Promueve Organiza Auspicia Adhieren

1 www.argentina2010.net

En 2010 se cumplirán 200 años de la Revolución de Mayo, el primer paso de un largo proceso que condujo a la constitución de la como país independiente. Los siguientes hitos de ese proceso fueron la declaración de la independencia de las Provincias Unidas del Río de , proclamada en Tucumán 1816; la Constitución de la Nación Argentina, sancionada en 1853, y la federalización de la ciudad de como capital de la República, por ley de 1880. Se puede decir qué solo entonces quedaron establecidas las bases institucionales para la consolidación de un nuevo país. Apenas 30 años después del último de esos hitos, se cumplió el Centenario del primero, que se celebró de diversas maneras. Hoy se avanza hacia el Bicentenario de aquel paso inicial. Su arribo proporciona una buena oportunidad, no sólo para una nueva celebración, sino, sobre todo, para aprovechar la buena voluntad y el optimismo que generan en la población tales aniversarios con el fin de realizar obras de envergadura, al tiempo que fortalezcan la confianza de la sociedad en su capacidad de alcanzar metas ambiciosas. La Sociedad Central de Arquitectos se une a esta histórica celebración organizando un Concurso Internacional de Ideas no vinculantes en un predio de enorme significación, por ser aledaño al Hotel de los Inmigrantes, Monumento Nacional que simboliza las puertas de entrada al verdadero crisol de razas y religiones que es hoy el ser nacional argentino; y ubicado en un sector de la capital de la República Argentina, de indudable importancia desde el punto de vista estratégico, histórico y simbólico. IRSA promueve esta iniciativa que pretende contribuir a una nueva ima- gen de la simbólica e histórica entrada a la Republica Argentina y además poder contribuir a un debate publico y abierto de ideas de carácter internacional sobre el futuro desarrollo de una Ciudad líder en el Continente Americano y en pleno desarrollo y crecimiento.

Promueve Organiza Auspicia Adhieren

IRSA - AUTORIDADES Presidente: Eduardo S. Elsztain / Vicepresidente: Saúl Zang / Vicepresidente Segundo: Alejandro G. Elsztain / Director: Oscar P. Ber- gotto / Director: Fernando A. Elsztain / Director: Ricardo Esteves / Director: Cedric D. Bridger / Director: Marcos Fischman / Director: Fernando Rubín / Director: Gary S. Gladstein / Director: Mario Blejer / Director: Mauricio Wior / Director Suplente: Juan C. Quintana Terán / Director Suplente: Emilio Cárdenas / Director Suplente: Salvador D. Bergel / Director Suplente: Enrique Antonini / Director Suplente: Daniel Ricardo Elsztain / Director Suplente: Gabriel Adolfo Gregorio Reznik.

SOCIEDAD CENTRAL DE ARQUITECTOS - COMISION DIRECTIVA Presidente: Arq. Daniel Silberfaden / Vicepresidente 1º: Arq. Luis María Albornoz / Vicepresidente 2º: Arq. Mario Boscoboinik / Secretario General: Arq. Darío Lopez / Prosecretario: Arq. Roberto Busnelli / Tesorero: Arq. Ricardo Koop / Protesorero: Arq. Alberto Gorbatt / Vocales Titulares: Rita Comando, Daniel Miranda, Juan Martín Urgell, Marcelo Grisetti, Jorge Lema, arqs. / Vocales Su- plentes: Matías Gigli, Enrique Garcia Espil, Walter Gomez Diz, Alejandro Stoberl, Nanette Cabarrou, Marta Kelly, Adriana Dwek, Pablo Suarez, Alicia Baena, Néstor Magariños, Graciela Novoa, Antonio Ledesma, arqs. / Vocal Aspirante Titular: Sr. Pablo Gadea / Vocal Aspirante Suplente: Srta. Romina Del Campo.

FEDERACIÓN ARGENTINA DE ENTIDADES DE ARQUITECTOS - COMISION DIRECTIVA Presidente: Arq. Jorge Daniel Ricci - Región Pcia. de Córdoba / Vice-presidente: Arq. Edgardo Rubén Bagnasco - Región Pcia. de Sta. Fe / Secretario : Arq. Marcos Funes - Región Cuyo / Tesorero: Arq. Juan Boscariol - Región NOA / Vocales Titulares /Arq. Adolfo Albanessi - Región Sur / Arq. Julio C. Benítez - Región NE / Arq. Eduardo Crivos - Región Pcia. de Buenos Aires / Arq. Luis María Albornoz.

ASESORÍA Por la SCA: Arq. Enrique García Espil, Planeamiento Arq. Daniel Silberfaden, Arquitectura

Por IRSA: Arq. Gustavo Sartorio 2 CALENDARIO DEL CONCURSO - Fecha de apertura: 10 de Junio de 2008 - Visitas al terreno: 28 de Junio de 2008 - Fecha de cierre: 11 de Agosto de 2008 - Reunión del Jurado: del 22 de Agosto al 28 de Agosto del 08 - Fallo del Jurado: 29 de Agosto de 2008 - Voto del público: desde el 15 al 22 de Septiembre de 2008 - Apertura de sobres: 30 de Septiembre de 2008

Costo de las Bases:$150 para participantes de la República Argentina US$ 150 o € 120 para participantes extranjeros

CONSULTAS A LA ASESORIA Los Asesores contestarán todas las consultas que se les formulen según el siguiente cronograma: Las recibidas hasta el 10/07/08 se contestarán el 15/07/08. Las respuestas se publicarán en la página web de la SCA: www.socearq.org

PREMIOS - Tres premios sin orden de mérito de $ 233.000,00 (Pesos doscientos treinta y tres mil) cada uno. Total $ 699.000,00 - Menciones honoríficas a criterio del Jurado.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO 1 - Reglamento del Concurso 1.1 Llamado a concurso 1.2 Bases 1.3 Carácter del Concurso 1.4 De los Participantes 1.4.1 Obligaciones de los participantes 1.4.2 Condiciones que deben reunir los participantes 1.4.3 Reclamo de los participantes 1.4.4 Declaración de los participantes 1.4.5 Anonimato 1.4.6 Inscripción y compra de bases 1.5 De la Asesoría 1.5.1 Asesores 1.5.2 Deberes de los asesores 1.5.3 Consultas a los asesores 1.5.3.1 Cronograma 1.5.3.2 Formulación de las consultas 1.6 Presentación de los trabajos 1.6.1 Condiciones 1.6.2 Exclusión del concurso 1.6.3 Sobre de identificación 1.6.3.1 Contenido del 2º sobre 1.6.4 Recepción de los trabajos 1.6.5 Envío directo 1.6.6 Recibo y clave secreta 1.7 Requisitos para la presentación de los trabajos 1.7.1 Introducción 1.7.2 Normas de presentación 1.7.2.1 Condiciones representación de l láminas 1.7.2.2 Elementos constitutivos 1.7.3 Embalaje 1.8 Del Jurado 1.8.1 Composición del jurado 1.8.2 Deberes y atribuciones de jurado 1.8.3 Convocatoria y sede del jurado 1.8.4 Informe de la Asesoría 1.8.5 Plazo para la actuación del jurado 1.8.6 Asesores del jurado 1.8.7 Elección de los trabajos premiados 1.8.8 Premios desiertos 1.8.9 Inapelabilidad del fallo 1.8.10 Apertura de sobres 1.8.11 Falsa declaración 3 1.8.12 Acta final 1.9 Retribuciones 1.9.1 Premios 1.9.2 Plazo de pago 1.10 Obligaciones del Promotor 1.10.1 Propiedad intelectual 1.10.2 Exposición 1.10.3 Devolución de los trabajos 1.10.4 Condiciones obligatorias de ls bases

CAPÍTULO 2 – Consideraciones generales 2.1. Condiciones generales 2.2. Síntesis histórica

CAPÍTULO 3 – Área objeto del Concurso 3.1 Características del terreno 3.1.1 Físicas 3.1.2 Dominiales 3.2 Características del entorno 3.2.1 Río de la Plata 3.2.2 Dársena Norte 3.2.3 Museo de la Inmigración y Apostadero naval 3.2.4 Escuela nacional de Náutica 3.2.5 Yacht Club argentino 3.2.6 Terminal de Buquebus 3.2.7 Empalme Norte 3.2.8 Retiro 3.2.9 Proyecto área Retiro 3.2.10 Autopista ribereña 3.2.11 Puerto Nuevo 3.2.12 Villa 31 3.2.13 3.2.14 Catalinas norte 3.2.15 Cono de aproximación del Aeroparque

CAPÍTULO 4 – Anexos 4.1 Documentación gráfica (listado de archivos adjuntos) plano base y corte long. 4.2 Fotografías 4.3 Evolución histórica 4.3.1 El Río de la Plata 4.3.2 Un puerto para Buenos Aires 4.3.3 y la Dársena Norte. Inmigrantes, trabajo y deportes 4.3.4 Tiempos modernos 4.3.5 Bibliografía 4.4 Glosario técnico 4.5 Declaración Jurada

4 INTRODUCCIÓN

Esta convocatoria internacional de ideas es una propuesta para el trabajo interdisciplinario de arquitectos, urbanistas, paisajistas, ingenieros, diseñadores, artistas y pensadores, tendientes a instalar el debate sobre la ciudad que queremos, a partir de propuestas de escala urbana en un área fuertemente simbólica por ser simultáneamente su contacto con el río abierto y con el centro admi- nistrativo y económico de la capital de la República. Estas ideas deberán ser capaces de transformar el área en un verdadero hito celebratorio del Bicentenario nacional, un símbolo de Buenos Aires para el siglo XXI, no solamente en el aspecto formal sino, fun- damentalmente, en brindar una opinión sobre el rol de la ciudad y sus funciones primordiales, una imagen identificatoria para este espacio significativo, extensiva a la ciudad toda.

La propuesta se dirige a arquitectos, urbanistas, paisajistas, ingenieros, diseñadores, artistas y pensadores, para que a través de un trabajo interdisciplinario imagine el paisaje urbano del sector y la materialización concreta (simbólica o real) de un nuevo “hito“ urbano, que al igual que otros referentes de grandes metrópolis, le den identidad a la nueva postal de la Argentina. En síntesis, el nuevo símbolo de la Argentina siglo XXI.

Las propuestas que se presenten para este predio de 80.000 m2 que ocuparon los astilleros Tandanor, en la Dársena Norte del puerto de Buenos Aires, deben ser parte de una idea integral sobre el área donde -vecinos al terreno del concurso- se encuentran emplazados el ex , el Apostadero Naval y la ex Escuela Nacional de Náutica, edificios de valor patrimonial que están en proceso de recuperación.

Este lugar está directamente vinculado con el río, Puerto Madero, Puerto Nuevo (en funcionamiento como tal), el área de Catalinas Norte y el centro administrativo de la ciudad, conocido como área central, y con las terminales de ómnibus y ferrocarriles de Retiro.

Inciden también de manera directa sobre este ámbito los proyectos que finalmente se decida llevar a cabo (actualmente en estu- dio) para la autopista ribereña y las tierras de empalme norte, la villa 31, el área de oficinas públicas conocida como Antepuerto, y el puerto de cruceros turísticos. También influirán en la zona el destino final de aeroparque metropolitano (conservación en su emplazamiento actual o traslado), ya que la proyección de su cono de aproximación y despegue condiciona las alturas posibles en el área.

El Río de la Plata es el más ancho del mundo -característica que hace que los uruguayos lo llamen “mar”-, y es muy atravesado por navegación deportiva y comercial. Un viaje de 45 minutos en ferry separa la costa de Buenos Aires de la ciudad uruguaya de Colonia, en la orilla opuesta. Justamente este medio de transporte, tiene su terminal en el muelle sud de la Dársena Norte, y una frecuencia diaria de entre cuatro y seis viajes de ida y vuelta al Uruguay.

El Yacht Club Argentino, en el extremo del espigón sudeste de la Dársena, tiene su fondeadero, de gran frecuencia de uso por las embarcaciones deportivas. Otro yacht club, el Puerto Madero, en el centro del dique 4, también concentra actividad deportiva con fondeadero, en medio de la actividad administrativa y gastronómica del reacondicionado Puerto Madero, emprendimiento urbano iniciado en 1992 y consolidado hasta su borde este, sobre la Costanera Sur.

Traspuesta la Dársena Norte hacia el oeste, después de atravesar una vía rápida, se accede directamente al área central, la de mayor densidad de ocupación y tránsito de la ciudad, mientras que siguiendo las vías rápidas cercanas al puerto hacia el norte, se conecta con la zona de parques urbanos derivados de la planificación de principios del siglo XX.

Buenos Aires, en su condición de metropoli, es un complejo organismo, producto de una sociedad que la va construyendo a la vez que la habita, y mientras lo hace deja en la forma física de la ciudad la impronta de sus valores, sus creencias y sus modos de vida, todos ellos, a su vez, reflejo de esa forma y funcionamiento de la ciudad.

Los habitantes construimos las ciudades, tanto como ellas construyen a quienes las habitamos.

5 Capítulo 1 - REGLAMENTO

1.1 Llamado a concurso La Fundación IRSA, en adelante “el Promotor”, por medio de la Sociedad Central de Arquitectos, que actuará como entidad organi- zadora, en adelante “el Organizador”, llama a Concurso Nacional e Internacional de Ideas (no vinculante), denominado ARGENTINA 2010 Bicentenario Argentino a realizarse bajo la modalidad “A una sola vuelta”, el lugar de emplazamiento es la Dársena Norte del Puerto, más precisamente en los terrenos denominados Ex Tandanor Norte y áreas circundantes propiedad de la empresa IRSA.

1.2 Bases El Concurso se regirá por lo establecido en el presente reglamento y anexos, llamados en adelante “Bases”, las que tendrán carácter contractual entre el Promotor y el Organizador, y los Participantes. También formarán parte de las Bases las consultas efectuadas por los participantes y respondidas por los Asesores. Cualquier aspecto no específicamente contemplado en las Bases deberá resolverse de acuerdo con lo que se estipula en el Reglamento de Concursos de la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA), así como por las leyes, decretos, ordenanzas y/o reso- luciones nacionales y/o municipales que pudieren corresponder.

1.3 Carácter del concurso El presente Concurso es de Ideas, “No Vinculante”, es de alcance Nacional e Internacional, a una sola prueba y queda abierto desde el 10 del 6 de 2008 hasta el 18 del 8 de 2008. Se otorgarán tres premios, dos de ellos por fallo del jurado y el tercero por el voto popular.

1.4 De los participantes 1.4.1 Obligación de los participantes El hecho de intervenir en este concurso implica el reconocimiento y aceptación de todas las disposiciones, documentos y anexos de las bases, de las consultas y respuestas que se cursen en el proceso del mismo y del Reglamento de Concursos de la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA).

1.4.2 Condiciones que deben reunir los participantes.

1.4.2.1 Para participar como autor en este concurso se requiere ser arquitecto, con título expedido o revalidado por una universidad debidamente reconocida en su país de origen, estar matriculado en el Colegio o Consejo Profesional respectivo de su jurisdicción (en la Argentina o en el exterior) y ser socio o matriculado de alguna entidad adherida a la FADEA (Art.13 Reglamento de Concursos), o su equivalente en su país de origen. En el caso particular de la Ciudad de Buenos Aires, deberá estar asociado a la Sociedad Central de Arquitectos. En caso de equipos compuestos por miembros, profesionales o no, de distintas disciplinas, es necesario y suficiente que al menos un integrante del equipo sea Arquitecto y que todos los miembros arquitectos cumplan con estos requisitos.

