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• •„» HISTORIA DEL FUTBOL URUGUAYO ;v'?w *

Jueves 17 de noviembre de 1969

DIRECTOR Franklin Morales ASESOR DE LA DIRECCION Eduardo Gutiérrez Cortinas AYUDANTE DE LA DIRECCION Rafael Bayce DIAGRAMADO Horacio Anón

EDITOR Julio Bayce Editores Reunidos Cerro Largo 949 Tal. 8.03.18 Montevideo

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LA DIRECCIÓN NO COMPARTI NECESARIAMENTE LA O PIN IO N DE LOS AUTORES.

Mil recuerdo* *in tiempo de hecho*. jugadores. equipo»- competencia*. lian ¡do formando la historia del fútbol uruguayo. Durante veintiocho semana* consecutiva*. 10<) 4 ÑOS DE El ’TKOL lo* irá evocando uno a uno. ofre­ ciendo todo» lo» jueves un exclusivo y fascinante mate­ rial periodístico y fotográfico, estadístico y humano dei fútbol más laureado del mundo. Honroso compronii»<» el que asumimos, de relatar un pasado sin paran gón- que apuntala con su permanente t ¡gracia la* e*peranza- de hoy. < URUGU FRANKLIN MORALES

La política de Rosas en la Gobernación de convirtió indirectamente a Montevideo en el gran puerto del Atlántico Sur. Y las marinerías inglesas —amos marítimos de entonces— que atisbaban el Cerro y la cúpula de la Iglesia Matriz a estribor, agregaron a los deliciosos esparcimientos de tierra firme la disputa de partidos de fútbol. Prim ero con sus compatriotas, después con los nativos, estos enfrentamientos constituyeron una de las tres grandes corrientes de difusión del fútbol en el Uruguay.

En la segunda mitad del siglo merciantes al por mayor, financis­ de exiliados ya en los primeros años pasado no había rincón del planeta tas. En una asimilación popular muy de la década del treinta. donde no llegara la larga sombra difundida, se decía que “los alema­ Extraordinariamente fortalecida británica: fue por entonces que el nes se ocupan de ferreterías, los por ese hecho su presencia en Mon­ fútbol llegó al Uruguay. La aventura franceses de mercerías y sastrerías, tevideo, aquel “milord” que fundó de la revolución industrial había los españoles e italianos de almace­ el Hospital Británico, el Templo In­ puesto en sus manos fantásticas fuer­ nes al por menor, hoteles y restau­ glés, frigoríficos, bancos, estancias zas materiales. Y así como la batalla rantes’’. Sin duda que un absorbente modelo, muelles, compañías de segu­ de Trafalgar le abrió las puertas al prestigio e influencia social indivi­ ro y transporte, también daría vida dominio marítimo del mundo, la de­ dualizaba al inglés. a las primeras actividades deporti­ rrota de Napoleón en Waterloo le Pero la República nuestra, desva­ vas en el moderno sentido de la pa­ franquearía el paso al más vasto im­ lida y semivacía, no tenía riquezas perio conocido. labra. Con su familia en amplias ni constituía un mercado consumidor volantes transitaba por baches, zan­ La inmigración de las islas que lle­ tentador: al jurarse la Constitución gó al débil Uruguay que trabajosa­ jas y pantanos del camino de la mente buscaba un camino después de contaba apenas con 74.000 habitan­ Agraciada para jugar o presenciar la independencia, tuvo una caracte­ tes. La razón de aquella poderosa partidos de cricket del otro lado de rística definida: en cierto modo cada presencia debe rastrearse en el re­ la bahía, en el Pueblo Victoria. Este uno de aquellos inmigrantes recibía gistro de socios de un sitio de reu­ sitio, fundado alrededor de la barra­ el tratamiento que en España se re­ niones sociales, comerciales e indus­ ca y muelle de Samuel Lafone, otro servaba a los señores de la nobleza triales que comenzó a funcionar en inglés, constituyó asi el primer cen­ inglesa: cada uno era, en el fondo, 1830: la “Sala de Residentes Extran­ tro deportivo del país. Hoy corres­ un “milord”. Esto se debía sobre to­ jeros". Con el ascenso de Juan Ma­ pondería a un sector sobre la costa do a las funciones que desempeña­ nuel de Rosas y su corriente nacio­ de la zona entre los arroyos Migue- ban: gerentes de sucursales de le­ nalista a la gobernación de Buenos lete y Pantanoso, Carlos María Ra­ gendarias empresas, ingenieros, co­ Aires. Montevideo recibió un aluvión mírez, Agraciada y Capurro.

3 las Legiones Extranjeras". Se diver­ tía en "La quinta de las albahacas" situada en las inmediaciones de Eji­ do, Cerro Largo y Miguelete, donde se cenaba y bailaban valses, cuadri­ llas y gavotas que desgranaban vio­ lín, arpa y flauta, confiados en la ineficacia de la artillería de Oribe, cargada con tacos de estopa. Pro­ longaba sus tertulias familiares, asistía a las paradas de las Legio­ nes Extranjeras o a los candombes de sus esclavos. La actividad depor­ tiva se reducía a los de origen espa­ ñol: se jugaba en las canchas de pe­ lota de Casanova o de “el vasco Va­ lentín", donde Miguel Cañé, tam­ bién exiliado, era famoso por “su brazo". En el 35 la plaza de toros se había desplazado del recinto amurallado hasta donde está el Pa­ lacio Municipal. Las carreras de sor­ tijas, de "embolsados" y el trepar el "palo jabonado" completaban el panorama de los menudos ocios de una ciudad "donde todos conocían a todos". La paz del 8 de octubre del 51 posibilitó la brusca expansión de aquella sociedad comprimida entre

W íllia m Leslie Poole quizá haya sido el primer "maestro" del fútbol nues­ tro. Bachiller en Cambridge, fue aquí importantísima figura deportiva.

Bajo el largo reinado de la Reina Victoria, Gran Bretaña llegaría al cénit de su poderío. Su septuagésimo aniversario desencadenó en el mundo festejos universales. Las colectividades inglesas del Río de la Plata acordaron reunirse para celebrarlo con un partido de fútbol que se jugaría en la cancha del Montevideo Cricket: tal fue el origen de las legendarias competencias entre los vecinos del Plata.

El periódico de la colectividad “The La importancia de señalar su apari­ Britannia and Montevideo Repórter" ción en nuestro país deriva de que —entre noticias de la actividad por­ su práctica jamás concitó atracción tuaria , el 29 de octubre de 1842, alguna sobre el criollo y, en medio daba cuenta de "la Asamblea Gene­ de ese silencio, sus cultores se redu­ ral de los socios del club de cricket cirían a pequeños núcleos de extran­ que tendrá lugar en "Claypoles", jeros Tanto que con el tiempo parte el lunes de tarde próximo 31 del co­ de esos mismos núcleos derivarían mente a las 8 p m exactamente". hacia la práctica del fútbol. La ra­ El 3 de diciembre aparecía una se­ zón de la afinidad del nativo con el gunda noticia oon el nombre del fútbol hay que buscarla, como ya club: Victoria Cricket Club, el pri­ veremos, en sus características psico­ mero en trascender públicamente lógicas más salientes como organización exclusivamente dedicada a la práctica de un deporte EL MONTEVIDEO CRICKET El cricket es un antiguo juego que en 1743 ya se practicaba en Inglate­ Pero con aquel centro deportivo rra en una forma similar a la actual alrededor de las posesiones de "Sam“ Tiene analogía con el béisbol y el Lafone terminaría poco después la Guerra Grande Montevideo se redu­ fútbol El parecido con éste deriva ciría a espiar al país por encima de de que lo Juegan once de cada lado su encierro. En esos nueve años sobre un campo de hierba y a cua- sufriría de atroz sed. de lo que que­ lenta metros entre si hay dos pe­ da un testimonio en forma de fuente queñas porterías: la pelota, de cue­ en el centro de la Plaza Matriz, de ro, ae impulsa oon un “bate" y se acuerdo a una sugerencia de Gari- 'rata de meter en esas portaría* baldí "para honrar el heroísmo de 4 tica del cricket pero sobre todo sería de la "River Píate Athletic Associa- el primer núcleo que jugaría al fút­ tion” que regiría la actividad atlé­ bol. tica de la cuenca del Río de la Plata. Fundado el 18 de julio de 1861, Esta trama urdida por sobre las despliega aún una vasta actividad ciudades tendría importancia pues deportiva en Carrasco y —a ciento facilitaba las competencias regiona­ ocho de fundado— mantiene, aunque les y abriría dé inmediato el cauce atemperado, un rasgo: sólo admite a las competencias con los argenti­ socios que hablen inglés. Como ve­ nos. En los "Anales Históricos” remos, esta característica de círculo Eduardo Acevedo señala que el pri­ cerrado más otras afinidades for­ mer partido internacional de cricket marían una corriente que habría de debió jugarse en 1864, entre los clu­ enfrentarse a los impulsos nativos bes de ambas orillas. Fue suspendi­ para engendrar la rivalidad depor­ do por la convulsión que desatara tiva básica del país: Nacional y Pe- un año antes Venancio Flores al des­ ñarol. embarcar al norte del río Negro, al El nombre de "Montevideo” no frente de la "Cruzada Libertadora”. era un mero homenaje a la ciudad: A la caída del Paysandú de Leandro era una identificación que respondía Gómez seguiría al año siguiente la a toda una política que gobernaba de Montevideo, dejando mil muertos el deporte inglés en América. Había en ambos bandos. Tales hechos también un "Buenos Aires Cricket abrieron las puertas —con la caída Club”, un "Rosario C. C.”, un "Río del gobierno de Berro— a otro lúgu­ C. C.”, etc. De esta manera, aunque bre redoble de los tambores de gue­ cada institución era independiente rra, esta vez contra el Paraguay de habia una organización deportiva y Solano López, por lo que recién en administrativa común: se procuraba 1868 el "Buenos Aires Cricket Club” un desarrollo armónico, centraliza­ podría viajar a Montevideo y echa­ do. tendiente a crear posteriormente ría a rodar una competencia legen­ federaciones regionales. Tal el caso daria: la de los vecinos del Plata.

