerográficos, se puede com - Unicaja. Málaga] pletar con más precisión estos acompañamientos, di - ferenciando dos funciones y dos técnicas, acompañar 1. Eusebio Ry{o : «Aparición histórica de la guitarra flamenca», en José Luis No - el baile o la voz, tocar rasgueado «a lo barbero» o pun - Šo  y Miguel Rƒt  , M. (eds.): Historia del flamenco, tomo II , Sevilla: Tar - teado «a lo fino». tessos, ——“ , p. ‘“ .

52 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 53 NORBERTO TORRES CORTÉS LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO FLAMENCO’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

la Contrabandista . La graciosa pieza La sociedad de tea do, con recurrentes intérpretes del género fe - indicar que la confirmación de la profesionalización los trece . Aria de de la Colegialas y sol - menino como confirmación de delicado y buen de este segundo nivel, el gusto por el «agitanamiento» dados , por la señorita Rosa –Un escogido intermedio gusto, en este caso referido y preferido por la pren - del primer nivel, el género andaluz, se daría primero de baile. La canción del Torero por la señorita Rosa. sa bajo-andaluza, y lo quejumbroso, excesivo, re - en Madrid, como confirma de nuevo La Nación del Y el divertido sainete, El soldado fanfarrón (segunda cargado, en ciertos establecimientos donde se 18 de febrero de 1853 : parte) con Jaleos andaluces y la canción La soledad , C consume vino y gusta del exceso y de lo pasional, en por la señorita Speron. A las 6. este caso referido y sorprendido por la prensa ma - MúSICoS FLAMENCoS . Los cantores andaluces, que tan - drileña. A la luz de los datos que nos dan los vacia - to se lucieron noches pasadas en el concierto verifi - Se podría citar varias reseñas de este tipo publi - dos hemerográficos hasta la fecha, todo parece cado en los salones del señor Vensano, y del que cadas en diferentes espacios de ocio de la emergen - dimos cuenta a nuestros lectores, se hicieron oír nue - vamente el domingo en una casa particular, en pre - te clase social burguesa (salones, teatros, ateneos, sencia de algunas notabilidades artísticas del teatro círculos literarios, círculos mercantiles, etc.) como re - italiano, y no agradaron menos que en la calle del conversión o aparición de antiguos y nuevos luga - Baño. Han logrado tal boga esos flamencos, que ya res de ocio que reflejan el gusto ecléctico de este tenemos en campaña un empresario, deseoso de nuevo público, en las que diferentes géneros teatrales, aprovechar tan buena ocasión. Se habla nada menos líricos y dancísticos cohabitan, alternando lo italia - que de la próxima venida del Planeta y de María la no, lo francés, lo español, con cierta inclinación por borrica, celebridades bien conocidas en el barrio de E lo andaluz. Hemos seleccionado esta publicada en Cá - Triana de Sevilla. diz, por ser precisamente el lugar en el que preva - leció en el siglo xVIII esta oferta, gusto y competencia Además de la doble ambigüedad en la que fluctúa entre teatros italiano, francés y español, en un con - esta variante del género andaluz, entre lo público y texto comercial «pre-burgués», con todo el tráfico de lo privado, entre lo políticamente correcto y los már - la ciudad con Las Indias. Concertistas de guitarra es - genes, podemos observar que va a definir su propio pañola como Huerta, Cano, Damas, Arcas, por citar espacio artístico con un cambio radical, desplazan - a los más relevantes, compartieron este mismo es - do y reemplazando el piano y formatos de cámara pacio cultural y artístico. Lo importante en este caso por la guitarra como expresión de lo nacional, lo cas - es ver cómo la guitarra es el instrumento elegido para tizo y lo flamenco o gitano. Es cuando aparecerá una acompañar «a lo fino», punteando nuevas canciones nueva especialización guitarrística, la de acompañar o «cantares» andaluces de moda, entre ellas la del To - profesionalmente los bailes y cantes andaluces, a la rero, los Jaleos Andaluces o La Soledad, con la re - vez que los concertistas, o quizás por ello, orienta - currente presencia de «señoras» y «señoritas» en esta rán de preferencia sus composiciones hacia los aires función lírica. andaluces. Las primeras referencias serán anónimas, Este exquisito y delicioso gusto por lo nacional a del tipo «asistirán varios cantadores de los de más través de la guitarra acompañando versos líricos en fama, que con guitarras acompañarán los bailes que F la tradición romántica, será recibido por el otro pú - lo requieran» o «asistirán varios cantadores a lo gi - blico, el emergente proletariado, con cierto gusto para tano que con la guitarra acompañarán los bailes de G distraerse con una estética más realista, más casti - jaleo y flamencos», en las que el mismo intérprete za y menos sofisticada, más «crúa» o del terruño. Po - IL. Y. El retrato de «flamencas» posando con guitarra era habitual canta y toca para baile. La selección se hace en base demos leer en el diario La Nación del 18 de febrero en las fotografías promocionales de estudio a finales del ‹y‹ a la fama que tienen los intérpretes como «canta - de 1853 : y principios del ‹‹ . Aquí la célebre bailaora Antonia Gallardo IL. Z. Mercedes Fernández Vargas La Serneta o La Sarneta dores», por lo que se solicita voces brillantes para dar (Jerez de la Frontera, –‘• - Utrera, —Ž ) fue una célebre cantaora Rueda La Coquinera (Puerto de Santa María, –•’ - Madrid, —’ ) relevancia a lo principal de la función, bailes acom - aparece retratada para el libro de Fernando de Triana. gitana, especializada en el cante «por soleá». Además, fue una MúSICA FLAMENCA . En algunos cafés se ha hecho moda pañados de voz y guitarra. Esta doble función per - destacada tocaora , acompañándose ella misma, y dando clases entretener al público con cantares andaluces, en vez mite deducir que aún ni el cante, ni el toque de de pianistas. Esta nueva fruta que se cría en los es - de guitarra a varios miembros de familias aristócratas Estamos con dos niveles por consiguiente en la españolas, según recoge la tradición oral del flamenco. acompañamiento tienen cierto grado de sofisticación, tablecimientos de montañeses, está llamando ahora interpretación de un mismo repertorio acompaña - y que consisten en poner voz de color local y acom - la atención de una parte del público madrileño, el cual Aquí aparece retratada para el libro de Fernando de Triana. do a la guitarra: lo lírico, lo fino, lo gracioso, lo pun - pañamiento guitarrístico al baile, principal atracción se distrae oyendo las lamentaciones, suspiros y tier - de la función. Por otra parte, cuando ya se nombra nas playeras que entona la gente flamenca, por me - 4. Ibíd., p. “ . dio de Kiries interminables, y ayes que levantan las a los intérpretes, el trato directo y a secas del tuteo 2. Faustino N‰€t : El afinador de noticias, crónicas flamencas en la prensa 5. Salón de Oriente , ‘-VI- –”‘ , citado en Ry{o : «Aparición histórica de la gui - banquetas y hacen pirrarse de amor a las muchachas para algunos señala una extracción social popular, D de siglos pasado , Sevilla: La Droguería Music, Ž– , p. ‘ . tarra flamenca», op. cit. , p. ‘• . que acuden a oírlos. El Gorito, Colirón, Calderón, Fernando Martínez, 3. Ibídem, p. “Ž . 6. Salón de Oriente , “ -VI- –” ’, ibídem. Francisco Martínez Martinillo de la Puerta osario, An -