1.4.2.2 No podrá presentarse a este concurso persona alguna que forme parte de la Administración de la Institución Promotora. Tampoco podrán participar quienes tuvieran vinculación profesional con alguno de los asesores o hubiere intervenido en forma directa en la confección y lectura previa al lanzamiento de estas Bases.

1.4.2.3 El participante que fuese socio, colaborador, empleado o empleador de algún miembro del Colegio de Jurados de la Fede- ración o de las entidades organizadoras o patrocinadoras, deberá comunicar a los Asesores de manera fehaciente, su participación en el concurso. Esto provocará la eliminación del Jurado que se encuentre en situación de incompatibilidad, a fin de que no resulte sorteado o electo para el caso que corresponda (Art.15 Reglamento de Concursos).

1.4.3 Reclamo de los participantes. Ningún participante podrá reclamar ante el Promotor, ni recurrir a propaganda o acción alguna que trate de desvirtuar el fallo, des- prestigiando a los miembros del Jurado, a la Asesoría o a los demás participantes. Quienes transgredieren lo establecido, serán pasibles de las sanciones que correspondan, previa intervención del Tribunal de Ética de la Sociedad Central de Arquitectos (Art. 47 Reglamento de Concursos).

1.4.4 Declaración de los participantes. Cada participante o equipo de participantes deberá declarar por escrito y bajo su firma que la/s idea/s presentadas son su obra personal, concebida por él y dibujada bajo su inmediata dirección, de acuerdo con la declaración jurada que se acompaña como Anexo 4.3. 6 En el mismo podrá mencionar a los colaboradores que reúnan o no las condiciones establecidas en el punto 1.4.2.1, pero el Promotor sólo contrae las obligaciones emergentes del concurso (Ver Premios) con los participantes que figuren integrando el equipo autor del trabajo premiado, considerándose la mención de los demás a título informativo.

1.4.5 Anonimato Los participantes no podrán revelar la identidad de su trabajo ni mantener comunicaciones referentes al concurso ya sea con miembros del jurado o con el Promotor, salvo en la forma en que se establece en el punto 1.5.3 de estas Bases (Art.50 Reglamento Concursos).

1.4.6 Inscripción y compra de bases Para la inscripción en el concurso y compra de bases, que se puede realizar desde el 10/06/08 hasta el 01/08/08 deben seguirse los siguientes pasos:

a. Primer paso. Depositar el precio de compra de las Bases.

Participantes matriculados en la Argentina: hacer una transferencia por un cajero automático, por banca electrónica o desde el banco donde se tenga cuenta (o hacer un depósito en cualquier sucursal del banco HSBC Bank Argentina) para acreditar en la cuenta 3050-00710-6, CBU 15000589 00030500071064, de la Sociedad Central de Arquitectos (CUIT 30-52570951-1) en dicho banco (sucursal Charcas). El monto a depositar es de pesos argentinos ciento cincuenta ($150).

Participantes no matriculados en la Argentina: realizar una transferencia bancaria a una de las cuentas que se indican en este párrafo y dejar constancia de que el dinero se envía a la Argentina con un fin cultural. El monto es de US$150 o su equivalente en euros.

1) En caso de remitir euros, hacerlo a HSBC Bank PLC, London United Kingdom; SC400515 Swift Code MIDLGB22, IBAN GB70MIDL40051539024150; 39024150 BACOARBA (SWIFT CODE) HSBC BANK ARGENTINA, BUENOS AIRES. Para el crédito de HSBC Bank Argentina, a favor de Sociedad Central de Arquitectos, cuenta corriente 3050-00710-6, CBU 15000589 00030500071064.

2) En caso de remitir dólares, hacerlo a HSBC Bank USA, New York; ABA 021001088 Swift Code MRMDUS33, 000048534 BACOARBA (SWIFT CODE) HSBC BANK ARGENTINA, BUENOS AIRES. Para el crédito de HSBC Bank Argentina, a favor de Sociedad Central de Arquitectos, cuenta corriente 3050-00710-6, CBU 15000589 00030500071064.

b. Segundo paso. Comunicar el pago a la Entidad Organizadora según indicado en D.3.(h). Hacer llegar a Sociedad Central de Arqui- tectos, Montevideo 938, Buenos Aires, CP C1019ABT, República Argentina, Tel: (54-11) 4813-2375 4812-3644/5856, Fax (54-11) 4813-6629, E-mail [email protected], indicando en el Asunto: concurso Argentina 2010 - una copia física o electrónica del comprobante del pago realizado. - una dirección electrónica que no identifique al participante en la que recibir las comunicaciones oficiales del Concurso.

c. Último paso. Envío del trabajo a la sede de la Entidad Organizadora (Sociedad Central de Arquitectos, Montevideo 938, Buenos Aires, CP C1019ABT, República Argentina) o a alguna de las entidades asociadas a FADEA que también recibirán presentaciones, en los términos indicados en 1.6.4 y 1.6.5. Dichas entidades están listadas en el punto 1.6.4.

1.5 Asesoría 1.5.1 Asesores Actúan como tales el Arq. Gustavo Sartorio, por el Promotor, y los Arqs. Daniel Silberfaden y Enrique García Espil, por la Sociedad Central de Arquitectos.

1.5.2 Deberes de los Asesores Redactar bases del Concurso, de acuerdo con directivas de la Entidad Promotora, las leyes, ordenanzas y normas vigentes, así como las disposiciones pertinentes del reglamento de Concursos de FADEA.

Hacer aprobar las bases por las entidades Promotora y la Organizadora.

Organizar el llamado a Concurso y entregar a las entidades Promotora y Organizadora las bases para que estas las difundan como lo crean oportuno, en especial entre las organizaciones profesionales pertinentes del país y del extranjero, sobre todo aquellas ad- heridas a FADEA, y las pongan a disposición de los interesados en sus respectivos sitios de Internet.

Contestar, según el procedimiento que establecen estas Bases, las preguntas o pedidos de aclaración que formulen los participantes, y verificar que el texto de cada pregunta o consulta llegue a conocimiento de todos los interesados. Los asesores no modificarán la redacción de las consultas, pero desecharán aquellas que no se refieran a puntos específicos del Concurso o no sean relevantes.

Hacer conocer a los miembros del Colegio de Jurados correspondiente de la Entidad Organizadora y de FADEA, con la anterioridad necesaria, la realización y fecha del Concurso, y solicitarles su conformidad para ser incluidos en la lista a ser enviada a los partici- pantes para que emitan su voto, lo mismo que para quedar incluidos en los sorteos que realice la Entidad Organizadora.

Hacer conocer a los participantes la lista de integrantes del Colegio de Jurados de FADEA que han aceptado ser considerados como posibles miembros del Jurado del Concurso, para que aquellos emitan su voto. 7 Poner en conocimiento de las entidades Promotora y Organizadora, con anticipación a la fecha de clausura del concurso, las pregun- tas recibidas y sus correspondientes respuestas. Recibir, por sí o por interpósita persona, las presentaciones de los participantes e identificarlas de manera que se preserve el anonimato.

Poner a buen resguardo los sobres cerrados con la identidad de los participantes, identificados de igual manera.

Realizar el recuento de los votos de los participantes y comunicar el resultado a quien hubiese sido elegido para integrar el Jurado. En caso de empate, sortear la función entre los candidatos que corresponda.

Redactar un informe para conocimiento de las entidades Promotora y Organizadora que indique el número de trabajos recibidos, los eventuales rechazados y los observados, y dejar constancia de posibles incumplimientos de las bases.

Comunicar a los participantes y hacer públicos los nombres de los integrantes del Jurado elegidos por los procedimientos que establecen estas bases.

Convocar a los consultores del concurso, darles acceso a los trabajos presentados y solicitarles un informe escrito para uso exclu- sivo del Jurado acerca de cualquier aspecto relevante de cada presentación.

Convocar a reunión al Jurado, entregarle los trabajos y los informes mencionados en los dos ítems anteriores.

Participar de las reuniones del Jurado a título informativo, pudiendo emitir opinión salvo sobre la calidad de los trabajos.

Llevar un registro de los días y horas de las reuniones y deliberaciones del Jurado.

Una vez definidos por el Jurado los posibles ganadores, abrir en presencia de los integrantes de ese cuerpo que lo deseen y ante escribano publico los sobres que identifiquen a los autores de los trabajos, y verificar el cumplimiento de los requisitos, indicados en 1.4, que habilitan para la participación en el Concurso.

Descalificar a quienes no cumplan con dichos requisitos, si fuere del caso, y notificar al Jurado de la situación para que reconsidere, si lo creyera oportuno, la lista de premiados.

Cumplido lo anterior, suscribir el fallo junto con el Jurado, señalar (si fuera el caso) eventuales discrepancias, y comunicar el resul- tado del Concurso a las entidades Promotora y la Organizadora.

Recibida la conformidad de estas, comunicar dicho resultado a los Participantes, hacerlo público por los medios de prensa u otros y exponer los trabajos presentados.

1.5.3 Consultas a los asesores

1.5.3.1 Cronograma

Los participantes podrán formular consultas a los asesores referidas a dudas de interpretación, datos específicos no incluidos, errores, o cualquier otro tema referidos al concurso y que no se encuentre expresados en las Bases.

Las recibidas hasta el 10/07/08 se contestarán el 15/07/08.

Las respuestas estarán a disposición de los interesados en el sitio web de la SCA: www.socearq.org. ó en el sitio de Internet que se designe a los efectos de este Concurso.

1.5.3.2 Formulación de las consultas a) Se referirán a puntos concretos de las Bases. b) Deben estar expresadas en forma breve y clara. c) Serán escritas en imprenta, sin firmas ni signos que permitan individualizar el remitente.

Estarán dirigidas a: “Señores Asesores del Concurso Argentina 2010 por Correo Electrónico a [email protected]

1.5.3.3 Informes de los asesores. Los informes que emita la Asesoría dando respuesta a las consultas formuladas por los participantes, que estarán refrendados por todos los asesores, pasarán a formar parte de las Bases y serán entregados al Jurado en el momento de su constitución.

1.6 Presentación de los trabajos 1.6.1 Condiciones Cada participante podrá presentar más de un trabajo completo por separado realizando una sola inscripción. Los elementos consti- tutivos no contendrán lema ni señal que pueda servir para la identificación de su autor o autores.

1.6.2 Exclusión del Concurso No serán aceptados los trabajos que no sean entregados dentro del plazo fijado o que contengan una indicación que permita deter- minar la identidad del participante. Los trabajos que por exceso o defecto no respeten las normas de presentación que se establecen en el punto 1.7 de estas bases serán observados por los asesores, separando los elementos en exceso o señalando los que estén en defecto, siendo facultad del Jurado su aceptación o declaración fuera del concurso (Art. 50 Reglamento de Concursos). 8 1.6.3 Sobre de identificación Con cada trabajo los participantes entregarán un sobre blanco, sin signos, tamaño oficio, opaco, cerrado y lacrado, en cuyo exterior el participante escribirá a máquina o en letra de imprenta el nombre del arquitecto por el que vota para que integre el Jurado en representación de los participantes. Los candidatos a jurado por los participantes podrán ser visualizados en el sitio del concurso desde dos semanas antes del cierre. Este deberá pertenecer al Cuerpo de Jurados de FADEA, y haber sido incluido en la nómina de quienes hayan aceptado la posibilidad del cargo que figurará en el último informe suministrado por la Asesoría y publicado en la web. Se admitirá el voto en blanco. Dicho sobre contendrá un segundo sobre cerrado y lacrado que contendrá lo especificado en el punto 1.6.3.1: Contenido del Sobre.

1.6.3.1 Contenido del segundo sobre: La declaración jurada a que hace referencia el punto 1.4.4 (Anexo 4.3).

- Nombre del autor o autores de la propuesta, con mención o no de los colaboradores (ver 1.4.2.1).

- Domicilio, título universitario exigido en 1.4.2.1, entidad y fecha en que le fue otorgado o revalidado.

- Número de matrícula y colegio o consejo profesional en el que está inscripto.

- Número de Socio de la entidad integrante de FADEA, o la que corresponda en su país de origen, a la que pertenece.

Si el participante desea que su nombre figure junto al trabajo en la exposición a realizarse posteriormente al fallo del jurado, aun- que no hubiese recibido premio o mención, deberá escribir en el exterior del segundo sobre: “El jurado está autorizado a abrir este sobre para que el nombre del autor o autores figure en la exposición de los trabajos”. Sin esta aclaración, los trabajos no premiados guardarán anonimato público.

1.6.4 Recepción de los trabajos. Los trabajos serán recibidos por la Asesoría el día 11 del 08 de 2008, desde las 19 hs. hasta las 22:00 hs. en la sede de la Sociedad Central de Arquitectos, Montevideo 938, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y/o por delegación, en el horario que corresponda en cada una, en las sedes de las entidades de la FADEA que a continuación se indican:

- Colegio de Arquitectos de Jujuy - Necochea 565 – 4600 San Salvador de Jujuy

- Colegio de Arquitectos de la Pcia. de Buenos Aires – Bvard. 53 N°320 – 1900 La Plata

- Colegio de Arquitectos de La Rioja – Lamadrid 46 – 5300 La Rioja

- Colegio de Arquitectos de San Luis – Mitre 434 – 5700 San Luis

- Colegio de Arquitectos de Santiago del Estero – Bo. Ferreira y N. Heredia, Pque. Aguirre – 4200 Santiago del Estero

- Colegio de Arquitectos de Entre Ríos – Libertad 149 – 3100 Paraná

- Colegio de Arquitectos de Mendoza – Mitre 617, piso 1º – 5500 Mendoza

- Colegio de Arquitectos de Misiones – Av. Fco. de Haro 2745 - 3300 Posadas

- Colegio de Arquitectos de Salta – Pueyrredón 341 – 4400 Salta

- Colegio de Arquitectos de San Juan – Av. Gral. Acha 979 sur – 5400 San Juan

- Colegio de Arquitectos de Tucumán – Laprida 123, piso 2º A – 4000 San Miguel de Tucumán

- Colegio de Arquitectos de Río Negro – Moreno 69, piso 5º - 8400 Bariloche, Río Negro

- Colegio de Arquitectos de Córdoba – Laprida 40 – 5000 Córdoba

- Colegio de Arquitectos de Santa Fe – Av. Belgrano 650 P. A. – 2000 Rosario

- Colegio de Arquitectos de Formosa – Moreno 417 – 3600 Formosa

- Sociedad de Arquitectos de Corrientes – La Rioja 1240 – 3400 Corrientes

- Sociedad de Arquitectos del Chaco – Av. 25 de Mayo 555 – 3500 Resistencia

- Colegio del Arquitectos del Neuquén – Entre Ríos 553, PB, of. 2 – 8300 Neuquén

- Asociación de Arquitectos Cordilleranos del Chubut – San Martín 402 – Esquel

- Sociedad de Arquitectos de Comodoro Rivadavia – 25 de Mayo 964, 2° piso of. 11 – Comodoro Rivadavia - Sociedad de Arquitectos del Nordeste del Chubut – Pje. Lamadrid 1312 - Trelew 9 - Sociedad de Arquitectos de Santa Cruz – 25 de Mayo 286 – 9400 Río Gallegos

- Sociedad de Arquitectos de Tierra del Fuego – Godoy 45 – 9410 Ushuaia

- Asociación de Arquitectos de La Pampa – Urquiza 564 – 6300 Santa Rosa

- Unión de Arquitectos de Catamarca – Camilo Melet 223 – 4700 San F. del Valle de Catamarca

Se indican las cabeceras de las entidades de arquitectos adheridas a FADEA, las que establecerán las delegaciones que estarán habilitadas para recibir los trabajos.

