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Medios de comunicación y medios visuales en los conflictos armados en la posguerra fría1

Martha Cabrera*

Profesora / investigadora de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia correo electrónico: [email protected]

Comunicación como tiene un ganador en términos de construcción de propaganda audiencias (traducción mía).

Comenzó con la , el em- Con la anterior afirmación Danny paquetado de noticias, los gráficos, la música, Schechter, ex productor de CNN y del pro- la clasificación de historias… Todo el mundo se grama 20/20, de la cadena ABC, apuntaba benefició de la saturación del cubrimiento. Entre a los elementos mediáticos que separan a más canales, un público más sedado respondía a la Guerra del Golfo (1991) de las guerras esto… Si se logra enganchar a una audiencia que anteriores, anunciando un Nuevo Orden espere ansiosamente cada nueva revelación, con un en la representación visual y narrativa de la elenco reconocible de personajes que puedan amar guerra en los medios, preludio y símbolo u odiar, con un arco dramático y cierto cierre, se de la Pax Americana.

* Fecha de entrega, 18 de julio de 2006. Fecha de aceptación, 25 de agosto de 2006. 1 Este artículo es un avance del trabajo que desarrolla la autora en el Proyecto “Cultura, Poder e Imagen” de la Línea de Investigación “Manejo y Resolución de Conflictos”, del Observatorio de Análisis de los Sistemas Internacionales, OASI S.

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En efecto, a partir de la guerra de “propaganda” se deriva de, sin embargo, Vietnam2 se evidenció la importancia de la difusión de falsas noticias sobre atroci- los medios en la guerra al punto que, pasa- dades (reveladas como tales tras la guerra) do el conflicto, se sostuvieron sesiones en (Taylor, 2001: 81-82), pero también de su el Pentágono y las escuelas militares cen- uso asociado a la religión (con la creación tradas en cómo lograr una opinión pública de la Congregatio de propaganda fide en positiva en futuros conflictos (Gannett 1622 para contrarrestar la Reforma) y con Foundation, 1991)3. Había, desde luego, la identificación de Lenin de la propagan- un entendimiento de que las guerras se da como función del partido. De estas dos pelean tanto en el campo de batalla como últimas fuentes se desprende la idea que en el de la propaganda. la propaganda es algo de lo cual se debe La génesis de este concepto ayuda sospechar (Stevenson, 1994: 346). a ver a los medios de comunicación no Durante la Guerra Fría, la propa- como mensajeros o sustitutos de las re- ganda adquirió la forma de tácticas de presentaciones existentes, sino como parte desacreditación del enemigo mediante el del discurso político, como constituyentes debilitamiento de su credibilidad en todas de la vida pública (Martín-Barbero, 1998). las áreas posibles (Taylor, 2001: 85). En Propaganda significaba antes de 1914 la este punto, la propaganda se torna en simple propagación de ideas, pero adquirió una herramienta central y se globaliza una reputación negativa después de la I mediante los conflictos por proxy (Corea, Guerra Mundial, en particular a partir de Vietnam) así como en los de baja inten- los primeros experimentos en “guerra psi- sidad del período, y permea además de cológica” (representada por el lanzamiento ideología los espacios de la vida cotidiana de panfletos sobre los aliados por parte -el cine, espectáculos como los Juegos de los alemanes y el control del flujo de Olímpicos, desarrollos científicos como la información por parte de los británicos). carrera espacial, etcétera-. La estabilidad La connotación negativa del término comunicacional del período de Guerra

2 Se asume comúnmente que la guerra de Vietnam fue la primera guerra televisada, aunque cámaras de televisión cubrieron también la guerra de Corea (1950-53). Tal cubrimiento, sin embargo, no tenía difusión masiva (la mayoría de hogares no tenían televisores en ese entonces) y las noticias eran vistas días o a veces semanas después de ocurridos los eventos. 3 Las opiniones están divididas en el tema del papel e impacto de los medios de comunicación en Vietnam. Algunos concluyen que el efecto negativo de los medios contribuyó al eventual fracaso político, mientras otros afirman que al estar comunicando lo que estaba sucediendo se evidenciaron varios errores del gobierno y las fuerzas militares. En lo que si hay consenso es en la relación entre medios y fuerzas militares, así como la mala prensa resultante tuvo impacto tanto positivo como negativo en las políticas estadounidenses en Vietnam, las tensiones entre estos dos grupos determinaron no solo el fin del conflicto, sino que configuraron la forma de recolectar y reportar las noticias en conflictos posteriores (Barber y Weir, 2002: 89). oasis, n°12 121

Fría, representada por el férreo control mediáticas y nociones sobre propaganda mediático en la URSS y el bloque oriental volvieron a emerger y abonaron el terreno y la aceptación de la versiones oficiales de para la representación mediática de los la “verdad” en los EE.UU. como herencia conflictos de posguerra fría. Esta guerra de la era McCarthy, permitió mantener la constituía para los medios norteame- situación hasta la década de los 80. En este ricanos una especie de prueba tras las punto, la revolución tecnológica encarna- discusiones mencionadas anteriormente da en el fax y la televisión satelital, y el glas- sobre el papel de los medios en la derrota nost de Gorbachov (que incluía reformas en Vietnam, conflicto que fue crucial en a los medios de comunicación soviéticos) diseminar la idea que las democracias abrían una nueva era para los medios de necesitan convencer al público mediante comunicación globales. En suma, el tér- los medios de comunicación. mino propaganda (y derivados y variantes El cambio en la estrategia comuni- como “diplomacia pública”, “guerra/ope- cacional en la Guerra del Golfo descansa ración psicológica”, “guerra/operación de básicamente sobre la premisa de que toda información” y otras que Taylor ve como la información que se transmitiera desde conexas) aluden a un “proceso de persua- el terreno debía ser sometida a control. sión diseñado para beneficiar a quien la El avance tecnológico representado en la origina” (Taylor: 105), visión que se pue- capacidad de transmitir las acciones de de complementar con la definición de la forma continua y en directo a escala global OTAN: “información, ideas, doctrinas, o produjo un cambio profundo en la ma- llamados especiales diseminados para in- nera de representar los conflictos bélicos, fluenciar la opinión, emociones, actitudes además de anunciar una nueva era de o comportamiento de un grupo específico relaciones prensa-fuerzas militares. Desde para beneficiar al patrocinador de manera la retirada del ejército norteamericano de directa o indirecta”4. Vietnam, los militares habían revaluado no solo la estrategia militar, sino la me- Los medios en la guerra diática, cuyos nuevos lineamientos estaban del Golfo representados, entre otros documentos, en el memorando Annex Foxtrot, donde Cuando la guerra comenzó en ene- se enunciaban una serie de regulaciones ro de 1991, muchas de las tendencias destinadas al control eficiente del acceso

