Concepción Cruz Robles,* José Rodolfo Cid Beziez*

De Pátzcuaro a : un acercamiento a los sitios arqueológicos registrados a propósito de la construcción del segundo cuerpo de la autopista

Resumen: El incremento poblacional en la porción sursuroeste de la Meseta Tarasca durante el Posclásico tardío se manifiesta, entre otros aspectos, en el establecimiento de nuevos lugares de habitación —por lo general de tamaño pequeño y con patrón de asentamiento disperso sobre laderas—, así como centros cívicoceremoniales emplazados, la mayoría, sobre terrenos poco agrestes que coadyuvaron al control de las poblaciones periféricas y dependientes del imperio de los uacúsecha. El proyecto de construcción del segundo cuerpo de la carretera Pátzcuaro-Uruapan y del Libramiento Nororiente de Uruapan cruza por cinco diferentes subregiones fisiográficas en las que se puede observar el surgimiento de nuevos sitios, los establecidos tanto en el valle de en el de Uruapan y el repoblamiento de sitios edificados durante el Clásico en la zona de montaña de Zurumucapio, en el valle de Ziracuaretiro y en la Cuenca de Pátzcuaro, donde también se reaprovecharon áreas de cultivo que datan de ese horizonte. Palabras clave: Meseta Tarasca, subregiones fisiográficas, uacúsecha,Relación de Michoacán, patrón de asentamiento, arquitectura, Posclásico tardío.

Abstract: The population increase in the south and southwestern portion of the Tarascan Plateau during the Late Postclassic is manifested in the establishment of new habitational areas—gen­e­r­ ally small in size and with a scattered settlement pattern—as well as ceremonial and civic centers largely built on less rugged lands that were intended to help keep control over the peripheral peoples subject to the Uacúsecha empire. A new lane of the Pátzcuaro-Uruapan highway and the Libramiento Nororiente de Uruapan construction projects cross five physiographic subregions where the emergence of new sites can be observed, such as the ones at the Ziracuaretiro and Uruapan valleys, and also the resettlement of sites built during the Classic in the Zurumucapio mountain area, the Ziracuaretiro Valley, and the basin of Lake Pátzcuaro, where Classic horizon farming plots were also reoccupied for cultivation. Keywords: Tarascan Plateau, physiographic subregions, Uacúsecha, Relacion de Michoacan, architecture, Late Postclassic.

En las últimas décadas el gobierno mexicano ha impulsado el desarrollo de nuevos proyectos carreteros que han permitido la comunicación e inserción de ciudades y regiones en un esquema de comercio nacional e internacional, que requiere de transportación eficiente si lo que se busca es ser competitivo en las economías globalizadoras actuales. Bajo esa política, en la administración 2006- 2012 se propuso la ampliación de la Autopista Pátzcuaro-Uruapan-Zamora en su tramo Pátzcuaro-Uruapan, así como la construcción del Libramiento Nororiente de Uruapan (fig. 1), por lo que, en colaboración con la Secretaría de Comunica-

* Dirección de Salvamento Arqueológico, inah. 102 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017

 Fig. 1 Ubicación geográfica de la Carretera Pátzcuaro-Uruapan-Zamora y del Libramiento Nororiente de Uruapan, Michoacán.

ciones y Transportes (sct), el Instituto Nacional Zirahuén y la Meseta Purépecha, en lo que se de Antropología e Historia (inah), a través de la co­noce como Sierra del Centro, caracterizada por Dirección de Salvamento Arqueológico, llevó a su intrincada orografía, con abundantes conos cabo en 2011 el proyecto de salvamento arqueo- volcánicos que forman parte de la Subprovincia lógico en ambas carreteras. Neovolcánica Tarasca y del Escarpe Limítrofe del Poner en marcha esos programas de desarrollo Sur, ambas pertenecientes a la Provincia del Eje implica el inevitable impacto en los usos de suelo, Neovolcánico. Para efectos de este estudio hemos que ya de por sí son indicadores de la dinámica dividido la Subprovincia Neovolcánica Tarasca en social a lo largo del tiempo; así, recorrer los trazos tres subregiones, y al Escarpe Limítrofe del Sur carreteros nos permitió cruzar varias áreas fisio- en dos. gráficas que cobran relevancia para la investi­ Con el trazo de las carreteras obtuvimos un cor­ gación arqueológica del Occidente de México, te o perfil de esas cinco subregiones que van des- ya que sus diferentes y particulares características de la Cuenca de Pátzcuaro, pasando por la de físicoambientales han permitido el establecimien- Zirahuén, la zona de montaña de San Ángel Zuru- to de grupos humanos que aprovecharon y explo- mucapio y el valle intermontano de Ziracuaretiro, taron los recursos naturales que cada una de ellas hasta alcanzar el valle localizado al norte de ofrece. Uruapan. En cada una de ellas se descubrieron Las áreas de estudio quedan comprendidas en evidencias de grupos humanos que establecieron las actuales regiones geoestadísticas1 de Pátzcuaro- sus áreas de vivienda, así como sus centros cívico-

1 Las regiones geoestadísticas son utilizadas por el inegi coordenadas geográficas. La información del marco desde 1978 para referenciar correctamente la información geoestadístico constituye un auxiliar en la delimitación estadística de los censos y encuestas con los lugares entre entidades y municipios, sobre todo, en los lugares en geográficos correspondientes, en las que se vierte la que los límites político-administrativos se encuentran ubicación de las localidades y municipios a partir de indefinidos inegi( , 2015). 103 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS... religiosos y administrativos, con cronologías que verano está surcada por macizos montañosos con van desde el periodo Clásico hasta el Posclásico escurrimientos superficiales de temporal, donde aún tardío (Cid y Cruz, 2015), y que se suman al ex- prevalecen áreas boscosas de coníferas (pináceas) tenso catálogo de sitios hasta ahora identificados y encinos (Quercus) como vegetación predominan­ por diversos proyectos a lo largo del área de estu- te y pastizales como secundaria. En las proximi- dio, aunque la mayoría concentrados en la cuenca dades del lago se pueden observar lirios, palmeras de Pátzcuaro. y juncos, además de la chuspata (Typha latifolia) Nuestro principal interés en este documento es —tule, que a la fecha se emplea para la elabora- presentar la información relativa a los sitios reco- ción de canastos y artesanías típicas de Pátzcuaro. nocidos así como de los excavados durante los La fauna que habita la zona boscosa está repre- nuevos trabajos de salvamento derivados de la sentada principalmente por zorrillos (Mephitis construcción de las carreteras aludidas, por lo que macroura y Spilogale putorius), tlacuaches (Didel­ sólo brindaremos un panorama general de aque- phis virginiana), tejones (Nasua nasua), ardillas llos que fueron registrados con antelación en las (Sciurus aureogaster, Spermophilus variegatus y subregiones a tratar. Glaucomys volans), conejos (Sylvilagus florida­ Son 44 los sitios estudiados en este proyecto, nus y cunicularius) y zorras grises (Urocyon ci­ con cuatro que corresponden a registros previos. nereoargenteus), entre otros, mientras el lago lo De los 44, sólo dos se localizan sobre el eje de habita el famoso pez blanco (Chirostoma estor, en trazo del Libramiento Nororiente de Uruapan: peligro de extinción), así como charales (Chiros­ Lagunillas y La Alberca, el primero en el muni- toma spp.) y otras especies, incluidas algunas in- cipio de Ziracuaretiro, y el segundo en Uruapan. troducidas recientemente, como lobina negra Para la salvaguarda del conjunto principal se pro- (Micropterus salmoides), acumara (Algansea puso un segundo cambio de trazo en el sitio de lacustris) y carpa (Ctenopharyngodon idella, Lagunillas, ya que Pulido et al. (1997) habían Carassius auratus y Cyprinus carpio). Hoy en día propuesto un desvío para evitar la destrucción de la economía de los habitantes de la cuenca depen- una yácata de planta mixta. Asimismo, se reali- de sobre todo de las especies acuáticas, pues en zaron excavaciones encaminadas al registro de los su mayoría están dedicados a la pesca, actividad contextos que quedarán, de cualquier manera, pro­ que se remonta a la época prehispánica y que du- tegidos por terraplenes que soportarán la nueva rante el imperio tarasco-uacúsecha fue controlada gaza de distribución. En La Alberca, por otra par- directamente por el cazonci.2 te, se realizaron excavaciones intensivas a lo largo La geología data de la era del Cenozoico3 y está del eje de trazo para recuperar y registrar los con- compuesta por rocas ígneas extrusivas, principal- textos conservados de época prehispánica. mente por basaltos y brechas volcánicas básicas El resto de sitios se encuentra fuera del área de del periodo Cuaternario; en tanto la edafología afectación; no obstante, se propusieron acciones está conformada por suelos de textura fina, el pri- de supervisión y vigilancia en los más cercanos a mario clasificado como luvisol y el secundario trazos y áreas de obras colaterales durante la eje- como andosol. cución de los trabajos constructivos, si bien hasta Citaremos como antecedentes arqueológicos el momento aún no se llevan a cabo. de esta subregión los sitios identificados con mo­ tivo de la construcción de la carretera Pátzcuaro- Uruapan (Pulido et al., 1997), que corresponden Descripción 2 De acuerdo con la Relación de Michoacán (1977: 175), el aururi era el encargado de regular la pesca obtenida con Primera subregión fisiográfica: vertiente red y presentarla ante el cazonci y demás señores que sur del lago de Pátzcuaro ejercían el gobierno entre los tarascos. 3 Cenozoico, era geológica también conocida como Ubicada en la vertiente sur del lago, esta subre- Terciaria, que comenzó hace 65.5 millones de años y se prolonga hasta la actualidad. Comprende los periodos gión de clima templado subhúmedo con lluvias en Paleógeno, Neógeno y Cuaternario. 104 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017

