(1) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 69

MUNIBE (San Sebastián) Sociedad de Ciencias Naturales ARANZADI Año XVIII - Números 1/4 - 1.966 - Páginas 69-160

Estudio etnografico del valle de Urraul Alto (Navarra)

por Luis Pedro Peña Santiago, miembro de la Sección de Etnografía de la Sociedad «ARANZADI» y del Instituto «FRANCISCO IBERO» y Juan San Martín, miembro de la Sección de Etnografía de la Sociedad «ARANZADI» y académico de número de la lengua Vasca.

DEDICATORIA. A todos los habitantes del valle de Urraul Alto, en, agrade- cimiento por su amabilidad y atenciones, así como por la colaboración que nos prestaron en todo momento. Nuestro especial reconocimiento a D. Tomás López Sellés, por cuantos datos e información nos facilitó al preparar esto trabajo, y por su estudio de ermitas, que incluimos en el capítulo correspondiente. Igualmente queremos dar las gracias a D. Félix San Martín, cura párroco de Epároz, cuyo conocimiento de la zona y eficaz ayuda fueron decisi- vos en el logro de nuestros deseos.

INFORMANTES Ezcániz.— D.ª Rufina Ariztu Alzueta, D. Babil Villanueva Aristu. Citamos a continuación los nombres de aquellas per- Guindano.— D. Trifón Granada Expósito, de . Resi- sonas que en cada pueblo constituyeron la principal fuen- dió en Guindano. te de información. Adoain.— D. Fermín Burguete Cabodevilla. Imirizaldu.— D. Félix San Martín. Aizcurgui.— D. Babil Villanueva, de Ezcániz. Irurozqui.— D.ª Juana Mateo Redín. D. Ignacio Olaberri Ilin- Arangozqui— D. Agustín Cabodevilla, de Elcoaz. cheta, D. Juan Clavería. Arielz— D.ª Luisa Iriarte Ozcoidi y D.ª Perfecta Iriarte Jacoisti.— D. Juan Gil, D. Juan Pablo Gil, Srta. Celsa Ozcoidi. Gil. Aristu.— D.ª Luisa Aristu Villanueva. Larequi.— D. Felipe Redín, propietario de la casa «Isque- Artanga.— D.ª Sara Calvo, de Epároz, y D. Felipe Redín, rrena», de Larequi, última que se abandonó. de Larequi. .— D.ª Josefina Amostegui, D. Epifanio Amostegui. Ayechu.— D. Bautista Amostegui, D. José Hernández Jimé- Ambos últimos residentes de Larraun. nez. D.ª Inocencia Gil Villanueva, D.ª Sancha Cabode- villa. Ongoz.— D.ª Catalina Cervantes, D. Fermín Ballsa. Cerrencano Alto y Bajo.— D. Epifanio Amostegui Eguíluz. Ozcoidi.—D. Ramón Indurain. de Larraun. Santa Fe.— D. Calixto Pérez. Milagros Miguéliz. Elcoaz.— D. Bernardo Iriguíbel, D.ª Marcelina Iturri, seño- rita Mercedes Iriguíbel. Sastoya.— D.ª Sara Calvo, de Epároz; D. Felipe Redín, de Larequi. D. Ramón Indurain, de Ozcoidi. Epároz.— D.ª Juanita Calvo Balisa, D.ª Sara Calvo Balisa, D. Félix San Martín (párroco), D. Ambrosio Gil. Zabalza.— D. Trifón Granada Expósito. D. Francisco Larrea. (2) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 70

ESTUDIO ETNOGRAFICO DEL MAPA DEL VALLE DE URRAUL ALTO VALLE DE URRAUL ALTO (NAVARRA) Dibujado por José Antonio Martínez, miembro de la Capítulo I Sección de Espeleología de «ARANZADI». EL VALLE DE LARRAUL 1) Situación. Población. Descripción de los pueblos. 2) La casa.— Formas de localidad. Tipos de casas. Mate- CAPITULO I riales. El tejado. Las chimeneas. Las cocinas. Horno. Puertas. Ventanas. EL VALLE DE URRAUL ALTO 3) Los hórreos. 4) Ajuar de la cocina, cerámica, utensilios de bronce y SITUACION mobiliario en general. 5) Formas de alumbrado. El valle de Urraul Alto se estira en la zona Capítulo II subpirenaica, limitando al Norte con Azparren ALGUNOS DATOS SOBRE AGRICULTURA (valle de Arce), Abaurrea Baja, Abaurrea Alta 1) Ataduras de centeno. y (valle de Salazar). Al Oeste, con 2) Las eras y los trillos. los valles de Arce, Lónguida y Urraul Bajo. Al 3) Costumbres. Sur, con Urraul Bajo y . Al Este, con 4) Yugos, ganchos, leras, layas, etc. el Romanzado, Almiradio de Navascués y valle Capítulo III de Salazar. LA MADERA Debido a su gran superficie, 141,42 Km.2, y a 1) Los bosques. su forma un tanto alargada, el valle encierra Capítulo IV una notable variedad en su paisaje según sea al EL PASTOREO Norte o al Sur. Hacia el Norte, asemejándose a 1) Evolución. los altos valles del Pirineo navarro; al Sur, 2) Las cañadas. Fechas de la trashumancia. 3) Los pastores. El modo de vida de los pastores en ve- siendo un poco la continuación o la cabecera de rano. Utensilios de los pastores. Costumbres, dichos las tierras pardas y un tanto onduladas de y refranes. Urraul Bajo y el Romanzado. 4) Indumentaria. El Ayuntamiento de Urraul Alto, conocido 5) Nombres que se dan a las ovejas y al ganado cabrío. por valle de Urraul Alto, y también por «Pardis- Marcas. herria», nombre que le ha quedado aun cuando 6) Los espantajos. hace muchos años que desapareció de sus pue- 7) Los mercados. blos la lengua vasca, lo forman en realidad tres Capítulo V valles. El occidental, recorrido por el riacho LOS JUEGOS Chastoya, que se une al Irati en las proximida- 1) El «Chute» y la «Calva», la pelota y la «barra». des de Artajo (valle de Lónguida), conserva ha- Capítulo VI bitado el pueblo de Ozcoidi, el resto de sus al- LA LENGUA deas (Larequi, Sastoya y Artanga) están despo- 1) El vascuence en Urraul Alto. 2) Vocabulario. bladas. El central, o cuenca del Areta, río que vierte sus aguas al Irati en las cercanías de Ri- Capítulo VII LA MEDICINA POPULAR. podas (Urraul Bajo), es el que reúne los mayo- res núcleos de población: Aristu, Elcoaz, Aye- Capítulo VIII chu, Jacoisti, Ongoz, Santa Fe, Ezcániz, Epároz. LA RELIGIOSIDAD Irurozqui, Imirizaldu, Zabalza y Arielz. Abando- 1) Parroquias. nados, Arangozqui, Larraun y Aizcurgui. El 2) Datos sobre castillos, dólmenes, ermitas y palacios oriental, valle de Adoain, conocido también por de Cabo de Armería. barranco de Sarrate, lleva sus aguas al Salazar, 3) Las estelas. en el término de Aspurz, y sólo quedan algunas 4) Las «fuesas» y los ritos funerarios. familias en Adoain. Guindano y Cerrencano Al- 5) Elementos protectores de los establecimientos huma- nos y sus pertenecidos. to y Bajo están deshabitados. Consideramos a 6) Fiestas populares: Navidad. Reyes, Carnaval. Jueves los Cerrencanos dentro de este valle oriental, Santo. Sábado Santo. Corpus Cristi. San Juan Bautis- aun cuando en realidad se encuentran emplaza- ta. Rogativas. San Antón. San Isidro. San Blas. San dos en un profundo barranco, paralelo al de Sa- Gregorio. Romerías. rrate, que desemboca en el Salazar, junto a las 7) Las brujas. ventas de Aspurz. (3) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 71

Foto 1. Zona norte. Aristu y sierra de Areta (1.415 mts.) Foto Peña Santiago

Foto 2. Zona media. Eparoz, al fondo Aldaxur (1.187 mts.) Foto Juan San Martín (4) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 72 En la mitad Norte del valle se levantan las llegó a 890. En 1920, 773. En 1950 ha descendi- mayores alturas. Sierra de Areta (1.415 m.), do hasta 574 habitantes. En 1960, 415 habitan- muralla que separa Urraul Alto de las abau- tes. Finalmente, en 1966, según los datos que rreas. Arizgaña (1.230 m.), entre Urraul y Sa- nos han sido facilitados, sólo 283 habitantes, de lazar. Aldaxur (1.187 m.), barrera entre la cuen- hecho. La realidad es que no llega a dos habi- ca del Areta y barranco de Sarrate. Sierra de tantes por Km.2, cuando la media de Navarra Zariquieta (1.040 m.), muga de Urraul Alto, Lón- por Km.2 (Nomenclator 31-XII-50) era de 36 ha- guida y Arce. Todas estas montañas están cu- bitantes y la población media por ayuntamien- biertas de bosques de pinos y hayas, además to de 1.450 habitantes. de roble y algo de encina. Abundan los pastos, Desde 1920, fecha en la que toma los datos que han sido, hasta hace algunos años, un fac- de habitantes la «Geografía del País Vasco-Na- tor muy importante en el desenvolvimiento eco- varro» (T. II, pág. 485). hasta nuestros días, nómico de todo el valle. (Fotos 1 y 2.) han sido abandonados ocho pueblos de Urraul En la mitad Sur, aunque hay cotas que si- Alto: Aizcurgui, Arangozqui, Artanga, Cerrenca- guen por encima de los ochocientos metros, el no (Alto y Bajo), Guindano, Larequi, Larraun y paisaje se suaviza notablemente. El bosque no Sastoya. abunda y domina la tierra de labor. (Foto 3.) La diferencia de habitantes entre 1920 y En esta última época se ha registrado una 1966, en cada pueblo, es la siguiente: Adoain, fuerte evolución en la forma de vida de los ha- en 1920, 75 habitantes: en 1966, 20 habitantes. bitantes de Urraul Alto, abandonando casi por Aizcurgui, en 1920, 37 habitantes; en 1966, nin- completo el pastoreo y dedicándose a la agri- guno. Arangozqui, en 1920, 23 habitantes: en cultura. Sin embargo, este cambio, e incluso 1966, ninguno. Aristu, en 1920, 20 habitantes; la creación de una fuerte cooperativa agrícola en 1966, 12 habitantes. Arielz, en 1920, 21 habi- entre varios pueblos, debidamente asesorada y tantes; en 1966, 9 habitantes. Artanga, en 1920, mecanizada, no ha conseguido hasta el momen- 12 habitantes; en 1966, ninguno. Ayechu, en to parar del todo el terrible despoblamiento que 1920, 48 habitantes; en 1966, 15 habitantes. Ce- ha sufrido el valle en los últimos años, aunque rrencano, en 1920, 29 habitantes; en 1966, nin- algo se va logrando en este sentido. Hoy que el guno. Elcoaz, en 1920, 73 habitantes; en 1966, progreso ha llegado a sus hogares y a los cam- 13 habitantes. Epároz, en 1920, 64 habitantes; pos, y aunque las razones del éxodo no han si- en 1966, 29 habitantes. Ezcániz, en 1920, 19 ha- do debidas sólo a motivos económicos, aunque bitantes; en 1966, 5 habitantes. Guindano, en éstos hayan tenido su importancia dentro del 1920, 25 habitantes; en 1966, ninguno. Imirizal- conjunto de las demás, causas estas que mere- du, en 1920, 40 habitantes; en 1966, 32 habitan- cerían ser estudiadas profunda y metódicamen- tes. Irurozqui, en 1920, 152 habitantes; en 1966, te, esperamos que con el esfuerzo actual la po- 68 habitantes. Jacoisti, en 1920, 11 habitantes; blación se asiente de forma definitiva. en 1966, 6 habitantes. Larequi, en 1920, 32 ha- bitantes; en 1966, ninguno. Larraun, en 1920, 10 habitantes; en 1966, ninguno. Ongoz, en 1920, LA POBLACION 76 habitantes; en 1966, 28 habitantes. Ozcoidi, Urraul Alto forma parte de los valles menos en 1920, 49 habitantes; en 1966, 16 habitantes. poblados de la provincia de Navarra, y lo mismo Santa Fe, en 1966, 7 habitantes. Sastoya, en sucede con algunos de los que le rodean (Arce, 1920, 7 habitantes; en 1966, ninguno. Zabalza, Salazar, Romanzado, , etc.). en 1920, 78 habitantes; en 1966, 21 habitantes. Aun considerando que Urraul Alto se en- Según el «Nomenclator» del Instituto Na- cuentra dentro de una de las zonas señaladas cional de Estadística (censo de 1960), la pobla- por la dureza del clima y la aspereza del terre- ción de Urraul Alto estaba distribuída de la si- no, pues casi todas sus aldeas se aproximan, guiente manera: Adoain, 37 habitantes. Arielz, alcanzan o sobrepasan los 600 m. de altura, y 12 habitantes. Aristu, 9 habitantes. Ayechu, que su desarrollo está condicionado a estas cir- 26 habitantes. Cerrencanos, 6 habitantes. El- cunstancias, los datos estadísticos que posee- cóaz, 33 habitantes. Epároz, 32 habitantes. Ezcá- mos del descenso de habitantes son alarman- niz, 7 habitantes. Imirizaldu, 39 habitantes. Iru- tes y dignos de atención. rozqui, 83 habitantes. Jacoisti, 8 habitantes. La- En el año 1888 el valle de Urraul Alto tenía requi, 8 habitantes. Larraun, ninguno. Ongoz, 30 1.004 habitantes. En 1900 bajó a 973. En 1910 habitantes. Ozcoidi, 25 habitantes. Santa Fe, 6

(5) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 73 habitantes. Sastoya, ninguno. Zabalza, 54 habi- Urraul Bajo se encuentra una cota, de 771 me- tantes. Total, 415 habitantes. tros de altura, a la que llaman Muru. Más aba- jo, entre Sansoain y Nardues Andurra (los dos LOS PUEBLOS de Urraul Bajo), hay unas edificaciones a las que conocen por casas de Muru. Próxima a ellas Relación de los pueblos que componen está la ermita de la Virgen de las Nieves. Tan- Urraul Alto: Adoain. Aizcurgui (A). Ariel. Aris- to Sansoain como Nardues Andurra y las casas tu. Artanga (A). Ayechu. Cerrencano (Alto y de Muru son zonas frecuentadas por los pasto- Bajo) (A). Elcoaz. Epároz. Ezcániz. Guindano res trashumantes. (A). Imirizaldu. Irurozqui. Jacoisti. Larequi (A). ADOAIN (757 m.).—Antiguamente Aduain. Larraun (A). Ongoz. Ozcoidi. Santa Fe. Sastoya Está situado en la mitad Norte de Urraul Alto, (A). Zabalza. De ellos llaman caseríos o lla- al Este, en el fondo de un pequeño valle abier- maban a Jacoisti, Arielz y Sastoya. A Larraun to al pie de la sierra de Aldaur (1.189 m.). Sus le daban el nombre de granja. En total, diecisie- habitantes se dedican mayormente a la ganade- te pueblos, tres caseríos, una granja y una er- ría y también a la agricultura. Posee buenos bos- mita, Santa Fe, donde hace poco estaba cen- ques de pinos en un terreno muy quebrado y de trado el Ayuntamiento del valle. clima frío. Hay una carretera que, partiendo un Julio Altadill («Geografía del País Vasco-Na- poco antes de llegar a Imirizaldu, lleva en 12 varro». Navarra. Tomo 1), al hablar de los des- kilómetros hasta la aldea. Caminos a Ayechu, poblados (pág. 899) dice: «Orizcoiti (Urraul Al- Aizcurgui, Ezcániz, Guindano, Ongoz, Zabalza, to), hacia 1487, la princesa Doña Leonor hizo Izal y por los Cerrencanos, a Aspurz. Parroquia cesión de los tributos de aquel lugar a D. Lope de San Esteban, románica, y ermitas de Nues- de Esparza. El lugar de Ozcoidi, situado muy tra Señora del Socorro, Santa Agata y Santa cerca de Orizcoiti, aquél pudiera tal vez tener Cruz, todas estas ermitas prácticamente des- alguna relación con éste, y aun ser una restau- aparecidas. En 1808, en la casa «Eneko», nació ración.» El mismo autor, en el segundo tomo de el reverendo Padre Esteban de Adoain, famoso la obra citada («G. P. V.-N.», t. II, pág. 943), es- misionero capuchino que pasó la mayor parte cribe: «El señor Olóriz, en su obra «Nociones de su vida evangelizando en América, regresan- geográficas», sitúa en el valle de Urraul, sin pre- do los últimos años a España, donde murió el 7 cisar más, los tres despoblados siguientes: de octubre de 1880, en Sanlúcar de Barrame- Mondela, Muru y Ugarra». Pensamos nosotros da. (1,2 y 3). que tal vez cabría añadir a esta lista el despo- blado de Raja, pues la tradición popular sostie- AIZCURGUI (723 m.).—Abandonado aproxi- ne que allí existió un poblado, y algunos auto- madamente desde hace 25 años. En el centro res han dado su opinión de que bien podría tra- del valle, a caballo de uno de los espolones que tarse del emplazamiento del primitivo Larraun, descienden del macizo de Aldaxur (1.187 m.), y aunque para otros son las ruinas de las distin- que separa las cuencas del Areta y del arroyo tas edificaciones que rodeaban a un monasterio de Adoain o Sarrate. allí existente. Todavía conserva el tejado una de sus casas; Sobre los dos últimos nombres de los des- las otras siete restantes lo tienen ya derruído poblados hemos localizado los siguientes datos. o semiderruído; así sucede con la casa «Echean- Ugarra: En terrenos del Romanzado, lindante día». La iglesia, a excepción del tejado de la to- con Urraul Alto y al paso de la cañada que ba- rre, se conserva bien en bóveda y muros. El in- ja hacia las Bardenas desde el valle de Sala- terior está destrozado. En la actualidad los te- zar, por Adoain y Zabalza, existe un lugar cono- rrenos de Aizcurgui han sido repoblados en su cido por Ugarra (797 m.), donde se encuentra totalidad por la Diputación Foral de Navarra. una ermita del mismo nombre y varias bordas En su última etapa estaba habitado por unas po- de pastores, que éstos utilizan en verano, y en cas familias que dependían de un solo propieta- sus recorridos a través de la cañada, tanto en rio, y se dedicaban al cuidado de ganado vacu- otoño como en primavera. Ugarra es, aparte de no, lanar y caballar. Estaban al cargo de un ma- final de etapa, paso forzado de la trashuman- yoral. cia al atravesar el amplio portillo abierto entre No tiene carretera. Desde Santa Fe se tarda las peñas de Ugarra (855 m.) e Idocorry (1.052 cuarenta minutos aproximadamente. Caminos a metros). Muru: En la muga de Urraul Alto y Adoain, Ezcániz, Irurozqui, Santa Fe y Zabalza. Nota: (A) Pueblo abandonado. Parroquia de San Julián, románica. (6) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 74