En los lugares indicados, la Asesoría delegará, para este acto, en una persona que a tal efecto designe la entidad que corresponda, quien deberá ajustarse a las disposiciones de recepción establecidas en estas bases, siguiendo el procedimiento que se detalla a continuación:

Verificará la presentación del recibo de adquisición de las bases y redactará por triplicado un recibo, donde conste la cantidad de los elementos correspondientes del trabajo presentado, que será numerado correlativamente a partir del número 1 (uno). El original será suministrado a la persona que efectúe la entrega del trabajo, el duplicado será remitido a la Asesoría del concurso, adjuntando el sobre correspondiente, y el triplicado quedará en poder de la entidad receptora.

El mismo número del recibo se escribirá con lápiz en forma suave, que permita ser borrado sin dejar huellas, sobre todos los ele- mentos integrantes del trabajo.

Vencido el plazo estipulado en las bases, desde las 19 hs. hasta las 22 hs. (hora Buenos Aires) del día 11 del 08 de 2008, se proce- derá a labrar un acta de recepción por duplicado, en la que se deberá indicar la cantidad de trabajos recibidos, los elementos de que consta cada uno y los votos emitidos por los participantes para elegir el miembro que los representará en el jurado. El original de dicha acta será enviado a la Asesoría. El acta de recepción deberá suscribirse aun cuando no se haya presentado trabajo alguno.

1.6.5 Envío directo. Los participantes extranjeros deberán enviar sus trabajos por correo o cualquier otro medio adecuado a nombre de los Asesores del Concurso Argentina Buenos Aires 2010 a la sede de la Sociedad Central de Arquitectos, Montevideo 938, C1019ABT Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

La caja o paquete en que se remita el trabajo, así como el documento que ampare el envío, no deberá tener indicación del concur- sante como remitente sino otro que no identifique al autor. El envío se realizará a más tardar hasta la fecha y hora señaladas para la clausura del concurso, siendo el timbrado de correo cons- tancia de la entrega en término.

Para estos casos, la Asesoría o sus delegados extenderán un recibo en el que se haga referencia al número de guía del transporte. La asesoría no se hace responsable del extravío de los trabajos enviados de esta forma. En todos los casos serán excluidos los trabajos que hubieran sido despachados fuera del horario de cierre.

Al despachar los trabajos por correo, se deberá enviar a la SCA via fax o mail escaneado el comprobante de envío. Transcurridas 96 horas de la fecha del envío, la SCA confirmará al remitente de su recepción o avisará de su falta, a fin de que el remitente realice las gestiones necesarias para que el trabajo sea entregado en la SCA en las 48 horas subsiguientes. Vencido este plazo, los Asesores tendrán 96 horas para convocar al jurado y entregarles los trabajos.

1.6.6 Recibo y clave secreta. En el acto de la recepción, la Asesoría o sus delegados confeccionará un recibo numerado (1), se identificará cada lámina correspon- diente con un número igual en cada una de ellas. En la Sede de la SCA, se preparará una clave secreta para identificar los trabajos por medio de número o letras desconocidos por el participante, con el que señalará los elementos de cada trabajo y el sobre de iden- tificación. La clave de identificación será conservada en poder de la Asesoría hasta el momento de la adjudicación de los premios.

1.7 Requisitos para la presentación de los trabajos 1.7.1 Introducción Este capítulo contiene un listado de documentación específica a presentar por los participantes. La intención de estos requerimien- tos es asegurar que todas las presentaciones cuenten con elementos homologables, para que sean evaluadas con el mismo criterio. La presentación será examinada para determinar si han sido cumplidas todas las pautas de diseño.

1.7.2 Normas de presentación Se indican a continuación las normas a las cuales deberán atenerse los participantes a efectos de presentar sus ideas, los elementos solicitados se consideran indispensables para la comprensión y evaluación de las propuestas arquitectónicas. El idioma oficial del concurso es el español.

1.7.2.1 Condiciones de presentación de las láminas - Se presentarán adheridas a paneles rígidos y livianos de formato A1 (841 x 594 mm.) y el rótulo será ARG2010/01, ARG2010/02, etcétera y se ubicará en el ángulo superior derecho, en tipografía Arial de altura 30 mm en color negro. Se presentarán cuatro laminas obligatorias mas una optativa (ver 1.7.2.2a)

- Una carpeta con tapas plásticas rígidas y transparentes de tamaño ISO A3 (297mm x 420mm), que reproduzca en ese tamaño 10 todas las láminas indicadas en 1.7.2.2a

-Una carpeta de textos, con tapas plásticas rígidas y transparentes tamaño ISO A4 (210mm x 297mm), con los textos en negro en hojas blancas del mismo formato y con el material que se indica en 1.7.2.2b

- Toda la documentación gráfica y escrita indicada en los dos ítem anteriores en forma digital, grabada en dos CD idénticos, en formatos .doc (textos), .dwg y .pdf (planos) y .jpg (otro material gráfico).

- Una presentación digital con una duración máxima de 90 segundos en formato .swf en loop o en formato .ppt en loop que descri- birá las caracteristicas principales del proyecto para ser exibido en un ambito público para espectadores no especializados de habla hispana.

1.7.2.2 Elementos constitutivos a) Documentación gráfica Lámina 1: Planta General y corte del Área en base al Plano Base Nº 1 DWG. Sobre la medida dada. Lámina 2: Planta de la Parcela en base al Plano Base Nº 2 DWG. Sobre la medida dada. Lámina 3: Perspectiva desde el Río tomando como base la Fotografía 1. Lámina 4: Perspectiva desde la ciudad tomando como Base la Fotografía 2. Lámina 5: Lámina optativa para cortes de la parcela, vistas, esquemas, diagramas, croquis.

El color puede ser utilizado en las presentaciones

b) Memoria descriptiva: Se presentará la memoria descriptiva, que será concisa y sintética en español. El Jurado apreciará que la misma no se limite a una descripción de la idea sino que resulte un aporte conceptual con la visión del participante en relación al proyecto de la Ciudad.

c) Sobre de identificación: El contenido y forma de presentación del sobre quedan indicados en los puntos: 1.6.3, y 1.6.3.1.

d) Recibo de compra de las Bases del concurso: Deberá ser presentado en el momento de entrega (1.6.4) y se abrochará en el sobre de identificación.

1.7.3 Embalaje Toda la documentación será presentada en un paquete o caja liviana, sin ninguna indicación que permita reconocer la procedencia, preferentemente con protección interior acolchada, para facilitar el transporte y la conservación de los paneles.

1.8 Jurado 1.8.1 Composición del Jurado El Jurado que emitirá el fallo del Concurso estará integrado por ocho (8) miembros:

(1) Un Jurado designado por la IRSA, que actuará como Presidente;

(1) Un Arquitecto miembro del Colegio de Jurados Nacionales representante de la FADEA, elegido por sorteo;

(1) Un Arquitecto miembro del Colegio de Jurados de la SCA, en su representación, elegido por sorteo;

(1) Un Arquitecto miembro del Colegio de Jurados Nacionales de FADEA, en representación de los Participantes, elegido por votación de los mismos;

(3) Tres miembros: Uno por IRSA, la Presidenta de la Nación y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (o quienes ellos designen).

(1) Un Jurado Arquitecto de reconocimiento Internacional, Invitado por IRSA.

Nota: En caso de empate, el presidente del Jurado tendrá doble voto para desempatar.

1.8.2 Deberes y atribuciones del Jurado (Art. 31 Reglamento de Concursos) Son deberes y atribuciones del Jurado.

Aceptar las condiciones de este Reglamento, Bases y Programa del concurso, así como respetar las disposiciones obligatorias, señaladas en los puntos 1.6 y 1.7.

Recibir de la Asesoría los trabajos presentados y su informe.

Estudiar en reunión plenaria las Bases, Programa, consultas, respuestas y aclaraciones, dictando las normas a las que se ajustará su tarea, de manera que se asegure una valoración justa y objetiva de todos los trabajos.

Evaluar los trabajos de acuerdo a su propio saber y entender. Declarar fuera de concurso los trabajos en los que no se hayan respetado las condiciones obligatorias de las Bases y Programa y los no admitidos de acuerdo con lo establecido en el punto 1.5.2. inc. h). 11 Formular juicio crítico de todos los trabajos premiados y de aquellos que a su juicio así lo merecieran.

Adjudicar los premios y demás distinciones previstas en las Bases y otorgar menciones honoríficas cuando lo considere conveniente.

Labrar un acta donde se deje constancia del resultado del concurso, explicando la aplicación de los incisos d), g) y h) de este artículo y los f) y h), en cuanto a menciones honoríficas, si fuera el caso.

Participar en debate público para presentar los criterios aplicados en las decisiones adoptadas.

1.8.3 Convocatoria y sede del Jurado Dentro de las 96 horas a partir de la recepción de todos los trabajos por la Asesoría (ver 1.6.5, envío directo), el Jurado será convo- cado por ésta y sesionará en la Sede de la SCA, Montevideo 938, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

1.8.4 Informe de la Asesoría En la primera reunión del Jurado, éste recibirá de la Asesoría un informe sobre el cumplimiento de las normas del punto 1.7 por los participantes, fundamentando las observaciones e ilustrando al Jurado sobre las características del concurso. La Asesoría estará a disposición del Jurado durante el desarrollo de su trabajo, para efectuar las aclaraciones necesarias.

1.8.5 Plazo para la actuación del Jurado El Jurado deberá emitir su fallo antes del 29 del 08 de 2008.

1.8.6 Asesores del Jurado El Jurado está facultado para recabar los asesoramientos técnicos que considere conveniente, sin que ello implique delegar funcio- nes. La persona consultada deberá declarar por escrito, y bajo declaración jurada, que no ha asesorado a ningún participante del Concurso (Art.15 del Reglamento de Concursos).

1.8.7 Elección de los trabajos premiados: Se otorgarán 3 (tres) premios sin orden de mérito, 2 (dos) elegidos de manera directa por el fallo unánime o por mayoría del Jurado y 1 (uno) elegido por el voto popular en base a una cantidad de trabajos preseleccionados por el Jurado y que serán exhibidos pública- mente en el shopping Abasto de la Ciudad de Buenos Aires. La cantidad de trabajos preseleccionados quedará a criterio del Jurado y dentro de esa preselección deberán estar aquellos dos trabajos premiados con antelación, que no estarán identificados. El publico votara en urnas dispuestas en el mismo lugar de exposición, identificandose con un documento se llevará el registro de los votantes; en caso de empate, el Presidente del Jurado desempata, proclamando de esta manera el tercer trabajo premiado. Quedara a criterio del jurado la posibilidad de elegir también menciones honoríficas.

1.8.8 Premios desiertos Para declarar desierto cualquiera de los premios del Concurso deberán fundamentarse ampliamente los graves motivos que deter- minen tal medida.

1.8.9 Inapelabilidad del fallo El fallo del Jurado será inapelable (Art. 32 Reglamento de Concursos).

1.8.10 Apertura de sobres Adjudicados los premios por el Jurado y labrada el acta donde ello conste, los sobres correspondientes a los trabajos premiados se- rán abiertos por la Asesoría en presencia del Jurado, de un representante de la Sociedad Central de Arquitectos y dos representantes del Promotor, designados a tal efecto. La apertura de sobres se realizará en acto público convocado a ese efecto, con la presencia de un Escribano Público que labrará el acta correspondiente al cierre del concurso

1.8.11 Falsa declaración Si alguno de los sobres mencionados en 1.8.10 contuviese una falsa declaración, el Jurado está facultado a efectuar una nueva adjudicación, conservando el orden establecido en el fallo.

1.8.12 Acta final Se labrará, en el acto de apertura de sobres, un acta donde constará el nombre de los autores de los trabajos premiados.

1.9 Retribuciones 1.9.1 Premios: Se establecen los siguientes premios: - Tres premios sin orden de mérito de $233.000,00 cada uno. En caso de que un mismo trabajo resulte premiado por el voto del jurado y por el voto del público, recibirá el importe correspondiente a dos premios. El pago de los premios será efectivizado por la SCA con los importes abonados por IRSA de acuerdo con la cláusula decimoséptima del convenio.

1.9.2 Plazo de pago: Dentro de los 30 días hábiles de fallado el Concurso.

1.10 Obligaciones 1.10.1 Sobre la propiedad intelectual En caso que en el futuro el Promotor proyecte construir o desarrollar cualquiera de las ideas presentadas en el Concurso, podrá utilizar, a su exclusivo arbitrio cualquiera de las que resulten premiadas, incluyendo la posibilidad de emplear sus conceptos cons- tructivos, ideas o formas en que ellas están expresadas o variantes de las mismas bajo cualquier forma, proceso, proyecto o país. 12 La utilización parcial podrá hacerse en forma conjunta o combinada con otra Idea no vinculante presentada en el Concurso o con otro anteproyecto que no formara parte del mismo. Consecuentemente, el Promotor no estará obligado, en caso que decida ejecutar una o algunas de las ideas no vinculantes, a respetar la integridad de las mismas. No será de aplicación al Concurso lo previsto en los artículos 54 y 55 del Reglamento de Concursos de la FADEA. Para las ideas que resulten premiadas, el premio incluirá la cesión de todos los derechos patrimoniales vinculados a la propiedad intelectual sobre ellas. No obstante, el promotor se compromete en el caso de utilizar tales ideas premiadas en la ejecución de un anteproyecto, a intentar acordar la contratación de sus autores. En el caso que dicho acuerdo no fuere posible, el promotor podrá optar por ejecutar o no las ideas no vinculantes resultado del concurso a su propia voluntad. Consecuentemente, el concurso no implica la obligación para el promotor de ejecutar dichas ideas ni de contratar a uno y/o algunos de los participantes del concurso. En caso que en el futuro el promotor decidiera desarrollar cualquiera de las ideas premiadas en el concurso, podrá utilizarlas en forma total o parcial, pudiendo asimismo modificarlas o usar sólo conceptos, ideas o formas. Los artículos 39 y 40 del Reglamento de Concursos de la FADEA no serán de aplicación en ningún caso.

1.10.2 Exposición Luego de haberse fallado el Concurso, serán expuestos públicamente los trabajos que el Jurado seleccione, exhibiéndose el juicio crítico emitido por éste en los trabajos premiados. El lugar de exposición será determinado por el Promotor y la de la Sociedad Central de Arquitectos. La fecha y la duración de las exposiciones será dispuesto por el Promotor.

1.10.3 Devolución de los trabajos Los trabajos no premiados serán devueltos por el Organizador contra entrega del recibo correspondiente, a partir de los 3 (tres) días hábiles siguientes a la fecha de finalización de la Exposición (1.10.2), no responsabilizándose el Organizador, ni el Promotor ni los asesores por aquellos trabajos que no se retiren dentro de los treinta días de comunicada tal devolución. Los gastos de flete y embalaje corren por cuenta de los Participantes.

1.10.4 Condiciones obligatorias de las Bases La totalidad de los artículos que componen las presentes Bases son de cumplimiento obligatorio.

