Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004, 141-158. ISSN 0583-7510

Tipología y evolución de los nichos de nivación en la , España Typology and evolution of the nivation niches in Sierra de Guadarrama,

David Palacios Estremera1, Nuria de Andrés de Pablo2 y Enrique Luengo Nicolau Departamento de A.G.R. y Geografía Física. Universidad Complutense de , Madrid. 1. [email protected]. 2. [email protected]

PALABRAS CLAVE: Geomorfología nival, Nicho de nivación, Terrazas de nivoplanación, Sierra de Guadarra- ma, España.

KEY WORDS: Nival geomorphology, Nivation niche, Terraces of nivoplanation, Sierra de Guadarrama, Spain.

RESUMEN Los nichos de nivación destacan en la Sierra de Guadarrama por ser las áreas geomorfológicamente más acti- vas y por la gran variedad de sus formas y tamaños. En el presente trabajo se han estudiado hasta seis nichos loca- lizados en la vertiente oriental y occidental del Collado de Quebrantaherraduras (40º52’N; 3º56’W; 2.096 m), anali- zando: su morfología y dinámica erosiva; su sistema de acumulación y duración de la nieve; y la distribución de la cubierta vegetal. Como resultado de este análisis, se ha localizado el área de máxima actividad dentro de cada nicho, se ha analizado su morfología y se ha deducido su tendencia de crecimiento. Los resultados de este análisis permiten plantear una hipótesis, donde cada tipo morfológico de nicho de niva- ción, en realidad sería una fase de un mismo proceso evolutivo. Según esta hipótesis, inicialmente se formaría un canal, debido a un movimiento en masa rápido, tipo debris flow, sobre el manto de alteración, como de hecho es fre- cuente en la Sierra durante la temporada de lluvias o deshielo nival intenso. El nuevo canal crearía unas condiciones topográficas adecuadas para la acumulación de nieve, iniciándose la formación de un “nicho de canal”. La nieve impediría la colonización vegetal y mantendría los procesos erosivos activos, haciendo retroceder las paredes del canal, hasta llegar a formarse un “hoyo”. Al ampliarse el hoyo, se crearía una disimetría en la acumulación nival entre la vertiente de sotavento y la de barlovento, por lo que la pared de barlovento quedaría estabilizada por la vege- tación, mientras que la de sotavento se haría cada vez más activa, retrocediendo hasta formar una “ceja”. La expli- cación, según esta hipótesis, de cómo en estos nichos la nieve se acumula en la actualidad, incluso con más intensi- dad que en los circos glaciares, vendría resuelta por el hecho de que, sencillamente, los nichos nivales se originarían por eventos de movimientos en masa posteriores al último periodo glaciar y, desde su origen, habrían ido creciendo y ganando en capacidad de retención de nieve.

ABSTRACT

Several landforms located on the summit of Sierra de Guadarrama were identified as nivation niches. The niches share similar characteristics including prolonged snow cover (> 200 days/yr) and minimal vegetal cover with disperse colonization by a few highly snow resistant species. They also occupy areas at the summits exposed to heavy erosion processes as evidenced by the displacement of loose blocks, frequent mass movements and easy soil removal. A number of the nivation niches are found at Puerto de Quebrantaherraduras (40º52’N y 3º56’W, 2,096 m), a mountain pass in the northern branch of Sierra de Guadarrama, to the north of Peñalara massif. The distribution of the niches coincides with the location of the source of several streams including Hoyoclaveles and Pájaros to the east and Chorranca to the west. These areas were not glaciated during the recent Pleistocene, and the snow hollows found there have the most prolonged snow cover in the Sierra despite their location at low elevations. The purpose of this study was to delimit and carefully examine the dynamics of the niches and their inherent formations by analyzing the geomorphic, nival and distribution characteristics associated with the local vegetation. Our findings showed that although the morphology of niches is varied, they have common geomorphic cha- racteristics including their location in a topographic depression or hollow on the leeward side of a land feature that acts as a barrier to W-SW winds; heavy erosion of the niche headwalls; the accumulation of pro-nival deposits in the

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. 142 D. PALACIOS ESTREMERA, N. DE ANDRÉS DE PABLO y E. LUENGO NICOLAU middle sector of the niches that consist of loose blocks or scree with a relatively abundant fine matrix; and the appe- arance of solifluidal formations at the base of the hollows. These features define these landforms as nivation niches, but because of their peculiar origin, they should be more precisely defined as “Mediterranean” niches. The vegetal cover thins as it nears the interior of the niche where the growing season is short due to the prolonged snow cover. This affect occurs most often in Mediterranean mountains where the extremely dry summer with high evaporation rate increases the limitations on plant growth and development. The niches adopt various forms that can be categorized as follows: simple channels called “nichos de canal”, oval-shaped depressions or “hoyos”, or broad platforms similar to cryoplanation terraces known locally as “cejas”. Despite the variety, it is also possible to look at these forms as manifestation of different phases of a single process. Our hypothesis is that Mediterranean climatic conditions make the sequential evolution of these nivation niches uni- que. Initially, rapid mass movement formed a channel, such as a debris flow channel, in the weathering mantle, which often occurs during rainy seasons or periods of heavy snowmelt. The new channel creates topographic con- ditions conducive to snow accumulation, and the niche channel begins to form. The snow inhibits vegetal coloniza- tion, so erosion processes continue and ultimately cause the channel walls to retract, forming an oval depression or “hoyo”. As the depression grows larger, snow accumulates differently on the leeward and windward sides. Vegeta- tion stabilizes the windward wall, but the leeward wall becomes more active and retracts forming a “ceja”. We con- sider that there is more snow accumulation in these nivation niches today than in the nearby glacier cirques, becau- se the niches that formed by mass movements occurring after the most recent glacier period, continue to enlarge thereby increasing their capacity to sustain greater snow accumulation.

