mutillarius Escarabajos de Navarra: Cléridos (Coleóptera, )

por José I. Recalde y Antonio F. San Martín*

Los Cléridos constituyen una pequeña familia TROFISMO, COLORACION Y de escarabajos que ocupan variados nichos ecoló- OTROS ASPECTOS gicos. A menudo están recubiertos de abundante BIOLÓGICOS pilosidad y exhiben llamativas combinaciones cromáticas. Dentro de la serie de trabajos divul- Los cléridos parecen ser un grupo de escara- gativos que dedicamos a los coleópteros navarros, bajos fundamentalmente depredadores, aunque quizás sea más exacto calificarlos de carnívoros. nos centraremos en esta ocasión en este interesan- Sus integrantes pertenecen a varias modalidades te grupo, algunas de cuyas especies serán sin duda biológicas, en función de los ambientes tróficos reconocidas por los lectores, ya que sus hábitos en los que, tanto en las fases larvarias como ima- florícolas y llamativas coloraciones hacen que ginales, se procuran el alimento y/o dan caza a sus difícilmente pasen desapercibidos para el excur- *J.I. Recalde. C/Andreszar, 21. 31610 Villava. e-mail: [email protected] sionista. A.F. San Martín Moreno. Travesía Jesús Guridi 3-4º Izda. 31005 Pamplona

Escarabajos de Navarra: Cléridos (Coleóptera, Cleridae) 79 Figura 1 Género Necrobia a) N. ruficollis b) N. rufipes

Figura 3 Género a) T. alvearius b) T. apiarius c) T. octopunctatus d) T. flavocinctus e) T. leucopsideus

Figura 2 Género Tilloidea a) T. transversalis b) T. unifasciata

80 Gorosti 2002 Figura 4 Género a) O. mollis b) O. domesticus

Figura 5 Género a) T. formicarius b) T. femoralis

presas. Los habitantes de la madera muerta, de los cadáveres y los nidos de otros insectos, son obje- to de depredación por parte de cléridos especiali- zados. A.- ESPECIES XILÓFILAS

Un primer grupo abarca las especies funda- mentalmente depredadoras de insectos xilófagos (Cerambycidae, Bostrychidae, Scolytidae, Anobidae, etc...). Las larvas se desarrollan dentro de la madera atacada por aquellos, a las fases prei- maginales de los cuales persiguen y devoran en sus galerías. Los adultos, ráramente visitan las flores, pero recorren las ramas y los espacios sub- corticales de los troncos secos cazando insectos de la madera, y pueden penetrar en ella persi- mado que cada individuo consume un “barreni- guiendo a sus presas. Este grupo es importante llo” (Coleoptera, Scolytidae) por día. El ciclo por el control que ejerce sobre las poblaciones de vital de estas especies está estrechamente relacio- insectos potencialmente perjudiciales para la nado con el de sus presas, coincidiendo durante la madera, limitando los daños que producen en primavera la eclosión de los imagos. Además se troncos cortados ó incluso vivos, y quizás evitan- ha comprobado que algunos cléridos depredado- do que algunos se constituyan en plagas. Se estu- res de xilófagos son atraídos por las feromonas de dia activamente la utilización de algunas de estas aquellos. Los géneros Clerus (Figura 8), Opilo especies, muy especialmente del género (Figura 4), Denops (Figura 7), Tilloidea (Figura Thanasimus (Figura 5), como método de control 2), Tillus, Thanasimus (Figura 5), y biológico de algunos xilófagos, habiéndose esti- Tarsostenus (Figura 6), pertenecen a este grupo.

Escarabajos de Navarra: Cléridos (Coleóptera, Cleridae) 81 Tarsostenus univittatus Denops albofasciatus

Las especies de Thanasimus y Allonyx muestran rabajos como sílfidos, derméstidos, trógidos, his- preferencia por los xilófagos de las coníferas. téridos y estafilínidos de las sucesiones de espe- La mayor parte de estos cléridos presentan cies que caracterizan los procesos de descomposi- coloraciones polícromas, siendo frecuente la ción de los cadáveres. El género Necrobia (Figura combinación de áreas, bandas o fascias rojizas, 1), con tres especies en Navarra, ejemplifica este blancas y oscuras, en patrones ciertamente simila- grupo. Necrobia ruficollis (Figura 1a), especie res. En ocasiones estas coloraciones se han rela- azulada con el pronoto y la base de los élitros roji- cionado con las de algunos himenópteros, pero zos, es frecuente en los cementerios y en ocasio- parece razonable suponer que se trata de diseños nes se puede llevar a casa tras las visitas al crípticos disruptivos, ya que consisten en líneas Camposanto. De igual modo, es habitual que conspicuas que recorren el insecto transversal- entre a visitar las viviendas cercanas a los cemen- terios. Es bien conocida la presencia de Necrobia mente y con un trazado más o menos irregular, lo rufipes (Figura 1b) en momias del antiguo Egipto, que dificulta distinguir el contorno real del indivi- hecho éste que se ha reportado en diversas oca- duo. siones. La opinión más extendida es que este B.- ESPECIES NECRÓFILAS grupo de especies da caza a las larvas, quizás tam- bién a los imagos, de artrópodos necrófagos pre- Un pequeño grupo de especies se alimenta de sentes en las carroñas, pero no sería descartable restos de cadáveres de vertebrados, siendo visi- que se alimentaran directamente de las mismas, tantes asiduos de osamentas, pellejos, cráneos y en cierta medida. Como es lógico, algunas otros restos de los procesos de descomposición. Necrobia son escarabajos frecuentes en todos los Estos cléridos forman parte junto con otros esca- muladares de Navarra.

