CERTIFICACIÓN DE COACHING PARA MATRIMONIOS

MÓDULO 5: LA PORNOGRAFÍA Y SUS EFECTOS EN EL MATRIMONIO

Compilación de lecturas complementarias

Los efectos de la pornografía en el matrimonio June 30, 2017 Álvaro Solano

La pornografía es uno de los mayores problemas que enfrentamos hoy día en nuestras vidas y familias. El Internet y la tecnología moderna han hecho que este fenómeno sea más accesible, asequible y anónimo que nunca, y está causando efectos negativos en los matrimonios y las familias. Una investigación concluyó que al menos 85% de los hombres jóvenes y 50% de las mujeres jóvenes veían pornografía mensualmente.

Los peligros de la pornografía en , y especialmente, en el matrimonio son alarmantes. El investigador Patrick Fagan (2009)[i] realizó un importante estudio sobre la pornografía llamado “el asesino silencioso de la familia”, él encontró algunos efectos de este fenómeno en los matrimonios:

La familia sufre los síntomas de una adicción.

La pornografía tiene el mismo efecto en el cerebro que una droga adictiva. Este es un proceso parecido al de las sustancias sintéticas, que producen la necesidad de obtener dosis más fuertes y más frecuentes.

Aquellos que consumen pornografía con frecuencia comienzan a tener dificultades para construir o practicar una sexualidad saludable. La pornografía crea una necesidad de estímulo que la vida real no puede satisfacer. La pornografía es irreal e ilusoria. El cerebro de una persona adicta a la pornografía redefine su patrón mental de excitación; un patrón que quizá el matrimonio no puede reproducir, y la práctica de sexo convencional pierde totalmente el atractivo. Esto puede llevar a problemas dentro del matrimonio que afectan a la familia.

Distorsiona la percepción de la intimida sexual.

Uno de los peligros más grandes de la pornografía es que convierte el encuentro sexual de dos seres que se aman en una experiencia genital grotesca. La forma en la que se muestran las relaciones sexuales en los materiales pornográficos, definen a las personas como objetos que se utilizan para satisfacer los apetitos sexuales, impidiendo así que se conciba la intimidad sexual como parte de un compromiso decisivo con quien se ama y en el que se busca la satisfacción mutua.

Entre las distorsiones creadas por la pornografía están tres creencias: (1) las relaciones sexuales en la naturaleza son algo recreacional, (2) los hombres son en general sexualmente dominantes, y (3) las mujeres son objetos o mercancías sexuales.

Contribuye a la búsqueda del placer individual y egoísta.

Nuestra sociedad asocia el tener éxito con la posibilidad de satisfacer todos los deseos y ambiciones de forma inmediata. La pornografía es fácilmente accesible, y la exposición prolongada puede fomentar la insatisfacción con el cónyuge y con su comportamiento y necesidad sexual. La persona puede comenzar a usar la pornografía con el fin de complacerse a ella misma cuando quiere y en el momento en el que lo desee. Esto puede crear una adicción a satisfacerse a sí misma sin la necesidad de interactuar con su pareja.

Pérdida de confianza y seguridad.

En muchos casos, las parejas de los consumidores de pornografía sufren daños psicológicos profundos. Entre ellos, sensaciones de traición, no “ser suficientes” y desconfianza. Pueden también sentirse poco atractivas o no aptas sexualmente, lo que a su vez puede llevar a implicaciones a nivel de pareja.

Relación de la pornografía con el divorcio.

El consumo de pornografía y de otras formas de contacto sexual online se consideran tan perjudiciales para el matrimonio, como una infidelidad en la vida real. Fagan (2009) citó un estudio sobre informes de abogados de divorcios en donde el 68% de los casos de divorcio, presentaban a una de las partes con un interés amoroso en internet, y en el 56%, una de las partes tenía un interés obsesivo en las páginas web pornográficas.

El disfrute de la intimidad sexual

El deseo sexual en sí no es incorrecto, el problema es cuando se apunta hacia lugares incorrectos. Claramente en el libro Cantar de los Cantares vemos este tipo de relación entre un esposo y una esposa, donde ambos apuntan sus deseos sexuales hacia su pareja.

Cantares 7 dice: «Tu estatura es semejante a la palmera, y tus pechos, a sus racimos. Yo dije: “Subiré a la palmera, tomaré sus frutos.’ ¡Sean tus pechos como racimos de la vid, el perfume de tu aliento como manzanas, Y tu paladar como el mejor vino!”. »

Vemos cómo la mujer se emociona de que su esposo enfoque su deseo en ella: “Yo soy de mi amado, y para mí es todo su deseo”. Batallar contra la necesidad de pornografía empieza cuando nos esforzamos por enfocar el deseo sexual sobre nuestra pareja.

Alvaro Solano Mena. Ingeniero en Electrónica, especialista en Telecomunicaciones con más de 15 años de experiencia en este campo. Ha trabajado a nivel ministerial en áreas tales como el uso de la tecnología y las redes sociales en la Iglesia, capacitación para empresarios y emprendedores así como enseñanza a nivel de grupos de matrimonio y de estudios bíblicos. Actualmente estudiante de Maestria en Liderazgo Bíblico. Casado desde hace 17 años ,con dos hijos.

Pareja de un consumidor By Fight the New Drug octubre 25, 2017

Advertencia: Muchos Lectores Pueden Encontrar El Material En Este Artículo Explícito y/o Perturbador.

Las parejas de los consumidores con frecuencia reportan sentimientos de enojo, confusión y traición, cuando descubren que la otra mitad de su relación comprometida ha estado viendo pornografía. Los consumidores puede que no tengan idea de cuánto están lastimando sus propias relaciones y a las personas que aman.

Nadie nunca se despertó y dijo: «hoy quiero salir por ahí y arruinar mis relaciones actuales y futuras. Voy a distanciarme emocionalmente, a socavar la confianza y a dejar a mi pareja sintiéndose confundida, rechazada, enojada y traicionada».

Nadie dice eso, pero un montón de investigación muestra que eso es exactamente lo que puede ocurrir como resultado de consumir pornografía.

Probablemente no es de extrañar que las mujeres tienden a ver la pornografía y sus efectos de una manera muy diferente a la de los hombres. [1] Si bien tanto las mujeres como los hombres pueden tener problemas de consumo de pornografía, los estudios han mostrado que muchas mujeres -incluso si creen que el consumo de pornografía por parte de otras personas está bien- no ven ningún papel aceptable de la pornografía al interior de su propia relación comprometida. [2] ¡Y eso no sorprende! La evidencia que la pornografía puede dañar relaciones y parejas es abrumadora. [3]

Dos de los más respetados investigadores la pornografía, Jennings Bryant y Dolf Zillman de la Universidad de Alabama, estudiaron los efectos de la pornografía y de los medios de comunicación por más de 30 años. Encontraron que el consumo de pornografía vuelve a muchas personas menos satisfechas con el aspecto físico de sus propias parejas, su desempeño sexual, su curiosodad sexual y su afecto. [4] También comprobaron que, a lo largo del tiempo, muchos usuarios de pornografía se vuelven más crueles con las mujeres en general, menos propensos a valorizar la monogamia y el matrimonio, y más propensos a desarrollar percepciones distorsionadas respecto a la sexualidad. [5] Otros investigadores han confirmado estos resultados y han agregado que los consumidores de pornografía tienden a ser significativamente menos íntimos con sus parejas, [6] menos comprometidos en sus relaciones, [7] menos satisfechos con sus vidas románticas y sexuales, [8] y más propensos a engañar a sus parejas. [9]

Eso no es un buen presagio para ninguna relación en la cual uno de sus miembros está consumiendo pornografía, especialmente cuando la mayoría de nosotros queremos y esperamos que nuestras relaciones íntimas se basen en la confianza, el respeto, el compromiso, la honestidad y el amor.