Foto 3. Zona sur. Terrenos de Zabalza Foto Juan San Martín

Foto Juan San Martín Foto 4. Elcoaz (7) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 75 ARANGOZQUI (694 m.).—Abandonado. Al lizar la Diputación Foral de Navarra una gran Norte del valle, en la ladera de Mendigaña labor de repoblación. Fue zona de pastos. (1.100 m.), muy próximo a la carretera que de En la actualidad sólo quedan en pie las pa- Epároz sube a Elcoaz, y desde la que se le ve redes de dos casas y las de su iglesia de San un poco alto, a la izquierda. Terreno abrupto con Pedro. Prácticamente la aldea ha desaparecido. bosque. Nos dijeron que tenía abundancia de Desde Larequi (también abandonado) se tar- pasto y poco cultivo. Todavía hay dos casas en da cerca de dos horas en llegar. Hasta Sasto- buen estado y son aprovechadas por quienes ya existe un buen camino, pero desde aquí a Ar- explotan sus tierras para guardar los aperos de tanga hay que seguir una senda, por llamarle de labranza. La parroquia de San Martín está cu- alguna forma, muy accidentada, y cruzar varias bierta. El altar se guarda en la sacristía, al me- veces la regata Chastoya. Caminos a Epároz, nos lo que queda de él. A principios del si- Sastoya y Zariquieta, en el valle de Arce. glo XIX estaba servida todavía por un cura Abad. AYECHU (694 m.).—Emplazado al Norte del En 1802 tenía tres casas, las mismas de hoy, y valle, en la ladera del corto vallecito del río veintidós habitantes, siendo gobernada por los Larraun y dominado por las peñas de Aritzgaña diputados nombrados por el valle y por el regi- (1.230 m.). Posee muchos. pinares, hayedos y dor del lugar elegido por los vecinos. Tomás robledales, y buenos pastos. Sus habitantes se López Sellés cita en su trabajo una ermita de- dedican preferentemente a la ganadería: vacu- dicada a San Gregorio, y actualmente en ruinas. no y lanar. ARlELZ (510 m.).—Caserío. El señorío de En el «Diccionario Geográfico Histórico de Arielz, antiguo Palacio de Cabo de Armería, es- Navarra», de 1802, se dice de Ayechu que su po- ta emplazado al sur de Urraul Alto, enclavado blación era de once casas y setenta y dos habi- entre los municipios de Urraul Bajo y Roman- tantes y «se gobierna por los diputados del va- zado. Lo forman una casa y sus agregados. Apar- lle [Urraul Alto) y por los rexidores elegidos te de la agricultura y de los viñedos es abun- por alternativa de casas». Tiene carretera. Ca- dante en pastos. Posee carretera por , minos a Izal, por Larraun, a Elcoaz y Adoain. Pa- Arbories y Murillo-Berroya. Capilla interior, con rroquia de San Juan Evangelista. Portada de es- la fecha 1674, bajo la advocación de San Ra- tilo mozárabe. Ermitas de Raja o Raxa (románi- mán. Caminos a Berroya, Nardues Andurra y Rí- ca) y San Miguel. La primera ruinosa y la se- podas. Como indica López Sellés, «perteneció gunda desaparecida. La ermita de Raxa es posi- al conde de Agramont, defensor de la indepen- ble que ocupe el lugar de lo que fue monasterio dencia de Navarra, a sus herederos y a la fami- de San Juan de Arrosán, cuya referencia se re- lia Mena Sarasate, pariente muy cercana del monta al siglo X. Estas tierras fueron también violinista Pablo Sarasate». recorridas por Sancho el de Peñalén. ARISTU (910 m.).—Antiguamente, Ariztu. Parece ser que existió en tiempo una co- Antiguo Ariztuiga, monasterio de la Virgen de marca conocida por Valle de Ayechu. Lo forma- Santa María de Aristu, dado en 1042 a Leyre por ban Larraun, Ayechu, Jacoisti y Arangozqui. Go- el rey García el de Nájera. zó de privilegios reales que le permitían «el En el Noroeste del valle, en un barranco me- disfrute de los montes, pastos, agua y hierbas tido en el corazón de la sierra de Areta (1.415 del término desolado de Raja». Por esto tuvo metros). Rodeado de mucho bosque y en un te- con frecuencia luchas con Izal (valle de Sala- rreno muy quebrado. Poco cultivo y mucho pas- zar), no faltando en ellas muertos y heridos. to. No tiene carretera. Por camino, desde El- CERRENCANO ALTO (862 m.).—Abandona- coaz, cuarenta y cinco minutos. Caminos a Az- do al parecer desde hace 40 años poco más o parren (valle de Arce), Equiza (valle de Arce) y menos. Los últimos habitantes, la familia de Elcoaz. Iglesia parroquial de San Andrés, romá- don Celedonio Aristu. Cuando marcharon tenía nica. López Sellés cita la ermita de San Miguel cerca de 90 años. Cerrencado Bajo ha sido aban- ya ruinosa. donado hace muy pocos años. ARTANGA (655 m.).—Abandonado hace 20 Nombre anterior: Zarrangano. A esta aldea, años aproximadamente. Al Oeste de Urraul, en que dependía de Adoain, se le conoció también la unión de dos regatos, en medio de un estre- como Señorío de Cerrencano de Olloki. cho barranco que arranca de la sierra de Za- Se encuentra al Este de Urraul Alto, sobre riquieta (1.040 m.) y envuelto entre bosques un estrecho cordal del Olagato (1.134 m.), en- de pinos. Terreno salvaje y duro, más hoy, que tre las barrancas de Cerrencanos y Racas. Te- está convertido en una verdadera selva al rea- rreno muy accidentado y cubierto de bosques (8) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 76 de pinos, hayas, robles y encinas. Mucho pasto Agata. Actualmente la misa se celebra en casa y cultivo escaso. Sus habitantes se dedicaban «Cordobe», la única que queda habitada en Ez- a la ganadería. caniz, y que fue levantada hace veinte años. La En la actualidad justamente la fachada de la parroquia tiene una sencilla portada románica. casa «Los Cerrencanos» se tiene en pie toda- GUINDANO (720 m.).—Se abandonó hace vía. El resto del pueblo, en ruinas, lo mismo que unos quince años. Aldea situada en la zona orien- la parroquia de San Pedro. No tiene carretera. tal del valle, sobre la ladera izquierda del ba- Desde Adoain se tarda entre cincuenta minutos rranco de Adoain, un poco alta sobre la carre- y una hora. A algo más de media hora de la sa- tera que lleva de Zabalza a Adoain. No tenía de- lida de Adoain, se alcanza el collado de Cerren- masiado terreno de cultivo, pero sí mucho bos- cano desde el que ya se divisa la aldea desier- que y pastos. Sólo se ven dos casas en pie, las ta. Por encima de ella destacan las cumbres ne- conocidas por «Doroz» y «Zaldúa», el resto en vadas del Pirineo: La Gargantada, Axpe, Balai- ruinas. La parroquia de San Julián aún se levanta tus, Frondeilla, La Cresta del Diablo, Collarada, con su torre, el interior del templo está destro- Bisaurin, etc. Caminos a Aspurz, Uscarrés y zado. No hay carretera hasta el mismo pueblo, Adoain. Tomás López Sellés nos dice que a pero, dada su proximidad a la de Adoain, se lle- principios del siglo pasado luchó por estas tie- ga desde ella en diez minutos o menos. Caminos rras el general francés Arispe. a Zabalza y Aizcurgui. ELCOAZ (693 m.).—Se levanta al Norte del Entre Zabalza y Guindano existió el monaste- valle, próximo al río Areta. Tras el pueblo la rio de Sancti Angeli de Egurzano, al que en el silueta de la sierra de Areta (1.415 m.). Abun- siglo X dio tierras y viña «aita-Eneko». El rey da en haya y en pastos. La economía se centra don García IV le dio a Leyre para culto de los en la ganadería, pero últimamente también cui- Santos. dan la agricultura. IMIRIZALDU (552 m.).—Emplazado al sur del Tiene carretera. Caminos a Aristu y Ayechu. valle, muy próximo al río Areta. Posee excelen- Parroquia de San Pedro, con portada románica, tes pastos y tierras de labor. Siguiendo la co- restaurada recientemente. Tomás López Sellés rriente impuesta por los pueblos próximos, va localizó hace unos años los restos de las ermi- dejando la ganadería y centrando sus esfuerzos tas de San Miguel y la de Santa Cruz. en la agricultura. Tiene carretera. Caminos a EPAROZ (618 m.).—En el centro del valle, Ozcoidi, Napal y Zabalza. Iglesia parroquial de en la ladera de una montaña, un poco alzada so- la Purificación. bre el Areta. No hace muchos años la ganade- IRUROZQUI (569 m.).—Al sur del valle, próxi- ría era tan importante como la agricultura. Hoy mos al Areta. Es todavía el pueblo más impor- la segunda ha desplazado casi por completo a tante del Ayuntamiento de Urraul Alto y el que la primera. Tiene carretera. Camino a Sastoya. más habitantes tiene. Aunque tenía bosques y Iglesia de San Andrés. Ermita de Santa Fe, lla- pastos, la ganadería era un capítulo muy impor- mada de Baratzagaiz, de estilo románico, y la tante de su economía, la han abandonado para única donde todavía se conserva el culto en el dedicarse por entero a la agricultura formando valle. una cooperativa de la que forman parte algunos EZCANIZ (670 m.).—También le llaman Es- de los pueblos próximos. caniz. También hacia el centro de Urraul, un poco Tiene carretera. Caminos a Ozcoidi, Larequi, más hacia la derecha que Eparoz, en la orilla Sastoya, Aizcurgui y Zabalza. Parroquia de San opuesta del Areta y en la ladera de una amplia Adrián Mártir. Existe un término denominado loma que desciende de Aldaxur o Aldasurra San Cristóbal, que quizás indique la existencia (1187 m.). Terreno muy accidentado. Tiene bos- de una ermita en un tiempo atrás. Nadie nos ha ques y pastos. Actualmente han abandonado la podido dar razón de la misma. Los restos del ganadería para dedicarse a la agricultura. castillo de Irurozqui, citado por Altadill, tampo- No hay carretera, aunque algunas furgonetas co han podido ser localizados con certeza, pese suben hasta el pueblo por el camino de Santa a la labor desarrollada en este sentido por To- Fe. Andando, desde Santa Fe, se llega en veinte más López Sellés. Quizás la casa «De la Torre», minutos escasos. Caminos a Adoain, Aizcur- antes «Koskolotz», con su formidable torre de gui, Ongoz, y Santa Fe. Iglesia de San Servando muros de dos metros de espesor, pudiera ser y Germano. Tomás López Sellés habla en su tra- el llamado «castillo». Sería interesante un estu- bajo de una ermita en ruinas dedicada a Santa dio al respecto (4). (9) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 77 JACOISTI (680 m.).—Caserío. Nombrado tam- Ayechu, pero puede ser que, en tiempos, como bien por Jacoiste o Jacoste. Al Norte de Urraul, ya apunta López Sellés, se sirvieran de la ermi- muy próximo a Ayechu. En realidad no lo forman ta de Raja, en cuyas inmediaciones hay restos más que la casa «Jacoiste», en cuyo dintel se de adificaciones que, según la tradición del lee el año 1786, y sus pertenecidos, que rodean lugar, y como nos contó un pastor que nos sir- la pequeña iglesia. Según nos informaron lleva vió de guía, pertenecen a las ruinas de una al- siendo así desde hace mucho tiempo. Esto se dea que allí existió. Tal vez esas piedras perdi- confirma por los datos que facilita el «Dicciona- das entre el bosque de bojes pertenezcan al pri- rio Geográfica Histórico de Navarra», de 1802, mitivo Larraun. Pero, como ya indicábamos al el decir: «este pueblo está reducido a una sola hablar de los despoblados y de Ayechu, cabe casa, en la que habitan diez o doce personas. la posibilidad de que sean también el último tes- La iglesia dedicada a San Clemente está servi- timonio del Monasterio de San Juan de Arrosan. da por un cura párroco». ONGOZ (648 m.).—Ongoz se encuentra un En su terreno hay bosque y pastos. También poco al Norte de Santa Fe, a la derecha de la buenas tierras de labor. Se dedican a la agricul- carretera que sube de Irurozqui a Elcoaz, y do- tura y a la ganadería. Tiene carretera, y caminos minado por el monte «Txutxurrondo» (1028 m.). a Adoain, Elcoaz y Ongoz. Igualmente en su tér- Tiene bosque y pastos, pero sus vecinos traba- mino hay una ermita dedicada a Santa Agata, jan en la agricultura. Su numerosa ganadería (va- ya en ruinas. cuno y lanar) ha sido vendida casi en su totali- LAREQUI (546 m.).—Abandonado hace nueve dad en los últimos años. años. Al Suroeste del valle, asentado en la la- Tiene carretera. Camino a Ezcaniz. Parroquia dera de una de las lomas que bajan de la sie- de la Concepción, con una interesante portada rra de Zariquieta (1046 m.), en la cuenca del románica en la torre. Existió en las proximida- Sastoya, se alza el pequeño Larequi, todavía des de esta aldea el Castillo de Ongozarria, ci- casi tan entero como cuando lo dejó la última tado ya en 1208. (Ver trabajo de López Sellés). familia para trasladarse a Artieda. La última ca- OZCOIDI (585 m.).—Antiguamente Orzaydi. sa habitada se llama «Isquerrena», en el escu- Pequeña aldea del Suroeste de Urraul Alto, y le- do lleva grabado el año 1852. No tiene carretera, vantada en la suave pendiente de una colina. la que arranca de Ozcoidi muere en el puente En su término hay poco arbolado. Las tierras que cruza el Chastoya, pero el camino que sube están dedicadas a la agricultura. Como venimos a Larequi es con frecuencia utilizado por los trac- diciendo de otros pueblos del valle, aquí tam- tores que trabajan aquellas tierras. En coche bién abundó el ganado lanar y vacuno, pero en aunque de muy mala manera, también se puede nuestros días se ha impuesto la agricultura. subir. Si se va en automóvil lo mejor es dejarlo Tiene carretera. Caminos a Mugueta (Longui- en el puente y continuar la marcha andando, ya da), Larequi, Irurozqui e Imirizaldu. Iglesia de que desde el río se llega en quince minutos es- San Pedro, con interesante agua benditera. Er- casos. Caminos a Irurozqui, Sastoya, Javerri y mitas: Existió una dedicada a Santa Cruz, actual- Zariquieta, éstos dos últimos del valle de Lon- mente en ruinas. guida. En 1487 fue señor de Ozcoidi, don Lope de Parroquia de San Bartolomé. Muy bien con- Esparza, por gracia que le otorgaron los reyes servada, tanto exteriormente como en el inte- don Juan y doña Catalina (GPVN. Navarra. T. II. rior. Pág. 488). LARRAUN (800 m.).—Granja. Sus últimos ha- SANTA FE (580 m.).—Basílica. En su claus- bitantes marcharon en 1953. Situada en la zona tro se encuentra el edificio que hasta hace po- Noreste de Urraul, al pie del collado que lleva cos años fue la Casa Consistorial de Urraul Al- a Izal, en un pequeño y precioso valle que se to. A Santa Fe se la ve en la puerta del barran- extiende al pie de las peñas Aritzgaña (1230 m.) co de Ezcaniz, entre dos montículos. Práctica- y Raja (Raxa o Araxamendi) y cercana a la re- mente es el centro geográfico y espiritual del gata de su mismo nombre, Larraun conserva to- valle y sólo en fecha reciente dejó de serlo davía en pie sus dos edificaciones. En torno su- también administrativo. Según Altadill (GPVN. yo hay abundancia de bosque y excelentes pas- Navarra T. II. pág. 943) «en ella se reunían los tos. diputados del mismo para tratar de asuntos gu- Carece de carretera. Hay que ir desde Aye- bernativos y económicos, y también los párro- chu por camino, empleándose aproximadamente cos del valle para celebrar sus cabildos». una hora en llegar. No tiene iglesia, y acudían a SASTOYA (550 m.).—Caserío abandonado (10) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 78 desde hace veinte años. Perteneció a la familia por lo general, los viajes los hacían por aquellos pue- blos a pie, trasladándose por este medio de Oscá- Bornás. También le dan el nombre de Sastuya, riz hasta Adoain. Más adelante informaba que casi a Chastoya, Chistoya, Cestoya, e Iribarri-Chipi. An- diario tenía que ir sola por el monte a la botica de tiguamente Cestovi. Navascués, que era la más próxima, siguiendo el ca- mino de los caseríos Racas Alto y Racas Bajo. Altadill (GVPN. T. Navarra II. pág. 943) dice (4) La casa «De la torre» conserva todavía en el lado de al hablar de Sastoya: «Iribarri-Chipi es un case- la carretera una hermosa torre, de más de ocho me- río que hemos citado con los nombre de Chis- tros de altura. Su planta es cuadrada, de más de cinco metros de lado. Hace algunos años la desmo- toya y Sastoya, siendo anterior su otro título charon sus actuales propietarios, quitándole más de más de Cestovi». cinco metros de altura. En el primer piso los mu- ros tienen un espesor de 1,30 m. En la base. 1,90 m. Está al Oeste del valle, en el barranco Chas- Posee una estrecha puerta de entrada de 48 cm. tan toya. Sus habitantes se dedicaban a la ganade- sólo de anchura, y 1,40 m. de altura, en arco de me- ría y a la agricultura. Todavía pudimos subir al dio punto. primer piso de una de sus casas. La iglesia de San Juan, muy sencilla, conserva su cubierta pero en su interior no queda nada más que una LA CASA aguabenditera empotrada en el muro. Formas de Localidad. Tipos de casas. Materiales. No tiene carretera. Hay que coger la que par- El tejado. Las chimeneas. Las cocinas. Horno. tiendo de Ozcoidi llega hasta el fondo del ba- Puertas. Ventanas. Los hórreos. rranco del Chastoya, junto al puente. Una vez Ajuar de la cocina, cerámica, utensilios de bron- allí, se debe seguir el camino ancho que marcha ce y mobiliario en general. a la derecha, junto al río. Desde la carretera se tardará media hora escasa. Caminos a Eparoz, Los pueblos de Urraul Alto en contados casos Irurozqui, Artanga, Ozcoidi y Larequi. están asentados en el fondo de los valles. Por ZABALZA (658 m.).—Zabalza se ve al Sud- lo general se les ve sobre las laderas de los este de Urraul, sobre una colina en medio de montes, quedando las tierras bajas y llanas pa- lomas cubiertas de tierras de labor y escaso ar- ra el cultivo. En las aldeas las casas se agru- bolado. Hay algo de pino y roble. La ganadería pan próximas a la iglesia (Epároz, Ayechu), o se encuentra en decadencia. bien, aunque cercanas entre sí, quedan un tan- Tiene carretera. Desde el cruce de Imirizal- to dispersas (Elcoaz, Ongoz, Zabalza, Guinda- du hasta Zabalza hay cuatro kilómetros. Cami- no, Imirizaldu, Aizcurgui). Caseríos alejados só- nos a Guindano, Imirizaldu, Irurozqui, Aizcurgui, lo se conocen el de Larraun, el de Cerrencano Napal y Aspurz. Bajo, y Arielz. (Foto 4). Parroquia de San Pedro. Ermita románica de Las casas no llevan una orientación deter- San Miguel (actual cementerio), y otra, ruinosa, minada, y aunque muchas de ellas tienen la fa- que estuvo dedicada a Santa Lucía. Hay un tér- chada principal mirando al mediodía, las hay mino con el nombre de «Salvatori», pero no se también con distinta posición. Finalmente, como sabe a ciencia cierta y pudo corresponder a al- sucede en Irurozqui. Imirizaldu, Zabalza, Adoain guna ermita. y Epároz, los viejos caminos, o la moderna ca- rretera, han influido también en la situación de Nota: Los datos de ermitas y castillos están muy am- pliados en el trabajo que se adjunta de Tomás López Se- algunas de las viviendas, viéndose cómo éstas llés. «Datos de castilos, dólmenes, ermitas y palacio de han sido levantadas en sus proximidades o a lo Cabo de Armería, del valle de Urraul Alto». largo de su recorrido por el pueblo. (1) Ver: «Vida del siervo de Dios Padre Fray Esteban La piedra, la madera (de haya, pino o roble) de Adoain. capuchino misionero apostólico en Amé- rica y España», por M.R.P. Fr. Ildefonso de Ciáurriz. y la teja roja, curva (antes la losa de piedra y la Barcelona. 1913. pizarra) son los materiales empleados tradicio- (2) Las alturas que se indican en la descripción de cada nalmente en las viviendas de Urraul Alto. En pueblo han sido tomadas de los mapas del Instituto Geográfico y Catastral, siempre que facilitaba el da- los últimos años se ha introducido el cemento to exacto. En el resto de los casos la hemos reco- y el ladrillo. gido de la obra de Leoncio Urabayen «Una geografía de Navarra» (pág. 96), y de Tomás López Sellés, en En las casas más antiguas, rectangulares, lar- su trabajo sobre ermitas. gas y estrechas, con tejado a dos vertientes, y (3) En el librito «Calendario» 1963, de la Caja de Ahorros sin demasiado alero, es frecuente ver la venta- Provincial de , en el capítulo «Dos señoras centenarias nos hablan», escrito por «Larranchipi» na de ajimez rematada en arco conopial (casa (pág. 78), al preguntar a doña Bernarda Vizcay, de «Eneko», de Adoain; casa «Los Cerrencanos», Fo- cien años (nacida el 3 de septiembre de 1862 en Re- to 5, Cerrencano Alto; casa «Soro» y casa «Len- dín), por algunos recuerdos de su vida, dijo que de joven la llevaron a Adoain, indicando que entonces, go», de Ayechu, y casa «Iribarren» de Ongoz). En (11) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 79

Foto 5. Casa "Los Cerrencanos", de Cerrencano Alto Foto Peña Santiago

Foto 7. Casa "Eneko", de Adoain Foto Peña Santiago

Foto 6. Casa "Aristurena", de Elcoaz Foto Peña Santiago Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín (12) 80 el caso de casa «Lengo», de Ayechu, la ventana sos, como sucede en casa «Ziriku», de Aristu, está además adornada con semiesferas. Sus y en otras, diríamos que tienen una prolonga- puertas son doveladas, algunas con arco de me- ción en una abertura abovedada de algo más de dio punto y monograma con el nombre de Jesús medio metro de altura, practicada en el muro, y u otros motivos. El escudo es menos frecuente. que sirve para introducir allí los troncos dema- Otras puertas tienen el arco un poco apuntado. siado grandes, que van sacando hacia el fuego Los muros por lo general son de mampostería. según su parte anterior se consume. A esa aber- La sillería aparece en las jambas de las puertas, tura llaman todavía «Chacurtegui». En la actua- ventanas, en las esquinas y en muy contados ca- lidad, las cocinas económicas, y ya últimamen- sos en la totalidad de la fachada. te las de butano, han comenzado a desplazar a los hogares adosados a los muros. Con posterioridad a estas casas alargadas se aprecia claramente la introducción de las casas Con anterioridad a todas ellas se levantaban de planta cuadrada o ligeramente rectangular, chimeneas cilíndricas (figura 1), o de forma có- con tejado a tres vertientes (casa «Aristurena», nica, símbolo del hogar central, explicado por de Elcoaz; casas «Zalba» y «Nueva», de Eparoz; la prolongación hacia el tejado de la gran cam- «Torrea» y «Braco», de Adoain; casa «Aleman», pana casi semiesférica que ocupaba la mayor de Elcoaz, casas «Zalba» y «Nueva», de Eparoz; parte de la cocina y, naturalmente, de su techo. casa «Isquerrena», de Larequi; casa «Irigoyen», Este tipo de cocina estuvo muy extendido en de Ongoz, etc.,) todas ellas de no demasiado Urraul Alto, lo mismo que en los valles próxi- alero, aunque la casa «Aleman», de Elcoaz, ofrez- mos de Roncal, Salazar, zona de Burguete, Lanz, ca una interesante prolongación del mismo so- Echalecu, etc. En Guipúzcoa, Juan San Martín, bre el más alto de los balcones de su fachada localizó el año pasado restos de este tipo de principal, prolongación que también se ve en cocina en la Venta de Iturrioz (macizo de Ernio). casa «Jacoiste», de Jacoisti. (4.) El tejado a cuatro vertientes queda justifi- En el valle de Urraul Alto se pueden ver to- cado plenamente en climas duros, pues presen- davía estas cocinas completas, en casa «Braco» ta una menor resistencia al viento y a la nieve de Adoain; en casa «Romanena», de Elcoaz; en al dar superficies más pequeñas, que ayudan a casa «Cordobe», de Ezcaniz; y en la casa prin- que la cubierta resista mejor la presión de la cipal de Sastoya, en Sastoya. Las tres últimas nieve acumulada. Este tipo de construcción abun- viviendas citadas están ya abandonadas. Tam- da también en la zona de Burguete, Salazar y bién en Santa Fe se conserva una cocina de es- Roncal. Dentro de las casas que hemos consi- te estilo. Por lo general apoyan su base circu- derado de más antigüedad, una de ellas, casa lar, de madera, sobre cuatro vigas que han for- «Eneko», (foto 7), de Adoain, enseña aún su te- mado un cuadrado. La campana y su prolonga- jado de doble pendiente, cuyas características ción hacia la cubierta, está hecha de ramas de explica Leoncio Urabayen en su obra «La casa avellano entrelazadas, y cal. Al exterior asoma navarra» (pág. 53). Indica que la mayor pendien- ya la chimenea de piedra, ladrillo, teja árabe, y te es la que arranca del caballete, y disminu- laja de pizarra (foto 9). ye al aproximarse al alero. Añade que de esta Estas interesantes chimeneas exteriores manera no es tan grande la inclinación de la cu- abundan en Urraul Alto (figura 2), presentando bierta, lo que hace disminuir su costo, pero, ade- una gran variedad de formas. En Ayechu y Ozcoi- más, «sin que pierda su eficacia para expulsar di nos indicaron que las habían tenido, pero que la nieve, pues la situada sobre la parte más in- con el tiempo las fueron eliminando. En Adoain clinada, la del caballete, empuja con su peso a se levantan en casa «Braco» y «Torrea»; en Aiz- la que se halla en la parte menos inclinada, has- curgui, en una casita ruinosa próxima a casa ta que por deslizamiento el tejado queda libre «Torre»; en Elcoaz, en casa «Ramonena», Y en del peso de la nieve en la parte más propicia casa «Aristurena»; en Sastoya, en la Casa Prin- a los hundimientos, la central». Este tipo de te- cipal; en Eparoz, en casa «Adoñena», Y «Zalba»; jado se encuentra con frecuencia en el norte en Ezcaniz, en casa «Cordobe»; en Ongoz, en de los valles de Salazar y Roncal. casa «Irigoyen»; en Zabalza, en casa «Estoki», Hace ya muchos años que las chimeneas son casa «Bornas», y «Marcuello»; en Irurozqui, ca- de planta cuadrada (foto, 8), o rectangular, de sa «La Aezcoana»; en Imirizaldu, casa «Landi- hogar junto a la pared, aunque en algunos ca- cos» (Landicoz); en Guindano, casa «Doroz»; y (13) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 81

Foto 9. Casa "Estoki", de Zabalza Foto Peña Santiago Foto 8. Cocina de Casa "Ziriku" de Aristu, y ancia- na hilando. Foto Peña Santiago

Fig. 1.—Chimenea de casa "Ramonena", de Elcoaz.

1.-Chimenea, 2.-Lar, 3.-Fogón, 4.-Los moricos, 5.-Suelo de losas, 6.-Suelo de madera (14) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 82

Fig. 4.-CHIMENEAS 7.-Casa "Adoñena", de Eparoz. 1.-Casa "Braco", de Adoain. 2.-Casa "Estoki", de Zabalza. 8.-Casa "Ramonena", de Elcoaz. 3.-Casa "Boinas", de Zabalza. 9.-Casa "Landicos", de Imirizaldu. 10.-Casa de Zabalza. 4.-Casa "Marcuello", de Zabalza. 5.-Casa "Cordobe", de Ezcaniz. 11.-Casa "Aristurena", de Elcoaz, 12.-Casa "Zalba", de Eparoz. 6.-Casa "Echandia", de Aizcurgui. (15) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 83 en Santa Fe. A excepción de casa «Braco», de rrencanos», de Cerrencano Alto; Casa «Echan- Adoain, todo el resto están abandonadas, y la día», de Aizcurgui; casa «Esparcena», de Aye- mayoría de ellas ruinosas. chu; casa «Garro», de Ongoz; etc. El dintel de arco rebajado lo tienen, entre otras, las casas La evolución de la cocina de hogar central «Aleman» y «Ramonena», de Elcoaz. hacia la de hogar pegado a la pared puede que- dar explicada no sólo por lo que suponía de aho- Aunque en muchos casos la talla de la do- rro de leña, sino también por ocupar un menor vela central contiene un monograma de Jesús, espacio y poseer mejor escape de humos, con a veces acompañado de otros dibujos, también la consiguiente mejora de la ventilación y mayor es frecuente encontrar inscripciones, motivos del calor, al no tener que abrir con frecuencia florales, cruces, caras, swasticas, etc. Así Casa las ventanas. «Ziriku», de Aristu; casas «El vasco» y «Landi- cos», de Epároz; casa «Estoki», de Zabalza; ca- En este valle las casas antiguas están for- sa «Juanclamán», de Elcoaz, etc. De forma muy madas por planta baja y un piso. Las cuadradas, aislada se ve el escudo en la fachada, colocado por lo general, llevan planta baja, piso y saba- por encima de la puerta: casa «Mina», de Aye- yado. En todas ellas la planta baja está o estaba chu. (Figuras 5 al 20. Fotos 10 al 19.) dedicada a guardar el ganado, y aperos de la- Para Cruchaga, Saralegui y López Sellés branza. El primer piso a vivienda, y el sabayado, («Piedras familiares y piedras de tumbas de Na- lo destinaban a guardar el grano y el horno del varra» Pamplona, 1965) la costumbre de colo- pan (figura 3). En muchos casos la entrada se car estas piedras pudo comenzar a introducirse encuentra empedrada, y los cantos forman di- allá por el siglo XV, debido a la acción de algu- bujos geométricos, tales como flores de seis nos predicadores, y citan especialmente a San pétalos, de cuatro, estrellas, etc. Las escaleras Bernardino de Siena, «gran propagador del nom- que llevan al primer piso desembocan por lo ge- bre de Jesús», quien en sus viajes llevaba con- neral en un corto pasillo, cuadrado o rectangu- sigo una tabla con el anagrama de Jesús, tabla lar, donde se encuentran las entradas a la ma- que mostraba a las gentes al entrar en el tem- yor parte de las habitaciones y a la cocina. Al- plo. gunas de las habitaciones tienen colocadas en Las ventanas eran pequeñas, y todavía algu- la puerta placas con la imagen del Sagrado Co- nas lo son, aunque los huecos desde un tiempo razón de Jesús o de la Virgen. Para conocer la atrás son mayores. Esta pequeñez de antaño distribución de la planta del hogar ver figura 4. quizás viniera impuesta por el poco conocimien- La cocina da paso a una o dos habitaciones to del cristal o la dificultad en conseguirlo. Ello más. Las cocinas que tienen hogar central lle- hacía que las ventanas estuvieran cerradas por van el suelo cubierto de losas rectangulares de dos hojas de madera, abriéndose un ventanillo piedra. A veces, en el centro, hay colocada una en cada una de ellas, o sólo en una. Esta forma gran chapa de piedra. de ventanita se encontraba generalizada en el Las puertas en su mayoría son de dos hojas, país vasco y fuera de él. (Figura 21.) en casos con talla. Los dinteles son en su mayor El agregado de la vivienda en Urraul Alto no parte de arco de medio punto o apuntados, aun- presenta unas características especiales y sal- que no falta tampoco el dintel recto, de made- vo el pajar de casa «Palacio», de Ongoz, de pa- ra o piedra, tan extendido en el resto del país. redes de madera, el resto lo forman bordas de Por lo general este dintel se apoya en dos sa- paredes de mampuesto y tejado a dos vertien- lientes de las piedras más altas de las jambas. tes. La parte baja se destina a guardar aperos Menos frecuente es el dintel de arco rebajado. de labranza, o los rebaños, y la superior la paja. El dintel de arco de medio punto, con talla Merecen ser citados aparte los dos hórreos en la dovela central, lo encontramos entre otras que hemos catalogado en Urraul. Uno de ellos se en casa «Eneko», casa «Zubiri» y casa «Biron- encuentra en el caserío de Santa Fe, el otro, en do», de Adoain; en casa «Ziriku», de Aristu: en el patio de casa «Estoki», de Zabalza. En Urraul casa «Soro», de Ayechu; en casa «El vasco», de los llaman «Garaya», y son los localizados has- Eparoz; casa «Goñi», de Irurozqui; casa «Jacois- ta la fecha más al sur y este del país. (Fotos 20 te», de Jacoisti; casa «Iribarren», de Ongoz; ca- y 21.) sa «Estoki», de Zabalza, etc. El arco apuntado Ambos son de tejado a dos vertientes, de que generalmente corresponde a viviendas de forma rectangular y muros de mampostería. El cierta antigüedad, lo vemos en casa «Los Ce- de Zabalza, más pequeño, se sostiene sobre ocho (16) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 84

Fig. 3.—Casa “Ramonena”, de Elcoaz. Horno del pan, en el “Sabayado”.

Fig. 4.—ELCOAZ. Planta del hogar de casa Ramonena. (17) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 85

Fig. 5.—Casa "Zubiri", de Adoain. Fig. 6.—Casa "Echandia", de Aizcurgui. Fig. 7.—Casa “Basterra”, de Ayechu.

Fig. 8.—Casa “Ezkire”, de Ayechu. Fig. 9.—Casa “Lengo”, de Ayechu

Fig. 10.—Casa “Los Cerrencanos" (18) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 86

Fig. 11. Casa “Juanclaman”, de Elcoaz. Fig. 12.—Casa "Landicos",de Eparoz. Fig. 13.—Casa "El Vasco", de Eparoz.

Fig. 15.-Ventanade casa “Landicos”, de Imirizaldu.

Fig. 14.-Casa“Machín”, de Guindano (19) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 87

Fig. 16.—Casa "Jacoiste", de Jacoisti. Fig. 17.—Casa "Isquerrena", de Larequi. Fig. 18.—Casa "Estoki", de Zabalza.

Fig. 19.—Casa "Basterra", de Ongoz. Fig. 20.—Casa "Adoñena", de Ozcoidi. (20) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 88

Foto 10. Casa "Ziriku", de Aristu. Foto 11. Casa "Soro", de Ayechu. Foto Peña Santiago. Foto Peña Santiago.

Foto 12. Casa "Esparcena", de Ayechu. Foto 13. Casa "Mina", de Ayechu. Foto Peña Santiago. Foto Peña Santiago. (21) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 89

Foto 14. Casa "Garro", de Ayechu. Foto 15. Casa "Garro", de Ayechu. Foto Peña Santiago. Foto Peña Santiago.

Foto 16. Casa "Cordobe", de Ezcaniz. Foto 17. Casa "Goñi", de Irurozqui. Foto Peña Santiago. Foto Peña Santiago. (22) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 90

Foto 18. Casa "Iribarren", de Ongoz. Foto 19. Caso "Garro", de Ongoz. Foto Peña Santiago Foto Peña Santiago

Foto 20. "Garaya" de Santa Fe. Foto 21. "Garaya" de Zabalza. Foto Juan San Martín Foto Peña Santiago (23) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 91

Casa “Ramonena”, de Elcoaz.

Casa “Ramonena”, de ElcoazElcoaz.

Fig. 21

Casa “Ramonena”, de Elcoaz.

Casa "Zubiri",de Adoain.

1.—Bizcarra 2.—Cartela 3.—Pilar (hasta el suelo). o Pendolón 4.—Burro 5.—Solera o Zapatera 6.—Carrera 7.—Solibo 8.—Tabla 9.—Teja 10.—Espiga 11.—Puente 12.—Aguilón (vi a que arrancando de un angulo va a dar sobre la “Bizcarra”). (24) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 92

INSTRUMENTOS Y ENSERES DE COCINA

Fig. 23.—ESCURRIDERA, llamada «espetera». (Larequi)

Fig. 26.—BURRO (complemento del asador). (Larequi.) Fig. 24.—Mesa de cocina. (Larequi.)

Fig. 25.—ASADOR. (Larequi.)

Fig. 27.—GALLO. Hierro con pequeños agarraderos para sujetar el ASADOR. (Aristu.) (25) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 93

Fig. 28.—PARRILLA. (Escániz.)

Fig. 30.—TREBEDE. (Parrilla de tres patas). (Aristu.)

Fig. 29.—PARRILLA. (Aristu.)

Fig. 31.—TREBEDE. (Larequi.)

Fig. 33.—TUPIN. (Ezcániz.)

Fig. 32.—TUPIN. (Olla de hierro colado de tres patas). (Aristu.)

Fig. 34.—TUPIN. (26) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 94

Fig. 35.—LAR. (Cadena de la que cuelga la caldera en el hogar). (Aristu.) Fig. 36.—COLGADOR. (Para que los ratones no puedan al- canzar la comida que pende del hierro.) Fig. 37.—GANCHO COLGADOR. Fig. 38.—GURRINCHAL. (Hierro de atizar el fuego). (Ez- cániz.) Fig. 39.—HIERRO DE LOS PUCHEROS. (Aristu.) Fig. 40.—LOS MORICOS. (Adoain.) Fig. 41.—TAMBORIL. (Asador de castañas). (Jacoisti). (27) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 95

CERAMICA

Fig. 43.—Varios tipos de cerámica de Urraul Alto. Los compraban a los alfareros de Lumbier.

UTENSILIOS DE BRONCE

Fig. 44.—Utensilios de bronce. (28) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 96

FORMAS DE CIERRE, AGARRADOR Y CLAVOS

Fig. 45.—Cerrojo (Ozcoidi).

Fig. 46.—Cierre. (Ozcoidi).

Fig. 47.—Agarrador (Epároz).

Fig. 48.—Clavo de puerta (Sastoya) (29) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 97

MOBILIARIO

Fig. 49.—Armario de nogal de estilo renacentista. (Aristu.)

Fig. 50.—Silla típica del valle. (Larequi.)

Fig. 51.—Armario. (Puerta de armario empotrado). (El- coaz.) (30) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 98

Fig. 52.—Mesa de nogal de estilo renacentista, con ta- bla de una pieza de 3,24 x 0,76 m. (Aristu.)

Fig. 53.—Arca de casa Alemán. (Elcoaz.) Fig. 54.—Cerradura del arca figura 53.

Fig. 55.—Arca de Arielz. Palacio Cabo de Armería. Fig. 56.—Arca de Arielz. Palacio Cabo de Armería. (31) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 99

Fig. 57.—Arca de la Casa de Bigüezal. (Epároz.)

Fig. 58.—Arca de casa Alemán. (Elcoaz.) (32) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 100

VARIOS

Fig. 59.—Chocolatera. Casa Zuza. (Irurozqui.)

Fig. 60.—Pieza de hierro para planchar las pecheras de pliegues.