54 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 55 NORBERTO TORRES CORTÉS LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO FLAMENCO’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX tonio Ríos El Tío Martín, Ramón Sartorio, El Peine - los virtuosos del siglo xIx como Julián Arcas, Anto - ro, Juan El malagueño, etc. nio Cano, Tomás Damas, etc. Núñez sospecha que Este trato directo alterna con otro de más consi - puede ser «el joven aficionado» que cantó «a la gui - deración donde aparecen Sra. y Sr. como «La sole - tarra» varios jaleos de Cádiz en Madrid en 1852 . En dá de Villegas, bailada por la Sra. Cámara y cantada todo caso, se reseña ampliamente su presencia en Ma - H por el Sr. Enrique Prado». Seguimos por consiguiente drid y su trágico final en 1862 a la edad de 27 años en estos dos niveles de recepción y consideración de en la cárcel madrileña del Saladero, relacionado con lo lírico andaluz, a «lo fino» y a «lo crúo». Algunos un crimen que no había cometido, referido varias ve - nombres de estos cantaores-tocaores y cantaoras-to - ces por la prensa madrileña como « tocaor de guita - caoras pasarán la criba del tiempo y formarán par - rra llamado Paquirri» o «popular guitarrista andaluz, BA te del discurso mítico de la llamada «flamencología conocido como Paquirri»; es decir, en su época era tradicional» sobre los orígenes del flamenco, como más célebre como guitarrista que como cantaor. El Planeta, Paquirri el Guanté, la Campanera, la Ser - A partir de este momento, la presencia de «bar - neta, la Antequerana, Trinidad Huertas la Cuenca , Do - berillos» aficionados al toque y futuros profesiona - lores la de la Huerta o El Peinero. La pregunta sería les del nuevo género flamenco será recurrente, con ¿por qué ellos y ellas, y no otros? los casos clamorosos de Paco el Barbero y Paco de Lu - cena, dos nombres claves en la historia de la guitarra Barberillos virtuosos flamenca del siglo xIx , concertistas clásico-flamen - cos y tocaores. La precocidad de Paquirri podría ex - BB otro aspecto que es preciso señalar en esta eman - plicar lo que señaló en su momento Emilio Pujol en cipación de lo popular anónimo hacia un principio la Encyclopédie de la musique et dictionnaire du con - de celebridad es la emergencia de «niños prodigio» servatoire , es decir, la relación de maestro a discípulo entre las clases populares, formados principalmen - de Paquirri el Guanté con Patiño, a pesar de ser ma - te en el espacio guitarrístico de afición a la guitarra yor de edad este último. Del mismo modo que el vir - rasgueada o «a lo barbero»: las barberías. La rele - tuosismo del Murciano podría fundamentar la vancia cultural de estas reuniones para el entrete - escuela granadina del toque, el de Paquirri el Guan - nimiento entre aficionados a la guitarra y su té lo haría con la escuela gaditana del toque. repercusión en el flamenco ha sido investigada y am - I pliamente documentada recientemente. La cejilla El granadino Antonio Rodríguez El Murciano IL. \. Ana Amaya Molina, Anilla la de Ronda o Anilla la Gitana puede constituir el ejemplo precursor de la recepción otro elemento de capital importancia que compar - (Ronda , –““ -—‘‘ ) fue una de las primeras cantaoras profesionales de las modernas técnicas de punteado o arpegiado ten ambos guitarristas gaditanos es la atribución de de las que se tiene noticia. Cantaora-tocaora, se acompañaba ella y su adaptación al estilo rasgueado o «barbero». Es - la incorporación de la cejilla al toque flamenco, da - misma «a la guitarra» usando la cejilla al tres, como lo reflejan varias fotos, entre ellas la que presentamos aquí. pecie de pequeñas salas de audición de la guitarra to siempre recurrente en la historia oral de este gé - a solo, las barberías parecen convertirse en uno de IL. [. Francisco Díaz Fernández Paco de Lucena (Lucena, –“— -–—– ) nero. La cejilla será clave para proyectar definiti - los lugares donde la tradición popular rasgueada va en su adolescencia trabajó en una barbería de su pueblo, lugar vamente el emergente «» hacia lo por un instrumento mejor afinado, mejor definido, a recibir el nuevo estilo «a lo fino» y propiciar la re - donde inició el estudio de la guitarra. En esta foto , del Archivo del artístico, o sea para su profesionalización, al permitir con el recurso de la cejilla para encontrar el tono ade - novación del estilo mixto de combinación de ras - Cante Andaluz de Diego Alba, aparece con su compañera, a los líricos flamencos cantar con su voz natural y cuado, y un repertorio de aires andaluces a solo o a gueado y punteado elaborado a partir del nuevo y la bailaora-cantaora Trinidad la Parrala. explorar sus recursos interpretativos. Esta incorpo - dúo por concertistas, cada vez más solicita do por moderno instrumento, la guitarra de seis cuerdas ración parece coincidir temporalmente con las trans - los públicos en plena construcción de identidades na - J simples. Además del Murciano, este fenómeno parece de los cantes de Cádiz. Si el Murciano no parece ha - formaciones organológicas aportadas por Antonio cionales. Nada extraño que la apreciación sobre la ocurrir poco después en la zona occidental de An - ber salido de Granada falleciendo en 1848 , el caso de de Torres, por lo que las interpretaciones de can - «ingrata y difícil guitarra», tan denigrada y critica - dalucía, con el caso relevante del joven barbero Fran - Paquirri El Guanté puede ilustrar el cambio de con - ciones líricas andaluzas «a la guitarra» por aficio - da por la prensa en la primera mitad del siglo xIx , cisco Guanter Paquirri El Guanté (Puerto de Santa texto favorable a la profesionalización de estos in - nados con buenas facultades, se verán beneficiadas cambiará sustancialmente y que se afirmará como María, 1834 - Madrid, 1862 ), cantando y acompañán - térpretes y recreadores de estilos del género andaluz, instrumento único y legitimado para acompañar el dose a la guitarra en público en Cádiz en 1846 , ya des - convertidos en viajeros aventureros, en la estela de género andaluz, «vulgarmente llamado flamenco». de los once años de edad, apareciendo de nuevo al 10 . Ibíd. Solo faltará la llegada de la moda de los cafés can - año siguiente cantando y tocando el andaluz y 7. Teatro Principal ,  -II- –” , ibíd. 11 .Emilio Pˆ{} : «La guitare, aperçu historique et critique des origines et de tantes como espacios de difusión y consolidación el jaleo de la Gariana, números en los que Faustino 8. Véase al respecto, Alberto st} Co~ƒ y Rafael Cprt t† : Historia cultural del l’évolution de l’instrument», en Albert LoŠywor (dir.): Encyclopédie de la de esta nueva representación de lo andaluz y de lo Núñez intuye el embrión de los cuatro estilos de so - flamenco: el barbero y la guitarra, Córdoba: Almuzara, Ž‘ . musique et dictionnaire du conservatoire ,París :Delagrave, —” , yy parte, agitanado, a través de bailes, cantes y toques de con - leares que legó posteriormente al repertorio clásico 9. N‰€t : El Afinador de noticias ..., op. cit ., p. ”“ . vol. yyy , p. Ž” . cierto.

56 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 57 NORBERTO TORRES CORTÉS LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO FLAMENCO’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