Cuando las parejas descubren que su otra mitad ha estado consumiendo pornografía, es muy común que sientan toda una gama de emociones negativas, incluyendo rechazo, humillación, abandono, aislamiento, soledad, celos, ira y vergüenza. [10]. Incluso si no creen que la pornografía equivale a estar engañando a la pareja, con frecuencia sienten un profundo sentimiento de pérdida, traición y desconfianza. [11] , la vergüenza, el aislamiento, las mentiras que a menudo son introducidas en una relación por el consumo compulsivo de pornografía pueden multiplicarse en todo tipo de problemas. [12]

Pero incluso si la pornografía no es mantenida en secreto, incluso si las parejas son abiertas y honestas acerca de su consumo, todavía puede hacer mucho daño. Hemos mencionado anteriormente que el consumo de pornografía puede dar lugar a menos satisfacción y menos interés en la pareja. [13] ¿Por qué ocurre eso? Parte de la respuesta es que la pornografía reprograma el cerebro, de manera que los consumidores de pornografía se vuelven menos receptivos sexualmente a su pareja, si bien todavía son capaces de responder a la pornografía. [14]

Al mismo tiempo, la pornografía remodela las expectativas sobre el sexo y la atracción al presentar una imagen poco realista. En la pornografía, los hombres y las mujeres siempre lucen perfectos. Lucen eternamente jóvenes, quirúrgicamente mejorados, retocado y llevados a la perfección gracias a Photoshop. [15] Así que no es difícil comprender por qué, de acuerdo a un sondeo nacional, seis de cada siete mujeres creen que la pornografía ha cambiado las expectativas de los hombres sobre cómo debe ser el aspecto de las mujeres. [16]

Como señala la escritora Naomi Wolf, «Hoy en día las mujeres reales desnudas no son más que mala pornografía». [17]

Pero no es solamente el aspecto físico de hombres y mujeres lo que la pornografía distorsiona. Las mujeres también son representadas generalmente como ansiosas por tener relaciones sexuales en cualquier lugar, en cualquier momento, con cualquiera, y les encanta hacerlo durante tanto tiempo y tan agresivamente como uno o múltiples hombres lo deseen. Ellas siempre alcanzan el clímax, generalmente de forma ruidosa y eufórica, y luego están listas inmediatamente para más. Nunca se cansan ni sienten dolor. Nunca necesitan tomar un descanso. De hecho, nunca parecen necesitar nada excepto sexo interminable. Son representadas como felices con todo lo que un hombre quiere hacer, incluso si es peligroso, doloroso o humillante. [18]

Si usted piensa que todas esas representaciones poco realistas no se abren camino en las creencias, expectativas y acciones de los consumidores, piénselo otra vez. [19] En una reciente encuesta de estadounidenses entre 16 y 18 años de edad, casi todos los participantes informaron haber aprendido a tener relaciones sexuales viendo pornografía, [20] y muchas de las chicas dijeron haber sido presionadas para representar los «guiones» que sus parejas masculinas habían aprendido de la pornografía. [21] Se sintieron presionadas a tener relaciones sexuales en posiciones incómodas, a fingir las respuestas sexuales y a consentir a actos desagradables o dolorosos.

Por supuesto, el dolor causado por la pornografía puede ser mucho más que una mala experiencia en el dormitorio. Las personas que aprenden de los hábitos pornográficos de sus parejas con frecuencia internalizan su vergüenza y confusión, preguntándose a sí mismas por qué no son «suficientes». Pueden sentirse indeseables, poco atractivas y sin valor. [23] Muchas parejas de consumidores de pornografía incluso empiezan a mostrar síntomas físicos de ansiedad, depresión e incluso de trastorno por estrés postraumático. [24] Y si bien esto aplica tanto para los hombres como para las mujeres, los estudios muestran que debido a la vergüenza que sienten y a su preocupación por ser culpadas por el problema de su pareja, la mayoría de mujeres que se enteran que su pareja usa pornografía se aíslan al menos un poco de sus fuentes normales de apoyo social, justo cuando más necesitan de dicho apoyo. [25]

Si usted le quiere hacer un inmenso favor al amor de su vida, decida ahora que no traerá los efectos devastadores de la pornografía a su relación. O, si usted ya está atrapado en las redes de la pornografía, tome la decisión de obtener ayuda. Haga clic aquí para averiguar cómo usted puede darles el regalo que realmente quieren: Usted. Usted por entero. En Corazón y Mente.

Citations [1] Olmstead, S. B., Negash, S., Pasley, K., & Fincham, F. D. (2013). Emerging Adults’ Expectations for Pornography Use in the Context of Future Committed Romantic Relationships. Archives of Sexual Behavior, 42, 625-635. doi:10.1007/s10508-012-9986-7 [2] Olmstead, S. B., Negash, S., Pasley, K., & Fincham, F. D. (2013). Emerging Adults’ Expectations for Pornography Use in the Context of Future Committed Romantic Relationships. Archives of Sexual Behavior, 42, 625-635. doi:10.1007/s10508-012-9986-7 [3] Minarcik, J., Wetterneck, C. T., & Short, M. B. (2016). The effects of sexually explicit material use on romantic relationship dynamics. Journal of Behavioral Addictions, 5(4) 700-707. doi: 10.1556/2006.5.2016.078; Park, B. Y., et al. (2016). Is internet Pornography Causing Sexual Dysunction? A Review with Clinical Reports, Behavioral Sciences, 6, 17. doi:10.3390/bs6030017; Braithwaite, S. R., Coulson, G., Keddington, K., & Fincham, F. D. (2015). 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Princeton, N.J.: Witherspoon Institute.

LA MADRE DE LAS MENTIRAS (parte 1)

¨Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.¨ (Juan 8:44 RVR60)

Si Bíblicamente conocemos al enemigo de las almas como el padre de las mentiras, me atrevo a bautizar a la pornografía como la madre de las mentiras. La mentira más generalizada es la de considerar el material pornográfico como una fuente profesional de educación sexual. La realidad es que la pornografía no ¨educa¨ en el sentido estricto de la palabra, pero sí nos ¨enseña¨ mucho. Nos enseña mentiras sobre la sexualidad, los hombres, las mujeres, la niñez y el amor.

Engañados por la publicidad cultural, los varones procuran ver pornografía con la intención de utilizarla como un manual práctico para ampliar su repertorio de posiciones y conductas sexuales. Desde esta perspectiva, la primera mentira que afecta la mente del varón es la de que los varones deben ser ¨machos¨, porque los ¨machos¨ tienen muchas mujeres y mucho sexo. La realidad es que machos solamente pueden ser lo perros, los gatos y los caballos, solamente los animales. En todo caso, los varones estamos llamados no a ser machos, de esos hay muchos en la calle, sino a ser hombres y nuestro modelo de hombría se llama Jesucristo.