1. INTRODUCCIÓN más en ellos que en la cabecera del cercano Circo de Peñalara, a pesar de su menor alti- En trabajos previos se ha destacado la tud y de no haber estado glaciados, al menos acción nival como el agente más importante durante el Pleistoceno reciente. que interviene en la morfodinámica actual Se han identificado hasta seis nichos, del área de cumbres de la Sierra de Guada- con una morfología muy variada, pero donde rrama (PALACIOS & GARCêA, 1997 a y b; siempre aparecen unas características geo- PALACIOS & ANDRÉS, 2000; PALACIOS et al., morfológicas comunes: se encuentran en la 2003). De hecho, la importancia de esta ladera de sotavento de algún obstáculo topo- acción permite delimitar áreas “nivales”, gráfico de los vientos del W-SW; son áreas que reúnen características geográficas pro- topográficamente deprimidas; tienen cabece- pias, en íntima relación con la nieve. En pri- ras donde afloran niveles de alteración que mer lugar, son los sectores que presentan están siendo carcomidos por la erosión; en una mayor duración de la cubierta nival, los niveles intermedios, se acumulan depósi- con más de 200 días al año de permanencia tos pro-nivales, ya sean bloques sueltos o en el suelo; por otro lado, su cobertura pedreras más o menos ricas en matriz fina; y vegetal es mínima y sólo pueden ser coloni- en las bases de estas depresiones, aparecen zadas por especies muy resistentes a la siempre formaciones solifluidales, las más nieve; y por último, en estas áreas la erosión activas de la Sierra (Figs. 2, 3 y 4). muestra una gran eficacia en la pérdida de Por lo peculiar de su origen, estos suelo, en la movilidad detectada en bloques nichos de nivación se deberían de denominar sueltos y en la frecuencia de movimientos “mediterráneos”. La vegetación disminuye en masa. su cobertura y variedad florística hacia el Un ejemplo donde se concentran nume- interior de los nichos de nivación, ya que la rosas áreas con estas características nivales prolongada permanencia de la nieve en el lo constituye el Puerto de Quebrantaherradu- suelo acorta en exceso el ciclo vegetal (WAL- ras (40¼52’N; 3¼56’W; 2.096 m), en el ramal KER et al., 1993). Este efecto es máximo en septentrional de la Sierra de Guadarrama, al las montañas mediterráneas, donde la marca- norte del macizo de Peñalara (Figs. 1 y 2). da sequía estival y la extraordinaria evapora- Las áreas nivales forman nichos que se dis- ción limita aún más el crecimiento y desarro- tribuyen por las cabeceras de los arroyos de llo vegetal. La falta de cubierta vegetal deja Hoyoclaveles y los Pájaros, en la vertiente desprotegido al suelo frente a los agentes oriental del Puerto (Fig. 3), y por el arroyo de erosivos. El principal de estos agentes, la la Chorranca en su vertiente occidental arroyada, es poco eficaz en las áreas donde la (Fig.4). Estos nichos amparan los neveros de nieve ha desaparecido al final de la primave- máxima duración de la Sierra del Guadarra- ra, mientras que su acción perdura gran parte ma y con mucha frecuencia la nieve perdura del verano en las áreas pronivales.

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Según se ha observado insistentemente genera, como ocurre en otras montañas (ver entre otras muchas publicaciones: OBER- (DARMODY et al., 2000). La acidez de las MAIER & CARANDELL, 1917; DAVEAU, 1971; aguas de deshielo sería un factor decisivo en SANZ, 1988; PALACIOS & ANDRÉS, 2000; la intensificación de la alteración química.

Fig. 1.ÐLocalización del área del Puerto de Quebrantaherraduras, objeto de estudio en este trabajo, en el ramal sep- tentrional de la Sierra de Guadarrama. ÐLocation of the study area, Puerto de Quebrantaherraduras, in the Northern sector of Sierra de Guadarrama.

PALACIOS et al., 2003), la acumulación nival Por otro lado, el efecto de aislante térmico de responde al mismo régimen de dirección de la nieve, que amortigua los cambios de tem- los vientos que al existente a finales del Pleis- peratura (THORN & HALL, 1980), podría per- toceno. Por este motivo, la mayor acumula- mitir la existencia de agua líquida en el sub- ción de la nieve ocurre en las cabeceras de los suelo, bajo los neveros, durante muchos antiguos circos glaciares. Pero esta regla no meses al año y acentuar, así, la acción quími- es general, ya que nuevos eventos a lo largo ca del agua. del Holoceno pueden haber creado las condi- El área de estudio del Puerto de Que- ciones topográficas necesarias para permitir brantaherraduras responde de lleno a las una intensa y duradera acumulación nival en características “nivo-mediterráneas” descri- laderas donde no existieron glaciares previos, tas. Sus nichos se pueden agrupar en tres tal y como ocurre en el collado estudiado. tipologías morfológicas muy diferentes, que Las templadas condiciones térmicas siguiendo la toponimia local, se pueden propias del clima mediterráneo posibilitan la denominar: “nichos de canal”, cuando ocu- existencia de un importante manto de altera- pan canales simples; “hoyos” a los que for- ción en el área de cumbres de la Sierra de man depresiones ovaladas; y “cejas” cuando Guadarrama. Este manto es la fuente de ali- modelan prolongadas plataformas transver- mentación de los procesos nivales, pero ade- sales, tipo terrazas de crioplanación. más, la intensidad de estos procesos indica El presente trabajo tiene como objetivo que la nieve no sólo ayuda a barrer el manto el conseguir descubrir los agentes y los fac- de alteración, sino que, de alguna manera, lo tores que determinan la diferencia entre los

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. 144 D. PALACIOS ESTREMERA, N. DE ANDRÉS DE PABLO y E. LUENGO NICOLAU distintos tipos de nichos de nivación en estas 2. MÉTODO DE ESTUDIO montañas y el tratar de dar una explicación a cómo, a pesar de no tener capacidad para Sobre la base del Modelo Digital del captar la nieve durante las últimas crisis frías Terreno (MDT) proporcionado por la pleistocenas (de hecho no fueron glaciados), Comunidad Autónoma de Madrid, con una en la actualidad son los sectores más eficaces precisión de 5 m, se ha delimitado un área en este aspecto. Para conseguir ese objetivo, de aproximadamente 2,56 km2, alrededor se ha tratado de diferenciar, en cada uno de del Puerto de Quebrantaherraduras, que los nichos analizados en el Puerto de Que- incluye la mayor variedad de formas del brantaherraduras, los sectores más activos y relieve y todas las orientaciones posibles su tendencia de crecimiento, gracias a la en la laderas (Fig. 2).