4 Harold Laswell fue el primer teórico en definir propaganda como: “el control de la opinión mediante símbolos significativos (…) historias, rumores, reportajes, imágenes o cualquier otra forma de comunicación social” (1927: 9, traducción mía). Diez años después expandiría la definición a: “técnica de influir la ac- ción humana mediante la manipulación de representaciones” (1937: 521, traducción mía). En el caso de

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de la prensa a la información al filtrarla pantalla de televisión. Sin embargo, un por medio de informes oficiales desde número de estudios académicos revelan Riyad y Washington, permitiendo ciertas otra realidad. Un contenido de análisis de entrevistas y fotografías, y proporcionan- CNN, Sky News y la televisión británica do de forma muy selectiva, información confirma que, a pesar de la fiebre de la contextual. A los periodistas, que debían “transmisión en directo”, alrededor de la vestir uniformes militares, se les permitía mitad de las imágenes emitidas eran pro- acompañar a las tropas en grupos cono- ducidas en estudios y las que no lo eran, cidos como Media Reporting Teams, (co- hacían parte de las conferencias de prensa nocidos popularmente como pools), pero autorizadas por los militares (Morrison, tanto las fotografías como los reportajes 1992). El análisis de contenido del cubri- eran sometidos al escrutinio militar antes miento del New York Times hecho por T. de la transmisión (Taylor, 2001: 90)5. G. Morlan (1992) muestra, por ejemplo, La estrategia de mantener un “am- que las descripciones negativas de Saddam biente informativo controlado” (Taylor, Hussein aumentaron significativamente 1998: 31) dio buenos resultados en tras el inicio de las hostilidades. En su términos de audiencias, así como en la análisis del cubrimiento televisivo de la construcción ideológica de respaldo para guerra, John Newhagen (1994), señala de la guerra y de credibilidad para los mili- otra parte, que las historias construidas a tares. Parte del éxito residía también en partir de fuentes iraquíes eran más críticas el uso de estereotipos culturales6, de un y más negativas que las que se limitaron a formato dramático altamente construido las fuentes oficiales norteamericanas. En y de unos efectos que hacían creer a la cuanto al campo visual, un estudio que audiencia que estaba viendo un momen- analiza fotografías de la Guerra del Golfo to histórico pasar frente a sus ojos en la publicadas por revistas norteamericanas

las actividades y el esfuerzo de un gobierno por alcanzar e influenciar públicos más allá de sus fronteras, se prefiere el empleo del término “diplomacia pública” (Stevenson, 1994). 5 Estrategia que había sido ensayada ya en Grenada (1983) y Panamá (1989) y basada a su vez en el control informativo efectuado por los ingleses en la guerra de las Malvinas (Taylor, 1998: 35-36; Belknap, 2002). 6 Desde los primeros días de la crisis, los medios transmitieron una imagen de Hussein como loco, como asesino, y particularmente, como dictador al estilo de Hitler. Reforzaba estas nociones el reportaje de crímenes reales y supuestos perpetrados por Hussein (como el uso de armas químicas en contra de la po- blación kurda, hecho que no fue transmitido en su momento, cuando el dictador era aliado de los EEUU). La cultura popular norteamericana, por su parte, contribuyó con numerosas imitaciones y ridiculizaciones en múltiples artefactos (música, camisetas, caricaturas, etc.). La satanización de Hussein previa al conflicto promovió eficazmente la noción de que era necesario tomar acción militar en su contra con el fin de eliminar la amenaza, para lo cual se reportó sobre las armas químicas que poseía, su potencial nuclear y su capacidad para movilizar ataques terroristas en territorio de los EEUU y sus aliados (Kellner, 1992, 1995; Shohat y Stam, 1994). oasis, n°12 123 demuestra que se enfatizó más en el aspec- ción de un “nosotros” (las democracias to tecnológico militar que en el humano occidentales) y un “ellos” (los totalita- (Griffin y Lee, 1993)7, hallazgo que está rismos islámicos) como grupos sociales en consonancia con un número de análi- diferenciados basándose en el lenguaje y, sis realizados para otros medios (prensa, por ende, en el discurso (Van Dijk, 1998: revistas y televisión) (Hardt, 1991; Katz, 5-6). Esto está muy bien ejemplificado 1992; Kellner, 1992; Mowlana et al., en la documentación del periódico danés 1992; Zelizer, 1992, entre otros). Politiken sobre la manera como los medios El trabajo ideológico avanzado en los norteamericanos se referían a los bandos en medios trabajó eficazmente en la construc- conflicto. El orden binario que emerge de

Los aliados tienen: Irak tiene: Ejército, Armada, Fuerza Aérea Maquinaria de guerra Regulaciones para los periodistas Censura Comunicados Propaganda

Los aliados: Los iraquíes: Eliminan Matan Neutralizan Matan Aguardan Se entierran en trincheras Conducen bombardeos de precisión Disparan contra todo

Los soldados aliados son: Los soldados iraquíes son: Profesionales Fanáticos Precavidos Cobardes Valientes Carne de cañón Leales Obedecen ciegamente

Los misiles aliados Los misiles iraquíes Causan daño extensivo Causan víctimas civiles

George Bush es: Sadam Hussein es: Resuelto Intratable Equilibrado Loco

Fuente: Adaptado de In These Times, feb. 13, 1991, 5.

7 En un trabajo más reciente Griffin (2004) se basa en su investigación sobre la Guerra del Golfo y compara las narrativas visuales de ésta con las del cubrimiento de la guerra con Afganistán para llegar a conclusiones similares: ambas se caracterizan por un número de motivos recurrentes y predecibles.