13 Capítulo 2 - CONSIDERACIONES GENERALES

2.1. Condiciones generales El presente Concurso de Ideas no vinculante, promovido por IRSA, tiene como objetivo abrir el debate sobre el futuro de la ciudad, sus símbolos, y los roles que Buenos Aires busca asumir en su futuro inmediato, las funciones, las formas y densidades se expresa- rán en su área central frente al estuario del Plata.

El objeto de este concurso es lograr un aporte de ideas posibles para este predio, asumiendo su condición de lugar significativo, perteneciente simultáneamente al área central y a la costa, capaz de transformarse en símbolo y postal de la ciudad y su futuro.

Es, por lo tanto, una invitación a la presentación de propuestas, que deberán incluir el programa como parte constitutiva de ellas. Estas Bases no plantean requerimientos de programas o superficies previamente definidos, ocupación del terreno, densidades, alturas y actividades a desarrollarse, sino que dejan a criterio de los participantes las propuestas sobre estos aspectos, que deberán ser coincidentes con el carácter que se quiera imprimir al área y con la imagen que se pretenda lograr.

Sin condicionantes sobre superficies a ocupar dentro de los límites del predio, o actividades a desarrollar, se busca que los partici- pantes definan, a su criterio, las mejores alternativas de acuerdo con la ciudad que se pretende sea Buenos Aires en el siglo XXI:

La fundamentación de estas propuestas debe quedar clara, siendo para ello necesaria su explicación ya sea en la memoria o en los textos que se incorporen en las láminas.

La incidencia sobre las actividades y los edificios ubicados en las proximidades deberá ser evaluada como parte de la propuesta, así como los efectos sobre las infraestructuras de servicios y de transporte.

Se privilegiarán las propuestas que al expresar un proyecto para el predio estén indicando una clara concepción de la ciudad futura, de su área central y de su costa.

Las decisiones sobre ocupación del suelo, densidad, alturas y vialidad quedan a cargo de los proyectistas y serán evaluadas como componentes fundamentales de la propuesta.

El jurado evaluara las propuestas teniendo en cuenta que deben promover una ciudad que garantice calidad de vida para todos sus habitantes, que resulte un ámbito de inclusión, de integración de sectores diversos, donde se proteja el ambiente y se garantice la diversidad en todas sus manifestaciones, donde se revaloricen los espacios públicos y se defiendan las identidades locales.

2.2. Síntesis histórica El predio objeto del concurso se encuentras en el sector norte de la Dársena Norte. Comparte el área con el ex Hotel de Inmigrantes, hoy Museo Nacional de la Inmigración, con el Apostadero Naval y con la ex Escuela nacional de Náutica. El espejo de agua de Dárse- na Norte es hoy sitio histórico, por haberse librado allí en 1826 el Combate de los Pozos, donde el almirante Guillermo Brown derrotó a la Armada del Imperio del Brasil. Junto al Hotel de Inmigrantes, el desembarcadero era también la Terminal de Pasajeros Buenos Aires, desde donde los argentinos partían hacia el hemisferio norte en la época de los grandes transatlánticos. El terreno perteneció anteriormente a Tandanor, uno de los más grandes astilleros de reparaciones navales en Sudamérica, fundado en 1879 por la Armada de la República Argentina y localizado en la Dársena Norte al terminarse Puerto Madero. En 1897 se cons- truyeron en tres meses, en el costado Norte de la dársena, dos diques de carena (150 y 180 m de largo), que fueron utilizados para el mantenimiento de la escuadra de mar hasta 1902. La importancia histórica de este astillero se incrementó en 1901 con los trabajos realizados en el Antartic, un buque de expedición sueco que se dirigía al polo sur, bajo el comando del Sr. Otto Nordenskjold y el 2do. comandante José María Sobral, de la Marina Argentina, como Práctico. Hacia fines de 1910 se reparaba un promedio de cien buques anualmente en sus diques de carena. En febrero de 1922 el astillero fue rebautizado Arsenal Naval Buenos Aires. Talleres Navales Dársena Norte (Tandanor) fue creada como consecuencia de la necesidad de la flota mercante estatal, y se consti- tuyó como una empresa dirigida por la Armada Argentina y la Administración General de Puertos, bajo el sistema legal de una socie- dad anónima, con mayoría de capital estatal. En 1973 la capacidad física del astillero estaba completa y fue necesario implementar la descentralización, que con la incorporación de nueva tecnología se transformó en una mudanza total hacia donde hoy desarrolla sus actividades, en la Planta de Dársenas al Este, dentro de la zona portuaria de Buenos Aires, con una superficie propia de 21 hectáreas. El predio que ocupaba Tandanor fue entonces puesto a la venta.

14 Capítulo 3 - ÁREA OBJETO DEL CONCURSO

3.1. Características del terreno 3.1.1 Físicas

3.1.2 Dominiales

3.2 Características del entorno 3.2.1 Río de la Plata El Río de la Plata ocupa la parte inferior de la segunda cuenca más importante de América del Sur: la Cuenca del Plata. Cubre unos 3.200.000 km2, que incluye territorios de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Es un cuerpo de agua con forma de embudo con orientación noroeste-sudeste, de 320 km de longitud y un ancho que varía entre 2 km en su naciente y 230 km en su boca, con- siderada convencionalmente como la línea que une Punta del Este (Uruguay) con Punta Rasa (Argentina). Su superficie es de 35.000 km2 y su profundidad media de 5 m. Es navegable ‑más allá del aspecto deportivo‑ por canales que requieren constate dragado.

3.2.2 Dársena Norte Sus límites conforman un cuadrilátero irregular de 1400 m por 1100 m, ubicado en el extremo norte de Puerto Madero, y anterior al Puerto Nuevo. En un principio tuvo depósitos en sus muelles sur, este y oeste. En el N estaba el desembarcadero y dos diques de carena de los talleres navales, más tarde ocupados por los astilleros Tandanor y hoy parte del predio del concurso. La Dársena Norte es Lugar Histórico, declarado por el Poder Ejecutivo Nacional en 1942, por haber sido el sitio donde el Almirante Guillermo Brown libró el Combate de los Pozos, en 1826, durante la guerra con el Brasil (ver anexo 4.3.3).

3.2.3 Museo de la inmigración (ex Hotel de Inmigrantes) y Apostadero Naval En 1983 se originó la idea de crear el Museo Nacional de la Inmigración, proyecto que pudo concretarse en 1997cuandos creó el programa Complejo Museo del Inmigrante, dependiente de la Dirección Nacional de Migraciones y con sede en el edificio del ex Hotel de Inmigrantes, en el muelle Norte de la Dársena Norte. Este edificio, que data de 1911, y sus pabellones anexos, junto con el desembarcadero (hoy Apostadero Naval) conforman un conjunto que cuenta con declaratoria de Monumento Histórico Nacional: el Hotel y su predio en 1990 (con una superficie de 23.000 m2) y el Apostadero en 1999. Hoy, el Apostadero Naval Buenos Aires tiene prevista su refuncionalización como futuro Centro Cultural de Exposiciones Navales. Este muelle es hoy utilizado para las operaciones del buque Comandante Irízar, la Fragata Libertad y barcos de la Armada Nacional y de la Prefectura Naval Argentina, y para recibir a los buques escuelas de otros países. El predio pertenece al Estado Nacional y posee una superficie de 6.913 m2, mientras que el edificio tiene una superficie cubierta de 3.700 m2 aproximadamente (ver anexo 15 4.3.3).

3.2.4 Escuela Nacional de Náutica Actualmente el edifico está en reacondicionamiento para albergar nuevamente la sede de la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano.

3.2.5 Yacht Club Argentino Sobre el espigón sudeste de la Dársena se encuentra el edificio del Yacht Club Argentino, construido en 1915 y declarado, junto con su fondeadero, Monumento y Lugar Histórico Nacional respectivamente, desde 2001. El edifico es un ejemplo de arquitectura pintoresquista del francés Eduardo Le Monnier; el fondeadero ocupa un espejo de agua de 30.000 m2 (ver anexo 4.3.3).

3.2.6 Terminal Buquebus Ocupando uno de los antiguos depósitos de la Dársena Norte, sobre el muelle sur, se ubica hoy la Terminal de Buquebus, ferry que conecta Buenos Aires con los puertos de Colonia y Montevideo, en el Uruguay.

3.2.7 Empalme Norte Mediante la parrilla de vías llamada Empalme Norte llegaban hasta el Puerto Nuevo todas las líneas ferroviarias de carga de trocha ancha (22 vías operativas al inaugurarse en 1911). Las modificaciones de las técnicas operativas originadas por la utilización del contenedor, la sectorización de los espigones como consecuencia de la concesión de terminales privadas con sus zonas aduaneras por las que deben pasar las vías de interconexión de terminales y los congestionamientos que causa el cruce del ferrocarril a nivel por Retiro para llegar a la parrilla de Empalme Norte, desalentaron el ingreso del ferrocarril al puerto de Buenos Aires. Actualmente el cruce por Retiro es a nivel y sin barreras por las avenidas Ramos Mejía, San Martín y la plaza Canadá. Para evitar esta operación, los contenedores pasan del ferrocarril a camiones en la playa de descarga de Retiro, sobre la Avda. del Libertador, para llegar al puerto. Para un funcionamiento adecuado es necesario mantener como mínimo ocho vías en la parrilla.

3.2.8 Retiro El complejo Terminal de Retiro comprende actualmente tres estaciones terminales ferroviarias con sus respectivas parrillas, andenes y playas de carga y su conexión con el Puerto Nuevo, y la Terminal de Ómnibus de larga distancia. El área constituye un nudo para el transporte vehicular de difícil resolución, aun en estudio, y que forma parte de la definición del proyecto Área Retiro.

3.2.9 Proyecto Área Retiro Resultado de un concurso nacional ganado por el estudio Baudizzone, Lestard, Varas, el proyecto final para la reutilización de los predios del área de Retiro está, tras muchas reformulaciones desde 1997, en definición por el arquitecto Alberto Varas. Comprende un área de 75 hectáreas entre la Avda. Ramos Mejía, Callao, Libertador y la parrilla ferroviaria, donde se ubicarán áreas residen- ciales y culturales, y un corredor verde de aproximadamente 35 hectáreas. El proyecto incluye la definición de un nodo intermodal de transporte.

3.2.10 Autopista Ribereña La Autopista Ribereña formará parte del anillo de circunvalación de la ciudad de Buenos Aires, uniendo la Autopista Illia con la Buenos Aires- La Plata, el Acceso Oeste y el Acceso Sudoeste y Aeropuerto Ezeiza y con la Avda. Gral. Paz. Su traza frente a Puerto Madero ha sido objeto de debate durante los últimos quince años, con propuestas de trazado diverso. La traza del proyecto a rea- lizarse iría en trinchera o túnel bajo el nivel del terreno natural en su mayor parte. Tendrá una extensión de 4,60 km entre la Avda. Brasil y a AU Illia, con tres carriles por sentido.

3.2.11 Puerto Nuevo Inaugurado en 1919 por la falta de respuesta del Puerto Madero para el volumen de operación requerido, está situado al norte del Puerto Madero y su acceso se realiza por el canal Norte. Tiene 5 dársenas y 6 espigones, abiertas al río en forma denticular. Una de ellas, la dársena F, en el extremo norte, es perpendicular a las anteriores, que están protegidas por una escollera exterior. Aunque también está ya excedido en su capacidad operativa, funciona como el puerto de cargas, con las playas de contenedores, de la ciudad. También recibe barcos de pasajeros, cuya frecuencia se ha acrecentado en años recientes por la afluencia de cruceros, tema 16 que ha impulsado proyectos para nuevas modificaciones del área a fin de crear un puerto de cruceros (ver anexo 4.3.2).

3.2.12 Villa 31 Este asentamiento se inició en la década de 1930, aprovechando la cercanía de estos predios al puerto de Buenos Aires y a una de las grandes estaciones ferroviarias de conexión con el norte del país (Retiro), en tierras públicas muy cercanas al centro de la ciu- dad. En sus comienzos sus habitantes fueron trabajadores portuarios desempleados y en la década del ’40 se alojaron inmigrantes europeos y obreros que estaban extendiendo el tendido ferroviario. Con una superficie de 15,25 hectáreas, las tierras pertenecen al Estado Nacional y a Ferrocarriles. Sucesivos intentos de erradicarla a lo largo de las décadas fracasaron, y la villa se repobló. Hoy cuenta con varios barrios y comprende también la Villa 31 bis. Entre ambas suman 23.000 habitantes. Está aun en debate su futuro.

3.2.13 Puerto Madero El área de Puerto Madero, cuyo Masterplan es resultado de un concurso, es hoy un polo administrativo -continuación del área central de la ciudad-, residencial, cultural y de esparcimiento, con gran expansión de l actividad gastronómica. Se ubican en él sedes de embajadas, bancarias, hoteleras, universitarias, un museo de arte contemporáneo (la colección Fortabat), y los edificios más altos de Buenos Aires en su extremo sur. Es el barrio número 47 de la ciudad, caracterizado porque todas sus calles llevan nombres de mujeres destacadas. Su reconversión, comenzada en 1992, ya ha logrado cumplir casi por completo con los objetivos de ocupación trazados en su Masterplan (ver anexo 4.3.2 y anexo 4.3.4).

3.2.14 Catalinas Norte Sector de ciudad adyacente a Dársena Norte hacia el oeste, hoy está ocupado por edificios en altura y es continuación del área administrativa central. Comenzó a construirse en ella en 1967, pero se consolidó en la década de 1980 y el más reciente de sus edificios fue proyectado por César Pelli y terminado en 2004 (ver anexo 4.3.4).

3.2.15 Cono de aproximación Aeroparque La atura de las construcciones no debe superar los 40m. en el área afectada por el cono de aproximación del Aeroparque, Aero- puerto de la Ciudad de buenos Aires destinado a vuelos de cabotage. Aun está en debate la posibilidad de trasladar el Aeroparque a otra ubicación, sobre el río, o bien concentrar todo el tráfico aéreo de Buenos Aires en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en la Provincia de Buenos Aires. En caso que se proponga en este concurso una altura mayor a los 40m. admitida en el cono de aproximación deberá contemplarse la alternativa de traslado de la terminal aerea.

17 Capítulo 4 - ANEXOS

4.1 Documentación Planta del área

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Corte del área

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4.2 Fotografías

4.3 Evolución histórica Descargar Imagen

4.3.1 El Río de la Plata Descubrimiento y aldea El Río de la Plata fue descubierto entre 1508 y 1516 por Juan Díaz de Solís, marino español que lo llamó Mar Dulce por las carac- terísticas de sus aguas. Según otras investigaciones su descubridor habría sido Américo Vespucio en 1502, que lo denominó Río Jordán, y aun otras sostienen que quienes lo recorrieron por primera vez fueron los portugueses (Nuño Manuel, 1506; Cristóbal de Haro, 1516). Hay datos sobre otros expedicionarios que, según los años de sus crónicas, pudieron haber llegado al río antes que Solís, como Diego García, que dijo haberlo hecho en 1512.