Fig. 2.ÐOrtofoto del Puerto de Quebrantaherraduras. ÐOrtophoto of the Puerto de Quebrantaherraduras. monitorización de los procesos erosivos, de En esa área se ha realizado un segui- la permanencia de la nieve en el suelo y del miento de los procesos erosivos en el perio- grado y tipo de colonización vegetal. do 1996-2002, mediante técnicas fotogramé-

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. TIPOLOGêA Y EVOLUCIÓN DE LOS NICHOS DE NIVACIÓN EN LA SIERRA DE GUADARRAMA, ESPAÑA 145 tricas y por el control de bloques clave, adap- nival, al menos una vez al mes y semanal- tando la metodología propuesta por RAPP mente en el periodo de deshielo. Estas foto- (1960), SOUTADÉ (1980) y RAPP & NYBERG grafías se han corregido y adaptado al MDT (1988), ya experimentada en esta Sierra por y han servido de base para cartografiar las PALACIOS & GARCêA (1997 a) y PALACIOS et áreas nivadas, según la metodología pro- al. (2003). De acuerdo a los resultados obte- puesta por DALY (1984) y WATANABE (1988), nidos, se ha estudiado la distribución de las experimentada en otro sector de estas monta- áreas geomorfológicamente activas y se ha ñas en PALACIOS & GARCêA (1997a) y PALA- CIOS et al. (2003). La superposición de todos los mapas obtenidos, una vez relacionados en un Sistema de Información Geográfica (SIG), usando la base informática de Arc- GIS, ha permitido deducir la media de días con el suelo cubierto de nieve en todo el sec- tor, según la cuadrícula de 5 m. De esta forma se dividió el área en 9 sectores, según el número de días de permanencia de la nieve sobre el suelo, agrupados de 20 en 20, desde menos de 60 días hasta más de 200 días. Por otro lado, se realizó una cartografía de la vegetación, siguiendo la propuesta de afinidad de las asociaciones vegetales y su relación con el manto nival de PALACIOS & Fig. 3.ÐNichos de nivación en la vertiente oriental del GARCêA (1997 b), obtenido en un área muy Puerto de Quebrantaherraduras, en la cabecera del próxima y de similar altitud y orientación. A¼ de Hoyoclaveles y los Pájaros. De esta forma, el área ha quedado divida en ÐNivation niches of the Eastern slope of the 15 formaciones vegetales, clasificadas según Puerto de Quebrantaherraduras, valley heads of the su propia afinidad y su relación con la nieve. torrents Hoyoclaveles and Pájaros. Por último, se han contrastado los tres parámetros: geomorfología, nieve y vegeta- ción. La hipótesis de trabajo supuso que este contraste serviría para establecer una rela- ción causa/efecto entre ellos y que ayudaría a entender el origen de formas del relieve modeladas por los mismos procesos, pero de características tan diferentes.

3. FORMAS NIVALES ACTIVAS

La mayoría del área de estudio, y en especial el área cimera y su vertiente occi- dental, aparece cubierta por un manto de Fig. 4.ÐNichos de nivación en la vertiente occidental alteración gneísico (Figs. 4 y 5). Su espesor del Puerto de Quebrantaherraduras, en la cabecera del A¼ de la Chorranca. total se ha podido observar en algunas inci- ÐNivation niches on the Western slope of the siones torrenciales y en canales de debris Puerto de Quebrantaherraduras, valley heads of the flows y oscila en unos 60/80 cm en el área torrent Chorranca. cimera hasta varios metros en el sector del collado. El manto genera una topografía suave y regular. A partir de algunos aflora- analizado el tipo de actividad, su intensidad mientos rocosos, en los picos que flanquean y su contexto morfológico. el collado, se formaron coladas periglaciares Durante el periodo 1992-2002, se han de bloques que descienden por esta vertiente obtenido fotografías oblicuas de la cubierta occidental. A lo largo de todo el periodo de

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. 146 D. PALACIOS ESTREMERA, N. DE ANDRÉS DE PABLO y E. LUENGO NICOLAU estudio (1996-2002), no se ha podido detec- do, orientado al norte y noreste. En este últi- tar ningún tipo de transporte en estas forma- mo caso, los movimientos se han podido ciones. La actividad geomorfológica en esta relacionar con desplazamientos de bloques y vertiente se concentra en la cabecera del cantos aislados, pequeños desplazamientos Arroyo de la Chorranca. Esta actividad de la solifluidales, ligeras incisiones temporales cabecera no es propiamente torrencial, por el tipo rill y debris flow de magnitudes decimé-

Fig. 5.ÐMapa Geomorfológico del área del Puerto de Quebrantaherraduras. ÐGeomorphologic map of the study area Puerto de Quebrantaherraduras. contrario, su fondo aparece ocupado por tricas o, muy excepcionalmente, métricas. diversas coladas de solifluxión y no existen Todo el sector activo de la cabecera se ha corrientes de agua, ni siquiera esporádicas. podido dividir entre áreas muy activas donde La actividad se desarrolla en estas coladas de se ha desplazado más del 80 % de los puntos la base y en las paredes del margen izquier- de control en un periodo de observación

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. TIPOLOGêA Y EVOLUCIÓN DE LOS NICHOS DE NIVACIÓN EN LA SIERRA DE GUADARRAMA, ESPAÑA 147 mínimo de al menos 5 años y áreas de activi- occidental: la superficie de alteración es dad media, donde se ha desplazado entre el mínima, su sector meridional está glaciado y 80 y el 50% (Fig. 5). no existen formaciones periglaciales (Fig. 3

Fig. 6.ÐDetalle del mapa geomorfológico de las cabeceras de los A¼ de Hoyoclaveles y los Pájaros, vertiente orien- tal del Puerto de Quebrantaherraduras. ÐDetalied geomorphologic map of the torrent valley heads Hoyoclaveles and los Pájaros, on the Eastern slope of the Puerto de Quebrantaherraduras.