82 Gorosti 2002 C.- ESPECIES CON ADULTOS dos órganos de reclamo a los que, al parecer, no FLORÍCOLAS Y LARVAS DEPRE- tratan con la dulzura a que, evolutiva y estética- DANDO FASES PREIMAGINALES mente, se hacen acreedores. Todo lo cual no impi- DE HIMENÓPTERA de que los escarabajos pubescentes resulten efica- ces y necesarios polinizadores. Finalmente, cierto grupo de cléridos se desa- Las especies florícolas están expuestas a los rrolla en los nidos de otros insectos, en especial riesgos derivados de su alimentación en los cons- himenópteros (abejas sociales ó solitarias), y qui- picuos órganos florales, donde los depredadores zás ortópteros. Es el caso de los representantes del pueden localizarlos con facilidad. Quizás por este conocido género Trichodes (Figura 3). A diferen- motivo, los Trichodes exhiben una coloración cia de los escarabajos vesicantes (Meloidae), de especial; pero ¡especialmente llamativa!. Colo- los que ya nos ocupamos anteriormente, y cuyas reados en rojo y azul metálico, su presencia sobre larvas se nutren con preferencia de las reservas de las flores resulta evidente desde lejos, y esto alimento almacenados en las ootecas y nidos de puede ser explicado por fenómenos de mimetis- sus hospedadores, las larvas de muchos Trichodes mo. Las especies tóxicas ó ponzoñosas advierten prefieren alimentarse de los indivíduos preimagi- de sus condición a los depredadores mediante nales (larvas y ninfas) de aquellos; comporta- coloraciones llamativas (Aposematismo), pero miento este acorde con los hábitos carnívoros de otras especies no tóxicas pueden copiar las colo- los cléridos. De acuerdo con este hábito de vida, raciones de especies aposemáticas. Este fenóme- hemos podido comprobar la eclosión de no es llamado Mimetismo Batesiano, y parece ser (Figura 3c) y T. leucop- el caso de los Trichodes, cuyas libreas recuerdan sideus (Figura 3e) a partir de un tronco muy a las de las muy tóxicas y llamativas mariposas podrido de Prunus cultivado procedente del sur del género Zygaena. La presencia de cléridos en de Navarra, del que también emergieron un par de las flores, puede también asociarse a su actividad decenas de pequeños himenópteros. depredadora. Este es probablemente el caso de Merece la pena comentar algunos aspectos Tilloidea transversalis (Figura 2a) muy común morfológicos de los imagos del género Trichodes. sobre las flores de los Onopordon en el sur de A diferencia de la mayor parte de los representan- Navarra, donde al parecer se dedica a cazar algu- tes de los grupos anteriores, se trata de insectos nos de los visitantes de estas inflorescencias, antófilos (florícolas), ya que es en las flores como gorgojos y otros insectos. donde se les encuentra normalmente, siendo habi- En resumen, los cléridos desempeñan impor- tual que posean el cuerpo recubierto de una larga tantes papeles en la naturaleza, incidiendo sobre y densa vellosidad lo que se relaciona con su fun- las poblaciones de coleópteros xilófagos, ortópte- ción polinizadora. En efecto, este tipo de particu- ros e himenópteros; realizando funciones polini- laridad anatómica es habitual entre los insectos zadoras e interviniendo en la sucesiones de los visitantes de las flores, y los escarabajos no son artrópodos de los cadáveres. Pocas especies pero una excepción, tal es el caso también de los géne- con mucha y relevante tarea. ros Acmaeoderella (bupréstido), Trichius y Tropinota (cetónidos), Henicopus (dasítido)... El DISTRIBUCION EN NAVARRA estilo de los escarabajos al tratar con las flores está, por lo general, lejos de la delicadeza y espe- Aún existen pocas citas de una parte sustan- cialización de himenópteros, dípteros y lepidópte- cial de las especies de cléridos conocidos hasta la ros; de hecho, los escarabajos son considerados fecha de Navarra, por lo que no es posible realizar auténticos patosos en su relación con estos delica- un análisis completo de las tendencias corológicas

Escarabajos de Navarra: Cléridos (Coleóptera, Cleridae) 83 Patrones de distribución de algunos cléridos en Navarra