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aquí se reconoce fácilmente dentro de los ción mediática donde los eventos no es- estereotipos culturales que definió Edward taban inscritos dentro del marco histórico Said en su ya clásico Orientalismo ([1978]) más amplio del Medio Oriente, o hicieron y se apoya retóricamente en un discurso conexiones con asuntos como la economía “civilización vs. barbarie” recurrente en la política del petróleo, las divisiones entre política norteamericana (Ivie, 1996; 2005, países ricos y pobres en la región, las rela- Bates, 2004): ciones entre países árabes, la búsqueda de Al reducir la complejidad de las rela- liderazgo regional por parte de algunos de ciones sociales a una serie de oposiciones estos países y sus relaciones con los EE.UU. binarias, el orientalismo sirve como dis- Construyeron, en contraste, una narrativa curso articulador de la diferencia. Crea, simplista y omitieron discusiones más pro- según Said, una “geografía imaginada” que fundas y sin duda, controversiales, como divide el mundo en dos partes desiguales: la contribución de EE.UU. y otros países el mundo familiar de Occidente (racional, occidentales a la construcción del aparato virtuoso) y el mundo sensual, exótico, pero militar iraquí; la relación conflictiva y también irracional y peligroso de Oriente compleja previa al conflicto entre Kuwait e (Said, 1994: 40 – 42). Así, el orientalismo Irak y, finalmente, cualquier mención a los pasa del discurso colonial al arsenal ideo- intereses petroleros de EE.UU. en el Gol- lógico de Occidente (Bernstein y Studlar, fo Pérsico. Ausente de la representación 1997: 2) y se constituye como una forma mediática estaba la historia neo/colonial de autoridad sobre Oriente (Said, 1994: de la región, la historia de intervenciones 12) que legitima la asimetría de poder norteamericanas, las relaciones entre los y perpetúa la imagen de antagonismo e países árabes e Israel o incluso la relación incompatibilidad de las partes. entre países árabes (Kellner, 1992). En Los medios de comunicación occi- suma, se creaba una especie de “historia dentales, insertos en las lógicas comer- instantánea” donde la nueva tecnología ciales, ideológicas y culturales que les son mediática, en lugar de empoderar a los propias, codificaron y enmarcaron los medios de comunicación y profundizar la eventos dentro de narrativas parcializadas comprensión de la guerra, llevó más bien política y culturalmente8. Así, no resulta a simplificar e incluso a distorsionar los demasiado sorprendente una representa- eventos (Hoskins, 2004).

8 Sobre el proceso de construcción de la noticia a partir de las presiones comerciales, véase McQuail (1998), sobre la construcción de la noticia a partir de marcos reconocibles, resultan útiles las discusiones sobre términos relacionados: “marcos” (Goffman, 1974; Entman, 1993; Fisher, 1997), “marco ideológico” (Chibnall, 1977) y “marcos de inferencia” (GMUG, 1980). oasis, n°12 125

El nuevo sensorium9 guerra, tal como se concebía entonces. Las imágenes del bombardeo nocturno de En contraste con el control de la Bagdad, tomadas por cámaras nocturnas información, otra novedad de la Guerra producían una visión casi surreal de la del Golfo en materia de representación de guerra como fenómeno estético. Aparecían conflictos fue la forma de transmisión en imágenes de edificaciones, puentes y otros tiempo real de los bombardeos aéreos en objetivos militares (jamás civiles) en el pro- particular. La transmisión en directo de la ceso de ser destruidos por bombas orienta- guerra comenzó desde el instante mismo das por láser, las cuales eran captadas por del primer ataque aéreo (enero 16, 1991) cámaras fotográficas puestas en aviones por cuenta de las tres grandes cadenas de y en ocasiones en las mismas bombas. noticias de los EE.UU. (ABC, CBS y NBC). Estas imágenes se transmitían a satélites Fue, sin embargo, la cadena Cable News desde donde se grababan y distribuían Network (CNN) la que se hiciera célebre posteriormente a una audiencia atónita. al tener a un único corresponsal (Peter Los “objetivos militares”, siempre vacíos, Arnett) transmitiendo desde Bagdad. contribuyeron a la codificación visual de la Adicionalmente, los reportajes de Arnett guerra como una operación donde se extir- sobre los daños inflingidos a la infraestruc- paba una enfermedad maligna (el aparato tura civil iban en contravía de la imagen militar iraquí, dominado por un loco). Es satinizada de la guerra que la coalición necesario resaltar que otros autores señalan pretendía, ejemplo de lo cual es el uso que Irak fue sometido a intensos bombar- de términos como “bombas inteligentes” deos convencionales y que tan solo el 7% (smart bombs) y “precisión quirúrgica” de las bombas eran “inteligentes”, y más (surgical precision) para referirse a armas aún, el 10% de éstas erraron su objetivo y operaciones. de forma tal que la infraestructura de El montaje de las noticias de la guerra Irak fue destruida (Mowlana et al., 1992; en forma de “drama” televisivo resultó Taylor, 2001). atractivo para las audiencias, que asistían Los espectadores, sin embargo, es- a un espectáculo nunca antes visto, más taban familiarizados con esta imaginería parecido a un juego de video que a una gracias a medios visuales distintos de las

9 Para Walter Benjamin (1969), el cambio tecnológico (representado en su trabajo por la invención de la fotografía) creó una crisis en la percepción, al permitir reimaginar el orden sensorial (sensorium) y reestruc- turar así la experiencia de estar-en-el mundo. Posteriormente, Marshall McLuhan (1994) contempla los medios como parte de una fuerza que reordena los sentidos al verlos como extensiones del sensorium. En este sentido, la nueva experiencia sensorial que inauguraba la transmisión de la Guerra del Golfo abrió fronteras para imaginar cambios en los órdenes político, social y cultural, a la vez que desestabilizaba instituciones y prácticas políticas y culturales.