La vertiente oriental presenta claras y 5). La cabecera del Arroyo de Hoyoclave- diferencias morfológicas con respecto a la les tiene unas características muy similares a

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. 148 D. PALACIOS ESTREMERA, N. DE ANDRÉS DE PABLO y E. LUENGO NICOLAU la de la Chorranca. En su base también exis- nos presentan las características geomorfoló- ten coladas solifluidales muy activas y en su gicas típicas de las terrazas de crioplanación pared del margen derecho, orientado al (Figs. 3 y 6). Están limitados por unas pare- noreste, se detecta una intensa actividad geo- des superiores ligeramente cóncavas, que se

Fig. 7.ÐMapa de permanencia de la nieve en área del Puerto de Quebrantaherraduras. La leyenda indica el número de días de media, que la nieve permanece en el suelo (periodo 1992-2002). ÐMap of the snow cover duration in the study area of the Puerto de Quebrantaherraduras. The legend refers about the average of the number of the days that the snow remain on the ground (period 1992-2002). morfológica. Más al norte existe un canal no yuxtaponen unas a otras. En la parte superior torrencial, ya que carece de enlace con la red de estas paredes aflora directamente el manto torrencial, llamado A¼ Seco, con el fondo y de alteración y en ella se detectan frecuentes paredes muy activos. El resto de las áreas caídas de bloques y cantos. Por debajo, se activas se concentran en una serie de repla- desarrolla un talud inestable, donde son fre- nos y cornisas, situados entre los arroyos de cuentes los pequeños movimientos en masa y Hoyoclaveles y el de los Pájaros. Estos repla- esporádicas incisiones de la arroyada con-

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. TIPOLOGêA Y EVOLUCIÓN DE LOS NICHOS DE NIVACIÓN EN LA SIERRA DE GUADARRAMA, ESPAÑA 149 centrada. Por debajo de cada pared existe 5. VEGETACIÓN QUIONÓFILA siempre un amplio rellano cubierto de peque- ños abanicos aluviales, de sedimentos muy La distribución de la vegetación en el finos. En el contacto entre el llano y la rotu- área cimera de la Sierra de Guadarrama está ra de la pendiente, queda en resalte un peque- condicionada por su resistencia a la permanen- ño cordón compuesto por grandes bloques. cia del manto nival (quionófila). Esta distribu- Por debajo de ese cordón, ladera abajo, des- ción ha sido ampliamente estudiada, principal- cienden múltiples coladas de solifluxión, mente por Rivas-Martínez, miembros de su donde sólo se ha podido detectar pequeños cátedra y otros botánicos (HUGUET DEL VILLAR desplazamientos en sectores muy reducidos. & RIVAS-MARTêNEZ, 1963 y 1982; RIVAS-MAR- En todos los casos citados, se ha divido el TêNEZ et al., 1990 y 1999; LUCEÑO & VARGAS, área de los nichos por su grado de actividad, 1991; FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, 1988, 1991 y según el mismo criterio aplicado a la Cho- 1999). Según estos autores, el área de estudio rranca (Fig.5). se encuentra en el horizonte superior del piso bioclimático orosubmediterráneo y, por enci- ma de los 2150, en el horizonte inferior del 4. ACUMULACIÓN NIVAL piso criorosubmediterráneo. El termotipo orosubmediterráneo está La misma disimetría observada en las limitado inferiormente por el bosque de pinos características geomorfológicas entre las (Pinus sylvestris var. iberica), y está domina- dos vertientes se da en la distribución de la do climácicamente por un denso matorral de nieve (Fig.7). La mayor parte de la vertien- montaña formado por piornos (Cytisus oro- te occidental y del área de cumbres tiene mediterraneus), enebros o jabinos (Junipe- una acumulación mínima, inferior a los 80 rus alpina) y, en las situaciones más cálidas, días al año para el periodo de observación cambroños o codesos (Adenocarpus hispani- (1992-2002). La excepción se da en la cabe- cus), conformando la serie de vegetación cera del A¼ de la Chorranca, en cuya margen Senecioni -Cytiseto oromediterra- izquierda la acumulación supera los 180 nei, en la que es dominante la asociación días al año, e incluso en algunos sectores, Senecioni carpetanae-Cytisetum oromedite- los 200 días al año. Por lo general, la parte rranei Tüxen & Oberdorfer 1958 corr. Rivas- superior de la vertiente oriental acumula Martínez 1987, siendo su vegetación serial más nieve que la occidental, con más de 120 graminoide el Hieracio castellani-Festuce- días al año como media. Aquí también hay tum curvifoliae Rivas-Martínez & Cantó áreas de máxima permanencia de la nieve, 1977 corr. Rivas-Martínez, P. Cantó, F. Fer- por encima de los 200 días al año, situadas nández-González, J. A. Molina, J. Pizarro & en este caso en la cabecera del A¼ de Hoyo- D. Sánchez Mata 1999. claveles, en el interior de A¼ Seco y en los En el piso criorosubmediterraneo la rellanos situados por encima del A¼ de los vegetación climácica se comporta como un Pájaros. mosaico (Geosygmetum), el Hieracio myria- Todas las áreas donde la nieve permane- deni-Festuceto curvifoliae, dominando el ce más de 180 días al año presentan las mis- ralo pastizal psicroxerófilo la Festuca curvi- mas características topográficas: su orienta- folia, asociación Hieracio myriadeni-Festu- ción predominante es la noreste y se sitúan cetum curvifliae Rivas-Martínez 1964, corr. en laderas intensamente inclinadas (> 25¼), Rivas-Martínez, Fernández-González F. & situadas inmediatamente por debajo de brus- Loidi J. 1999 y en el que, dependiendo de fac- cas roturas de la pendiente. tores tales como la pedregosidad, la humedad La acumulación nival en el interior de y la microtopografía, se instalan comunida- las cabeceras y canales de los arroyos pre- des, que también aparecen puntualmente en senta una drástica disimetría, a no ser que los el orosubmediterráneo, y que tomadas aisla- canales sean de una anchura inferior a unos 5 damente poseen carácter de comunidades m (Fig. 8). permanentes. Así, existe una asociación para los altos espolones rocosos libres de nieve, Avenello ibericae-Juniperetum alpinae Rivas-Martínez S., Fernández-González F., Loidi J., M. Lousa & A. Penas 2001; otra

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. 150 D. PALACIOS ESTREMERA, N. DE ANDRÉS DE PABLO y E. LUENGO NICOLAU para los taludes inestables, Digitali carpeta- Por encima, a partir más o menos de los 2.075 nae-Senecionetum carpetani Rivas-Martínez m, se desarrolla un piornal abierto en clara 1964; otra para las pedreras estables, Crypto- expansión, según el contraste de la fotografía