84 Gorosti 2002 de este grupo (Figura 9). No obstante, cabe rese- Subfamilia Tillinae ñar que algunos taxones parecen restringidos a las áreas mediterráneas navarras, tal es el caso de Denops albofasciatus (Charpentier, 1825) Trichodes octopunctatus y Tilloidea transversalis Tillus elongatus (Linnaeus, 1758) (MAPA 2). elude el tercio Tilloidea transversalis (Charpentier, 1825) Tilloidea unifasciata (Fabricius, 1787) septentrional (MAPA 3) y T. alvearius está pre- sente en la mitad septentrional del territorio pero Subfamilia Clerinae evita de forma evidente las comarcas cantábricas (MAPA 4). parece restringido a la (Linnaeus, 1758) mitad septentrional (MAPA 5) y Allonyx quadri- Trichodes flavocinctus Spinola, 1844 maculatus y Thanasimus femoralis, aunque (Fabricius, 1792) ampliamente distribuídos por la Península Trichodes leucopsideus (Olivier, 1795) Ibérica, en Navarra, parecen habitar los valles del Trichodes octopunctatus (Fabricius, 1787) extremo nororiental donde sin duda viven a Opilo domesticus (Sturm, 1837) expensas de xilófagos de las coníferas pirenáicas Opilo mollis (Linnaeus, 1758) (MAPA1). Finalmente taxones como Tarsostenus Thanasimus formicarius (Linnaeus, 1758) univittatus (cosmopolita), Thanasimus formica- Thanasimus femoralis (Zetterstedt, 1828) Clerus mutillarius Fabricius, 1775 rius, Opilo domesticus y las especies de Necrobia Allonyx quadrimaculatus (Schaller, 1783) deben encontrarse por toda Navarra. Thanasimus formicarius parece la especie más común de esta Subfamilia Tarsosteninae familia en la Comunidad foral, probablemente debido a lo extendido de las repoblaciones de Tarsostenus univittatus (Rossi, 1792) pino y a su acusada polifagia. Es muy normal verlo corretear sobre los troncos de pino en los Subfamilia Korynetinae cargaderos de Roncal y Salazar, donde son conti- nuadas las sacas de madera de conífera. Necrobia rufipes (DeGeer, 1775) Necrobia violacea (Linnaeus, 1758) FAUNA NAVARRA DE COLE- Necrobia ruficollis (Fabricius, 1775) OPTERA CLERIDAE Opetiopalpus bicolor (Laporte, 1836)

Los trabajos recientemente aparecidos (ver bibliografía), complementados con algunas obser- AGRADECIMIENTO vaciones más recientes nos permiten elaborar el Agradecemos a Pablo Bahillo, los datos com- siguiente listado provisional, en cualquier caso plementarios que, como siempre, tan amablemen- aún incompleto, de la fauna navarra de esta te nos ha proporcionado para elaborar un listado pequeña pero ecológicamente destacable familia. más actualizado de la fauna navarra de cléridos.

Escarabajos de Navarra: Cléridos (Coleóptera, Cleridae) 85 BIBLIOGRAFIA • BRACKENBURY, J. 1995. and Flowers. A biological partnership. Blandford. London. • ASCASO, C. & R. SERRAROLS. 1983. 160 pp. Contribución al conocimiento de los Cleridae • CROWSON, R. A. 1981. The Biology of the (Col.) en los bosques de Pinus sylvestris del valle del Roncal (Navarra). Actas. I Congr. Coleoptera. Academic Press. London. 802 pp. Ibér. Ent. León,: 51-55. • DAJOZ, R. 1998. Les insectes et la forêt. Rôle et • BAHILLO DE LA PUEBLA, P. & J. I. LÓPEZ- diversité des insectes dans le milieu forestier. COLÓN. 2001. Cléridos de Andalucía. Lavoisier Eds. TEC & DOC. Paris. 594 pp. (Coleoptera, Cleridae). M. Baena, Ayto. • ESPAÑOL, F. 1960. Los Trichodes ibéricos. Utrera, Fundación El Monte y S.A.E. Editores. (Col. Cleridae). Graellsia, 18: 153-164. Utrera (Sevilla). 77 pp. • GERSTMEIER, R. 1998. Checkered . • BAHILLO DE LA PUEBLA, P. & J. I. LÓPEZ- COLÓN. 2001. La subfamilia Tillinae Leach, Illustrated key to the Cleridae and 1815 (Coleoptera, Cleridae) en la Península Thanerocleridae of the Wertern Palearctic. Ibérica. Est. Mus. Cienc. Nat. de Álava, 16: Margraf Verlag. Weikersheim. Germany. 241 153-171. pp. 8 láms. AHILLO DE LA UEBLA ECALDE RUZUN • B P , P., I. R I , • RECALDE, J. I. & A. F. SAN MARTÍN. 1995. A. F. SAN MARTÍN MORENO & J. I. LÓPEZ- Algunos “ismos” relacionados con la defensa COLÓN. 1999. Contribución al conocimiento de química de ciertos coleópteros: Mimetismo y los cléridos de la Comunidad Autónoma Vasca, Comunidad Foral Navarra y áreas limítrofes. Aposematismo. Bol. S.E.A. 12: 13-15. (Coleoptera, Cleridae). Est. Mus. Cienc. Nat. • RETTENMEYER, C. W. 1970. Insects mimicry. Álava, 14: 151-167. Ann. Rev. Entomol., 15: 43-74.

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