Fig. 61.—Andador de niño. (Ongoz.) (33) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) (101)

Fig. 62.—«TEDERO». Utensilio para colocar las teas para el alumbrado. (Aristu.) Fig. 63.—«TOSTADOR DE TEAS» (de hierro). En él se co- locaban a secar las teas. (Escániz.) Fig. 64.—«TOSTADOR de TEAS» (de madera). (Aristu.) Fig. 65.—«CANDIL» (de aceite). (Arielz.) Fig. 66.—«CANDILEJA». (Jacoisti.) Fig. 67.—«CANDILEJA». (Jacoisti.) Fig.68.—«FAROL». (34) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 102 YUGOS

Fiq. 69.—Antiguo yugo, abandonado en Larraun.

Fig. 70.—Yugo de Jacoisti, hoy común al valle entero.

Fig. 71.—Yugo para caballerías. (35) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 103

GANCHOS

Fig. 72.—Ganchos para caballerías. Para transportar leña. (Ongoz.)

Fig. 73.—Lera: Pieza de madera y tablas que, arrastra- da por caballerías, sirve para acarrear leña o piedras. (36) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 104

LAYA

PEINES

Fig. 74 .—Laya. Pieza de hierro para labrar la tierra y re- volverla. Común a todo el valle.

Fig. 75.—«Peines». A modo de raquetas que emplean los labradores para caminar por la nieve en invier- no. (Jacoisti.)

ZOQUETA

"Nito"

Fig. 76.—Zoqueta. Pieza un tanto corva, de madera, con la que el segador protege sus dedos meñique, anular y medio de la mano izquierda. (Iruroz- qui.) De uso general en el valle. (37) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 105 plilares, mientras que el de Santa Fe, de mayo- Arín Dorronsoro.Juan.—«El maderamen en las construc- res dimensiones, lo hace sobre doce. En el de ciones antiguas». A. E. Folklore 1932. casa «Estoki» se conservan todavía las divisio- Barandiarán, José Miguel.—«Contribución al estudio de nes o compartimentos para guardar las distin- la casa rural y las condiciones naturales-Ataún», A. E. Folklore 1925. tas clases de grano. Barandiarán, José Miguel.—«Pueblo de Aurizperri (Espi- Luis Peña Basurto al hablar del hórreo loca- nal)». A. E. Folklore 1925. lizado en Orbaiceta (Garaixe de Orbaiceta, valle Barandiarán, José Miguel.—«Los establecimientos huma- de Aezcoa (Navarra). Archivo fotográfico de nos y las condiciones naturales-La casa rural». A. E. Aranzadi —año 1965— foto III.), dice que allí Folklore1926. le dan el nombre de «Garea» al local de alma- Barandiarán, José Miguel.—«Establecimientos humanos y cenamiento propiamente dicho. zonas pastoriles-Barrios de Sasiola, Astigarribia, Olaz, Este tipo de construcción se conoce en Por- Mixoa y Galdua». A. E. Folklore 1928. tugal, Galicia, Asturias, León, Palencia, y en el Esnaola. Juan de.—«Markiniz». A. E. Folklore 1926. país vasco, Etxeberría, J. Francisco de.—«Contribución al estudio de la casa rural y las condiciones naturales-Andoain». A. E. Folklore 1925. FORMAS DE ALUMBRADO Guridi, Leonardo.—«Contribución al estudio de la casa ru- La electricidad ha llegado a Urraul Alto, so- ral y las condiciones naturales-Oñate». A. E. Folklo- bre todo a algunos de sus barrios más aparta- re1925. Hernández de Gurmendi, Juan María.—«Dolmen y case- dos, no hace muchos años. Hasta entonces em- río-Una hipótesis sobre el desarrollo de la vivienda plearon para alumbrarse, el candil, las teas (co- en el País Vasco», en homenaje a D. J. Mendizábal, nocidas también por «tieras» y «tieda»), y el fa- págs. 187-211. San Sebastián 1956. rol. Las tres cosas fueron de uso común en todo Ibarguren, Sinforoso de.—«Establecimientos humanos y el valle. casa rural. Ezquioga». A. E. Folklore 1927. El candil (Fig. 65) lo preparaban con aceite Larrea y Recalde. Jesús de.—«Lastategui, pajar, agrega- y mecha, y el farol (Fig. 68) con vela en su inte- do al caserío». A. E. Folklore 1929. rior. Las teas precisaban de una preparación más Lizarralde, José A. de.—«Establecimientos humanos y ca- trabajosa. sa rural-Oñate». A. E. Folklore 1927. Según los datos recogidos en Aristu, Ezca- Urabayen, Leoncio.—«La casa de Navarra». Madrid 1929. niz y Jacoisti, las «teas» las conseguían de la Urabayen; Leoncio.—«Una geografía de Navarra». Pamplo- na 1959. parte de pino que quedaba con las raíces des- Violant y Simorra, Ramón.—«El Pirineo español-La cocina pués de la tala. Una vez cortado el árbol, es- y el hogar». Madrid 1949. peraban a que se pudriera la parte de madera más blanda, y arrancaban entonces el «coral», lo más duro. BIBLIOGRAFIA SOBRE HORREOS Una vez los trozos de «coral» en casa, los colocaban en el «tostador» de «teas», también Eguren, Enrique de.—«El hórreo en el País Vasco». R. In- ternacional Est. Vascos E/Marzo 1922. llamado «tostadero» (bien de madera o metal), Frankoswski. Eugeniusz.—«Hórreos y palafitos de la pe- que colgaba de una de las vigas que sostienen nínsula ibérica». Madrid 1918. la campana de la cocina de hogar central. Allí Iturriza, Juan Ramón de.—«Historia de Vizcaya», pág. 76. permanecían hasta secarse. Perdida la hume- Larrea y Recalde, Jesús de.—«Garaixe -agregado al case- dad, ponían las «teas» sobre el «tedero» (tres río». A. E. Folklore 1926. o cuatro «teas»] y les prendían fuego, sirvien- Larrea y Recalde, Jesús de.—«Garaixe-agregado al case- do de alumbrado en la cocina. río». A. E. Folklore 1927. Larrea y Recalde, Jesús de.—«Garaixe-agregado al case- BIBLIOGRAFIA río». A. E. Folklore 1929. Larrea y Recalde, Jesús de.—«Garaixe-agregado al case- Aguirre, José.—«Casas de labranza-techumbres». A. E. río». A. E. Folklore 1932. Folklore 1925. Peña Basurto, Luis.—«Garaixe de Orbaiceta (valle de Aez- Aguirre, José.—«Casas de labranza-escape de humos y coa). Archivo Fot. de Aranzadi, foto 111, año 1965. algunos de sus tipos». A. E. Folklore 1927. Peña Basurto, Luis.—«Hórreo de Navarra». Archivo Fot. de Aguirre, José.—«La ampliación de la casa de labranza». Aranzadi, foto 238, año 1964. A. E. Folklore 1928. Peña Santiago, Luis Pedro.—«Hórreo de Vizcaya». Ar- Aguirre, José.—«Empinado de las techumbres-Roncesva- chivo Fot. de Aranzadi. Año 1964. lles». A. E. Folklore 1926. Violant y Simorra. Ramón.—«El Pirineo español-Hórreos». Arín Dorronsoro, Juan.—«Ataún». A. E. Folklore 1926. Madrid 1949. (38) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 106 CAPITULO II BIBLIOGRAFIA Barandiarán, José Miguel.—«Algo más sobre el trillo» ALGUNOS DATOS SOBRE AGRICULTURA. MUNIBE 1955/4. Ataduras de centeno. Las eras y los trillos. Dell’Oca, Salvatore.—«El sílex en instrumentos agríco- las» [pág. 228). MUNIBE 1955/4. Costumbres. Peña Basurto, Luis.—«Más datos sobre el trillo» (pági- na 231). MUNIBE 1956-2/3. Yugos, Ganchos, Leras, Layas, etc... Sansinenea, Juan Miguel.—«Instrumentos agrícolas de ti- po prehistórico». MUNIBE 1955/3. Para atar las gavillas de trigo, en lugar de esparto, utilizaban ataduras preparadas con COSTUMBRES centeno. Al segar el centeno en el mes de julio, se En Eparoz, Imirizaldu e Irurozqui todavía se acostumbraba retirar unos manojos dejándolos celebra la «leala», festejo que tiene lugar al fi- secar en el mismo campo. Una vez bien secos nalizar las faenas del campo, y que consiste en se hacían fajos mayores y los acarreaban a ca- organizar una gran cena, sólo para hombres, con sa en caballerías. pollos, corderos, huevos, etc. En Adoain y Ja- Para desgranarlo sacudían cada manojo con- coisti también hemos recogido datos de esta tra una tabla, árbol o pared. Hecho esto, intro- costumbre. ducían la paja en un pozo durante unas horas, Al parecer, en su origen, se trataba de una y cuando estaba empapada se anudaban las fiesta que celebraban los pastores por San Mi- cañas por la cabeza, resultando una atadura de guel, antes de marchar a invernar a la Bardena. gran resistencia. Este sistema de atado era em- En realidad suponía una despedida en la que se pleado en todo el valle. reunían sus compañeros, amigos y el cura, co- miéndose entre todos una oveja. Al abandonar el valle casi por completo la LA ERAS Y LOS TRILLOS vida de pastoreo, y dedicarse a la agricultura, Actualmente, con la existencia de una fuer- la fiesta ha cambiado también en parte, per- te cooperativa agrícola, con centro en Irurozqui, diendo su primitivo carácter. han sido mecanizadas la mayor parte de las la- bores del campo, y ello ha supuesto la desapa- rición del trillo y el abandono de muchas de las CAPITULO III «eras» en Urraul Alto. Las «eras» de este valle se ven muy próxi- LA MADERA mas a los pueblos y, en casi todos los casos, LOS BOSQUES están emplazadas en su parte alta. Son de forma circular, y la pendiente de la ladera, donde ge- En Adoain recuerdan que años atrás, antes neralmente se ven asentadas, la han salvado de que se construyera la actual carretera, cuan- levantando un murete de contención, que ayu- do trabajaban en el monte cortando madera, aca- da a formar la pequeña terraza que ocupará la rreaban los troncos por el río hasta algo más «era». abajo de la venta de Aspurz. Si los bajaban por Por lo general las «eras» disponen de una el barranco de los Cerrencanos, los llevaban «borda» para guardar la paja y los aperos pro- hasta las proximidades de la venta citada. Los pios de la trilla. Aprovechando el desnivel del troncos iban sueltos o arrastrados por los mu- suelo, el piso alto de la «borda» tiene salida los, según fuera el caudal del agua que llevaba directa a la «era», mientras que la planta baja el torrente. queda a la altura del muro de contención. Una vez en la orilla del Salazar montaban las Los trillos más antiguos eran los de madera almadías, y continuaban hacia el Aragón y el y piedra de silex. Más tarde se introdujo el de Ebro. clavos, y posteriormente el de sierras metáli- Más tarde, al abandonarse las almadías y cas y el de ruedas, también de metal. Todos es- abrirse las pistas, recogían los troncos en el tos trillos fueron de uso común en el valle, y mismo Adoain cargándolos primero en galeras todavía se conserva uno de los de piedras en y después en camiones. Galeras se conservan Ozcoidi. De clavos, sierra y ruedas, se ven aún aún en el caserío «Jacoiste», de Jacoisti. en Arangozqui, Ezcániz, Ongoz, Ozcoidi y Za- Por lo general en todos estos bosques des- balza. cortezan el árbol una vez talado y lo arrastran (39) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 107 en caballerías por arroyos y riachos hasta el Durante generaciones, y hasta hace muy po- lugar de carga. Una vez allí apilan la madera cos años todavía, la economía del Valle de en hileras, una encima de otra, cuidando de que Urraul Alto ha estado ligada por entero a la los troncos de una hilera vayan perpendiculares ganadería, en especial al ganado lanar y vacu- a los de la inmediata inferior. A esta forma de no, sin olvidar el cabrío, caballar y mular. Sin colocar la madera le dan el nombre de «ram- embargo últimamente, y siguiendo la corriente blar» y también «arramblar». que se ha ido imponiendo en otros valles nava- En Ezcániz los arrastraban hasta el arroyo rros y en otros muchos puntos del Pirineo, los Aldaxur y por su cauce, hasta el Areta, en cu- habitantes de la zona centro y sur del valle han yo valle los cargaban en galeras. En Ongoz los ido sustituyendo el manejo del cayado por el bajaban también hasta el Areta, esperando a del arado, dejando de ser pastores para con- que creciera su caudal para hacerlos descender vertirse en agricultores. Las razones de este por el río hasta el puente de «Zukuerreka», en- cambio, entre otras; la dificultad de tránsito, el crucijada hasta la que llegaba primero un gran elevado costo de los pastos, la falta de pasto- camino y más tarde la carretera. res y, cuando los encuentran, los sueldos tan En Larraun los llevaban por el riacho de Aye- altos que deben pagar. El estar alejados hasta chu hasta su unión al río Areta, y ya en él los ocho meses del hogar... dejaban arrastrar por la corriente hasta «Zukue- Así pues, este modo de vida, que desde el rreka». eneolítico había representado la parte funda- En la actualidad las pistas llegan hasta los mental de su economía, está a punto de des- bosques y si no suben hasta el lugar mismo de aparecer de Urraul Alto, del mismo modo que la tala, esperan en el valle la llegada de la ma- sucede en un área muy grande del País Vasco. dera. Los ríos han perdido ya su utilidad para En Urraul, el pastoreo ha quedado reducido a el transporte. cinco aldeas del norte del valle: Adoain, Aye- En Elcoaz se dice que hay que talar los ár- chu, Jacoisti, Aristu y Elcoaz. En el resto, en boles en «creciente». En Santa Fe, es creencia también de que los árboles deben ser cortados algún pueblo que otro, se conservan pequeños en «creciente», ya que es «tiempo muerto». rebaños que tienden a suprimirse ante el em- Si la tala se hace en «crecienten de enero» la puje de las cooperativas agrícolas que ya fun- madera pesa menos, aligera, y en el caso de los cionan y las que se piensan montar (1). pinos, no «tiran la resina», lo que hace que la Dado lo riguroso del clima de este valle en madera que pertenece a árboles cortados en invierno, los rebaños de Urraul Alto se han «creciente» arda mejor. visto siempre obligados a marchar al sur para Afirman también que si se corta en «men- invernar. Las fechas de descenso hacia la Bar- gua» la madera queda «negra», «azulea», y no dena suele ser por Todos los Santos. La subida se aligera aunque haya sido cortada en enero. a la montaña, un poco condicionada por el tiem- y al secarse se agrieta. po que haga en la sierra, por Santa Cruz, o me- diados y finales de mayo. Son siete y a veces hasta ocho meses, que los pastores viven ale- CAPITULO IV jados de sus hogares (2).

EL PASTOREO Evolución. (1) Como recoge Violant y Simorra en su obra «El Pi- rineo español» (pág. 378): «Según una hipótesis for- Les cañadas. Fechas de la trashumancia. mulada por Boch Gimpera. los pobladores pirenaicos, Los pastores. El modo de vida de los pastores como todos los pueblos del Norte de España, adopta- en verano. ron el pastoreo en cuanto fue decayendo la caza y la pesca por efecto del cambio de clima que la prehis- Utensilios de los pastores. Costumbres. Dichos toria registra en el protoneolítico europeo, en que y refranes. todas las especies animales disminuyeron considera- blemente. Por dicha razón, al verse privados de aque- Indumentaria. llos elementos de vida para su sustento, poco a poco Nombres que se dan a las ovejas y al ganado fueron adoptándose a la vida pastoril, con la consi- cabrío. guiente domesticación de algunos animales». Marcas. (2) Los rebaños de los valles de Salazar, Tena, Bielsa y Los espantajos. Gistain, Ribagorza, Andorra, Pallars y Ripollés, des- cienden también hacia los pastos del invierno por Los mercados. Todos los Santos. (40) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 108

Foto 22. Pastor y rebaño al pie de la peña Raxa. Foto Peña Santiago

Foto 23. Espantajo. Foto Peña Santiago (41) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 109 LAS CAÑADAS rralizas. En las corralizas de «La Zapatilla» o en la de «San Pedro», lo suelen hacer las ovejas Este ir y venir que durante generaciones han de casa «Graco». Las de casa «Perutz», en las llevado los ganados trashumantes, y que aún corralizas de «Centenares», y las de casa «Gil- se hace como siglos atrás, está íntimamente co», cuando se trasladaban a Cáseda, lo hacían ligado a la cañada, la ruta tradicional que si- en las de «Valserrano». guen los rebaños para trasladarse de una zona a otra (3). El ganado de la cuenca del Salazar penetra Por Urraul Alto cruzan dos cañadas. Ambas, en Urraul por Ibilceta, borda Irigaray, borda Iri- como es corriente en ellas, marchan por los al- barren, ya en la «lazcarra» de Adoain, sierra de tos, buscando el paso de los collados, evitando Adoain y laderas de Aldaur, donde hacen no- las tierras de labor y los valles. La primera pe- che. El segundo día, en el alto de Zozaibar, em- netra al este de valle, por los montes de Adoain, palman con la ruta que llevan los de Adoain, si- corriendo de Norte a Sur. La segunda, por el guiendo ya hacia la Bardena por el camino an- Oeste, próxima a Aristu, y también marchando tes señalado. de Norte a Sur. La segunda cañada entra en Urraul Alto por Por la cañada de Adoain marchan numero- el puerto de Areta, punto en el que los rebaños sos rebaños de Izalzu, Ochagabía y Escaroz, an- que llegan de Salazar dan por finalizada la pri- tes lo hacían también algunos de Esparza. El mera jornada. Desde allí descienden hacia la camino del ganado lanar de Adoain hacia la Bar- regata Aristu, cruzándola por un puente, un po- dena todavía se hace por la cañada con el si- co más abajo de la aldea del mismo nombre, guiente itinerario: Adoain, faldeando Aldaur, a y ascendiendo seguidamente hasta la muga de la borda de Maralde. Alto de Zozaibar. Paso de Artanga, en el término de Mendigaña, donde Churrada. Proximidades de Zabalza. Borda de hacen noche. Es ahí en ese punto mugante de Ugarra y ermita de Ugarra (Romanzado). Sierra Arizcuren (Valle de Arce) y Arangozqui y Ar- de Napal. Napal. Murillo-Berroya (Romanzan- tanga (ambos de Urraul Alto), donde se unen do). En los alrededores de esta población pasan a las cañadas los ganados de Elcoaz, estos en la primera noche. Al día siguiente, por el Saso su primera etapa, continuando en adelante la de Lumbier, llegan a pernoctar a Lumbier. La misma ruta de trashumancia. Los rebaños de tercera fecha, por , a Cáseda, en la Barde- Aristu van por esta misma ruta. Los de Ayechu, na, quedándose a invernar en alguna de sus co- por Jacoisti y Zubizar, la alcanzan también en el mismo punto.