La década prodigiosa por su llamada «edad de oro» en el contexto de los lo fino» que reclamaba El Planeta frente al estilo bron - del flamenco, ELJD -ELJM cafés cantantes de la segunda mitad del siglo xIx , el co de El Fillo, este otro tipo de voces, precisamente lla - flamenco. madas «afillás», más graves, más rudas, más bravías, Antonio de Torres y la guitarra flamenca Tom y Mary Ann Evans escriben que las primeras que solían intervenir en los bailes, y no dejarse cubrir guitarras flamencas hechas por Torres en su periodo por las palmas, el zapateado o el jaleo del cuadro. Los Las últimas investigaciones sobre flamenco, basadas sevillano de los años 60 indican que este guitarrero cafés cantantes serán el espacio en el que, desde la re - en el vaciado hemerográfico, permiten cada vez más tenía ideas precisas sobre las diferencias esenciales presentación de los festivos y populares bailes na - contrastar los datos escritos en prensa con lo que lla - que separan la guitarra flamenca de la clásica, así cionales profesionalizados, se escuchará y mamos «corpus tradición», el conjunto de datos le - como sobre los métodos de construcción adecuados profesionalizará esta nueva modalidad popular líri - gados por tradición oral a los aficionados y artistas para cada instrumento, a saber: clavijero de madera ca para escuchar, los cantes flamencos. Mientras la del género. Se puede así observar, seguir y contex - en lugar de mecánicos, caja ligeramente más pequeña, música «culta» buscaba su propia invención nacional tualizar el fenómeno flamenco y su rápida profe - utilización del ciprés español para los aros y el fon - que diera respuesta al gusto por la ópera italiana con sionalización, comprobando la célebre advertencia do, peso mucho más ligero que la clásica, construc - la zarzuela como meta, la música popular española de Antonio Machado Demófilo escrita en 1881 en lo ción más simple con abanicos de cinco barras en lugar encontraba en el llamado género andaluz a sus cas - que se considera como obra inicial de la flamenco - de las siete del modelo clásico, puente bajo y hueso tizos divos y divas, cantaores y cantaoras «por lo fla - logía: «Los cantes flamencos constituyen un género también de poca altura para que las cuerdas estén más menco». Acompañados tradicionalmente por el poético predominantemente lírico, que es, a nuestro cerca del diapasón y facilitar así la rapidez de la mano instrumento nacional por excelencia, la guitarra, in - juicio, el menos popular de todos los llamados po - izquierda, especialmente en la técnica de ligados (tam - tuimos que el sensible Torres estuvo atento a esta in - BC pulares; es un género propio de cantadores». bién las cuerdas bajas ayudan a realizar técnicas fla - quietud de los tocaores «por lo flamenco» por tener Si Demófilo centró su interés en los cantes fla - IL. ]. Casa de Antonio de Torres , en la Cañada de San Urbano mencas de la mano derecha como son los rasgueados un instrumento mejorado dentro de la economía de mencos, podríamos añadir que es también un género (Almería), durante su segunda época en la que le visitaron Paco o el alzapúa), protección de la tapa con el golpeador, madera que caracterizaba a la guitarra «de tablao», de Lucena y Francisco Tárrega, entre otros [foto Norberto Torres] propio de «bailaoras» y «bailaores», un género pro - reducción del grosor en las maderas de la tapa y de una guitarra para la profesionalización de la emer - BD pio de «tocaores», y en menor medida, de «tocaoras». la caja. Sus experimentaciones deben relacionarse gente especialidad del «género andaluz» que, además Con el flamenco y su guitarra para acompañar can - con el desarrollo y auge de los mencionados cafés can - desde el puro pragmatismo, estaba abriendo merca - tes y bailes, a la vez que dar conciertos, entramos en tantes en la segunda mitad del siglo xIx . Existía una do. Sus enseñanzas serán recogidas y ampliamente un ámbito intermedio, mixto, ecléctico, ubicado demanda de instrumentos para acompañar el cante desarrolladas por una pléyade de constructores, entre lo popular y lo culto, la tradición y la trans - y el baile en dichos locales. Aunque hay que considerar destacando las diferentes escuelas andaluzas, y en par - misión oral, pero dotado de un férreo código cohe - factores de orden económico en las características ac - ticular la escuela madrileña con constructores como rente, que lo convierte en arte clásico. tuales de la guitarra flamenca debido a las remune - José Ramírez, y sobre todo su hermano Manuel Ra - Cada vez resulta más evidente que Julián Arcas y raciones que cobraban los guitarristas de los cafés mírez, que definirá el modelo actual de referencia de BF Antonio de Torres, animados por el contexto que les cantantes, Donn E. Pohren indica que Torres empe - la guitarra flamenc a. rodeaba, el de la paulatina consolidación del géne - zó a experimentar entre otras razones porque «no es - ro andaluz y los inicios de su variante el flamenco, taba satisfecho con el poco y oscuro sonido de las Nueva estancia de Julián Arcas en Sevilla BE no podían hacer oídos sordos a este fenómeno. Los ya guitarras de tablao tradiciona les». confirmados Arcas y Torres coincidieron en tiempo Era preciso dar al instrumento de acompaña - En 1860 la prensa comenta cómo el joven sevillano y espacio con el nacimiento y consolidación de este miento la brillantez y a la vez el lirismo necesario para barbero Juan Valencia ha cambiado el arte de la pe - joven género poético-musical y dancístico de corte poder acompañar las voces líricas de los creadores de luquería por el de la guitarra y se anuncia en Madrid nacionalista-andaluz, como lo hicieron los jóvenes malagueñas nuevas, el estilo de moda entonces en las para dar conciertos. Volveremos a encontrarlo en Albéniz y Falla más adelante, por citar a los músicos cafés cantantes, los recientes y dulces cantes de so - 1863 tocando en el Teatro Lope de Vega para inter - más relevantes de este periodo. Ambos, Arcas y To - ledad, la sentida « del sentimiento», cono - pretar, entre otras piezas, obras de Huerta y varia - rres, fueron modelos de referencia, uno de los espejos cida también como «seguidilla gitana» o «playera», etc., ciones sobre la rondeña. En 1866 se anuncia un donde mirarse, para que el flamenco bebiera de esta IL. ^. Vitrinas del Museo de la Guitarra Antonio de Torres era preciso concebir un instrumento de sonido ex - concierto de guitarra, definida esta como «difícil y po - fuente y adquiriera categoría artística, para luego pro - en Almería [fotografía de Norberto Torres] presivo para acompañar este nuevo cante «de senti - pular instrumento», a cargo del distinguido artista yectarse definitivamente con el siglo xx como género miento» como llamaban entonces al emergente D. Antonio Sánchez, «conocido por el Murciano». Con musical de raíz. género andaluz, la interpretación a dúo cantaor/a-to - este apodo vemos que la fama del guitarrista barbero Siguiendo la variedad de plantillas y materiales uti - caor/a, una guitarra fina para acompañar el cante «a de Granada Francisco Rodríguez El Murciano (Gra - lizados, especialmente el ciprés en su segunda épo - ca para el fondo y los aros, parece que Torres no solo definió el modelo de guitarra «clásica» actual, sino 12 . Antonio Morxos Œ Á}Šo t Demófilo : Colección de cantes flamencos , Ma - 13 . Tom EcP[` and Mary Anne EcP[` : . Music, History Construction and 14 . Donn E. Px t : El arte del flamenco , Morón de la Frontera: Sociedad de que se ocupó de elaborar otro modelo más económico drid: Ediciones Demófilo, —•’ , p. Ž . (La primera edición fue publicada en Players. From the Renaissance to Rock , Londres: Oxford University Press, Estudios Españoles, Fina Espatero, —•Ž , p. •‘ . y mejor adaptado para este género nuevo que pasaba Sevilla por la editorial El Porvenir en –– ). hpnn , pp. hkh -hki . 15 . José Ro~z t III: En torno a la guitarra , Madrid: Soneto, ——‘ , pp. “ -”– .

58 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 59 NORBERTO TORRES CORTÉS LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO FLAMENCO’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX nada, 1795 -1848 ) ha trascendido fronteras y se apli - Como ejecutante, el guitarrista sevillano abordaba por La profesión de tocaor ca como virtuosismo sobre los aires populares. igual las obras de los clásicos españoles y las del fol - Después de reseñar su presencia en Sevilla en klore andaluz: interesaba en las primeras por la téc - Después de un breve y transitorio periodo a princi - BG 1858, en 1867 vuelve a aparecer Arcas en El Porvenir nica de escuela; deleitaba con las otras por la gracia, pios de los sesenta en el que el tocaor consolida su del 21 de marzo, vinculado ahora con el nombre de el sabor y el colorido de lo popular. Esta vena lírica estatus profesional, saliendo del anonimato y empe- Antonio de Torres: de las alegrías y tristezas del alma andaluza intere - zando a ser referido en prensa con nombre, apelli - só mucho su atención de músico, y para exteriorizar CB do y/o mote, Eusebio Rioja sitúa la plena dedicación ese interés, los estudios de composición que había he - Le escucharemos. Ha llegado a esta capital el tan al acompañamiento y su reconocimiento a finales de cho con Fétis, los aplicó pacientemente a transcribir aplaudido guitarrista don Julián Arcas, profesor del para la guitarra, con arte sencillo, los aires regiona - 1865 y a lo largo de 1866 : «Y el afamado cantador José conservatorio, y condecorado por S.M. la Reina. Di - CA les de su tierra. Llorente acompañado de un tocador de guitarra para cho artista va a dar algunos conciertos en esta. An - lo flamenco» ( Salón de Oriente , 2-xII- 1865 ); «asisten teanoche tuvimos el gusto de escucharle en una [...] los cantadores Silverio, Sartorio y el Sevillano y reunión de aficionados en una de las magníficas gui - BH los tocadores de guitarra el Gaditano y Calderón ( Sa - tarras construidas por don Antonio Torres. lón de Oriente , 29 -Ix- 1866 ). El cantaor y empresario Silverio Franconetti pa - BI José Luis ortiz Nuevo comenta que su estancia rece haber tenido cierta relevancia en este nuevo for - en la capital se prolongó varios meses y en activo. El mato de dúo de guitarra y voz. Si todavía le podemos tiempo suficiente para estar a la escucha de los es - seguir la pista cantando a la guitarra acompañándose tilos flamencos de moda entonces en los cafés can - él mismo en 1864 , publicitará pronto la fórmula atrac - tantes, como la soleá, y estrenar su propia versión tiva de hacerse acompañar por la guitarra andaluza estilizada, como indica el diario La Andalucía de 10 de concierto a solo o a dúo, tan en boga en este mo - de abril: mento con el impacto de Antonio de Torres y Julián Arcas. El gaditano periódico El Comercio reseñaba el El Sr. Arcas hizo gala de sus profundos conocimien - 28 de julio de 1864 : tos y de buen gusto en un rondó, original digno del maestro Eslava a quien había sido dedicado y en di - Circo nuevo gaditano. El viernes 29 tendrá efecto en ferentes aires nacionales como la improvisación so - este teatro una escogida y variada función a beneficio bre temas conocidos, la jota aragonesa, la muñeira de D. Silverio Franconetti, en la que cantará él mis - y la soleá, uno de los más dulces y melancólicos de mo a la guitarra varias canciones en su brillante re - BJ nuestros cantos populares. pertorio oriental. Los pormenores del espectáculo se CC darán al público oportunamente. En mayo de este año 1867 aparece un concertis - ta, el Sr. Troncoso, ejecutando en la guitarra «una fa - Si la función tendrá el carácter ecléctico propio mosa jota aragonesa, terminando con las variaciones IL. _. Julián Arcas (a la izquierda ) y Antonio María Bernabé Lentisco de la época, con la alternancia de en un sobre Rondeñas, en las que tanto se distingue, que (en el centro), director del diario El Minero de Almagrera acto y la interpretación por el beneficiado de can - llevan por nombre Las haberas». La rondeña del [fotografía de José Rodrigo Navarro] tos anda luces, un segundo anuncio publicado el 29 Murciano, desarrollada por Arcas, y la jota aragonesa [Fondo Menchón-Rodrigo, 1876. Archivo Municipal de Lorca] de julio de 1864 introduce un cambio llamativo: presente en el repertorio de Huerta, también am - Franconetti no cantará «a la guitarra» sus cantos pliada por Arcas, son ya dos géneros populares con - los concertistas de las décadas de los 60 y 70 , la épo - orientales, sino que le acompañará «el maestro solidados para inventar variaciones y exhibir ca de mayor brillantez de Arcas y Torres, con el cul - don José Patiño», referido también como «señor Pa - virtuosismo. Sobre este guitarrista, Domingo Prat dejó tivo ecléctico de lo académico y de lo popular, sin tiño». Toda una distinción hacia el guitarrista que nos reflejado muy nítidamente el perfil de gran parte de complejos de género: permite ubicarlo en este momento en el ámbito de IL. `. El célebre Silverio Franconetti retratado aquí para el libro la guitarra andaluza de concierto. Un cambio artís - Arte y artistas flamencos (Helénica, 1935) de Fernando de Triana tico lógico, hacerse acompañar por un virtuoso de la 16 .«Filarmonía. Ha llegado a esta ciudad el célebre concertista de guitarra tado en José Luis O ‡y NˆtŠ : ¿Se sabe algo? Viaje al conocimiento del guitarra, consiguiendo un mayor impacto y reper - don Julián Arcas. Barcelona y las principales capitales de Europa han ad - arte flamenco en la prensa sevillana del YWY , Sevilla: El Carro de la Nieve, cusión en el público que acompañándose con este ins - mirado la difícil ejecución y sublime novedad con que toca una infinidad ——Ž , p. ”– . 20 . Domingo P o‡ : Diccionario biográfico, bibliográfico, histórico y crítico de trumento. de piezas, la mayor parte de su cosecha. El elegante salón del exconven - 17 . Ibídem, p . •Ž . guitarras, guitarristas y guitarreros, Buenos Aires : Romero Fernández, Desde esta perspectiva de «cantar a la guitarra» to del Ángel, ha sido destinado para el primer concierto, que probablemente 18 . Ibíd. —‘’ , p. ‘‘ . acompañándose uno mismo, y la novedad de «can - se dará el sábado próximo. Esperamos que el ilustrado público de Sevilla 19 . Ibíd., pp. •Ž -• . 21 . Ry{o : «Aparición histórica de la guitarra flamenca», op. cit. , p. ‘” . tar con guitarra» haciéndose acompañar por un to - sabrá apreciar el mérito de tan eminente artista ». El Porvenir , —-IX -–“– , ci - 22 . N‰€t : El afinador de noticias ..., op. cit ., p. –“ . caor , de preferencia un conocido «profesor» de