 Fig. 2. Subregión Vertiente Sur de Lago de Pátzcuaro y los nuevos sitios arqueológicos identificados. Carta topográfica inegi 1:50 000, E14A22 Pátzcuaro.

a dos sitios con estructuras y tres concentraciones probablemente por un conjunto de casas de ha­ de material fechados para el Posclásico. De los bitación permanente, cuyos grupos domésticos sitios que presentan arquitectura sobresale el de —que debieron pertenecer al estrato de los comu- Las Trojes, donde —además de tres montículos— nes durante el gobierno del linaje tarasco-uacú- se conserva la evidencia de una cancha para el secha—4 estaban dedicados esencialmente a la juego de pelota. Así mismo se identificaron cinco actividad agrícola desarrollada en las terrazas concentraciones de material del Posclásico tardío, construidas en las estribaciones del propio cerro una de ellas con evidencia también del Preclásico, Los Lobos, donde aún se conservan muros de durante los trabajos de salvamento Gasoducto contención de hasta un metro de altura y cubren Yuriria-Uruapan (Silva, 1982; Moguel y Silva, una extensión aproximada de 10 ha, lugar al que 1986). hemos designado como La Guadaña. Al oriente de la actual ciudad de Pátzcuaro, y Al poniente de la ciudad de Pátzcuaro, y sur­ sureste de la población El Manzanillal, se locali- oeste de Santa Ana Chapitiro, se encuentra el sitio za el sitio La Guadaña II (fig. 2), identificado en El Estribo, con material arqueológico fechado en superficie como un campo de cerámica, lítica ta- el Posclásico tardío emplazado sobre una super- llada y fragmentos de utensilios de molienda so- ficie de 9 ha en el piedemonte suroeste del cerro bre el piedemonte al noroeste del cerro Los Lobos, homónimo. con una extensión aproximada de 6 ha. Su distribución nos permite inferir la probable Su ocupación data del Clásico tardío, represen- existencia de un conjunto de casas con grupos tado principalmente por el tipo diagnóstico Tres Palos rojo sobre crema, aunque su ocupación prin- 4 Grupo doméstico: conjunto de personas que comparten cipal corresponde al Posclásico tardío. El estudio vínculos de consanguinidad o parentesco, establecen de la cerámica de este último periodo revela el relaciones complejas basadas en el interés económico, afectivo o de otro tipo, y cohabitan en una residencia carácter doméstico del asentamiento, formado común (Hernández, 2012; Mier y Terán y Rabell, 1983). 105 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS...

Las Pipas, enclavado en un pequeño valle in- termontano, es otro de los sitios registrados en esta subregión y cuya ocupación data del periodo Clásico tardío, caracterizado principalmente por el tipo diagnóstico Tres Palos rojo sobre crema (fig. 4). Los terrenos llanos sobre los que se extien­ den sus vestigios fueron aprovechados de nuevo para el asentamiento humano durante el Posclási­ co tardío, con arquitectura que sugiere que se trata probablemente de un centro secundario confor- mado por tres edificios de dimensiones pequeñas, con una altura máxima de 1.5 m y alineados de oriente a poniente, con dos de ellos erigidos so­bre  Fig. 3 Muros de terrazas agrícolas que aún se pequeñas eminencias topográficas (fig. 5). conservan desde la zona de aluvión hasta la Los materiales arqueológicos fechados para el cresta del cerro Mirador El Estribo. Posclásico tardío están emplazados sobre una su- perficie aproximada de 2 ha, con tipos cerámicos como Querenda blanco sobre crema, Querenda rojo sobre crema o Sipiho gris, entre otros. Des- taca la presencia de navajillas prismáticas proce- dentes de las minas de Zinapécuaro-Ucareo, así como una alta densidad de fragmentos de pipas, de donde deriva el nombre del sitio. Su ubicación a nivel regional es interesante, ya que se localiza en el puerto del macizo montaño- so formado por los cerros Los Lobos y La Cante- ra, corredor natural que permite la circulación entre las principales ciudades de la cuenca —in- cluyendo las capitales del imperio—, con el po- niente de la Meseta Tarasca y la vía Ario de Rosales.  Fig. 4. Cerámica diagnóstica Tres Palos Rojo sobre crema de la fase Jarácuaro. Segunda subregión fisiográfica: norte de la cuenca de Zirahuén domésticos que estaban dedicados, como en el caso anterior, a la siembra en terrenos localizados Se localiza al norte del lago y está bordeada por unos metros cuesta arriba, en el Mirador El Estri- montañas de origen volcánico con numerosos es- bo, donde aún se conservan terrazas que cubren currimientos superficiales de temporal que ali- una superficie de 150 ha, las cuales se extienden mentan esta cuenca endorreica. Se conservan desde la zona de aluvión hasta la cresta del cerro todavía extensiones con bosques de coníferas y guardan simetría con la configuración de esa (pináceas) y encinos (Quercus), así como espe- eminencia topográfica. Los muros que allí se cies mesófilas de montaña como vegetación pri- levantan varían entre 0.60 y 1 m de altura, con maria y pastizal como secundaria, mientras en la terraplenes de entre 8 y 12 m de ancho (fig. 3), ribera del lago se desarrollan los juncos y tules sobre los que se conservan vestigios de su ocupa- (Scirpus spp.). ción durante las fases Jarácuaro (550-600/700 La fauna de la zona boscosa comprende princi­ d.C.) y Taríacuri (1350-1525 d.C.) palmente zorrillos (Spilogale putorius y Mephitis 106 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017

 Fig. 5 Disposición arquitectónica del sitio CPUZ5 Las Pipas.

macroura), tlacuaches (Didelphis virginiana), identificada como andosol para los suelos pri­ tejones (Nasua nasua), ardillas (Sciurus aureogas­ mario y secundario, ambos de textura media. El ter, Glaucomys volans y Spermophilus variega­ clima es, al igual que en el resto de la Meseta tus), conejos (Sylvilagus cunicularius) y zorras Tarasca, templado subhúmedo. grises (Urocyon cinereoargenteus), entre otros; a Los antecedentes arqueológicos del norte de su vez, la fauna que habita el lago está compuesta Zirahuén corresponden a sitios registrados sobre por pez blanco (Chirostoma attenuatum zirahuen todo por proyectos de salvamento arqueológi- y Chirostoma estor zirahuen), así como carpas co, como el Gasoducto, tramo Yuriria-Uruapan (Ctenopharyngodon idella, Carassius auratus y (Silva, 1982; Moguel y Silva, 1986) y la carretera Cyprinus carpio) y charales (Chirostoma spp.). Pátzcuaro-Uruapan (Pulido et al., 1997), que co- Las especies acuáticas, principalmente el pez rresponden a cinco concentraciones de materiales blanco, hoy en día también representan una de las arqueológicos del Posclásico. El sitio con estruc- principales fuentes de ingresos para la población turas más cercano al área lo reportan Pulido et al. local. (1997: 41-42), en el extremo noroeste de la laguna, La geología data del Cenozoico y está repre- próximo a la actual población de Copándaro, don- sentada por rocas ígneas extrusivas, sobre todo de de encuentran dos plataformas asociadas a mate- tipo basáltico del Cuaternario. La edafología está riales del Posclásico tardío. 107 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS...