(3) La relación entre las áreas de cultura dolménica y las de pastoreo actual han sido estudiadas profunda- del río Areta, a poco más de clnco minutos antes de mente por D. José Miguel Barandiarán. Esa unidad de llegar a la foz de Aikoa desde Imirizaldu. Coordena- las dos zonas se encuentra también en Urraul Alto, das de la hoja 142 (Aoiz): 2º 26’ 02” de longitud y confirmando de ese modo la existencia en el valle de 42º 44’ 03” de latitud. Entre campos de labranza que una forma de vida ligada al pastoreo y la trashuman- han borrado enteramente el galgal, se conservan lo- cia desde el eneolítico. sas laterales, inclinadas hacia dentro y unidas en su Tomás López Sellés, entre finales de 1957 y principios parte superior, formando un pequeño abrigo de pas- de 1958, localizó en la zona fronteriza de Urraul Al- tores. La losa Norte tiene 1,64 metros x 1,37 de altu- to y Romanzado nueve dólmenes. Con ellos se com- ra x 0,38 de grueso. La losa Sur, 1,84 metros de an- pleta en parte el área dolménica de Bigüezal y Na- chura x 1,14 de altura x 0,50 de grueso. La orien- vascués estudiada por él mismo. Estos nueve dólme- tación Este se halla cerrada por un terraplén del te- nes se encuentran cerrados entre Imirizaldu, Foz de rreno. Aikoa, Murillo-Berroya, Orradre. Napal y la sierra de «AIKOA II». 550 metros aproximadamente. Imirizaldu. Idokorri. El sector es de gran interés por hallarse no A la entrada de la pequeña foz de Aikoa, a unos cien sólo en terrenos de pastoreo, sino también porque metros de la orilla derecha del río Areta en la inicia- hoy todavía lo atraviesa la cañada que desciende des- ción de la loma. Coordenadas geográficas en la hoja de Adoain hacia la Bardena, pasando junto a la ermi- 142 (Aoiz): 2º25’49” de longitud y 42º43’58” de la- ta románica de Ugarra y sus bordas, enclavadas en titud. Se conservan dos losas y la cubierta, sobre un la misma zona. galgal de 15-16 metros de diámetro y cerca de dos La cañada que baja de Aristu pasa también muy cer- metros de altura. La losa norte tiene 2,30 metros de ca de este sector Idokorri-Ugarra. largura x 0,87 de altura x 0,42 de grueso. La losa Los dos dólmenes que se encuentran dentro del tér- Sur, 1,27 de largura x 1,08 de altura x 0,38 de grue- mino municipal de Urraul Alto, a los que López Se- so. La cámara sepulcral, 1,06 metros de anchura x 2,30 Ilés llama «Aikoa I» y «Aikoa II», reúnen las siguien- de largura. La cubierta, que se halla bien colocada, tes características, todas ellas tomadas de su traba- 2,25 metros de largura x 1,48 de anchura x 0,35 de jo 1966_Aportación al catálogodolménico del PaísVasco. grueso. Desde el monumento se divisa al Norte, Imi- Sector ldokorri-Ugarra», aparecido en la revista MU- rizaldu y Baigurra; al Este, Ugarra; al Sur, la foz de NlBE 1-2 año 1959 (pág.20 -26). Aikoa. La parte Oeste se halla cerrada con piedra me- «AIKOA I» 510 metros aproximadamente. Imirizaldu. nuda. ya que el dolmen se utiliza como refugio de Situado a unos treinta metros de la orilla izquierda pastores. (42) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 110 Cuando Artanga estaba habitado, los caña- coaz y Jacoisti, acostumbran bajar hacia los deros acostumbraban salir a la muga a cobrar pastos de invierno (Cáseda, , Galli- sus derechos, colocando a veces barreras al pa- pienzo, Aibar y Arielz) por Todos los Santos, re- so de la cañada. Las cantidades que hoy se pa- gresando por lo general a últimos de mayo, o, gan oscilan entre diez y cincuenta pesetas. De- a veces, entre Santa Cruz y mediados del mis- pende del rebaño que se lleve y del pueblo que mo mes. Por San Pedro suben de sus pueblos se atraviese. respectivos a los pastos altos de la sierra, en Una vez todas las ovejas en Mendigaña fal- la que permanecen hasta San Miguel, fecha en deando Llegorbe, y por los altos de Urtakain ba- la que vuelven a las bordas de las aldeas para, jan a Ozcoidi. Allí pasan la tercera noche. La de nuevo, en los primeros días del mes de no- siguiente etapa es de Ozcoidi a Sansoain (Urraul viembre, iniciar el ciclo de la trashumancia. Bajo), marchando por las proximidades de Mu- Los ganados de Eparoz y Ozcoidi pasan el ru y de la ermita de la Virgen de las Nieves, a invierno en los campos de sus respectivos pue- Ripodas [Urraul Bajo). Y rodeando Arboniés blos, pero por San Pedro acostumbran llevarlos (Romanzado), a Lumbier. Final de la cuarta jor- a la sierra, recogiéndolos por San Miguel. nada. La quinta, atraviesan la sierra de Aibar Los de Ezcániz (hace un año dejaron el re- y por Aibar a Cáseda. La sexta etapa les lleva baño, ya no se dedican al pastoreo), al igual de Cáseda al monte Peña, y la última, sexta pa- que lo hacen todavía en Imirizaldu, Irurozqui ra los rebaños de Ayechu, Aristu, Jacoisti y El- y Zabalza, guardaban todo el año el ganado en coaz, llegan a los alrededores de Carcastillo, su propio término. donde pasarán el invierno en corralizas parti- Algunos de estos pueblos que hoy ya no culares. Otros marchan a las de y marchan a la Bardena, hasta no hace muchos hay quienes bajan o bajaban a Aibar, Arielz y años sí lo hacían. La razón de ese abandono de hasta . la cañada es que poseen pocas ovejas y se de- El regreso lo hacen mucho más rápido. Los fienden con ellas en los terrenos del pueblo y ganados de Adoain llegan en un solo día hasta montes cercanos. Lumbier y para el segundo han alcanzado la al- dea. Los de la segunda cañada para la primera LOS PASTORES: noche están en Cáseda. El día siguiente en las proximidades de Aibar. El tercer día hasta San- En Urraul Alto existían tres categorías en la soain (Urraul Bajo). El cuarto se quedan a per- condición de pastor: Mayoral (4), pastor y «ra- noctar en algún punto de los altos de Eparoz, patán». En nuestros días todavía subsisten las donde les coge la noche, llegando ya al día si- dos primeras, la tercera ya no se conoce, al me- guiente a Elcoaz y Ayechu. Los salacencos em- nos en este valle. No hace aún demasiado tiem- plearán todavía una fecha más, o dos. Por lo po que los «rapatanes» se veían obligados a des- general suben más ovejas que han bajado, ya empeñar con los rebaños la misma labor de vi- que estos rebaños crían en la Bardena, pero gilancia que actualmente llevan a cabo los pe- hay veces que se han vendido los corderos o rros: guardar las ovejas, correr tras ellas, bus- parte de ellos en las poblaciones donde han car y llevar al redil las extraviadas. También invernado. debían ayudar a preparar la comida, etc. Con la El orden de marcha en estos rebaños tras- introducción de los perros la situación de los humantes suele ser siempre el mismo. Delante «rapatanes» mejoró algo, al tiempo que no los los «cabezos» con el «truco» (da el bajo) o el iba haciendo tan imprescindibles, por lo que «esquilón» (da el agudo). Su importancia es enor- progresivamente fueron desapareciendo de las me ya que estos «guiones», llegado el momen- cañadas y zona de pastos. En la actualidad los to, arrastran consigo a las ovejas, haciéndolas perros pastor han alcanzado tal importancia que arrancar de situaciones comprometidas. Tras en Urraul, por lo general, se compran ya ense- ellos las cabras. Después las ovejas y finalmente ñados. los burros o caballerías que llevan el «compa- naje» (comida y vituallas). Todo el ganado va (4) El cargo de «mayoral» acostumbra desempeñarlo un flanqueado por dos o más perros y los propios pastor entendido en el cuidado de las ovejas y con pastores. experiencia en los distintos aspectos de la vida tras- humante. A veces los rebaños van únicamente al man- LAS FECHAS DE LA TRASHUMANCIA: do del «mayoral» por ausencia del amo, en esos ca- sos él es la autoridad máxima entre los pastores y de- Los rebaños de Adoain, Aristu, Ayechu, El- ben obedecerle. (43) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 111 Los «rapatanes» eran niños que se contrata- «Rasera», semejante a la espumadera mo- ban por la misma época que a los pastores, de derna, pero de madera. Se empleaba para dar San Miguel a San Miguel, recibiendo por sus vueltas a las migas en el «calderín». servicios poca o ninguna retribución más que «Calderín», recipiente donde se preparan las su sustento. «migas». EL MODO DE VIDA EN LOS PASTOS «Salero», como salero empleaban un asta DE VERANO: abierta por la punta y con un tapón de corcho o Por lo general los pastores que suben con madera en la más ancha. los rebaños a la sierra, permanecen allí hasta «Sopero», piel de cabra, curtida, que sirve San Miguel (5) durmiendo en chozas de tepe, para preparar las «migas», cortarlas («el mi- piedra y ramas, aunque en estos últimos años gar»), o desmenuzar, desmigar, las «sopas ca- se han construído «chabolas». Según sea la zo- nas». Del «sopero» pasan al «calderín». na, les llevan el «companaje» cada tres o cua- COSTUMBRES, DICHOS Y REFRANES: tro días, pero a los que se encuentran en el A los pastores se les contrata de San Mi- puerto de Areta les aprovisionan semanalmen- guel a San Miguel. Antes se les pagaba en es- te. La comida del pastor suele consistir en hue- pecie y también en ovejas. En nuestros días, vos, «chula» (tocino blanco), «migas», bacalao en general, se paga en metálico. y «sopas canas». Pero esta alimentación ha va- En Adoain dicen que «cuando va a hacer mal riado también bastante al poder llegar hasta tiempo las ovejas sacuden las esquilas». En ellos carne, embutidos y conservas, tres artícu- Aristu, se cree que «cuando en invierno las los en los que no podían pensar hace sólo unos ovejas comen bojes, y suenan mucho las es- cuantos años atrás. quilas, nieve segura». En Elcoaz y Eparoz: Las «sopas canas», las «migas» y la «chula» «Cuando repican fuerte las esquilas va a cam- han sido durante generaciones la comida tra- biar el tiempo». En Ezcániz: «Cuando repican dicional del pastor. Las «sopas canas» se hacen mucho las esquilas señal de tormenta». En derritiendo la grasa y poniéndole leche y pan. Ayechu: «Cuando hay tormenta la víspera repi- Las «migas» se preparan calentando sebo en el can las esquilas». Ongoz: «Cuando se sacuden «calderín» y añadiéndole cebolla y ajo picado las ovejas en invierno es que va a nevar», y en muy fino. Luego agua. Se retira el «calderín» Ozcoidi: «Cuando comen bojes y repican las cuando las migas han quedado sueltas y dora- esquilas, señal de llover». das. Otras recetas de «migas» ver: «Bol. de la Hay que dar sal a las ovejas por lo menos Cofradía Vasca de Gastronomía.. Año II, cuader- una vez al mes. En Jacoisti, próximo al pueblo, no 1.º, página 48/50. Autor, Busca Isusi. San tienen preparado un lugar con piedras, forman- Sebastián. 1964. do pequeñas mesas, donde les dejan la sal. El UTENSILIOS DE LOS PASTORES día, dicen, debe ser «cuando la luna esté en Para comer acostumbraban emplear cucha- cualquier día que no sea cambio de luna, por- ras de boj de mango ancho. En la actualidad ya que si no se ponen «modorras». Dicen: («se no se usan, ni existe industria que en el valle ponen locas»). Además debe hacerse a pleno se dedique a la fabricación de las mismas. El día y que no haya humedad. En Elcoaz es creen- único dato que hemos conseguido al respecto cia que no hay que darles sal los viernes, y en ha sido el que en Elcoaz existe una casa que Aristu dicen que «los viernes no hay que dar Ilaman «El Cucharero» porque, según nos con- sal a los rebaños y los días que tienen R, tam- taron, hace muchos años vivió allí un hombre poco». que hacía utensilios de madera, preferentemen- INDUMENTARIA: te cucharas (6). La boina, el «espaldero», el «zurrón», el «de- lantero», las «polainas» y las «abarcas» están (5) Esta fecha es también tradicional en otros valles pi- todavía en uso entre los pastores de Urraul. An- renaicos. (6) Sobre utensilios es interesante consultar el trabajo: tes, en lugar de boina, se empleaban sombreros «Artistas anónimos», de Bernardo Estornés Lasa, en de fieltro negro, como en Salazar y Roncal. Pe- «Revista Internacional de Estudios Vascos» (Jul.-Sep. ro hace ya tiempo que dejaron de usarse. 1930, y en «Eusko-bilkin-degi», boletín del Museo Vas- co Etnográfico de San Sebastián [Sección IV), de José El «espaldero» o «zamarro», es por lo gene- Aguirre. También se encuentran datos en «El Pirineo ral de piel de cabra curtida. También los hay español», de Violant y Simorra, y en «Síntesis etnográ- de piel de oveja. fica del Pirineo español» (Zaragoza, 1950), del mis- mo autor catalán. El «zurrón» actualmente es una cartera de (44) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 112 cuero, pero aún se ven de los que se hacían Para marcarlas preparan pez hervida en un con una piel de cordero. Nos dijeron que el ani- caldero e introducen en él el hierro que lleva mal debería pesar unos cinco kilos aproxima- el distintivo del propietario, aplicándolo acto damente, no más. Se cosía la piel. La parte del seguido al animal. A las cabras, con el hierro cuello se dejaba de abertura superior, y las cua- rusiente, las marcan en una de las astas. tro patas, unida la delantera con la trasera de «La señal» consiste en uno o varios cortes su lado correspondiente, servían de tiras, a mo- en una o en las dos orejas, y que según en qué do de mochila. forma lo hagan llevan nombre diferente. En El «delantero», de piel de oveja, es como un Urraul Alto son de cuatro tipos: «raja», «hues- delantal con peto, que se sujeta con una tira ca», «despunte» y «ramo». de cuero, que pasa por el cuello de quien lo La «raja» es un rasgado que se les hace de- lleva, y que por abajo se prolonga hasta las ro- lante de la oreja, atrás o de arriba abajo. La dillas, ciñiéndose a muslo con unas ataduras «huesca» es un corte a modo de cuña que pue- también de cuero. de ir en las tres posiciones descritas. El «ramo» «Polainas»: Pieza de cuero o tela fuerte que es un corte en ángulo recto que sólo puede se pone en la pantorrilla sujeta con cinco o seis ser de la mitad hacia adelante o de la mitad de hebillas. la oreja hacia atrás: «despunte», es el despun- «Abarcas», actualmente son de goma y las tar la punta de la oreja. compran en Lumbier. Recuerdan que antigua- Las señales de pez responden por lo general mente se empleaban de cuero y con tachuelas. a la primera letra del apellido del propietario o «Peines», a modo de raquetas hechas de cho- del nombre de la casa. Así los de casa «Braco», po y pino para caminar por la nieve. de Adoain, llevan pintada una B mayúscula, y los NOMBRES QUE SE DAN A LAS OVEJAS de casa «Elizari», de Zabalza, una E, también Y AL GANADO CABRIO: mayúscula. La letra es en la actualidad la mar- ca más generalizada en todo el valle. Sin em- Estos nombres han sido recogidos en los bargo, en casos muy contados, todavía subsis- pueblos de Adoain, Aristu, Ayechu, Elcoaz, Epá- ten algunas de las antiguas marcas de los re- roz, Ezcániz, Irurozqui, Ongoz, Ozcoidi y Zabalza. baños. La causa de su casi total desaparición Ganado lanar: (7) hay que buscarla en la introducción de la cos- De un año, «casi hasta San Miguel». COR- tumbre de señalarlas con letras y en la desapa- CERO. Más de un año, BORREGO O BORREGA. rición de muchos rebaños, bien sea por venta, Dos años, PRIMAL o PRIMADA. Tres años, CUA- para dedicarse sus dueños a la agricultura, bien TROMUDADA. Cuatro años, SEISDIENTES o por despoblamiento de las aldes como ha suce- MAYORENCA. Cinco años o más, CERRADA o dido en Larraun, Aizcurgui, Arangozqui, en la VIEJA. Carnero, MARDANO. cuenca del Areta; Artanga y Sastoya, en la del Ganado cabrío: Sastoya; y Guindano y los Cerréncanos, al este CABRITO, hasta el primer año. SEGALLA, del valle. más de un año. CABRA, de dos años en ade- Los viejos signos que hemos podido locali- lante. Macho cabrío, CHOTO. Macho cabrío cas- zar pertenecen al caserío Larraun (abandonado trado, IRASCO. hace trece años); a casa «Isquerrena», de La- MARCAS: requi (el pueblo está abandonado, pero todavía En Urraul Alto identifican las ovejas por dos acude allí su propietario para atender campos marcas, esta costumbre está igualmente gene- y ganados): a casa «Iribarren», de Ongoz, y ralizada en todo el Pirineo. Sirven para recono- casa «Palacio», del mismo pueblo (han dejado cer el ganado perdido o que, marchando por recientemente el rebaño); casa «Adoñena», de la cañada o pastando en el puerto, se ha mez- Ozcoidi, y casa «Torre», de Irurozqui. clado con algún otro rebaño. Estos signos de propiedad han perdido por A una de ellas le dan el nombre de «la mar- completo el significado que pudieron tener si- ca». Es la que se hace al rebaño después de glos atrás. Los que encontramos en Urraul Alto esquilarlo en la Bardena por el mes de mayo. son todos ellos de las mismas características En los pueblos donde las ovejas. no marchan de los que se ven todavía en los rebaños de a invernar las esquilan por San Juan, en el mes Roncal, Ansó, Gistain, Benasque, Bohí, Pallars, de junio, y seguidamente las marcan. etcétera, y a veces resultan de una similitud asombrosa con algunos símbolos prehistóricos. (7) El ganado lanar en Urraul Alto es de raza «churra». Para algunos autores estas marcas simboliza- Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) (45) 113 ron divinidades protectoras (los espíritus de los jar a las ovejas y vacas de los prados ajenos. muertos o antepasados, el sol, etc.), con las Consiste en una piel de cabra atada a una rama que pretendían defender a sus ganados de los de aliso, clavada en tierra y debidamente ase- espíritus malignos. En los últimos siglos, con gurada con una estaca. Nos dijeron que a la la cristianización de nuestra montaña, y aparte piel de cabra le habían puesto «Alun», sustancia de signos cristianos, se emplearon también que se emplea para curtir las pieles. El gana- monogramas de Jesús y María, aunque estos do lanar y vacuno se aleja siempre de ese lu- dos últimos dibujos no los hemos encontrado gar. También nos indicaron que cuando los es- en Urraul Alto en marcas de ganado. palderos de piel de oveja, o cabra, que llevan La cruz de aspa, signo corriente en el gana- los pastores, están recién curtidos, los anima- do lanar pirenaico, aparece ya en la prehistoria les no se aproximan. en fragmentos de huesos hallados en la Dor- dogne, en los recipientes de asta de reno des- LOS MERCADOS cubiertos en la Grotte des Cottés, en cerámica Anteriormente los habitantes de Urraul Al- neolítica y en la cerámica de algunos castros to acudían al mercado de Urroz. Todavía lo ha- excavados en Galicia, además de una fíbula de cen, pero en menor número que antes, ya que la Edad del Hierro, en Portugal. Se encuentra ahora acuden de Pamplona, Lumbier, Artieda y también en la «Laja de los Hierros» (8), y en Aoiz directamente, para comprarles el ganado, la «Pedra da Bollusa», de Galicia (ver «Corpus las pieles o la lana. Las ovejas acostumbran a petroglyphorum gallaeciae», de Sobrino Buhi- venderlas para carne, aunque también las lle- gas. Santiago de Compostela. 1935). van para el recrío. La cruz simple se ve en los cantos pinta- dos de Mas d’Azil (Ariage), en la «Laja de los BIBLIOGRAFIA Hierros» [Andalucía), y grabada en dólmenes Aguirre. José.—«Chozas y cabañas». A. E. Folklore (pág. catalanes y asturianos. Tanto Wernert como 125).1926. Obermaier han llegado a dar a este signo una Aguirre, José.—«Eusko-bilkin-degi» (Bol. Museo Vasco Et- interpretación antropomórfica. nográfico de San Sebastián, Sección IV). El círculo rematado con una pequeña cruz, Arín Dorronsoro, Juan.—«Establecimientos humanos y zo- se encuentra representado en un grabado del nas pastoriles. Ataún». A. E. Folklore 1927. dolmen de Corao (Portugal) y en el dolmen de Barandiarán, José Miguel—«Poto o vaso pastoril». A. E. Espolla (Gerona). También está en la «Laja de Folklore 1921. los Hierros». Barandiarán, José Miguel.—«Contribuciones al estudio de La cruz orlada por un círculo (signo alfabe- los establecimientos humanos y zonas pastoriles del País Vasco». A. E. Folklore 1927. tiforme creto-egeo, según Dèchelette) ha sido Barandiarán, José Miguel.—«Contribución al estudio de los considerada como un signo solar, aunque en ca- refugios del País Vasco». A. E. Folklore 1928. sos ha podido tratarse también de un amuleto Barandiarán, José Miguel.—«Notas sueltas sobre el pasto- cristiano. Para el mismo Aranzadi la cruz dibu- reo en Gorbea (Vizcaya) ». A. E. Folklore 1955. jada de esta forma significaba el sol. Buhigas, Sobrino.—«Corpus petroglyphorum galleaciae». El círculo partido de arriba a abajo, en su Santiago de Compostela 1935. diámetro, por una raya, ha sido hallado también Estornés Lasa. Bernardo.—«Artistas anónimos», en «Revis- en un dolmen portugués. ta Internacional Estudios Vascos. (Jul.-Sep.). San Se- La última de las marcas antiguas localiza- bastián 1930. das en Urraul Alto responde, al parecer, a la re- Garmendia, Pedro.—«La svástica». A. E. Folklore 1934. presentación del báculo y la espada, similar al González, Saturio.—«Industria pastoril en la sierra de Bur- gos», en Atlantis (cuadernos III-IV). Madrid 1941. escudo de , y que bien pudiera Gorostiza, Eulogio de.—«Chozas del Gorbeie» (Zeanuri). considerarse como un signo cristiano de pro- A. E. Folklore 1928. tección. López Sellés. Tomás.—«Aportación al catálogo dolménico ESPANTAJOS del País Vasco. Sector Idokorri-Ugarra». MUNIBE 1/2. San Sebastián 1959. Todavía en el término de Larraun hemos vis- Menaya. Carlos.—«Curiosa huella...». MUNIBE 1955/3. to colocado un «espantajo», que sirve para ale- Paillen. Jean eta Dominique.—«Xuberoan artzain». A. E. Folklore1957/60. (8) Los datos citados en la interpretación de los signos Peña Santiago, Luis Pedro, y Ayestarán. José Antonio.— han sido tomados de Violant y Simorra («Posible ori- «Artesanía rural, fabricación de objetos de madera en gen y significación de los principales motivos decora- tivos...». (Págs. 104, 107, 124, 135. 159.) la villa de Aranaz (Navarra)». A. E. Folklore 1961. (46) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 114 Schneider, Marius.—«El origen musical de los animales mano, que estaba marcado en el suelo por una símbolos, en la mitología y escultura antiguas». Barce- raya o con piedras. Los situados sobre la raya lona 1946. iban tirando cada uno una piedra. Si no le daban Thalamas Labandíbar, Juan.—«El colectivismo de los pas- al «chute» (al cuerno) debían quedarse quietos tores vascos», en «Yakintza. (pág. 388). 1935. en el lugar donde había quedado la piedra que Violant y Simorra. Ramón.—«El Pirineo español». Ma- drid 1949. cada cual había lanzado. Si pretendia alguno Violant y Simorra, Ramón.—«Posible origen y significado de estos escapar de su sitio, hacia la raya de de los principales motivos decorativos y de los signos lanzamiento, quien estaba en el «chute» podía de propiedad usados por los pastores pirenaicos». (Rev. correr hacia él y si lo cogía, el alcanzado pasaba Dialectología y Tradiciones Populares). 1958-1/2.Ma - al puesto de vigilar el cuerno. Así que, en la drid. mayor parte de los casos, se esperaba a que Violant y Simorra, Ramón.—«Síntesis etnográfica del Piri- uno de los jugadores acertara con su piedra al neo español y problemas que suscitan sus áreas y ele- «mardano», lo que obligaba al que estaba a su mentos culturales». Zaragoza 1950. lado a correr a por el «chute», circunstancia Violant y Simorra, Ramón.—«Notas de etnografía pastoril que aprovechaban los que habían errado y es- pirenaica». «Pirineos» (Abril-Junio). Zaragoza 1948. taban con sus piedras, para echar a correr ha- Anuario de Eusko-Folklore 1955.—«Vida pastoril en el País cia la raya salvadora. Caso de que todos falla- Vasco». Anuario de Eusko-Folklore 1956. «Vida pastoril y agrícola ran, tenían que arreglárselas para llegar a la ra- en el País Vasco». ya sin ser alcanzados por quien guardaba el «chute». Si todos conseguían burlar su vigilan- cia, volvía a colocarse en su sitio y el juego CAPITULO V se reanudaba. Si alcanzaba a alguno, él pasaba al bando de los lanzadores y el cogido marcha- LOS JUEGOS ba junto al cuerno, volviendo a continuar el El chute, la calva, la pelota y la barra juego. En Urraul Alto había dos juegos muy gene- «LA CALVA»: ralizados: el «chute» y la «calva». También se juega a la pelota. El juego de «barra», aunque Los datos de este juego se tomaron en Aye- se practicó, no llegó a alcanzar la popularidad chu, Ezcániz, Ozcoidi y Zabalza. de los tres primeros. El juego consistía en colocar en tierra una pieza de madera a la que daban el nombre de LA PELOTA: «nito». Junto a ella se ponía el «juez» del jue- Aunque en nuestros días existen frontones, go. Desde una distancia determinada se debía ti- antes jugaban a la pelota en cualquier pared, y rar a darle al «nito» (Fig. 77). La pieza que arro- también en las de la iglesia. En Ozcoidi nos con- jaban, «la calva» (78) era una piedra cilíndrica taban que solían jugar mano a mano, o por pa- de ocho milímetros de diámetro y veinte de al- rejas. El partido lo hacían a «cuatro juegos». El tura, aproximadamente. Cada jugador tenía su primer tanto puntuaba 15; el segundo, 30; el «calva», y las tenían en gran aprecio: cuando al- tercero, 40. Quien hacía el tanto siguiente se guno la perdía era frecuente oír «pa días pillo apuntaba el juego. En caso de empate a 40, de- ”calva” como esa, estaba enseñada», o frases bían ganar dos tantos seguidos para apuntarse parecidas. el juego. Posteriormente ya comenzaron a ju- La costumbre era jugar dos contra dos o tres garse los partidos a 22 tantos. contra tres, más no. Las partidas eran a 44 tan- tos. Se debía tirar la «calva» por el aire. Si se «EL CHUTE»: daba al «nito» se sumaban 8 puntos, pero si se Los datos que hacen referencia este juego completaba una tirada sin que ninguno de los han sido recogidos en Adoain, Ayechu, Ezcániz, que estaban jugando acertara a dar a la madera, Jacoisti y Zabalza. se apuntaba cuatro puntos el equipo cuyo juga- Para jugar al «chute» se juntaban unos cuan- dor había lanzado la «calva» más cerca del «ni- tos hombres o mujeres, y ponían sobre una pie- to». En Zabalza jugaban a 40 tantos. En Ayechu dra un cuerno de carnero o «mardano». Al lado en lugar de «nito» hincaban en tierra una piedra. de la piedra se colocaba el hombre o la mujer El resto, igual. a la que le había tocado en suerte ocupar ese BARRA puesto, el resto de los que participaban del jue- Los informes han sido facilitados en Ayechu go se dirigían a un lugar establecido de ante- y Ozcoidi. (47) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 115 Las barras en Urraul Alto eran de unos 60 «...declaramos que el dicho Vicario, y sus subce- cm. de longitud y 3 de diámetro aproximadamen- sores cumplan con la obligación de explicar el te, menos la cabeza, donde se ensanchaba como Santo Evangelio, leyendo cada vez un capítulo co- una bola y terminaba en punta. El juego consistía rrespondiente al día inter misarum solemnium, en ver quién podía lanzarla más lejos, pero tenía por el catecismo romano del P. Eusevio de Nie- que pegar en tierra, «de punta». «Buena» decían remberg esplicado aquel brebemente en lengua «tiro» y «mala» decían «talo». basconguada». Para ver si éste era un mandato general del Obispado para el valle, miramos en la parroquia de Irurozqui. Efectivamente. Encon- CAPITULO VI tramos en el Libro de cuentas a primiciales de la LA LENGUA parrochial de Irurozqui, folio 15, mandato de 1720, y que dice: «Y declaramos que el dho abad y sus El vascuence en Urraul Alto. subcesores cumplan con la obligación de explicar Vocabulario. el Santo Evangelio, leiendo cada vez un capítulo Es difícil establecer con precisión la pervi- correspondiente al día intermisarum solemnia vencia del vascuence en Urraul Alto. Testimo- por el catecismo tomado del padre Eusebio de nios escritos e indigaciones directas nos llevan a Nieremberg explicado aquel brevemente en len- creer que ésta se habló hasta mediados del si- gua bascongada». gla pasado en algunas familias de la parte alta y Por los cuales deducimos que por lo menos occidental del valle, quizá hasta finales del siglo, la mayoría de los habitantes ignoraban el caste- y algunas personas bilingües aun han vivido a llano, a la vez que los curas demostraban estar primeros del presente. influidos hacia el castellano por las enseñanzas Daremos cuenta cronológica de las noticias recibidas, y que encontraban ciertas dificulta- y finalmente una relación de vocablos de raíz des para expresarse en « lengua bascongada». vasca, algunos del romance cuyo arcaísmo es in- No hemos mirado en otras parroquias, pero negable, así como otros localismos relacionados creemos que se repetirá dicho Mandato del obis- con las formas de vida autóctona del valle, aun pado de Pamplona a raíz de la visita pastoral a cuando sus raíces provengan del castellano. aquella comarca. Lo que sí sería interesante es Suponemos que el contacto del valle con el confrontar en Urraul Bajo y otras comarcas de castellano debía ser muy antiguo. Pues aunque Navarra, por aquellos años, para ver si se pue- no seguro, sí es de crer que en el valle del Ro- den extraer testimonios de la pervivencia del manzado, limitando con Urraul Alto por el Sud- vascuence. Podían aportar más testimonios a la este, se habló desde muy antiguo, pues su nom- geografía histórica de la lengua. bre, según R. Menéndez Pidal (1), debió tomar Angel Irigaray, en el aludido mapa lingüístico por la penetración de habla romance. Sin embar- de Navarra (2), el límite que establece para go, según Irigaray (2), hay testimonios de habla 1778 abarca por entero al valle como de habla vasca en el Romanzado a mediados del siglo XVI, vasca. Ello se puede considerar con seguridad aunque bien puede ser por una recuperación por en lo que respecta a este valle, pues es el prín- el contacto de los pueblos de habla euskérica cipe Bonaparte quien testimonia el bilingüísmo que le circundaban. en 1863. A Urraul Alto señala dentro del dialecto Respecto a Urraul Alto, en la relación de nom- Alto Navarro meridional, y justo existe, en su bres de pueblos, como pertenecientes al obis- mapa, la línea divisoria del vascuence en la mi- pado de Pamplona, en 1587 (3), aparecen nom- tad del valle (4). Cita entre las localidades de ha- brados dentro del área de habla vasca: adoayn, bla vasca: Adoain, Arangozqui, Aristu, Artanga, aragoz, aycurgui, ayechu, cabalça, elcoaz, epa- Ayechu, Chastoya, Elcoaz, Jacoisti, Larequi y On- roz, escaniz, guindano, larequi, ozcoidi, xacoyt e goz. yrrurozqui. Los pueblos que figuran fuera del área del A. Irigaray (2), en el mapa lingüístico esta- vascuence son: Aizcurgui, Cerrencano, Epároz, blecido para 1778, incluye también la totalidad Ezcániz, Guindano, Imirizaldu, Irurozqui, Ozcoi- del valle dentro del área de habla vasca. di, Santa Fe y Zabalza. Más Arielz, que es un en- Al documento hallado por Juan Pablo Gil de clave de Urraul Alto en Urraul Bajo. Jacoisti debemos la interesante noticia que a La delimitación del dialecto Alto Navarro sep- continuación transcribimos. En el Libro de cuen- tentrional, en dicho mapa, baja por el valle de Sa- tas, quinque libris del lugar de Jacoisti, folio 6, lazar rayando por los Cerrencanos, pero sin in- se lee en un Mandato del 12 de junio de 1720: cluirles hasta Racas Alto de Almiradío de Na- (48) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 116