60 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 61 NORBERTO TORRES CORTÉS LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO FLAMENCO’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX guitarra, podemos interpretar este famoso cartel y jaberas, malagueñas y , aspecto que aca - y discípulo, como si de una lucha vencedor-vencido la publicidad que anuncia: bamos de revisar desde otra perspectiva. se tratara. Además, intuimos que el avezado y siem - Franconetti podría haber cantado parte del re - El jueves 4 y el domingo 7 de julio de 1867 , vol - pre atento empresario Franconetti aprovechó el buen pertorio acompañándose él mismo «a la guitarra», vemos a encontrar a Patiño acompañando a Silverio momento que vivía la guitarra de concierto a dúo en e interpretar como novedad el hacerse acompañar con su discípulo Francisco Cantero, esta vez en el Tea - aquella época para programarla en sus funciones. CH por un tocaor, en este caso Patiño. Así podemos leer tro Principal de Jerez. La progresión en el diseño otro dato que llama la atención en Patiño es su fa - que «las serranas del sentimiento» serán «cantadas artístico como reclamo publicitario aparece clara - ceta de bailaor, con un marcado sentido rítmico y un por Silverio», mientras que «el polo de Tobalo» será mente: de acompañarse él mismo, luego con un solo conocimiento práctico del baile. No es difícil imagi - cantado por Silverio y «acompañado por Patiño». En - tocaor , Silverio pasa a hacerlo con dos tocaores , con narlo incorporando mecanismos y fragmentos mu - tre escuchar a una sola persona cantar y tocar, una el atractivo añadido para conseguir más público, de sicales de sus colegas «clásicos», adaptarlos para sus sola persona tocar en concierto, y un dúo que reú - poner en competencia a los dos guitarristas, maestro acompañamientos en los cuadros de baile y para las ne a ambos «números», la variedad y la atracción es - primeras manifestaciones del cante «para escu - tán servidas para atraer a los aficionados, a la char», con su técnica de rasgueados, pulgar y ligados, guitarra, al cante andaluz, con el añadido de ofrecer y para ello «meterlos a compás», es decir «aflamen - ambos reunidos. El baile sería el cuarto elemento aña - carlos». Su discípulo Juan Gandulla Habichuela , ad - dido en el diseño de las funciones para proponer va - quirirá fama como gran conocedor de los bailes riedad en los programas. Las cuatro funciones de la andaluces entre la profesión, además de tocaor guitarra flamenca están reunidas en este cartel: a para el cante. solo, para acompañar el baile, para acompañarse can - Puente entre la guitarra popular andaluza de la pri - tando uno mismo y a dúo con el cante. mera mitad del siglo xIx , todavía cercana al folclo - IL. XW. Cartel-programa de la famosa La función del siglo , re con acompañamientos de danzas y bailes, y la El Maestro Patiño inicia la escuela celebrada en San Fernando el – de octubre de –”“ generación moderna de Marín, Borrull y Montoya, de tocaores para el baile y el cante Patiño bien pudo haber puesto los primeros rudi - mentos y reglas del toque entendido como actividad José González Patiño (Cádiz, 1829 -1902 ), según opi - Se desconoce cuál fue su escuela y quienes fueron profesional. Los suyos, originales casi todos según la nión extendida entre los aficionados, en particular sus maestros. La noticia más antigua la proporcio - tradición, fueron de los más apreciados en su épo - la del cantaor Antonio Chacón, fue el primer tocaor na José Blas Vega, en una reunión celebrada por Sil - ca. El célebre cantaor y divo del cante andaluz Antonio para cante en adquirir fama como tal. Fernando de verio Franconetti en Cádiz en 1864 , donde este se dio Chacón siempre lo consideró el más clásico: «En can - CF Triana comenta que, junto con Antonio Pérez, el a conocer al regresar de América. otro cartel lo te andaluz comenzó a significarse como acompa - CD Maestro Pérez (Sevilla, 1839 -1895 ), al que se pue - anuncia en una función organizada también por Sil - ñante Patiño el de Cádiz, que es el más clásico. Los CG CI de considerar como uno de los primeros tocaores re - verio el día 28 de octubre de 1865 . Destaquemos los clásicos eran más puros, más verdad». El ámbito ge - levantes de la ciudad de Sevilla, otro niño precoz de datos que proporciona el cartel: la función se cele - ográfico reducido de su actividad profesional – la clase popular, en este caso sevillana, con vocación braría en el salón de la Fonda del Turco de la gadi - compartió su vida artística entre Cádiz y Sevilla– hacia la guitarra flamenca, fue de los primeros en mo - tana localidad de San Fernando y fue titulada como puede explicar la ausencia de procesos de acultu - CE dernizar el toque. Por coincidencia histórica, po - La función del siglo . Su primer número era «El za - raciones en su toque, o sea la «pureza» aludida por demos deducir que esta modernización llegó gracias pateado de las ochenta y dos variaciones ejecutadas Chacón. Dirigió cuadros de cante y baile en los car - al repertorio y actividad de los guitarristas-compo - en la guitarra por Patiño», quien además acompañó navales gaditanos. Desde el ámbito de la memoria, sitores nacionalistas liderados por Huerta y Arcas y a Silverio en el Polo de Tobalo. José Blas Vega dedu - el cantaor Aurelio Sellés lo describe con todos los in - por el sonido del nuevo modelo diseñado por Anto - ce que debió acompañar también los demás cantes gredientes de la estampa decimonónica del músico nio de Torres, con el uso añadido de la cejilla mecá - del repertorio anunciado: Serranas del sentimiento, ligado a la literatura de cordel: «Le conocí mu vie - nica para acompañar. jecito, con el abrigo puesto. Vamos, la capita puesta y un guitarrillo que llevaba, porque era un guitarro CJ lo que llevaba; ese era un fenómeno». IL. XX. Foto de estudio , realizada en torno a ––” , del célebre Maestro 23 .José Luis Ortiz Nuevo ha encontrado varias noticias de prensa publi - 24 . Fernando de T yoo : Arte y artistas flamencos , Madrid: Editoriales Anda - Pericón de Cádiz incidirá también en el instru - Pérez, tocaor sevillano contemporáneo del Maestro Patiño de Cádiz cadas en el diario La Andalucía a lo largo del año –”• en el que se le luzas Unidas, —–“ , p. ’“ . (La primera edición de este libro fue publicada mento que utilizaba Patiño y la función rítmica de señala como «afamado tocador Pérez», «famoso guitarrista Pérez», en en —‘“ ). los anuncios G o vyt†‡o st qoy}t† Œ ro‡† v}o~tr† que el empre - 25 . José B}o† Vtwo : «El maestro Patiño», en José Luis NoŠo  y Miguel Rƒt - sario Manuel de la Barrera organizó en los salones de Oriente, calle  , M. (eds.): Historia del flamenco, tomo II , Sevilla: Tartessos, ——“ ,pp. ’‘ - 27 . Gerhard S‡tyw t†† : «La aparición del cante flamenco en el teatro jereza - 28 . Entrevista a Antonio Chacón realizada por José Luis Mayral (La Voz , Ž -VII - de Trajano. Véase O ‡y NˆtŠ : ¿Se sabe algo? Viaje al conocimiento ..., ’“ . no del siglo ‹y‹ », en Dos siglos de flamenco. Actas de la conferencia in - —• ). op. cit. , pp. “— -”Ž . 26 . José B}o† Vtwo : Silverio. Rey de los cantaores , Córdoba: Ediciones de la Po - ternacional , Jerez de la Frontera: Fundación Andaluza de flamenco, —–— , 29 . José B}o† Vtwo : Conversaciones flamencas con Aurelio de Cádiz , Cádiz: Uni - sada, ——“ , p. ‘ . pp. ‘”— -‘•Ž . versidad de Cádiz, —–– , p.  .