 Fig. 6 Subregión Zona de Montaña de San Ángel Zurumucapio con la ubicación de los sitios registrados. Carta topográfica inegi 1:50 000, E14A31 .

Más hacia el poniente de la Laguna, al pie sur servamos sobre el corte de un camino de terrace- del Cumburinos, además de los referidos proyec- ría. Las evidencias también están asociadas a un tos, también el del Atlas Arqueológico,5 registra- área de terrazas situadas en la ladera norte de la ron cuatro sitios con estructuras del Posclásico loma. tardío; entre ellos destaca Los Encantos de Juju- Los materiales arqueológicos recolectados co- cato, con arquitectura monumental que integra rresponden al periodo Clásico tardío, principal- dos yácatas, una de planta mixta y otra en for- mente representado por el tipo Tres Palos negro ma de T (Pulido et al., 1997: 35-37; Pulido, 2006: sobre crema, así como al Posclásico tardío, que 133-135; Cruz et al.: 2014: 72-73). estadísticamente tienen mayor representatividad Con el presente proyecto se localizó únicamen- en el área, con tipos que señalan su índole domés- te el sitio de Ajuno, al pie norte de una pequeña tico, tales como Tecolote naranjada, Taríacuri café loma ubicada al este del cerro Jujucato o Cum­ y Taríacuri burdo, con materia prima para su ma- burinos, identificado a partir de una concentración nufactura similar a la observada en la cerámica de cerámica, además de restos de apisonados que procedente de los sitios del sur de la cuenca de posiblemente corresponden a los niveles de piso Pátzcuaro. de chozas o casas de época prehispánica que ob- Es probable que para este último periodo Aju- no haya sido sólo un caserío dependiente de los tarascos, quizá sujeto de Los Encantos de Jujuca- 5 Información consultada en la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos. to, sitio de mayor jerarquía en la zona a juzgar por 108 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017

sus características arquitectónicas, principal­ En primer lugar abordaremos lo relativo a La mente por la presencia de su yácata de planta Trementina, sitio que en términos arquitectónicos mixta. es el de mayor complejidad de los registrados no sólo en esta subregión, sino del proyecto en gene- ral. Con la finalidad de comprender algunas de las Tercera subregión fisiográfica: zona de características observadas a nivel de superficie y montaña de San Ángel Zurumucapio poder contextualizarlo en nuestra área de estudio, haremos una breve alusión al escenario social del En la zona de montaña al poniente del lago Zi­ que era partícipe su población durante el Clásico. ra­huén se encuentra una serranía denomina- Las investigaciones arqueológicas realizadas da localmente como sierra de Zurumucapio, en en el occidente de Mesoamérica han aportado la subprovincia del Escarpe Limítrofe del Sur, la evidencias sobre un importante incremento pobla- cual une dos macizos montañosos: El Jujucato o cional precisamente durante el horizonte Clásico Cumburinos y El Cobrero, en los que la vegeta- —y por ende, del establecimiento de nuevas áreas ción predominante está compuesta por bosques de habitación—, así como del surgimiento de al- de coníferas y mixto, entre la que destacan los gunos centros cívicoceremoniales con trazos or- encinos (Quercus spp.), cedros (Cedrela spp.), togonales que difieren al mismo tiempo de los del aile, oyamel y junípero, los cuales hoy en día han Preclásico, tales como Teuchitlán o Chupí­cuaro, sido sustituidos por huertas de aguacate (Persea ambos en la cuenca del río Lerma. En Michoacán, americana), cuyo cultivo provoca la tala inmode- estos nuevos centros presentan claras influencias rada de los bosques y, en consecuencia, la altera- de Teotihuacán, tales como Tinganio-, ción del ecosistema. en la sierra del centro, o Tres Cerritos, en la cuen- Gatos monteses (Lynx rufus), zorrillos (Spilo­ ca de . gale putorius y Mephitis macroura), coyotes (Ca­ Retomaremos aquí, por su cercanía con nuestra nis latrans), ardillas (Sciurus aureogaster y área de estudio, y en particular con La Trementina, Spermophilus variegatus), palomas (Columba el sitio de Tinganio, donde destacan el empleo del livia) y patos (Anas spp.) son algunas de las espe- talud-tablero entre sus características arquitectó- cies faunísticas que todavía se preservan en esta nicas, así como dos edificios principales de planta área de clima cálido subhúmedo, cuya geología cuadrangular y la cancha para el juego de pelota. está conformada por rocas ígneas extrusivas de La extensión aproximada para el núcleo del sitio tipo basáltico y brechas volcánicas básicas del es de 300 × 300 m (Oi, 1978: 4), que incluye pla- periodo Cuaternario; en tanto, su edafología la taformas con áreas administrativas y de habita­ constituyen andosoles de textura media para los ción para la élite gobernante; además, hasta ahora suelos primario y secundario. se han descubierto dos tumbas (Piña y Oi, 1982; Como antecedentes arqueológicos se cuenta Landa, 2013: 12-15) en las que fue posible recu- con el registro de cinco concentraciones de mate- perar no sólo restos óseos y cráneos trofeo, sino rial arqueológico del Posclásico registrados por gran cantidad de bienes que fueron depositados a Pulido et al., (1997: fig. 2) entre las actuales po- manera de ofrenda, entre ellos, objetos manufactu­ blaciones de San Ángel Zurumucapio y El Mesón. rados con obsidiana, concha marina, pirita, cerá­ Esta zona es un paso de montaña irrigado por mi­ca, piedra verde y turquesa, lo cual da cuenta varios afluentes de temporal, tales como Las Cru- de las extensas redes comerciales de la época. ces y Agua Escondida, donde se registraron otros Asimismo, se han descubierto en Tinganio tres cuatro asentamientos pequeños —quizá gru- etapas constructivas, si bien para las dos más recien­ pos de casas—, construidos sobre las laderas de tes se cuenta con mayor información y evidencias. los cerros en el Posclásico tardío, además de dos La etapa intermedia corresponde a ele­mentos ar- centros cívico-ceremoniales: la Trementina, con quitectónicos con el empleo del talud-tablero, que ocupación que data desde el Clásico tardío, y An- en algunas de las estructuras quedó cubierto con gachuén, del Posclásico tardío. la tercera etapa, cuando se construyeron muros 109 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS... verticales, pero en la que predomina —sobre Bajo este panorama general, las investigaciones todo— la introducción del patio hundido (Oi, futuras en el sitio de La Trementina se podrán 1978: 111). Para estos autores, la implementación encaminar a la comprensión de la dinámica social del patio hundido podría estar relacionada con durante el horizonte Clásico en Michoacán, y en la cultura de El Bajío durante el periodo 300- particular en la Meseta Tarasca, pues justo ahí 650 d.C., al igual que ya lo había hecho Braniff —de acuerdo con los elementos y distribución (2010: 86), quien encuentra una gran similitud arquitectónica observable en superficie— es don- entre la distribución arquitectónica de los elemen- de inferimos su edificación y apogeo en ese pe- tos en relación con el patio hundido de Tinganio riodo. y la tradición de El Bajío, sin dejar de subrayar su Situado 3 km al sureste del actual pueblo de asociación con el centro de México, especialmen- Ziracuaretiro, sobre un valle intermontano deli- te con Teotihuacán. mitado al oriente y al norte por el cerro Las Cor- Si nuestra lectura es correcta, es probable que tinas y al sur por el macizo montañoso del cerro la tercera etapa constructiva no esté presente en El Cobrero, en La Trementina destacan un edificio toda el área nuclear, por lo que ambos estilos ar- de planta cuadrangular con altura mayor a 10 m quitectónicos se combinan. Esta confluencia de y una plaza hundida de 160 × 70 m, elementos que las posibles dos tradiciones en Tinganio: talud- rigen la distribución arquitectónica del asenta- tablero teotihuacano y patio hundido de El Bajío miento, conformada por varios conjuntos y algu- es muy sugerente, ya que Cárdenas (2015) seña- nas estructuras aparentemente dispersas dentro de la que precisamente hacia 400-700 d.C. no se un área de 300 m en su eje este-oeste y 350 m en han encontrado en El Bajío evidencias que su­ el norte-sur (fig. 7). gieran interacción con Teotihuacán. El sistema constructivo de la estructura princi- Ya en la década de 1980 Piña Chan había pro- pal consiste en un núcleo de piedras con tierra que puesto dos ocupaciones en el sitio: la primera ha- fue recubierto con hiladas de lajas colocadas ho- cia 450-600 d.C. y la segunda hacia 600-900 d.C., rizontalmente de forma sobrepuesta y cuatrapea- lo cual también concuerda con lo ahora planteado da hasta alcanzar la altura deseada. Más tarde, en por Braniff (2010: 86) respecto de la forma en el Posclásico tardío, las lajas son utilizadas para planta de la cancha para el juego de pelota, ya que formar los cuerpos escalonados de muchos de propone su construcción hasta 800-900 d.C., en los monumentos construidos por los tarascos, que la que destacaremos, sin embargo, el empleo del después eran recubiertos por losas cuadrangula- talud-tablero en los cabezales. res de roca volcánica con o sin grabados, denomi­ El sitio de Loma Alta en la ciénega de , nados comúnmente “janamos”, como en el caso construido sobre una antigua isla de baja altu- emblemático de Tzintzuntzan (Cabrera, 1987: 535- ra con una extensión de 200 × 200 m, también 538). Asimismo, sobresale la construcción de pla- lo retomaremos como antecedente para la des­ taformas en L, sobre las que se erigen edificios cripción del sitio La Trementina, localizado en la probablemente de carácter administrativo o habi- subregión a la que ahora hacemos referencia. Aun- tacional. que la complejidad arquitectónica de Loma Alta La distribución arquitectónica, la organización plasmada en planos magnéticos (Carot, 2013: 154- en torno a la gran plaza hundida, además de la 158) supera por mucho la de Tinganio, revela que presencia del tipo cerámico Cobrero guinda sobre para los primeros siglos de nuestra era —so- crema que guarda una estrecha similitud estilís- bre todo en el apogeo del sitio, esto es, hacia 350- tica con el tipo diagnóstico Tres Palos rojo sobre 550 d.C.— se construye en la porción central un crema de la fase Jarácuaro del Clásico —con de- conjunto arquitectónico con patio hundido y altar coración consistente en bandas en el borde o hacia central. Carot señala, así mismo, la alternancia de la parte media de los cuerpos de las vasijas sobre patrones cuadrangulares y circulares en el asen- una capa de engobe de color crema—, así como tamiento, lo cual también equipara con la tradi- la presencia de algunas navajas de obsidiana de ción de El Bajío. color verde —que sugieren la inserción del sitio 110 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017