Foto 24. Fotocopia del documento parroquial de Jacoisti, donde dice sobre la predicación en vascuence, en 1.720. Fofo Juan San Martín (49) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 117 vascués. Lumbier, quien nos refirió un episodio que pone De ello se deduce que por lo menos perdura- de relieve su heroica fortaleza en los contratiem- ba el bilinguismo, en 1863, en las partes alta y pos de la vida. Estaba predicando la misión al occidental del valle. En el resto apenas se habla- octavo batallón de Guipúzcoa en vascuence: su- ría, pero ello no quiere decir que no hubiera per- cedió que fue a sustituirle en su puesto al déci- sonas ancianas que supieran vascuence: prue- mo de Navarra, de lo cual, como tuvieron confi- ba de ello son los testimonios recogidos a viva dencias los miqueletes de Irún, intentaron ha- voz, sobre los cuales trataremos más adelante. cer de noche una sorpresa a la avanzada, que es- Un dato de gran interés constituye la cita de taba de guardia en la carretera, aprovechando las Bonaparte que hace Riezu y también recoge Villa- sombras de la noche, lo consiguieron, haciendo sante (5) sobre el dialecto Alto Navarro meridio- una descarga y matando un oficial con dos o tres nal, en carta dirigida por el príncipe al canónigo soldados, después de lo cual se dieron a la fuga. Inchauspe, con fecha del 5 de septiembre de Este suceso produjo la alarma consiguiente en la 1868: «Hace cincuenta años todavía era este dia- guarnición, y el P. Elzeario huyó escapado, mas lecto el de mayor extensión de la lengua. Los in- nuestros misionero, lejos de atemorizarse, mar- folios y los incuartos que de él poseo son más chó al lugar del suceso, alentó a la tropa y prosi- que suficientes para construir una pequeña lite- guió y terminó la misión con toda felicidad.» ratura religiosa, más roca que la suletina impre- De lo que no tenemos ninguna prueba segura sa, y casi tan abundante como la vizcaína». (So- es de que si al volver a Adoain si llegó a predi- bre algunas particularidades de este dialecto tra- car en vascuence. De sus propios sermones tra- tó Irigaray en el «IV Symposium» celebrado en ducidos al vascuence, que hace mención Ciáu- Pamplona en diciembre de 1965 [6].) rriz, no se sabe el paradero. Pues hubiera sido Gorosábel (1803-1869), aun en su tiempo, po- interesante el comprobar hasta qué punto in- día escribir que el vascuence se hallaba en uso fluía en él el dialecto Alto Navarro meridional, «en la montaña de Navarra con inclusión de la que en cierto modo nos hubieran dado la medida cuenca de Pamplona y tierra de Estella. (7). de las peculiaridades del habla de Urraul Alto. No podemos eludir sin mencionar a un perso- El P. Esteban de Adoain, además de perfec- naje importante del valle vinculado estrecha- cionar su vascuence, lo cultivó con interesantes mente con el idioma vasco: el Padre Esteban de aportes, además de la prueba evidente de sus Adoain, cuyo nombre de pila era Pedro Francisco sermones, con adiciones a un diccionario inédi- Marcuello Zabalza, nacido en la casa Eneco de to confeccionado por el Padre Pablo de Estella Adoain el 11 de octubre de 1808. Su padre, Juan (1758-1824), cuyo manuscrito obra en poder del José, era natural de Ayechu, y su madre, Francis- R. P. Gumersindo de Estella, en Pamplona. El ca, del mismo Adoain. Según Ciáurriz (8), mar- mismo perteneció al Padre Adoain, quien con su chó de fraile a la edad de 20 años, en 1828, y una puño y letra le añadió 482 vocablos: según he- vez ordenado de padre capuchino partió de misio- mos podido comprobar en una mecanografiada nero a América. Regresó a Francia en 1873, con de dicho diccionario, cedido amablemente por 65 años. Pasó de Toulouse a Bayona, y «aquí se nuestro común amigo Pedro Díez de Ulzurrun, dedicó algún tiempo a aprender vascuence, o ha- médico, numerosos vocablos coinciden con los blarlo con más propiedad, a perfeccionarse en es- recogidos por nosotros. El P. Adoain murió en ta milenaria lengua que en sus primeros años Sanlúcar de Barrameda el 7 de octubre de 1880. aprendió, por ser la que se hablaba en Adoain, Blas de Fagoaga, que dio a conocer la línea aunque no mucho tiempo después se perdió su extrema del euskera en Navarra, según la Guía uso, desgraciadamente: mas por la falta de ejer- Eclesiástica de 1904, no incluye dentro del área cicio, en tantos años como había permanecido en de habla vasca a ningún pueblo de Urraul Al- el extranjero, no estuviese muy expedido en ha- to (9). blarla con la perfección que se requería para pre- Azkue, en 1925, incluye a Aristu en el prólo- dicar la divina palabra, procuró ejercitarse en go de su Diccionario, al citar la extensión de ca- ella, tradujo al vascuence varios sermones de los da dialecto del vascuence entre los pueblos de que tenía, y evangelizó los países vascongados, habla Alto Navarro (10). Sin embargo, en la úni- no sólo de allende los Pirineos, sino también al- ca casa que actualmente es habitada en Aristu gunos pueblos de la montaña de Navarra». Ade- reside Luisa Aristu, de 81 años, y que no recuer- más, continúa diciendo que: «De Vera pasó a dar da haber hablado vascuence en este lugar. Su otra misión en Lastaola, donde había fuerzas car- esposo, Francisco lturri Mina, que murió con 64 listas, en compañía del R. P. Buenaventura de años, en 1943, sí que hablaba vascuence, pero (50) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 118 era natural de Azparren, del contiguo valle de antaño fue común para todo el valle. Hay un di- Arce. Es casi seguro que Azkue se referiría a esa cho muy extendido que dice: «Pardix jabalí; sa- única persona no nativa del valle, o de lo con- lacenco lobo». trario se basó en testimonios muy anteriores, ya Por último, como testimonio del uso de la que de lo contrario Luisa Aristu tenía que re- lengua vasca hasta fechas no muy lejanas, apun- cordar. taremos que en el vocabulario recopilado se re- En Elcóaz, Antonio Ayechu, natural del mis- cogen cerca de un centenar de palabras, de raíz mo pueblo, que murió en 1916 con más de 80 vasca, no recogidas por Azkue en su Diccionario, años, hablaba vascuence: habitualmente mante- y más de medio centenar que no figuran en el nía sus conversaciones en euskera con su es- Vocabulario navarro de Iribarren (11). Algunos de posa, Francisca Miquelena, natural de Jaurrieta, estos vocablos sólo los recuerdan los habitan- que a su vez falleció en 1912 a la edad de 70 tes, pero la mayoría siguen siendo de uso co- años. Contado por su nieto Bernardo Iriguíbel, rriente, incorporados como euskerismos en la de 63 años. lexicografía castellana de hoy. Por dicha razón Nos cuentan también que Fermín Errea, de los expondremos en ortografía castellana. la casa «Juanclaman» de Elcóaz, hablaba bastante Además, los vocablos recogidos por Azkue e vascuence: murió en 1945 con más de 80 años. Iribarren proceden de Aezcoa, Salazar, Roncal, El abuelo de la casa «Alemán», del mismo Elcóaz, etcétera, que al coincidir su permanencia en llamado José Vilanueva, que murió en 1950, con Urraul Alto, cuando menos nos da la prueba de más de 90 años, también recordaba algo de vas- su extensión, siempre interesante para el estu- cuence. dio de la lengua. En Irurozqui, María , de la casa «Goñi», En la nomenclatura de voces hemos procura- murió en 1931 a la edad de 80 años, y recordaba do ser fieles a la pronunciación que dan los ha- que en Irurozqui se hablaba vascuence en su ni- bitantes de Urraul Alto. ñez. Contado por su hija, Juana Mateo, de 65 BIBLIOGRAFIA años. (1) En torno a la lengua vasca, pp. 103/105. Espasa-Cal- En Ongoz, José Melero Vivente, de la casa pe, S. A. «Colección Austral», núm. 1.301. Buenos «Bazterra», que murió en 1935 a la edad de 80 Aires, 1962. años, había oído decir a sus padres que ellos Toponimia prerrománica Hispana, pp. 39/48. Editorial sólo hablaban vascuence en su niñez. Contado Gredos. Madrid, 1952. por su hija, Margarita Melero. (2) Documentos para la greografía lingüística de Nava- En Ozcoidi, hace unos 30 años murió Domini- rra, «RIEV», núm. 4, pp. 603/612. 1935. ca Echarte, del mismo pueblo, a la edad de 103 Trabajo reproducido en Geografía histórica de la len- años, quien hablaba vascuence con los que ba- gua vasca [siglos XVI y XIX). p. 101. Editorial Auña- jaban de la montaña y decía que durante su ni- mendi. San Sebastián, 1960. ñez, en Ozcoidi, se hablaba todo en vascuence. (3) El euskera en Navarra a fines del siglo XVI, por Ma- Contado por su nieto Ramón Indurain, de 72 nuel Lecuona. «RIEV», núm. 3, pp. 365/374. 1933. Trabajo reproducido en Geografía histórica de la len- años, natural y domiciliano en la misma localidad. gua vasca (siglos XVI y XIX), p. 126. Editorial Auña- La coincidencia de los referidos testimonios mendi. San Sebastián, 1960. orales aseguran que aún dentro del presente si- (4) Carte des sept provinces basques, montrant la déli- glo existían numerosos ancianos bilingües, tal mitation actuelle de I’euscara et sa división en dialec- como hoy acaece en y Uztárroz, en el valle tes (Escala 1: 200.000) par le prince Louis-Lucien Bo- de Roncal. naparte. Londres, 1863. A los habitantes de Urraul Alto, los del va- (5) El príncipe Luis Luciano Bonaparte, por el P. Jorge de lle de Salazar llaman «pardixes». Los del centro Riezu, revista de la institución «Príncipe de Viana», de valle consideran como una asignación des- tomo XIX, p. 158. Pamplona, 1958. Historia de la Literatura Vasca, p. 233. Bilbao, 1961. pectiva, Pero, sin embargo, en la parte alta, con- (6) Nuevos documentos para el estudio del vascuence cretamente en Ayechu, pudimos comprobar que alto navarro meridional, por A. Irigaray, en «lV Sym- «pardixes» se consideran a ellos mismos sin sen- posium de Prehistoria Peninsular. Problemas de la tido despectivo. Y «Pardix-erria» llaman a la par- prehistoria y etnología vascas., pp. 261/629. Pam- te alta del valle: para algunos, desde Irurozqui plona.1966. para arriba. No todas las opiniones coinciden en (7) Noticia de las cosas memorables de Guipúzcoa, to- dicha delimitación; pero «Pardix-erria» no deja mo p. 388. I,Tolosa, 1899. de ser un hecho como denominación antigua, (8) Vida del Siervo de Dios P. Fr. Esteban de Adoain, ca- procedente del vascuence, que probablemente puchino misionero apostólico en América y España, (51) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 119 por M. R. P. Fr. Ildefonso de Ciáurriz, pp. 335/336. ASHAL.—Superficie. Ashal-ashal, muy superfi- Barcelona,1913. cial. Una semblanza biográfica y todo lo referente a su ASTAMENDA.—Hierba silvestre de menta; yerba vascuence encontraremos en la revista euskérica buena. «Othoizlari», núm. 24, pp. 304/307. Bajo el título Aita ASTAPUTZ.—Hongo de estructura esponjosa o Extebe Adoain. Abbaye N.-D. de Belloc. Urt. 1960. Sobre la vida del P. Adoain, aunque no cite nada en acorchada. Dícese también, despectivamente, relación con el vascuence, recoge el librito Lo porten- por las personas fofas o inútiles. (Iribarren: toso del Padre Esteban de Adoain, por el Rvdo. P. Gu- astapuz, tonto, simple, inútil.) mersindo de Estella. Imprenta de PP. Capuchinos. ASTRAL.—Hacha grande. (Larraun.) (En la Ribe- Pamplona, 1950. En poder del autor se encuentra el ra de Navarra, según Iribarren, astral, hacha diccionario manuscrito del Padre Pablo de Estella, al pequeña.) En Roncal se dice hacha, y, sin em- que nos referimos, y que posee adiciones del Padre bargo, se canta una jota que cita astral: Adoain. «Qué desgraciaditos somos (9) Datos para la geografía histórica del euskera en Na- los del valle de Roncal. varra, «Euskera», VII, pp. 205/213. Bilbao, 1962. Si no quieres ser pastor (10) Diccionario vasco-español-francés, por R. M. de Az- cógete el remo y la astral». kue, tomo I, p. XXVIII (en el prólogo). Bilbao, 1905. ASTIGARRON.—(También hemos recogido Esti- (11) Vocabulario navarro, por José María Iribarren. Institu- garron). Arce. ción «Príncipe de Viana». Pamplona, 1952. Adiciones al vocabulario navarro, por J. M. Iribarren. ATEAS (Las) .—Toponimia. Llaman a un paso es- Institución «Príncipe de Viana». Pamplona, 1958. trecho entre peñas, que se sitúa en el colla- do que separa las vertientes de Izal y Adoain. No es palabra usada, pero conocen su signi- VOCABULARIO (1) ficado como portillo o paso. (Jacoisti, Aye- ABEQUE.—Pino abeto. (Aristu.) chu, Adoain.) ACHUNES.—Ortigas. AUZALAN.—Labor en común, trabajo vecinal. AISCOL.—Fruto leguminoso, Latirus sativus, que (Este vocablo tan corriente en Guipúzcoa, Az- en otros lugares se conoce por almorta, mue- kue lo recogió en Aezcoa. Ved Aezkera edo la, tito y guija. Petiriberro-inguruetako mintzaera, pág. 116. AIZCARRATE.—Topónimo. Portillo de Elcóaz. Bilbao, 1928.) AJAU.—Azada. BALTEGUI.—Cobertizo o chabola junto a la era ALCHIRRlA.—Estiércol pulverizado del ganado donde se trilla. (Jacoisti). lanar o caprino. BASACA.—(También Pachaca). Manzano silves- AMPUCHAR.—Ayudar a levantar. (Jacoisti.) tre, de fruto muy agrio. (Azkue, en su Dic- ANCHAGARRAS.—Llevar a otro a horcajadas. cionario, recoge basaka como silvestre, en (Jacoisti.) Alto Navarro y Bajo Navarro. Y sagar-basaka, ANDERETE.—Hormiga hembra, con alas. Es usa- manzano silvestre.) (lribarren, basaco, reco- do como cebo para coger pájaros. ge como manzano silvestre en Salazar). APAPAS.—A pasear, en vocabulario infantil. (En BASANTUTA.— (También llaman Masantuta), algunas partes de Guipúzcoa y Vizcaya se Sauquillo, palo de saúco. Juguete infantil he- dice apapa.) cho de rama de saúco horadado y que sirve APURRAS.—Migas de pan. para expulsar a presión de aire. (Azkue, el ARAÑON.—(También Pacharan). Endrino. mismo instrumento infantil, recogió en Mon- ARRAMBLAR MADERA.—Forma de apilamiento dragón como flota. También en Eibar se le de troncos, poniendo en posición cada fila llama flota.) (Iribarren, en su Adiciones al en sentido opuesto. (Azkue recogió arranbla- vocabulario navarro, recoge basatunta como tu en Roncal.) nombre que dan a la planta sabuquera o saú- ARRUA.—Les gritaban los padres a los niños co, en valle de Urraul.) Azcue: basanturru- cuando hacían travesuras. Hoy apenas se usa. ta, palo de saúco, quitada la médula: en su Creen que quería decir malo o travieso. (El- Aezkera edo Petiriberro -inguruetako mintzae- cóaz.) ra.) ASCA.—Pesebre para ovejas. BASHARRIS.—Los pueblos de la parte alta de Urraul Alto. (Elcoaz.) BASTE.—La silla en forma de W, que sirve para (1) Los vocablos que no estemos seguros sean comunes transportar carga en caballerías. en todo el valle, llevarán entre paréntesis el lugar en que se han recogido. BAYARTE.—Pari huelas. (52) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 120

BELENES.—El hueco angosto que queda en la pone anda de noche, con lo que se gastan separación entre las paredes de dos casas bromas a personas ingenuas. contiguas. CALDA.—Fogata o fogón muy encendido. BERGUIZA.—Mimbre (Zabalza). (Iribarren, reco- CALDERIN.—Recipiente donde se preparan las ge berguiza, como mimbrera en Navascués.) migas. BETALAINA.—Vara de avellano que por su flexi- CALOYO.—Cordero recién nacido. bilidad empleaban para mango de látigo. (Iri- CANABLA.—Collar de cencerro. barren: betalaina, vara de avellano, en Ocha- CAÑADA.—La ruta que invariablemente sigue la gavía.) trashumancia pastoril, entre los pastos de in- BETIQUERA.— (También Bilurri). Hierba trepado- vierno y verano, y viceversa. ra. Pámpano que crece en forma de espiral CAÑADERO.—Persona encargada de cobrar el entre maleza o en el bosque. Tiene la médu- paso del ganado por el término municipal. la muy porosa y los niños emplean para fu- Cada pueblo, por donde cruza la cañada, tie- mar. (También se ha empleado en Eibar, y ne un cañadero para el cobro por el paso del se le ha denominado: pipa-zotza.) ganado en su correspondiente municipio. BIARRA.—Conocimientos adquiridos por la expe- CAPORRAZ.—Aguja recia que se usa para hacer riencia de la vida, condicionados por la nece- cosidos de lana o en tejidos consistentes, sidad. (El P. Adoain, en sus adiciones al dic- v. g. sacos, toldos, etc. cionario del P. Pablo de Estella, bearreguin, CARDABERA.—Lechetrezna. afanar, trabajar.) CARTELA.—Plancha de madera que en la cons- BILURRI.— (Ved Betiquera.) trucción del tejado sirve para ajustar el hue- BILLORTA.—Trenzado de mata para ataduras. co de separación entre la viga (bizcarra) y el (Jacoisti.) pilar. BISCORRICO.—Dícese del anciano bien conser- CARRERA.—Madero sobre el muro o pared, don- vado. de se apoya el solibo. BIZCAR, BIZCARRA.—Viga principal, en la divi- CASTURRALDEA.—Topónimo. Peña entre Jacois- soria de vertientes de un tejado, que sirve ti y Ongoz. de sostén a la cresta superior. La parte más CELLO.—Arandela de hierro de la herrada, cu- alta del dorsal de los animales. ba o comporta. BOIZQUE.—Interjección que se usa para que las CERRADA.—Oveja de cinco años. caballerías se dirijan a la izquierda. CERRENDA.—Camino estrecho por medio de un BORDA.—Cabaña mayor, destinada generalmen- ribazo o junto a la orilla de un campo a partir te para establo de ganado caballar o vacuno. de cuyo extremo comienza un ribazo. BORDAL.—Finca con borda. CIMURRIDO.—Arrugado. BURCHIN.—Hierro para atizar el fuego. (Jacois- CIQUIÑA.—Envidia. ti.) CIQUIÑOSO.—Sucio o mierdoso, despectivamen- BURRO.—Asador. (Ayechu.) (Al tipo de asador te. Envidioso. que en Guipúzcoa se conoce por burduntzi.) CIRICA.—Tentar. Hurgar con un palo en el río BURRUNCHAL.—Hierro de atizar el fuego. (On- para ayudar a pescar. (Jacoisti.) goz.) (El P. Adoain incluye al vocabulario del CIRIQUIAR.—Tentar, azuzar, incitar, hostigar, P. Estella: burrunzalia (sic); que probable- hurgar. mente querría referirse a burruntzalia, cazo. CIZADURA.—Acción y efecto de cizar (morder BURRUSQUIL.—Subdivisión o corralito que se o picar) la culebra. hace en los establos con objeto de separar, CIZAR.—Morder o picar la culebra. por ciertas necesidades, a ovejas y corderos. COCHO.—Escudilla pequeña provista de asa, BURUTE.—Rodete. Trapo enrollado que se po- que sirve para ordeñar. (Elcoaz, Jacoisti). Re- nen las mujeres sobre la cabeza para trans- cipiente metálico para ordeñar (Adoain). Re- portar objetos. Por extensión, peinado volu- cipiente para ordeñar las cabras (Ozcoidi). minoso. Recipiente de madera para guardar la piedra BUSTIN.—(También Buro). Arcilla. de afilar las guadañas (Elcoaz.) CABEZOS.—Son las cabras que encabezan, pro- COLCO.—Seno, espacio entre el vestido y la vistos de esquilones y trucas, el rebaño de parte torácica. (Vocablo incluído por el P. ovejas en la trashumancia. Esteban de Adoain al diccionario del P. Pa- CALAMUCHINA.—Animal hipotético que se su- blo de Estella.) (53) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 121

COMPANAJE.—Alimento preparado para llevar CHALCHITAS.—Variante de Chalchigorri. Paneci- al campo, muy particularmente el alimento llos de San Blas. (Elcóaz.) preparado de los pastores. (Iribarren, reco- CHANCHIGOR.—Variante de Chalchigorri. Torta ge en la Ribera.) de San Blas. (Ayechu.) CORAL.—Médula del tronco de pino en su base, CHAMURRIDO.—Arrugado, que se aplica más en que queda una vez cortado y podrido, muy frutos secos. cerca de donde comienzan las raíces. De di- CHARRAS.—Malviz o tordo de color verdoso os- chas bases cortadas extraen el gamado coral curo. de pino para teas de alumbrado. CHARTA.—Intercambiar besos en las manos en- COSCOR.—Pedazo. tre padres e hijos pequeños, generalmente COZCOR.—Robustez, vitalidad. cuando se van a acostar: y una abuela, al COZCORRO.—Base de tallo con los comienzos cruzar los besos, tenía la costumbre de de- de raíz. En las plantas de tallo de caña se cir: «Dios te haga santico; hombre de bien dice a las uniones o nudos de donde salen también». (Jacoisti). (Azkue recoge txart, en ramificaciones. Vizcaya, como golpe dado en la mano.] CUARTIZO.—Esquila de forma aplastada, casi CHILINDRAJO.—El desgarro que cuelga de un cuadrada, y de unos 20 a 20 centímetros, que tejido, en especial refiriéndose a andrajos. le ponen al ganado cabrío. Por extensión, persona despreciable. CUJAL, CUJAR.—Sarten pequeña. CHILINGAR.—Colgar, balancear. CUNIESTRA.—Ventisquero. Amontonamiento de CHILIMPURDI.—Voltereta que da una persona, nieve por el aire. apoyando la cabeza en el suelo. CURRUSCO.—Extremidades del pan. CHINDA.—Onomatopéyico, de porción de piedra CURTO, CURTA.—Sin rabo. menuda que sale con gran impulso al darle CUSCURRO.—Extremidades del pan. Esquina o un golpe fuerte. comienzo del pan. CHINDURRI.—Dícese de la persona que tiene CUTO.—Cerdo. buen chindurri, de timbre fuerte y sepa subir CUTON.—Almohadilla para clavar alfileres. (Lo mucho la voz al cantar, hablar o gritar. (Pro- que en Guipúzcoa y Vizcaya se llama kuttun.) bablemente es derivado de zintzur, garganta.) CUTRE.—(Aunque sea vocablo castellano aquí CHINGLE.—Andar a pata coja. se emplea con otro sentido). Dícese de ape- CHINURRI.—Hormiga. También se aplica a otros ro de rejón, mucho más estrecho y sencillo. insectos similares a la hormiga. CUTRIL.—Arado de una púa y dos orejas. Arado CHISTOR.—Longaniza estrecha. de desfonde. (Ozcoidi.) CHIPA.—Pececillo de río de pequeñas dimensio- nes. CHABOLA.—Cabaña, choza. CHIRICOT.—Suero. Líquido que queda una vez CHACLA.—Esquila pequeña que llevan las ove- extraído a la leche el queso y el requesón. jas. CHORIBURU.—Cabezón, en sentido despectivo. CHACURTEGUI.—Hueco abierto en la parte tra- CHORINGA.—Longaniza. sera del fogón por donde entran los troncos CHORNES.—Panecillo que se emplea como obla- que arden, es con objeto de alojar la longitud da, que se ofrendaba en la iglesia durante sobrante, para ir estirando hacia el fuego a el ofertorio, ordinariamente al final de misa. medida que se van quemando. Sin duda el (Iribarren: chosne, en Aoiz.) nombre ha tomado porque los perros han CHOTO.—Macho cabrío. acostumbrado buscar refugio en ese lugar. CHUCUBIL.—La parte trasera del fogón, donde (Azkue: txakurtegui, hueco tras el fogón, re- se depositan o almacenan los troncos. fugio del perro. En su Aezkera edo Petiribe- CHULA.—Lonja de tocino de cerdo. rro-inguruetako mintzaera, Pág. 125. Bilbao, 1928.) CHULUBITA.—Silbato hecho con un trozo de mimbre o con un palo de fresno. CHALCHIGORRI.—Panecillo o torta de San Blas, preparado a base de chicharrón de cerdo, ha- CHUNGUR.—El hueso que queda del pernil. rina, canela y azúcar, y que llevan a bendecir CHUQUIL.—Tronco de Navidad. Tronco que colo- a la iglesia el día de San Blas. (Azkue recoge cado al fogón el día de Nochebuena hacían txaltxigor, como chicharrón). Es similar a durar hasta Reyes. (De esta tradición de rito roje o roge que Iribarren cita en Adiciones al al fuego durante el solsticio, se conoce en vocabulario navarro.) Ochandiano el Gabon-enporra (tronco de Na- (54) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 122 vidad), que consiste en dejar sin consumir FURlCON.—También llaman Juricón. Instrumento del todo una parte del tronco, que se guarda que sirve para limpiar las chimeneas de cam- para el año siguiente para volver a encender pana, que se compone de un palo largo con el fuego con él y colocar un tronco nuevo, y jebo en la punta. (Ozcoidi.) así se enlazan las hogueras de Navidad, con- FURRUNDIAR.—Lanzar un objeto alargado con sumiendo la totalidad del tronco viejo y con- fuerza para producir un ruido de silbido sordo. servando parte del nuevo para volver a en- GALPIZAR.—Barbas o raspas del trigo. cender el año siguiente.) GAMBELLA.—Pesebre para cerdos. CHURRO.—Carámbano de hielo. GARAYA.—Hórreo, granero, sostenido por pila- CHURRUZTAR.—Patinar en pendiente de tierra. res con una separación de discos de piedra Cuando la pendiente es suave, se moja el lu- para que no suban los roedores. (En el valle gar de la pista para poder bajar más rápido. hemos encontrado dos hórreos, en Zabalza y CHURRUZTERA.—Lugar donde los niños juegan Santa Fe). (Iribarren recoge como lagaraya; a patinar. con el artículo castellano (LA) incluído. CHUTE, CHUT.—Un juego que se hacía con un GARICOTA.—Planta herbácea de las siléneas cuerno de carnero. (Viene explicado en el Silene inflata), colleja, hierba parásita que texto, en juegos). (Ayechu, Elcóaz, Ezcániz.] crece en el trigal. (Don Félix San Martín nos CHUTE (AL).—Juego que en Adoain se hacía dice haber oído esta palabra en el valle, y con un bote, en lugar del cuerno que se usa- que también es corriente en su pueblo natal ba en otros pueblos del valle. (Se describe Ulzurrun.) en el texto.) GOROSTIA.—Acebo. (Jacoisti). (Vocablo agre- DELANTERO.—Delantal de piel que llevan los gado por el P. Adoain al diccionario del P. pastores, sujeto a las piernas con correas. Estella.) ENRAMADA.—Colocar en las puertas ramos el GRUMADA.—Mondarón. Una hierba parásita de día de San Juan Bautista. los trigales. (Elcóaz.) ESCALEPE.—Rincón o hueco bajo escalera. (En GUERREN.—Asador largo de hierro. Eibar se le designa eskillape o eskillarape. GURRINCHAL.—Hierro de atizar el fuego. (Co- Que tampoco figura en el Diccionario de mún en el valle). Alambre de hierro para sa- Azkue.) car brasas. (Ezcániz.) ESCOCAR.—Cortar o arrancar las matas o ar- HIERBAJANTE.—El que toma parte en una su- bustos de un terreno que va a roturarse. basta de hierbas. ESPALDERO.—Espaldero de piel que llevan los HUESCA.—Un corte en forma de media caña que pastores, sujeto con correas que cruzan por como marca hacían al ganado en la oreja. el pecho. (Irurozqui). (Probablemente viene de mues- ESPARTlÑA.—Alpargata. ca.) ESPETERA.—Estante para colgar utensilios de IRASCO.—Macho cabrío, castrado. cocina. ISOPO.—Similar a una escoba pequeña, con pelo ESPORTIZO.—Cesta de mimbre de una sola pie- de caballo sujeto a un palo por una correa. za que se coloca sobre el baste para trans- (Ozcoidi). (Azkue: isopo, rabo.) porte en caballerías. JALMA.—Enjalma. Albardon, silla de montar. ESQUILON.—Esquila o cencerro grande y recto (Elcóaz.) que colocan a las cabras que van de cabeza JEBO.—PIanta llamada yezgo. del rebaño de ovejas. JUBO.—Yugo. (Ongoz.) EZPUENDA o CERRENDA.—Ribazo. JURICON.— (Ved Furicón.) FACERIA.—Comunidad de pastos. LANCHURDA.—Escarcha. LANGARHA.—Llovizna. FAITIO.—Terreno de cultivo abandonado. Campo LEALA.—Rito que por San Miguel tenían por cos- que se ha cultivado y se deja de cultivar. tumbre los pastores, al marchar como trashu- (Iribarren: faitía, tierra cultivable que se deja mantes hacia la Ribera, que consiste en ma- sin cultivar, en Urraul Bajo.) tar alguna oveja o cabra e invitar al cura, FARDEL.—Individuo mal vestido y ridículo. autoridades y otras personalidades del pue- FITO-FITO.—De hito en hito, fijamente. blo o del valle. FUESA.—Cajón donde se colocan las velas o ce- LONGARRON.—Lino (?). No pueden precisar, pe- rillas y que se pone en la iglesia-sobre el se- ro se trata de una planta de raíz blanca, muy pulcro familiar existente en la misma. larga y de propiedad consistente, usada por (55) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 123 los pastores para dar puntos aislados en el embargo, hay un topónimo Chuchurrondo, co- calzado, puesto que una vez retorcida queda mo nombre de monte, cuya etimología es muy resistente. (Azkue: longa, pieza de tela «próximo a la cumbre». (En Ozcoidi recogi- de lino.) mosthuthurro.) LUECA.—Clueca. Gallina clueca. MOZCORRA.—Embriaguez. MALCARRA.—Paja de cereales después de tri- MUCHARRAS.—Animales del tamaño de la co- llar. (Jacoisti.) madreja, de pelaje color grisáceo y con una MALCARTEGUI.—Sitio donde se guarda la mal- mancha blanca junto al cuello. Gustan de las carra. (Jacoisti.) cuevas y cavidades en roca y huecos de los MARDANO.—Carnero. (Ezcániz.) árboles. Los distinguen de la marta y gardu- MARGUIN.—Margen, lindero. ña. (Creemos que se trata del visón, aunque MASANTUTA.—(Ved Basantuta). Instrumento no estamos seguros.) infantil para expulsar bolas de papel, de pan, MUGA.—Límite, linde. de barro, etc., a presión de aire, que se hace MUGANTE.—Lindante. (Adoain.) con palo de saúco. (Jacoisti). (En la cuenca MUIR.—Ordeñar. del río Deva, en Guipúzcoa, se le llama NABARZAL, NABARZAL,—Mozuelo criado para flota.) ayudar en el campo en trabajos agrícolas. Si- MASHADERA.—Emparillado sobre la pesebrera milar a rapatán de los pastores. para el forraje del ganado. NITO.—Taco de madera de boj que sirve de blan- MASPIL o MAZPIL.—Fruto silvestre, algo pare- co en el juego de la calva. cido a la poma, pero más diminuto. NITON.—Guante que no cubre los dedos. M ATA-CHERRI.—Matanza de cerdo. (Jacoisti.) ÑARRO.—Pequeño. MIELCA.—Planta similar al trébol, pero de hojas ONDARRA.—Residuo. Pozo de cualquier sustan- alargadas, casi como la alfalfa con una angu- cia líquida. (Jacoisti.) lación central de color más claro en el haz de ORDEA.—Intercambio de cualquier objeto. la hoja: produce una flor azulada, con tenden- OSCA.—Mella. cia entre violeta y morada, y tiene la raíz lar- OSQUIABA.—Melladura de la guadaña. ga. (Iribarren: mielca, planta leguminosa que OSTRIQUITRI.—Exclamación. crece en las lindes de las heredades y que PEZOLAGA.—Travieso. dan a los conejos. En San Martín de Unx.) OTABERA.—Argoma (?). Comúnmente llaman También se denomina mielca a la distancia allaga o aliaga a la argoma, y allaguina a un que los labradores señalan con ramas para tipo similar a la argoma, pero de pinchos más poder echar la simiente; suele darse una an- suaves. chura de seis a ocho pasos, distancia que re- PACO.—Sombrío, lugar orientado al Norte. // corre el sembrador en ida y vuelta. También Paco de Arnarri, topónimo, en el término de se denomina zun o zuin. Adoain, en la parte norte de la peña Larda. MIGAS.—Sopa de pastores. (También es usual PACHACA—(Ved Basaca). Manzana silvestre entre pastores roncaleses. Busca Isusi dio a muy agria. conocer su receta en el Boletín de la Cofra- PACHARAN.—(Ved Arañón). Endriño. (Arañón, día Vasca de Gastronomía, año II, cuaderno por lo que se ve es importado de la parte primero, Págs. 48/50. San Sebastián, 1964.) oriental, muy usual en Salazar, Roncal y parte MODORRA.—Enfermedad de las ovejas. occidental de Huesca, por lo menos hasta el MONDARON.—(Ved Grumada). Hierba parásita Pirineo central, está muy extendido este voca- de los trigales. blo de indudable raíz vasca). (Azkue recoge MONDONGO.—Cualquier embutido. (Azkue re- en Uztárroz: paxaran. El Príncipe Bonaparte: coge como morcillón únicamente.) paxaran, en Aezcoa; maxelaran, en Salazar; maxeran, en Roncal. Ved Un vocabulario aez- MIOLA.—Vegetal parásito que le sale al pino. coano, salacenco y roncalés preparado por el MIONDOCO.—Enfermedad de los bueyes que les Príncipe Bonaparte, con notas de Luis Miche- ataca a los ojos. lena, Boletín de la R.S.V.A.P., año XIV, cua- MORROS, MORRAS.—Tener los dedos morros o derno 3.º, Pág. 352. San Sebastián, 1958.) las manos morras, equivale a tenerlos aga- PACHARRA.—Aguardiente. Primer producto que rrotados o engarfiados, por efecto del frío se obtiene cuando se pretende hacer anís. principalmente. PAJARO.—Arnero, cedazo, criba de agujeros MOSHORRO.—Cúspide, cumbre. (Elcóaz). (Sin grandes. (56) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 124 PARDISH.—Gentilicio. Habitante de la parte alta QUIÑON.—Parcela comunal. de Urrau-Alto.// Denominador que aplican QUISHCORREAR.—Tostar, achicharrar: freir un los del valle de Salazar a los de Urraul Alto alimento hasta que se tueste bien; quemar (en todo su conjunto), y sólo los de la parte los pelos a personas o animales, p.e. en Ma- alta de este valle se aplican a sí mismo. ta-cherri, como llaman en Jacoisti. (Azkue: (lribarren: pardiches, mote que aplican a los kixkortu. E Iribarren: quiscorriar y quiscu- de Oroz-.) rrear.) PARDISH-ERRIA.—Comarca de Urraul-Alto, com- RADA.—Herrada. prendido desde lrurozqui para arriba. (Aye- RAPATAN.—Chaval que llevaban los pastores chu, Larraun).// Todo Urraul-Alto (Valle de para ayudar en sus faenas, principalmente Salazar). En Jacoisti recogemos el dicho: para recoger el ganado, antes del empleo de «Pardish jabalí, los perros para dichos menesteres. Salacenco lobo». RASERA.—Semejante a la espumadera moderna, PASALLA.—Se dice para que las caballerías se pero de madera. dirijan a la derecha. RECHINCHIN.—Llevar o transportar a rechin- PEDORRETAS.—Chisporroteo que expulsa el boj chín, llevar a horcajadas, pero sobre la es- al arder. (Ongoz.) palda, y no sobre los hombros. (Ved (An- PEINES.—Estribos de tablas que se colocan en chagarras.) las plantas o suelas del calzado, a modo de RECHOLOT.—Llevar a horcajadas sobre los hom- raquetas para caminar sobre la nieve. (Ja- bros. // Similar a rechinchin, con la diferen- coisti.) cia de ser a horcajadas sobre el hombro en PERNIL.—Pierna de cerdo una vez curada. lugar de ser sobre la espalda. (Ved Rechin- PIAL.—Tejido cuadricular, de paño burdo o de chin y Anchagarras.) lana, para envolver el pie hasta debajo de la RETABILLAR.—Recoger o amontonar la mies tri- rodilla, que va por dentro de las albarcas y llada, utilizando el retabillo o rastra, para se sujeta con las cintas de ésta, de forma aventarla seguidamente. que el pantalón quede recogido por dentro. ROBADA.—Medida de superficie que equivale (Es lo que en algunas zonas de Guipúzcoa a 898 metros cuadrados (898.456 m.2). y Vizcaya se llama mantarra.) ROBO.—Medida de capacidad para áridos, equi- PIALETA.—Se diferencia de pial por tener forma valente a 28,13 litros. El robo de trigo pesa del pie. (lribarren: pealeta.) 22 kilogramos. PIPORROPIL.—Torta popular muy característica RUGA.—Cordel o loma de pequeña cadena de de las fiestas y que era costumbre obsequiar montes, pedregosa y accidentada. (Adoain.) a los convidados para que llevasen a sus ca- (Iribarren, en Vocabulario Navarro, recoge sas como ofrenda simbólica de hacerles par- como «peña alargada y de poca altura», en tícipes de la invitación a sus familiares. Por Uscarrés, Valle de Salazar; y, en su Adicio- dicha razón era costumbre de preguntar al in- nes al vocabulario navarro, recoge como «pe- vitado a su regreso: «¿Ya nos has traído ñascal o trozo de campo de cultivo», en Pe- piporropiles?». tilla de Aragón.) POCHA.—Lacio.// Acción de meter un objeto SABAYADO.—Desván. (Azkue, señala sabai co- entre el vestido y el pecho (en el colco).// mo vocablo común usado en Uztárroz. Sin Llámasele también al mismo espacio entre embargo, nos consta que actualmente en Uz- el vestido y la parte del tórax. (Jacoisti.) tárroz e Isaba dicen también sabayado.) (El (Ved colco.) // Alubias pochas, alubias ver- P. Adoain añadió: sabai = azotea, en el voca- des. bulario inédito del P. Estella.) PONTARRON.—Paso estrecho en un barranco. SABUQUERA.—Planta del saúco. Garganta (en término geográfico). SALCHITA.—(Variante de Chalchitas, Chanchi- PORGADOR.—Arnero, cedazo, para limpiar el gor, Chalchigorri.) Panecillo de San Blas. (El- trigo en la era. Que es la intermediaria entre cóaz. // Salchitas, en Epároz, donde nos de- la Pasadera de agujeros pequeños y el Pá- tallaron su composición: harina, canela, leva- jaro de agujeros muy grandes. dura, grasa de cerdo frita hasta achicharrar. POTORRO.—Recipiente para la sal. Cuya torta bendecían en la iglesia el día de PUZCAR.—Embestir. (En Lastur, Guipúzcoa, di- San Blas. cen: purruztaria.) SAGUNDILLA.— Lagartija. PUZCAZO.—Puyazo. SAIN.—Manteca con sal. (57) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 125