Siguiendo la línea de los ¨machos¨, otra de las mentiras que enfrentan los varones es que deben ejecutar sexualmente igual que los actores porno. Es por eso que muchos varones piensan que tienen problemas de eyaculación precoz o de disfunción eréctil y son seducidos por los anuncios de pastillas ¨milagrosas¨ que supuestamente no sólo aumentan los deseos y la potencia sexual, sino también las dimensiones de su miembro. ¿Sabía usted que el tamaño promedio del pene erecto oscila entre las cuatro pulgadas y media y las cinco pulgadas y media? O sea, la mitad o tres cuartos menos de las dimensiones que tienen los actores porno. De hecho, imagínese si Dios hizo los cuerpos del hombre y la mujer de forma tal para que se acoplaran en el acto coital, que el tamaño promedio del tracto vaginal es de cuatro pulgadas.

Otra mentira fuerte de la pornografía es que se debe tener sexo con menores de edad. Es por eso que una de las estrategias utilizadas por los productores porno es vestir a sus modelos con uniforme escolar, hacerle dos colas de caballo, ponerle su camisa blanca y zapatos escolares. Eso sin contar otras escenas donde ubican a la modelo en un cuarto con motivos que apelan a menores de edad, con ropa de cama de Hello Kitty, varios peluches sobre la cama y la ropa interior es de ¨Sponge Bob¨. Otra técnica que utilizan es la de contratar modelos que recién cumplieron los 18, pero que parezcan de 15 y le ponen poco maquillaje. Luego utilizan programas de computación donde revierten el efecto utilizado en los cartones de leche para aumentar la edad de menores desaparecidos. Por lo tanto, firman a una modelo de 18, que parece de 15 y digitalmente le reducen la edad 10 años y el resultado es la imagen de una niña de 5 años. Por eso no ha de sorprendernos que las estadísticas actuales del abuso sexual en menores muestran que una de cada tres féminas serán víctimas de abuso sexual antes de haber cumplido los 18 años.

Rvdo. Dr. José Fco. Colón Hernández Presbítero de la Iglesia Metodista de Puerto Rico Consejero Profesional Licenciado 787-473-4851 [email protected] www.drjosecolon.com

LA MADRE DE LAS MENTIRAS (parte 2)

¡Qué sabroso sabe el pan de mentira, pero al final acabas con mal sabor de boca! Con los consejos se ordenan los planes, y con buena estrategia se gana la guerra. (Proverbios 20:17, 18 RVC)

De acuerdo el pasaje bíblico anterior, se supone que con los consejos se ordenan los planes, pero todo depende de dónde viene el consejo. Es de todos conocido que los autoproclamados "sexólogos" recomiendan a los matrimonios incluir material pornográfico en su intimidad con el supuesto propósito de echarle chispa al matrimonio. Lo que no especifican es qué tipo de chispa es. Si se refieren a la chispa necesaria para crear un incendio que devore todo lo que encuentra su paso, pues eso es precisamente lo que va a hacer con la experiencia sexual conyugal. Lo que se supone que avive el material pornográfico es precisamente lo que va a destruir. Lo que va a destruir es el propósito del diseño original de Dios de la sexualidad, crear un vínculo fundamentado en el amor entre un hombre y una mujer dentro del contexto del matrimonio. Por eso es que la pornografía va destruir lo que se supone que mejore. Porque se enfoca única y exclusivamente en el acto físico, en lo mecánico, en lo que se hace, dejando a un lado lo más importante que es el amor. En la primera parte de este artículo comencé hablando de las mentiras de la pornografía como educadora sexual, el hacer ver a los hombres como animales que se dejan llevar por sus Instintos sexuales y fomentar explícitamente las relaciones sexuales con menores de edad. En esta segunda parte me enfocaré en las mentiras relacionadas a la mujer y a su rol en la intimidad.

La primera mentira de la pornografía en relación a la mujer es que nos quiere hacer creer que la mujer es menos que un ser humano, es un animal. Por ejemplo, ¿cómo le llaman a las modelos de la revista Playboy? ¡Conejitas! Imagínense cuán profundo ha calado esta mentira en nuestra sociedad, que hasta la misma mujer se la ha creído y hasta se disfrazan de "conejitas" con todo y colita blanca de algodón y orejas largas en las fiestas de disfraces. Como si esto fuera poco, hay otra revista que llama a sus modelos "Pets", o sea mascotas. Otro término utilizado por la industria pornográfica para referirse a la mujer es "Bitch", que traducido al español significa la hembra del perro, o sea una perra. En resumidas cuentas, para la industria pornográfica la mujer es una coneja, una mascota y una perra. Estoy seguro que ninguna de las damas y ninguno de los varones (cuyo modelo de vida sea el Caballero de la Cruz) estarán de acuerdo con esta visión deshumanizante de la mujer.

La pornografía también establece la mentira de que el valor de una mujer depende de las medidas de su cuerpo. Si una mujer no cumple con las medidas tradicionales de 36" × 24" × 36", ésa mujer no valdría nada y tendríamos que descartarla. De igual forma la pornografía le hace creer a los hombres que a la mujer le gusta ser violada. Esto se debe a que la industria pornográfica erotiza la violencia contra la mujer presentando escenas donde la mujer disfruta ser violada. Lo anterior es un ejemplo del fenómeno de la cosificación donde la mujer es convertida en un objeto, en una cosa. Por lo tanto la mujer simplemente es utilizada para la gratificación sexual del hombre.

Para información adicional accede el siguiente enlace: https://www.youtube.com/ user/jfconsejero Rvdo. Dr. José Fco. Colón Hernández, Ed.D., M.Div., CPL, NCC Presbítero con de la Iglesia Metodista de Puerto Rico Consejero Profesional Licenciado 787-473-4851 / [email protected] www.drjosecolon.com

Según un estudio científico, la disfunción eréctil en los jóvenes es inducida por la pornografía

La evidencia clínica y anecdótica de una investigación realizada por la organización The Reward Foundation del Reino Unido, revela que el uso de pornografía es un factor significativo de la conocida vulgarmente como "impotencia". Las razones

La disfunción eréctil afecta los hombres de todo el mundo, sin importar clase social ni edad. De acuerdo a las estadísticas, afectaría de 20 a 30 millones y solamente el 18% de las personas que la sufren consulta a un médico. Además, se cree que entre el 14% y el 35% de los hombres jóvenes la experimentan.

Se trata de la incapacidad repetida de lograr una erección para desenvolverse sexualmente de una manera satisfactoria. La evidencia, clínica y anecdótica, revela que el uso de pornografía es un factor significativo en ella.

"Al considerar un fracaso no poder clonar en la escena sexual propia lo que se vio y admiro de un video o película porno, sobreviene un estado de ansiedad, impotencia y frustración. Si los jóvenes consultaran, podrían descubrir cuales son sus posibilidades reales y las técnicas que deberían implementar para lograr sus objetivos sexuales", explicó a Infobae la doctora Beatriz Literat, médica sexóloga clínica y ginecóloga del Departamento de Gineco-Sexo-Estética de Halitus Instituto Médico.

El aumento en el uso de la pornografía podría explicar, al menos en parte, por qué los millennials tienen menos relaciones sexuales que la generación anterior a ellos, según un estudio publicado en la revista Archives of Sexual Behavior.