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noticias: ciencia ficción, juegos de video gran parte en mapas, imágenes y noticias y los efectos especiales de las superpro- que de la observación directa – informa- ducciones de Hollywood. La guerra se ción confirmada posteriormente por los presentaba ahora envuelta en un aura de militares (Baudrillard, 2001: 29-30). alta tecnología, poderío militar y “lim- De forma talvez más provocativa, pieza” que los medios de comunicación Baudrillard afirmó que el conflicto ni si- transmitían a escala global. La noción de quiera debe verse como una guerra debido guerra “limpia” (o sea, sin víctimas civiles a la diferencia entre las partes: mientras la – o “daño colateral”, como se le conoce coalición apenas sufrió bajas y luchó una eufemísticamente) se producía gracias a especie de guerra virtual, Irak intentaba la ilusión de que solo máquinas y no seres luchar por los medios tradicionales. Esto vivos participaban en esta guerra anti- no quiere decir que no hubiera encuentros séptica de alta tecnología. Esto también entre los actores o violencia, sino que no parecía dar crédito a los informes militares hubo una “Guerra del Golfo”, sino una que insistían en que se estaba evitando serie de atrocidades pasando por una eficazmente afectar a los civiles gracias al guerra. Este argumento describe la guerra uso de la tecnología. a la inversa de la fórmula de Clausewitz, La intersección de visualidad, tec- la guerra no se trata ya de la continuación nología y espectáculo que transformó la de la política por otros medios, sino de la naturaleza de la guerra provocó intere- continuación de la ausencia de política por santes reacciones intelectuales. Una de otros medios. Así, Hussein no estaba com- las posiciones críticas más provocativas batiendo la coalición, sino sacrificando a es la del filósofo francés Jean Baudrillard, sus propias tropas para mantenerse en el quien afirmó tajantemente que “la guerra poder. Los aliados, por su parte, tampoco del golfo no tuvo lugar”10. Con esto no combatían a Hussein, sino más bien rea- quiere decir que los eventos jamás suce- lizaban intensos bombardeos diarios en dieron, sino que el estilo de combate había su afán de convencerse de estar luchando cambiado de tal forma que existía más en contra un adversario peligroso. Los medios la forma de imágenes de radar y en las de comunicación fueron cómplices en esta pantallas de televisión que como combate empresa al presentar la guerra en “tiempo real; afirmaba también que muchas de las real” y reciclando imágenes de la cultura decisiones tomadas en la guerra provenían global popular (Hollywood y los juegos de más de informes de inteligencia basados en video, en particular). Lo que la audiencia

10 Traducción de tres ensayos publicados en el periódico francés Libération entre enero y marzo de 1991 sobre los eventos del Golfo Pérsico, editados en forma de libro con el mismo título. oasis, n°12 127 considera real no es más que imágenes, lo Intervención humanitaria que ve, según Baudrillard es: "una mas- y medios de comunicación carada de información: caras marcadas entregadas a la prostitución de la imagen, Somalia la imagen de una angustia ininteligible” “Los medios de comunicación nos metieron (Baudrillard, 2001: 40, traducción mía). en Somalia y después nos sacaron”, John Shattuck Estas afirmaciones pueden verse a la luz (ex Secretario Asistente de Estado). del papel de los medios en este conflicto: según Baudrillard, las imágenes estaban El caso de la operación Restore Hope, tan editadas que lo que se emitió no tiene en Somalia (1992-93), se cita frecuente- nada que ver con una guerra real11. mente como muestra de la influencia de También desde el punto de vista filo- los medios de comunicación en la toma de sófico, Paul Virilio critica a Baudrillard por decisiones de política exterior al asumirse su posición negativa (la guerra no sucedió) que las imágenes de somalíes hambrientos y asume el conflicto como una guerra (especialmente niños) ejercerían presión mundial en miniatura – local y mundial para intervenir12. Sin embargo, no hubo a la vez. Local por su ubicación y mundial cubrimiento extenso en apoyo a la opera- en términos de representación mediática ción antes de hacerse pública la decisión y uso de satélites y otras tecnologías que del presidente George Bush de intervenir permitieron manejar la guerra a distan- (Mermin, 1997: 391). A partir de ese cia. Virilio coincide con Baudrillard, sin momento, el cubrimiento se enfocó en los embargo, en que el conflicto se visibilizó aspectos positivos de la decisión de inter- gracias al artificio mediático más que por venir y contribuyó así a apoyar la agenda la intensidad de las acciones en el campo del ejecutivo (Robinson, 2000: 408), de batalla. En suma, para Virilio, hay en “la televisión no guio sino que siguió la el caso de la Guerra del Golfo, preponde- acción política o las propuestas” (Strobel, rancia del tiempo real sobre el espacio real 1997: 136, traducción mía). Paradójica- (Virilio, 2002). mente, para que existiera efectivamente una crisis humanitaria en Somalia en la cual los EE.UU. podían intervenir posi- tivamente, la crisis debió existir primero

11 Los argumentos de Baudrillard fueron objeto de una crítica que iba desde acusarlo de “revisionismo” (de afirmar que los acontecimientos no sucedieron nunca), a posiciones más moderadas que explicaban su argumento a la luz de la consideración de que los acontecimientos del Golfo no constituían una guerra. Véase Norris, 1992. 12 Se citan también como motivos la intención de George Bush de retirarse con un gran gesto final así como la consideración de que al intervenir en este conflicto, se evitaría hacerlo en Bosnia (Robinson, 2000).