Inicialmente el fútbol fue practicado por los residentes ingleses que formaron un tipo especial de inmigrantes: en la imaginación popular cada uno era en cierto sentido un "milord”. En los útimos años del siglo el fútbol recién pasaría a manos de la masa anónima que cambiaba con su presencia el rostro del Montevideo finisecular.

Alejandro Watson Hutton: a él vino girada la primera pelota llegada a Buenos Aires; impulsó la fundación de la “Liga” y creó el célebre "A lum ni” .

paredes de piedra y agua. La "zona de influencia" de sus fuerzas avan­ zaba hasta donde confluyen hoy 18 de Julio y Martín C. Martínez. De allí en adelante se extendía un "campo de nadie” hasta 8 de Octu­ bre y Garibaldi, donde comenzaba el "dominio” de Manuel Oribe. Fue unas cuadras más adelante de este sitio donde diez años después de firmada la paz, una nueva entidad, el Montevideo Cricket Club, levan­ taría el segundo centro deportivo. El lugar aproximadamente donde se halla el Hospital Militar, se conocería por "La Blanqueada”: una hectárea rodeada de cercos, un pequeño palco, un rancho que servía de vestuario y una carpa blanca donde se servia el té durante el "tercer tiempo”, es de­ cir, el paréntesis entre los períodos de juego. Quintas y chacras comple­ taban la escena. El Montevideo Cricket Club ten- ana extraordinaria importancia en el desenvolvimiento del deporte en el país: sería el segundo intento de la colectividad de impulsar la prác-

5 LOS COLEGIOS INGLESES de Londres llegaría “The Montevi­ League” de la que fue primer presi­ deo Waterworks Co.” Cuantiosos em­ dente; a fines de s glo en su cole­ Al acceso de Bernardo Berro a la préstitos que venían desde la ges­ gio se gestaría el célebre “Alum ni”, presidencia en 1860 —citado para tación misma de la independencia, que de 1900 a 1911 —fecha de diso­ ubicar en el tiempo los hechos— el la apertura de sucursales del Banco lución— sólo perdió los torneos de país mantenía básicamente un esta­ de Londres y del Mercantile Bank 1904 y 1911, ganados por “Belgrano tuto económico heredado de la Co­ of the River Píate Limited, la in­ A. C.” lonia. Caballos y carretas, como en troducción de los primeros Aberdeen En Montevideo “The English High la época de los primeros faeneros y School” fue inicialmente dirigido changadores, eran los únicos medios Angus, Hereford, Durham, de los merinos Rambouillet y Negrette, ele­ por Henry Castle Ayre, e integraba de locomoción y circulación de bie­ el cuerpo docente William Poole, nes y personas, además de un defi­ varían al cénit el poderío, el presti­ gio y la influencia de la colectividad quien enseñó inglés hasta 1920. Sin ciente sen-icio de diligencias lentas, duda que el ser titular de la m ateria inseguras, volcadoras e irregulares inglesa en la socedad circundante. Los colegios privados y la fundación básica le confería singular prestigio en sus itinerarios. Las “diligencias entre los alumnos. Muchos de ellos de Montero” llegaban a Minas en de nuevos centros deportivos fueron una de sus consecuencias. figurarian luego en primeros planos ocho días; desde Durazno y Tacua­ como futbolistas o dirigentes. En sus bancos se sentó por ejemplo Enrique Lichtenberger, a cuya iniciativa ha­ bría de crearse la actual Asociación Uruguava de Football. Su profesor de inglés habría de sobresalir entre tanto como excelente jugador de fútbol, cricket y rugby, defendió al Albion, fue socio del Central U ruguay Railwav Cricket Club desde el 94 y, en 1901, presidió la propia Liga Uruguaya de Fotball. En el otro colegio la f:gura rele­ vante fue su director Thomas J. Ashe, también decidido impulsor de la práctica deportiva conforme a los modernos métodos de pedagogía en su país. El mismo año que se funda "The English High School” surgiría el “Montevideo Club”: un año antes se había creado su similar bo­ naerense. El presidente de la asam ­ blea constitutiva fue “Sam” Lafone, en cuyos dominios del ex Pueblo Victoria se halla la umbrosa plaza que le recuerda, sobre la avenida En esta pintura de A. Hall, conservada en el Montevideo Cricket, se Carlos María Ramírez. La mayoría reproduce la primera cancha de fútbol que conoció el país: estaba en las de los cuarenta y ocho fundadores proximidades del Hospital Militar. Al fondo, en medio de las construcciones, integraban Simultáneamente la pla­ están dibujados un tranvía a caballo y una carreta en sentido contrario. La na mayor del Montevideo Cricket. cancha se usó de 1861 a 1889, imcialmente sólo para cricket. La trascendencia de la nueva agru­ pación estuvo dada por el hecho de que incubaría una poderosa corrien­ rembó se prefena acercarse en las Ya durante la Guerra Grande exis­ te deportiva criolla que terminaría diligencias "Mensajerías Orientales” tían colegios ingleses en Montevideo, a f’nes de sido oponiéndose a la ex­ a Salto o Paysandú. para tomar los un poco impuestos por las circuns­ tranjera encabezada por el Montevi­ vapores fluviales de la "Compañía tancias de la presencia accidental de deo Cricket, celosamente intransigen­ Sajteña” hasta que fueron enajena­ grupos forzados a salir de Buenos te. Había desde el origen una filo­ dos por Urquiza en guerra con Ro­ Aires por el “Restaurador”, pero la sofía de conducción distinta a la que sas; a Rocha se llegaba en “La Es­ nueva realidad económica de un Uru­ contribuían sin duda algunos facto­ trella de América” tres veces al mes. guay distinto hizo que tuvieran inde­ res. Mientras el remo y la natación Lina necesidad vital de comunicacio­ pendientemente razones para perma­ eran actividades conocidas y practi­ nes de integración, coincidió con la necer en el país En 1874 se estable­ cadas en el país, el cricket primero gran expansión de la industria de ció “TEe English High School” y en y el fútbol eran deportes exóticos. .fundición inglesa que a partir del 60 1885 “The B ntish School” que h a­ La posibilidad de que el nativo par­ se transformaría en gran exporta­ bían de tener decisiva influencia en ticipara de las actividades náuticas dora de material ferroviario: pri­ el desarrollo del fútbol. se abrió casi de inmediato Por otra mero fue enviado a Estados Unidos, El primero, con el tiempo, sería parte mientras el Montevideo C. C. después a la Argentina, luego llegó organizado a imagen y semejanza centraba su actividad en el “English ata en 1876 Esta gigantesca in­ del “High Serpol” que funcionaba Ground”, como se llamaba ofical- versión se agregaría a otras ya exis­ en Buenos A’res bajo la dirección mente el campo de "La Blanqueada”, tentes. En el 65 el gobierno de Ve­ de Alejandro Watson Hutton. consi­ un sitio alejado aun cuando desde nancio Flores llamó a licitación para derado el padre del fútbol argenti­ el 52 corría un tranvía a caballo hasta proveer de agua potable a Montevi­ no: a su colegio vino girada la pri­ La Unión, la bahía estaba en el cen­ deo: dos empresas propusieron traer­ mera pelota que llegó a aquel país; tro mismo del tradicional casco de la del Santa Luda y dos nada menos en 1893 impulsaría la formación de la ciudad. El puerto aquí y en todas el no Negro y también la “Argentine Association Foootball partes tiene una inevitable tenden­ cia cosmopolita: nada en él puede deo Cricket Club en la época a que permanecer ajeno al ir o venir de hace referencia, afirmó que “en oc­ personas que está en la esencia de tubre de 1878 en el terreno que hoy su trasiego comercial. ocupa el Hospital Militar, se jugaron Esas distintas premisas de conduc­ dos partidos contra un cuadro com­ ción habrían de establecer pronto puesto por marineros ingleses. En una brecha que halló en la particular el primero hubo empate y el segundo forma de relación existente entre lo ganaron los uruguayos. Yo juga­ los clubes ingleses de entonces, la ba entre los uruguayos donde había causa de un estallido inicial. Den­ FOOTRALl ingleses y otros hijos de ingleses. El tro y fuera del deporte el pequeño juego fue excesivamente brusco y mundo de las islas funcionaba ri­ 3^ don Rodolfo Arteaga sufrió la frac­ gurosamente estratificado: se acep­ tura de dos costillas en un “choque”. taba un ordenamiento jerárquico Aceitiüs tr I; Ciole'tncli Internicienil En esa época era muy corriente ver que en el campo deportivo encabe­ > TBADVOCIÓN AP>r. CklAOA O R salir lesionados a los jugadores del zaba el Montevideo Cricket Club. f eld. Todavía el fútbol no estaba j Albion F ootball Club Su sitio en la cúspide de la pirámi­ bien definido, se jugaba casi como de no era una gracia: fue el equipo ♦ MONTEVIDEO el rugby. Los partidos más frecuen­ de los “pioneros", por años invenci­ tes eran con marineros ing’eses. Se ble. De ahí que se interpretara que, puede decir que nadie escapaba al entendiéndolo necesario, podía con­ desafío. Conservo memoria todavía vocar bajo su bandera, a todos los de un partido muy interesante juga­ ciudadanos ingleses estuvieren donde do contra la tripulación del “Re- estuvieren. tribution”. Cronológicamente la versión de EL PRIMER PARTIDO DE FUTBOL Towers es aceptable. En Buenos Ai­ res hay acuerdo general que entre Poco antes de finalizar la década 1860 y 1870 se practicaba “un juego de los años 70 del siglo anterior, vagamente parecido al fútbo1” cuyo referencias orales señalan que se En 1898 ei Albion Football Club germen había dejado la marinería jugó el primer partido de fútbol en tradujo del inglés al español las re­ ing’esa. La fecha del primer partido el país, hecho en el que es indispen­ glas aceptadas por entonces para los en Argentina, algunos como Arthur sable detenerse por su importancia partidos. Siete años antes se había Ho’der en "El l’bro argentino de histórica y porque su conformación creado el tiro penal. cricket” la ubican en 1864, otros, tres plantea varios problemas. La cir­ años más tarde, donde está docu­ cunstancia de que en la hemeroteca las llamaban simplemente "pic-nic”. mentado que dos equipos del Bue­ de la Biblioteca Nacional no se con­ Recién entre 1908-12 nuestros dia­ nos A5 res Cricket Club disputaron serven las publicaciones inglesas de rios se incorporarían a la tendencia un partido. Si tenemos en cuenta la entonces, quita un gran asidero a la que provocara un escándalo en Es­ íntima vinculación entre los dos clu­ investigación. Se editaban cuatro tados Unidos, cuando a fines de si­ bes de cricket no seria pues extraño diarios criollos: “El Siglo", "La glo el director del “New York Jour­ que en 1878 se hub:era jugado en Idea”, “La Democracia” y “La Na­ nal” triplicó el espacio hasta enton­ Montev:deo. en el sitio y con los ción” pero aún no se había produci­ ces concedido al hecho deportivo. protagonistas que Towers indica. do —y tardaría en hacerlo— la aper­ Queda un testimonio oral publica­ En el camoo del Montevideo tura de sus páginas a la informa­ do en la revista "Mundo Uruguayo” Cricket se realizaban por esos años ción deportiva. Hasta alrededor de en el mes de junio de 1924, edición “Los Juegos At’éticos de La Blan­ 1880 cuando se ocupaban de las de homenaje a los Campeones Olím­ queada”, de los que se conserva buen actividades de “los ingleses” (un picos: Pedro C. Towers, ex funciona­ testimonio en el archivo del Monte­ gentilicio que frecuentemente desig­ rio del Banco Real del Canadá y video Rowing Club. En los corres­ nó varias nacionalidades europeas), ex Secretario General del Montevi­ pondientes al año 80 figura una ac-