 Fig. 7 Sitio arqueológico CPUZ9 La Trementina, localizado al sureste del actual Ziracuaretiro.

en las redes comerciales a larga distancia—, son Durante el Posclásico temprano la ocupación elementos que nos permiten correlacionar la ocu- de La Trementina quizá está vinculada a grupos pación de La Trementina con el horizonte Clásico tarascos del linaje aparicha, al cual pertenecen e inferir las transformaciones experimentadas en Zurunban y Naca, personajes citados en la Rela­ esta región suroeste de la Meseta Tarasca que de- ción de Michoacán —y a los que a continuación velan una mayor jerarquización social, con la im- haremos referencia. plementación de arquitectura más elaborada, con Ziracuaretiro, topónimo de origen purépecha edificios dedicados a actos ceremoniales, activi- que significa “lugar donde termina la tierra fría”, dades administrativas y con trazos ortogonales, es mencionado en la Relación de Michoacán du- así como la adopción de los nuevos estilos cerá- rante el relato de las hazañas de Taríacuri en un micos, y que Pollard (1995: 35) ya ha referido para periodo que podríamos establecer entre la segun- Michoacán en lo general. da mitad del siglo xiv y primer cuarto del xv. 111 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS...

Ziriquaretiro, como lo llaman en la Relación, jerarquía que Tinganio-Tingambato, y rivalizando debió de haber sido un lugar de importancia como con su poderío al menos en el paso de montaña para conservarlo en la memoria del grupo y per- formado al oriente del Cumburinos y El Cobrero. petuarlo a través de la tradición oral. La monu- Cabe resaltar que ambas ciudades comparten una mentalidad de La Trementina y su cercanía con característica en cuanto a su ubicación en el pai- la población actual de Ziracuaretiro nos han lle- saje, pues fueron erigidas en terrenos llanos o con vado a suponer que puede ser el Ziriquaretiro pendientes muy suaves, formados entre la serranía comprendido en la travesía del sacerdote Naca e irrigados por afluentes de temporal. —emisario de Zurumban, entonces señor de Ta- Más tarde, en el Posclásico tardío, La Tremen- ríaran— para hacer frente a la empresa conquis- tina fue conquistada por los uacúsecha, quienes tadora de Taríacuri. edificaron una yácata de planta mixta frente a la De acuerdo con el análisis histórico realizado fachada de acceso del edificio principal como sím- por Espejel (2008: 125), el camino que siguió bolo de poder y dominio del nuevo linaje gober- Naca comienza en Taríaran y culmina en Ziriqua- nante, aunque de dimensiones más modestas que retiro, y está relacionado con el momento en que las construcciones del Clásico. Taríacuri tiene sitiada la isla de Xaráquaro en el Para este periodo, La Trementina es abastecida Lago de Pátzcuaro, por lo que Caricaten, señor de de obsidiana procedente de las fuentes de Ucareo- la isla, solicita el auxilio de Zurunban, oriundo Zinapécuaro, con ejemplares que corresponden de Xáraquaro y entonces señor de Taríaran. Por ello principalmente a navajillas prismáticas, concordan­ Zurunban envía a Naca a hacer gente de guerra. te con lo que sucede para la Cuenca de Pátzcuaro, Con ese propósito comienza su recorrido y pues las actividades relativas a su explotación y a pasa por un poblado llamado Sirauén, donde se la importación de los bienes estaban controladas entrevista con Quarácuri, señor del poblado, a de manera directa por los uacúsecha, sobre todo quien le informa sobre su misión. Una vez que las relacionadas con la manufactura de navajillas Naca ha partido, Quarácuri, aliado de Taríacuri, prismáticas. envía a un sacerdote para alertarlo, con lo que Su intervención también ayudará a develar el Taríacuri planea una emboscada para Naca por probable asentamiento de grupos tarascos de di- medio del mensajero de Quarácuri, quien le ferente linaje en el Posclásico y la transición o comenta sobre los caminos que Naca puede tomar toma del poder por la élite descendiente de Taría- para proseguir con su recorrido: “Dice, señor, tu curi, con la consiguiente erección de uno de sus hermano [Quarácuri], que por qué camino has de máximos símbolos de poder: la yácata de planta volver, porque hay dos caminos, que es un poco mixta. lejos por el que veniste por Ziriquaretiro y que no Angachuén es otro de los sitios con arquitectu- es lejos el camino por Xanoato-hucatzio que va ra monumental del Posclásico Tardío situado en por Curimizúndiro”. A lo que Naca responde: “Así la subregión de Zurumucapio. Construido sobre es la verdad, que es lejos por donde vine, que no- una pequeña mesa en el escarpe de la ladera no- sotros ¿a quién tenemos miedo? Como no estamos roeste del cerro Las Cortinas, tiene una distribu- de contino en guerra y es arrodeo por allí, dile ción que denota una fuerte adhesión a la tradición que yo tomaré puerto en Xanoato-hucatzio […], mesoamericana con edificios erigidos sobre dos y que me salga allí al camino, y yo iré a comer amplias plataformas y organizados en torno a una allí. Esto le dirás” (Alcalá, 1977: 52). plaza, con una orientación general norte-sur. Investigaciones ulteriores en La Trementina Con forma de L, la plataforma norte alberga al serán claves para abonar en el estudio de su esta- edificio principal en su extremo sureste. Se trata blecimiento en el horizonte Clásico, por cuya mo- de un edificio piramidal de planta rectangular con numentalidad y extensión debió haber fungido acceso hacia el poniente que conserva una altura como un sitio rector de los asentamientos locali- aproximada de 3.50 m. En la plataforma sur se zados al pie del Cerro El Cobrero y en la serranía localizan dos edificios de menores dimensiones de Zurumucapio, quizá inclusive con la misma dispuestos al oriente (fig. 8) y poniente de la plaza 112 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017