El río se conoció como Mar Dulce o Río de Solís, en memoria de quien la corona española consideró su descubridor y que murió en la zona. Alejo García, tripulante de la expedición de Solís, salió de la actual costa de Brasil en 1521 en busca de un reino de la Plata, donde abundaba este metal, gobernado por un rey Blanco (por estar recubierto en plata), según informaciones de los nativos. Llega- ron así hasta Potosí (actual Bolivia), centro de extracción de metales preciosos. Siguiendo esta creencia, en 1527 Sebastián Gaboto 18 lo llamó Río de la Plata. En 1559 un cartógrafo denominó a la boca del río Mare Argentei por la ya entonces legendaria historia de la plata. A partir de 1536, año de la primera fundación de Buenos Aires, aparece en la cartografía con su nombre actual.

En 1536, a fin de afirmar la soberanía española en el Atlántico Sur frente a las incursiones de los expedicionarios portugueses en el área, España decidió establecer un asentamiento en la costa oeste del Río de la Plata (la localización exacta esta aun en discusión, se cree que fue en el actual Parque Lezama). Esta fue la primera fundación de Buenos Aires, caserío que duró poco más de cinco años y se despobló, partiendo los habitantes que habían sobrevivido rumbo al norte, hacia Asunción.

Desde la misma Asunción adonde se habían dirigido aquellos pobladores del primitivo asentamiento en el Plata, partió en 1580 la expedición ordenada por la Corona española para fundar la ciudad de la Santísima Trinidad y el puerto de Santa María de los Buenos Aires, nombre con el que se conocería luego también a la ciudad, ubicada sobre una barranca, borde entre la pampa y el río.

En la traza de su fundador, Juan de Garay, el puerto estaba frente al Fuerte, sobre el eje Fuerte, Plaza Mayor, Cabildo. La futura ciudad se estableció según leyes de Indias, en forma reticular, con una extensión de doce manzanas al norte y doce al sur del Fuerte, y diez hacia adentro (hacia el oeste). Las 40 manzanas más próximas a la Plaza Mayor fueron divididas en cuatro solares cada una para residencia de los primeros vecinos; las más alejadas fueron destinadas a huertas.

Si bien ya se había comprobado que no había riquezas en metales preciosos en el Plata, la necesidad española de proteger estas regiones de las aspiraciones coloniales de Francia, Inglaterra, Holanda y fundamentalmente, Portugal, que ya se expandía en la región desde el Brasil, motivaron la consolidación del asentamiento en Buenos Aires. También se vio como punto estratégico para la extensión territorial española en el sur, pero no así desde el comercio con el exterior, limitado por reglamentaciones oficiales. No existía Aduana en Buenos Aires, el intercambio comercial entre Europa y las posesiones españolas en América debía pasar por Lima (puerto de El Callao), tanto para las exportaciones -principalmente de metales preciosos-, como para las importaciones, por Real Cédula de 1594, año en que se construyó en Buenos Aires un fuerte para defensa.

Las restricciones aduaneras impuestas por la Corona española para el tráfico a través del puerto de Buenos Aires, obligando al comercio a tomar la ruta del istmo de Panamá y bajar por el Pacífico para llegar a Lima y Potosí, frenó el desarrollo de la ciudad del Plata. De tal modo, el contrabando fue casi la única manera que encontraron los porteños de entonces para subsistir: el comercio ilegal de cueros con Brasil y la obtención de mercaderías traídas por barcos extranjeros.

Pero el crecimiento de las ciudades del litoral (Asunción, Santa Fe, Corrientes) hizo que Buenos Aires se convirtiera en alternativa para el intercambio de la región con Europa aun en forma no oficial, por parte de nativos, portugueses, ingleses y franceses.

Llegada y desembarco Durante el siglo XVII, el puerto natural y primero de la ciudad, fue el Riachuelo de los Navíos, al amparo de tormentas propias del Río de la Plata, y con pozos con profundidad suficiente para que los barcos recalaran. Estos pozos –existentes en todo e frente costero-, se conocían por los nombres de las iglesias frente a las que se encontraban: de la Merced, de San Francisco y de Santo Domingo.

El brazo norte del Riachuelo parcialmente protegido por los Altos de San Pedro y el banco de arena que lo separaba del curso para- lelo y a contracorriente del Plata, permitieron el acceso y salida de la ciudad. Los barcos de mayor calado debían fondear desde el fuerte hacia el norte, especialmente en un pozo de mayor profundidad, frente a Retiro, mientras los de menor tonelaje lo hacían en el Riachuelo, donde por las favorables condiciones podían quedarse hasta dos o tres años, si la actividad así lo requería.

Los desembarcos, tanto de cargas como de pasajeros, debían hacerse mediante sucesivos transbordos desde los barcos a barcazas y de allí a carros con ruedas de 2 metros de diámetro, tirados por bueyes, hasta llegar a la explanada del Fuerte, lugar de entrada a la ciudad. La marea baja permitía un desembarco más rápido y menos trabajoso, pero la eventual presencia de tormentas obligaba a los barcos a permanecer frente a la ciudad esperando que el mal tiempo pasara, antes de poder iniciar el proceso de desembarco.

Los barcos accedían al río por un canal de poca profundidad que pasaba por delante de la ciudad, entre la costa y una serie de bancos que alteraban su ubicación con las tormentas y corrientes. Este canal se fue cegando con las descargas aluvionales, de- biéndose usar otro canal natural que con las tormentas se profundizó, que ingresaba al Río de la Plata con una trayectoria similar a la del actual canal Sur.

En la boca del Riachuelo (con el tiempo surgió a su alrededor el barrio de La Boca), funcionaban curtiembres, saladeros, mataderos y lavaderos de lana, para las exportaciones principalmente al Brasil, que salían desde allí. El desarrollo económico iba necesariamente ligado al aumento de población: de los primeros 300 habitantes que tuvo Buenos Aires en 1580, el número había crecido a 1000 en 1620, a 3500 en 1660, y eran ya 7500 al comienzo del siglo XVIII, en 1700.

Las primeras descripciones de la costa se deben a viajeros europeos, que las reflejaron en sus crónicas e ilustraciones, tomadas directamente del natural o de sus impresiones. Una de estas imágenes realizada a partir de las referencias de viajeros, es la acuarela pintada en 1650 por el cartógrafo y acuarelista holandés Vingboons: la primera vista de Buenos Aires desde el río que se conoce, realizada a partir de las descripciones de los tripulantes de un barco holandés que pasó por el Río de la Plata en 1628, y que hoy se conserva en la Biblioteca Vaticana.

También han quedado referencias de los viajeros, principalmente ingleses y franceses, sobre la visión de la ciudad y la llegada a ella en aquellos tiempos. Entre ellas, algunas pintan muy nítidamente la imagen del sitio:

“El pueblo está situado en un terreno elevado a orillas del Río de la Plata, en un ángulo de tierra formado por un pequeño riacho llamado Riachuelo que desagua en el río a un cuarto de legua del pueblo (…) Tiene un pequeño fuerte de tierra que domina el río (…) Además, hay un pequeño baluarte en la Boca del Riachuelo que domina el punto donde atracan las lanchas para descargar o recibir efectos.” 1 19 “A un cuarto de legua más abajo de la ciudad un profundo arroyo desemboca en el río; navíos de hasta 300 toneladas entran para varar o para anclar al abrigo de las tormentas, aunque los que están delante de la ciudad también están a cubierto por un gran banco de arena que está a tiro de fusil y forma con la orilla un canal muy seguro y muy cómodo (…) Todo a lo largo de la ciudad corre un canal, entre la tierra y un banco de arena, que conduce a las naves de 300 a 400 toneladas del puerto al Riachuelo donde invernan, pues se quedan comúnmente de dos a tres años a comerciar y concluir su negocio. Este canal está en parte colmado y los barcos quedan anclados ante la costa del gran río, donde invernan y están a la merced de los vientos y de los corsarios, no habiendo nada que los pueda socorrer pues están fuera del tiro del cañón de los fuertes; y es necesario para esto buenas amarras porque los golpes de viento son frecuentes y muy temibles. No cargan sus navío más que cuando están listos y terminado su negocio, y antes deben mandar a reconocer el río.” 2

Consolidado el puerto de Montevideo en la margen opuesta del Plata en 1724, muchas naves de calado preferían fondear allí y trasladar sus mercaderías y pasajeros en barcos menores hasta Buenos Aires. Esto perjudicaba al puerto de Buenos Aires, a tal punto que el gobernador de la región se negó a costear el Faro de Montevideo que, construido en 1802 debido a lo peligroso de la navegación en el Plata y la falta de balizamiento en sus costas, con el consiguiente peligro de encallar, fue financiado por la propia ciudad oriental.

Notas: - Acarette du Biscay, Descripción de la ciudad, 1658, en Buenos Aires en el siglo XVII, de Ricardo de Lafuente Machain, MCBA, Buenos Aires, 1980. - de Massiac, Barthelémy, Plan francés de conquista de Buenos Aires, 1660 – 1693, Colección Memoria Argentina, Emecé Editores, Buenos Aires, 1999.

4.3.2 Un puerto para Buenos Aires Paisaje costero Al crearse el Virreinato del Río de la Plata en 1777, con Buenos Aires como capital, su puerto fue oficialmente autorizado al comercio y se realizaron los primeros proyectos de mejoramiento para dar solución al engorroso procedimiento de desembarco. Se habían construido primitivos muelles de piedra, como el del Bajo de las Catalinas en 1755, con 10 m de ancho y 200 de largo, pero que no daban solución al problema. La ciudad contaba ya con una población de 25.000 habitantes, número que llegó a 40.000 a fines del siglo, con su consiguiente tráfico comercial: la cantidad de cueros exportados había pasado de 150.000 en la década de 1750 a 700.000 en la de 1790. 1

El proyecto de Francisco Rodríguez y Cardoso, de 1777, planteaba una dársena de 350 m de largo por 100 de ancho y una profun- didad en marea baja de 1,65 m, rodeada por un murallón provisto de cañones para su defensa. Ubicada frente a un Pozo entre el Fuerte y Retiro, podía contener 300 lanchas de comercio, pero no se construyó. Sin embargo, se conserva un plano de la ciudad de 1782 en la que se lo dibujó como existente.

Tras otros proyectos no concretados, en 1802 se comenzó la construcción de un muelle de 200 m de extensión frente al Pozo de la Merced, proyectado por el ingeniero Pedro Cerviño que, en 1805 cuando contaba con 70 m, fue destruido por un temporal. Otro muelle proyectado por Cerviño fue construido a principios del siglo XIX en el Riachuelo, en la Vuelta de Rocha, pero con solo 35 m de extensión.

El arribo a Buenos Aires después de 1810, momento de la Revolución de Mayo, seguía siendo tan dificultoso como en tiempos virrei- nales, aunque la imagen de la ciudad atraía al recién llegado. Así describe esta aproximación un viajero inglés en 1820: “la ciudad de Buenos Aires, divisada desde la rada exterior a unas ocho millas de distancia, tiene un imponente aspecto. Los edificios públicos y las cúpulas de numerosas iglesias le dan cierto aire de grandeza que se desvanece cuando nos aproximamos. Al desembarcar, el muelle derruido (la tormenta del 21 de agosto de 1820 lo dejó en malas condiciones) y las principales calles cercanas a la costa nos predisponen mal respecto a la belleza de la ciudad. (…) La rada exterior y la rada interior constituyen fondeaderos, pero en ninguno de ellos se puede anclar en buenas condiciones. El fuerte viento que sopla del E y SE sobre la costa es siempre peligroso: a menudo arrastra las embarcaciones consigo. En la tormenta del 21 de agosto de 1820, que causó la pérdida de sesenta embarcaciones, el viento soplaba del SE. El invierno es más apropiado que el verano para la navegación, porque en verano hay viento del E casi todas 20 las tardes. En la rada exterior suele haber una profundidad de dieciocho pies, y en la interior, de ocho. Cuando sube la marea, esta llega a vein- ticinco en la exterior y a trece en la interior. Un pampero que sopla del O produce, de cuando en cuando, una gran baja: los bancos de arena quedan al descubierto y la gente pasea a caballo sobre ellos, aunque esta baja extrema es poco frecuente. (…) El Río de la Plata podría ser bautizado con justicia como “infierno del navegante. El desembarcadero, donde antes estuvo el muelle, es pésimo; los barcos pesados no pueden acercarse. Para el embarque y el desembarque se utilizan carros. Quienes en razón de sus ocupaciones deben embarcar y desembarcar con frecuencia, encuentran demasiado caros los carros, no faltando algunos que se hacen llevar en hombros de los marineros. Rara vez hay agua bastante para permitir que los barcos se acerquen y, por otra parte, siempre está el peligro de las rocas y restos de naufragios que hay cerca de la costa.” 2

Del Riachuelo al centro El acceso al puerto del Riachuelo –la otra posibilidad de acercarse a la ciudad fundamentalmente para el comercio-, se hacía me- diante su boca Este, puesto que la Norte estaba casi cegada por el flujo aluvional, y se había abierto naturalmente aquélla. A partir de 1785 se comenzó a usar la sirga (remolque) de las embarcaciones mediante caballos para este acceso, en forma alternativa. Desde 1802, la Vuelta de Rocha fue, por disposición oficial, el asiento de las barracas para el alojamiento en cuarentena de los esclavos que llegaban enfermos de viruela. El alojamiento de esclavos en tránsito pertenecientes a la compañía inglesa que los traficaba estaba en el Retiro (hacia el norte de la ciudad), mientras que el de la compañía francesa, se ubicaba en la zona del Riachuelo.

Pero ya no era cuestión de construir muelles sino de facilitar la llegada de los barcos hasta la costa mediante canales o un puerto. En 1805 el ingeniero de la Real Marina Eustaquio Giannini proyectó un canal que unía el Riachuelo, aguas arriba de la Vuelta de Rocha, con el extremo de su boca Norte cegada. Aunque no realizado, tiene valor como antecedente del canal proyectado por Luis Huergo años después.

En 1822 fue contratado el inglés Santiago Bevans, designado ingeniero hidráulico jefe de Buenos Aires, que elaboró varios proyectos de muelles para embarcaciones menores, entre ellos propuso: 1. Construir a seis cuadras de la costa, con acceso por un muelle de madera desde la actual esquina de Madero y San Martín, mu- rallones de piedra para delimitar una dársena de 18,5 ha de superficie líquida, y 12 pies de profundidad media. 2. Formar en la Boca un dique de 13 ha entre las actuales calles Martín García, Necochea, Gualeguay e Irala, desviando el Riachuelo a partir de la Vuelta de Rocha para desaguarlo en ese dique conectado al Río de la Plata mediante otro canal. Este proyecto guarda relación con el de Giannini. 3. De mayor escala, en 1824 se proyectó una explanada sobre tierras a ganar al río para construir la aduana y almacenes, protegida por un murallón de granito, y un muelle en T de madera sobre pilotes.

En 1847 comenzó la construcción de un murallón costero para defensa frente a las crecidas del río, con un relleno de 5 m de altura. Fue proyectado y dirigido por Felipe Senillosa y estaba ubicado en el paseo de la Alameda (desde entonces Paseo de Julio y hoy Avda. Leandro N. Alem) entre las actuales Rivadavia y Corrientes. La intención era convertirlo en mirador urbano, con un parque verde central con ombúes y ajardinado.

Por ese tiempo, la ribera era frecuentada por lavanderas y bañistas por igual, que bajaban a las aguas tanto para paliar el calor como por cuestiones higiénicas, ya que la ciudad no contaba aun con aguas corrientes, sistema que estuvo en operación a finales del siglo XIX. Hasta 1869, los aguateros recogían el agua del río y la repartían en toneles a los habitantes de Buenos Aires, a pesar de que desde 1770 se habían difundido los pozos de agua con baldes y aljibes para recoger el agua de lluvia.