La fotografía coresponde a la segunda cancha del Montevideo Cricket Club, en las cercanías de Larrañaga y Cardal, utilizada de 1889 a 1945. Se le llamó “La Blanqueada” en recuerdo de una vieja pulpería camino a la Villa de “La Unión”, igual que a la anterior.

7 tividad denominada “patear el ba­ largas distancias venciendo la resis­ Vistos con los ojos del espectador tencia de los rivales. Los mozos de de hoy, aquellos legendarios parti­ lón” (“dropkicking the foot-ball”) lo dos que menciona Towers parece­ que afirmaría la existencia de un una aldea trataban de irrumpir en la vecina vencedores. Eso generaba rían sorprendentes. En primer lu­ juego vagamente parecido al fútbol, gar, se puede admitir que se jugó tal como sucedió en Buenos Aires. formas de combate por la posesión Hay otro hecho que contribuye a del instrumento que sólo en algo en una cancha de medidas similares sostener la tradición oral que ubica eran aceptadas como civilizadas. A a las máximas actuales pues eso el primer partido en el 78. La ma­ través de campos, arroyos y bos­ integró uno de los primeros acuer­ rinería inglesa concurría en masa al ques se desarrollaba la lucha. Aún dos conseguidos en Londres. Pero se centro primero deportivo y a esa ahora en ciertas zonas de Inglaterra ignora en cambio la pelota utiliza­ altura también comercial formado suelen concertarse desafíos de aquel da, aunque es presumible ya haya alrededor de la primitiva cancha. Y tipo. sido una con “cámara” de goma. los registros portuarios dan cuenta Re decir que la primera escara­ Desde que Charles Goodyear descu­ de operaciones de unos cuatrocien­ muza reglamentaria que ganó el brió en 1840, el procedimiento de tos navios de guerra y transporte fútbol tal como lo conocemos fue vulcanización del caucho, fueron por año. Montevideo era “su” puer­ limitar el espacio donde se jugaba. dejándose de lado poco a poco las to en el Atlántico Sur después que En ese sentido cuando se introdujo gigantescas pelotas recubiertas de los buques de Su Majestad dejaban su práctica en centros de enseñanza cuero pero con una vejiga de corde­ las costas africanas: pocos o ningu­ ingleses, se fue a una reducción obli­ ro como “cámara”. Se desconoce no escapaba al desafío deportivo. gatoria > el espacio libre de sus pa­ quién trajo por primera vez al país tios. De allí proviene la denomina­ una pelota, presumiéndose formara ción de “arco” que se da desde en­ parte del bagaje de alguna tripula­ LAS REGLAS DEL JUEGO tonces a los sitios donde hay que ción. En cuanto a su tamaño, peso Queda por último establecer el introducir la pelota: el nombre vie­ y características, en 1872 se uni­ carácter de aquel juego. Tal vez el ne de las arcadas de aquellos viejos ficaron. hecho de golpear con el pie o trans­ patios y hov sólo la costumbre hace En el 75 se acordó el cambio de portar en la mano algún objeto sea que no nos llame la atención el he­ arcos en cada tiempo, por lo que poco menos antiguo que el hombre cho de llamar “arco” a una forma puede presumirse que ya se haya mismo. Distintas civilizaciones ape­ rectangular. aplicado en aquel partido jugado lan a dibujos e inscripciones para El auge del juego llevó a que en tres años más tarde. quedarse con el honor de haber “in­ octubre de 1863. doce delegados de Quizá la mayor diferencia estu­ ventado” el fútbol: en rigor podría otros tantos colegios británicos se viera en el arbitraje: en 1878 recién hablarse en el mundo de varias reunieran en “La Taberna del se acordó que quien dirigiera el par­ “invencones” más o menos simul­ Francmasón”, en el centro de Lon­ tido lo hiciera con un silbato para táneas. Pero el fútbol moderno tie­ dres, poniéndose de acuerdo en la detener el juego. Anteriormente re­ ne sin duda su cuna en Inglaterra. aplicación de algunas reglas: el pri­ curría a gestos con brazos y manos En sus orígenes parece haber con­ mer paso hacia la unificación de la y oportunos gritos. Hubo incluso al­ sistido en transportar un objeto a forma de jugar estaba dado. gún juez que cansado de gritar y

PRIMERA CRONICA DE UN PARTIDO DE FUTBOL Tres año» después del parti­ corredor, se hallaba en todas mucho y con ardor. El piso do inicial, el Montevideo Ro- [/artes y ninguno de los con­ estaba muy húmedo y poco u'ing Club se dirigía mediante trarios se le escapaba. Mister apto para el caso. Aunque el nota firmada por su secretario Morton jugó muy bien y una tiempo era feo y la atmósfera al Montevideo Cricket, invi­ vez, rengueando, por un fuerte se hallaba cubierta de negrus- tándolo a disputar un partido golpe que se había dado, se cas nubes, cayendo dos o tres de fútbol entre equipos de lo» apoderó de la bola a pesar de aguaceros, la concurrencia fue do» clubes. 7 amblen ¡sor nota no poder correr. Los jóvenes bastante numerosa. Un gran tres dias despuét se aceptaba llarley (capitán del club de número de distinguidas seño­ la invitación y se fijaba la can­ regatas), Mackinon, Mac Coll, ritas llenaron el palco realzan­ cha de “/xi Blanqueada”. Fue Walker, Hughes, Mar Eachen do con su belleza el interés de esta lucha. Eran jueces del el 6 de junio de 1881. Un día v Hixon /secretario de nuestra j/artido el H. Ministro de su lluvioso, frío, que sin embargo sociedad) y otros cuyo» nom­ Majestad Británica, Mr. Mor- no im pidió "una concurrencia bres sentimo» infortunadamen­ sote, y el sim//ático caballero bastante numerosa”. El "Eco te no recordar, rixalizaron en A. Boutell. El capitán del M. del Kou'ing”, primer periódico ug tildad y destreza, demos­ Cricket tuvo que retirarse a deportivo del país, lo comentó trando el empeño ¡rara obtener causa de un fuerte golpe que asi. el triunfo. Hasta los jóvenes Uexó. Entre luí jugadores del "7 odo» nuestros consor ios se V ilson y Fivas, que [/or pri­ Cricket que más trabajaron, p o rta ro n . I odos trabajaron con mera vez tomaban [/arte de citaremos a los señores Pedro empeño ¡tara obtener el triun­ este juego, merecieron algunos I ower» y .\eel, que hicieron fo. El capitán Misbetl. buen aplausos //orque trabajaron muy buenas jugadas'*. gesticular sin ser advertido apareció un buen día con una toalla roja que agitaba desesperado ante alguna PRIMER GOL URUGUAYO irregularidad. Towers no menciona los goles: es que en verdad constituiría un serio problema saber cuándo se anotaban en cada lado. Hasta 1875 los arcos carecían de travesano y se conside­ raba gol el tiro que pasara más o menos dentro de los palos vertica­ les, cualquiera fuera su altura. Des­ pués se estableció una cinta: el pri­ mer partido internacional Inglate­ rra - Escocia se jugó con arcos en esas condiciones. Recién en el año 82 el uso del travesaño sería obliga­ torio, exigiéndose además que fuera de madera, por cuanto el uso de la cinta sólo suplantaba una intermina­ ble discusión por otra: ¿qué debía cobrarse cuando la pelota arrasaba con ella ? También las redes fueron una in­ novación aconsejada por la experien­ cia. En 1890 se extendieron detrás de los arcos para saber realmente qué pelota había traspuesto la lí­ nea dentro de las maderas. Con todo, la distribución de jus­ ticia que hacía aquel juez gesticula­ Henry Stanley Bowles dor y obligatoriamente de buena garganta tenía un pequeño alivio: El primer gol uruguayo lo precarias casillas que oficia­ aunque no se habían creado los “lí­ neas” cuando la pelota salía de la hizo un inglés: Henry Stan. ban de vestuario. cancha la reponía el primero que ley Bowles. Bowles nació en Esta historia novelesca nos llegaba hasta ella. Las pujas por su Brighton, Inglaterra, en 1871. la contó —álbum familiar me­ posesión, a veces lejos de la raya, A llí jugó de jovencito en el diante— su hijo del mismo solían ser épicas y constituían un partido dentro del partido. Incluso Presión North End. En 1890 nombre, que también honró al los equipos bien organizados dispo­ vino a Montevideo. El l9 de deporte uruguayo: fue cam­ nían en cada lado de la cancha de junio de ese año hizo el primer peón sudamericano de 100 un jugador expresamente designa­ gol internacional del fútbol metros llanos en 1919, cam­ do —por su velocidad y fortaleza— para lanzarse en carrera apenas sa­ uruguayo. El 15 de agosto de peón nacional de 200 en 1920, lía una pelota. Quien la conseguía 1899, a los 28 años, murió en autor del gol del empate del la ponía en tierra y desde allí con la cancha de Punta Carretas cuadro uruguayo de rugby al el pie, reiniciaba el partido. Las cuando un ciclón derribó las equipo argentino en 1923. imperfecciones en los envíos que es­ te procedinvento originaba —pién­ sese que la forma corriente de im­ pulsarla era de un “puntazo”— movió a que en 1882 se decidiera esa época era muy corriente ver sa­ la Liga Inglesa. En el 90, las esca­ reiniciar el juego lanzando la pelota lir lesionados a los jugadores del lofriantes cifras del parte de guerra con las manos. También se acordó field” y habla de fractura de costi­ eran éstas: piernas quebradas 38; que correspondía hacerlo al equipo llas, ciertamente no exagera: con brazos rotos 8; clavículas fractura­ contrario a aquél que la había des­ tal de impedir un gol los defensas das 19; lesiones diversas 106; JU­ viado, tal como se hace ahora. apelaban a cualquier procedimien­ GADORES MUERTOS 26. En esos También aquel original juez esta­ to. Hasta 1891 que se creó el penal tres años los muertos en combate ba liberado de la responsabilidad y su área de vigencia, todo foul se en las cercanías de las áreas llega­ de conceder un penal: simplemente castigaba con un tiro común cual­ ban a 71. Aplicado el penal el efecto la infracción no existía. La creación quiera fuera la distancia del arco: fue inmediato: desde entonces el jue­ del "área penal” y la sanción con equivalía a una carta blanca otor­ go se hizo más limpio, más franco, un tiro libre desde once pasos para gada al desenfreno defensivo. En menos peligroso. Es decir, comenzó castigar determinadas infracciones, nuestro país no hay referencias di­ a asegurar el triunfo de los más fue el hecho más trascendente de rectas a esto que tornaba al fútbol hábiles e inteligentes. cuantos ocurrieron en sucesivas eta­ un juego mortal. Pero un año antes pas reglamentarias por las que el de sancionarse el penal —y como LOS TRES NUCLEOS PROPULSORES fútbol pasó hasta llegar a hoy. argumento decisivo— una publica­ Esta especie de “fusilamiento” pú­ ción inglesa (la "Gaceta de West- Asombra la rapidez con que el blico al solitario arquero seria la minster") asombró al público con la fútbol se extendió entre nosotros. consecuencia de las tragedias que se reseña de las consecuencias bruta­ Obsérvese que ya se practicaba sólo desataban en las cercanías de los les del juego. Los datos abarcaban quince años después de la silencio­ arcos. Cuando Towers dice que “en tres temporadas en la canchas de sa reunión en la “Taberna del