a sur y alimentado principalmente por el río El Ortigal-Acúmbaro. En sus orígenes, en el macizo montañoso del cerro El Agua, el valle es estrecho y la cañada profunda; aguas más abajo, donde surgen los manantiales de los cerros El Malpaís, el terreno tiende a presentar una pendiente más tenue y se hace más ancho conforme alcanza el área de transición climática entre la Meseta Ta- rasca y el Plan de la Tierra Caliente. Es en el lí- mite sur de este pequeño valle donde el clima se torna más cálido, característica que le vale el nom- bre de Ziracuaretiro, es decir, “lugar donde termi­ na la tierra fría”.  Fig. 8 Edificio oriente o Estructura 3 del sitio La flora manifiesta esta transición, pues si bien CPUZ11 Angachuén. se pueden encontrar especies que pertenecen a los bosques de pinos (Pinus spp.) y encinos (Quercus que domina al conjunto. Justo en el centro de di- spp.), en las laderas de las montañas que rodean cha plaza, y asociado a estos últimos edificios, se al valle también hay especies de climas más cáli- erige un primer altar, en tanto un segundo se le- dos, como sauces (Salix spp.), ceibas (Ceiba spp.), vanta hacia el noreste, asociado más bien al edi- cedros (Cedrela spp.), parotas (Enterolobium ficio principal. cyclocarpum) y tepeguajes (Lysiloma Acapulcen­ Su filiación cultural la hemos identificado plena­ sis). La fauna se conforma por venados (Odocoileus mente como tarasca, con presencia de cerámica virginianus), conejos (Sylvilagus cunicularius), del linaje uacúsecha, además de algunos fragmen- coyotes (Canis latrans), tejones (Nasua nasua), tos de vasijas provenientes de la Cuenca de Pátz- zorros (Urocyon­ cinereoargenteus), tlacuaches cuaro. El abastecimiento de navajillas prismáticas (Didelphis virginiana­ ) y ardillas (Sciurus aureo­ de obsidiana procedente de las minas de Ucareo gaster), entre otros. también señala su inclusión en las redes de comer- Rocas ígneas extrusivas del tipo basáltico cio controladas por el mencionado linaje. conforman la geología de la subregión y están fe- Su ubicación en pisos altitudinales sugiere la chadas en el Cuaternario de la era Cenozoico. La elección del escarpe para construir Angachuén edafología está representada, en forma respectiva, como una medida estratégica durante su em­­pre- por suelos de tipo leptosol y andosol como prima- sa conquistadora y como control del paso de mon­ rio y secundario, ambos de textura media. taña formado entre los cerros Cumburinos y El Dos sitios con estructuras del Posclásico tardío Cobrero con dirección hacia el actual Tomendán fueron registrados por Pulido et al. (1997) y Gra- y al Plan de la Tierra Caliente, pueblos que más ve (1998), así como cinco concentraciones de ma- tar­de fueron sojuzgados para apropiarse —so­bre terial del Posclásico, todos localizados en la todo— de recursos naturales que los uacúsecha porción sur de esta subregión. Con el proyecto tenían en mucha estima y que eran particular­ Atlas se re­­gistró una concentración de material en mente apreciados por el cazonci: cobre, frutos y la porción media, y hacia el norte, en la población plumas, entre otros. de San Andrés Corú y sus proximidades, se iden- tificaron tres sitios con estructuras y una concen- tración de material; todos carentes de cronología Cuarta subregión fisiográfica: valle de asignada. Ziracuaretiro Siguiendo la vega del río El Ortigal-Acúmba- ro, con transiciones climáticas que van de cálido El valle de Ziracuaretiro es una región intermon- subhúmedo a semicálido subhúmedo y a semicá­ tana, de morfología alargada, dispuesto de norte li­do húmedo, con este proyecto se registraron 113 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS...

 Fig. 9 Subregión Valle de Ziracuaretiro con la ubicación de los sitios identificados. Carta topográfica inegi 1:50 000, E14A31 Taretan.

18 si­tios (figs. 9 y 10); de éstos, los más relevantes más cálida y donde se encuentran, asociados a —por sus evidencias arquitectónicas— son Lagu- pequeñas lagunas que le dan nombre al sitio, los nillas, Palo Dulce y La Rosita, mientras el resto vestigios de época prehispánica, con la finalidad son casas aisladas del Posclásico Tardío con dis- de establecer los límites del asentamiento. Aun tribución dispersa construidas principalmente cuando el reconocimiento no pudo completarse, sobre la ladera media de los Cerros El Malpaís, se identificaron nuevas unidades domésticas dis- aunque también se conservan restos de casas so- puestas sobre el malpaís que rodea las lagunas, bre terrenos dispuestos en el valle, con dos de ellas así como algunas asociadas a actividades rituales asociadas a manifestaciones gráfico-rupestres. con presencia de yácatas. El sitio de Lagunillas fue reportado y excavado De acuerdo con la distribución de los diferentes primero por Pulido et al. (1997) y más tarde por elementos arquitectónicos de carácter monumen- Grave (1998), quienes practicaron unidades inten- tal, podemos proponer —de modo tentativo— que sivas y extensivas de excavación en áreas potencia­ el sitio está conformado por al menos dos grupos, les para la interpretación del sitio; eso incluye el diferenciados entre sí de manera muy clara: edificio principal, una yácata de planta mixta. En esta tercera intervención se realizó un recono­ • Conjunto A, donde se encuentra la yácata cimiento general del extremo sur del valle, la zona principal del sitio con planta mixta, aso­ 114 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017 Categoría Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Casa aislada Casa aislada Casa aislada Casas aisladas Casa aislada Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas secundarioCentro secundarioCentro secundarioCentro del sitio 1 ha 1 ha 0.25 ha 0.15 ha 0.04 ha 0.05 ha 0.15 ha 0.05 ha 7 ha 5 ha 2 ha 0.64 ha 1.5 ha 1 ha 4 ha 72 ha 5 ha Extensión Cronología Posclásico tardío Sin definir Posclásico tardío Posclásico tardío Clásico Posclásico V tardío Posclásico tardío Clásico Posclásico V tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Clásico Posclásico V tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Clásico-Posclásico tardío Posclásico tardío Altitud 1429 1445 1487 1531 1480 1485 1462 1455 1564 1541 1527 1624 1619 1631 1765 1368 1443 Coordenadas UTM Coordenadas 14Q. 14Q. 672 191 y 766 2 150 14Q. 763 191 y 355 2 151 14Q. 595 191 y 737 2 151 14Q. 481 191 y 619 2 152 14Q. 121 191 y 621 2 152 14Q. 315 191 y 475 2 152 14Q. 277 191 y 247 2 152 14Q. 492 191 y 918 2 151 14Q. 566 191 y 333 152 2 14Q. 937 191 y 2 153 309 14Q. 753 191 y 2 153 185 14Q. 435 191 y 891 2 152 14Q. 190 763 y 2 154 550 14Q. 083 191 y 2 154 326 14Q. 272 191 y 2 154 377 14Q. 190 451 y 2 155 802 14Q. 675 191 y 594 2 149 14Q. 769 191 y 929 2 151 Municipio Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Ziracuaretiro Lista de sitios arqueológicos localizados en la subregión del valle de Ziracuaretiro. Lista de sitios arqueológicos del valle localizados en subregión la Nombre sitio 10 Fig. LU1 Ziraspen II LU1 LaLU2 Cruz LU3 El Ortiqal LU4 El Quelite II LU5 El Malpaís LU6 El Malpaís II El MalpaísLU7 III LU8 El Malpaís IV LU9 El Malpaís V La Trasquila LU10 El Llano LU11 La Concha LU12 LU13 Cantón Cantón II LU14 El Retiro LU15 La RositaLU16 (Atlas) LU30 Lagunillas LU32 Palo Dulce  115 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS...