62 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 63 NORBERTO TORRES CORTÉS LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO FLAMENCO’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX su acompañamiento, presente posteriormente en se reunían estos tocadores y el uno del otro iban prac - Como quiera que estos cafés no tuvieron larga vida, otros tocaores como José Capinetti, Paco Molina y Ma - ticando y estudiando de esa escuela, cogiendo el me - al cerrar sus puertas, Patiño se marchó a Cádiz, de nolo de Huelva: canismo de la forma de tocar nueva, arpegiando y donde era natural, y Pérez quedó en Sevilla, dedi - picando. En la época anterior, del maestro Patiño y cándose ambos a dar lecciones, hasta lograr, como Y cuando tocaba tenía muchas cosas del maestro Pa - de Lucena, no se conocían esas cosas, porque en - lograron, sacar discípulos. Entre ellos surgieron tiño. Le pasaba igual que a Paco Molina, que no era tonces lo que se utilizaba era el rasgueo y el dedo pul - verdaderas lumbreras, y sobre todos, Francisco gar, hasta que ya después de Rafael Marín se empezó Sánchez (Paco el Barbero), discípulo de Patiño, que tocaor profesional, pero quitaba el «sentío» cuando DB a utilizar la escuela clásica, arpegiando, tremolando. aventajó al profesor en ejecución y cuidó mucho del agarraba la guitarra y se ponía a tocar haciendo co - DC sas del maestro Patiño. (...) Y el Niño Huelva también acompañamiento. hacía muchas cosas de Patiño; porque hay que ver La actividad docente de Patiño desde la transmi - lo que sería Patiño, que mientras exista la guitarra se mentará su nombre, y «tó» lo hacía con un guita - sión oral fue anotada anteriormente por Fernando Además de señalar la dedicación a la docencia del rrillo que daba pena verlo, pero ya podía venir el me - el de Triana con otro célebre discípulo, Paco el Bar - Maestro Patiño en su segunda época, la de su retiro jor del mundo, que no lo mejoraba; el «sonío» que le bero: en Cádiz, que es cuando Juan Gandulla coincide y se metía el hombre ese a las cuerdas, la manera de ten - forma con él, Fernando de Triana nos comenta que tarlas... Y Capinetti hacía muchas cosas suyas, con un IL. XZ. Programa del Patiño decía que la guitarra se había hecho «pa acom - DA DD compás y una medía bárbara. concierto que ofreció pañá al cantaó». Sin embargo, hemos visto cómo Francisco Sánchez to caba a solo su zapateado de las 82 variaciones en Lo que llama la atención en estas citas de Sellés y Cantero Paco el 1865 , y formando empresa con Silverio Franconet - Pericón de Cádiz, es la descripción del tipo de ins - Barbero (Sanlúcar de ti están documentadas sus famosas competencias a trumento que utilizaba Patiño, un «guitarro» o «gui - Barrameda, –— - dúo o a solo con su discípulo Paco El Barbero, afa - tarrillo», es decir un instrumento de plantilla Sevilla, ¿ —Ž ?) en el mado concertista de guitarra de tipo nacionalista, pequeña, más cercana al ámbito de la guitarra ba - café del Centro de además de tocaor , como confirma el programa de su DE rroca gaditana del final del xVIII , principios del xIx , Jerez de la Frontera el actuación en Córdoba en 1885 , al igual que lo era “ de diciembre de DF tipo Pagés, o de la guitarra clásico-romántica, que al el astro del momento, Paco de Lucena. ––’ , y publicado en el modelo diseñado por Antonio de Torres. Con la des - Podemos deducir que con Patiño, a partir de una diario El Guadalete cripción de este instrumento podemos imaginar el guitarra a solo de tipo nacionalista andaluza que sonido más agudo, con menos armónicos, más per - acompañaba inicialmente bailes y voces reunidos en cusivo, más ligado a una función de acompañamiento un mismo espacio, emergió una especialidad pro - al baile, en los primeros acompañamientos del can - fesional, la de acompañar los cantes. La formación te flamenco ejecutados por Patiño. Es esta estética so - de Juan Gandulla Habichuela parece coincidir en el nora, este sonido el que escucharía el joven Juan tiempo y en el espacio en los que esta nueva espe - Gandulla, uno de sus más famosos discípulos, con - cialización tomó definitivamente carta de naturaleza. firmando la profesionalización definitiva de la fun - Juan Gandulla se configurará por consiguiente como ción de tocaor. el prototipo de tocaor para acompañar, y como tal Desde el ámbito de la memoria y con el uso del co - será requerido por los más célebres cantaores y can - nector «luego», el cantaor sevillano Pepe de la Ma - taoras del momento, siendo el guitarrista requerido trona sitúa nítidamente a partir de Patiño y IL. XY. Juan Gandulla Padilla Habichuela (Cádiz, –• -—“ ), entre otros por don Antonio Chacón, La Niña de los seguidamente de su discípulo Habichuela el Viejo, a discípulo y continuador de la escuela gaditana del toque de José Peines y Manuel Torres. Por este motivo no ha pa - tres generaciones de tocaores que han «moderni - Patiño González El Maestro Patiño (Cádiz, –— -—Ž ), ha pasado a la sado a la historia ni como virtuoso ni como concer - zado» progresivamente el toque, a la vez que seña - historia del flamenco como célebre tocaor para acompañar el cante la su actividad pedagógica y la transmisión oral de y el baile andaluces, toda una especialidad profesional que él su toque: contribuyó a fijar. Aquí aparece retratado para el libro Arte y artistas flamencos (Helénica, 1935) de Fernando de Triana 31 . José Luis O ‡y NˆtŠ : Pepe el de la Matrona. Recuerdos de un cantaor Pascual, Isaac Manuel» , Diccionario de la música española e hispa - sevillano , Madrid: Ediciones Demófilo, —•“ , pp. ’ -“ . noamericana , Vol. , Madrid: SGAE, ——— , p. –– ; Norberto T t† : De lo Luego estaba en Cádiz el maestro Patiño, en la épo - 32 . T yoo : Arte y artistas flamencos , p. ’“ . popular a lo flamenco: aspectos musicológicos y culturales de la gui - ca de Silverio, que estuvo tocando mucho tiempo en que la única farta que pudo ponerle es que tenía los 33 . Ibídem . tarra flamenca (siglos YXW-YWY ), Tesis doctoral, Universidad de Almería, el café que este cantaor tenía en Sevilla. Que este Pa - pies muy grandes (...) Y Habichuela el Viejo, que fue 34 . Manuel Co : La guitarra. Historia, estudios y aportaciones al arte flamenco , ŽŽ— , pp. ’– -’–“ ; íd.: Barcelona y la configuración de la guitarra clá - tiño fue quien lo reconoció cuando volvió de Amé - discípulo de Patiño, se llamaba Juan Gandulla, de Cá - Córdoba: Universidad de Córdoba y Monte de Piedad y Caja de Ahorros sico-flamenca, Barcelona: Ediciones Cárena, Ž’ , pp. “’ -“– , íd.: Anto - rica con las barbas, cuando aquello de María Borrico, diz, como su maestro, los dos hijos de gallegos. (...) Lue - go vino Rafael Marín y Ángel Baeza, y luego de Córdoba, —–” , pp. –• -–– . nio de Torres y Julián Arcas: Una nueva expresión para la guitarra empezaron a tocar la guitarra Montoya y Luis Mo - 35 . Sobre este sobresaliente tocaor, concertista clásico-flamenco y empre - española , Almería: Instituto de Estudios Almerienses, Ž– , pp. –– -—Ž . 30 . José Luis O ‡y NˆtŠ : Las mil y una historias de Pericón de Cádiz , Madrid: lina, que se reunían en la calle Arlabán en el taller sario, véase Eusebio Ry{o : Paco el de Lucena o la redonda encrucija - .

64 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 65 NORBERTO TORRES CORTÉS LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO FLAMENCO’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