SARGANTANA.—Lagartija. (Ved Sagundilla.) tas que sirve para apoyar utensilios de coci- SARGAS.—Zarzas. (Azkue, recoge en Uztárroz na en el fogón. sarga, fruta de la cambronera, y en Soule y TROSCA.—Piedra de trosca. Roca de estructura Alto Navarro, como rama.) porosa que se forma generalmente en los le- SEGALLAS.—Las cabras de un año. (Azkue: se- chos calizos del río, que son concentraciones gailla, en Roncal.) de calcita con mezcla de arcilla. Particular- SEGALLO.—Cabrito de un año. (Iribarren: sega- mente se forma en rápidos y cascadas. Su llo, cabrito de hasta dos años, en Salazar, composición es similar al de las concrecio- Vidángoz y Esteribar.) nes de estalactitas y estalagmitas de las cue- SEGUR.—Hacha de tamaño normal. (Ayechu, La- vas, sólo que más arcillosas, y por ser fácil rraun.) // Hacha grande. (Ezcániz, Zabalza.) para labrar se ha empleado mucho en la SEGURETA.—Hacha pequeña. (Ezcániz, Larraun, construcción, sobre todo para formar arcos Zabalza.) (Iribarren recoge segureta, en la en puertas y ventanas. (Azkue: troska, esta- Ribera y Aibar, como hacha o destral peque- lactita grande, en Vizcaya. En Irurixo, de Ver- ña.) gara, hemos recogido troska como estalacti- SETOSA.—Mujer rencorosa y vengativa. (Sin du- ta y estalagmita. Y recuérdese que en Ataun, da derivado de setati, que se emplea común- de Guipúzcoa, existe una cueva muy conoci- mente en euskera para designar: obstinado, da con el nombre de Troskaeta.) tozudo, terco.) TRUCA.—Esquilón o cencerro, que por la dife- SHAMURRIDO.—Encogido. rencia de su forma abombada se distingue del SHIRIMlRl o CHIRIMIRI.—Llovizna, lluvia ligera. esquilón. Ambos sirven para colocar a las ca- (Ved Langarra, que es más usual.) bras que llaman cabezos para ir al frente del SOLlBO.—Viga de vertiente de tejado que va rebaño durante la trashumancia de los pastos desde la viga central (bizcarra) a la viga ca- de montaña hacia la Ribera o viceversa. Ade- rrera que se posa sobre el muro o pared del más, tiene la particularidad de contrastar el edificio (ved bizcarra y carrera), y sirve de sonido del esquilón, para hacer menos monó- sostén principal a la vertiente. tona la marcha de los pastores. SORO.—Nombre que se da a los bueyes y vacas TUFA.—Toba. Piedra blanda, muy margosa y que inquietas y casquivanas. (Adoain). (Sin duda fácilmente se descompone con la lluvia. proviene de zoro, empleado en vascuence lo mismo a animales que a personas.) TUFARRON.—(Variante de Tufa). Piedra margosa TAJA—Rama de árbol. o arcillosa, muy blanda, que se erosiona con TALO.—Golpe falso en el juego de lanzamiento facilidad. de barra. Es decir, cuando la barra cae al sue- TUPIN.—Holla de hierro-colado de tres patas, que lo dando con el lado opuesto al grueso que se usa en el fogón. (Jacoisti, Aristu). // Ca- sirve de punta. La jugada es nula, y se dice: cerola de hierro. (Elcóaz.) talo. Asimismo cuando la barra va girando TURRULACA.—Peripuesta, mujer presumida. transversalmente a su eje, aunque diera en TUSTACO.—Fibra que sobresale al palo al rom- el suelo con el extremo más recio, que es el perse. P. e. al palo de avellano. (Jacoisti.) derecho, es talo (= nulo.) UNTRANCO.—(un-tranco). Un escalón, peldaño. TARRANCO.—Punta de rama o palo seco al (Epároz). (Ved Tranco.) astillarse. (Epároz.) URTADO.—Corrimiento de tierras debido a un THUTHURRO.—Cúspide, pico de montada. (Oz- afloramiento de aguas subterráneas. (Jacois- coidi). (Ved Moshorro). (Iribarren: thonthor, ti). (El P. Esteban de Adoain añadió: urtaya en Leiza y Larráun.) = pozo, al vocabulario inédito del P. Pablo TIEDA.—Tea. (Ongoz, Elcóaz.) de Estella.) TIEDERO.—Tedero. Utensilio para colocar teas para alumbrado. (Ongoz.) USIN.—Ventisca. (Es de uso común en el Piri- neo navarro y aragonés). (Azkue recoge co- TIERA.—Tea. (Ozcoidi). (Ved Tisda.) mo avalancha de nieve en Roncal.) TORDANCHA.—Estornino. ZABORRAZO.—Pedrada. En sentido figurativo TORROZCAL.—Galgal, montón de piedras. cualquier residuo que se arroja de lo que se TRANCO.—Peldaño. (Ved Untranco). (Iribarren: ha recogido del suelo. (Zabor, es común en tranco, banco de piedra, en Ujué.) euskera a escombros, basuras o residuos). TREBEDE.—Trébede. Parrilla de hierro de tres pa- (Azkue: zabor, piedras pequeñas con que se (58) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 126 hace la argamasa, en Uztárroz. Iribarren, CAPITULO VII «golpe dado con la zaborra o cachiporra (Ri- LA MEDICINA POPULAR Y CREENCIAS bera), y por extensión, «golpe dado con la En Eparoz se decía que para quitar las ve- mano: puñetazo».) rrugas había que coger hojas de boj de tres tér- ZACARRO.—Persona de mala presencia y an- minos distintos (Eparoz, Ongoz y Santa Fe), y dares feos. meterlas bajo una piedra o esconderlas. Debían ser recogidas «a buena fe» y nadie debía cono- ZACUTICO.—Saco pequeño, alforja. Zacuto. cer el escondite. Luego, según se irían secando (Ezcániz.) los bojes, así se secaban las verrugas. En El- ZACUTO.—Bolso pequeño de tela, que se usa coaz existió la misma costumbre. para meter las vituallas o companaje de En los montes de Aristu se recoge té entre pastores, labradores, leñadores, etc. las piedras. Las gentes de los pueblos, y los pastores, acostumbran a recogerlo, pues her- ZAMARIA.—Caballo. (Jacoisti). Comúnmente vido y con un poco de azúcar, dicen es muy se conoce por caballo de monte o salvaje. bueno para curar las indigestiones. ZAMARRO.—Piel de cabra curtida que llevan En Ayechu y Jacoisti las flores de sauco los pastores protegiendo la espalda. que se bendecían en la iglesia el día de San ZAMBALAN.—Columpio. (No se usa mucho, y Juan Bautista, 24 de junio. eran luego guarda- según Juan Pablo Gil, de Jacoisti, parece das en casa para curar los flemones. Para ello un vocablo importado de regiones próxi- ponían a hervir el sauco en un puchero y to- mas.) maban sus vapores. A veces también usaban del mismo procedimiento para curar los cata- ZARRACAMALDA.—Instrumento cortante y cor- rros. vo en su punta, provisto de mango largo y En los dos pueblos anteriores, en el mismo que se utiliza para cortar malezas a cierta día de San Juan, bendecían también pétalos de distancia. (Azkue: zarramakalda, gancho con rosa, pues se decía que su agua poseía propie- que se quitan las matas de un ribazo.) dades curativas en especial contra los granos. ZARRAMASCA o ARRAMASCA.—Arañazo pro- En Eparoz se tiene a San Babil como aboga- ducido por maleza. do contra el reúma. Una talla de este santo se ZARREAR.—Rebuznar. ve en el altar mayor de la Basílica de Santa Fe. ZARTACO.—Golpe que una persona da con la CAPITULO Vlll mano sobre la cabeza de otra. // Golpe que se da con el revés de la mano y hacia atrás. LA RELIGIOSIDAD La expresión: «que te doy un zartaco», co- Parroquias. rresponde a: «que te doy un mangazo». ZOCA.—Raíces de árboles, generalmente de Datos sobre castillos, dólmenes, ermitas y boj, que se emplean para leña. palacios de Cabo de Armería. Las estelas. ZOLDA.—Mugre; suciedad acumulada desde Las fuesas y los ritos funerarios. mucho tiempo y que empieza a descomponer- Elementos protectores de los establecimientos se desconchándose en forma de estratos. humanos y sus pertenecidos. ZOQUETA.—Trozo de madera tallada en forma Fiestas populares. Navidad. Reyes. Carnaval. de zueco y con un vaciado, que sirve para Jueves Santo. Sábado Santo. Corpus Christi. San protección de los dedos del segador. Juan Bautista. Rogativas. San Antón. San Isidro. ZUGARRA.—Mancha grasienta que queda en las San Blas. San Gregorio. Romerías. Las brujas. Los datos históricos que poseemos, y los ropas por contacto con las ovejas, que par- ticularmente se produce al ordeñar, y más testimonios de arte religioso que han llegado aún durante el esquileo. hasta nosotros, atestiguan la existencia de una intensa vida religiosa ya en el siglo X. Las ci- ZUIN o ZUN.—Poner zuines. Amelgar un terre- tas referentes al Monasterio de la Virgen Santa no para poder sembrarlo uniformemente. María de Aristu, antes Ariztuiga, dado al Mo- (Ved Mielca.) nasterio de Leyre en 1042, por D. García de Ná- ZURICON.—Palo para aplanar la brasa del hor- jera. El Monasterio de San Juan de Arrosán, em- no de cocer el pan. plazado en el valle de Ayechu, y que se cree (59) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 127 estuvo emplazado en el lugar donde hoy se en- El interior está destrozado. Sólo quedan al- cuentran las ruinas de la ermita de Raja, es gunos restos de piedras del altar mayor, y de citado también en el siglo X. El Monasterio de un altarcillo que hubo a la izquierda. En uno Sancti Angeli, de Egurzano, al que en el siglo de sus muros hay abierta una sencilla venta- X dio tierras y viñas «aita-Eneko», y el rey na románica. D. García IV hizo donación de él a Leyre para Arangozqui.— Parroquia de San Martín. Fies- culto de los santos. Santa Fe de Baratzagaiz, y ta, 11 de noviembre. San Miguel de Zabalza, románicas, además de Templo de planta rectangúlar, de una sola la portada de estilo mozárabe de Ayechu, y los nave, y tejado a dos vertientes. Se ven restos restos románicos de la casi totalidad de las de su primitiva cubierta de pizarra. En lo que parroquias del valle, confirman lo dicho al prin- fue sacristía queda parte del altar mayor, con cipio. pinturas de Santa Bárbara y San Antonio. El agua benditera permanece aún empotrada en la PARROQUIAS pared. La imagen del Santo titular dicen que fue llevada al Museo Diocesano de Pamplona. Nos Adoain.— Parroquia de S. Esteban. Fiesta 1.º dijeron que su pila bautismal se guarda en la de septiembre (1). casa cural de Elcoaz. Iglesia románica, bóveda de medio cañón. En el ábside, orientado al Este, posee una inte- Arielz.— Iglesia de San Román. Fiesta, 18 de resante ventana románica orlada del damero. noviembre. Torre de la iglesia cuadrada con tejado a cua- Ermita muy sencilla de planta rectangular. tro vertientes. Tejado de la iglesia a dos ver- En su interior, un pequeño altar barroco. En su tientes. Cubierta de teja. puerta dovelada, una talla con flor de seis pé- En el interior se conserva una Virgen gótica talos e inscripción. a la que llaman «Virgen del Rosario» y que la Aristu.— Iglesia de San Andrés. Fiesta, 30 tienen emplazada en el altar mayor. En el mis- de noviembre (2). mo altar se encuentran las tallas de San Se- Iglesia románica de una sola nave de plan- bastián y de San Esteban. En un pequeño altar, ta rectangular. En la cabecera, torre rectangu- a la izquierda, se ve la imagen de la Virgen que lar con tejado a cuatro vertientes. La iglesia se guardaba en la desaparecida ermita de Nues- tejado a dos vertientes. Es un templo pequeño tra Señora del Socorro. Pila románica, caracte- cuyo interior no rebasa los doce metros de lon- rística en este valle, con semiesferas y figuras gitud por cuatro de anchura. Portada románica humanas, muy simples, que aparecen con los con semiesferas, flores, caras y representacio- brazos extendidos, como si se cogieran unas a nes de animales. En el exterior del ábside, una otras la mano, dando toda la vuelta a la pila sencilla ventanita románica. bautismal. Cruz procesional trabajada en plata, En el centro del altar mayor, talla de San románica, de gran mérito. Medidas de la pila Andrés. En la mano derecha, sostiene la cruz bautismal, 68 cms. de altura por 80 de ancho. en aspa y con la izquierda sujeta el libro con- Aircurgui.— Parroquia de San Julián. Fiesta, tra el pecho. Aguabenditera tallada. Pila bautis- 6 de enero. En ese día subía el dueño de la fin- mal románica, en la que se repiten los motivos ca con la familia a celebrar la fiesta en compa- descritos en la de Adoain. — La de Aristu tiene ñía del Mayoral, los pastores y sus familias. 77 cms. de alto por 65 de diámetro. Iglesia románica de una sola nave, bóveda Artanga.— Iglesia de San Pedro. Fiesta, 29 de medio cañón sostenida por dos nervios. La de junio. forman tres cuerpos seguidos: El más pequeño servía últimamente de sacristía. El central, la iglesia propiamente dicha, y en la cabecera la torre de tejado a dos vertientes, y cubierta de (2) Años atrás, tanto en Aristu como en Sastoya, los sacerdotes empleaban para las bendiciones hisopos de madera y teja. Tejado de la iglesia también a crin de caballo. En Aristu la crin era negra y en Sas- dos vertientes. Abside orientado al Este. toya blanca. En los dos casos el hisopo tenía la empu- ñadura de madera, y la crin iba sujeta en uno de los extremos por un refuerzo de cuero con clavos dora- dos. En Lizarraga (valle de Izagaondoa) también co- (1) En Adoain las fiestas llamadas «grandes» se cele- nocieron hisopos de estas características. Los danzan- bran el primer domingo de octubre. Antes lo hacían tes de lturen (Navarra), en su baile de «Zampanzar». el día 7 de este mismo mes, festividad de la Virgen llevan colgando de una de sus muñecas una pieza si- del Rosario. Las fiestas «pequeñas» son el día de San milar a la descrita, y a la que dan el nombre de «hi- Esteban Protomártir, el 26 de diciembre. sopua» («hishopua»). (60) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 128

Foto 25. Pila bautismal de Adoain. Foto Juan San Martín

Foto 26. Cruz procesional de Adoain. Foto 27. Foto Peña Santiago (61) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 129

Fig 77.— Clave de la portada de la ermita de Arielz.

Foto 28. Portada románico de Aristu Foto Peña Santiago.

Fig 78.— Aguabenditera de la Iglesia San Andrés de Aristu.

Foto 29. Cristo de Artanga Foto Juan San Martín. Fig 79.— Aguabenditera de Artanga. (62) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 130

Fig. 80.— Detalle de la Iglesia de San Julián de Cerrencano.

Foto 31. Portada de la Iglesia de San Juan Evangelista, de Ayechu. Foto Juan San Martín.

Foto 32. Pila bautismal de Cerrencano Foto Peña Santiago

Foto 33. Cristo de Guindano. Fig. 81.— Pila bautismal de Guindano. Foto Tomás López Sellés. (63) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 131

Fig.82.— Detalle de talla en el coro de la Iglesia de Ongoz.

Foto 34. Portada románico que se encuentra en la torre de la Parroquia de la Purísima Concepción, de Ongoz. Foto Peña Santiago.

Foto 35. Pila románica de Ozcoide. Foto Juan San Martin. (64) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 132

Foto 36. Ermita de San Miguel, de Zabalza. Foto Tomás López Sellés.