A B

Fig. 8.ÐDisimetría en la acumulación nival en la cabecera del A¼ de la Chorranca, vertiente occidental del Puerto de Quebrantaherraduras. a) Detalle del nicho de nivación en la ladera septentrional del valle. b) Detalle de uno de los canales de cabecera de arranque del arroyo. ÐDissymmetric snow accumulation on the valley head of la Chorranca torrent. a) Detail of the nivation niche on the Northern slope of the valley. b) Detail of one of the channels in the torrent valley head. grammo crispae-Dryopteridetum oreadis aérea de 1972 y de 2001. Se trata del piornal Rivas-Martínez & Costa 1970; y en las conca- guadarrámico típico, descrito como Sene- vidades húmedas y de mayor permanencia de cioni carpetani-Cytisetum oromediterranei la nieve la asociación Campanulo herminii- Rivas-Martínez 1964. En algunos sectores Festucetum ibericae Rivas-Martínez 1964, en las últimas décadas se ha formado un quedando como la asociación más rupícola el piornal denso monoespecífico de gran talla Saxifragetum willkommianae Rivas-Martínez y cobertura cercana al 100%, sin apenas 1964. En los sectores donde la nieve perma- estrato herbáceo, subasociación Senecioni nece más tiempo existe un mosaico de cervu- carpetani-Cytisetum oromediterranei cyti- nal, Campanulo herminii Festucetum iberi- setosum oromediterranei Rivas-Martínez, cae, y vegetación de pedreras, tanto estables, Belmonte & et. al., 1987. En las áreas cime- Cryptogrammo-Dryopteridetum oreadis, como ras o muy expuestas al viento, el piornal es inestables, Digitali carpetanae Senecionetum substituido por un pastizal psicroxerófilo de carpetani, con especies resistentes a la nieve escasa cobertura en el que se mezclan comu- como Sedum candollei y otras. nidades seriales del piso oromediterráneo, En el área de estudio, la distribución Hieracio castellani-Festucetum curvifoliae biogeográfica presenta el mismo contraste Rivas Martínez & Cantó 1987, y pastos del entre las vertientes que en el caso de la geo- piso bioclimático superior, el crioromediterrá- morfología y la acumulación nival. En con- neo, Hieracio myriadeni-Festucetum curvifo- creto, la distribución de la vegetación en la liae Tüxen & Oberdorfer 1958, pudiéndose mayor parte de la vertiente occidental presen- encuadrar el ecotono de ambas comunidades ta la clásica distribución de los pisos orome- en la subasociación Hieracio castellani-Fes- diterráneo y crioromediterráneo (Fig. 9). En tucetum curvifoliae hieracetosum myriadeni la base de la ladera aparece una basta repo- Fernández González 1991. Por encima de blación de Pinus sylvestris. Por encima de los esta formación se desarrollan las formacio- 1.975 m, se desarrolla un piornal-jabinar, nes rupícolas y de pedreras anteriormente donde el enebro (Juniperus communis subsp. citadas. Esta distribución en cinturones alti- alpina, en su mayoría, y subsp. hemisphaeri- tudinales se rompe en la cabecera del A¼ de ca) supera ligeramente la cobertura del pior- la Chorranca, justo en el mismo sector donde no y donde en situaciones termófilas también la nieve supera los 180 días de permanencia aparece el codeso (Adenocarpus hispanicus). en el suelo como media.

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En la vertiente oriental, por efecto de la Senecioni carpetani-Cytisetum oromedite- nieve, la vegetación aparece formando un rranei juniperetosum alpinae Rivas-Martí- mosaico muy complejo (Fig. 9). Hasta los nez et al. 1987. En las áreas más secas el 2.000 m, la vegetación aparece organizada jabinar es sustituído por un pastizal, asocia- en bandas longitudinales a la pendiente, sien- ción Hieracio castellanum-Festucetum cur-

Fig. 9.ÐMapa de distribución de la vegetación del área del Puerto de Quebrantaherraduras. ÐMap of the vegetation distribution in the study area, Puerto de Quebrantaherraduras. do escasos los piornales, relegados a espolo- vifoliae Rivas-Martínez 1964, con piornos y nes y lomos, y más abundantes las bandas de en menor medida con jabinos. En áreas de jabinares y cervunales. Aquí el jabinar es mayor humedad se desarrolla un cervunal denso y en franca expansión, subasociación (Nardus stricta) en el que abunda la grami-

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. 152 D. PALACIOS ESTREMERA, N. DE ANDRÉS DE PABLO y E. LUENGO NICOLAU nea Festuca iberica, asociación Campanulo ción variable Biscutella gredensis, Koeleria herminii-Festucetum ibericae, Rivas-Martí- crassipes, Solidago fallit-tirones, entre otros. nez 1964; en condiciones de mayor higrofilia Existen algunas áreas activas no niva- aparece en los bordes de los arroyos la aso- les, fundamentalmente en laderas socavadas ciación Campanulo herminii-Festucetum por los arroyos. Estás áreas también acogen rivularis Rivas-Martínez et al., 2001; y en una cobertura vegetal muy pobre, menor del las áreas encharcadizas el Luzulo carpeta- 25%, pero tienen una composición florística nae-Pedicularietum sylvaticae Tüxen & muy diferente a las nivales. Aquí las especies Oberdorfer 1958. predominantes son: Agrostis truncatula, Por encima de estas formaciones, en la Senecio pyrenaicus, Sedum brevifolium, Ave- serie de nichos nivales situados en la parte nella iberica, Leontodon bourgaeanus y superior de la vertiente oriental y en la Cho- Minuartia bigerrensis. rranca, en la vertiente occidental, se desarro- En resumen, la distribución de la vege- lla una vegetación propiamente quionófila tación quionófila descrita se muestra como (Fig. 9). La base de los nichos está cubierta un claro indicador de la actividad geomorfo- por un cervunal quionófilo, con un pasto lógica provocada por la nieve. siempre verde de Festuca iberica dominante, y cervuno (Nardus stricta), recientemente descrito como la comunidad Plantagini pen- yalarensis-Festucetum ibericae Rivas-Martí- 6. NICHOS DE NIVACIÓN: SUS FORMAS nez et al. 2001. Y SU CRECIMIENTO Aparecen también otras especies impro- pias del cervunal como Cryptogramma cris- Los resultados del análisis geomorfoló- pa, Senecio pyrenaicus, Gentiana lutea, gico, nival y biogeográfico del área corres- Sedum candollei, Silene elegans y Campanu- pondiente al Puerto de Quebrantaherraduras la herminii, que lejos de su hábito disperso, permiten delimitar áreas, que reúnen unas se desarrollan aquí en agrupaciones monoes- características comunes relacionadas con la pecíficas. Por encima de este cervunal pro- nieve, de tal manera que se pueden denomi- piamente quionófilo, las condiciones de nar áreas nivales activas. Estos caracteres ausencia de suelo mínimamente evolucionado son: una permanencia de la nieve superior a y su movilidad permiten únicamente la colo- 180 días al año y a 200 para las áreas más nización por especies poco exigentes edáfica- activas; una cobertura vegetal específica por mente, como son las crasuláceas Sedum brevi- su carácter quionófilo, con una cubierta folium y Sedum candollei y otras como la arbustiva sólo del 25%, incluso inferior al gramínea Agrostis truncatula. En condicio- 5% en las áreas más activas; y una actividad nes extremas, de máxima permanencia de la erosiva destacada, donde se ha desplazado nieve, aguantan las anuales Sedum candollei más del 50% de la superficie en un periodo y Agrostis truncatula, y esporádicamente las de observación mínimo de menos de 5 años vivaces Luzula campestris, Poa cenisia y y más del 80 % para los sectores de máxima alguna más que puede desarrollar un ciclo actividad (Fig. 10). vegetativo tan extraordinariamente corto, Con ayuda de un SIG, se seleccionaron aunque protegidas de los rigores térmicos las áreas que reúnen estas características y por el manto nival y favorecidas por la son: un canal, el de A¼ Seco; dos cabeceras humedad del deshielo en pleno rigor estival. de arroyos, la de Chorranca y la de Hoyocla- Por encima de este sector de máxima niva- veles y los tres escalones o rellanos conti- ción se desarrolla un substrato pedregoso guos próximos al A¼ de los Pájaros (Fig. 10). muy inestable sobre el que se instala una En realidad estas áreas son depresiones nor- bien definida asociación, la Digitali carpeta- malmente ocupadas por tres tipos de neveros nae-Senecionetum carpetani Rivas-Martínez bien conocidos en la toponimia local. El pri- 1964, que presenta variaciones en su compo- mero es un “canal” de nieve, el segundo caso sición florística según las características gra- se denomina “hoyo” de nieve y en el tercero nulométricas y de estabilidad del sustrato, “ceja” de nieve. Estos términos estarían des- aunque siempre están presentes Paronychia cribiendo los tres tipos de nichos de nivación polygonifolia, Senecio carpetanus, Linaria donde se pueden situar los neveros caracte- saxatilis, Cryptogramma crispa y en propor- rísticos de la Sierra de Guadarrama.