Para Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo, las creencias erróneas respecto al rol sexual masculino en la relación influyen negativamente, llevando muchas veces a la pérdida de la erección por la ansiedad por cumplir, como si el encuentro erótico se convirtiera en una situación de "puesta a prueba".

"Hasta 2002, la incidencia de hombres menores de 40 años con DE fue de alrededor del 2-3%. Desde 2008, cuando el porno de alta definición y transmisión gratuita llegó a ser tan fácilmente accesible, el porcentaje aumenta sin descanso", sostienen desde The Reward Foundation, una organización benéfica pionera que analiza la ciencia detrás de las relaciones sexuales y amorosos, e Internet.

Los espectadores solitarios de la industria se acostumbran a tener el control total de su experiencia sexual, lo que sin dudas no se repite en el mundo real. Enfrentar a un ser humano real, con necesidades e inseguridades, podría resultar muy complicado.

"Por un lado, es fundamental aclarar que los tiempos de las películas no se parecen en nada a los de la biología, que además difiere entre sus personajes. Por el otro, desmitificar que el máximo placer es fácil de obtener a través del acto coital solamente o casi solamente, prescindiendo de los demás componentes indispensables para un encuentro sexual: la confianza, el conocimiento, la comunicación, las emociones y la seguridad, entre muchos otros", añadió Literat.

Según Mariana Kersz, sexóloga y psicóloga especialista en terapia de parejas, el hombre, "mal educado por la industria pornográfica", llega al encuentro sexual y no sabe qué hacer. No sabe complacer a su pareja, no tiene las herramientas suficientes y muchas veces eso genera mucha ansiedad, frustración y claramente la pérdida de la erección.

Los niños de gran parte del mundo desarrollado están siendo canalizados a través de una experiencia en línea donde la exposición a la pornografía es prácticamente obligatoria. En 2016, la Universidad de Middlesex descubrió que el 93% de los jóvenes de 14 años había visto material explícito en línea, y el 60% de los niños lo habían visto por primera vez en sus propios hogares. Además, un estudio irlandés publicado a principios de este año en la revista Porn Studies reveló que el 52% de los niños comenzó a usar pornografía para la masturbación a la edad de 13 años o menos.

En los foros en línea dedicados a la disfunción eréctil inducida por la pornografía (PIED, por sus siglas en inglés), decenas de miles de hombres jóvenes comparten sus luchas por dejar de utilizar la pornografía y las barreras que enfrentan para formar relaciones románticas y sexuales de la vida real.

Respecto a las consecuencias de la instauración afianzada de la industria Kersz aseguró: "Sin dudas provocó una disminución en las ganas de tener relaciones sexuales con una pareja real". Al tener tan a mano y de manera interactiva un contenido de calidad para la excitación sexual los sujetos se cuestionan para qué van a gastarse en salir a buscar experiencias sexuales si en definitiva en sus hogares y solo a algunos clics de distancia pueden obtenerlo.

Si bien The Reward Foundation no es una organización contra la pornografía, según sostienen sus fundadores "el exceso de pornografía está cambiando la forma en que los niños se excitan sexualmente y lo hace durante sus años de formación, en una época en la que son más vulnerables a los trastornos de salud mental y las adicciones".

"Los seres humanos no deberíamos ir en contra de él sino que deberíamos poder trabajar en conjunto para que junto con las relaciones sexuales reales puedan funcionar en sintonía. Es un trabajo engorroso y hay mucho por hacer", continuó la especialista.

Debido a la credibilidad que se le otorga a las imágenes, resulta difícil diferenciar entre la ficción y la realidad. Así como muchas jóvenes buscan parecerse a las modelos que ven en las redes sociales y están dispuestas a enfrentar cirugías para lograrlo, los hombres pueden creer que las escenas de los videos pornográficos son reales y no actuaciones editadas.

Sin embargo, para Ghedin, el rápido acceso a páginas o videos pornográficos llevan a provocar el efecto contrario por la saturación de imágenes. Por tal motivo muchos hombres dejan de frecuentar páginas o lo hacen en forma esporádica.

No obstante, según advierte el experto, los jóvenes de la actualidad se encuentran atravesando una etapa de inseguridad respecto a las relaciones sexuales. "A simple vista -concluyó el experto- pareciera que viven la sexualidad con más libertad pero en la intimidad resulta que no es tan así. Los varones jóvenes siguen aprendiendo de sus pares ya que en sus hogares no encuentran interlocutores válidos que puedan responder a sus inquietudes sexuales".

Causation Studies about Porn Harms 15TH APRIL 2019 LATEST NEWS

The publication of a definition for Compulsive Sexual Behavior Disorder in June 2018 by the WHO was based on empirical evidence. However, some people still deny that pornography consumption can cause mental or physical harms. In this blog we look at the 6 causation studies published so far that demonstrate causation as participants eliminated porn use and healed chronic sexual dysfunctions. They all link porn use or porn addiction to sexual dysfunctions and lower arousal.

1) Is Internet Pornography Causing Sexual Dysfunctions? A Review with Clinical Reports (2016)

An extensive review of the literature related to porn-induced sexual problems. Involving 7 US Navy doctors, the review provides the latest data revealing a tremendous rise in youthful sexual problems. It also reviews the neurological studies related to porn addiction and sexual conditioning via Internet porn. The doctors provide 3 clinical reports of men who developed porn-induced sexual dysfunctions. Two of the three men healed their sexual dysfunctions by eliminating porn use. The third man experienced little improvement as he was unable to abstain from porn use. Excerpt:

Traditional factors that once explained men’s sexual difficulties appear insufficient to account for the sharp rise in erectile dysfunction, delayed ejaculation, decreased sexual satisfaction, and diminished libido during partnered sex in men under 40. This review (1) considers data from multiple domains, e.g., clinical, biological (addiction/urology), psychological (sexual conditioning), sociological; and (2) presents a series of clinical reports, all with the aim of proposing a possible direction for future research of this phenomenon. Alterations to the brain’s motivational system are explored as a possible etiology underlying pornography-related sexual dysfunctions.

This review also considers evidence that Internet pornography’s unique properties (limitless novelty, potential for easy escalation to more extreme material, video format, etc.) may be potent enough to condition sexual arousal to aspects of Internet pornography use that do not readily transition to real-life partners, such that sex with desired partners may not register as meeting expectations and arousal declines. Clinical reports suggest that terminating Internet pornography use is sometimes sufficient to reverse negative effects, underscoring the need for extensive investigation using methodologies that have subjects remove the variable of Internet pornography use.

The Reward Foundation wrote a story about this study when it first came out.

2) Male masturbation habits and sexual dysfunctions (2016)

This study is by a French psychiatrist who is the current president of the European Federation of Sexology. While the abstract shifts back and forth between Internet pornography use and masturbation, it’s clear that he’s mostly referring to porn-induced sexual dysfunctions (erectile dysfunction and anorgasmia). The paper revolves around his clinical experience with 35 men who developed erectile dysfunction and/or anorgasmia, and his therapeutic approaches to help them. The author states that most of his patients used porn, with several being addicted to porn. The abstract points to internet porn as the primary cause of the problems (keep in mind that masturbation does not cause chronic ED, and it is never given as a cause of ED). 19 of the 35 men saw significant improvements in sexual functioning. The other men either dropped out of treatment or are still trying to recover. Excerpts:

Intro: Harmless and even helpful in his usual form widely practiced, masturbation in its excessive and pre-eminent form, generally associated today to pornographic addiction, is too often overlooked in the clinical assessment of sexual dysfunction it can induce.