Un puerto en el área fundacional La tendencia a concentrar el arribo a la ciudad en el eje fundacional, frente a la Plaza Mayor, llevaba a localizar una y otra vez los proyectos de muelle, aduanas y puertos en esta área central. Los muelles del Riachuelo –hacia el sur- y de las Catalinas –hacia el norte- fueron utilizados pero solo de manera auxiliar, siempre se volvía a la idea del gran proyecto de arribar a la ciudad por su área fundacional, y cada vez más se tendía a diferenciar el tipo de tráfico que ocupaba el Riachuelo -de menor calado y de cabotaje- del que ingresaba por el área central.

Así, en 1854 se inició la construcción de la Aduana Nueva, ubicada donde se encontraba el antiguo Fuerte, demolido el año anterior. Con forma de hemiciclo, proyectada por el ingeniero inglés Eduardo Taylor, se ubicó en la actual Plaza Colón. Tenía dos pisos de altura, lugar para depósito de mercaderías y una torre central de tres cuerpos. Dos rampas unían el patio de maniobras con las ac- tuales Leandro Alem y Rivadavia, permitiendo el acceso de carretas. Un muelle de cargas se internaba en el río, perpendicularmente al edificio. Se completó en 1858, y era la construcción más cercana que los viajeros veían al llegar a Buenos Aires. .

Pocos metros al norte de la Aduana, en 1855 se construyó un espigón de madera para pasajeros de 200 m de largo con dos pa- bellones octogonales de chapa acanalada y estructura de hierro fundido, traídos desde Gran Bretaña, para el control de equipaje. Proyectado por Prilidiano Pueyrredon, estaba ubicado entre las actuales Bartolomé Mitre y Sarmiento y desapareció, como la Aduana de Taylor, con los trabajos de construcción del Puerto Madero en la década de 1880.

Quedaban así separadas las entradas de pasajeros y de cargas. Pero aun no había un puerto en Buenos Aires. Las primeras propues- tas en este sentido fueron las del inglés John Coghlan (1859) y la del francés Carlos Enrique Pellegrini (1862). Coghlan proponía dos diques cerrados y una dársena semiabierta, y un canal profundo sobre el frente de la ciudad, mientras que Pellegrini se inclinaba por un sistema de diques a la manera de lo que luego proyectaría Madero. La polémica fue similar a la que más tarde mantuvieron Luis Huergo y , y ninguno se construyó.

Puerto y ferrocarril iban unidos en el desarrollo económico de la nación: mientras solo hubo muelles, la Estación Central, Terminal del primer ferrocarril de la ciudad, estuvo situada entre la Aduana y el muelle de pasajeros.

21 El Puerto Madero Los debates sobre el proyecto para puerto más adecuado continuaban. En 1870 se contrató al ingeniero inglés John Bateman para que evaluara el emplazamiento del futuro puerto. En 1871 entregó los planos: una gran dársena frente a Plaza de Mayo, a la que se llegaba por dos canales (uno al norte y otro al sur) hasta el Riachuelo.

Mientras todas estas contrataciones, estudios y propuestas se hacían y se desechaban por distintos motivos, el comerciante Eduar- do Madero, compenetrado por su tarea de importación y exportación con las necesidades portuarias, había efectuado algunas propuestas, desde 1861. El primero era una gran dársena frene a la Aduana Nueva, que se continuaba con un canal de acceso hasta aguas profundas hacia el sur. Un segundo proyecto, presentado a concurso convocado en 1863, planteaba dos dársenas, un dique seco y un canal de acceso, en la misma ubicación. Ganó el concurso, pero luego no fue aprobado por el Congreso Nacional.

En 1882 Madero presentó un nuevo proyecto, sobre el canal principal del Río de la Plata con diques encadenados. El mismo año, el Congreso sancionó la ley que autorizaba al Poder Ejecutivo a contratar las obras para la construcción del nuevo puerto artificial de Buenos Aires, y en 1884 el Presidente Roca suscribió el contrato definitivo para la construcción. En 1886 se aprobaron los planos del estudio Hawkshaw Son & Hayter y al año siguiente comenzaron las obras de construcción del puerto, de sur a norte. Cuatro diques encadenados, con una dársena hacia el norte y otra hacia el sur, y un relleno hacia el este, separando definitivamente a la ciudad de su río, se completarían en diez años. En 1889, con un acto realizado sobre el acorazado Almirante Brown, se inició oficialmente la obra.

En 1897 se terminaron los trabajos: al llenar la Dársena Norte el 6 de marzo, Buenos Aires inauguraba finalmente su puerto. La Dársena Norte tuvo, durante una década, problemas técnicos que impidieron su utilización plena. A pesar de este inconveniente, y por insistencia de la Marina, se construyeron en tres meses, en su costado Norte, dos diques de carena (150 y 180 m de largo), que fueron utilizados para el mantenimiento de la escuadra de mar hasta 1902.

Luis Huergo había presentado una propuesta totalmente distinta para el puerto. Las principales diferencias entre los proyectos eran:

Proyecto Madero: Sistema de cuatro diques con dos dársenas en los extremos, lo que imposibilitaba ampliaciones; ubicado centrado sobre Plaza de Mayo, desde el Riachuelo a Retiro, con dos canales de acceso que llegaban a las dársenas norte y sur. En 1906 su capacidad operativa estaba colmada.

Proyecto Huergo: sistema de ocho dársenas en peine, que permitía ampliaciones. Es el esquema utilizado para Puerto Nuevo, que probó su eficacia. Estaba ubicado entre el Riachuelo y Plaza de Mayo, y el acceso era por un canal único, considerado una desventaja en caso de obstrucción.

Para intentar solucionar las limitaciones operativas del Puerto Madero, en 1902 el Gobierno Nacional contrató el asesoramiento del ingeniero inglés Elmer Corthell, que propuso una ampliación del puerto hacia el este, respetando los diques existentes y adentrán- dose en el río. Al mismo tiempo, el ingeniero Huergo presentó una propuesta de ampliación, en la que conformaba un solo dique con los cuatro existentes, creaba otro paralelo, hacia el este, y ampliaba la Dársena Sur. Ninguno se concretó.

Ya con el Puerto Madero saturado, en 1908 el Congreso Nacional autorizó su ampliación, aunque al año siguiente se decidió construir uno nuevo –no ampliar el anterior- sobre la base de los conceptos sostenidos por Huergo. Este puerto lleva su nombre, si bien se lo conoce comúnmente como Puerto Nuevo. Iniciado en 1911, en 1919 se inauguró provisionalmente y fue librado al uso. En 1925 estaba en pleno funcionamiento, y había quedado casi inactivo Puerto Madero. Se comenzó entonces a pensar en su reconversión.

Notas: - Scobie, James, Bueno Aires, del centro a los barrios, 1870 – 1910, Ediciones Solar, Buenos Aires, 1977. - Un inglés, Cinco años en Buenos Aires, 1820 – 1825, Ediciones Hyspamerica, Buenos Aires, 1986

22 4.3.3 La Boca y la Dársena Norte. Inmigrantes, trabajo y deportes El Riachuelo y su barrio Pocas fueron las tareas de mejoramiento que a lo largo del tiempo se realizaron en el Riachuelo, a pesar de su condición de puerto natural. De la época colonial data el muelle proyectado por Pedro Cerviño, próximo a la Vuelta de Rocha, que alcanzó solo 35 m de los 200 proyectados.

Los alrededores de la zona del Riachuelo fueron asiento de barracas y depósitos por su condición de borde de la ciudad, como lo fue hacia el norte la zona de Retiro. Mientras en Retiro se encontraban las barracas de la Compañía inglesa de los Mares del Sur entre 1713 y 1753, dedicada a la venta de esclavos, en los altos del Parque Lezama estaban las de la Compañía de Guinea, de igual actividad, francesa. Otros depósitos poblaron la zona, aprovechando su cercanía con las naves que debían cargar. Los desechos de estas actividades comenzaron a arrojarse al Riachuelo, iniciando su larga historia de contaminación. Ya en 1810 se lo consideraba un foco infeccioso. La profundidad en su curso era de 15 pies, y en su boca de 5, lo que obligaba a usar la sirga (remolque con caballos) para acercar los barcos, luego reemplazada por el remolcador. A pesar de todas las dificultades, fue desde 1870 el puerto de cabotaje de la ciudad.

Entre 1875 y 1882 se realizaron estudios para su dragado, a cargo de Luis Huergo, que llevaron la profundidad del canal a 21 pies. Como consecuencia, el tonelaje de los barcos que entraban al Riachuelo se duplicó desde 1879 a 1884. También, entre 1882 y 1888 se eliminó el lóbulo de tierra que formaba la Vuelta de Rocha, despejándose el fondeadero en forma de U.

La Boca del Riachuelo se fue convirtiendo en el barrio de La Boca, donde se concentraba gran parte de la inmigración italiana que encontraba trabajo en la carga y descarga de los barcos que desde allí transportaban cueros, lana y carne. Esta inmigración, junto con la actividad portuaria y la cercanía del río con las calles de la ciudad (ya desaparecida en el área central), le dieron a la zona un carácter de auténtica ribera. Pintores como Benito Quinquela Martín y Ernesto de la Cárcova reflejaron su carácter, especialmente Quinquela, que reflejó con exactitud los trabajos portuarios, los cargadores de los barcos en plena tarea.

El Riachuelo era cruzado diariamente por quienes, viviendo en la margen correspondiente a la provincia, trabajaban en la Capital. Tres puentes transbordadores llegaron a funcionar, de los cuales solo se conserva uno –aunque en desuso- el Nicolás Avellaneda, que hoy es uno de los pocos en su tipo que se conservan en el mundo.

Entre 1894 y 1905, Luis Huergo tuvo a su cargo la construcción del Dock Sud, junto a los diques del Puerto Madero, vinculado al Ferrocarril, donde podían operar simultáneamente 20 cargueros transatlánticos. En Dock Sud se ubicó la usina generadora de elec- tricidad más importante de la época; más tarde, otra se instaló en Puerto Nuevo. ,

Dársena Norte: Inmigración y yachting en un lugar histórico Inmigrantes y hoteles Un total de 4.900.000 personas de los 6.200.000 inmigrantes que llegaron a la Argentina a través de Buenos Aires entre 1857 y 1920, pasaron sus primeros días en el país en alguno de los sucesivos hoteles de inmigrantes de la ciudad. Todos, excepto el que aun se conserva en la Dársena Norte, convertido en 1999 en Museo de la Inmigración, fueron provisorios.

Debe recordarse que desde la promulgación de la ley de Inmigración y Colonización en 1876, hasta 1920, la Argentina fue el segundo país de América en cantidad de inmigrantes recibidos, solo superado por los Estados Unidos de Norteamérica. Dos nacionalidades se destacan en la cantidad de recién llegados: la italiana (2.340.000 personas) y la española (1.600.000). En orden decreciente siguie- ron los franceses, los judíos, los austro-húngaros, los alemanes y los británicos en igual proporción, los suizos, los portugueses, los belgas y los holandeses. Otras nacionalidades representaron volúmenes inferiores al 0,10 por ciento del total inmigratorio. 1

Entre los aportes de los inmigrantes a la construcción económica del país se cuenta la economía mixta –agrícola y ganadera- de los campos, la eliminación del monocultivo y el cooperativismo para la producción, organización o consumo conjunto, que surgió en las colonias agrícolas de inmigrantes judíos y se extendió a todo el país.

“La llegada de extranjeros tuvo períodos con picos (en 1889, en 1896 y entre 1906 y 1913) y momentos en los que decayó, como durante las crisis de fin del siglo XIX o durante las dos guerras mundiales. La última oleada significativa de inmigrantes europeos se produjo luego de la caída del nazismo. Así, pues, si los primeros extranjeros se incorporaron a la Argentina granero del mundo, la realidad nacional era otra para los que llegaron después: dificultades económicas, huelgas, protestas obreras, manifestaciones populares. (…) Del total de inmigrantes, algo menos de la mitad volvió a subirse a los barcos tiempo después. Los que se quedaron tuvieron la fuerza suficiente para construir un país.” 2

Los inmigrantes fueron en los comienzos (desde 1825) alojados en el convento de los Recoletos en la zona norte de la ciudad; entre 1857 y 1887 el hotel funcionó en distintos sitios alquilados, la mayoría de las veces alejados del muelle de arribo de pasajeros: un predio en la Chacarita de los Colegiales, una fonda en la calle de la Merced (hoy Reconquista), un edificio en Corrientes 8, otro en la actual Cerrito entre Arenales y Juncal, y edificios en el partido de San Fernando y en Caballito.

El último hotel provisorio funcionó en una edificación poligonal que había pertenecido al Panorama de Retiro, salón destinado a un tipo de espectáculo considerado el antecesor del cinematógrafo. Este hotel se conoció como la Rotonda, dada su forma, y estaba prácticamente bañada por las aguas del río -su ubicación actual sería la del andén 9 de la Terminal del ex Ferrocarril Mitre-. Sin em- bargo, los recién llegados debían trasladarse desde el muelle de pasajeros hasta allí mediante tranvías a caballo. La Rotonda albergó al Hotel entre 1887 y 1911, fecha en que se trasladó a su sede definitiva, sobre la Dársena Norte. Tanto el Hotel de la Rotonda como el definitivo fueron, por su ubicación sobre el río, la primera imagen que los inmigrantes tuvieron del país al que llegaban.

El Hotel definitivo Un comentario de la época valora la decisión de construir un hotel de inmigrantes específicamente destinado a ese propósito: “Tiem- po era ya que nuestros gobernantes se decidieran a desalojar la infecta pocilga que alza su fatídica silueta en medio del charco del 23 Retiro, el cual se está rellenando, poco a poco, desde que se le ha convertido en vaciadero de basuras” 3

El nuevo hotel podía albergar hasta 4000 personas a la vez, que llegaban en los tres o cuatro barcos que diariamente provenían de ultramar. Entre 1911 y 1920, alojó casi al 40 por ciento de los inmigrantes, y se convirtió en referencia simbólica y concreta de la entrada al país. “Visto desde el río, el hotel llamaba la atención por su volumen y simetría. Rodeado por las construcciones más pequeñas e igualmente blancas, levantado sobre la orilla del dique de carena, entre el cielo y el agua, la primera imagen que recibían del edificio debía conmover –o intimidar- seguramente, a los inmigrantes que al momento del arribo se amontonaban en la cubierta.” 4

En el Hotel propiamente dicho, los recién llegados contaban con dormitorios para mujeres, hombres y niños, un enorme comedor con varios turnos, y salones de espera. Estaba rodeado de jardines, que se conservan. Según la época, el alojamiento –gratuito-, oscilaba entre 3 y 14 días. Se los registraba y asesoraba, se les brindaba control sanitario y atención médica, se los capacitaba para sus futuros empleos y se les buscaba trabajo en sus oficios en ciudades, o en tareas rurales.

El complejo comprendía los pabellones de Administración, la oficina de pasaportes, la de correos y telégrafos, la de informaciones, el banco, la de trabajo, de expedición, el depósito de equipajes, la vivienda para el administrador y demás personal administrativo y sus familias, y la Dirección. En 1909 se construyeron los edificios anexos para enfermería, luego transformado en hospital) y los lavaderos.