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Fig. 10.ÐTipología de formas nivales en la Sierra de Guadarrama y su posible orden evolutivo, según la hipótesis de este trabajo. ÐNival forms variety in the Sierra de Guadarrama and their hypothetic order in an evolution tendency.

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En el nicho en canal, siempre y cuando provocarían la sobre-excavación del terreno. este sea muy estrecho, la actividad erosiva se Al conjunto de esos procesos los llamó “niva- desarrolla en sus dos paredes laterales. Esta ción” y a las formas derivadas, “nichos de actividad, a la larga, provocará la ampliación nivación”. HOBBS (1910), siguiendo la lógica del canal, hasta superar el límite de los 5 m daivisiana, incorporó esta forma en el inicio de anchura, momento a partir del cual se de la evolución glaciar; hipótesis que fue favorece la disimetría de la acumulación indiscutiblemente aceptada hasta la década de nival y una de las paredes, la menos nivada, los 70 y que todavía se mantiene en la gran será colonizada por la vegetación y se estabi- mayoría de los manuales de geomorfología lizará geomorfológicamente. A partir de en uso. HOBBS (1910) aplicó su teoría a múl- entonces, el crecimiento será solamente por tiples casos concretos y explicaba muchas uno de sus lados, como de hecho es evidente formas glaciares complejas por el desarrollo en los hoyos nivales estudiados. Entre ellos y y la coalescencia de formas nivales primarias. el canal citado existirían pasos intermedios, EKBLAW (1918) clasificó los nichos en tres ejemplos de los cuales se pueden encontrar tipos según su disposición con respecto a la en otros ámbitos de la Sierra, como en el ladera y ya intuyó que nichos nivales instala- Puerto de las Guarramillas (40¼47’23’’N y dos en antiguos canales podrían hacer retro- 3¼58’W, 2.158 m), situado entre el Alto de las ceder sus paredes y acabar por generar circos. Guarramillas y el Cerro de Valdemartín, en el AHLMANN (1919) propuso que el origen de ramal meridional de la Sierra de Guadarrama los circos glaciares está en la remodelación (Fig. 10). nival de las cuencas en forma de embudo, El hoyo de la Chorranca es más ancho creadas por desprendimientos en las paredes. que el de Hoyoclaveles y, por lo tanto sería LEWIS (1939) describió más en detalle la una fase posterior. De continuar la tendencia variedad morfológica de los nichos, los deno- de ensanchamiento, estos hoyos terminarían minó: longitudinales, circos y transversales y generando replanos o cejas, como las situa- vio una continuidad evolutiva entre los longi- das por encima del A¼ de Los Pájaros. En este tudinales y los circos. MCCABE (1939) obser- caso, las tres terrazas yuxtapuestas parecen vó cómo la instalación de nichos de nivación ser los restos de la confluencia de tres anti- en las cabeceras torrenciales podían originar guos hoyos. su ensanche, sobre todo en su ladera de sota- vento. GROOM (1959) llegó a proponer que la incisión torrencial en una ladera generaba condiciones de acumulación de la nieve y 7. LA EVOLUCIÓN DE LOS NICHOS podía provocar el inicio del proceso nival DE NIVACIÓN: DISCUSIÓN hasta llegar a dar origen a un glaciar. RAPP (1960) observó casos concretos, donde una El concepto de nivación nació para concavidad formada por un deslizamiento resolver la búsqueda de una fase inicial en la acababa formando un nicho de nivación acti- serie evolutiva de las formas glaciares. El vo. WATSON (1966) indicó que los circos circo se consideraba la forma erosiva glaciar nivales no retrocedían en todas sus laderas más simple, si bien presentaba múltiples gra- por igual, sino que lo hacían sobre todo en la dos de evolución y crecimiento. Tras intensa de sotavento, por lo que se favorecía la for- polémica, se propuso como motor de ese cre- mación de circos disimétricos. cimiento el conjunto de procesos erosivos ST-ONGE (1969) inició una nueva etapa, que tenían lugar en la pared del circo (JOHN- muy crítica, con el modelo evolutivo pro- SON, 1904 y PENCK, 1905). En la medida que puesto por Hobbs. En concreto, afirmó que la el circo tuviese más capacidad de acumula- diversidad morfológica de nichos nivales ción de nieve y hielo, tendría más capacidad obedecía a condicionamientos estructurales y de crecer (DAVIS, 1906). Pero, según esto: no a su diferente grado de madurez. Con el ¿cuál era el proceso que generaba una prime- desarrollo de la geomorfología climática, las ra concavidad que permitiese, a su vez, el ini- críticas a Hobbs se intensificaron, poniendo cio de la primera acumulación glaciar? en duda la validez de un modelo único, ante MATTHES (1900) había observado intensos la diversidad de las condiciones climáticas procesos erosivos, en las proximidades de (DERBYSHIRE, 1976). En los años 70 del pa- neveros permanentes o de larga duración, que sado siglo aparecieron los primeros trabajos