Results: Initial results for these patients, after treatment to “unlearn” their masturbatory habits and their often-associated addiction to pornography, are encouraging and promising. A reduction in symptoms was obtained in 19 patients out of 35. The dysfunctions regressed and these patients were able to enjoy satisfactory sexual activity.

Conclusion: Addictive masturbation, often accompanied by a dependency on cyber-pornography, has been seen to play a role in the etiology of certain types of erectile dysfunction or coital anejaculation. It is important to systematically identify the presence of these habits rather than conduct a diagnosis by elimination, in order to include habit-breaking deconditioning techniques in managing these dysfunctions.

3) Unusual masturbatory practice as an etiological factor in the diagnosis and treatment of sexual dysfunction in young men (2014)

One of the 4 case studies in this paper reports on a man with porn-induced sexual problems (low libido, fetishes, anorgasmia). The sexual intervention called for a 6- week abstinence from porn and masturbation. After 8 months the man reported increased sexual desire, successful sex and orgasm, and enjoying “good sexual practices. This is the first peer-reviewed chronicling of a recovery from porn- induced sexual dysfunctions. Excerpts from the paper:

“When asked about masturbatory practices, he reported that in the past he had been masturbating vigorously and rapidly while watching pornography since adolescence. The pornography originally consisted mainly of zoophilia, and bondage, domination, sadism, and masochism, but he eventually got habituated to these materials and needed more hardcore pornography scenes, including transgender sex, orgies, and violent sex. He used to buy illegal pornographic movies on violent sex acts and rape and visualized those scenes in his imagination to function sexually with women. He gradually lost his desire and his ability to fantasize and decreased his masturbation frequency.”

In conjunction with weekly sessions with a sex therapist, the patient was instructed to avoid any exposure to sexually explicit material, including videos, newspapers, books, and internet pornography.

After 8 months, the patient reported experiencing successful orgasm and ejaculation. He renewed his relationship with that woman, and they gradually succeeded in enjoying good sexual practices.

4) How difficult is it to treat delayed ejaculation within a short-term psychosexual model? A case study comparison (2017)

A report on two “composite cases” illustrating the causes and treatments for delayed ejaculation (anorgasmia). “Patient B” represented several young men treated by the therapist. Interestingly, the paper states that Patient B’s “porn use had escalated into harder material”, “as is often the case”. The paper says that porn-related delayed ejaculation is not uncommon, and on the rise. The author calls for more research on porn’s effects of sexual functioning. Patient B’s delayed ejaculation was healed after 10 weeks of no porn. Excerpts:

The cases are composite cases taken from my work within the National Health Service in Croydon University Hospital, London. With the latter case (Patient B), it is important to note that the presentation reflects a number of young males who have been referred by their GPs with a similar diagnosis. Patient B is a 19- year-old who presented because he was unable to ejaculate via penetration. When he was 13, he was regularly accessing pornography sites either on his own through internet searches or via links that his friends sent him. He began masturbating every night while searching his phone for image…If he did not masturbate he was unable to sleep. The pornography he was using had escalated, as is often the case (see Hudson-Allez, 2010), into harder material (nothing illegal)…

Escalation Patient B was exposed to sexual imagery via pornography from the age of 12 and the pornography he was using had escalated to bondage and dominance by the age of 15.

We agreed that he would no longer use pornography to masturbate. This meant leaving his phone in a different room at night. We agreed that he would masturbate in a different way….

Patient B was able to achieve orgasm via penetration by the fifth session; the sessions are offered fortnightly in Croydon University Hospital so session five equates to approximately 10 weeks from consultation. He was happy and greatly relieved. In a three-month follow-up with Patient B, things were still going well.

Patient B is not an isolated case within the National Health Service (NHS) and in fact young men in general accessing psychosexual therapy, without their partners, speaks in itself to the stirrings of change.

This article therefore supports previous research that has linked masturbation style to sexual dysfunction and pornography to masturbation style. The article concludes by suggesting that the successes of psychosexual therapists in working with DE are rarely recorded in the academic literature, which has allowed the view of DE as a difficult disorder to treat remain largely unchallenged. The article calls for research into pornography usage and its effect on masturbation and genital desensitisation.

5) Situational Psychogenic Anejaculation: A Case Study (2014) The details reveal a case of porn-induced anejaculation. The husband’s only sexual experience prior to marriage was frequent masturbation to pornography – where he was able to ejaculate. He also reported sexual intercourse as less arousing than masturbation to porn. The key piece of information is that “re- training” and psychotherapy failed to heal his anejaculation. When those interventions failed, therapists suggested a complete ban on masturbation to porn. Eventually this ban resulted in successful sexual intercourse and ejaculation with a partner for the first time in his life. A few excerpts:

A is a 33-year-old married male with heterosexual orientation, a professional from a middle socio-economic urban background. He has had no premarital sexual contacts. He watched pornography and masturbated frequently. His knowledge about sex and sexuality was adequate. Following his marriage, Mr. A described his libido as initially normal, but later reduced secondary to his ejaculatory difficulties. Despite thrusting movements for 30-45 minutes, he had never been able to ejaculate or achieve orgasm during penetrative sex with his wife.

What didn’t work Mr. A’s medications were rationalized; clomipramine and bupropion were discontinued, and sertraline was maintained at a dose of 150 mg per day. Therapy sessions with the couple were held weekly for the initial few months, following which they were spaced to fortnightly and later monthly. Specific suggestions including focusing on sexual sensations and concentrating on the sexual experience rather than ejaculation were used to help reduce performance anxiety and spectatoring. Since problems persisted despite these interventions, intensive sex therapy was considered.

Eventually they instituted a complete ban on masturbation (which means he continued to masturbate to porn during the above failed interventions):

A ban on any form of sexual activity was suggested. Progressive sensate focus exercises (initially non-genital and later genital) were initiated. Mr. A described an inability to experience the same degree of stimulation during penetrative sex as compared to that which he experienced during masturbation. Once the ban on masturbation was enforced, he reported an increased desire for sexual activity with his partner. After an unspecified amount of time, the ban on masturbation to porn lead to success:

Meanwhile, Mr. A and his wife decided to go ahead with Assisted Reproductive Techniques (ART) and underwent two cycles of intrauterine insemination. During a practice session, Mr. A ejaculated for the first time, following which he has been able to ejaculate satisfactorily during a majority of the couple’s sexual interactions.

5) Pornography Induced Erectile Dysfunction Among Young Men (2019)

Abstract: This paper explores the phenomenon of pornography induced erectile dysfunction (PIED), meaning sexual potency problems in men due to Internet pornography consumption. Empirical data from men who suffer from this condition have been collected. A combination of topical life history method (with qualitative asynchronous online narrative interviews) and personal online diaries has been employed. The data have been analyzed using theoretical interpretative analysis (according to McLuhan’s media theory), based on analytic induction. The empirical investigation indicates that there is a correlation between pornography consumption and erectile dysfunction that suggests causation.

The findings are based on 11 interviews along with two video diaries and three text diaries. The men are between the ages of 16 and 52; they report that an early introduction to pornography (usually during adolescence) is followed by daily consumption until a point is reached where extreme content (involving, for example, elements of violence) is needed to maintain arousal. A critical stage is reached when sexual arousal is exclusively associated with extreme and fast- paced pornography, rendering physical intercourse bland and uninteresting. This results in an inability to maintain an erection with a real-life partner, at which point the men embark on a “re-boot” process, giving up pornography. This has helped some of the men to regain their ability to achieve and sustain an erection.