ciada a una gran plaza y una plataforma plo y del altar del Conjunto B, con ajuar funerario habitacional que fueron intervenidos por Pu­ y características de deposición que nos sugieren lido y su equipo (Pulido et al. 1997: 50-65). que sus rituales de enterramiento fueron muy si- • Conjunto B, formado por una yácata de milares a los también descritos en la Relación de planta rectangular con un altar al frente y Michoacán para efectuar las exequias de los go- una plataforma habitacional de delimitan bernantes. Lo anterior nos ha llevado a proponer una plaza, y que fueron intervenidas por que los señores de Lagunillas pudieron haber sido quienes suscriben (fig. 11). descendientes directos del linaje uacúsecha y que el sitio fue un centro rector del valle de Ziracua- Los materiales (fig. 12) y los sistemas de la retiro, con una categoría tan sólo menor a la de las última etapa constructiva corresponden al Posclá- capitales del Estado tarasco (Cruz et al., 2014: 87). sico tardío, aunque existe evidencia de una ocu- El siguiente sitio en importancia por su arqui- pación continua desde el Clásico tardío. El tipo tectura es Palo Dulce, el cual se encuentra sobre diagnóstico Tres Palos rojo sobre crema —así una planicie en el margen izquierdo del río El como varios tipos de manufactura local con deco­ Ortigal-Acúmbaro, donde se erige una yácata de ración en rojo sobre café, y obsidiana que denota casi tres metros de altura con un altar ubicado al redes de comercio a larga distancia, incluyendo noreste. Su ocupación data del Posclásico tardío, navajillas prismáticas de color verde botella— es- con cerámica de filiación tarasca y que tal vez era tán asociados a este primer periodo. El Posclásico dependiente de Lagunillas. La presencia de frag- temprano está representado en menor medida; sin mentos de obsidiana procedente de las minas de embargo, destaca la presencia del tipo Copujo rojo Zinapécuaro y Ucareo también sugiere su inser- y blanco sobre crema, cuya procedencia se sitúa ción en las redes de comercio y abastecimiento en la Cuenca de Pátzcuaro. que prevalecían durante ese periodo, las cuales La ocupación de Lagunillas en el Posclásico eran controladas de manera directa por el cazon- tardío está identificada con el linaje uacúsecha, ci desde la Cuenca de Pátzcuaro. donde la creación y articulación de los elementos Siguiendo la vega del río llegamos al extremo arquitectónicos y espacios abiertos es común a la más septentrional del valle, donde se encuentra el de los centros urbanos con presencia del Estado actual poblado de San Andrés Corú, al pie del ta­rasco. En Lagunillas, al menos los Conjuntos A cerro El Agua. Asentado sobre antiguas rutas o y B presentan un patrón de distribución en el que caminos reales, como lo atestigua la crónica de destacan tres elementos: un templo, un palacio y madame Calderón de la Barca en su tránsito una plaza, aun cuando debe subrayarse que, en el de Pát­zcuaro a Uruapan (1977: 520-521), es pro- Conjunto B, frente al templo principal se erige un bable que San Andrés Corú tenga una larga se- altar que estuvo decorado con bloques labrados cuencia de ocupación: al haber sido a ruta de con motivos antropomorfos, zoomorfos y geomé- tránsito obligado para arrieros y viajeros, ha per- tricos. manecido comunicado por distintos medios, in- De acuerdo con la interpretación de algunos de cluyendo vías férreas y la primera carretera de la los principales elementos arquitectónicos mencio- zona en épocas más recientes. nados en la Relación de Michoacán, podemos También se encuentra sobre asentamientos reconocer en estos conjuntos la presencia de “la de época prehispánica, entre ellos el ya mencio- casa del águila”; es decir, el templo dedicado en nado Proyecto Atlas Arqueológico, con el nombre primer lugar a Curicaveri, la deidad tutelar de los de La Rosita. Sus evidencias más completas se uacúsecha, y el palacio o la casa de los señores encuentran en la parte plana de una loma al norte gobernantes, la denominada “casa de los papas” del poblado, con dos áreas de arquitectura bien en la Relación (Cruz et al., 2014: 81). diferenciadas. El conjunto sur, incluido en el Entre los hallazgos realizados durante la última Atlas, consiste en dos edificios con orientación temporada de exploraciones arqueológicas se des- general norte-sur y que tal vez corresponden al cubrieron enterramientos humanos al pie del tem- complejo templo-altar, mientras el conjunto norte, 116 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017

localizado por este proyecto, está conformado por una cancha de juego de pelota en parte destruida, pero en la que todavía se pueden observar las plataformas laterales y los cabeza- les dispuestos en I, que delimitan el área de juego con 50 m de largo por 10 m de ancho (fig. 13). Este componente arquitectónico marca la diferencia con otros sitios identificados en nuestro recorrido, pues en ningún otro observamos ves- tigios que indicaran su existencia. El único sitio que se conoce en el área circundante con juego de pelota es Tinganio-Tingambato, asentamiento del periodo Clásico que ya hemos mencionado; en consecuencia, es probable que La Rosita haya sido edificado en el mismo periodo bajo la tradición de la cancha del juego de pelota, pues si bien en Mesoamérica data del horizonte Preclásico, en el occidente —salvo en Huitzilapa y Teuchitlán, donde han propuesto que la construcción de algunas canchas, sobre todo de los tipos II y III, data quizá del Preclásico medio o tardío  Fig. 11 Conjunto B de LU30 Lagunillas. Levantamiento topo- gráfico en el que se muestran sus principales elementos (Taladoire, 1998)—, su presencia se arquitectónicos. puede situar más bien a partir del Clásico y hasta el Posclásico tardío. En nuestra área de estudio, su construcción se puede fechar hacia el Clásico/Clásico tardío, lo cual también concuerda con la informa- ción recuperada por el cemca en los sitios registrados en la región de Zacapu con canchas para el juego de pelota, los cuales ubican sobre todo en las fases Lupe y La Joya del Clásico tardío y Epiclásico (Faugère- Kalfon, 1996: 31-64), tales como Yá- cata La Carbonera, Yácata El Metate y Las Iglesias de Ojo de Agua, por mencionar algunos. No obstante que a nivel de super-  Fig. 12 Ejemplo de la cerámica del Posclásico tardío recupera- ficie los materiales de La Rosita co- da de las excavaciones en el sitio LU30 Lagunillas. rresponden al periodo Posclásico 117 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS...