9 El doctor Pablo de Mana tuvo a su cargo la ceremonia inaugural de la segunda cancha del Albion, en el Paso Molino, ocho meses antes de terminar el siglo. Ya el fútbol se abría vigorosamente camino aunque faltarían aún años para que definiera un estilo propio.

Francmasón”. Es que aquella masi­ penitenciaria se construyó el “Hipó­ pó Birmania, implantó el dominio va presencia inglesa tenia un tono dromo del Este”, que estiró su acti­ franco-inglés en Egipto, conquistó abrumador. Todas las novedades de vidad hasta el 90. Desde aquellos Sudán, formó Rhodesia, guerreó ultramar resonaban casi de inme­ años, como respondiendo a un lla­ contra los boers y dominó Orange y diato en un Montevideo de poco m ado que ordena volver a los orí­ Transval, adquirió Zanzíbar y Nige­ más de cien mil habitantes. La si­ genes. generaciones tras generacio­ ria y se quedó con Chipre. Llenos tuación de nuestra capital era el fru­ nes se vuelcan por los terrenos va­ de júbilo, en la tarde del 15 de to de situaciones particulares aun a cíos que aún quedan entre la ram­ agosto, observados por la adusta so­ nivel de todo el continente, gestadas bla y el río, detrás del pique un poco berana desde un gigantesco cuadro por la presencia de Rosas y la Gue­ mágico de la pelota de fútbol. llevado expresamente desde la em­ rra Grande sobre todo. Asi por ejem­ En el 89 el Montevideo Cricket se bajada a la cancha, y colocado en plo. fue acá donde se experimentó por consolida inaugurando sede y nuevo el palquito de madera rodeado de primera vez en Sud América la apli­ campo de juego a la altura de Car­ banderas, los seleccionados de Mon­ cación de éter por vía respiratoria dal y Larrañaga actuales, cuando es tevideo y Buenos Aires inician lo para obtener una insensibilidad pa­ desalojado del terreno que ocupaba que los años convertirían en gigan­ sajera En noviembre del 46 un por las expropiaciones para cons­ tesca bola de nieve: los partidos dentista de Boston intervino un pa­ truir el Hospital Militar. Se integró entre selecciones del río de la Plata. ciente en esas condiciones y en ma­ un capital de diez mil pesos en ac­ Para enfrentar a un fútbol más yo ya Montevideo se regocijaba con ciones para las nuevas instalaciones evolucionado los dos clubes de Mon­ la primera exitosa aplicación. Tam­ y aquel Montevideo de poco m ás de tevideo bajaron sus armas y unie­ bién el daguerrotipo, el anuncio de 200.000 habitantes que sacudía F ra n ­ ron sus fuerzas, tanto que hasta se cuyo descubr miento hiciera la Aca­ cisco Pina con sus ventas de solares hicieron partidos de práctica en "La demia de Ciencias de París en 1839. a plazo, conocía asi la prim era Blanqueada", ensayándose las últi­ fue ensayado en Montevideo al año deuda interna destinada a la cons­ mas modificaciones a las reglas del siguiente: ante una concurrencia trucción. juego. No faltó nada: hasta una que incluía al vicepresidente de la En 1889 para celebrar el sep­ polémica pública sobre la forma de República se enfocó la cúpula de tuagésimo aniversario de la Reina reponer la pelota en el "throw-in". la Iglesia Matriz Victoria I— las colectividades ingle­ Tres núcleos, entonces, sostenían sas de todo el mundo organizaron LA CORRIENTE NACIONALISTA emoec nadamente aquella actividad festejos que por estas tierras com ­ Izm colegios ingleses el Montes-ideo prendieron espectáculos deportivos: Si el estilo de vida del Montevideo Cricket y el Montevideo Rowing El tal fue el origen del primer partido Rowing ya incubaba una rebellón Bntish School llevaba sus alumnos intemaconal de fútbol dispptado en frente al "absolutismo” inglés, fue a "I-a Blanqueada**, mientras el En- Montevideo también alli donde apareció inicial­ glish High, con A y re y Poole a la I-a "era victoríana" como se dio mente una corriente de tipo ‘ nacio­ cabeza de la fila se desbandaban en llamar al largo reinado de la nalista" llamada a tener honda re- por ios baldíos de Punta Carretas soberana sf-senta y cinco años en percusión en todo el desenvolvimien­ En el 76 se había inaugurado el fa­ el trono coincidió con el asombro­ to deportivo. ro y hacía ya se‘s años que llegaba so desarrollo del ¡xjderío británico 1-a razón del entredicho que moti­ el tranvía s caballo hasta una ter- y su figura pasaría a simbolizarlo vó la separación de un núcleo Im­ de gruesas paredes de piedra Había motivos En esos años. In ­ portante de asociados del M Rowing :imo a la entrada aJ campo de glaterra afianzó su dominio en C a­ y la fundación del Club Nacional de sobre Bulevar Artigas “En nadá colonizó Australia, anexó N ue­ Regatas en mayo del 88, parece a 1MR0 en los terrenos de ¡a actual va Zelandia conquistó la India ocu­ esta altura haber sido sólo un pre- INTERNACIONALES RIOPLATENSES EN EL SIGLO XIX

s¡ bien integrados por jóvenes en su mayoría británicos, los partidos de fútbol entre representantes de las orillas rioplatenses tienen que merecer un recuadro evocativo. He aquí el historial de los primeros encuentros.

AÑO LUGAR RES U 1L T A D O

1889 La Blanqueada (Montevideo) Buenos Aires Team 3 M ontevideo Team 0 1890 Hurlingham (Buenos Aires) Buenos Aires Team 2 M ontevideo Team 1 1891 La Blanqueada (Montevideo) Buenos Aires Team 4 M ontevideo Team 1 1892 Palermo (Buenos Aires) Buenos Aires Team 4 M onte vide o Team 1 1893 La Blanqueada (Montevideo) Buenos Aires Team 2 M ontevideo Team 1 1894 Flores (Buenos Aires) Buenos Aires Team 3 M onte vide o Team 1