Introduction to the results section Having processed the data, I have noticed certain patterns and recurring themes, following a chronological narrative in all of the interviews. These are: Introduction. One is first introduced to pornography, usually before puberty. Building a habit. One begins to consume pornography regularly. Escalation. One turns to more “extreme” forms of pornography, content-wise, in order to achieve the same effects previously achieved through less “extreme” forms of pornography. Realization. One notices sexual potency problems believed to be caused by pornography use. “Re-boot” process. One tries to regulate pornography use or eliminate it completely in order to regain one’s sexual potency. The data from the interviews are presented based on the above outline.

Efectos de la pornografia sobre el matrimonio y esperanza para las parejas casadas

Nota: Este artículo es parte de la serie "Corazón Puro" de la USCCB y es un recurso que acompaña a la declaración de USCCB Crea en mí un corazón puro: Una respuesta pastoral a la pornografía; una traducción en ingles de este artículo está disponible en www.usccb.org/cleanheart. Por Sam y Beth Meier

La perspectiva de Sam: Una semana antes del matrimonio Una semana antes de nuestra boda, entré en una tienda de conveniencia diciéndome que era la última vez que usaría pornografía. Había estado usando pornografía desde la secundaria, pero pensaba que después de casarme ya no la "necesitaría". Después de todo, mi novia Beth era hermosa, inteligente, atlética, preocupada por su fe, y era mi mejor amiga.

Lamentablemente, los primeros años de nuestro matrimonio estuvieron llenos de angustia, soledad y confianza rota debido a que yo usaba pornografía. Buscamos ayuda de múltiples consejeros y sacerdotes, pero a principios de los años 2000 no había mucha gente que supiera cómo ayudarnos. Por la gracia de Dios encontramos uno de los mejores centros de consejería en los Estados Unidos para las personas que luchan con el uso de pornografía. Recibimos varios años de consejería matrimonial, asistimos a muchos grupos de apoyo y reconstruimos la confianza y la intimidad en nuestro matrimonio. Por primera vez en mi vida, encontré esperanza, curación y sobriedad, y nuestro matrimonio comenzó a sanar.

Ahora soy un consejero matrimonial que se especializa en tratar la adicción a la pornografía. He conocido a muchos buenos católicos, tanto individuos como parejas, que están liberándose de la pornografía. En este artículo, Beth y yo compartiremos ideas prácticas y recursos que nos han ayudado a nosotros y otras parejas a curarnos del uso de pornografía y tener matrimonios florecientes.

Muchas buenas personas luchan Una de las mayores mentiras que Satanás ha llevado a creer a muchas parejas católicas es que están solas en sus luchas con la pornografía. La gente puede sorprenderse al saber que muchos buenos católicos y cristianos están luchando con este problema. Una encuesta de Barna sobre el uso de pornografía en los Estados Unidos indicó que el 37% de varones cristianos y el 7% de mujeres cristianas usaban pornografía varias veces a la semana o más, y el 64% de varones cristianos y el 15% de mujeres cristianas usaban pornografía una vez al mes o más.1 De hecho, como pareja, hemos conocido a muchos buenos hombres, mujeres, maestros, clérigos, ministros de jóvenes y otros que han luchado con la pornografía.

La ciencia cerebral de la pornografía Es importante que la gente entienda que la pornografía afecta el cerebro, ya sea que se use esporádicamente o varias veces a la semana. Como dicen los obispos en Crea en mí un corazón puro, "Ver pornografía, por lo general en combinación con masturbación, afecta directamente las vías de recompensa del cerebro, y se ha observado que tiene un efecto similar en el cerebro que la cocaína en una persona con adicción a las drogas o el alcohol en una persona con adicción al alcohol" (p. 17). La pornografía nunca es inofensiva.

La pornografía disminuye la satisfacción sexual y aumenta la infidelidad Un mito común sobre la pornografía es que mejora la intimidad marital. Esto no es verdad. Por el contrario, las investigaciones indican que la exposición a la pornografía disminuye la satisfacción sexual en las relaciones tanto en los hombres como en las mujeres.2 Numerosos médicos han informado de que la pornografía aumenta las tasas de disfunción eréctil, incluso en hombres jóvenes en sus veintes y treintas.3 Las investigaciones indican que los hombres casados que usan pornografía son más propensos a tener relaciones extramaritales, se sienten menos atraídos por sus esposas y están menos interesados en la intimidad sexual con sus esposas.4 Las investigaciones indican también que las mujeres que usan pornografía son más negativas respecto a sus cuerpos y tienen menos sexo en su matrimonio.5

Usar o crear pornografía dentro del matrimonio siempre es malo y nunca puede justificarse. —Crea en mí un corazón puro, p. 19

En su ministerio de consejería, Sam ha trabajado con parejas que veían pornografía juntos en algún momento de su matrimonio, pero después de un tiempo las esposas se sintieron utilizadas y explotadas. Descubrir la fuerte conexión de la industria pornográfica con la trata de personas y la violencia contra las mujeres6 fue un importante punto de inflexión para estas parejas en su camino de curación, porque les mostró el impacto de gran alcance de la pornografía.

Otros impactos de la pornografía sobre el matrimonio La pornografía puede impactar en los matrimonios con efectos financieros, confianza rota y riesgos de separación y divorcio. Hemos conocido a muchas parejas que lidiaban con la pérdida de empleo porque un cónyuge usaba pornografía en el trabajo. Lamentablemente, hemos conocido a muchas parejas que no protegían a sus hijos de la pornografía, a veces debido a luchas o engaño en su matrimonio sobre la pornografía. La pornografía rompe la confianza y aumenta el riesgo de separación y divorcio. Durante una conferencia nacional de abogados de divorcio, poco más de la mitad de los abogados indicaron que la pornografía en la Internet había desempeñado un papel importante en los divorcios que habían manejado durante el último año.7

Apoyo y traición conyugal Estar casado con alguien que lucha con la pornografía tiene un costo espiritual, emocional, físico y psicológico. Es importante que los cónyuges sepan que ellos no son la razón por la que su esposo o su esposa busca pornografía, contrariamente a lo que se les pueda decir; es imposible que los cónyuges compitan con la fantasía. Los cónyuges pueden sufrir de síntomas de trastorno de estrés postraumático cuando descubren la adicción a la pornografía de su cónyuge y pueden sentir una tremenda sensación de traición.8 En los casos de adicción a la pornografía, cuando el comportamiento de un cónyuge altera seriamente la vida de la familia, el otro cónyuge suele ser el que principalmente cuida de los niños, las finanzas y el mantenimiento de la casa, y el que sostiene la percepción de que las cosas están bien ante la familia y los amigos.

Esperanza para las parejas casadas ¡Pero hay esperanza! Aunque liberarse de la pornografía puede ser difícil y lleva tiempo, es posible. El Señor quiere curar matrimonios que han sido dañados por el uso de pornografía de un cónyuge o de ambos cónyuges.