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en Washington y después en la televisión por televisión. Conectadas temáticamente (Mermin: 397). con Vietnam (más que con la entonces Al asumirse como una intervención reciente Guerra del Golfo), estas imágenes de “bajo riesgo” y que contaba con apoyo representan humillación norteamericana e público suficiente, el tono mediática fue incluso contribuyeron a articular cierta re- positivo: las primeras imágenes mostraban tórica de venganza basada en las imágenes el desembarco de los marines en una playa de los dos cuerpos mutilados (más que en (donde ya los esperaban los periodistas) las 16 otras víctimas), venganza “legítima” que parecía más una locación de una al tratarse de “mártires por la paz” (Kull y película que un lugar “real”; de hecho, Ramsay, 1993: 4). daba la impresión que éstos posaban ante La reacción a las imágenes no se hizo las cámaras bajo la luz de lámparas de te- esperar. Los medios de comunicación asu- levisión (Belknap: 106). En términos de mieron que habría, a raíz de éstas, cambios acceso, se permitió a los periodistas llegar en la política exterior debido a los cambios hasta todos los lugares y no hubo control en la percepción pública sobre la interven- sobre la información. ción. Es de resaltarse que las imágenes, Gradualmente, la misión cambió per se, no intervienen en política exterior de carácter; al llegar las donaciones de al estar sujetas a diferentes lecturas y con- alimentos a las áreas rurales, la mayoría textos distintos. En el caso de Somalia de marines regresaron y la misión dejó daba la impresión que había sido “el poder de parecer un ejercicio de beneficencia de las imágenes” lo que había causado el norteamericano y más una operación de giro político, cuando realmente se había la ONU. Otra misión fue añadida: la de considerado el retiro antes de la exhibición estabilizar políticamente al país (nation pública de las imágenes (Strobel, 180). A building), que implicaba el desarme de las partir del episodio de la Batalla de Moga- facciones que combatían por el control de dishu, la administración Clinton limitó la capital somalí, Mogadishu, y la captura efectivamente su intervención humanita- del líder de uno de los clanes, Mohammed ria a lugares de interés nacional, de allí su Farah Aideed. La operación resultó un fra- negativa de intervenir en Ruanda (1994) caso: alrededor de 70 hombres resultaron y sus acciones en Bosnia (1995) y Kosovo heridos y 18 resultaron muertos y único (1999). En los medios, la decisión de re- sobreviviente, el piloto de helicóptero tirarse se apoyó en la narrativa “conflicto Michael Durant, fue capturado. Imágenes entre clanes tradicionales” (basada a su vez de su rostro hinchado ocuparon la portada en “tipologías evolucionistas familiares, de Time, Newsweek y otras revistas, mien- asunciones racistas, modelos antropológi- tras las de los cuerpos de sus compañeros, cos y un deseo popular por la simplicidad desnudos y mutilados se transmitieron que alienta la auto-imagen norteameri- oasis, n°12 129 cana”, Besteman, 1996: 120; traducción reporteros frente a unos comunicados mía), construyendo una imagen muy oficiales que decían muy poco, sino que simplificada de los somalíes como “otros” le dieron a Slobodan Milosevic la opor- que pueden ser eventualmente descartados tunidad de emplear los medios de comu- (Besteman, 130). nicación a su favor (Belknap, 107). La propaganda serbia describía la operación Ex - Yugoslavia – Kosovo de la OTAN como agresiva y fascista, por "Donde no hay cámara, no hay intervención encima de la moral y la ley internacional. humanitaria", Bernard Kouchner (ex ministro de Los serbios, incluyendo periodistas que salud francés, gobernador de Kosovo). intentaron asumir una posición inde- pendiente hacia el régimen de Belgrado A diferencia de la Guerra del Golfo, sintieron igualmente el discurso de la donde los medios encontraron un mar- propaganda (Goff, 1999). Enfurecido por co narrativo para explicar los eventos, el manejo de medios de Milosevic, Clark la caracterización de los conflictos en la autorizó el bombardeo de la sede de la antigua Yugoslavia ofrecía un reto mayor, televisora serbia. Tras la campaña aérea, se en ausencia de intereses geoestratégicos y regresó a la práctica de incorporar reporte- económicos más evidentes. Eventualmen- ros en las unidades militares – tal como en te se tejería la narrativa de un conflicto de la Guerra del Golfo (Belknap, 108). larga data en el área, que descansaba en La parte que los medios no expre- una supuesta “tradición” de odio étnico. saron con claridad era que había ciertas En ese sentido, la intervención de fuerzas lógicas subyacentes en la noción de “in- extranjeras en la región por causas huma- tervención humanitaria”. Una de estas nitarias estaría plenamente justificada. era, por ejemplo, la necesidad de asignarle Como en la Guerra del Golfo, se un nuevo papel a la OTAN , que corría el empleó una estrategia de control de in- riesgo de convertirse en una institución formación que resulta útil para ilustrar las anacrónica con el fin de la Guerra Fría. diferencias en el cubrimiento mediático en Es a partir de las guerras en la antigua operaciones de paz y de guerra: durante las Yugoslavia, que la OTAN encuentra nue- operaciones de paz en Bosnia, los medios vos campos de acción: sus aviones fueron de comunicación recibieron apoyo de los usados en Bosnia en 1995 en el marco de militares en su labor, pero en la campaña una operación de las Naciones Unidas y aérea de Kosovo, el general Wesley Clark, la SFOR (Stabilization Force), liderada por comandante de las fuerzas de la OTAN en la OTAN , monitoreó la paz en esa misma Kosovo, invirtió la ecuación. Esto resultó área. Motivos geoestratégicos para el for- no solo en comparaciones odiosas con talecimiento de la OTAN en la posguerra Vietnam y frustración por parte de los fría era el control de la emergente “esfera

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de influencia alemana” en Europa Central o la credibilidad misma de los informes y Oriental, así como la intención de los sobre las atrocidades serbias estuvieron EE.UU. de minar la idea de Alemania y ausentes de la representación mediática Francia de desarrollar una política común en este caso particular. El argumento que europea de seguridad y defensa (Gowan, justificaba la intervención de la OTAN 1999: 93). La posibilidad de aumentar las y que los medios reprodujeron era el ventas de armas de los EE.UU. a la OTAN de la misma OTAN, que el gobierno de y a sus nuevos miembros (Polonia, Repú- Milosevic había causado una emergencia blica Checa y Hungría, que adhirieron en humanitaria en Kosovo al permitir el ge- 1999) se ha mencionado igualmente. nocidio de albaneses étnicos en la provin- De otra parte, la conversión de la cia (Judah, 2000)13. La causa inmediata, OTAN en una “fuerza de paz” era amplia- evidente, fue la negativa serbia de aceptar mente celebrada en los EE.UU. (máximo las propuestas (hechas en su mayoría por socio de la organización): Madeline Al- los norteamericanos) de Rambouillet (fe- bright, Secretaria de Estado de la admi- brero-marzo de 1999), donde el famoso nistración Clinton, describía en 1998 a la Apéndice B exigía lo siguiente: OTAN como “una fuerza para la paz desde El personal de la OTAN disfrutará, el Medio Oriente hasta África Central”, así como sus vehículos, naves, aeronaves mientras el Senador Richard Lugar insistía y equipos, de paso libre e irrestricto así en que si la OTAN “no salía de su área, se como acceso dentro de la RFY (República quedaría sin trabajo” (en Thussu, 2000: Federal de Yugoslavia), incluyendo el espa- 347-348, traducción mía). En esta lógi- cio aéreo asociado y las aguas territoriales. ca, la intervención en Kosovo era el paso Esto incluirá, pero no estará limitado, siguiente para una organización militar el derecho de las tropas a campamento, que buscaba cambiar de carácter. maniobra, alojamiento y utilización de La legalidad de las 11 semanas de cualquier área o instalaciones requeridas bombardeo de Kosovo, el precedente crea- para apoyo, entrenamiento y operaciones do en materia de relaciones internacionales (citado en Nohrstedt et al., 2000: 389, según el cual la defensa de los derechos traducción mía). humanos pasa por encima de la soberanía Esta cesión de soberanía, que po- nacional (“intervención humanitaria”) siblemente ninguna nación aceptaría,