El primer equipo montevideano, en 1889, estaba integrado de la siguiente manera: EL CLASICO DEL SIGLO PASADO A.Donovan ( Montevideo Rowing ) ; H. Alexander (Montevideo Cricket) El Albion y el Central Uruguay Railway Cricket Club y C. Jefferies (M. C.); W. Marsh- centraron la primera rivalidad de entrecasa, en un deporte bank (M. C.), A. Servell (M. R.) que hizo eclosión popular en el siglo pasado. He aquí los y Alfredo Davie (M. C.); O. Sco- resultados de los 25 partidos "clásicos" de entonces. ones (M. C.), J. Faram (M. C), Wi'liam L. Poole (M. R.), W. Harris FECHA LUGAR RESULTADO (M. R.) y E. Penford (M. C.). 1892 (1 8 -V II) P. Carretas ALBION 3 CURCC 2 • • El equipo montevideano de 1 894 ( 1 4 -V III) Peñarol CURCC 5 ALBION 0 se había renovado bastante y es­ 1893 (2 5 -V ) Peñarol ALBION 3 CURCC 2 taba así formado: «• (1 8 -V I) P. Carretas ALBION 5 CURCC 0 W. H. Williams (Montevideo • • (3 0 -V II) Peñarol ALBION 4 CURCC 3 Cricket); M. Adam (Albion) y J. I» (2 5 -V III) P. Carretas ALBION 3 CURCC 2 D. Hogg (Montevideo Cricket); 1894 (5 -V , Peñarol ALBION 6 CURCC 0 Julio Negrón (C. U. R. C. C.), H. P. (2 9 -V I) B lanqueada ALBIO N 5 CURCC 1 Wright (C. U. R. C. C.) y Jorge Bar- • • (5 -V III) Peñarol ALBION 4 CURCC 2 ker (Albion); J. Stewart (Albion), 1895 (2 5 -V ) Peñarol ALBION 4 CURCC 0 William L. Poole (Montevideo Ro­ 1896 (1 4 -V I) P. Carretas ALBION 4 CURCC 2 wing), A. D. Dunbar (C. U. R. C. •• ( 19-V II) Peñarol CURCC 1 ALBION 1 C.), Alberto Lichtenberger (Albion) • • (2 5 -V III, Peñarol ALBION 4 CURCC 1 y O. Scoones (C. U. R. C. C.,. 1897 (2 3 -V ) Peñarol ALBION 4 CURCC 2 A partir de 1 895, los bonaeren­ • • (Ó -VI) P. Carretas ALBION 1 CURCC 1 ses notificaron que no lograban (2 7 -V I, Peñarol ALBION 3 CURCC 2 formar equipo para devolver la vi­ • • (1 -V IH ) P. Carretas ALBION 2 CURCC 2 sita. A la sazón llevaban ó partidos • • ( 15-VIII) Peñarol CURCC 2 ALBION 1 jugados y todos ganados. • • (2 5 -V III) P. Carretas ALBION 3 CURCC 0 0 ¿Hasta qué punto pueden con­ 1898 (8 -V ) P. Carretas ALBION 3 CURCC siderarse estos partidos como ju­ • • ( 5 - V I, Peñarol CURCC 1 ALBION 1 • • o gados entre “ uruguayos" y argen­ (1 2 -V II) P. Carretas ALBION 2 CURCC o tinos"? ¿No son en realidad so­ 1899 (7 -V , P. M o lin o ALBION 2 CURCC ALBION 2 lamente partidos entre “ ingleses" • s (2 8 -V , Peñarol CURCC 3 ALBION 0 residentes en ambas orillas? • • ( 1 6 -V II, Peñarol CURCC 2 Es difícil adoptar un criterio in­ flexible. Estos son los hechos. Es­ Partidos jugados: 25; ganados por Albion: 17; empatados: 4; tos partidos se jugaron. Su inser­ ganados por CURCC: 4. Goles albionistas: 70; goles ción en la historio del fútbol rio- aurinegros: 36. plotense es pertinente, aunque pue­ do discutirse su índole. Seleccionado uruguayo que el 10 de agosto de 1969 venció a Chile por 2 a 0 en el Estadio Centenario y obtuvo, invicto, el derecho a que Uruguay esté presente en el Campeonato Mundial de México. De pie, de izquierda a derecha: Ornar Caetano, Ladislao Mazurkiewiez, Roberto Matosas, Luis Ubiña, Atilio Ancheta, Julio Montero Castillo; hincados: Luis Cubilla, Pedro Rocha (capitán), Sergio Silva» Julio César Cortés, Rubén B a re ño foto: TESTONI FUTBOLISTAS DEL SIGLO VIEJO <■

1891 MONTEVIDEO CR IC KET U R U G U A Y ATHL é TIC: P. D’Angeolillo, C. Sacchi, A. CLUB: Adams, Crocker, Ga­ Bayce; R. Acosta y Lara y C. D'Angeolillo y T. Quiñones. món, Hunt, Poole, Hogge, Clulow; Rodríguez. F. Real de 1900 T IT A N : A. Scarnichia; A. Bowles, Macadam, Faram, Azúa y Somoza; P. Ferrés, C. Guerequicz y A. O tero; J. Le- Vignoles, Lichtenberger, Ha- Swinden, D. Ramsay, Ayarbe de, A. Céspedes y F. Rey; B. y Román. milton, Lawrie, Maclas. Lam- Céspedes, S. Etcheverry, a . brechts. Nugent, Morse. Mar- 1899 S A T U R N O : Pitto, Márquez y Catrufo, C. Céspedes y M. tircné, Prat. Swinden, Peeper, Brisco: Mateo, Lagomarsino y Aphesteguy. Negrón. Latorre: Goldie, Rivero, Bo- R IN C O N : J. Deandreis; Ro­ MONTEVIDEO ROWING: cage, Tobías y Soisa. mero y Laurenti; F. Nebel, G. Adam s. Vignoles. Barret. URUGUAY ATHLETIC (de la Pigni y R. Musso; A. Roveg- Marsh bank. Davie, Faram, Unión): A. Cordero; A. Corra- no, A. C. Lúgaro, J. Frechou, Lawrie, Poole. Sardeson, Ellis. di y F. Rosatti; M. Ferreira, V. Cabrera y J. V illa r. Vanrell, Oldnell, Harley, Leng. C. Daglio y B. Daglio; D. Prat MANCHESTER: C. Bravo; C. Towers. C. Vallarino, E. Caprario, N. Real de Azúa y J. F e rrio l; C. ENGLISH SCHOOL: Macias. Nin y E. Sáez. Fazzio, U. Trimble y L. Del- Martirené, Ashe, Martínez, VICTORIA: Corbacho; Craig francisco; V. Regules, L. Car- Marfetan, H ill, Peile, Shaw. y Davie; Robinson, Moor y valho, G. Rincón, F. Horde- Sardeson, Kelly, Hamilton, Cooper; Blacker, Drever, Tay- ñana y V. Cabrera. Negrón, Sanders, Harley, Ash- lor, Elsgell y Ellery. R IV A D A V IA : J. Pedemonte; field. LIBERTAD: A. del Campo; L. Falco y Lista; Gómez, Bettio FOOT-BALL ASSOCIATION: Barragán y R. Arrarte; S. Ra­ y Mesa; Taladriz, Del Pérez, J. Adams, E. C. Lichtenber­ mírez, L. Costa y C. Rebollo; Gonza, Gamba y Podestá. ger, T. J. Smith, C. A. Prat, S. Puppo, G. Arímalo, Y. Re­ E A S T E R N : J. M árquez; Bal- A. Lichtenberger, W. L. Pee- bollo, L. Arrarte y M. Gastelli. tar y Uslenghi; N. De Armas, per, A. Clark, E. Decumex, DEFENSA: J. Roux; M. Ne- Solari y B. De Arm as; Pache­ E. A. Shaw, M. Sardeson, J. bel y R. Oneto; A. Storace, co, Fidel, Yeo, Del Campo y D. Woosey, G. J. Mac Lean, F. Ferreira y N. Arredondo; Peluffo. G. P. Swinden, H. A. Wood- A. Seré, E. Sáez, A. Zubilla- N A C IO N A L : J. Ballesteros; cock. ga, E. Evia y E. Thode. C. Carve y D. Prat; C. Da­ 1892 CURCC: A. Camino, A. W. H E R C U L E S : J. Mesa: P. M e­ glio, G. A rím alo y A. Corde­ Davenport, T. B. Dav es. T. sa Sáez y J. J. Rodríguez; O. ro; J. Gianetto, R. Vallarino, Domínguez, F. Dersuaies. J. Vigeretti, E. Rodríguez y A. Otatti, B. Daglio y E. Ca­ Doull, E. J. Hunt G. Hopkins, Mangarelli; F. Mesa Sáez, R. prario. W. Kauffman, W. F. Lucy, P. Deshman, J. Negrón, R. Nugent, J. Me Gregor, T. Me Ghan, J. D. Woosey, L. Siage, H. Sagehorn. M. Moer, PRIMER TITULO URUGUAYO DE LA LIGA: ALBlON W. Jones. R. Doull, W . Marsh- El 5 de agosto de 1900, se cumplió en el Parque C entral el bank, F. H. Brooker, H. F. partido eliminatoria entre Albion y Central Roilway, a fin de Bonner, P. D. Chater. determinar el semifinalista oriental de la Copa de Oro A rg e n tin a A L B lO N (ex Foot-Ball Aseo a a tio n ): A. F. Lambrechts. o Copa Competencia (AAFL Cup Tie Competition). La Comisión G J. Mac Lean, T. J. Smith, delegada de lo Ligo Argentina organizó el pertido y estaba in te ­ C. H. Prat A. Davie, A. Clark, grad a por: A. D. Dunbar (Montevideo C.C.), P. D. Chater (CURCC) E. A. Shaw, E. Decurnex, M. y E. C. Lichtenberger (Albion). Sardeson, V. Flores Solsona, A. Lichtenberger, J. O. M or­ Como el Montevideo Cricket Club no estaba afiiiodo a la UAFL se, J. Stewart, E. C. Lichten­ (Liga Uruguaya), el pertido entre Albion y CURCC alcanzó para berger, W. Thomas, H. A. titular al semifinalista, como primer campeón oriental de la C opa Woodoock, C. Sturzenegger Competencia. IB M A L B lO N : A Davie; C. Poole ALBION 1 CURCC 0 y Decurnex. Nosworthy, Swin­ den y Bordom; Stewart, Ram­ ALBIO N: E Sardeson; C. B. Poole y E. Cordertal; J. Stewart, F. say, W. L. Poole, A. Lichten­ Cutler y J. López; A Lichtenberger, J. Sardeson, W . L. Poole, berger y Scartsbrick C. Romsoy y A, F. Loó ge CURCC: G Dav tes; Craven y Negrón Doull, Mazzuoco y CURCC: F. Fobre, R de los R»os y J. Buchonon; C. W o rd , L. Me Gregor. Woosey, Jones. Max zueco y G D ones, J Peno, E. Acevedo, T. Lewis, A. Camocho Bochanan, Arteaga y Acevedo. y F. Jockson IB M DEUTBCHER T Hoppe; C Referí: P, D Chofer; Imeos: A Jones y G. N. Calder. Asistieron Leopoid y C. Schubert; F. 4 mil personas Imheff, C. Tnnkle y D Ara- das C Im h o ft, A Carve, A Gol: Willtom Leshe Poole, de cobezo, por pose de Romsoy o los ven B u lo *, A, Strauoh y W 11B minutos Hubo em pote o cero y otorgue de medio hora. Strauoh texto. Desde el 80 se corría en la los mejores jugadores ingleses del pués “The Central Uruguay Railway bahía una carrera clásica entre el medio, entre ellos a Poole, venciendo Ltd.” adquirió el activo y pasivo del “fouc” oriental y el inelés, que fue por 6 a 0. Pero lejos de cohibirse “Ferrocarril Central del Uruguay”: ganada invariablemente por éstos. aquellos jóvenes decidieron inyectar los ingleses llegarían entonces para Pero ese año 88 la tripulación criolla nuevas fuerzas a sus filas comenzan­ instalar lo que sería la segunda red, consiguió vencer y ciertos ánimos do por trocarle la denominación. Se en relación con el territorio, de toda creyeron que tocaba a su fin todo un manejó un argumento incontroverti­ América del Sur. En concordancia proceso y advenían nuevas épocas. ble: llevaba el nombre del mismo con ese desarrollo, en el 90 el direc­ La fundación del Nacional de Re­ deporte que practicaba. Se adoptó torio londinense dispuso la construc­ gatas —un nombre para nada ca­ entonces el de Albion F. C., en ho­ ción de talleres y depósitos en veinte sual— abrirá todo un proceso en menaje a la cuna del fútbol, y sus hectáreas adquiridas en Villa Peña- cadena de “rebeliones” semejantes. colores fueron azul y blanco en ho­ rol. El nombre a este sitio le viene En fútbol corresponde a Enrique nor a la bandera nacional y acorde del siglo XVIII cuando un inmigrante Lichtenberger el honor de haber con el fin confesadamente reivindi- —Juan Bautista Crosa— nativo de creado el primer club uruguayo de­ cativo que tenía en su raíz. El res­ Pinarolo, pequeña ciudad italiana en dicado a su práctica. En mayo del cate podía cobijarse mejor detrás la falda de los Alpes, se afincó en 91 hizo circular invitaciones manus­ de esos colores. el lugar al que legaría la denomina­ critas entre los alumnos del English ción de su sitio de origen. Tal es el High School: tal fue el origen del EL CENTRAL URUGUAY RAILWAY resultado de la investigación que sobre el origen del nombre llevó a m em orable “Eoot ball Association”, CRICKET CLUB cuyos estatutos remarcaban una cabo el doctor Alberto Mantrana reacción extrema contra el predo­ La historia de la instalación de Garín, hoy aceptada como exacta. . minio extranjero sostenido hasta en­ ferrocarriles en el país tiene una lar­ Al año siguiente, el 28 de setiem­ tonces: no se aceptaban, cualquiera ga data: en 1852 ya se pensaba en bre, un grupo de altos funcionarios fuera su origen. unir Colonia (e indirectamente Bue­ de la empresa se reunieron “con el El 2 de agosto concurrió a “La nos Aires) con Montevideo. Estable­ fin de constituir un club de depor­ Blanqueada" y perdió con el Monte­ cidas las primeras líneas hasta Las tes en la localidad”, según dice tex­ video Cricket por 3 a 1. El 25 de Piedras, más tarde hasta Progreso tualmente el acta de fundación, re­ agosto fue vapuleado por el mismo y luego hasta las márgenes del San­ dactada en inglés; así comenzó una rival que llamó bajo su bandera a ta Lucía en 1872, cuatro años des­ asombrosa historia cuya corona de