Desarrollar límites Establecer límites claros puede ayudar a la gente a evitar el uso de pornografía. Varios límites comunes son evitar dispositivos de Internet no monitorizados, búsquedas de imágenes, anuncios de lencería, teléfonos inteligentes en el baño, estantes de revistas, ir a habitaciones de hotel solo, acostarse después del cónyuge y mentir u ocultar información al cónyuge. Muchas parejas han encontrado útil utilizar software de rendición de cuentas y de filtrado en teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras, etc. El software de filtrado bloquea la mayor parte de la pornografía en la Internet, y el software de rendición de cuentas puede enviar por correo electrónico informes semanales de actividades en la Internet a personas de confianza.

Construir rendición de cuentas Hablando de rendición de cuentas, este uno de los factores más importantes para que las personas hagan progresos significativos en liberarse de la pornografía. En el caso de los hombres, rendir cuentas ante otros hombres de confianza suele hacerles un favor, pues la mayoría de hombres católicos necesitan aliento y trabajo en equipo para evitar la pornografía. Las mujeres también se benefician de los grupos de rendición de cuentas de mujeres que se esfuerzan por alcanzar la pureza. En un primer momento se puede necesitar mucho valor para rendir cuentas ante otras personas, pero esta es una de las maneras más eficaces de liberarse de la pornografía.

A los cónyuges: La Iglesia los acompaña con amor y ternura mientras se enfrentan a este pecado y sus efectos sobre su matrimonio y vida familiar. —Crea en mí un corazón puro, p. 24

Intimidad saludable El posible que las esposas ni siquiera se den cuenta de que durante el momento más íntimo con su esposo, este pueda estar lidiando con pensamientos y fantasías sobre la pornografía. Uno de nuestros consejeros recomendó que mantengamos encendida una pequeña luz o velas en la habitación y hacer contacto visual mientras hacíamos el amor. Nuestro consejero también nos animó a afirmarnos mutuamente y conversar mientras hacíamos el amor. Estas recomendaciones nos ayudaron a conectarnos y unirnos profundamente. También hemos desarrollado una mayor intimidad emocional y espiritual en nuestro matrimonio practicando con frecuencia la afirmación mutua, la escucha mutua, la oración juntos y la conexión emocional mutua.

Orar juntos Hemos encontrado muy útil decir juntos una breve oración cada día pidiendo a Dios que bendiga nuestro matrimonio y nuestra familia.

Honestidad y confianza En su trabajo como consejero con parejas casadas, Sam ha escuchado decir a muchas esposas que las mentiras y engaños de su esposo sobre el uso de pornografía son tan dolorosos, si no más dolorosos, como el uso de pornografía en sí. Se trata de cuestiones delicadas, pero la apertura y la honestidad entre los cónyuges es importante para la verdadera curación, especialmente si ha habido adicción a la pornografía. Puede ser muy útil para las parejas recibir apoyo de consejeros para desarrollar honestidad y confianza en sus matrimonios.

Consejería y apoyo a parejas Las parejas casadas que se están curando de la pornografía necesitan a menudo consejería matrimonial para reconstruir la confianza y la comunicación en sus matrimonios. Además, los programas de enriquecimiento matrimonial o fines de semana para cónyuges que están atravesando dificultades en sus matrimonios pueden ser de gran ayuda para que los cónyuges aprendan a confiar de nuevo el uno en el otro y crecer en el amor auténtico.9

Libertad de la adicción a la pornografía Hay diversas pruebas en línea para la adicción a la pornografía, como la Prueba de detección de adicción sexual (SAST) y la Prueba de detección de sexo en Internet (ISST).10 Tres importantes estrategias para liberarse de la adicción a la pornografía son asistir a grupos de doce pasos, buscar consejería profesional y recibir consejería matrimonial. Las personas que consiguen la sobriedad a largo plazo de la adicción a la pornografía suelen asistir a reuniones semanales de doce pasos, llamar a su padrino y otros miembros del grupo todos los días, y trabajar diligentemente con recursos de recuperación de doce pasos. La consejería profesional es muy importante para tratar las heridas subyacentes de la pornografía y curar los matrimonios.

Apoyo conyugal Para los cónyuges que se están curando de los efectos de la adicción a la pornografía de su esposo o esposa, la consejería profesional y los grupos de apoyo a cónyuges son increíblemente útiles. Tener un consejero seguro y comprensivo con quien hablar puede dar claridad y apoyo durante los momentos difíciles. Los grupos de apoyo a cónyuges no son un lugar para que uno se queje de su matrimonio, sino un lugar seguro para aprender a superar momentos difíciles con gracia, fortaleza y toma de decisiones saludables.

Conclusión Esperamos que estos recursos den ánimo y esperanza a otras parejas como nosotros que han experimentado los efectos dañinos de la pornografía. Muchas buenas parejas católicas están luchando con la pornografía, y oramos para que busquen ayuda, ¡y algún día compartan sus historias de esperanza y curación! Esperamos que estos conceptos y recursos ayuden a las parejas no sólo a sobrevivir en su matrimonio, sino a experimentar más alegría, felicidad duradera y verdadera intimidad. Para obtener más recursos, y leer el texto completo de Crea en mí un corazón puro, visite www.usccb.org/cleanheart. En Cristo nuestra esperanza,

Sam y Beth Meier

Sobre los autores Sam Meier, MA, LPC, trabaja para la My House Initiative en la Arquidiócesis de Kansas City en Kansas. Beth Meier, MA, enseña religión en los grados 7 y 8.

Notas Encuesta de adicción a la pornografía (2014) de Provenmen.org, realizada por el Barna Group. Los resultados de la encuesta se encuentran en www.provenmen.org/2014PornSurvey/. . . . Mary Eberstadt y Mary Anne Layden, The Social Costs of Pornography: A Statement of Findings and Recommendations (Witherspoon Institute: 2010), 38; y Ana J. Bridges, "Pornography's Effects on Interpersonal Relationships", en The Social Costs of Pornography: A Collection of Papers, ed. James R. Stoner, Jr. y Donna M. Hughes (Witherspoon Institute: 2010), 89-110. Hay múltiples artículos seculares sobre "Disfunción sexual inducida por la pornografía" y "Disfunción eréctil inducida por la pornografía" en PsychologyToday.com. Véanse también Gary Wilson, Your Brain on Porn: Internet Pornography and the Emerging Science of Addiction (UK: Commonwealth, 2014), 27-36; y Belinda Luscombe, "Porn and the Threat to Virility", TIME Magazine (11 de abril de 2016). Eberstadt y Layden, The Social Costs of Pornography; y Paul J. Wright et al., "More than a dalliance? Pornography consumption and extramarital sex attitudes among married U.S. adults", Psychology of Popular Media Culture 3.2 (2014): 97-109. J. Albright, "Sex in America online: An exploration of sex, marital status, and sexual identity in Internet sex seeking and its impacts", Journal of Sex Research 45 (2008): 175- 186. Véanse Noel J. Bouché, "Exploited: Sex Trafficking, Porn Culture, and the Call to a Lifestyle of Justice" (pureHOPE: 2009); Ana J. Bridges, et al., "Aggression and sexual behavior in best-selling pornography videos: A content analysis update", Violence Against Women 16 (octubre 2010): 1065-1085; y la investigación compilada por el National Center on Sexual Exploitation, www.EndSexualExploitation.org. . . . Jonathan Dedmon, "Is the Internet bad for your marriage? Online affairs, pornographic sites playing greater role in divorces", Press Release (2003) re: Informe de la American Academy of Matrimonial Lawyers; y Pamela Paul, "The Porn Factor", TIME Magazine (19 de enero de 2004). Debra Laaser, Shattered Vows: Hope and Healing for Women Who Have Been Sexually Betrayed (Grand Rapids: Zondervan, 2008); y Peter J. Kleponis, Integrity Restored: Helping Catholic Families Win the Battle Against Pornography (Steubenville, Ohio: Emmaus Road Publishing, 2014), 102-110. Véase en el sitio web de For Your Marriage una lista de programas de enriquecimiento y apoyo matrimonial: www.foryourmarriage.org/marriage-resources/marriage-help-and- support/encouragement/ y www.foryourmarriage.org/marriage-resources/marriage- help-and-support/support/. La prueba SAST (Sexual Addiction Screening Test) está disponible en www.recoveryzone.com/tests/sex-addiction/SAST/index.php. . . ; la prueba ISST (Internet Sex Screening Test) está disponible en peterkleponis.com/SelfTestForInternetPornographyAddiction. . . .