Foto 37. Cruz procesional románica de Santa Fe. Foto Juan San Martín. (65) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 133 Iglesia de planta rectangular, orientación Ezcániz.— Parroquia de San Servando y Ger- Este. Tuvo coro. Está totalmente en ruinas. So- mano. Fiesta, 23 de octubre. bre lo que fue coro quedan restos de una torre Iglesia de planta rectangular. Abside orien- pequeña, cuadrada y tejado a dos vertientes. La tado al Este. Torre con tejado a cuatro vertien- puerta de entrada dovelada. En la pared del al- tes. La única nave posee tejado a dos vertien- tar mayor se ve empotrada una hornacina góti- tes. Portada románica, ligeramente apuntada, de ca. En el muro izquierdo se aprecian restos de archivoltas totalmente lisas, sin tallas. El ce- un altarcillo. Un interesante Cristo en piedra, menterio adosado al muro de la portada. perteneciente a esta iglesia, se guarda en Oz- En su interior, en el ábside, ventana romá- coidi. nica adornada posteriormente con pinturas de Ayechu.— Iglesia de San Juan Evangelista. flores, de seis pétalos y estrellas. Fiesta, 27 de diciembre. Se guarda una magnífica talla de la Virgen, Parroquia de una sola nave y capilla lateral. gótica, que conserva todavía parte de su poli- Orientación Este. Torre cuadrada en la cabecera cromía. La llaman Virgen del Rosario. Otra ima- del templo, con tejado a cuatro vertientes. Te- gen dicen que fue llevada al obispado. La pila jado de la iglesia a dos vertientes. En el altar románica responde al tipo de las de Adoain, mayor, barroco, imagen de la Virgen de estilo Aristu y Elcoaz. Actualmente el libro de bauti- gótico. En el mismo altar, tallas de San Antón zos se conserva en la parroquia de Ongoz. y Santa Bárbara. A la izquierda, un nicho con la Guindano.— Iglesia de San Julián. Fiesta, 6 imagen de Santa Catalina y restos de pinturas, de enero. muy deterioradas. Hay una ventana románica, sencilla, a la derecha. Portada de estilo mozá- Iglesia de planta rectangular, orientación rabe. Pila bautismal románica. Este. Tejado a dos vertientes con restos de la Cerrencano.— Iglesia de San Pedro. Fiesta, primitiva cubierta de piedra. Torre en la cabe- 29 de junio. cera, cuadrada, y tejado a cuatro vertientes. Templo de una sola nave de planta rectan- Sobre su puerta dovelada existía un Cristo de gular. Medidas interiores aproximadas, 9 metros piedra, muy interesante, y que aparece en la por 3 metros. De estilo románico. Orientación foto de Tomás López Sellés. Actualmente se Este. Portada dovelada con un botaguas muy ignora el paradero de esta talla. simple. Se encuentra en ruinas. Sobre los mu- El retablo de la iglesia de San Julián, se ros quedan restos de las losas de piedra que guarda en casa «Birondo», de Adoain. La pila cubrían la iglesia. bautismal, en casa «Graco», de Adoain. El sa- En su interior se conservan algunos trozos grario, en la sacristía de la iglesia parroquia1 del friso de piedra tallada. En el suelo, rota, la de Adoain. En casa «Graco» se guardan otras pila bautismal románica. dos piezas que tal vez pudieron pertenecer a Elcoaz.— Iglesia de San Pedro. Fiesta, 29 de esta parroquia de Guindano, o a la de Cerren- junio. cano. No supieron darnos razón de su lugar de Iglesia recientemente restaurada, de una so- origen. la nave. Torre cuadrada, con tejado a cuatro ver- Irurozqui.— Iglesia de Mártir. tientes, y rematada por un campanil. El tejado Fiesta, 8 de septiembre. de la iglesia a dos vertientes. Portada románica Templo de una sola nave con tejado a dos de tres archivoltas, sin talla de ninguna clase. aguas. El tejado de la torre es a cuatro aguas. Sobre ella canecillos románicos con represen- En la capilla del lado izquierdo posee un valio- taciones de figuras humanas, animales y flores. so Cristo. Bajo el coro se conserva una de las En su interior, pila románica, de un diámetro antiguas «sepulturas» con inscripción. La pila de 60 cms., y de las mismas características de bautismal, románica, es de similares caracterís- la de Adoain y Aristu. ticas a las de Adoain, Aristu, Elcóaz, Ezcániz y Epároz.— Iglesia de San Andrés. Fiesta, 30 de Zabalza. Medidas, 86 x 64 centímetros. noviembre. Las fiestas de Eparoz se celebraban Imirizaldu.— Iglesia de la Purificación. Fies- antes en este mismo día, pero en la actualidad ta, la Virgen del Rosario, el 7 de octubre. han cambiado al 8 de septiembre. Parroquia de planta rectangular. La pila Templo de una sola nave de planta rectan- bautismal es totalmente lisa. gular. Torre cuadrada con tejado a cuatro ver- tientes. En la iglesia a tras vertientes. En el Jacoisti.— Iglesia de San Clemente. Fiesta el pórtico aguabenditera románica muy sencilla. 23 de noviembre. (66) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 134 Iglesia rectangular rematada por una peque- este templo: seis metros de largo por tres y ña espadaña. Tejado a dos vertientes. Tiene el medio de ancho. Unicamente se conserva em- cementerio adosado a sus muros. Conservan potrada en la pared una sencilla aguabenditera una bonita talla gótica de la Virgen, a la que que lleva tallada una crucecita. llaman Nuestra Señora de Jacoisti, también «la Zabalza.— Iglesia de San Pedro. Fiesta el 29 Virgen Morena». La pila bautismal es semejan- de junio. te a las de Adoain, Aristu, Elcóaz, Ezcániz, Iru- rozqui y Zabalza. Iglesia de una sola nave y bóveda apuntada. A la izquierda del altar mayor existe un altar- Ongoz.— Iglesia de la Purísima Concepción. cillo barroco. En el altar mayor se encuentran Fiesta 8 de diciembre. las tallas de la Virgen del Rosario, Santa Lucía, Ahora en esa fecha se celebran las llama- Santa Bárbara y Santa Catalina. das «fiestas pequeñas». La fiesta mayor se acos- La pila bautismal es similar a la de Adoain tumbra hacerla el primer domingo de octubre. y otros pueblos, pero en la de Zabalza las figu- Iglesia de planta rectangular con tejado a dos ras que se representan no van cogidas de la vertientes y torre rectangular y tejado a cuatro mano: se recoge únicamente la silueta. vertientes. En la torre, a la altura de las campa- nas, existe una portada románica con tallas y el damero propio del románico. Arco de medio ERMITAS punto. Es la más interesante de las portadas ro- mánicas del valle, y se encuentra bastante es- Raja.— A los datos que facilita López Sellés tropeada. En la viga principal del coro se ven queremos añadir los siguientes tras nuestra re- tallas de discos solares, flores de seis pétalos ciente visita. La ermita conserva todavía su cu- y estrellas de cinco puntas, dibujos todos estos bierta de piedra. La bóveda de medio cañón la que se encuentran con frecuencia en nuestro sostienen tres nervios. Las dimensiones apro- arte popular. ximadas del templo son doce metros de largo, cuatro y medio de ancho y siete de altura. La Larequi.— Iglesia de San Bartolomé. Fiesta orientación, al Este. En el ábside tiene una ven- 24 de agosto. tana románica, y otras dos más sencillas hacia Iglesia de una sola nave con tejado a tres el interior. La portada era de piedra de «trosca». vertientes. Torre en la cabecera de forma rec- Está muy estropeada porque le solían quitar tro- tangular y tejado a dos vertientes. Tiene el ce- zos, pues decían que su piedra era muy buena menterio adosado a sus muros. Pese a haber si- para afilar. do abandonado el pueblo la iglesia todavía se conserva en perfecto estado, y la mantienen tal Santa Fe.— Los datos de esta ermita están y como estaba cuando todavía vivía gente en la recógidos en el capítulo fiestas populares. Uni- aldea. camente, y como complemento, citaremos que Tomás Biurrun Sotil, en su obra «El arte románi- Ozcoidi.— Iglesia de San Pedro. Fiesta 29 de co en Navarra. (Pamplona. 1936). la pone, en- junio. tre las iglesias románicas de la Merindad de Parroquia de una sola nave con tejado a dos Sangüesa, como a «Santa Fe de Ezcániz», y pro- vertientes y torre cuadrada con tejado a cua- vista de claustro, (pág. 680). El mismo autor, tro aguas. Portada románica. Junto a la porta- en el capítulo «La orfebrería románica» (págs. da, una interesante aguabenditera. En el altar 709-710), al referirse a cruz parroquial de Sorau- mayor existe una talla de San Pedro. En el mis- ren (valle de ) y de la que opina es mo altar se ve una talla gótica de la Virgen. Po- románica, de comienzos del siglo XIII, añade: see una buena pila bautismal, románica, que lle- «Parece posterior a las florenzadas de Monjar- va talladas flores de seis pétalos. dín, cincelada y repujada, y la de Lete solamen- La iglesia tiene el cementerio adosado a sus te pintada, y que precedió, sirviendo de tipo y muros. modelo a la de Santa Fe de Ezcániz....». Sastoya.— Iglesia de San Juan Bautista. Fies- San Juan Bautista de Sastoya.— Aunque es ta el 24 de junio. citada como ermita, dado que se encontraba den- Pequeña ermita de planta rectangular. No tro de la pequeña aldea de Sastoya, dependien- decían que «el cura tenía que cambiarse a la te de Larequi, la hemos descrito dentro de las vista de los feligreses». Medidas aproximadas de parroquias del valle. (67) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 135 DATOS DE CASTILLOS, DOLMENES, ERMITAS Andrés Martín, en su «Historia de los suce- Y PALACIOS DE CABO DE ARMERIA sos militares de la División de Navarra», nos cuenta que el general francés Arizpe anduvo DEL VALLE DE URRAUL ALTO por estos lugares el 28 de enero de 1811. Te- nía el propósito de batir a dicha División y en- Hace unos diez o doce años visité este va- trar en Adoain, pero las cosas se le debieron lle, uno de los más olvidados de Navarra. Aun de torcer bastante, ya que tuvo que refugiarse, cuando ya conocía alguno de sus pueblos, lo Con sus fuerzas, «en una ermita de los canóni- había hecho en plan montañero o turístico. Pe- gos de Roncesvalles. en los corrales y en el ro ahora tenía otra ilusión: la de catalogar sus campo». viejos castillos y palacios de Cabo de Armería AIZCURGUI.—Nada. y sus ermitas. Ello me permitió el ir recogien- ARANGOZQUI.—San Gregorio. Quedan pa- do algunos datos, que ahora los aporto gustosa- redes de esta ermita, a la orilla de la carretera mente al trabajo que sobre Urraul Alto han rea- general. lizado mis buenos amigos Luis Pedro Peña San- tiago y Juan San Martín. ARIELZ.—Actualmente caserío, casa de la- branza, pero antiguamente palacio de Cabo de Primeramente señalaré los castillos, ermitas Armería, cuyas armas son un escudo de oro y palacios de Cabo de Armería, por orden alfa- con el águila explayada de sable. Primitivamen- bético de pueblos o caseríos, dejando la des- te se hallaba comprendido en el valle de Roman- cripción de la estación dolménica de Idokorri- zado y lo habitaban catorce personas. Pertene- Ugarra, para más tarde: cíó al conde de Agramont, defensor de la inde- ADOAIN.— Nuestra Señora del Socorro. 770 pendencia de Navarra, a sus herederos y a la metros aproximadamente de altitud. Ermita que familia Mena Sarasate, pariente muy cercana existió, a unos cinco minutos desde el pueblo, del violinista Pablo Sarasate. Se halla a unos en una ligera eminencia, cerca del actual ce- 510 metros de altitud. Tiene una capilla interior, menterio. Quedan vestigios de cimentación. Has- con la fecha 1674. Asimismo, la inscripción. ta hace unos treinta años hubo culto, pero des- «Sanera/munañ/o 1674.» ¿San Ramón en eus- pués se arruinó. La imagen está en la parroquia, kera? pero el retablo se perdió. Se solía ir en los tres ARISTU.—San Miguel. Ermita, de la que que- días de las rogativas de la Ascensión. Clavería dan ligeros vestigios en unos campos, a media dice que la imagen de Nuestra Señora del Soco- hora desde el pueblo en dirección a Equiza. De- rro es del siglo XVII. La cita Núñez de Cepeda. bió de ser abandonada hace muchos años. Santa Agata. 900 metros aproximadamente Santa Fe, Virgen y Mártir. Aun cuando apa- de altitud. Término a unos veinte minutos desde rece en la relación de Núñez de Cepeda como el pueblo, en dirección a Epároz. Quedan restos perteneciente a Aristu. debe de ser confusión de cimentación de la posible ermita, cuya ruina con la de Santa Fe de Baratzagaiz, de Epároz. debe de datar de hace muchos años. ARTANGA.—Nada. Santa Cruz. Aparece este nombre en el ma- AYECHU.—Ermita de Raja, a unos 800 me- pa catastral, con una altitud de 1.186 metros. tros de altitud. Altadill la denomina Rasa. Se ha- Queda algún ligero vestigio de la ermita a una lla en el camino de Ayechu a Larraun, a la iz- hora, aproximadamente, desde Adoain, en di- quierda, en una loma que desciende de las pe- rección al caserío de Larraun. ñas de Aritzgaña. Es románica, de fuerte cons- Perteneciente a Adoain y en dirección a As- trucción. Cuando yo la vi estaba en bastante purz, del Almiradío de Navascués, están Ce- buen estado, a excepción de la puerta en arco, rrencano Alto y Cerrencano Bajo, caseríos que, cuya parte superior se estaba desmoronando. en la época que yo los visité, eran de propiedad Totalmente abandonada, sin altar. Sólo, un tro- particular. Se hallan a unos tres cuartos de hora zo del ara. Es posible que haya sido la iglesia desde Adoain. La iglesia de Cerrencano Alto, del caserío de Larraun, compuesto de dos ca- que estaba bajo la advocación de San Pedro, se sas, actualmente abandonado, pues alrededor halla sin culto desde hace más de cincuenta de la iglesia se advierten ruinas de edificación. años. No tenía cubierta. Debió ser muy bonita, O, lo más probable, un monasterio llamado San conservándose un ábside románico con una ven- Juan de Arrosan, que ya existía en el siglo X, tana rasgada. siendo entonces su abad don Mencio. De su (68) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 136 término disfrutan, actualmente, los vecinos del Epároz, que lo está restaurando con amor y con salacenco pueblo de Izal. Antiguamente existió gusto. el valle de Ayechu, formado por Arangozqui, ESCANIZ.—Santa Agata. Nombre de térmi- Ayechu y Jacoisti. Según el «Diccionario geo- no a menos de un cuarto de hora desde el pue- gráfico e histórico de Navarra», de 1802, Aye- blo, en una altura, a 730 metros de altitud, en la chu tenía 11 casas y 72 personas. Arangozqui, que no he apreciado vestigios de la posible er- 3 casas y 22 personas. mita, aun cuando es posible que sus piedras San Miguel. Ermita que existió en un mon- hayan sido empleadas en una pequeña txabola tículo, cerca del pueblo, en el terreno que ocu- de pastores. Santa Agata se halla en dirección pa ahora el cementerio, no quedando ningún al monte Aldasur. vestigio de la anterior edificación. Unos 700 GUINDANO.—Nada. metros de altitud. ELCOAZ.—San Miguel. Quedan ruinas de es- IMIRIZALDU.—Nada. ta ermita, en algún sitio algo de pared como de IRUROZQUI.—Altadill, en su obra «Castillos un metro de altura, a un cuarto de hora desde medievales de Navarra», cita el castillo de Iru- el pueblo, en un montículo, después de cruzar rozqui. Añade que era humildísimo, semioculto un riachuelo que desciende de la sierra de por la vegetación arbórea, situado en una estri- Areta. Su altitud, unos 720 metros. Al término bación de la sierra de Idokorri, próximo a la er- se le denomina a la cantera de San Miguel. La mita de Santa Lucía, más moderna ésta que la desaparición de la ermita debe de datar de mu- fortificación, «a juzgar por la pátina de los si- chos años. glos más acentuada en los sillares restantes Santa Cruz. Nombre de término, en el que de la fortificación que en los del pequeño tem- parece quedan ligeros vestigios de una posible plo». Aunque Altadill da todos estos detalles de ermita, a unos diez minutos desde Elcóaz, en situación y estado de su obra de fábrica, y ade- una loma, en dirección a Aristu o Equiza. más añade que en su visita estuvo acompañado EPAROZ.—Santa Fe de Barantzagaiz, la úni- de otra persona, que le entregó una poesía, de- ca ermita con culto en todo el valle de Urraul dicada «a las pétreas ruinas y a las arcadas de Alto, y la más conocida actualmente. A 650 me- 12 ermita», yo no he tenido la suerte de locali- tros, aproximadamente, de altitud, y a unos diez zar el castillo de Irurozqui. A pesar de que a mis minutos desde el pueblo, a la derecha de la ca- buenos amigos Peña Santiago y San Martín les rretera de Ongoz, se halla esta basílica, romá- indicaron que el castillo estaba en el mismo nica, de fachada recta y un bonito ábside, en pueblo, me inclinó a suponer que no. Por varias donde, en una hornacina, que es un ventanil ta- razones: porque ya desde hace años y en varias piado, se conserva una imagen de la Virgen de ocasiones he consultado, con personas de edad pie, talla de madera muy estropeada por las in- e hijas de Irurozqui, siempre con resultado ne- clemencias del tiempo. Según el « Diccionario gativo: porque Altadill, que lo visitó, según él, geográfico e histórico», la ermita «está situada dice que estaba semioculto por la vegetación, en el centro del valle. Perteneció a los Templa- en una estribación de ldokorri, y, por fin, por su rios y ahora está servida por un prior, nombra- proximidad a la ermita de Santa Lucía. En algu- do por el valle, que es patrón de ella, donde se na ocasión me han manifestado en Irurozqui juntan los diputados a tratar los negocios gu- que denominan «el castillo» o «los castilletes» bernativos y los eclesiásticos a celebrar sus a un montículo pequeño, a la izquierda de la cabildos. El prior celebra misa diaria, predican- carretera de Zabalza a Adoain, en una pronun- do los domingos de cuaresma y otras fiestas— ciada curva que existe a un kilómetro, aproxi- señaladas». Fué consagrada como basílica en madamente, antes de Guindano. Allí, a una alti- 1493. La romería principal, a la que acuden re- tud de unos 710 metros, hay una borda de nue- presentaciones de todo el valle, es en los pri- va construcción, en la que, tal vez, se hayan meros días del mes de octubre. ¡Santa Fe de aprovechado materiales del supuesto castillo. Baratzagaiz, monasterio de benedictinos y nun- Hay mucha piedra suelta, pero no se aprecia. a ca de templarios, dado a Coques por el obispo simple vista, nada de cimentación que delimite de Pamplona, don Pedro de Rodas es, junto con un recinto. Por todo ello, y en la creencia de que la ruinosa ermita de San Miguel de Zabalza, lo lo mejor es aceptar la descripción de Altadill, mejor de Urraul Alto! Pero Santa Fe de Baratza- máxime cuando no podemos dudar de la since- gaiz ha tenido la suerte de encontrar una perso- ridad de sus palabras, de que él vio el castillo, na amante de sus viejas piedras, el párroco de en unión de un acompañante que le entregó una (69) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 137 poesía, yo me inclino a pensar si la fortaleza vales de Nabarra». Aun cuando actualmente no de Irurozqui no habría estado en el actual case- se conservan restos de edificación, coincide su río de Racas Alto, del Almiradío de Navascués, situación con lo que indica Altadill, de que es- pero limítrofe con Guindano, en la parte septen- taba al septentrión del pueblo, y que ahora se trional de la sierra de Idokorri, y en donde existe denomina a ese lugar, una peña estratégica a una ermita dedicada a Santa Lucía. Esta ermita, unos 725 metros de altitud, Casturaldea, fácil situada en el mismo caserío, es un edificio de corrupción de Gaztelu aldea. Según Altadill, de- piedra antiguo que tiene adosado, en su parte bió de ser de poca importancia. Se tienen noti- sur, una vivienda. Su altitud, unos 700 metros. cias de él en el año 1208, y fue abandonado en San Cristóbal. Término que aparece en el ca- tiempos del Príncipe de Viana. Quizá una de tastral, a unos 750 metros de altitud, que hace las muchas pequeñas torres defensivas que sal- muga con Irurozqui, Epároz y Larequi, a una me- picaban nuestro viejo reino en aquellos tiempos. dia hora desde el primer pueblo. OZCOIDI.—Santa Cruz. Ermita que estaba en Según José María Iribarren, en la página 15 un alto, a unos 670 metros sobre el nivel del de «Pascuas a Ramos». el párroco de Irurozqui, mar, a cerca de veinte minutos desde Ozcoidi, que era de Aoiz, solía conjurar las malas nubes en dirección a Irurozqui. Se arruinó hará unos con estos versos: «Arrasa la Francia y a Italia 70/80 años, y ahora quedan algunas paredes. también. A Aoiz y a Irurozqui déjalos con bien». ZABALZA.—San Miguel. Es muy bonita esta JACOISTl.—Santa Agata. Otro nombre de tér- ermita, situada junto al pueblo, y dando acceso mino con esta advocación, tres en el valle, se- al cementerio. Románica su fachada lisa, con gún mis informes. A unos quince minutos desde una puerta en arco, tapiada, al oeste. Españada Jacoisti, en dirección a Arangozqui. Hace ya mu- con dos grandes huecos, sin campanas. Su cons- chos años que la ermita se abandonó, y ahora trucción, fuerte, sencilla, que recuerda al romá- quedan algunos vestigios. Según un proceso de nico de las ermitas de San Pedro de Echano y 1787, «el caserío de Jacoisti o Casa Baxa era del Santo Cristo de Catalain, de la Baldorba, des- solar de notoria nobleza y tenía estas armas: taca en el paisaje árido de esa zona. Lástima El escudo es dentro de la orla tres Varras con que siga abandonada desde hace mucho tiempo, una faxa encarnada o cruzada de ellas ya en su tan cerca del pueblo... mano derecha una Aspa y encima una Estrella». Salvatori. No he podido averiguar nada en con- Según el « Diccionario Geográfico e Histórico de Navarra», de 1802, Reste pueblo está redu- creto sobre este nombre, que aparece en el ma- pa catastral, con una altitud de 853 metros, pues cido a una sola casa, en la que habitan de 10 a 12 personas.. ninguna de las personas consultadas en los di- versos pueblos del valle, me ha podido dar una LAREQUI.—San Juan de Sastoya. En el case- respuesta aclaratoria. Se halla cerca de Zabal- río de Sastoya, a unos 550 metros de altitud y za y de Aizcurgui. a una media hora desde Larequi. La ermita es Santa Lucía. A una media hora desde Zabal- un edificio pequeño, sin signos religiosos al ex- za, en dirección a Aizcurgui, en una altura, a terior, habilitado, cuando yo lo vi, para almacén unos 720 metros sobre el nivel del mar, existió agrícola. Se perdió el culto hará unos cincuenta esta ermita, de la que quedan ligeros vestigios, años. Pertenece o ha pertenecido a la familia de ya que sus paredes se emplearon hace unos Bornás, esa familia de Ochagabía que acostum- veinticinco años para obras en el pueblo. La ima- braba a poner en los dinteles de sus casas: «Soi gen ya no existe, pero sí un relieve de Santa de Bornás». Las hierbas de Sastoya, su aprove- Lucía, en la parroquia. chamiento por el ganado, dio lugar a un ruidoso pleito, cuyo documento, de fecha 24 de abril de 1799, se conserva en la parroquia de Larequi, ESTACION DOLMEMICA DE IDOKORRI-UGARRA entre Fermín de Ochoa, ganadero de Ezcaroz, y En mis exploraciones en busca de monumen- los párrocos de Larequi. Irurozqui, Uli Bajo y tos megalíticos, encontré esta estación, com- Sansoain. puesta de diez dólmenes. Todos ellos, menos el LARRAUN.—Caserío de Ayechu. Nada. de Puyomediano, en 1965, fueron localizados en ONGOZ.—A unos 2 kilómetros desde el pue- el año 1958. Este sector, compuesto de los dól- blo, a la derecha de la carretera a Elcoaz, debió menes Aikoa I, Aikoa II, Angerta, Boluntza I, Bo- de estar emplazado el castillo de Ongozarria, luntza II, Puyomediano. Ugarra I, Ugarra II, Uga- citado por Altadill en su obra «Castillos medie- rra III y Ugarron, se halla emplazado en los va- (70) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 138 lles de Urraul Alto y Romanzado. En Urraul Alto nera: Arangozqui, una estela. Artanga, una este- y término de Imirizaldu están situados los de la. Ayechu, una estela. Guindano, una estela. Aikoa y I Aikoa II. Angerta, hace muga entre Larequi, siete estelas. Ongoz, cuatro estelas. Urraul Alto y Romanzado. Los demás dólmenes, Santa Fe, una estela. Zabalza, tres estelas. en este último valle. De todos ellos, de sus La estela discoídea de Arangozqui fue rega- características, se da cuenta en la revista «Mu- lada por su propietario, don Agustín Cabodevi- nibe», por lo que me abstengo de más datos. Ila, de Elcoaz, al Museo Etnográfico de Navarra. He procurado ser lo más conciso posible en La de Artanga la localizamos entre los restos la enunciación de los castillos, dólmenes, ermi- del cementerio. La estela de Ayechu sirve hoy tas, palacios de Cabo de Armería de Urraul Al- de aguabenditera en el interior de la parroquia. to, el valle que, como digo al principio, quizá La de Guindano se encontraba próxima a la igle- sea de los menos conocidos de Navarra. De sus sia de San Julián. De las siete piezas de Lare- otras características, de su etnografía, de su pai- qui, cuatro se ven en el cementerio que rodea saje y topografía, de sus pueblos abandonados, el ábside, y las otras tres se encuentran sobre os hablarán Luis Pedro Peña Santiago y Juan San el altar mayor, sirviendo de peana cada una a Martín. una imagen. Las cuatro de Ongoz están coloca- Pero yo pienso que esta tierra hoy árida, po- das en el nuevo cementerio, emplazado en las bre, sin vegetación, en que la vida es difícil, y afueras de la aldea. La de Santa Fe estaba con- por ello sus hijos la abandonan, no siempre ha fundida entre el empedrado del suelo del patio sido así. Nos lo demuestra el asentamiento en de entrada. Las tres de Zabalza, dos se conser- el valle de Urraul Alto o en sus inmediaciones. van próximas al cementerio, y la tercera se guar- de una cultura dolménica. Y los topónimos que da en una casa particular. ha ido rastreando Julio Ruiz de Oyaga: «el soto de Errasa y la cima Rapiña, el congosto de Erria Por su grafía resulta de especial interés la y la peña de Olotoni, el monte de Arinzano y el estela de Ayechu. La inscripción latina de la mis- risco de Arrano arria, nombres del siglo XI, que ma dice: «HIC YACE CUY NOME HERAT IOHAN marcan el itinerario del rey don Sancho el de GIL». (Aquí yace cuyo nombre era Juan Gil.) Peñalén, cuando vino a Ayechu, en 1506, y lo si- Es de piedra caliza. guió, acompañado de unos pocos urraulenses, En el resto, a excepción de una cara de la para aprender el límite de las tierras del monas- estela de Arangozqui, las caras de una de las terio de San Martín de Larraun —hoy Larrabe—, piezas de Larequi, que reproduce una flor de y que dio a don Eneco Sanz, a trueque de un seis pétalos, al igual que otra de Zabalza, una caballo valorado en trescientos sueldos. Fueron de Ongoz y la de Santa Fe, que han perdido to- monasteriales las cañadas de Urrau». da talla, otras dos caras de estelas de Ongoz, con Sigue anotando Oyaga el monasterio de San- dibujos geométricos, y un dibujo muy borroso ta María de Aristu —antiguo Aristuiga— dado en una piedra de Ongoz también, las restantes, a Leyre, en 1402, por el rey don García el de presentan reproducciones de la cruz en formas Nájera. Y el de San Juan de Arrosan, ahora Raja, variadas (cruz geométrica, de Malta, cruces ter- que ya existía en el siglo X. Y el de Sancti An- minadas en una o dos puntas cada uno de sus geli de Egurzano, entre Zabalza y Guindano, tam- brazos, etc). bién el siglo X. Y Santa Fe de Baratzagaiz y San La bibliografía sobre las estelas del país vas- Miguel de Zabalza. Hoy muchos de sus dieci- co es muy extensa. En determinadas zonas del nueve pueblos y caseríos, alzan tristemente ha- mismo las estelas reciben el nombre de «il- cia lo alto sus iglesias y sus ermitas huérfanas arriak», o «illarrik», y hay investigadores que de campanas, sus viviendas vacías. Son como opinan que la antigüedad de algunas de ellas se esos árboles que hoy contemplamos resecos, remonta en el país al siglo XllI. deformados, heridos mortalmente por el rayo, pero que un día estuvieron pletóricos de savia En cuanto a su interpretación han sido va- y llenas sus ramas de hojas y de nidos de pá- rios los autores que han trabajado en ello (Co- jaros. lás, O’Shea, Frankowski, Lhande, Barandiarán, Díaz de Espada, etc.) y aunque la mayoría se inclinan por una interpretación antropromórfi- LAS ESTELAS ca, en casos determinados, tanto Breuil, como En Urraul Alto hemos tomado datos de die- Díaz de Espada y otros, defienden ideas dife- cinueve estelas, distribuidas de la siguiente ma- rentes. (71) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 139 La estela discoídea aparece en el norte de Frankowski, Eugeniusz.—«Estelas discoídeas de la penín- la Península ibérica en época anterior a la ro- sula Ibérica». Madrid 1920. manización. Dentro de nuestro país, sobre todo Gorosábel, Pablo.—«Diccionario histórico - geográfico de a partir del siglo XIV, han sido localizadas nu- Guipúzcoa». merosas estelas en Laburdi, Zuberoa y Baja Na- Laborde, Manuel.—«Exposición de catorce nuevas estelas discoídeas situadas en la provincia de Guipúzcoa», en varra. También son abundantes en Navarra (los homenaje a don J. M. de Barandiarán. Bilbao 1964. actuales estudios así lo van demostrando), y Larrea y Recalde, José.—«Contribución al estudio de las menos frecuentes en Guipúzcoa, Alava y Viz- estelas discoídeas de Vizcaya», en Boletín de la Real caya. Sociedad Vascongada de los Amigos del País. 1945/4. Recientemente Juan San Martín, Luis Peña San Sebastián. Basurto y Luis Pedro Peña Santiago han loca- Leizaola. Fermín.—«Hallazgo de una estela discoidea en lizado nuevas estelas discoídeas en Navarra, Lo- las inmediaciones de la campa de Degurixa’ko-Zelaya». groño, Burgos y Palencia, estos trabajos, todavía MUNIBE 1965/1-4. San Sebastián. inéditos, ayudarán a ir completando el área de López Mendizábal, Isaac.—«Los sepulcros y lápidas fune- estos monumentos funerarios en el Norte de la rarias de Elorrio y sus alrededores». Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. 1954/2-3-4. Península. San Sebastián. Peña Basurto, Luis.—«Nuevas estelas discoídeas de Nava- BIBLIOGRAFIA rra». MUNIBE 1957/3. San Sebastián. Peña Basurto, Luis.—«Una nueva estela discoidea en Gui- Aguirre Andrés, Antonio.—«Tumbas antiguas, aguares, ins- púzcoa». MUNIBE 1965/1-4. San Sebastián. cripciones sepulcrales». Bilbao 1957. Peña Santiago, Luis Pedro.—«Estela discoídea de ». Areitio, Darío.—«Los sepulcros de Arguiñeta». MUNIBE 1965/1-2-3-4. San Sebastián. Breuil, H.—«La rueda de Santa Catalina de Barros». San Martín, Juan.—«Una estela discoidea en San Miguel Colás, Louis.—«La tombe basque». in Exceisis». MUNIBE 1963/3-4. San Sebastián. Cruchaga, Saralegui, López Sellés.—«Piedras familiares y Ugartechea y Salinas.—«Notas sobre estelas, lápidas de piedras de tumbas de Navarra». Pamplona 1965. inscripciones funerarias vizcaínas». Anuario E. Folklo- Dechelette.—«Manuel d'Archelogie». re 1962. San Sebastián. Díaz de Espada, Pedro.—«La swástica. el triángulo, la cruz Ybarra y Bergé, Javier de.—«Catálogo de monumentos de y otros símbolos prehistóricos». Vizcaya». Bilbao 1958. (72) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 140

Fig. 100.—Estela de Zabalza.

Fig. 83.—Estela de Aristu.

Fig. 84.—Estela de Zabalza

Fig. 101.—Estela de Zabalza. (73) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 141

Fig. 86.—Estela de Arangozqui.

Fig. 90.—Estela de Guindano. (74) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 142

Fig. 93.—Estela de Larequi. Fig. 94.—Estela de Larequi.

Fig. 95.—Estela de Santa Fe.

Fig. 96.—Estela de Ongoz.

Fig. 99.—Estela de Ongoz.

Fig. 97.—Estela de Ongoz.