13 Una narrativa paralela que figuró ampliamente en las noticias y que ayudó a la legitimación de la inter- vención en Kosovo es la de la violencia de género, que figuró también, aunque en otra forma, en la Guerra del Golfo (en forma de la referencia a la “violación” de Kuwait por Irak). En el caso de Kosovo, las cifras de violaciones y la situación de la mujer albanesa en un orden masculino e incluso el ocasional paralelo con el Holocausto fueron invocados como motivos válidos para intervenir (Stables, 2003). oasis, n°12 131 se presentó en los medios como una aspectos tecnológicos que ocultaban negativa irrazonable e intransigente14. los daños materiales y las muertes pro- Para la propaganda serbia, de otra parte, vocadas por acciones de la OTAN. El Rambouillet constituía una provocación bombardeo “accidental” de la embajada hacia un país independiente (Chomsky, china en Belgrado (mayo 7, 1999), por 1999: 107–109). ejemplo, se explicó por el uso de mapas Un estudio de contenido de dos desactualizados, pero una investigación programas de CNN (Insight y Worldview) conjunta de los periódicos Observer antes y después del bombardeo muestra (inglés) y el ya mencionado Politiken que el cubrimiento de la guerra de Kosovo mostró que se trató de un acto delibera- se caracteriza por: do, al detectar la OTAN señales enviadas desde la embajada al ejército yugoslavo 1. El reportaje acrítico de las acciones de (Thussu, 350). la OTAN como “intervención huma- nitaria”, omitiendo el análisis de temas En términos generales, el cubrimiento claves en la comprensión del conflicto y de las acciones de la OTAN en Kosovo se los intereses en juego como: los cambios hizo en la misma tradición que la de la en el papel de la OTAN, la legalidad del Guerra del Golfo: reiterando el éxito de bombardeo y las consecuencias de la in- las acciones “aliadas” y justificándolas mo- tervención para el tema de la soberanía ralmente. De nuevo, el discurso noticioso nacional, simplificó la situación e instaló un discurso 2. La satanización de Slobodan Milosevic polarizante de “buenos” y “malos”. La (construido mediáticamente como un OTAN y sus estados miembros encarnaban déspota al mando de un “país paria” y la “comunidad mundial” y el interés en la comparado frecuentemente con Sadam paz y los valores humanitarios (Nohrstedt Hussein), et al.: 384), de ahí que el patrón narrativo 3. El enfoque en las atrocidades (reales o predominante sea el de presentar la acción supuestas) serbias y la exageración en las como intervención humanitaria, siguien- cifras de albaneses étnicos muertos. do con la tendencia de posguerra fría de 4. La promoción entusiástica y reiterada las grandes cadenas de noticias de seguir la de una guerra sanitizada, centrada en agenda norteamericana (Thussu: 359).

14 El bombardeo de la OTAN, que se suponía era para obligar a Milosevic a aceptar el acuerdo de paz de Rambouillet y detener la “limpieza étnica” en Kosovo hizo escalar la resistencia y fortaleció a Milosevic en el corto plazo, y resultó simultáneamente en un flujo improcedente de refugiados albaneses (Nohrstedt et al.: 385).

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La Guerra contra el heroísmo de los socorristas. Después se el Terrorismo y después… pasó a la movilización de la ayuda, cen- trada en las historias de los voluntarios, “Si la primera guerra del Golfo podía en- las campañas de ayuda, los donantes de tenderse como un video juego, las guerras de Irak sangre, etc. Por último, se presentaron los y Afganistán se desarrollaron como espectáculos efectos secundarios: la interrupción de la deportivos…” actividad económica, el sufrimiento de Scott Forsyth los supervivientes y de los familiares de las víctimas (Griffin, 2004: 388)17. La guerra contra el terrorismo es, en En el curso de las semanas posteriores buena parte, una guerra de imágenes, tal al S-11, las fotografías periodísticas siguie- como los ataques del 11 de septiembre ron este mismo esquema. Sin embargo, se programaron no sólo para provocar cada etapa se condensó gradualmente en el caos, sino para crear un espectáculo una repetición de fotografías simbólicas, mundial al atacar símbolos del prestigio y íconos visuales que interpelan al espec- el poder de los EE.UU., la respuesta tam- tador. A finales de octubre la narrativa bién ha sido consciente de los efectos de de desastre estaba siendo gradualmente la imagen15. En este evento particular, la sustituida por la de la “guerra contra el reacción mediática tomó, en un principio, terrorismo”, representadas en imágenes la forma del cubrimiento de un desastre: del incidente del ántrax y de la creciente en un primer momento, las noticias se actividad militar en Afganistán, la cual no enfocan en el espectáculo de las explosio- estaba centrada, como en la Guerra del nes, fuegos, la escala de destrucción y el Golfo, en narrativas de “alta tecnología” sufrimiento16. Posteriormente, la atención o “guerra limpia”. Este cambio de direc- recayó sobre los “esfuerzos de rescate” y ción narrativa está en consonancia con el

15 Las imágenes son importantes como evidencia que complementa el discurso noticioso, en la percepción pública, las imágenes no se consideran como procesos culturalmente determinados de representación selec- tiva, sino como reproducciones mecánicas objetivas de la realidad. En ese sentido, el espectador es testigo, vinculando la experiencia personal y la colectiva, lo público y lo privado. 16 Imágenes paralelas a las mostradas por el género de “desastre” en el cine, incluso con enorme similitud visual, como en el caso de Independence Day (1996), o The Towering Inferno (1975). 17 En contraste con el no-evento de la Guerra del Golfo, Jean Baudrillard caracterizó lo sucedido en el World Trade Center como un “evento absoluto”, fruto no del “conflicto entre civilizaciones”, sino de la resistencia a la expansión de un mundo basado en el intercambio de mercancías: Esta no es la lucha entre civilizaciones o religiones y va más allá del Islam y de América (…) Hay sin duda un antagonismo fundamental aquí que apunta más allá del espectro de América (que es tal vez el epicentro, pero de ninguna manera la única encarnación de la globalización) y el espectro del Islam (que tampoco es la encarnación del terrorismo (2002: 11, traducción mía). oasis, n°12 133