“La construcción, que debía llevarse a cabo en veinte meses, demoró seis años. Era una necesidad y una ilusión largamente demo- radas. ‘Su construcción encarnaría la realización material de un sueño grandioso, que comprometía el pensamiento de la época y que presuponía una Argentina indefinidamente próspera, que como tal debía mostrarse ante el mundo, Europa, en su cara masiva que era la inmigración, a la que se buscaba atraer’.” 5

Esta construcción permanente fue aprobada por ley en 1906, y se edificó en el sitio entonces ocupado “por los talleres del Arsenal de Marina, es decir, al Oeste de los diques de carena de la Dársena Norte del puerto. Esta ubicación permitirá que los inmigrantes pasen directamente del vapor al Hotel, de modo que no se verán en lo sucesivo esas exóticas caravanas que actualmente cruzan la ciudad desde los Diques al Retiro, en atestados tranvías y carros.” 6

Con los años algunos usos fueron cambiando. Entre los nuevos, apareció en el edificio del Hotel una panadería, para provisión a los huéspedes, y una nueva enfermería convertida en hospital con internación, preparado para cirugía mayor.

Transformado en 1999 en Museo de la Inmigración, el ex hotel contiene también las oficinas de Dirección Nacional de Migraciones, Tanto el edificio con su antiguo desembarcadero, como el Apostadero Naval Buenos Aires, conforman un conjunto que fue declarado Monumento Histórico Nacional: el Hotel en 1990, el Apostadero en 1999. La declaratoria de 1999 consideró que el conjunto, por su origen y concepción, “integra un solo complejo concebido a fines del siglo XIX como una unida funcional, administrativa, social y económica”,7 y complementa la declaratoria de Lugar Histórico para la Dársena Norte, realizada en 1942 en la primera declaratoria de monumentos históricos nacionales por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares históricos, por ser el sitio frente al que la escuadra del Almirante Guillermo Brown libró el Combate de los Pozos en 1826, durante la guerra con el Brasil. 8

El Yacht Club Argentino Para completar el valor histórico y patrimonial del sitio, el espigón opuesto al del Hotel de Inmigrantes, en la Dársena Norte, también tiene su monumento y lugar histórico: es la sede del Yacht Club Argentino y su fondeadero.

Sobre el espigón sudeste de la Dársena Norte está, desde 1915, el edificio del Yacht Club Argentino, obra del arquitecto francés Eduardo Le Monnier, aún en uso. La asociación Yacht Club Nacional, luego Argentino, había nacido en 1882, y solo en 1911, ya con- cluido el Puerto Madero, obtuvieron la cesión de un predio en el espigón sur de la Dársena y 30.000 m2 de fondeadero.

Por Decreto 766/01 el Poder Ejecutivo Nacional declaró Monumento Histórico Nacional al edificio, y Lugar Histórico a su fondeadero, correspondiente al espejo de agua que linda al oeste con el espigón Sudeste de la Dársena Norte, al norte con su escollera de pro- tección y al sur-sudeste con la Reserva Ecológica.

En sus fundamentos, el decreto de declaratoria sostiene que “el edificio tiene una especial relevancia urbana y arquitectónica por su ubicación y la originalidad del proyecto, siendo el primer edificio del puerto concebido con un lenguaje diferente al extendido previamente, de tradición funcional; y que fue autorizado -precisamente- para destacar el acceso portuario con una pieza arquitec- tónica de singular simbolismo, cuya torre -a modo de imponente faro- da la bienvenida a todo buque que entra o sale del Puerto de Buenos Aires. Que la Dársena Norte es la puerta de entrada de las embarcaciones que llegan por el Canal Principal al centro mismo de la Ciudad, y que aún hoy ocupa una posición dominante dentro del complejo urbanístico desarrollado en torno a Puerto Madero.” 9

Otro dato histórico para la celebridad: frente al Yacht Club, en Dársena Norte, tocó agua el hidroavión español Plus Ultra que, con cuatro tripulantes, unió en 1926 por primera vez Europa con la Argentina. La hazaña del Plus Ultra se recordó con una escultura en su homenaje, ubicada hoy en el espigón del ex balneario Municipal de Costanera Sur.

Notas: - A los fines estadísticos, se consideran inmigrantes en la Argentina a los pasajeros de segunda y tercera clase que llegaban en los barcos de ultramar. - Shalom Argentina, Huellas de la colonización judía, Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte, Presidencia de la Nación, Buenos Aires, 2001 - Chanourdie, Enrique, Nuevo edificio para hotel de Inmigrantes, en Revista técnica, Bueno Aires, 1905) 24 - Ochoa de Eguileor, Jorge; Valdés, Eduardo, ¿Dónde durmieron nuestros abuelos? Hoteles de inmigrantes en la Capital Federal, Editorial Fundación Urbe, Buenos Aires, 1991 - Insausti. Magdalena, Hotel de inmigrantes. Un proyecto colosal para la gran Argentina. Todo es Historia, 398, septiembre 2000, citado en Shalom Argentina, Huellas de la colonización judía, Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte, Presidencia de la Nación, Buenos Aires, 2001 - Chanourdie, Enrique, op. Cit. - Poder Ejecutivo Nacional, Decreto Nº 339/99 - Poder Ejecutivo Nacional, Monumentos y lugares históricos nacionales, Decreto 120.412/42. - Poder Ejecutivo Nacional, Decreto Nº 766/01, BO 29.670, 15 junio 2001

4.3.4 Tiempos modernos Siglo XX: Proyectos y realizaciones Ribera y ciudad Tras la construcción del Puerto Madero, la relación de los porteños con la ribera con fines de esparcimiento se trasladó hacia el nue- vo borde: la Costanera Sur. Se decidió entonces transformar este tramo en un paseo público. En 1916 se iniciaron los trabajos para el nuevo paseo y balneario municipal, ubicado entre las actuales avenidas Belgrano y Brasil. Inaugurado en 1918, el balneario contaba con un espigón de hormigón armado -con vestuarios en su nivel inferior, hoy frente a la Reserva Ecológica, y una escalinata que des- cendía hacia el río, a partir de la baranda de la rambla. Hacia la ciudad se proyectó una faja de jardines con construcciones aisladas que alojaban confiterías o espacios para diversiones. Un boulevard arbolado recorría la costanera desde Brasil hasta Viamonte.

En 1925, la Comisión de Estética Edilicia en su Plan Regulador para la Capital, incluyó propuestas para la ribera del Plata. Entre ellas, un plan de remodelación de la Plaza de Mayo, que mediante grandes explanadas y parques, acercaba el río a la ciudad, haciendo desaparecer la Casa de Gobierno, considerada una barrera entre ambos. También incluía la propuesta para todo el borde costero, parquizado, elaborada por el paisajista francés Jean Claude Forestier. Ninguno de estos proyectos se concretó.

Sin embargo, la Costanera Norte, franja que se extiende desde el final de Puerto Nuevo hasta la Ciudad Universitaria, en el borde con la provincia de Buenos Aires, tomó impulso en la década de 1940 -decaído ya el antiguo balneario municipal, cuya época de esplendor fueros los años veinte y treinta-, como contacto habitante-río. Una rambla, esta vez sin acceso directo al río, y un espigón (recuperado en los últimos años como paseo público) completaron la zona que básicamente se usó como base para pasear y pescar. Actividad que puede haberse extendido a partir de la existencia del antiguo Club de Pescadores –edificio de arquitectura pintores- quista que data de la década de 1930-, cercano al extremo sur de esta Costanera, declarado Monumento Histórico Nacional, y el área en torno a su muelle -100 m hacia el noroeste y sudeste de su eje-, lugar histórico. 1

Este sector de la ciudad era todavía fundamentalmente verde, y permitía el crecimiento necesario. Así, en la década de 1950, se ubicó paralelo a esta Costanera, el aeroparque de la Ciudad que, tras debates en la década del ‘90 sobre su traslado a un relleno o aeroisla frente a su actual ubicación, pero sobre el río, o su eventual cierre y derivación de todos los vuelos al aeropuerto internacio- nal en Ezeiza, fue modernizado y ampliado y sigue en funcionamiento.

La idea de construir el aeropuerto de la ciudad sobre el río había sido tratada décadas antes. La Sociedad Central de Arquitectos elaboró un proyecto en 1938, que ubicaba esta aeroisla frente al área central de la ciudad, a fin de acercarlo al máximo al centro administrativo. También el arquitecto Amancio Williams, con ideas que iban más allá de su época, propuso ubicar el aeropuerto construyendo gigantescas estructuras de hormigón sobre el río, con distintos estudios para su ubicación más adecuada. El mismo Wiliams elaboró, en 1979, un proyecto de Cruz sobre el Río de la Plata, de 200 m de altura y en eje con la Plaza de Mayo, refuerzo de al centralidad del àrea.

En la misma línea se ubican las ideas de Le Corbusier, tras su visita a Buenos Aires en 1929, cuando comenzó a pensar que la capital argentina debía revertir su vocación de ciudad baja y amanzanada para dejar que el verde se introdujera entre las altas torres donde funcionarían las oficinas administrativas públicas y privadas, en el área central.

La imagen dibujada por Le Corbusier como primera impresión de Buenos Aires transmitía la idea de aglomeración y suciedad. Y la acompañaba el siguiente texto: “He aquí el infierno del trabajo en la administración. ¡Singular accidente de un siglo de progreso!2 La visión corbusierana fue drástica: “Es necesario decirlo: el extranjero que desembarca en Buenos Aires ve más claro que el habitante nacido allí. A su llegada es herido súbitamente por la enfermedad de la ciudad. Y puede discernir la solución.” 3 25 Al elaborar el Plan Director para Buenos Aires, junto con Juan Kurchan y Jorge Ferrari Hardoy en 1940, Le Corbusier propuso para el centro de los negocios. la cité des affaires, torres en el río, elevadas para salvar el nivel de la barranca natural, separándose del casco urbano consolidado. Para el área de Puerto Madero, ya en desuso, proponía la transformación en centro de esparcimientos, parque público con equipamiento.

Catalinas Norte La oficina del Plan Regulador para Buenos Aires realizó, entre 1956 y 1960, estudios para la revitalización del área conocida como Catalinas Norte, que había sido sitio de depósitos industriales y actividades relacionadas con el puerto y las cercanas terminales de ferrocarriles en Retiro. Si bien en origen la zona respondía a un uso portuario, al avanzar el siglo XX se relacionó en mayor medida con la ciudad que con el puerto. Así, en las décadas de 1940 y 1950, se fueron localizando en el lugar usos acordes con la cercanía de las terminales de transporte de pasajeros: lugares de esparcimiento y diversión masiva, como el Parque Japonés. En 1956, detectado el deterioro del área y su desaprovechamiento, y ya encerrado en el tejido urbano, se decidió la formulación de estudios para su reutilización.

El primer proyecto para el sector lo consideraba una puerta de acceso a la ciudad y una extensión de sus usos, incluyendo la re- solución del nudo de transporte de Retiro (terminales de ferrocarril, de ómnibus de corta, media y larga distancia, y conexión entre autopista futura (su traza aún está en estudio), nudo y avenidas, así como la vinculación entre el ferrocarril de cargas y camiones y su conexión con el puerto). Luego, varios sectores diferenciados contendrían actividades relacionadas con el acceso por el río (frente a Dársena Norte), centros hoteleros y de oficinas con sus servicios complementarios, y centros de esparcimiento, comerciales y culturales.

Los proyectos fueron reformulándose a lo largo del tiempo; se establecieron las funciones de la zona en relación con la ciudad. Una de las propuestas concentraba la actividad administrativa en una torre de setenta pisos de altura, único emergente sobre un basa- mento que se expandía por toda el área con los demás usos. Oscilaciones de políticas y de mercado hicieron que las primeras obras del complejo Catalinas Norte se concretaran hacia 1967. Abandonado el esquema original en que la Municipalidad de Buenos Aires asumía el rol de urbanizar, proyectar, dar normas, promover y, en parte, realizar se prefirió reestructurar el trazado, simplificándolo, y dar una nueva codificación que hiciera atractiva la oferta de la tierra sobre una subdivisión del terreno que mantenía ciertos princi- pios generales: se fijaron subdivisiones con normas reglamentarias, dándose libertad de expresión a los volúmenes edificados. Las últimas construcciones de Catalinas datan de principios del siglo XXI, como el edificio para el Bankboston, obra de César Pelli.

El nuevo Puerto Madero En cuanto al Puerto Madero, la idea del Plan Regulador era transformarlo en un gran parque central. En 1971, Juan Kurchan, con el plan de renovación de la Zona Sur, propuso extender las actividades del área central a Puerto Madero, con comercios, hoteles y salas de espectáculos.

Mientras, la Reserva Ecológica iba creciendo, con los rellenos provenientes de las excavaciones de toda la ciudad. Para dar uso a esta zona y al antiguo puerto, en 1982: el estudio del Ensanche del Área Central, realizado por las oficinas de arquitectura de Mario Roberto Alvarez, Forster – Alvarez - Raña Veloso y Serra - Valera, propuso actividades terciarias y un parque metropolitano en Puerto Madero.

La definitiva reconversión del antiguo Puerto Madero llegó con la decisión política de su utilización, los estudios para determinar las funciones más adecuadas y, por intermedio de la Sociedad Central de Arquitectos, la organización de un concurso de ideas para su Masterplan. Esta operatoria, comenzada en 1989, culmino con el concurso en 1992.

Paralelamente a la elaboración del masterplan, se iban vendiendo los antiguos docks, que comenzaron a refuncionalizarse como oficinas, polo gastronómico, y viviendas. En 1994 se aprobó el masterplan y se creó un distrito de zonificación como Área de Preservación Patrimonial Antiguo Puerto Madero, con normas de protección edilicia para parcelas entre Viamonte y Belgrano y de protección ambiental para el espacio público y privado que rodea a los docks, los diques y sus banquinas.

También en 1994 se incorporaron al espacio de Puerto Madero los buques museo Fragata Sarmiento y Corbeta Uruguay. En 1996 se estableció que Puerto Madero sería el 47º barrio de Buenos Aires, un barrio cuyas calles llevan, todas, nombres de mujeres. .

Hoy el área tiene una población de aproximadamente 125.000 habitantes-entre ocupantes de viviendas y oficinas-, con un total edificado de 1.500.000 m2 entre construcción nueva y reciclajes.

Siglo XXI: parques y premios Ya en marcha la obras en el lado Este de Puerto Madero, en 1997 se licitaron 32 ha para la realización de tres parques. Estos habían formado parte del concurso organizado por la Sociedad Central de Arquitectos en 1996 para las áreas verdes de Puerto Madero y puesta en valor de la Costanera Sur. La primera etapa de estas obras del Parque Costero Costanera Sur se inauguró en febrero de 2000; fue el sector del Teatro Griego, próximo a la Avda. Brasil.