En “La Blanqueada” una tarde de 1895, fue tomada esta fotografía impregnada del ambiente bucólico de las canchas de entonces. Desde la izquierda, el segundo de los parados es Bowles; el octavo, Poole.

15 Uno de los índices del gran desarrollo inglés lo constituía el ferrocarril. Instalados sus talleres en Villa Peñarol, sus jerarcas británicos fundarían el Central Uruguay Railway Cricket Club, indisoluble por tanto de la imagen ferrocarrilera. Incluso sus colores amarillo y negro provienen de una famosa carrera entre cinco locomotoras realizada en Londres en 1829. La de Stephenson y la sueca de John Ericsson concitaban la mayor expectativa. Se corno sobre una milla y la "Rockct” (cohete) conducida por Stephenson y su hijo, de “smoking”, llegó pri­ mero. Estaba pintada a listas amarillas y negras.

laurel inició su trama el mismo día venció por 2 a 0. No sorprende ¿Cuál es la razón por la que fuera en que los colores amarillo y negro que haya sido asi puesto que este el fútbol y no el cricket quien con­ irrumpieron en una cancha colegio alineaba en la zona de in­ siguiera extenderse, como fuego en Desde el punto de vista del afian­ fluencia del Montevideo Cricket. una llanura seca, en nuestro medio? zamiento del fútbol, la fundación del Enfrente, el Albion reaccionaba El fútbol ofrecía al criollo el esce­ Central Uruguay Railway Cricket ' eliminando de sus registros a John nario ideal donde exhibir la fiera Club tendría incalculables proyeccio­ D Woosey y H. C. Sagehorn por entereza que heredara del gaucho, nes: detrás de sus camisetas se aglu­ asociarse a Peñarol" (siel, mientras ya próximo a desaparecer ahuyen­ tinaría el primer gran contingente fortaJecia sus lazos con el English tado por la maquinaria gubernamen­ de partidarios nativos del equipo “de High School y el Montevideo Rowing. tal basada en el cambio de la reali­ Peñarol". Surgís además consolida­ dad económica. Pero no se iría sin do, lejos de las debilidades iniciales fecundar al ser nacional con lo que de otras organizaciones con el pode­ 4 POR QUf iL FUTBOL? los distinguidos antropólogos Alberto roso respaldo de la empresa que con­ El año 1892 puede tomarse como Zum Eelde y Daniel Vidart concuer- sideraba al club un asunto propio un gozne que divide dos etapas: la dan fue su primera condición: el co­ Seis meses después de fundado dedicada al cricket y la dedicada al raje. Ese secreto fermento gaucho incorporaría el fútbol y es necesario fútbol esa temporada se disputaban hallaría en la gran taba de la can­ seguir atentamente sus primeros pa­ dieciocho partidos entre Albion, Mon­ cha el sitio ideal para pasear sin sos en este terreno porque el CURCC tevideo Cricket CURCC y Montevi­ ataduras el valor y la destreza, me­ entraña de lleno a participar en la deo Rowing La superioridad del M dir su gallardía, exhibir el gesto silenciosa pugna que se libraba en­ Cricket era aplastante, amontonando audaz, la temeridad y la nobleza. tre nativos y extranjero# por la pri­ goles sin contemplación: 8 a 0 al A fines de siglo, en el mismo mo­ maría deportiva CURCC y 10 a 0 al Albion Se juega mento histórico en que muere el tipo Su primer partido de fútbol, aun­ también • ese año el partido entre gaucho, el fútbol recogerla su fresca que amistoso, se concierta con los equipos seleccionados de Montevideo herencia porque constituye su más alumnos del Bntish Senooi • quien > Buenos Aires, perfecta forma de exteriorlzaríón Antes y ahora —pero sobre todo en aquellas épocas, recuérdense las ci­ fras de la Gaceta de Westminster”__ el fútbol constituye una pequeña guerra, una batalla caliente, dura Las “masacres” frente a los arcos estaban en la cartilla del juego. Por entonces ya el juego había escapado de la élite que inicialmente lo prac­ ticaba: Montevideo se transformaba y el aluvión inmigrante externo y campesino lo tomaba en su seno para llevarlo donde lo llevó.

ÉL CLUB NACIONAL DE FOOTBALL Las recordadas visitas de las tri­ pulaciones de los barcos ingleses tales como el “Retribution”, “Basi- lik”, “Beaglé”, “Sirius”, “Acorn”, “Flora", etcétera, contribuyeron de­ cididamente a la difusión del fútbol como espectáculo: los locales levan­ taron frente a ellos la bandera del Albion y también del CURCC. En el 95, acuciado por la necesidad de ganar al CURCC y al Montevideo Cricket (aunque ya éste dejaría la práctica del fútbol para hacerlo des­ pués sólo esporádicamente), Albion Punta Carretas en los días en que Uruguay Athletic ofrecería al Club modificó sus estatutos para permitir Nacional su cancha para fortalecer toda una corriente. el ingreso de extranjeros: a ello se debió el ingreso de William Poole que dotó al equipo de gran prestigio, y a lo que siguieron una serie de victorias. La decisión de la asamblea si bien abría las puertas a un for­ talecimiento anhelado por todos, también llevaba consigo el derrum­ be de una parte grande de la filo­ sofía de su fundación y de la razón de su lucha “contra los ingleses”: el club no recuperaría jamás su an­ tigua imagen y el proceso de inte­ gración de la corriente “nacionalis­ ta" desembocaría en el Club Nacio­ nal de Football. La juventud universitaria —alec­ cionada por el discurso - exhortación del rector Vásquez Acevedo quien veia en el fútbol el medio por el cual la raza latina podría llegar a superar a la anglosajona— tradicio­ nal reducto de ideas, doctrinas y polémicas filosóficas, no podía per­ manecer ajena a una lucha que se desarrollaba a su alrededor con tal contenido. Pedro Manini Ríos, Me­ ntón Romero, Sebastián Puppo, Ati­ bo Narancio y otros jovencitos que formaban un núcleo habitual en el café de 18 de Julio y Médanos, ha­ brían de fundar el Montevideo F. C. Su importancia estaría dada porque formarla una de las vertientes que llevarían a la formación de Nacional el 14 de mayo de 1899. Es decir, que la fundación del Club Nacional es la resultante de todo un proceso, de toda una convergencia de líneas que habría que rastrear desde la fundación del Montevideo Rowing Club y su primera oposición La primera camiseta del Central Uruguay tenia cuatro cuadros negros y al Montevideo Cricket, veinte años naranjas. Al comenzar el siglo fue sustituida por ésta.