EE tista, sino como gran conocedor de los cantes y bai - Concierto de guitarra. En los salones de ex conven - Dada la fecha de publicación de la reseña, 1876 , Prat lo reseña ampliamente en su diccionario, les andaluces, destacando su técnica del dedo pulgar to del Ángel y a las ocho y media de la noche tendrá podemos perfectamente imaginar que Toboso tocaría con una trayectoria muy parecida a la de su maestro, que era envidiada por sus compañeros de profesión. lugar el anunciado por don José Toboso. las obras de Arcas con esta Torres SE 07 . ¿Pasaría por Julián Arcas, y en la que la cercanía con los aires an - PROGRAMA Almería para recogerla en el taller de Torres? daluces y el género andaluz es evidente, fijando su 1ª Parte: Fantasía dedicada a S.A.R. la Serenísima Se - En 1877 seguiremos con esta imparable «ola Ar - residencia en Málaga donde se casará y fallecerá. Es La década de los setenta ñora Duquesa de Montpensier. Tanda de walses, por cas», con la llegada de uno de sus más célebres dis - curioso leer en esta larga reseña cómo, al igual que J. Arcas.- de la ópera · Las Vísperas Sicilianas ». cípulos, el distinguido gallego Juan Parga Bahamonde con Arcas y Torres, Parga habla de dos épocas en su 2ª Parte: Fantasía sobre motivos de la ópera Travia - La «marca» Arcas en Sevilla (El Ferrol, 1843 – Málaga, 1899 ): vida, siendo la primera la de formación y de giras in - ta , por J. Arcas. Tangos , por J. Arcas. Malagueñas, con cantos, ejecutados con una sola mano. tensas de conciertos, en su caso además de España, Acaba de llegar a esta ciudad el concertista de gui - El vaciado de noticias sobre guitarra en la prensa se - 3ª Parte: Polka , fantasía, por J. Arcas. Bolero de la zar - en Francia, Italia, Portugal, el cansancio producido tarra D. Juan Parga. Anteanoche tocó en casa del fa - villana en los setenta y ochenta confirma el impacto zuela Los diamantes de la Corona . Terminando este por los viajes y la vida bohemia, lo que explica la re - bricante Sr. Soto, ante muchos aficionados a los que de Arcas en la guitarra de la época, clásico-flamen - concierto con la Muñeira , con variaciones. tirada a una segunda época más tranquila. Parga lo DJ entusiasmó por la delicadeza, gusto y ejecución no - ca por el eclecticismo y retroalimentación de géne - El despacho de billetes Cerrajería nº 7, Sierpes nº ED hará en Málaga, Arcas y Torres en Almería: tabilísima con que tocó diferentes piezas. ros que sigue primando. Los aires regionales 4 y el local del Ángel, desde las tres de la tarde del día andaluces y el flamenco constituyen un verdadero del Concierto. Ya tiene usted conocimiento de mi primera época. A EA fenómeno de moda que contagia a otros instru - Entrada, 4 reales. partir de aquella, completé mi educación artística en mentos y en 1871 podemos leer con motivo de un Madrid, obteniendo plaza en el Conservatorio, es - concierto a beneficio de la Asociación Sevillana de Conviene otra vez detenernos en este guitarrista, tudiando los clásicos al piano, y armonía con el ma - logrado maestro Arrieta. Aquella trajo consigo viajes Amigos de los Pobres, un «pot-pourri de aires an - como acabamos de hacerlo con Troncoso. Prat nos habla de una larga gira de conciertos en al extranjero, concertando en Francia, Italia, Portu - daluces arreglado y ejecutado al piano por don José EB DG España y Portugal realizada en 1882 por Toboso y gal y toda España, hasta que, cansado de la vida nó - Bermudo». mada de artista, regresé a Andalucía con ánimos de el joven José Rojo (tenía entonces 15 años) discípu - EF El 15 de agosto de este mismo año 1871 , se anun - establecerme en Sevilla, pero el destino era Málaga. ciará en el Gran Café Europeo un concierto de pia - lo de Juan Parga, a su vez discípulo directo de Arcas. no y en el que se interpretará «una Sobre José Martínez Toboso (Valencia, 1857 – ¿, 1902 ) tanda de preciosas habaneras... y la tan aplaudida Ma - existe una referencia en un texto de 1903 firmado por Aparece el programa de su concierto en el que so - DH lagueña». Ruiz de Lihory como «el más genuino representan - bresalen aires andaluces firmados como «Arcas y Par - Incluso, en plena alucinación romántica orienta - te en Valencia del virtuosismo en el difícil instru - ga». El discípulo parece estar emulando a su maestro lizante, se anuncia con el encabezamiento de Buena mento de la guitarra». Javier Suárez-Pajares, a modo y necesita del nombre y de las variaciones de Arcas música que la casa editorial de Andrés Vidal, hijo, ca - de resumen, incidirá en su perfil mixto o bilingüe clá - para presentar a continuación las suyas, acumulando rrera de San Jerónimo, 34 , Madrid, acababa de pu - sico-flamenco, con las guitarras Torres como ins - así variaciones o «falsetas» sobre aires populares en blicar La Malagueña, «trozo característico del género trumento de predilección: boga. puro andaluz morisco». Son años de moda de «Las Este mismo año de 1877 sigue apareciendo José malagueñas», anunciadas como reclamo publicita - Todo parece indicar, en definitiva, que pertenecía a Troncoso, con un programa esencialmente diseña - DI este grupo de guitarristas en la línea directa de Ar - rio. Julián Arcas y Antonio de Torres ya no están en do con obras de Arcas: cas con figuras como Juan Valler, Juan Parga, José Sevilla, han regresado a su patria chica, Almería, pero Rojo, García Tolsa y Luis Soria, cuyo papel en los al - empiezan a florecer las semillas sembradas en la ca - PROGRAMA bores de la guitarra flamenca de concierto ha de con - 1.ª parte. Polka fantástica, wals y tangos (Arcas). pital andaluza. siderarse sustancial. En común con Luis de Soria, 2.ª parte. Motivos de la ópera La Traviata , arreglo. Va - En 1876 El Porvenir anuncia un concierto en el lu - Giménez Manjón, Juan Parga y José Rojo, tocaba una ria ciones sobre el Punto de la Habana, arreglo. gar en el que Arcas dio su primer recital sevillano en guitarra de más de seis cuerdas, once en su caso par - Bolero de las Vísperas sicilianas, arreglo (Arcas). 1858 , los salones del ex-convento del Ángel. El con - ticular. Esta guitarra es la Torres SE 07 , según el ca - 3.ª parte. Aires Nacionales. Malagueñas, Polo y Soléa. certista será José Toboso, quien interpretará un pro - tálogo de J.L. Romanillos en su monografía sobre este EC Gallegada. Wals, imitación de arpa. guitarrero, y fue construida en 1876 . EG grama entero con obras de Arcas: Entrada 1 peseta.

IL. X[. Portada de La guitarra española , de Juan Parga, colección completa de aires andaluces publicada en Málaga en –—‘ por En 1878 se asocian los dos concertistas, Juan Par - 36 . El Porvenir ,  -II -–• , citado en O ‡y NˆtŠ : ¿Se sabe algo? Viaje al cono - 40 . Ibídem, p. •’ . López y Griffo, con sucursales en Granada y Almería ga y José Toboso, para proponer una nueva atracción, cimiento , op. cit. , p. • . 41 . P o‡ : Diccionario biográfico, bibliográfico ... , op. cit. , p. —” . 37 . Ibídem, pp. • -• . 42 .Javier Sˆp t-Po{o t† : «Martínez Toboso, José», Diccionario de la mú - 38 . Ibíd., p. •‘ . sica española e hispanoamericana , Vol. •, Madrid: SGAE, ŽŽŽ , pp. ‘Ž” - 39 . El Porvenir , “ -X-–•” , citado en O ‡y NˆtŠ : ¿Se sabe algo? Viaje al co - ‘Ž• . nocimiento , op. cit. , p. —‘ . José Luis Ortiz Nuevo indica que se trata del lo - 43 . O ‡y NˆtŠ : ¿Se sabe algo? Viaje al conocimiento , op. cit. , pp. •’ -•“ . 45 . Ibídem, p. ‘” . cal de la guitarrería de don Manuel Soto y Solares. 44 . P o‡ : Diccionario biográfico, bibliográfico ... , op. cit. , pp. ‘“ -‘– . 46 . O ‡y NˆtŠ : ¿Se sabe algo? Viaje al conocimiento , op. cit. , p. •“ .