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. TIPOLOGêA Y EVOLUCIÓN DE LOS NICHOS DE NIVACIÓN EN LA SIERRA DE GUADARRAMA, ESPAÑA 155 experimentales sobre procesos nivales do, preferimos usar el término de “terraza de (THORN, 1976). A partir de estos trabajos, la nivoplanación”, para las plataformas nivales, investigación sobre nivación se ha centrado transversales a la pendiente. casi exclusivamente en sus procesos, hasta En realidad, la literatura sobre la morfo- llegar a negar la validez del término (THORN, logía de nichos de nivación analiza formas 1988), ya que no significa un proceso propio, aisladas, sin relacionarlas entre sí, a modo de sino que sólo aglutina otros procesos prima- eslabones sueltos de una cadena. Los resulta- rios. En realidad, desde entonces se abando- dos observados en la pequeña área del P¼ de na, casi por completo, el análisis morfológi- Quebrantaherraduras permiten diseñar una co. A veces, las escasas referencias a este teoría sobre cómo esas formas aisladas pue- aspecto parecen contradictorias. Así, BERRIS- den ser en realidad distintas fases de un FORD (1991) propone que los nichos crecen único proceso evolutivo. ladera abajo, mientras que CHRISTIANSEN (1996) confirma la versión tradicional donde los nichos se amplían por el retroceso de la pared, ladera arriba. Tampoco los resultados 8. CONCLUSIONES: UN MODELO DE sobre la eficacia de los procesos nivales son EVOLUCIÓN NIVO-MEDITERRÁNEO unánimes, aunque se acepta, de forma gene- ral, que sí son eficaces sobre materiales poco El resultado del análisis geomorfológico, consolidados (ver, por ejemplo, NYBERG, nival y biogeográfico efectuado en el área del 1991; CHRISTIANSEN, 1998; y THORN & Puerto de Quebrantaherraduras permite for- HALL, 2002), especialmente en áreas áridas, mular una hipótesis de trabajo para futuras donde la mayor parte de las precipitaciones investigaciones, donde se aplique una experi- son en forma de nieve (CHRISTIANSEN, 1998; mentación más minuciosa y completa. Esta y THORN & HALL, 2002). hipótesis admitiría la posibilidad de que todas La ausencia de un debate, en la actuali- las formas desarrolladas por los nichos de dad, sobre la evolución de los nichos nivales nivación en la Sierra de Guadarrama son en deja a este trabajo sin puntos de referencia en realidad fases de un mismo proceso evolutivo. la literatura científica actual. Sin embargo, En laderas regulares, de suaves pen- son numerosas las referencias más antiguas dientes y sin roturas bruscas de la pendiente, que soportaron el hecho de que los nichos como son las que genera un manto de altera- nivales pueden iniciarse a partir de la excava- ción bien evolucionado, la nieve no se acu- ción originada sobre el terreno por un movi- mula (Fig. 11a). Como de hecho es frecuente miento en masa (AHLMANN, 1919 y RAPP, en la Sierra, esta regularidad se puede rom- 1960). En ese sentido, RAPP (1984 y 1986) y per por el desencadenamiento de desliza- RACZKOWSKA (1995 y 1997) citan numerosos mientos o flujos tipo debris flow, en época de ejemplos de nichos nivales originados en intensas precipitaciones o deshielo. Estos antiguos canales de debris flows. Ya hemos movimientos en masa generan depresiones visto que muchos también defendieron la coronadas por agudas roturas de la pendiente idea de que los nichos longitudinales y anti- (Fig.11b). A partir de este momento, esta guos canales se pueden remodelar, hacer re- cuenca o canal pasa a ser receptor de nieve troceder sus laderas y convertirse en circos (Fig. 11c). La nieve impide la colonización nivales (EKBLAW, 1918; MCCABE, 1939; vegetal o lo permite con una cobertura míni- LEWIS, 1939; GROOM, 1959; EMBLETON & ma, por lo que las laderas del canal se man- KING, 1975). En varios casos, se observó que tienen geomorfológicamente activas y tien- los circos, al crecer, modificaban su sistema den a retroceder (Fig. 11d). En esta fase se de acumulación nival y, a la larga, su morfo- encuentra el A¼ Seco, al ser propiamente un logía (GROOM, 1959 y WATSON, 1966). Tam- “canal” de nivación. La amplitud del canal bién se han propuesto la coalescencia de provoca, a partir de una determinada anchu- varios circos, como origen de las terrazas de ra, que la nieve se acumule únicamente en crioplanación (REGER & PEWÉ, 1976; y una de sus laderas, mientras que la otra, SELBY, 1985). Si bien el término de criopla- situada a sotavento, permanece la mayor nación puede resultar confuso, ya que, en parte del año, libre de nieve (Fig. 11e). En realidad, la nieve es su único factor determi- esta fase se encuentra el A¼ de Hoyoclaveles, nante (THORN & HALL, 2002). En ese senti- que es un “hoyo” de nivación.