El proyecto ganador del concurso pertenece a los arquitectos Alfredo Garay, Néstor Magariños, Graciela Novoa, Adrián Sebastián y Marcelo Vila, con Eduardo Cajide y Carlos Verdecchia asociados. Incluye dos parques en los diques 2 y 3, bulevares de llegada a ellos como continuación de los puentes de los diques, y la integración de la Costanera Sur y la laguna de los Coypos (que separa la Costanera de la Reserva Ecológica) a las nuevas áreas verdes. El proyecto incluye el parque Micaela Bastidas (8,2 ha) y el parque Mujeres (10,2 ha), los bulevares Rosario Vera Peñaloza, Azucena Villaflor y Macacha Güemes (2,7 ha) el Umbrario, en el extremo norte del paseo (0,7 ha) y la Costanera Sur (15,65 ha), con su alameda, teatro griego, espigón Plus Ultra, veredón histórico (antigua rambla) y su continuación moderna. Esta obra recibió en 2000 el premio Bienal de Arquitectura otorgado por la Sociedad Central de Arquitectos y el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo. 26 Como remate de la franja costera, hacia su extremo norte, también se concretaron en los últimos tiempos varios parques cuyos proyectos fueron resultado de concursos: son el parque público Costanera Norte, que incluye el Parque de la Memoria y el Parque Natural, junto a la Ciudad Universitaria y, más allá de ella y lindante con la jurisdicción provincial, el Parque de los Niños. El Programa de gestión de la Ribera del Gobierno de la Ciudad tuvo a su cargo la puesta en valor de distintos espacios de la Costanera Norte.

En el Parque de la Memoria, proyectado por el estudio Baudizzone – Lestard – Varas, con Becker y Ferrari como asociados, de 14 hectáreas, se encuentran la escultura “Victoria”, en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado, el monumento a las víctimas del atentado contra la AMIA, y el monumento a los Justos entre las Naciones. Un camino irregular, una herida representando el dolor por las víctimas del terrorismo de Estado, se proyectó atravesando el predio.

El Parque de los Niños, con proyecto de Aida Daitch y Victoria Migliori, retoma el concepto de costanera como vereda pública y proponía originalmente en su forestación áreas de sombra con especies autóctonas incorporadas a la memoria del paisaje urbano porteño por sus colores o aromas, que en su concreción no fueron respetados. La continuidad de ribera hacia la provincia se da con un paseo público de 1 km de extensión en la costa de Vicente López.

Notas: - Poder Ejecutivo Nacional, Decreto Nº 766/01. - Le Corbusier, Plan director para Buenos Aires, La arquitectura de hoy, Buenos Aires, abril 1947 - Le Corbusier, Precisiones, Ed Poseidon, Buenos Aires 1971

4.3.5 Bibliografía

Libros - Arrese, Alvaro, Buenos Aires y la ribera del Plata, en El río de la Plata como territorio, Borthagaray, Juan Manuel, compilador, Ediciones infinito, Buenos Aires, 2002 - Aslan, Joselevich, Novoa, Saiegh, Santaló, Buenos Aires, Puerto, 1887 – 1992, IPU, Buenos Aires, 1993 - Buenos Aires, ciudad y campaña, Fotografías de Esteban Gonnet, Benito Panunzi y otros, 1860 – 12870, Ediciones Fundación Antorchas, Buenos Aires, 2000 - Comisión de Estética Edilicia, Proyecto orgánico para la urbanización del Municipio, Buenos Aires, 1925 - Corporación Antiguo Puerto Madero, Puerto Madero, un modelo de gestión urbana, Buenos Aires, 2007 - Ciudad y campo entre dos siglos, fotografías de Samuel Rímathé, Ediciones de la Antorcha, Buenos Aires, 2007 - De Paula, Alberto; Gutiérrez, Ramón, La encrucijada en la arquitectura argentina, 1822 – 1875, Santiago Bevans, Carlos Enrique Pellegrini, Departamento historia de la Arquitectura, 1973 - Gazzaneo, Jorge, Scarone, Mabel, Arquitectura de la Revolución Industrial, FAU, UBA, IAA, Buenos Aires, 1966 - Gutiérrez, Ramón, Buenos Aires, Evolución histórica, Fondo Editorial Escala, Bogotá, 1992 - H. G. Olds, fotografías, 1900 / 1943, Ediciones Fundación Antorchas, Buenos Aires 1998 - Imágenes de Buenos Aires, 1915 – 1940, Ediciones de la antorcha, Buenos Aires, 2006 - Intendencia municipal, Cincuentenario de la federalización de Buenos Aires, 1880 - 1930, Proceso de su evolución histórica, polí- tica, económica y social, Buenos Aires, 1930. - Lafuente Machain, Ricardo de, Buenos Aires en el siglo XVII, MCBA, Buenos Aires, 1980. - Le Corbusier, Precisiones, Editorial Poseidon, Buenos Aires 1971 - Levillier, Roberto, América la bien llamada, tomo II, Bajo la Cruz del Sur, Editorial Guillermo Kraft, Buenos Aires, 1948 - Liernur, Jorge; Silvestri, Graciela, El umbral de la metrópolis, Transformaciones técnicas y cultura en la modernización de Buenos Aires, (1870-1930), Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1993 - Longo, Rafael, Historia del puerto de Buenos Aires, Editorial Interjuntas, Buenos Aires, 1995 - Massiac, Barthelémy, Plan francés de conquista de Buenos Aires, 1660 – 1693, Colección Memoria Argentina, Emecé Editores, Buenos Aires, 1999. - Molinari, Ricardo Luis, Buenos Aires, 4 siglos, Tipográfica Editora Argentina, Buenos Aires, 1980 - Ochoa de Eguileor, Jorge; Valdés, Eduardo, ¿Dónde durmieron nuestros abuelos? Hoteles de inmigrantes en la Capital Federal, Editorial Fundación Urbe, Buenos Aires, 1991 - Pando, Horacio; Vitalli, Olga, El Río de la Plata en la historia, en El Rrío de la Plata como territorio, Borthagaray, Juan Manuel, compilador, Ediciones infinito, Buenos Aires, 2002 27 - Radovanovic, Elisa, Planos de Buenos Aires, siglos XIX y XX, Ediciones Cedodal, Buenos Aires, 2001 - Scobie, James, Buenos Aires, del centro a los barrios, 1870 – 1910, ediciones Solar, Buenos Aires, 1977 - Shalom Argentina, Huellas de la inmigración judía, edición Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte, Bueno Aires, 2001. - Silvestri, Graciela, Las dos orillas, Obras, proyectos y representaciones en el Río de la Plata, en El río de la Plata como territorio, Borthagaray, Juan Manuel, compilador, Ediciones infinito, Buenos Aires, 2002 - Un inglés, Cinco años en Buenos Aires, 1820 – 1825, Ediciones Hyspamerica, Buenos Aires, 1986 - Vidal, Emeric Essex, Viaje a Buenos Aires y Montevideo, Colección Memoria Argentina, Emecé Editores, Buenos Aires, 1999.

Revistas - CPAU, Revista, Nº 5/2000, Premio Bienal de Arquitectura CPAU/SCA 2000 - Le Corbusier, Plan Director para Buenos Aires, la Arquitectura de Hoy, Buenos Aires, abril de 1947 - Sociedad Central de Arquitectos y Centro de Estudiantes de Arquitectura, Revista Técnica, Buenos Aires, 1898 – 1905 - Sociedad Central de Arquitectos, Revista de Arquitectura Nº 201, La ribera, Buenos Aires, junio 2001 - Sarrailh, Eduardo, Catalinas Norte. Evolución de una idea, en Summa 96, Buenos Aires, diciembre 1975

4.4. Glosario técnico Patrimonio arquitectónico. Está constituido tanto por aquellos edificios monumentales y singulares, como por aquellos modestos y sencillos que caracterizan y dan identidad a los barrios y a la ciudad. Son parte indisoluble del origen y de la memoria física de un pueblo.

- Preservación. Prevención. Acción que implica poner a cubierto anticipadamente un bien cultural, para evitar su daño, deterioro o destrucción. No define un modo particular de intervención, y puede entenderse como sinónimo de conservación, pues al igual que este termino, no define un tipo de intervención física.

- Puesta en valor. Término que engloba a varios otros, ya que implica una serie de intervenciones posibles para dotar a la obra de las condiciones objetivas y ambientales que, sin desvirtuar su naturaleza, resalten sus características y permita su óptimo apro- vechamiento. La conservación y la restauración son operaciones que llevan a la puesta en valor, y pueden también conducir a la refuncionalización

- Reciclaje. Operación destinada a poner en condiciones un bien cultural inmueble para que reinicie un nuevo periodo de vida útil.

- Reconstrucción. Existe acuerdo general entre los especialistas respecto a que una “nueva construcción” de un objeto de un tiempo anterior lleva a equívocos. Tal “renovación” es inaceptable cuando existe una construcción anterior, conservada en forma total o en partes. Si se quiere reunir estas partes, se debe recurrir a la reintegración, y si se pretende introducir algún elemento nuevo, será una integración.

- Recuperación. Es el conjunto de operaciones tendientes a recobrar un edificio y a aprovecharlo para un uso determinado. Se trata de un término equivalente a rehabilitar, difundido por su uso en italiano (recupero), pero no implica necesariamente el retorno al uso original.

- Refuncionalización. Volver a poner en funcionamiento un bien cultural, especialmente en lo que hace a sus funciones vitales o esenciales. La refuncionalización no implica forzosamente cambio de actividades o funciones del bien.

- Rehabilitación. Volver a poner en funcionamiento o hacer uso eficiente un edificio, conjunto o ciudad. Equiparable al termino repa- ración por su aplicación a cualquier objeto, de valor patrimonial o no, etimológicamente rehabilitar alude a hábil o capaz, y equivale a dar capacidad, idoneidad y aptitud para un fin determinado. Algunos autores definen rehabilitar como habilitar a nuevo un edificio haciéndolo apto para su uso primitivo. Existe cierto consenso sobre que se devuelve al objeto su función original o primigenia, lo que marca una diferencia con recuperación y refuncionalización.

- Reintegración. Restitución a su sitio original de partes desmembradas de un objeto, para asegurar su conservación. Un ejemplo es la anastilosis.

- Restauración. Operación especial de conservación que tiene el propósito de salvaguardar, mantener y prolongar la permanencia del objeto restaurado, para trasmitirlo al futuro. La restauración implica realizar obras especificas, sobre la base de evidencias ciertas y detenerlas cuando comienzan las hipótesis. Cesare Brandi define la restauración como el momento metodológico del re- conocimiento de la obra de arte en su consistencia física y en su doble polaridad estética e histórica, con el objeto de transmitirla al futuro. Los cuatro tipos restauración aceptadas por la Carta de Venecia son: liberación, consolidación, reintegración e integración.

- Valoración. Entre los criterios que permiten asignar o reconocer el valor de un bien se cuentan los siguientes: histórico, social, testimonial, artístico, arquitectónico, urbano, paisajístico y ambiental. Muchas veces un bien reúne uno o varios valores. A mayor valor asignado, mayor la responsabilidad de conservarlo y no desvirtuarlo, para que en el futuro continúe siendo un testimonio, como lo es para el presente y lo fue en el pasado.

- Valor económico. El que puede tener un edificio histórico depende de sus características constructivas, su emplazamiento, su capacidad de adaptación a nuevos usos, su reconocimiento en la escala barrial, municipal o nacional por organismos vinculados con el patrimonio, su estado de conservación, su grado de autenticidad, etc. 28 - Valores estético y arquitectónico. El primero se relaciona con la percepción de la forma, la escala, el color, la textura y el ma- terial, incluso olores y sonidos vinculados con el sitio y su utilización. El valor arquitectónico depende del estilo y calidad de diseño, las formas, proporciones, espacios, volúmenes, usos, tipos de materiales y tecnología.

- Valor histórico testimonial. Deriva de la relación del bien con un acontecimiento, personaje o actividad histórica. Los edificios de valor histórico testimonial transmiten de manera viviente esa historia, por lo que se precisa destacarlos, conservarlos, recuperarlos o procurar darles nuevos usos, para integrarlos al presente. Tales valores son importantes tanto en el nivel de un barrio, una ciudad o un país, y sirven para afirmar la identidad de un lugar.

- Valor simbólico. Está constituido por cualidades representativas o evocativas con las que se identifica la comunidad porque le generan sentimientos de pertenencia, arraigo u orgullo.

4.5 Declaración jurada

Concurso nacional e internacional de ideas

Argentina 2010 – Bicentenario

Declaro/mos que el anteproyecto presentado es mi/nuestra obra personal, concebida por mi/nosotros y dibujada bajo mi/nuestra dirección.

Autores o participantes

NOMBRE Y APELLIDO Matriculado como arquitecto en Firma

1.

2.

3.

4.

5.

6.

Domicilio …………………………………………………………………………………………………………………………….. ………….……………………………………………………………………………………………………………………………

País …………………………………………………………………………………………………………………….………......

Telefono …………………………………………………………………………………………………………….……......

Correo electonico …………………………………………………………………………………….………………………......

Colaboradores

1. …………………………………………………………………………………………………………………………………….

2. .…………………………………………………………………………………………………………………………………….

3. .……………………………………………………………………………………………………………………………………

Consultores

1. .…………………………………………………………………………………………………………………………………….

2. .……………………………………………………………………………………………………………………………………

29 3. .…………………………………………………………………………………………………………………………………… Una nueva postal para la Argentina La Sociedad Central de Arquitectos (SCA), ha suscripto un convenio con IRSA Inversiones y Representaciones S.A. para la realización del concurso internacional de ideas e imágenes denominado “Argentina 2010 – Bicentenario Argentino”. Su objetivo: buscar un nuevo y moder- no símbolo arquitectónico para la Argentina en el marco del Bicentenario de la revolución de mayo de 1810.

Si bien el certamen no será vinculante, se buscará promover un debate de propuestas sobre la nueva “postal de la Argentina” para el Siglo XXI. De esta manera, se intentará generar un espacio de ideas que explore un rediseño del horizonte urbano porteño.

El concurso propondrá a los participantes idear un plan arquitectónico para la ribera porteña ubicada frente al Río de la Plata, entre la Costa- nera Norte y el barrio de la Boca, pasando por Puerto Nuevo, Retiro (estación de Trenes, de Ómnibus y terrenos fiscales), Plaza San Martín, el Hotel de los Inmigrantes, los edificios de la Marina, Catalinas y Puerto Madero.

La propuesta se dirige a arquitectos, urbanistas, paisajistas, ingenieros, diseñadores, artistas y pensadores, para que a través de un trabajo interdisciplinario, imaginen el paisaje urbano del sector y la materialización concreta (simbólica o real) de un nuevo hito urbano, que –al igual que otros referentes de grandes metrópolis- le den identidad a la nueva postal de la Argentina. En síntesis, el nuevo símbolo de la Argentina del Siglo XXI.

El concurso no planteará un programa específico para quienes tomen parte del mismo sino que, por el contrario, dará libertad a los arquitec- tos y creativos para generar propuestas urbanas amplias que devengan en una nueva imagen para una ciudad que vuelve a mirar al río, tal como lo hacen los grandes centros urbanos del mundo.

Los diez trabajos finalistas, seleccionados por el jurado, de acuerdo a las bases y condiciones del concurso, serán expuestos públicamente para la consideración y el voto popular, que elegirá –para un premio especial- al que considere ganador. Dicho premio se entregará conjun- tamente con él o los trabajos seleccionados como ganadores por el jurado.

El jurado del concurso contará –entre otras- con las honorables participaciones de la Presidenta de la República Argentina Dra. Cristina Fernández de Kirchner, del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Ing. , el Sr. Eduardo Elsztain, Presidente de IRSA, los Arquitectos Mario Roberto Álvarez y Rodolfo Machado, y representantes de la SCA como la entidad organizadora.

Website Sociedad Central de Arquitectos: http://www.socearq.org

Website Concurso: http://www.argentina2010.net

Website IRSA Inversiones y Representaciones S.A.: http://www.irsa.com.ar

Promueve Organiza Auspicia Adhieren