66 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 67 NORBERTO TORRES CORTÉS LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO FLAMENCO’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX esta vez el programa de sinfonías, fantasías y aires de jóvenes músicos dirigida por D. Manuel Álvarez. dieron escuchar este día a Juan Parga dirigiendo la populares andaluces (Polo y Soleá, Paño Moruno), al - En el mismo espacio privado donde vemos a este con - estudiantina malagueña Nosotros y tocar a solo por ternando piezas a solo con dúos de guitarras. Con junto de pulso y púa, la casa del demócrata D. malagueñas, y a otros nombres de concertistas, los FF ellos, el público parece reflejar el gusto por esta mo - Adriano Rosales, «individuo del Comité de la Iz - de Pedro de Aguilera, Ballón y Cristóbal Soto. o sea, dalidad de concierto, el dúo de guitarras. quierda de esta ciudad», la señorita Pura, hija del due - un festival de guitarras. En abril de 1880 actúa por primera vez en Sevilla ño de la casa, demostró su habilidad en la guitarra El año 1887 trae un nuevo nombre a la galería de el célebre virtuoso del violín Sarasate. Entre todas las y «tocó con sumo gusto e interpretó admirablemente concertistas, el señor Rivera, a quien no se puede evi - piezas que interpreta, la prensa solo da cuenta de una en tan difícil instrumento varias piezas del repertorio tar comparar con Arcas y su discípulo Juan Parga: danza popular andaluza... el zapateado: del célebre Arcas y dos piezas al piano de un méri - FC to sobresaliente». Anoche tuvimos el gusto de escuchar al señor Rive - El público no se daba por vencido y con estrepitosas Se confirma además que las están de ra en nuestra redacción y nos dejó gratamente im - demostraciones expresaba su empeño por admirar moda. Podemos leer la reseña de un concierto de gui - presionados: hemos oído a los más célebres de nuevo las relevantes facultades del incomparable tarra del joven concertista don Antonio Jiménez, in - guitarristas, Arcas, Parga etcétera, y después de oír artista. Entonces dejó oír un zapateado, composición al señor Rivera, podemos afirmar sin que se nos ta - EH terpretando entre otras piezas y siempre en la suya, con el que logró dominar su entusiasmo. che de exagerados, que tan distinguido artista pue - tercera y última parte del concierto, Malagueñas, Va - FG de figurar al lado de aquellos maestros. riaciones sobre Peteneras y variaciones sobre la Jota FD En enero de 1882 sigue la presencia de seguidores y la Parranda. La guinda sobre este apabullante gusto del público del estilo de Arcas, tan apreciado en Sevilla. Dos nue - En 1885 , con el objetivo de recoger fondos para so - sevillano por la obra de Julián Arcas y sus composi - vos nombres, procedentes de Cádiz, con un progra - correr a los damnificados de los terremotos habidos ciones inspiradas en lo popular la tendremos en 1888 , ma a dúo, los señores Millares y el almeriense Luis en Andalucía oriental, se organiza un acto benéfico con la presencia de Francisco Tárrega interpretan - Soria: «Los distinguidos guitarristas Sres. Millares y en el que interviene entre otros el señor Enrique do en el programa, entre otras piezas, los Aires na - Soria que estos últimos días han sido objeto de tan - quien «tocó unos preciosos motivos sobre peteneras, cionales de Arcas: «El domingo a las tres de la tarde tos y tan merecido aplausos en Cádiz, acaban de lle - compuestos por el concertista, que escuchó muchos FE dará un concierto de guitarra, a ruego de sus amigos gar a esta población donde se proponen dar algunos elogios». Además de peteneras, los sevillanos pu - EI y admiradores, interpretando en el programa, entre conciertos a dos guitarras». FH otras piezas, los Aires nacionales , de Arcas». Arcas era una celebridad y un referente para el pú - Siguiendo la terminología actual de marketing, con blico sevillano, y la prensa local da cuenta de su fa - los conceptos de impacto y marca, podemos concluir llecimiento en Antequera. El diario La Andalucía que el impacto de Arcas y sus aires andaluces en el señala el 22 de febrero que «Ha fallecido en Ante - público sevillano convirtieron su nombre en marca quera el reputado guitarrista Julián Arcas, tan ven - EJ IL. X\. El concertista y pedagogo Luis Soria Iribarne de prestigio. Todavía en 1912 se asociaba a prestigio tajosamente conocido en el mundo musical». con su instrumento híbrido, la guitarpa y era preciso que los tocadores por lo flamenco se re - En 1883 , además del ya conocido José Toboso que firieran a él para ser escuchados. Así nos lo cuenta ejecuta doce piezas escogidas, añadiendo que «varias el maestro sevillano otero en su famoso Tratado de de las piezas del programa las ejecutará en su mag - Desde Huerta en los años 40 y 50 , el esquema de FA bailes : nífica guitarra de once cuerdas», lo que indica que los programas de los concertistas de guitarra es siem - tocaba por lo menos con dos guitarras, siendo la de pre el mismo: terminar con un popurrí de aires na - IL. X]. Fachada del teatro Apolo en Almería en el que Francisco Este guitarrista célebre ha sido quizá en su época once cuerdas una suerte de novedosa atracción, apa - cionales, de preferencia andaluces, para conseguir Tárrega ofreció con éxito un concierto el – de febrero de –—Ž , el mejor; pues los tocaores actuales, cuando ejecu - rece el nombre de un nuevo concertista, don Anto - el bis del público. finalizado con la Gran rondeña de Arcas y Tárrega. Sus discípulos del tan alguna composición en la guitarra, para que lo nio Jiménez, quien introduce un nuevo aire popular El año 1884 confirma de nuevo que la música de quinteto Sánchez de , laúd y guitarras ofrecieron escuchen, dicen: Seguidillas gitanas de Arcas, Ma - andaluz en su programa, las peteneras: «Se vio pre - Arcas era muy apreciada entre el público inteligen - conciertos en este lugar en diciembre –—‘ , teatro que se reconvirtió lagueñas, Jaberas o Granadinas de Arcas, y casi to - cisado a repetir, entre otras cosas, unas bonitas va - te de Sevilla. Actuó la «brillante orquesta de ban - en café cantante como «café teatro Apolo» a partir de –—” , con la dos los toques y falsetas flamencas llevan el sello de FB FI riaciones de peteneras, composición suya». durrias y guitarras titulada La Giralda », asociación actuación estelar del popularísimo cantaor malagueño Juan Breva Arcas.

47 . La Andalucía , • -IV -––Ž , ibíd., p. •– . pañoles . Qué duda cabe que estamos en plena construcción de la iden - 52 . La Libertad , • -II -––’ , ibíd. Torres y Julián Arcas: Una Nueva Expresión para la Guitarra Española , Ins - 48 . El Porvenir , — -I-–– , ibíd. tidad musical española en este contexto ecléctico que no solo propo - 53 . La Izquierda Liberal , — -III -––’ , ibíd., p. –Ž . tituto de Estudios Almerienses, Almería, Ž– . 49 . La Andalucía ,  -II -–– , Ibíd. José Luis Ortiz Nuevo indica que además en ne variedad en los géneros, sino en el perfil de los músicos y de su 54 . El Tribuno ,  -II -––“ , ibíd. 56 . El Cronista , “-III -––• , citado en O ‡y NˆtŠ : ¿Se sabe algo? Viaje al co - junio de este año –– , Issac Albéniz tocaba su Serenata andaluza en el procedencia social. 55 . Guitarrista almeriense discípulo de Juan Robles, cuya actividad en Almería nocimiento , op. cit. , p. – . café concierto de los Jardines Eslava, y que poco tiempo después, el  50 . La Andalucía , -II -––‘ , ibíd., pp. •— y —‘ . hemos reseñado ampliamente. Véase Norberto T t† C ‡u† : Antonio de 57 . El Tribuno , ‘-III -––– , ibídem, p. – . de julio el célebre violinista Fernando Palatín interpretaba sus Aires es - 51 . El Porvenir ,  -XI -––‘ , ibíd., p. •— . 58 . Maestro O‡t  : Tratado de bailes , Sevilla, — , p. “‘ .

68 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 69 NORBERTO TORRES CORTÉS LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO FLAMENCO’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

Concertista. Ha llegado a Jerez de la Frontera el cé - lebre profesor concertista de guitarra don Julián Ar - cas, cuya excelente reputación artística es tan general como merecida, el cual se propone dar algunos con - ciertos en los que ejecutará varias piezas originales, con las que ha aumentado considerablemente su nu - FJ meroso y aplaudido repertorio.

En agosto de 1878 ya está de regreso de su gira por Jerez, motivado por reunirse y atender a su ancia - na madre:

Concertista. El eminente profesor de música y re - nombrado concertista de guitarra D. Julián Arcas, aca - ba de llegar a esta capital. Sus numerosos amigos y admiradores que tanto deseo tienen de oír a este cé - lebre artista, que solo viene por una temporada para descansar de sus tareas y excursiones, y consagrar - se únicamente a su querida y anciana madre, se in - teresan con él para que el Sr. Arcas acceda al ruego de sus amigos, proporcionándonos así el placer de oír - le esas delicadas y expresivas notas que nadie más que dicho artista sabe hacer producir al difícil ins - trumento que con su constancia y aplicación ha lle - GA gado a dominar.

Si Arcas actúa en Jerez a principio de marzo de 1878 , parece regresar a Almería cargado de impre - siones flamencas. Lo volvemos a encontrar dando un concierto en Almería en el Teatro del Recreo, con un IL. X^. Portada del famoso tratado de baile del célebre Maestro programa lleno de aromas y referencias flamencas: Otero en el que describe detalladamente entre «los bailes regionales (punto de la Habana), peteneras, serranas, españoles» la coreografía de «las soleares de Arcas» e incide en polo, soleá y panaderos, un repertorio muy al esti - el impacto de Arcas entre los tocaores «por lo flamenco» lo de lo que se está escuchando en las voces flamencas de la época en los cafés cantantes, con el éxito del Julián Arcas en Jerez gran Silverio Franconetti, el rey de los cantadores. Ar - cas traerá estas impresiones de viaje y las expresa - A principios de los setenta Arcas reside y trabaja en rá con su guitarra Torres: Almería, apartado de los escenarios. Así lo refleja la prensa almeriense. Si no aparece públicamente en TEATRO DEL RECREO Extraordinario concierto de guitarra Almería, dará conciertos fuera de la ciudad, quizás IL. X_. Café cantante El Burrero de Sevilla, hacia –—Ž . Foto de E. Beauchy [Colección Carlos Teixidor] por apuros económicos, como en Jerez de la Frontera Don Julián Arcas, Caballero de la Real y distinguida en marzo, abril y mayo de 1873 , en pleno corazón del orden de Carlos III y Maestro honorario del Real con - de la zarzuela Marina , por el mismo. SEGUNDA PARTE . viejos del Fausto . 2.° y último Potpourri de aires na - territorio flamenco occidental, en un momento en el servatorio de declamación y música de Madrid, de - GB seando dar una prueba de amistad, y cariño a sus 1.° Vals brillante , de Arcas. 2.° El paño, Punto de la ha - cionales. que este género musical se está codificando profe - buenos amigos de esta capital, ha accedido gustoso bana y Las peteneras de Arcas. TERCERA PARTE .1.º Pie - sionalmente. Volverá a tocar en Jerez cinco años más a sus pretensiones y les complace dando el concier - zas por la orquesta. 2.° Gran sinfonía de la ópera El éxito de Arcas, cargado de novedades después tarde, y la prensa almeriense lo reseñará: to que tendrá lugar el viernes 16 del corriente, en el Norma , por el Sr. Arcas. 3.° Batalla , original del mis - de su periplo por zonas flamencas bajo-andaluzas, cual tomará parte, en su obsequio, la orquesta que mo. CUARTA PARTE . 1.° Varias piezas por la orquesta. es evidente: dirige el entendido profesor. D. Laureano Campra, 2.° Seguidillas serranas, Polo, Soleá y Los Panaderos , bajo el orden del siguiente QUINTA PARTE . 1.º Serenata, Marcha marcial, y coro de Con una numerosa concurrencia se verificó antea - 59 . La Crónica Meridional , ”-III -–•– , p. ‘ citado en T t† : Antonio de Torres PROGRAMA noche el concierto de guitarra anunciado por el Sr. y Julián Arcas ... , op. cit. , p. “Ž . PRIMERA PARTE . 1.° Sinfonía . 2.° Cuarteto y motivos de Arcas. Todas las piezas ejecutadas merecieron mu - 60 . La Crónica Meridional , Ž -VIII -–•– , p. ‘, ibídem, p. “ . la ópera Rigoletto , por el Sr. Arcas. 3.º. Recopilación 61 . La Crónica Meridional , “ -VIII -–•– , p. ‘, ibíd., pp. “ -“‘ . chos aplausos y el eminente artista demostró una vez