 Fig. 13 Distribución de los elementos arquitectónicos que se observan en superficie del sitio CPUZ16 La Rosita. tardío —lo cual incluye tiestos policromos rela- en la parte baja de la ladera de los Cerros El Mal- cionados con el poderío uacúsecha, así como ob- país, un sitio constituido por el establecimiento de sidiana procedente de las minas de Ucareo y algunos grupos domésticos en un área pequeña Zinapécuaro—, la construcción de la cancha du- asociada a una barranca alimentada por un ma- rante el Posclásico es poco factible, ya que en la nantial, del que parte de su flujo es almacenado Meseta Tarasca no se conocen asentamientos con en la actualidad para criar charales, en tanto el presencia de canchas con filiación de la cultura excedente forma un arroyo somero que baja hacia homónima, lo cual podría más bien sugerir que zonas más planas, donde se siembran maíz y ár- fue reocupado en este último periodo o, en todo boles frutales. En ese espacio, aunque extraídos caso, conquistado y anexado al territorio del Es- de su contexto original, se localizan un bloque de tado, evento que también registran los franceses basalto con dos pozuelos o tinajas poco profundas en varios de los sitios con juego de pelota, como (fig. 14), acompañadas de varias secuencias de La Lomita, La Caramicua y quizá El Palacio de puntos, y otro en cuya cara superior se labraron San Antonio Corupo, donde encuentran eviden- círculos con líneas, así como una espiral en una cias de la fase Milpillas del Posclásico tardío de las caras laterales. (Faugère-Kalfon, 1996: 39-44, 56.) En El Retiro, sitio dispuesto sobre terre- Por otra parte, se encontraron evidencias grá- nos llanos hacia el sureste de San Andrés Corú, se fico-rupestres en dos sitios: La Concha, situado lo­calizó otro grupo de manifestaciones gráfico- 118 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017

consiste sobre todo en coyotes (Canis latrans), zorrillos (Spilogale putorius, Mephitis macroura y Conepatus mesoleucus), venados (Odocoileus virginianus­ ), zorros grises (Urocyon cinereoargen­ teus), cacomixtles (Bassariscus astutus), liebres (Lepus callotis), tlacuaches (Didelphis virginia­ na), conejos (Sylvilagus cunicularius), cuineques (Spermophilus adocetus), patos (Anas spp.), tor­ cazas­ (Zenaida macroura) y chachalacas (Ortalis poliocephala). Rocas ígneas extrusivas de la era Cenozoico del tipo basáltico son las que conforman la geo- logía, mientras la edafología está representada por  Fig. 14 Bloque pétreo con dos pozuelos o tinajas andosol como suelo primario y secundario y lep- labradas en su cara superior localizado en el sitio tosol como terciario, todos de textura media. LU12 La Concha. Uno de los elementos geológicos que sobresa- len en esta subregión es un extenso malpaís cono- rupestres labradas sobre un conjunto de cuatro cido como pedregal de San Francisco y donde no bloques con complejos de círculos, así como un registramos evidencia de ocupación prehispánica, k’uilichi o juego de palillos relacionados con gru- pues resulta muy agreste y carente de espacios pos domésticos, quienes quizá aprovecharon esta llanos o poco pedregosos donde se pueda cons- área plana para el cultivo de sus mantenimientos truir. Al pasar a la vertiente poniente de las mon- y para realizar actividades lúdicas y rituales. Es tañas llegamos a la comunidad de Toreo El Alto, probable —así como sucede en La Concha— que desde donde recorrimos las laderas del cerro El los habitantes de El Retiro hayan permanecido Agua hasta el rancho La Alberca. bajo el dominio del sitio La Alberca, al que más Toda el área ha sido aprovechada para la intro- adelante haremos referencia, con el que com­ ducción de huertas de alta productividad, donde parten tipos cerámicos del Posclásico tardío y el la vegetación boscosa ha sido sustituida en su ma- abastecimiento de obsidiana de color gris y negra yoría por árboles de aguacate (Persea americana) de las minas de Ucareo y Zinapécuaro. y nuez de macadamia (Macadamia integrifolia). Los antecedentes arqueológicos del área se res- tringen a dos sitios con estructuras, pero sin cro- Quinta subregión fisiográfica: valle al nología —que reporta el Proyecto Atlas—, uno norte de Uruapan próximo a la colonia La Cofradía y el segundo en la población de San José; con procede se regis- Al norte de Uruapan, dentro de la subprovincia traron cuatro sitios con estructuras del Posclásico Neovolcánica Tarasca, se localiza un valle inter- situados en las estribaciones del macizo localiza- montano (figs. 15 y 16) salpicado de cráteres vol- do al oriente de Capacuaro.6 cánicos, en el que la población vegetal está A través del presente proyecto se identificaron conformada por bosque mixto, con pino (Pinus restos de varias unidades domésticas dispersas, spp.) y encino (Quercus spp.), y bosque tropical construidas sobre terrenos relativamente planos y deciduo; con parota (Enterolobium cyclocarpum), cuya ocupación data del periodo Posclásico tardío. guaje (Leucaena leucocephala), cascalote Las primeras evidencias arqueológicas que re- (Caesalpinia coriaria) y cirián (Crescentia alata basan el ámbito disperso las encontramos en To- kunth), cuya presencia guarda asociación con la reo El Alto, donde el asentamiento prehispánico transición climática de la zona entre cálido sub-

húmedo-húmedo a templado húmedo, según se 6 Información consultada en la Dirección de Registro Público asciende a la zona de montaña norte. La fauna de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos. 119 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS...

 Fig. 15 Subregión Valle, al norte de Uruapan, con la localización de los sitios arqueológicos registrados. Cartas topográficas inegi 1:50 000, E14A31 Taretan, E13B39 Uruapan y E13B29 Paracho.

se encuentra bajo el poblado actual, por lo que en Por la extensión y densidad que cubren los ves- los patios y las huertas de las casas es común en- tigios líticos en superficie, consideramos que la contrar fragmentos de cerámica y concentraciones probable función de Toreo El Alto fue la de pro- discretas de lítica tallada, sobre todo lascas, las- veer materia prima en forma de núcleos semi- cas de descortezamiento, de retoque y esquirlas, preparados —a juzgar por la alta presencia de sin dejar de mencionar una densidad significativa lascas de descortezamiento, y quizá de algunos de navajillas prismáticas, cuchillos y puntas. Las artefactos punzo-cortantes— para esta región su- evidencias de talleres para la talla de obsidiana, roeste de la Meseta Tarasca durante el Posclásico comprendidas entre los sitios arqueológicos de tardío, con obsidiana procedente en su mayoría de Toreo El Alto y Toreo El Alto II, estaban asocia- las minas de Zinapécuaro-Ucareo. Su participa- das a arquitectura monumental que, infortunada- ción en el sistema de mercado era probablemente mente, ya ha sido arrasada con la urbanización y controlada de manera directa por el Estado taras- el crecimiento del poblado; sin embargo, aún se co, cuya presencia se hace manifiesta con vasijas conservan algunos bloques labrados, entre ellos propias del linaje uacúsecha que provienen o que uno con representación antropomorfa (fig. 17) que fueron manufacturadas en la propia cuenca de los propietarios de los terrenos nos mostraron y Pátzcuaro. permitieron fotografiar. 120 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017 Categoría Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Casas aisladas Caserío Caserío Centro secundarioCentro secundarioCentro Casas aisladas 1 ha 2 ha 1.5 ha 0.5 ha 1 ha 2 ha 2 ha 3 ha 0.25 ha 7 ha 6 ha 8 ha 20 ha 2 ha Extensión del sitio Cronología Posclásico tardío Clásico Posclásico y tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Posclásico tardío Clásico Posclásico y tardío Posclásico tardío Clásico Posclásico y tardío 2151 1781 2018 2215 2041 1937 1837 2061 2028 2052 2067 2063 2066 2008 Altitud utm Coordenadas Coordenadas 13Q. 13Q. 809 686 y 763 2 158 13Q. 451 810 y 842 2 158 13Q. 334 810 y 2 160 232 13Q. 807 096 y 719 2 161 13Q. 13Q. 145 812 y 595 2 156 13Q. 13Q. 914 810 y 191 2 158 13Q. 477 810 y 326 2 158 13Q. 13Q. 051 810 y 546 2 158 13Q. 13Q. 127 813 y 251 2 157 13Q. 13Q. 120 813 y 986 2 156 13Q. 13Q. 453 814 y 670 2 157 13Q. 086 814 y 372 2 156 14Q. 14Q. 185 322 y 2 154 712 13Q. 832 814 y 2 154 535 Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Uruapan Municipio Relación de los sitios arqueológicos ubicados en la subregión Valle al Norte al Relación de de Uruapan. los Valle sitios arqueológicos en subregión ubicados la Nombre sitio 16 Fig. LU26 Las Paias LU27 Zirapondiro LU28 La Pedrera LU29 Los Reves LU22 Cuchutacuaro LU23 La Providencia LaLU24 Providencia II LU25 La Providencia III LU21 CerroLU21 La Alberca II LU20 Cerro La Alberca LU18 La Alberca LU18 La Alberca II LU19 LU17 Toreo El Alto Toreo LU17 El Alto II Toreo LU31  121 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS...