discurso noticioso sobre las víctimas y el 10. Símbolos del Islam codificados como duelo de las semanas posteriores al S-11, fuente de tensión (escuelas islámicas, donde la narrativa de vulnerabilidad y do- militantes, mujeres con velo, niños y lor fue siendo gradualmente sustituida por jóvenes arrojando piedras). una de heroísmo y patriotismo, enmarcada 11. Luchadores afganos. a su vez por una “gran narrativa” de pro- 12. Fotografías relativas al incidente del greso y resistencia (Kitch, 2003). ántrax, y 13. John Walter, el “talibán norteamerica- Para fin de año, las imágenes de no” (Griffin, 390). Afganistán desaparecieron y regresaron las del S-11 como parte de los resúmenes de Inclusive durante la guerra en Afga- hechos importantes del año. Un estudio nistán (las operaciones ocurrieron entre muestra 13 tipos de fotografías, por orden octubre y diciembre de 2001), se registra de importancia, publicadas en el resumen una notoria ausencia de imágenes de de fin de año de la revista Newsweek: guerra (combate, bajas, etc.) o del costo humano de la operación. Las escasas 1. El ataque al World Trade Center, en víctimas que aparecieron en los medios particular las explosiones, víctimas y eran afganos o de nacionalidad diferente sobrevivientes. a la norteamericana y, como en la Guerra 2. Los bomberos y socorristas junto a del Golfo, las imágenes de destrucción banderas norteamericanas. resultantes de la acción norteamericana 3. Sospechosos de terrorismo o líderes fueron prácticamente inexistentes (Gri- terroristas (Osama Bin Laden, Mo- ffin: 392). Otra de las características de la hammed Atta, Zacarias Moussaoui, representación mediática de este conflicto Sadam Hussein, los secuestradores de es la ausencia de contextos más amplios los aviones usados en el ataque). para comprender los intereses implicados 4. El presidente George W. Bush. en la operación y sus causas mediatas. 5. Funerales y familiares de víctimas del Parecía que la única explicación era el S-11. odio del Islam por Occidente, narrativa 6. Tropas estadounidenses en actitudes que se articuló visualmente mediante la de preparación para el combate. estrategia de yuxtaponer imágenes icónicas 7. El arsenal para ser utilizado en contra del Islam con imágenes de la destrucción de Afganistán del S -11, con lo cual el Islam quedaba 8. Osama Bin Laden, usualmente en encajado en los estereotipos estudiados fotografías tomadas de video. por Said (Griffin: 393). Esta operación, 9. El “gabinete de guerra” de Bush (Cheney, de hecho, se había establecido firmemente Rice, Rumsfeld, Powell, etc.). desde la Guerra del Golfo: la imagen ne-

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gativa de Hussein construida desde 1991 además en un red casi fantasmal y de había permanecido en el lenguaje oficial proporciones incalculables), asociados a norteamericano; lo que la guerra haría, la barbarie islámica, odian la democracia entonces, sería proteger la civilización y a los EE.UU. y están dispuestos a em- occidental y su forma de vida. plear todos los medios (suicidio, armas En suma, la representación de la biológicas, químicas y nucleares) para ha- guerra en Afganistán fue ambigua, pro- cerle daño. En el otro lado de la ecuación blemática: se obtuvo una victoria militar están los valores “americanos” (libertad, (que las imágenes de víctimas afganas sin democracia, patriotismo) y el “estilo de embargo cuestionaba), pero no se capturó vida americano” que habían sido atacados a Bin Laden, colocando este conflicto en (Jonson, 2002)18. En su discurso televi- una categoría cercana a la Guerra del Gol- sado del 11 de septiembre, por ejemplo, fo, en la cual Hussein, aunque derrotado Bush habló del “bien” y el “mal” (tema militarmente, siguió en el poder. Esto que retomaría en muchas intervenciones ponía a George W. Bush en una posición posteriores), introduciendo además la idea similar a la de su padre: a pesar de la vic- de que habría retaliaciones: toria sobre los talibanes, el éxito limitado Se ha puesto en marcha la búsque- de la guerra y una economía en descenso da de quienes están tras estos actos de ponían en peligro su reelección. Bush Jr. maldad. He dirigido la totalidad de los necesitaba otro espectáculo mediático y recursos (…) a encontrar a los responsa- Sadam Hussein, de nuevo, dio la opor- bles y traerlos ante la justicia. No haremos tunidad. En su discurso del Estado de distinción entre los terroristas que come- la Unión del 20 de enero de 2002, Bush tieron estos actos, y quienes los ocultan mencionó un “eje del mal” que acechaba (traducción mía). a los EE.UU. donde se incluía a Irak, entre Este sentido estrecho de comunidad, otros países (Kellner, 2004: 329). de la cual está ausente la diversidad ideoló- La construcción narrativa que aparece gica, política y cultural es reforzado en los en el discurso oficial y en los medios de medios mediante un lenguaje de unidad comunicación a partir del S – 11 es simple: nacional, como lo muestra la afirmación hay un “conflicto entre civilizaciones” de Bush en la sesión del Congreso del 21 que articula una guerra entre el bien y el se septiembre de qué grupos y países “están mal. Los responsables del S-11 (operando con nosotros o en contra nuestra”.

18 Internamente, los medios iniciaban además una campaña “patriótica”, con la bandera como símbolo omnipresente - en logotipos de noticieros, series de televisión (The West Wing y Law and Order, para men- cionar algunas) y en la publicidad (Kellner, 2002: 149). oasis, n°12 135

De “América bajo ataque” por sus tropas. En realidad, Lynch había a “América contraataca” sido herida y era atendida por médicos iraquíes que intentaron llevarla en una Para la invasión de Irak en 2003 se ambulancia al puesto de control norte- esperaba una especie de repetición de la americano para ser recibidos por ráfagas Guerra del Golfo en los medios. En efecto, de ametralladora19. como en 1991, las primeras imágenes eran Aunque hubo más cobertura de las una narrativa del ambiente de preguerra zonas de combate, las narrativas visua- centradas en mostrar el arsenal militar les no cambiaron radicalmente entre la norteamericano, tropas en entrenamiento Guerra del Golfo y la invasión de Irak. y el presidente y su gabinete. Hubo, sin En ambos conflictos estuvieron ausentes embargo, algunas fotos de iraquíes (civi- imágenes de víctimas iraquíes o de la les, grupos kurdos, militares capturados e coalición, de los daños inflingidos a la iraquíes recibiendo ayuda humanitaria), infraestructura civil o del punto de vista lo que es una ocurrencia poco común, iraquí. La idea subyacente era la de mini- resultado de la práctica de incorporar mizar las ocurrencias negativas de la guerra periodistas en los contingentes militares y enfatizar en los aspectos “positivos”: la (Griffin: 396). Las imágenes descritas guerra cobraría pocas víctimas civiles y la deben ser analizadas, sin embargo, en el victoria sería rápida20. El uso de cámaras marco de las narrativas que articulan la montadas en cascos por parte de los re- invasión: la amenaza representada por las porteros fue aprobado y favorecido, ofre- armas de destrucción masiva que supues- ciendo al público una perspectiva “similar tamente poseía Hussein, el argumento a la de la transmisión en vivo de un evento humanitario de la liberación de Irak y el deportivo” (Knight, 2003). En suma, la marco más amplio de una “guerra con- incorporación de reporteros a las tropas no tra el terrorismo”. Contribuyeron a esta ofreció más variedad de puntos de vista, construcción numerosas historias “de in- sino que reforzó más bien una perspectiva terés humano”, como la de Jessica Lynch, americo-céntrica según la cual la maquina- supuestamente herida y torturada por los ria de guerra de la coalición era imparable. iraquíes y “rescatada” por posteriormente El discurso visual se asemejó mucho al de