70 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 71 NORBERTO TORRES CORTÉS LOS INICIOS DEL OFICIO DE TOCAOR ‘POR LO FLAMENCO’ EN EL CONTEXTO MUSICAL ECLÉCTICO DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

más lo que todos ya sabíamos: que maneja su difícil Bibliografía O ‡y NˆtŠ , José Luis: Las mil y una historias de — «Francisco Rodríguez “El Murciano ”», José Luis instrumento con pasmosa maestría y que sabe B}o† Vtwo , José : Conversaciones flamencas con Pericón de Cádiz , Madrid: Ediciones Demófilo, NoŠo  y Miguel Rƒt  , M. (eds.): Historia del arrancarle, de inimitable manera, las notas más con - Aurelio de Cádiz , Cádiz: Universidad de Cádiz, —•“ . Flamenco, tomo III , Sevilla: Tartessos, movedoras y brillantes. Al terminar la función el pú - —–– . — Pepe el de la Matrona. Recuerdos de un Sevilla, ——” . blico llamó dos veces a la escena al Sr. Arcas, donde fue saludado con entusiastas bravos y ruidosas pal - — «El maestro Patiño», José Luis NoŠo  y Miguel cantaor sevillano , Madrid: Ediciones Demófilo, S‡tyw t†† , Gerhard: «La aparición del cante GC madas. Rƒt  , M. (eds.): Historia del flamenco, vol. II , —•“ . flamenco en el teatro jerezano del siglo ‹y‹ », Sevilla: Tartessos, ——“ . — ¿Se sabe algo? Viaje al conocimiento del arte Dos siglos de flamenco. Actas de la La popularidad de Silverio Franconetti y de su café — Silverio. Rey de los cantaores , Córdoba: flamenco en la prensa sevillana del YWY , Sevilla: conferencia internacional , Jerez de la Frontera: cantante se verá incluso reflejada en la prensa al - Ediciones de la Posada, ——“ . El Carro de la Nieve, ——Ž . Fundación Andaluza de Flamenco, —–— . meriense del momento, aunque sea para criticar esta Co , Manuel: La guitarra. Historia, estudios y ‡t  , Maestro : Tratado de bailes , Sevilla, — . Sˆp t-Po{o t† , Javier: «Martínez Toboso, José», nueva moda que escandaliza la moral burguesa: aportaciones al arte Flamenco , Córdoba: Px t , D.E.: El arte del flamenco , Morón de la Diccionario de la música española e Universidad de Córdoba y Monte de Piedad y Frontera: Sociedad de Estudios Españoles, Fina hispanoamericana , Vol. •, Madrid: SGAE, ŽŽŽ . El viajero que visite a Sevilla, ansioso de recuerdos Caja de Ahorros de Córdoba, —–” . Espatero , —•Ž . T t† , Norberto: De lo popular a lo flamenco: históricos o de monumentos artísticos, no debe Dt} Co~ƒ , Alberto y Cprt t† , Rafael: Historia P o‡ , Domingo: Diccionario biográfico, aspectos musicológicos y culturales de la abandonar tan poética población sin asistir una no - cultural del flamenco: el barbero y la guitarra, bibliográfico, histórico y crítico de guitarras, guitarra flamenca (siglos YXW -YWY ), Tesis che siquiera, a un café inmundo y asqueroso, a re - Córdoba: Almuzara, Ž‘ . guitarristas y guitarreros , Buenos Aires: Romero doctoral, Universidad de Almería, ŽŽ— . pugnante taberna, puédese llamar, que se conoce EcP[` , Tom y EcP[` , Mary Anne: Guitars. Music, Fernández, —‘’ . — Barcelona y la configuración de la guitarra vulgarmente con el nombre de Salón de Silverio y to - History Construction and Players. From the Pˆ{} , Emilio : «La guitare, aperçu historique et clásico-flamenca , Barcelona: Ediciones Cárena, mando su denominación de un célebre cantor del Renaissance to Rock, Londres: Oxford University critique des origines et de l’évolution de Ž’ (en colaboración con Carles Trepat,). país, dueño del establecimiento. —Donosa ocurren - Press, Londres, hpnn . l’instrument», Albert LoŠywor (ed.): Encyclopédie — Antonio de Torres y Julián Arcas: Una nueva cia, me dirán los que esto lean, hacer que un foras - IL. YW. Ramón Montoya (Madrid, –•— -—’— ) constituyó de alguna Ko}vo , Jacqueline: «Albéniz Pascual, Isaac de la musique et dictionnaire du conservatoire , expresión para la guitarra española , Almería: tero contemple lugares que desdoran la capital de manera la figura cumbre entre los tocaores/as y los concertistas Manuel» , Diccionario de la música española e Paris : Delagrave, —” , II parte, vol. III . Instituto de Estudios Almerienses, Ž– . Andalucía: ¿qué va a ver allí? ¿qué agradable encanto clásico-flamencos de finales del ‹y‹ y principios del ‹‹ , a la vez que hispanoamericana , vol. , Madrid: SGAE, ——— . Ro~y t III, José: En torno a la guitarra , Madrid: . Pero he aquí que aún no he dicho que en aquel Café, Demófilo, —•’ (Primera edición, El Porvenir , flamenca» , José Luis NoŠo  y Miguel Rƒt  , T yoo , Fernando de: Arte y artistas flamencos , poblado únicamente de gente del pueblo, y en don - te en la capital hispalense, alimentado por continuos de lo más infeliz y depravado de la sociedad sevillana conciertos de seguidores del estilo y repertorio de Ar - Sevilla, –– ). M. (eds.): Historia del flamenco, tomo II , Sevilla: Madrid: Editoriales Andaluzas Unidas, —–“ (. º se encuentra, es donde solo puede decirse que se oyen cas, con preferencia por el repertorio de carácter an - N‰€t , Faustino: El afinador de noticias, crónicas Tartessos , ——“ . edición, —‘“ ). en toda su pureza las populares canciones andalu - daluz. Década rica en intercambio de préstamos por flamencas en la prensa de siglos pasado , — Paco de Lucena o la redonda encrucijada, zas, y que en ellas hay un gratísimo recuerdo de la coincidir en tiempo, espacio, gusto y moda por lo an - Sevilla: La Droguería Music, Ž– . Lucena: Ayuntamiento de Lucena, ——– . música y de la poesía oriental de los antiguos árabes, GD daluz romántico, tocaores y concertistas se conoce - pobladores de España. rán y escucharán mutuamente, perfilando un estilo y un repertorio que definimos «clásico-flamenco», du - Consolidación del oficio de tocaor rante el que ambos géneros guitarrísticos no estaban y concertistas clásico-flamencos tan separados como lo serán más tarde en el siglo xx , y compartían el mismo perfil de guitarrista-compo - El desarrollo de los cafés de cantes y otros lugares se - sitor, componer e interpretar su propio repertorio, mejantes para escuchar este nuevo género musical fueran falsetas para el acompañante del cante y del que está cada vez más demandando, siguiendo la baile, fueran solos de guitarra inspirados en la moda y el gusto de la época, hará que los tocaores ad - moda por lo flamenco. Mientras la creciente afición quieran definitivamente fama y popularidad, como por el cante propiciará la división de los aficionados los casos de los ya referidos el gaditano Maestro Pa - en seguidores por tal o cual cantaor, con apuestas y tiño o el sevillano Maestro Pérez. Acabamos de ver competencias por medio como muestras de la pasión que Arcas y su guitarra Torres son todo un referen - con la que se vive la moda por lo flamenco.

62 . La Crónica Meridional , – -VIII -–•– , p. ‘, ibíd., p. “‘ . 63 . Revista de Almería , -X-–•— , p. , ibíd. , p. “’ .

72 · · · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · 2020 2020 · REVISTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA GUITARRA , n.º 15 · · · 73