Los riesgos de ver porno en pareja

Si usted es de los que gozan viendo porno con su mujer, es probable que no sepa que eso tiene riesgos. Si quiere saber cuáles son, acá le contamos.

Según estadísticas recientes, 70 % de los hombres y 40 % de las mujeres ven pornografía habitualmente. Ese último dato ha causado gran sorpresa, pues se suponía que el morbo sexual era monopolio del sexo masculino. La explicación es internet. Como todo el mundo puede ver más posiciones sexuales que las que tiene el Kamasutra con un solo clic en su celular, la clandestinidad que tenía la pornografía en el pasado ha dejado de existir. Y como las mujeres son seres sexuales y, por lo general, curiosos, las películas para adultos se han convertido en una actividad normal para la pareja.

Pues hay malas noticias, y más para los hombres que para las mujeres. Según un reciente estudio de la Universidad de Oklahoma, ver porno con su pareja es más negativo que positivo para la relación. Más grave aún: los casados que ven ese tipo de películas habitualmente tienen el doble de posibilidades de divorciarse que los que no lo hacen. De acuerdo con la investigación, las mujeres que se acostumbran a ver porno son mucho más propicias a querer un divorcio que las que no han conocido ese mundo.

La estadística que más sorprende es que una de cada tres mujeres en Estados Unidos ve pornografía por lo menos una vez a la semana. La universidad de Oklahoma entrevistó a 6000 adultos durante un periodo de diez años y confirmó que los efectos nocivos de compartir esa pasión son grandes.

La metodología consistió en comparar a las parejas que ven porno con las que no y hacer seguimiento cada tres años para verificar cuántas se habían divorciado. El resultado fue que solo el 6 % de las parejas “zanahorias” había llegado a ese punto, mientras que en las “atrevidas” la cifra era del 11 %. Y en las entrevistas de mujeres queda claro que cuando ven porno solas y no con sus maridos la tasa de divorcio aumenta hasta un 16 %.

Para el doctor Samuel Perry, quien lideró la investigación, el descubrimiento de las mujeres del cine porno despierta en ellas un erotismo que con frecuencia altera el equilibrio tradicional de sexualidad con que se casan las parejas. Aunque se da por sentado que el derecho al placer es igual para las dos partes, está demostrado que la afición a la pornografía aumenta las posibilidades de infidelidad.

Históricamente, ese fenómeno era más masculino que femenino. Hoy es mixto, en parte por la liberación sexual. Y cuando hay exploración por fuera del matrimonio, a veces lo que se encuentra es mejor que lo que se tiene en casa. Sin embargo, hay otro problema que no es menos grave. Las personas que ven porno prácticamente todos los días acaban teniendo menos sexo con su pareja que las que no lo hacen. Es tan grande la diferencia entre lo que ven en la pantalla con lo que les ofrece el lecho conyugal que pierden interés. En las mujeres, esto se traduce a veces en que prefieren la masturbación con fantasías. En los hombres, la cosa es más complicada. Algunos optan por buscar prostitutas con quienes se atreven a pedir las maromas que han visto en las películas. Pero hay un riesgo aún peor: que de tanto acostumbrarse a ver esas maromas no puedan excitarse sin estas y se enfrenten a una posible disfunción eréctil cuando no estén viendo una de esas películas. En otras palabras, si a usted le fascina ver porno con su pareja, tenga cuidado: por un lado, ella se le puede ir con alguien más y, por el otro, puede que pierda su erección.

Grupos de apoyo para addicion al sexo y a la pornografía Porn and Sex Addiction Support Groups

Another key to long-term recovery is connecting the addict with peer support group(s) for pornography and sexual addiction.

Guidelines for Church-based Peer Support Groups Like a 12-step group, a church-based peer support group should have no designated leader. Talk with the church pastor and enlist support for starting the peer support group. Try meeting weekly or b-weekly to read through a book. (For a list of recommended books about sexual addiction and recovery, click here.)

Group Rules for Safety Same-sex small groups No crosstalk: don't comment on what others share Do not give advice Avoid giving "advice prayer" or consider using pre-written prayers Sign confidentiality agreement

Here is a list of other suggested groups: 12 STEP NATIONAL RESOURCES

Sexaholics Anonymous International Central Office P.O. Box 3565 Brentwood, TN 37024 Email: [email protected] Phone: (615) 370-6062 Toll-free: (866) 424-8777 Fax: (615) 370-0882

Sexual Compulsives Anonymous SCA P.O. Box 1585 Old Chelsea Station New York, NY 10011 Phone: (800) 977-HEAL

Sexual Recovery Anonymous Email: [email protected] Regional contact information displayed on website.

Sex Addicts Anonymous ISO of SAA PO Box 70949 Houston, TX 77270 USA Email: [email protected] Phone: (800) 477-8191

Sex and Love Addicts Anonymous Fellowship-Wide Services 1550 NE Loop 410, Ste 118 San Antonio, TX 78209 Email: [email protected] Phone: (210) 828-7900 Fax: (001) 210-828-7922

S-Anon (for those close to a sex addict) S-Anon International Family Groups P.O. Box 111242 Nashville, TN 37222-1242 E-mail: [email protected] Phone: (800) 210-8141 or (615) 833-3152

LIVING WATERS (A comprehensive Christ-centered program of Desert Streams Ministries, usually taught over a 25-30 week period, which ministers to people dealing with various kinds of sexual and relational brokenness.) Desert Stream Ministries PO Box 9999 Kansas City, MO 64134 Email: [email protected] Phone: (866) 359-0500

ONLINE RESOURCES Setting Captives Free Christian recovery site, which offers an online 60-day course for addicts of pornography, masturbation, and sexual immorality, as well as resources for recovery from other addictions. Christians in Recovery A group of recovering Christians dedicated to personal one-on-one sharing of faith, strength and hope as we live each day in recovery.

“VICTORY TELECONFERENCE GROUPS” Journey with other "warriors" through addiction recovery, and grow as a part of a faith-based men's group - in the convenience of your own home or office over the telephone. Call for info on "visiting" a group from anywhere: 877-590-SOUL (7685) (US) or 719-590-SOUL (International). Or visit healingforthesoul.org.

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BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS

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Schaumburg, Harry, W. La Adiccion Sexual. Casa Bautista of Pubns. Toledo, OH, U.S.A. 2009.

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http://www.safefamilies.org/pastorindividualstep6.php