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La fotografía de arriba muestra el palco embanderado de la cancha del Albion dos meses después de la inau­ guración, cuando enfrenta al Belgra- no. La de la página siguiente, una es­ cena de ese mismo partido. Apesar del auge que le acarreó su nueva cancha, Albion estaba herido de muerte al trastocar su filosofía de conducción. Puede decirse que la presencia de los hermanos Juan y Enrique Sardeson estiró sus días: en 1902 pasarían al Montevideo Wanderers y el derrumbe serla inevitable. Pero cuando Albion des­ fallecía ya Nacional recogía su es­ tandarte. Allá en los patios de la vieja Universidad en 6arandi y Patagones, la juventud universitaria no podía permanecer impermeable a la silenciosa pugna que vivía el de­ porte a su alrededor. Al rector Vás- quez Acevedo corresponde no sólo la definición técnica de toda la polí­ tica en ese sentido: sustituyó la gim­ nasia por el fútbol en los cursos y asistió a los primeros partidos de Nacional. A su pedido incluso, se debió la concesión de la cancha del 3* de Cazadores para los primeros partidos del club trioolor. atrás. Oficialmente Nacional surge de la fusión del Montevideo F. C. y el Uruguay "de la Unión”, un núcleo escindido del Albion con Ernesto Caprario, Carlos Carve Urioste y EN EL INTERIOR: Domingo Prat a la cabeza. Pero se nutrió de otros núcleos como el Ar- t gas de los hermanos Céspedes y Aphesteguy, y el Defensa de Eduar­ LAS MISMAS RAZONES do de Castro, Zubillaga, Evia, Stora- ce, etcétera. Puede decirse que la apari­ D rabie, Harrison, Dickinson, Al igual que el cuadro "de Peña- ción del fútbol en el interior Heber, Lafone, fFilson, buscan rol” —aunque por razones muy dis­ tintas —Nacional nacería también fue más o menos simultánea el litoral y se extienden de fortalecido y puede decirse que la que en Montevideo. Las razo­ Colonia a Salto. Claro que rivalidad que conocería todo este si­ nes eran idénticas: la presen­ también había “ingleses” en glo traía ya veinte años de un lento cia de núcleos ingleses aquí y otras zonas como Tomás Jef- fraguar, representado uno por el Montevideo Row:ng y el otro por el allá, y puertos como el de Co­ feries en Treinta y Tres, y Montevideo Cricket. Este fue inven­ lonia, Fray Bentos o Paysan- Henderson, Pió Mutter y Wirg- cible para el CURCC y el Albion dú. La simultaneidad no sor­ man en Durazno. En el 95 hasta 1895, en que se "despidió” con prende pues no se trató de Paysandú registra partidos de un 4-0 a éstos en Punta Carretas, aunque su desaparición no fue total. “una conquista" de la capital criquet. Y Salto fue el sitio de En la "AAFL Cup The Competition” que luego de asimilada fuera actuación de los Dickinson (Copa ComDetencia), en 1900, se pre­ irradiada al resto del país. En (Charles, Edgard, Alfred y sentó por última vez. uno y otro sitio el fútbol reco­ George), que luego se trasla­ Los primeros partidos jugados por Nacional contaron con la presencia noce idéntico origen e idén­ daron a Buenos Aires consti­ del rector Alfredo Vásquez Acevedo ticas razones para su formida­ tuyéndose en célebres futbo­ y de los núcleos universitarios sal­ ble difusión. listas del Bel grano A.C. dría gran parte de sus primeras fi­ Fue notoria la preferencia La primera actuación de un guras. Nacional debutó el 18 de ju­ por el litoral fluvial. Se explica equipo del fútbol de Monte­ nio de 1899 jugando dos partidos si­ multáneos lo que afianza que no se por las excelencias de las video en el interior correspon­ trataba en realidad de un club más, praderas y el contacto directo de al Albion, quien en 1900 sino de la corporización misma de con Entre Ríos, que vivía eta­ se presentó en Pando y dos una poderosa corriente. Esa tarde pas de mejoramiento ganadero años después en San José. jugó en la cancha del Polígono de Tiro del Batallón 3? de Cazadores, más adelantadas. Además el Esteban Garofe, Gonzalo Cor. próximo a la antigua ubicaron de río era una buena vía hasta tinas, Alfredo Becerro y Mario la Universidad (Sarandí y Patago­ Buenos Aires. Por eso Stirling, Lofijo son algunos de los ju­ nes) frente al "Universitario” y al Cash, Wendeldadt, Mc-Entyre, gadores a quienes enfrentó. mismo tiempo en Punta Carretas enfrentaba al “Internacional”.

19 De aquí y allá recibió adhesiones tripulaciones británicas, venció por de “The Uruguay Association Lea- y respaldo "de instituciones y grupos 1 a 0. gue" y del Gran Parque Central que veían en aquella resultante co­ Quizá su época de máximo esplen­ El club “alemán” obtuvo el predio munitaria el gran rival para oponer dor haya sido a mediados de los años de la Empresa Tranviaria de la al cuadro “de Peñarol”. Así por noventa. En 1896 venció al Retiro Unión, inaugurando la cancha el 25 ejemplo, Nacional recibió de Uru­ A. C. (4 a 1) y al Belgrano A. C. de mayo de 1900 con memorables guay Athletic la donación de la vieja (5 a 3) en la propia Buenos Aires: festejos que incluían dos partidos- cancha del Albion abandonada en fueron los primeros éxitos interna­ uno entre tripulaciones extranjeras Punta Carretas. cionales interclubes de nuestro fút­ y otro entre el Deutscher y el Entretanto en filas del CURCC ya bol, los dias 15 y 16 de agosto. En CURCC, donde vencieron éstos Dor estaba planteada la dura lucha que toda esa temporada perdió sólo un 2 a 0. P internamente oponía el afán de los partido de diecinueve. Fue frente a Albion en tanto entregaría parte empresistas ingleses de mantenerlo la tripulación del “Basilik” por 1 a de sus últimas energías para fundar aferrado en sus manos, con el pro­ 0, aunque luego “vengó” la derrota lo que hoy es la Asociación Uruguaya pósito del público anónimo que más por resultado de catástrofe: 6 a 0. de Football: fue Enrique Lichtenber- allá de los muros de los talleres re­ También la colectividad alemana ger quien lo propuso a su directiva clamaba participar en la decisión de se incorporaría a esta altura a la y el 12 de febrero de 1900 se cur­ sus destinos, largo proceso que cul­ práctica del fútbol. Su presencia en saron invitaciones al CURCC, Uru­ minaría en 1916. nuestro pais era anterior y coinci­ guay Athletic y Deutscher. Fue en su Paralelamente. Albion sufriría una dente con la expansión de la “era sede que se realizó la primera reu- crisis de valores al abandonar su de Bismark”, etapa de hondas trans­ nión el 23 de febrero. Se formó una centro deportivo de Punta Carretas formaciones económicas y políticas comisión para traducir el reglamen­ —ocupado ahora por Nacional— y regidas por el noble prusiano, que to de la Liga Argentina y el 30 de trasladarse a su flamante cancha echarían las bases de la Alemania marzo de 1900 se fundaba la “Uru­ sobre la avenida 19 de Abril, toda­ moderna. El “Deutscher Fussball guay League”: vía una zona aislada. El le de abril Klub" se fundó en el 96 en el seno sólo habían transcurrido veintidós del 99 la inauguración de la cancha de la colectividad germánica y ten­ años de aquel partido “contra un motivó un gran acontecimiento. Esa dría relevante participación en dos cuadro compuesto por marineros in­ tarde frente a un seleccionado de las hechos del año 1900: la fundación gleses”.

El equipo del Central Uruguay Railway Cricket Club, ya llamado “de Peñarol” en alusión al sitio de origen, campeón invicto de los torneos de la Liga Uruguaya de 1900 y 1901. El segundo de la izquierda de los sentados ai frente es Juan Pena, el prim er gran jugador criollo, acaso un símbolo de un deporte que ya pasaba al domi­ nio de quienes le llevarían en triunfo por las canchas del mundo, apenas veinticuatro años después. un tren de caballitos que me llevaba hasta el centro. De ahí me tomaba otro para Punta Carretas. El viaje era DOMINGO PRAT: como de dos horas. A uno tenía que gustarle mucho para jugar”. EL FUTBOL DEL 900 ERA ASI “Las canchas se parecían a las ac­ tuales. Eran distintas, claro, en cuanto al marco que las rodeaba: playas de ¿Cómo se jugaba al fútbol en esa época? ¿Dónde? ¿Cómo eran las estacionamiento, proliferación de ne­ canchas? ¿Y la ropa? ¿Y la pelota? ¿Qué características tenían los gocios y vendedores eran cosas desco­ jugadores de entonces? nocidas en ese entonces. El clima “de De estas cosas y muchas más fuimos a conversar con el Dr. Domingo partido” que se palpa muchas cuadras Prat, ¡lustre testigo de los albores del fútbol uruguayo, jugador del antes de llegar hoy a los estadios, no Universitario F. C. y del Uruguay Athletic antes de siglo, fundador y primer se vivía. Pero los arcos ya tenían tra­ c a p itá n de Nacional, presidente del club en el año de la legendaria vesano; menos perfectos que los de hazaña de 1903 y linesman de ese partido. ahora, pero había; tenían también re­ des, si no, con lo discutidores que somos los criollos, ¡como para cobrar un gol! El terreno de juego estaba marcado con cal o con una pequeña zanja. Más que nada era el pasto cortado, para no torcerse los tobiTlos. No había jueces oficiales como hoy pero había personas idóneas que lo hacían. El único detalle a cuidar era el partidarismo del árbitro, que podía ocasionar dificultades”. ¿Y dónde compraban entonces su vestimenta los futbolistas? “Mire, yo no estoy muy seguro. Sé que Carbone tenía, en la calle Rincón, una casa de artículos deportivos, la mayoría hechos acá, algunos importados. Na­ cional le encargaba los equipos: pan­ talón azul, blusa blanca con el escudo, medias negras —creo— y un gorrito rojo que no usábamos porque moles­ taba para cabecear. Los zapatos los elegía cada uno”. Un gran problema actual es el tipo de pelota: la chilena, la brasileña, la inglesa, la clásica pelota uruguaya, pe­ sada y chica. Los jugadores las com­ paran y extrañan. Antes jugaban con las que pudieran. “Las primeras peló­ Dr. DOMINGO PRAT, primer capitán del Club Nacional de Football. las no eran hechas acá. No sé si venían Hoy, medico cirujano,- Socio Honorario de la Sociedad de Cirugía del Uruguay; Socio de Buenos Aires o de los barcos ingle­ ses. Después se hicieron aquí. Carbone - oí r e. po n d ien te de la Academia de Cirugía de Parí»; Socio Emérito de la Sociedad Internacional de Cirugía de Brújela*. también las vendía. Pero las actuales son otra cosa . . (me muestra una que le regalaron en Nacional autografiada por el plantel). Y los zapatos... ha­ La primera cancha en que vi en el Polígono de I iro de la calle bía que moverlos, ¡eran pesadísimos!”. jugar al fútbol fue en Punta Carretas, Patagones y llegó a sustituir la gim­ casi en el mismo lugar en que ahora nasia por el fútbol como actividad De esos años hay un recuerdo im­ realizan los encuentros de la Liga complementaria de la intelectual en borrable en la memoria de Prat y d« todos los deportistas de la época. “Fue unta Carretas. Fue un match entre la enseñanza”. dos equipos de ingleses. Yo quedé muy Pero la primera cancha que tuvo un susto enorme que nos llevamos. En entusiasmado y empecé a jugar. Tam­ el Uruguay Athletic fue en la Unión, Punta Carretas estábamos cambiándo­ bién se jugaba en la calle Piedras, ‘‘antes de tenerla en Punta Carretas; nos en unas casillas que eran como rente a la vieja Universidad, con después, con Nacional, conseguimos vestuarios en la parte baja de la pelota de trapo, rompiendo botines y una de las dos del Parque Central. Punta y de repente vimos un ciclón pantalones de vestir. Don Alfredo La otra la usaba el Deutscher Fussball en el horizonte. Casi enseguida arrasó ásquez Acevedo nos miraba desde Klub. ¡Lo que había que andar para con las instalaciones de madera y zinc el balcón y nos alentaba en nuestro llegar a . las canchas! Yo venía desde del Club y también con la terminal entusiasmo. Se lo contagiamos de tal Nuevo París; caminaba unas 25 cua­ del tren de caballitos que yo tomaba. •iianera que nos consiguió una cancha dras hasta el Paso Molino para tomar Hubo muertos y heridos”. (Aunque