19 Tras el incidente se habló incluso de hacer una película sobre el supuesto heroísmo de las tropas nortea- mericanas. Se produjo, sin embargo, un programa contando la versión norteamericana de los hechos en la serie Profiles from the Front Line. La similitud narrativa con el éxito de taquilla Saving Private Ryan (1998) es evidente, al punto que se produjo en 2003 una película para televisión con un título poco imaginativo: Saving Private Lynch. 20 Cadenas informativas canadienses, europeas y árabes, transmitieron sin embargo una visión más desoladora de la guerra, mucho menos sanitizada (Kellner, 2004: 334).

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1991, en particular en la articulación de la cadena a la que se le permitió permanecer narrativa “el camino hacia Bagdad”, tema en Afganistán durante la guerra, y transmi- predominante del cubrimiento que las tiendo además una controversial grabación imágenes evocaron constantemente (Gri- de Bin Laden. ffin: 398). Visualmente, el cubrimiento La presencia de otras cadenas de tele- mediático y el estilo visual de las transmi- visión ha sido una preocupación para los siones pretenden ilustran la doctrina shock EE.UU. Tras el video de Bin Laden, la ase- and awe, representada en el bombardeo de sora de Seguridad Nacional, Condoleezza Bagdad y destinada a afectar “la voluntad, Rice pidió a las cadenas norteamericanas percepción y comprensión del adversario” no mostrar los mensajes de Bin Laden sin al punto que sea incapaz de ofrecer resis- edición previa. Durante la guerra de Afga- tencia (Ullman y Wade, 1996: XXIV), nistán, EE.UU. ejerció un férreo control aunque resulta factible que sea también sobre la información que salía del país, una medida de propaganda dirigida al para lo cual bombardeó las estaciones de público doméstico21. radio del país y controló los movimientos Una diferencia fundamental entre la de los corresponsales occidentales (Majan: Guerra del Golfo y las últimas guerras de 2002: 87-89). También las oficinas de posguerra fría es la ampliación del acceso Al-Jazeera han sido bombardeadas por a fuentes alternativas de información que los EE.UU. en un par de ocasiones en un no estaban disponibles en 1991. Internet intento por detener el flujo de información se empezó a usar como herramienta de del lado enemigo (Knightley, 2003). En reportería en Kosovo y su importancia no esta era de la información, sin embargo, no ha hecho más que aumentar; en 2003, por es fácil restringir imágenes e información ejemplo, cuando las cadenas norteameri- indeseada. canas se negaron a mostrar imágenes de soldados norteamericanos muertos, fue Conclusiones posible verlas en la red en cuestión de horas. Las imágenes las obtuvo la cadena La conjunción de un medio político de noticias Al-Jazeera (fundada en 1996, unipolar en la posguerra fría, representado aunque no se hizo popular en Occidente en el llamado Nuevo Orden Mundial y la hasta después del S-11), famosa a partir revolución en las comunicaciones inau- de la guerra en Afganistán, al ser la única guran una era de fronteras geopolíticas

21 El público musulmán, por su parte, es también sujeto de los esfuerzos de la diplomacia pública por con- quistar sus “mentes y corazones” con la ayuda de los medios de comunicación (radio y televisión, así como panfletos), posición que parece perpetuar la creencia en la superioridad de la forma de vida occidental (Van Ham, 2003: 441). oasis, n°12 137 fluidas, de cruces entre las esferas pública Bibliografía y privada (representados, por ejemplo, en la emergencia de los sistemas panópticos Barber, Ryan y Tom Weir. (2002). “Vietnam to de vigilancia y la nueva “cultura de la Desert Storm: Topics, Sources Change”, seguridad”) y, por supuesto, de nuevos Newspaper Research Journal, Spring, 23, 3, retos en los dos ámbitos – crecientemente pp. 88-98. imbricados entre sí – para la hegemonía Bates, Benjamin R. (2004). “Audiences, Metaphors, de los EE.UU. and the Persian Gulf War”, Communication Mientras las intervenciones de los Studies, Fall, 55, 3, pp. 447-463. años 90 fueron relativamente exitosas en Baudrillard, Jean. (2001). “The Gulf War Did Not el sentido de que los medios de comu- Take Place”, en: Jean Baudrillard: Selected nicación siguieron la agenda norteame- Writings, Cambridge, Polity Press. ricana, las intervenciones más recientes ______The Spirit of Terrorism: en Afganistán e Irak presentan un signo And Requiem for the Twin Towers, London, más polifónico gracias a la acción de los Verso. nuevos medios de comunicación (internet, Belknap, Margaret H. (2002). “The CNN Effect: blogs, milblogs). En estas dos instancias de Strategic Enabler or Operational Risk?”, Pa- intervención, los EE.UU. han encontrado rameters, Autumn, 32, 3, pp. 100-114. medios regionales de gran credibilidad Benjamin, Walter. (1969). “The Work of Art in como Al-Jazeera y Al-Arabiya y medios Mechanical Reproduction”, en: Illuminations, independientes como Media Workers New York, Schocken. Against War y Indymedia (Independent Me- Bernstein, Matthew y Gaylyn Studlar, eds. (1997). dia Center), para mencionar solo algunos, Visions of the East. Orientalism in Film. New que ofrecen resistencia a las narrativas de la Brunswick, Rutgers University Press. “guerra contra el terror”, ancladas, como se Besteman, Catherine. (1996). “Representing ha visto, en los ámbitos político y cultural Violence and ´Othering´ Somalia”, Ameri- y difundidas en marcos reconocibles para can Anthropological Association, 11, 1, pp. las audiencias por los medios de comuni- 120-133. cación, de allí su importancia estratégica Chibnall, Steve. (1977). Law-and-Order News: An en esta sociedad de la información. Analysis of Crime Reporting in the British Press, London, Tavistock. Chomsky, Noam. (1999). The New Military Huma- nism. Lessons from Kosovo, Monroe, Common Courage Press. Entman, Robert M. (1993). “Framing: Toward Cla- rification of a Fractured Paradigm”, Journal of Communication, 43, 4, pp. 51-58.

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