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En el caso de la Sierra de Guadarrama, máxima actividad del nevero, un cordón pro- la ladera del canal que reciba la acumulación nival. En cualquier caso, frente al rellano, a nival será siempre la del cuadrante E al NE, causa del aporte constante de las aguas pro- sin relación con que el canal esté en la ver- nivales, se forman extensas coladas de soli- tiente occidental, como en el A¼ de la Cho- fluxión, que tenderán a remover los materia-

Fig. 11.ÐHipótesis del modelo evolutivo de los nichos de nivación de la Sierra de Guadarrama, que terminaría for- mando terrazas de nivoplanación por coalescencia de nichos. ÐHypothesis about the evolution model of the nivation niches in Sierra de Guadarrama. The final phase would be the formation of nivoplanation terraces by coalescence of niches. rranca, o incluso en la meridional, como en les del manto de alteración. En este los A¼ de la Cuerna y la Condesa (Fig. 10). momento, el nicho ha adquirido una morfo- A partir de entonces, el hoyo tiende a logía en “ceja”, que coincide con la denomi- deformarse lateralmente, por el retranqueo nada científicamente “terraza de crioplana- de una de sus laderas (Fig. 11f). Este es el ción”, aunque debería denominarse de caso del A¼ de la Chorranca, donde la disi- “nivoplanación”. Como se ha visto en el aná- metría es máxima. De continuar esta evolu- lisis realizado en este trabajo, el frío en nin- ción, el antiguo canal, posteriormente con- gún caso ha sido un agente geomorfológico, vertido en cabecera, termina por dar lugar a sino todo lo contrario, si tenemos en cuenta una pared transversal a la pendiente, con un la capacidad de aislante térmico de la nieve. amplio rellano en su base (Fig.11g). Frente a Lo normal es que estos eventos masivos, la pared se podrá formar, en momentos de en realidad principal causa del inicio del pro-

Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. (Sec. Geol.), 99 (1-4), 2004. TIPOLOGêA Y EVOLUCIÓN DE LOS NICHOS DE NIVACIÓN EN LA SIERRA DE GUADARRAMA, ESPAÑA 157 ceso descrito, sucedan en áreas próximas, ya gran ayuda. Agradecemos a Alicia Ferrero la que se pueden dar las circunstancias favora- traducción del resumen al inglés. bles de: a) máxima profundidad del manto de alteración por una adecuada preparación tec- Recibido el día 10 de diciembre de 2003 tónica de la roca; y b) concavidad en la topo- Aceptado el día 25 de febrero de 2004 grafía que permita concentrar la afluencia de aguas subterráneas. Estas circunstancias son las que, por ejemplo, se dan de forma eviden- te en ambas vertientes del Puerto de Que- BIBLIOGRAFêA brantaherraduras. En casos de múltiples AHLMANN, H. W. 1919. Geomorphological studies in eventos masivos próximos, cada canal gene- Norway. Geografiska Annaler, 1: 1-148 y 193-252. rado por ellos sufrirá el proceso de transfor- BERRISFORD, M. S. 1991. Evidence for enhanced mecha- mación descrito a causa de la acumulación nical weathering associated with seasonally late- nival. Pero su progresiva ampliación lateral lying and perennial snow patches, Jotunheimen, tendrá el límite impuesto por la confluencia Norway. Permafrost and Periglacial Processes, 2(4): 331-340. con el canal más próximo. La coalescencia, CHRISTIANSEN, H. H. 1996. Nivation forms, processes por lo tanto, de múltiples canales tendrá como and sediments in recent and former periglacial resultado la yuxtaposición de múltiples terra- areas. Geographica Hafniensia A4, Copenhagen, zas de nivoplanación (Fig. 11h). Este es el 185 págs. — 1998. Nivation forms and processes in unconsoli- caso de las cejas situadas en las proximidades dated sediments in Greenland. Earth Surfaces del A¼ de los Pájaros. Processes and Landforms, 23: 751-760. Esta hipótesis permite explicar por qué DARMODY, R. G., THORN, C. E., HARDER, R. L., SCHYL- se acumula la nieve con tanta intensidad en TER, J. P. L. & DIXON, J. C. 2000. Weathering implications of water chemistry in an arctic-alpi- la actualidad en estos nichos, a pesar de no ne environment, northen Sweden. Geomorpho- haber sido áreas glaciarizadas. La razón se logy, 34: 89-100. explica por el hecho de que los procesos de DALY, C. 1984. Snow distribution patterns in the alpine ladera que generaron la cuenca inicial de krummholz zone. Progress in Physical Geo- graphy, 8 (2): 157-173. acumulación nival habrían sido post-glacia- DAVEAU, S. 1971. La glaciation de la Serra da Estrela. res. Por otro lado, la hipótesis serviría para Finisterra, 6 (11): 5-40. explicar la ubicación de muchos circos gla- DAVIS, W. M. 1906. The sculpture of mountains by gla- ciares guadarrámicos, cuyo inicio habría ciers. Scottish Geographical Magazine, 22: 1-30. DERBYSHIRE, E. & EVANS, I. S. 1976. The climate factor estado en relación con la última fase evoluti- in cirque variation. In: Geomorphology and Cli- va de un nicho nival. En cualquier caso, las mate E. DERBYSHIRE,págs. 447-494, Edit. John conclusiones de este estudio aportan sólo una Wiley, Londres. hipótesis de trabajo, que debe ser demostra- EKBLAW, W.E. 1918. The importance of nivation as an erosive factor, and on soil flow as a transporting da a través de una prolongada experimenta- agency, in northern Greenland. Proceedings ción científica, que una la monitorización de National Academy of Science, 4: 288-293. la intensidad de los procesos con la tendencia EMBLETON, C. & KING, C. A. M. 1975. Periglacial Geo- evolutiva de la forma. morphology, 203 págs. Edward Arnold, Londres. GROOM, G. E. 1959. Niche glaciers in Bunsow Land, Vest-Spitsbergen. Journal of Geology, 44: 369-376. HOBBS, W. H. 1910. The cycle of mountain glaciation. AGRADECIMIENTOS The Geographical Journal, 35: 146-163 y 268-284. JOHNSON, W. D. 1904, Maturity in alpine glacial ero- Este trabajo ha sido financiado por dos sion. Journal of Geology, 12: 569-578. proyectos de la Comunidad de Madrid (CAM LEWIS, W. V., 1939. Snow patch erosion in Iceland. 07M/0075/2000 y CAM 07M/0055/2002). El Geographical Journal, 94: 153-161. Parque Natural de Peñalara ha colaborado NYBERG, R.1991. Geomorphic processes at snowpatch sites in the Abisko mountains, northern Sweden, con el trabajo de forma decisiva, facilitando Zeitschrift für Geomorphologie N.F. 35(3): la instrumentación y sirviendo de cauce al 321-343. intercambio científico. Los autores dedican MCCABE, L. H. 1939. Nivation and corrie erosion in un especial agradecimiento a los vigilantes West Spitsbergen. Geographical Journal, 94: 447-465. del Parque, que han tomado las medidas y MATTHES, F. E. 1900. Glacial sculpture of the Bighorn fotografías de la nieve semanalmente y nos Mountains, Wyoming, U.S. Geological Survey han prestado, de forma desinteresada, una 21st Annual Report 1899-1900, págs. 167-190.

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