21 y Bolívar: una tragedia. Pero Amílcar se salvó porque se vacunó a escondi­ das. Miguel Nebel fue un gran capi­ tán, por su dirección y su dinamismo. Juan Pena fue el primer gran jugador criollo. Era el mejor de todos. Castro tenía un shot bárbaro. Cordero era un jugador muy dinámico y actuó mu­ cho tiempo. Carve Urioste cabeceaba espléndidamente. Cuando los delante­ ros no podían hacer goles iba él a cabecear, como Cococho ahora, y ga­ naba los partidos. Bouton: un back excelente que se agachaba para recha­ zar. Rincón era el ayudante de Bolí­ var, el que le preparaba las jugadas. Falco: un jugador notable, que inven­ tó el quite tirándose al suelo en el momento en que estaba apareado al delantero. Cruzaba la pierna delante de la pelota. Yo siempre le decía que se la iban a quebrar”. Prat es de una época de idealismo casi inmaculado; una época en que Juan Pena, como capitán de Nacional, no incluyó nada menos que a Roma­ no “porque ya había citado a los 11”; una época en que dos backs no jugaron más en Nacional poique no devolvieron sus equipos y se negaban a actuar si no se los reponían nuevos. En aquel entonces “dolía ganar injus­ tamente”, “no cabían los insultos y las escupidas, que inventaron los bra­ Si al Central Uruguay bien puede representarse en sus orígenes por una sileños”. Por esos años, Juan Pena, locomotora, Nacional puede reflejarse en la figura del rector Alfredo Vás- ídolo en Peñarol, pasó a Nacional quez Acevedo, ilustre intérprete de la corriente que. le dio vida. porque creyó que allí podría realizar su ideal: un club de gente amiga, muy amiga, íntima, donde todos se don Domingo Prat no lo recuerde, dribbling extraordinario; muchas veces conocieran; evocaba al “Oriental sabemos que fue el día en que falleció se excedía. Todo lo contrario de Bo­ F. C.” de don Octavio Brianthe, que en esas circunstancias Henrv Stanley lívar, que siempre iba recto al gol y incluso jugó en la Liga en el año 1908. Bowles). le protestaba a Garlitos porque fre­ “Pero yo lo convencí de que Nacional Cuando en 1899 el "Montevideo naba el juego y facilitaba la defensa era eso. Y vino con nosotros”. de Sebastián Puppo, Gianetto, Manini con sus dribblings. Más de una vez Así comenzó el fútbol en el Uru­ Ríos y Ballesteros se fusiona con el llegaron a cachetearse en la cancha guay. Con esa gente, con esas cosas, "Uruguay Athletic” de la Unión, el por ese motivo. Otro jugador extraor­ con ese fuego interno que alimenta­ de Caprario y Prat (“porque hubo dinario era Carbone, centrohalf, que se ba cuatro horas de viaje'ida y vuelta otro Uruguay Athletic, de Punta Ca­ elevaba para cabecear con las piernas para jugar, con jugadores-dirigentes, rretas, con el que tuvimos una gran juntas y rechazaba con los pies en el con esa inocencia del que, como el rivalidad antes del 900”) e inmediata­ aire. Le tenía un cariño enorme a mente con el “Defensa’ de Nebel, de Dr. Prat, nos dice que el fútbol se Nacional y tuvo que pasar a Peñarol popularizó más que el cricket porque los Céspedes, Castro y Bouton Reyes, porque su familia pasaba por un mo­ “era más lindo, entusiasmaba más”. Domingo Prat es designado capitán mento angustioso y ellos le daban em­ del equipo. “Fue por sorteo. Los can­ Sintiéndolo como lo siente él, aún hoy, pleo a él y a dos hermanos suyos. Los que desde 1951 no va. más a los par­ didatos éramos Puppo y yo. Pero el hinchas le gritaban “vendido” y a él primer gran capitán fue Miguel Ne­ tidos porque se emociona demasiado. se le partía el alma. Yo mismo lo “Los oigo acostado, no sea que me bel. Daba instrucciones, imponía dis­ autoricé a irse. Eran razones de fuerza ciplina y organización. No era un ju­ pase como a Falco, que murió de un mayor. Y se fue con lágrimas en los sincope en una butaca del Parque gador extraordinario pero sí un cabal ojos”. Central. Y eso que le avisé que el capitán. Ln esa época, el capitán, " Amil car Céspedes era un arquero dentro de sus funciones, bacía el fútbol era una emoción demasiado a| que llamaban “^1 loco” pero que fuerte”. cuadro” no lo era tanto. Su padre, don Euse- ¿Quiénes y cómo eran los grandes Hecho a la medida de la grandeza bio, era enemigo de la medicina y d*- sus forjadores jugadores con quienes actuó? no dejó que sus hijos se vacunaran “Carillos Céspedes era dueño de un contra la viruela. Así murieron Carlos Rofael Boye» Fútbol en Inglaterra, 1721, según grabado de la época. EL PROXIMO JUEVES APARECE LOS CAUDILLOS CARLOS SOTO La pesonalidad de los máximos caciques del fútbol uruguayo: José Nasazzi, Obdulio Vareia y Néstor Gon<;alves, capitanes de los equipos uruguayos seis veces campeones del mundo (Uruguay 1924, 28, 30 y 50; Peñarol 1961 y 6 6 ). Reportajes de Franklin Morales. Una lámina en colores de Nasazzi. Fotografías de los tres caudillos y de su actuación en todas las canchas del mundo.

PLAN DE LA COLECCION ESTA HISTORIA

1 . LOS ALBORES DEL FÚTBOL URUGUAYO. Es ésta la primera vez que se intenta Franklin Morales. escribir la historia del fútbol del país. 2 . LOS CAUDILLOS. Redactar una historia de esta índole Carlos Soto. es una tarea plagada de problemas tan 3 EL FÚTBOL DEL 12. complejos que bien puede desalentar a César L. Gallardo. muchos. Se trata de abarcar casi un siglo 4 . HISTORIA DEL CLUB ATLÉTICO PEÑAROL. Ulises Bedano. de un tema en el que la pasión parti­ 5. URUGUAYOS Y ARGENTINOS. daria ejerce su influencia. Y más aún, Eduardo Gutiérrez Cortinas. se refiere a hechos donde muchas veces 6 . HISTORIA DEL CLUB NACIONAL DE FOOTBALL. la información escasea, o directamente Dionisio A. Vera. falta, o se encuentran divergencias en 7 . LOS MAESTROS. una y otra fuente, y donde los protago­ César L. Gallardo. nistas en muchos casos han desaparecido, 8. HISTORIA DE LOS “CLASICOS". al margen de diferencias de criterio en Eduardo Gutiérrez Cortinas. la apreciación de ciertos capítulos. 9. 1924: COLOMBES. Carlos Manini Ríos. De ahí que seamos conscientes que 10. GOLES Y GOLEADORES. algunas veces este o aquel detalle quizá Ricardo Lombardo. no esté totalmente ajustado. 1 1. 1928: AMSTERDAM. Es por esto que solicitamos la colabo­ Julio Bayce. ración de todas aquellas personas que 12 LOS NEGROS EN EL FÚTBOL URUGUAYO. puedan aportarnos datos u observacio­ Eduardo Gutiérrez Cortinas. nes, incluso rectificaciones, en la segu 13 EL MUNDIAL DEL 30. ridad que toda contribución construc­ Carlos Martínez Moreno. tiva será debidamente tenida en cuenta. 14 EL RÉGIMEN PROFESIONAL. Franklin Morales. 15 LOS CAMPEONATOS SUDAMERICANOS. 16 El FÚTBOL DEL INTERIOR. 17 EL NACIONAL DEL 40. 18 LA COPA URUGUAYA. 19 19 SO: MARACANA 20 LA EVOLUCIÓN DE LAS TACTICAS. TODOS LOS JUEVES 21 PEÑAROL CAMPEON DEL MUNDO. 22 LOS JUGADORES INTERNACIONALES. 1 CAPITULO DEL FUTBOL MAS GLORIOSO 2 3 . El MUNDO DEL FÚTBOL. CON 1 LAM INA CENTRAL EN COLORES 2 4 . LOS ARQUEROS. 2 5 . LA 'GARRA" CELESTE. 26 El CUADRO IDEAL DE TODOS LOS TIEMPOS EJEMPLAR 2 7 . LA COPA DEL MUNDO 28 MÉXICO 70. DE COLECCION