18 m de largo por 16 m de ancho y 4 m de altu- ra conservada, separados por un pasillo de 5 m de ancho (fig. 18). El poniente de la plataforma está delimitado por muros bajos que circundan, a su vez, una plaza también de planta rectangular que daba acceso a los edificios, en tanto al orien- te se encuentra una explanada aparentemente abierta. A excepción del gran espacio abierto y los uatziris que caracterizan la Plaza de Armas, La Alberca sería el segundo sitio del que se tiene co- nocimiento —a nivel arqueológico—que existe  Fig. 17 Bloque arquitectónico labrado con motivo de una plataforma sobre la que desplantan edifi- antropomorfo procedente del sitio LU31 Toreo El Alto II. cios gemelos (Cárdenas, 2004: 205), con la posible salvedad de Jacona en el sur de Zamora, donde el presbítero Francisco Plancarte y Navarrete —a finales del siglo xix— excava y levanta un plano en el que presenta una plataforma con dos elemen- tos rectangulares situados frente a dos yácatas de planta mixta; sin embargo, en la planimetría no puede diferenciarse si son solamente muros que delimitan espacios cerrados o si, en efecto, son basamentos que yacen sobre la referida platafor- ma (Williams, 1993: 199). El conjunto sur se encuentra sobre una eleva- ción natural que forma parte de las estribaciones del cerro El Agua, donde pueden observarse pe- queñas elevaciones, además de un muro de con- tención hacia la parte alta de la loma, tal vez construido con la finalidad de evitar la erosión y  Fig. 18 Basamentos norte y sur vistos desde la explanada oriente. Sector norte del sitio LU18 La modificarla para lograr una zona plana sobre la Alberca. cual construir. En ambos conjuntos se recuperaron fragmentos de vasijas policromas propias del linaje uacú- Más al norte, dos pequeñas mesas formadas en secha, incluyendo ejemplares que proceden direc- las estribaciones poniente del cerro El Agua fue- tamente de la Cuenca de Pátzcuaro, como el tipo ron acondicionadas con muros de contención para Yaguarato Crema, variedad San Pablo. Las lascas erigir arquitectura de carácter monumental a la y los artefactos de obsidiana también desvelan que hemos denominado La Alberca y cuya ocu- la injerencia del Estado tarasco en el sitio, pues la pación corresponde al Posclásico tardío. Está materia prima que se encuentra en mayor densi- dividido en dos conjuntos, uno de ellos con basa- dad viene de las minas de Zinapécuaro y Ucareo. mentos que muestran una distribución arquitec­ La ubicación estratégica del sitio, resguardado tónica similar a la llamada Plaza de Armas de por altas montañas, le confiere un carácter plena- Ihuatzio. El conjunto norte es el mejor conserva- mente privado, con construcciones que nos llevan do y se pueden apreciar una plataforma de 69 m a inferir que se trató de un centro secundario que en su eje norte-sur y 41 m en el perpendicular, dominó las pequeñas poblaciones situadas en el sobre la cual se desplantaron dos basamentos valle —como los caseríos y las casas aisladas de rectangulares orientados de norte a sur que miden las que ya hemos hablado—, y cuya cerámica 122 ARQUEOLOGÍA 53 • agosto de 2017

comparte las mismas características de manu­ secha. Y de igual manera, para administrar los factura y materia prima que las halladas en este bienes que circulan a través de las redes de co- centro. mercio e intercambio; de allí que surjan nuevos sitios en el extremo suroeste de la Meseta Tarasca, en particular en los valles de Ziracuaretiro y de Consideraciones finales Uruapan, donde se distinguen el sitio de La Rosi- ta, por la presencia de una cancha para el juego El crecimiento poblacional durante el Posclásico de pelota —que tal vez se pueda fechar para el tardío es un evento que tuvo un impacto en el horizonte Clásico y que es ocupado por los taras- paisaje con la construcción de casas dispersas cos en el Posclásico—; La Alberca, por su com- sobre las laderas de los cerros, mientras la mayo- plejo arquitectónico similar al de la Plaza de ría de los centros ceremoniales se erigen sobre Armas de Ihuatzio; Toreo El Alto, como sitio que terrenos llanos o poco agrestes, con excepción de suministra a la región con obsidiana de las minas los destinados a la vigilancia, como Angachuén, controladas ahora por el Estado, y Lagunillas, por o al desarrollo de actividades rituales y ceremo- sus dos conjuntos principales con templo-palacio- niales exclusivas de la élite, como La Alberca, plaza, incluyendo uno con yácata de planta mix- donde el axioma indiscutible es el dominio del ta, y que funge además como parte del cinturón Estado tarasco, cuyo poderío se manifiesta de de seguridad de la meseta y como “punta de lan- igual ma­nera en la edificación de nuevos templos za” para la conquista de la Tierra Caliente (Cruz destinados al culto de su deidad tutelar —Curica- et al., 2014: 72-75, 86-87). veri— en sitios que ya habían sido habitados du- rante el horizonte Clásico. Destaca el sitio de Las Pipas, en la vertiente sur Bibliografía del lago de Pátzcuaro, como centro secundario con estructuras alineadas de oriente a poniente y • Alcalá, fray Jerónimo de situado en un paso de montaña que comunica la 1977. Relación de las ceremonias y ritos y población cuenca con la Tierra Caliente, además de dos ex- y gobernación de los indios de la provincia de tensas áreas con terrazas dedicadas al abasteci- Michoacán. , Balsal. miento de recursos primarios durante el Clásico y el Posclásico tardío; así como Angachuén en la • Braniff C., Beatriz 2010. La arquitectura de Mesoamérica y de la Gran zona de montaña de San Ángel Zurumucapio, con Chichimeca, México, inah. arquitectura monumental bajo un patrón de dis- tribución mesoamericano que fue ocupado tam- • Cabrera Castro, Rubén bién en este último periodo; y La Trementina, 1987. Tzintzuntzan. Décima temporada de excava- sitio con templos, plazas y plataformas que lo ciones. En Barbro Dahlgren, Carlos Navarrete, diferencian del resto de los asentamientos de la Lorenzo Ochoa, Mari Carmen Serra y Yoko Sugiura zona y le confieren relevancia para su momento (orgs.), Homenaje a Román Piña Chán (pp. 531-565). histórico de mayor auge en el Clásico —aunque México, iia-unam. más tarde fue ocupado por los tarascos—, con la implantación de uno de sus máximos símbolos de • Calderón de la Barca, Madame poder: la yácata de planta mixta. 1977. La vida en México. Durante una residencia de dos años en ese país (t. II, pp. 511-530). México, La autoridad estatal derivada desde la Cuenca Porrúa (Biblioteca Porrúa de Historia, 14 y 15). de Pátzcuaro requería valerse de centros secun- darios para garantizar el control de las poblacio- • Cárdenas García, Efraín nes tarascas —generalmente de tamaño pequeño abril 2015. Arquitectura prehispánica en la vertiente y con patrones de asentamiento dispersos—, así del Lerma Medio. Cronología e implicaciones como de aquéllas que se anexan al territorio como culturales. Comunicación en el Seminario-Taller de resultado de la política expansionista de los uacú- Arqueología del Occidente. Salvador Pulido, Luis 123 DE PÁTZCUARO A URUAPAN: UN ACERCAMIENTO A LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS...

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