Fig. 98.—Estela de Ongoz. (75) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 143 LAS «FUESAS» Y LOS RITOS FUNERARIOS cristianas, siendo por tanto idéntica la posición de los cadáveres en ambas, de frente a la sali- El ofrendar luz por las almas de los antepa- da del sol. La mayor parte de las iglesias de sados sobre las «sepulturas» de las iglesias, ha Urraul Alto tienen esa orientación. sido a lo largo de los siglos una de las costum- Parece ser que en un principio el enterra- bres más fuertemente arraigadas en el Pirineo. miento se hacía junto a los muros de los peque- En nuestro tiempo, por causas diversas, como ños templos cristianos, al exterior de los mis- limpieza, peligro de incendio, moda y sobre to- mos. Fue más adelante, en el siglo XIV, cuando das, la colocación de bancos en el interior de se generalizó el enterrar dentro de las iglesias. los templos, su uso está desapareciendo rápida- En 1324, Alfonso XI daba una autorización a los mente de nuestros pueblos, lo mismo que en habitantes de Azcoitia (Guipúzcoa) de «una el resto de la cordillera. Urraul Alto no ha sido iglesia para enterramiento». Esta costumbre per- una excepción. duró en algunas zonas de la Península hasta co- La ofrenda de cera, bien fuera rollo de ce- mienzos del XIX, aunque a finales del siglo XVIII, rrilla o vela, se hacía en la «fuesa», especie de Carlos III la había prohibido ya con severas ór- cajón rematado con una cruz y pintado, colocan- denes. De Urraul Alto poseemos el dato de que do en su interior una cestilla con los rollos y todavía en 1802 se enterraba en la parroquia de las velas, o bien las velas puestas en candela- Irurozqui. bros a los lados del canastillo. La «fuesa» ocu- En los pueblos del valle que estudiamos, se paba la parte cabecera de las «sepulturas» de encendían las velas de las «fuesas» en la misa las casas y tras ella se arrodillaba la dueña, o de los domingos, en funerales, novenarios, ca- alguna mujer de la casa, en caso de ausencia de bo de año, aniversarios, día de Animas y por aquella (1). Todos los Santos, sin faltar tampoco en esos Todavía, en la parroquia de San Adrián, de días la ofrenda de pan. Hasta que se cumpliera Irurozqui, bajo el coro, se conserva uno de los el año del fallecimiento también era costumbre viejos sepulcros de madera de roble. Sus medi- encender la cera en la misa de todos los días das aproximadas son de 1,62 x 0,56 mts. y lle- y en el rosario de la tarde. Cuando se trataba va grabada la siguiente inscripción: «ESTA SE- de una «fuesa» «añal» (hasta el primer aniver- PVLTVRA ES PARA PObRES SYENDO ABAD D sario), se acostumbraba colocar bajo ella un XAbYER OROZ AÑO 1802 Y DOTADA POR Dn trozo cuadrado de tela negra, de sesenta centí- PEDRO JOSE MONREAL Y NYCOLASA DOME- metros de lado aproximadamente, y forrar de ZAYN SU MUGER». En ninguna otra iglesia del negro el canastillo que se encontraba en su in- valle hemos encontrado restos de sepulturas, terior. En Elcóaz todavía ponen en los funerales tampoco en los templos de las aldeas abando- una tela negra y sobre ella dos candelabros con nadas. vela encendida. En Zabalza, cuando el que había muerto era un niño, colocaban una tela de color (Los datos de Urraul los hemos tomado de blanco en lugar de la negra. Adoain, Arielz, Aristu, Ayechu, Elcoaz, Eparoz, Los canastillos de mimbre tenían un diáme- Ezcániz, Irimizaldu, Irurozqui, Jacoisti, Larequi, tro de veinte centímetros, y altura de trece cen- Ongoz, Ozcoidi y Zabalza.) tímetros, aunque estas medidas variarían en Llama la atención la orientacion que guarda- más o en menos. Estaban cerrados por una tapa ban estos sepulcros en el interior de los tem- de mimbre con cuatro orificios para que asoma- plos primitivos (en general hasta el románico) ran las dos velas y las dos cabezas del rollo de con sus ábsides mirando al Este, pues al tener cera. En Ozcoidi colocaban el canastillo dentro al difunto de cara al altar mayor, en dirección de otra cestilla también de mimbre, de veinti- Oriente, daba por resultado que los monumen- dós centímetros de diámetro y sólo siete u ocho tos funerarios del eneolítico, los dólmenes, te- de altura. Como ya hemos citado antes, dentro nían la misma orientación que las sepulturas del primer año del fallecimiento se tenía la cos- tumbre de forrar de tela negra la cestilla y su cubierta, y en Ozcoidi, además de ésta, también el segundo canastillo. (1) La «fuesa», en lo que al País Vasco se refiere, se en- contraba muy extendida en Alava, Navarra y algunos Los candelabros comenzaron a usarse po- pueblos de Guipúzcoa mugantes con Navarra, así Be- rástegui, Elduayen y Oreja. Actualmente el empleo de niendo en el interior de las «fuesas» dos de la «fuesa» está disminuyendo de día en día. ellos, uno a cada lado del cestito de mimbre, en (76) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 144 la época del «añal» (Aristu y Eparoz). En Ozcoi- ba arrodillada en la «sepultura», por lo general di, en ese mismo período, era costumbre colo- la dueña de la casa. En Ayechu, Ezcániz y Ja- car cuatro candelabros pero ya fuera de la «fue- coisti nos indicaron que esta ofrenda se hacía sa», uno en cada esquina de la tela negra so- también en los funerales, mientras duraba el bre la que iba emplazada aquélla. «añal». Al finalizar la misa la cesta donde se Las velas y la candela las encendían al co- habían depositado los panes era retirada por menzar la misa, permaneciendo así hasta que un monaguillo o el sacristán. En Zabalza lo hacía finalizaban los responsos. A la tarde, durante la serora. Por lo general el pan quedaba para el rosario, también alumbraban la «sepultura» el sacerdote. En Eparoz, sin embargo, era re- (2). partido al final de la misa entre los niños, res- Otro uso que también se ha perdido en petándose también la costumbre el día de To- Urraul Alto ha sido la ofrenda de la «oblada» dos los Santos. (Ayechu y Jacoisti), u «olada» (3), nombre que En Ayechu existía la costumbre de ofrendar recibía en el resto de los pueblos. En Ayechu le todos los días, aparte de la «oblada» de domin- llamaban también «pan de las ánimas». La «ola- gos y festivos, unos panecillos que llamaban da» era un pan que se ofrendaba todos los do- «chornes», de un peso aproximado de un cuar- mingos y fiestas en la sepultura «añal», y que to de kilo. Eran llevados únicamente por la se- se llevaba en el ofertorio junto al altar, depo- ñora de la casa donde tenían «añal». En los sitándolo en un cesto besando seguidamente la domingos y festivos, además de novenarios, fu- estola del sacerdote. La persona encargada de nerales, Todos los Santos y día de Animas, los hacer esta ofrenda era la mujer que ese día esta- ofrendaban durante el ofertorio, al tiempo de la «oblada», y los días de labor, los llevaban al finalizar la misa. El día de Animas ofrecían va- (2) Durante siglos el fuego fue considerado como sagra- rios «chornes» en una canasta. Cuando termi- do por nuestros antepasados. Como dice Violant y Si- naba el Santo Oficio los daban a los chicos. morra: «El hogar era sagrado, en él ardía el fuego bendito, símbolo ancestral de la familia, puesto que Los responsos están todavía muy generali- simbolizaba a los dioses lares.» No hay que olvidar zados en las parroquias del valle. Cuando fina- que antes de enterrarse en los cementerios se ente- rraría posiblemente en el interior de las casas, o bien liza la misa el sacerdote reza un responso ge- junto a ella, en la huerta próxima o bajo el alero. Una neral desde el altar mayor, o en el centro del vez que se comenzó a sepultar dentro de las iglesias cada casa tuvo su «sepultura» marcada en el pavi- templo, y luego se traslada «sepultura» por «se- mento del templo. A partir de entonces casa y «se- pultura», con acetre e hisopo, acompañado por pultura» fueron siempre unidas, siendo ésta como una el monaguillo que lleva la cruz. Hace ya muchos continuación de aquélla. Quien vendía la casa vendía la sepultura. Tal vez por ello, en cierto modo, la luz años, en Ayechu, se daba al sacerdote uno o ofrendada en la «sepultura» recuerde el fuego del ho- dos ochavos por cada responso. En Eparoz, en gar. En el Pallars apilan el fuego de la chimenea para la novena de las Animas, las familias encarga- que no se apage y dé calor a las almas de los difun- tos. Esta misma costumbre, con algunas variantes, se ban varias misas por sus difuntos. encuentra generalizada en el resto de la cordillera. Una costumbre que debió estar extendida en Mestres recogió la tradición muy extendida en toda Cataluña en la que se creía que desde Todos los San- el valle de Urraul Alto era la llamada del «pan tos hasta el Día de Animas las almas de los antepa- bendito», sin embargo no en todos los pueblos sados volvían a casa. En otros lugares del país es creencia que los alimentos dejados en determinados se hacía de la misma manera. En Ayechu, Epa- días junto al hogar son en parte comidos por los espí- roz, Jacoisti y Ongoz, todavía recuerdan cómo ritus de los muertos, y que incluso sus huellas queda- la casa que durante la semana le tocaba cuidar ron marcadas en las cenizas de la chimenea (Larra- bezúa). Actualmente las luces que brillan encima de de la iglesia (coger la «sacristanía»), prepara- las sepulturas se dice que sirven «para iluminar a los ba el domingo una bandeja con unos trocitos de difuntos», que éstos «tienen necesidad de luz en el pan, en Eparoz era un canastillo, que se bende- otro mundo», «iluminan las almas», «la necesitan pa- ra que las almas en pena no vayan al infierno». «suben cía antes de comenzar la misa, dejándose en la las almas al cielo alumbrándose con la luz de los ci- portada de la iglesia junto al aguabenditera. rios. y «les ayudan a salir del pulgatorio». Lo impor- Cuando los feligreses salían de los oficios co- tante es que no falte el fuego, la llama, la luz. gían un pedacito de este pan y se lo comían. (3) Estos panecillos son, en este caso de Urraul Alto, el último testimonio de ofrendas en especie, aunque po- La misma costumbre existía en Gorráiz (valle seemos el dato de la ofrenda de «robos» de trigo. En de Arce.) el país, en el siglo XVlll y aun con posterioridad, fué de uso común la ofrenda de carneros, gallinas, trigo, En Elcoaz, la familia a la que le correspon- frutas, etc. Todavía a mediados del mismo siglo se ha- día hacerse cargo de la limpieza y cuidado de cía la ofrenda de bueyes en los entierros en los pue- blos guipuzcoanos de Aizarnazábal y Oiquina. la parroquia, en la semana, era también la que (77) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 145 (78) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 146 llevaba la bandeja con el «pan bendito». Du- Ramón Violant y Simorra.—«Mitología, folklore y etnolo- rente la misa, después de la comunión, el sacer- gía del fuego en Cataluña» (Rev. de Dialectología y dote daba a besar «la paz» a los asistentes. tradiciones populares 1951/4 y 1952/1). Después de esto un monaguillo iba con la ban- Ramón Violant y Simorra.—«Posible origen y significa- deja repartiendo el pan a los feligreses, quie- do de los principales motivo decorativos y de los sig- nes cogían un trocito y se lo comían. Luis-Pe- nos de propiedad usados por los pastores pirenaicos» dro Peña Santiago, en su libro «La Argizaiola (Rev. de Dialectología y tradic. populares. 1958-1/2). vasca», recoge esta misma costumbre en Abal- cisqueta (Guipúzcoa.) ELEMENTOS PROTECTORES DE LOS La costumbre de dar a besar la paz todavía se guarda en Eparoz en la misa de los domingos. ESTABLECIMIENTOS HUMANOS En Ayechu, durante los funerales, solían po- Y SUS PERTENECIDOS ner dos «robos» (medidas de grano) llenos de trigo, en la escalera, delante del presbiterio. En Las costumbres de llevar a bendecir a la cada robo, sostenida por el trigo, ardía una vela iglesia, en Domingo de Ramos, laurel, «sagatza», durante toda la ceremonia. Según nos informa- olivo, «palma», etc., para luego hacer cruces ron, en Abaurrea Alta, mientras el cadáver se que se colocan en los campos y en las venta- encontraba en la casa, colocaban sobre su vien- nas y puertas de las casas, o a la cabecera de tre un plato que contenía sal y unas tijeras la cama, está muy extendida en todo el país. abiertas. En Urraul Alto se bendicen laurel, «palma» NOTA: En Arielz, caserío perteneciente a (en algunos casos le llaman también «ramo»), Urraul Alto, pero situado entre Urraul Bajo y mimbre y olivo. El olivo es propio de Arielz, en Romanzado, asisten a la misa de Murillo-Berro- el resto del valle llevan «palma» y mimbre. La ya. Es en la parroquia de ese pueblo donde re- bendición la hacen antes de comenzar la misa, cuerdan siempre haber tenido su «sepultura» y dejando por lo general los ramos junto al altar. la «fuesa». En los últimos años también ha des- Una vez terminada la ceremonia los recogen y aparecido el uso de la «fuesa» en Murillo-Be- los llevan en la procesión que se efectúa junto rroya (valle de Romanzado.) a la iglesia. Después se celebra la santa misa. Con el «ramo» y el mimbre bendecido hacen en BIBLIOGRAFIA las casas las cruces, poniéndoles unas gotas de cera, de vela bendita en Candelaria y que ha José Miguel de Barandiarán y colaboradores.—«Creen- ardido en el tenebrario del Jueves Santo en la clas y ritos funerarios» (en Anuario de Eusko Folklo- iglesia, y la mojan además en un poco de agua re). Vitoria 1923. bendita. Hechas las crucecillas las guardan has- Bonifacio Echegaray.—«Significación jurídica de algunos ritos funerarios del País Vasco—». San Sebastián 1925. ta Santa Cruz, fecha en la que las dejan en Eugeniusz Frankowski.—«Sistematización de los ritos usa- los campos. En las puertas y ventanas de las dos en las ceremonias populares». Bilbao 1919. viviendas acostumbran ponerlas el mismo Eugenlusz Frankowski.—«Estelas discoídeas de la penín- Domingo de Ramos. sula Ibérica». Madrid 1920. Dan el nombre de «palma», o «ramo», al «rus- Luis Pedro Peña Santiago.—«Apuntes etnográficos de cus aculeatus«, planta de la familia de las liliá- Aranaz» (en Anuario de Eusko Folklore). San Sebas- ceas, y conocida en castellano por «prusco» y tián1962. Luis Pedro Peña Santiago.—«La Argizaiola vasca» (co- «acebo menor», entre otros nombres. Al «prus- lección Auñamendi, núm. 38). San Sebastián 1964. co» se le considera como planta de virtudes Luis Pedro Peña Santiago.—«La ofrenda de la cera en el medicinales. Pirineo» (Caesaraugusta 22/23), Zaragoza 1965. En Adoain bendicen laurel, «palma» y «mim- Luis Pedro Peña Santiago.—«La ofrenda de la cera en el bre». La «palma» la recogen en las penas «Es- Pirineo» (Caesaraogusta 24/25). Zaragoza 1966. polonga» y «Legazpe». Con el mimbre hacen las José Romeu Figueras.—«Folklore de la lluvia y de las cruces para ponerlas en los campos el 3 de ma- tempestades en el Pirineo catalán» (Rev. de Dialec- yo, Santa Cruz. Las crucecitas las hacen abrien- tología y tradiciones populares núm. 1. 1951). Ramón Violant y Simorra.—«Síntesis etnográfica del Pi- do una raja en la parte superior y metiendo por rineo español y problemas que suscitan sus áreas y ella otro palito también de mimbre. En la unión elementos culturales». Zaragoza 1950. de los dos trozos echan una gota de cera ben- Ramón Violant y Simorra.—«El Pirineo español». Ma- dita. Una vez clavada en tierra, la mojan con drid 1949. una ramita de laurel que han introducido en un (79) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 1 47 recipiente que contiene agua bendecida el Sá- a las casas. El «ramo» se ve todavía colocado bado Santo. en la puerta de la parroquia de Nuestra Señora En Arielz, bendicen olivo, el Domingo de Ra- del Rosario. En Irurozqui ponen el mimbre en mos, en la iglesia de Murillo-Berroya (Roman- las ventanas de las casas. Por Santa Cruz cla- zado). A las cruces les ponen unas gotas de van cruces de mimbre en las tierras, con el vela que ha ardido en el tenebrario de Jueves mismo ritual que en Eparoz. Antes, al igual que Santo. Cuando el 3 de mayo las llevan a los cam- se hacía en Eparoz, y como aún se conserva en pos y las clavan en la tierra, es costumbre re- Imirizaldu, ponían también cruces en las puer- zar un Padre Nuestro. En Aristu se bendice «ra- tas de las viviendas. En Zabalza, las cruces son mo» y mimbre. A las cruces de mimbre las mo- de mimbre y les mojan un poco, en su parte in- jan en agua bendita y ponen en la junta de los ferior, en agua bendita. Las dejan en los cam- dos trozos una gota de cera de la vela del Jue- pos. ves Santo. Cuando las colocan en las piezas, En Jacaoisti acuden el Domingo de Ramos a rezan un Padre Nuestro. El «ramo», en muchos la parroquia de Ayechu con mimbre y «ramo». casos, lo sujetan en la cabecera de la cama. Llevadas a casa preparan las pequeñas cruces poniéndoles unas cuantas gotas de vela ben- Ayechu y Larraun llevaban «palma» y mim- decida en la Candelaria, y que ha ardido en el bre. Actualmente Larraun está abandonado. La tenebrario del Jueves Santo, mojándolas ade- parte inferior de la cruz de mimbre la sumerjen más por abajo. Por Santa Cruz las llevan a los en agua bendita. También le echan cera bendi- campos y también en la puerta de la casa. En ta en la junta de la crucecilla. Las guardan has- las fincas las dejan hacia la mitad, y rezan un ta el día de Santa Cruz, fecha en la que las cla- Credo. El «ramo» o «palma» lo colocan junto a van en las puertas de las casas y colocan en la cabecera de la cama y en las ventanas. Al las fincas. En este último caso, al dejarla, por año siguiente se quema para el Jueves de Ce- lo general hacia el centro del terreno, rezan un niza. En Larequi y Ozcoidi, el primero está ya Padre Nuestro o un Credo. En Epároz y Ezcániz, abandonado, bendicen «ramo» y mimbre. La confeccionan las cruces con mimbre. Las gotas cruz de mimbre es aún puesta en las piezas. de cera las ponen en la unión de los dos peda- zos de mimbre y en su extremo inferior, una A este respecto, nos contaban en Ozcoidi que hace treinta o cuarenta años no había tierra que gota en cada lugar. La mojan un poco en agua se quedara sin su cruz, ni casa con la cruz o bendita que recogen de la pila de la iglesia en el «ramo». Nuestro informante nos dijo que cualquier día del año. Las clavan hacia el cen- tro de cada tierra y rezan en pie un Padre Nues- cuando él era un niño, se tenía que encargar de llevar las cruces a las piezas más distantes. En tro. Cuando se ponían en las puertas de las ca- sas rezaban también un Padre Nuestro. En casa cierta ocasión que pretendió escamotear la obli- de Romualdo Goya acostumbraban clavar una flor gación le preguntó su padre: «¿Has puesto las de cardo, y también un año puso un mochuelo, pe- cruces?, ¿No?, ¡Pues ya puedes correr!.. Se lo ro desconocen el por qué lo hacía así. dijo en tal tono, que salió disparado. Nunca más, nos decía, se le volvió a ocurrir dejar de ha- En Elcoaz la cruz hecha de mimbre y mojada cerlo. en agua bendita en la parte inferior, lleva tres En Ongoz van a recoger el «ramo» a donde gotas de cera. Una en la unión, y las otras dos, no se meten las cabras, pues a éstas les gusta una en cada trocito de mimbre que ha queda- mucho, y lo buscan. Los chicos suben a por él do en la parte superior de la crucecilla al abrir- hasta lo alto de la peña «Casturraldea». Los «ra- la. Al dejar la cruz en el campo rezan un Padre mos» los colocan en los balcones. Cuando se Nuestro, un Credo, a Santa Bárbara y San Gre- secan, los quitan y queman en el hogar. Por gorio, para que protejan los campos de las pla- Santa Cruz ponen las cruces de mimbre en los gas de los ratones. Las ramitas bendecidas de campos mojados sólo en agua bendita, Y rezan- «ramo» o «palma» las colocan en las puertas, do un Padre Nuestro. así se ven casa «Alemán», y también en las ca- beceras de las camas. EN LAS TORMENTAS: En Guindano se acostumbraba bendecir mim- Cuando hay tormenta, en Adoain Y Ezcániz, bre, «berguiza», y con él confeccionaban las se acostumbra encender vela bendecida el día cruces mojándolas en agua y poniéndoles cera de la Candelaria y se reza a Santa Bárbara. En bendita de la misma forma que en Adoain. En Arielz se enciende vela que ha ardido en el te- Imirizaldu llevan cruces a las piezas y «ramo» nebrario de Jueves Santo y arrojan al fuego una (80) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 148 ramita de olivo, «para que la tormenta se vaya razón, la vela que había ardido en el monumen- al monte». Además rezan el Santo Rosario y a to de Jueves Santo. En Irurozqui e Imirizaldu se Santa Bárbara. En Jacoisti echan al fuego parte enciende la vela del día de Jueves Santo, y re- de la enramada que colocaron la madrugada del zan a Santa Bárbara y el trisagio de la Santí- día de San Juan sobre la puerta de la casa, y sima Trinidad. Años atrás, al igual que en Oz- encienden vela de la Candelaria que ardió en el coidi, ponían en el balcón «ramos» benditos. En monumento de Jueves Santo, rezándose a Santa Irurozqui sacan la reliquia del Padre Esteban de Bárbara y a la Santísima Trinidad. En casa «Ja- Adoain. coiste» hacen sonar una campanita de cobre, bendecida en Loreto (Italia), y que fue traída «hace muchísimos años». Fue aquí en Jacoisti, LOS CONJUROS: donde oímos por primera vez la historia en la que se cuenta que visitando el Padre Esteban Una costumbre muy extendida en Urraul Al- de Adoain la población de Lumbier, unas cuantas to era la de los conjuros a las tempestades des- personas le arrojaron piedras. A esta actitud de el atrio de las iglesias, pero, como indi- repuso el famoso capuchino diciendo: Piedras camos en el capítulo de las rogativas de la As- me tiréis, piedras tendréis». Aquel mismo día censión y San Marcos, la ausencia de sacerdo- se desencadenó una terrible tormenta de pie- tes de la mayoría de los pueblos ha sido la cau- dra. sa de su casi total desaparición. En Aristu, en la tormenta, tiran al fuego «ra- En Adoain, mientras vivió allí el párroco, se mo» bendito, y encienden la vela llevada a la acostumbraba a tocar la campana a «conjuro» y iglesia el Jueves Santo. Luego rezan a Santa el sacerdote salía al atrio para rezar las ora- Bárbara. También colocan en la ventana, de ca- ciones del ritual contra las tormentas. Lo mis- ra a la tormenta, una estampa de Santa Fe. En mo se hacía en Ayechu, Elcóaz, Ezcániz, Ongoz Ongoz y Eparoz, rezan a Santa Bárbara, y las y Ozcoidi; en el resto de las aldeas hace mu- mujeres encienden un trocito de la vela que chos años que falta un sacerdote. ardió en el tenebrario de Jueves Santo. Don Pe- En Epároz, cuando se aproxima la tormenta, dro Gil Calvo, que murió hace aproximadamente se echa conjuto desde el pórtico de la parro- diez años, con 93 años de edad, contaba que quia. El párroco sale con roquete y estola y se en su época tiraban piedras contra las tormen- saca también la cruz procesional. Después de tas. las oraciones del ritual termina la ceremonia En Ayechu y Elcoaz tiran al fuego mimbre o con la bendición con el hisopo a los cuatro vien- «ramo» bendito y encienden vela de la Cande- tos. En Zabalza se hace de igual forma, mien- laria, que ardió en Jueves Santo en la parroquia, tras las campanas suenan a «conjuro». rezando además a Santa Bárbara y las letanías. En Irurozqui se conserva aún la costumbre En Larraun rezaban a Santa Bárbara y ponían de echar conjuro desde Santa Cruz de mayo la vela que habían llevado a bendecir a la igle- hasta Santa Cruz de septiembre, costumbre que sia por la Candelaria. Tenían mucha fe en una años atrás también tenía lugar en los demás Virgen que acostumbraban colocar en la venta- pueblos. Ahora, en Irurozqui, en lugar de a dia- na, de cara a la tormenta. Nos dijeron que no rio, hacen la bendición todos los domingos, an- sabían el por qué, pero la cosa era que la tor- tes de la misa, en el pórtico de la parroquia de menta cesaba rápidamente. Costumbre pareci- San Adrián Mártir. da existía en Ozcoidi donde, al iniciarse la tor- José María Iribarren, en su libro «De Pas- menta, sacaban a la ventana, también de cara cuas a Ramos» (Pamplona 1946, pág. 15), reco- a la tempestad, una imagen pequeñita de San ge los versos con los que tiempo atrás solía Vicente: «¡Sacar el San Vicente!». decían. Ade- conjurar el cura párroco de Irurozqui a las tor- más llevaban al balcón «ramo» de mimbre del mentas: bendecido el Domingo de Ramos. Hoy todavía «Arrasa la Francia, y a Italia también, a encienden vela del Jueves Santo, y rezan las Aoiz y a Irurozqui déjalos con bien». letanías, a Santa Bárbara, y al Sagrado Corazón. En Zabalza nos informaron que allí acostum- El hecho de incluir a Aoiz se debía a que es- braban poner ante una imagen del Sagrado Co- ta localidad era su pueblo natal. (81) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 149

Foto 38. "Ramo" de casa "Alemán" de Elcoaz. Foto Peña Santiago.

Foto 40. Irurozqui. Niños cantando el día de San Gregorio. Foto Peña Santiago.

Foto 39. Irurozqui. Niños saltando la hoguera la noche víspera de San Juan Bautista. Foto Juan San Martín. (82) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 150 FIESTAS POPULARES puesto a Dios y otro a la Virgen. En Elcóaz la posición de la mesa es la siguiente: en primer NAVIDAD lugar Dios, después la Virgen, seguidamente el padre, la madre y los hijos, estos últimos co- La noche víspera de Navidad era costumbre menzado por los de mayor edad hasta el más encender un tronco en el hogar, al que en El- joven. cóaz daban el nombre de «tuquil» o «chuquil», y en Adoain, Arielz, Ayechu, Cerrencano, Epá- Barajadas las cartas por el cabeza de fami- roz, Larraun, Aristu, Ezcániz, Guindano, Iruroz- lia, y acortadas. por el hijo menor, comienza el qui, Imirizaldu. Jacoisti, Larequi, Ongoz y Za- padre a repartir las cartas empezando por Dios balza, «chuquil». y la Virgen. Al que le toca el «rey de espadas» En Adoain, Arielz, Cerrencano y Larraun nos es «rey» por todo el año, y para festejarlo de- dijeron que lo hacían durar lo más posible. En be invitar a algo. El título también puede caer Elcóaz, Jacoisti, Larequi y Ongoz nuestros in- a Dios o a la Virgen. En este último caso, en formantes precisaron que debía conservarse Jacoisti, se acostumbraba hasta hace poco re- con llama hasta Reyes, 6 de enero. En Guinda- coger dinero «para bautizar a un chino», es de- no debía arder «todo el año», desde Navidad cir, entregar una cantidad para las misiones. hasta Año Nuevo. Aristu, Epároz, Ezcániz y Za- Aunque la costumbre va decayendo, todavía balza también tenían que mantenerlo hasta Re- hoy y pocos años atrás muchísimo más, se ex- yes, pero con la particularidad de que, al colo- terioriza la alegría asomándose las mujeres carlo en el fuego la víspera de Navidad, toda la a las ventanas haciendo sonar los almideces y familia, comenzando del mayor al más peque- gritando el nombre del «rey» elegido en su ca- ño, ponían sobre él un tronquito más pequeño. sa, y saliendo los chiquillos y los mozos por En ninguno de los pueblos visitados pudieron las calles con cencerros, «trucos», esquilas, darnos información sobre creencias propias de panderetas y «cañones», anunciando a voz en este día. grito su «rey» respectivo. En Izal, en el valle de Salazar existía la mis- En Aristu al final del festejo se hace una ma costumbre. Don Félix San Martín cura párro- chocolatada. En Ongoz se anuncia el comienzo co de Eparoz, nos informó que en Ulzurrun (va- del reinado a tiros de escopeta por las venta- lle de Ollo) también se acostumbraba poner nas y gritando seguidamente « ¡Viva Fulano el «tronco de Dios», y que allí se decía “rey”!». era para el Niño, la Virgen y San José. Los En Gorraiz, pequeña aldea del valle de Arce, familiares tenían también la costumbre de existía la misma costumbre. colocar un pequeño tronco, comenzando por el padre y siendo el último el hijo más pe- CARNAVAL queño. Después el padre añadía un tronco más por los ausentes y los pobres. Cuando el tron- El Carnaval debió celebrarse en todo el va- co estaba ya muy quemado, se retiraba de la lle. En Ayechu, Elcóaz, Epároz y Ongoz recuer- chimenea y se guardaba para «dar humo» a los dan cómo para esa fecha los mozos se ponían animales el día de San Antón (17 de enero), ropas de colores chillones, o de mujer, sombre- con las flores de sauco empleadas en la proce- ros estrafalarios, etc., y llevaban escobas, sar- sión de Corpus Christi del año anterior. Estas tenes y cencerros. Algunos se tapaban la cara flores, arrojadas en la brasa del tronco, se pasa- con telas. En grupos recorrían las casas pi- ban en la cuadra delante de los animales. diendo pollos, chorizos, jamón, tocino, huevos y otros alimentos con los que luego se preparaba REYES una merienda. La víspera de Reyes, en Adoain, Guindano, Dentro de los días de Carnaval, otra fiesta Larequi, se acostumbraba «echar el reinado», muy extendida antaño fue el «Jueves lardero», o «sacar el rey», como decía en Adoain. Esta nombre que dan al jueves anterior a Carnaval. costumbre, conocida en la totalidad del valle, Antes era un festejo más importante, pero ac- se conserva todavía en Arielz, Aristu, Ayechu, tualmente, como sucede con ta mayor parte de Elcóaz, Epároz, Ezcániz Jacoisti, Ongoz, Ozcoi- estas fiestas populares, ha decaído mucho, que- di y Zabalza. dando reducida a los niños que recorren las al- El festejo consiste en colocarse toda la fa- deas pidiendo algo de comida para hacerse a milia en torno a una mesa, dándole también un la tarde una merienda. (83) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 151 En Epároz eran los hijos de los pastores los menos en Urraul Alto, son los pequeños los que que iban por las casas recogiendo alimentos. En tienen la ilusión de encenderla. Ayechu todavía van los chiquillos de casa en ca- En Aristu y Zabalza también preparaban las sa pidiendo huevos, chorizo y «chulas» (tocino) hogueras y al saltar se solía gritar: «Sarna para prepararse la merienda. Esta misma cos- dentro, sarna fuera». En Irurozqui, uno de los tumbre ha durado hasta hace poco en Ongoz. En contados pueblos donde aún celebran la noche Jacoisti los pequeños solían ir gritando por las de San Juan, oímos cómo algunos padres, al ani- calles: « ¡Jueves Lardero!, ¡chulas y huevos!; mar a sus hijos a que saltaran, les decían que ¡Jueves Lardero!, ¡chulas para el vaquero!» Es- al hacerlo gritaran: «Sarna dentro, sarna fuera». ta misma frase la repetían en Larraun, Ayechu En Elcóaz todavía conservan la costumbre de y Arangozqui. saltar por encima del fuego de San Juan. Hace JUEVES SANTO algunos años, al brincar, decían: «Cura cura sarna, mal de la rana, si no te curas hoy te cu- Se llevan velas a la iglesia para que ardan rarás mañana», y también: «¡Sarna fuera!». En ante el tenebrario. Luego, cuando queda un pe- Jacoisti y Ayechu la fórmula era distinta: «Sar- queño trozo, las recogen y guardan en las casas na fuera, si está dentro que salga fuera». para poner unas gotas en las cruces que se co- En Guindano, aldea abandonada no hace mu- locan en los campos y encenderlas cuando hay tormenta. chos años, acostumbraban gritar al saltar por encima de las llamas: «¡Viva San Juan! ¡Viva SABADO SANTO San Pedro! ¡Viva las puertas que nos abran el cielo.». En este día es costumbre llevar a las casas agua bendita recogida en la parroquia y guar- AGUA.—En Adoain se ha perdido la costum- darla para mojar las cruces que pondrán en los bre de ir a lavarse al río la madrugada del día campos por Santa Cruz. También llenan con ella de San Juan, antes de que saliera el sol. Sin las aguabenditeras colocadas en la cabecera de embargo, no hace mucho tiempo lo hacían así. las camas, para santiguarse al acostarse y le- A este respecto, y contado por él mismo, el pas- vantarse. En Larraun, caserío que no tenía igle- tor Valentín Izurdiaga, natural de Lobera (pue- sia, cogían el agua bendita de la iglesia de Aye- blo próximo a Sos del Rey Católico), y que pres- chu. Los datos de esta costumbre están recogi- ta sus servicios en una de las casas de Adoain, dos en Ayechu, Jacoisti, Aristu, Elcóaz, Ongoz, este año, al amanecer de la mañana de San Epároz, Irurozqui, Imirizaldu, Larequi, Ozcoidi, Juan, bajó al río a lavarse porque, dijo, en su Zabalza y Adoain. En algunos de estos pueblos, pueblo lo hacen así todos los años. Elcóaz, Epároz, Ongoz, se bendice también el En Arielz, hasta hace unos veinte años, acos- fuego en el pórtico de la iglesia. Actualmente tumbraban acudir la madrugada del día San esta ceremonia se celebra a la noche. Juan a lavarse y beber agua de la fuente del CORPUS CHRISTI «Batueco», pues era creencia que curaba y pro- La procesión de Corpus Christi es una de tegía de los granos para nueve días si se hacía las manifestaciones religiosas más importan- antes de que saliera el sol. En Aristu también iban al río, limpiándose cara y manos, y dicien- tes de Urraul Alto. En Epároz y Ongoz se acos- do que era buena para protegerse o curar la tumbra poner muchos juncos en las calles por sarna. En Elcóaz, siempre antes de que saliera donde ha de pasar la procesión. Estos juncos el sol, marchaban a la orilla del río Areta a la- son después guardados para hacerlos arder en varse, pues se pensaba que el hacerlo de este la hoguera de la noche víspera de San Juan Bau- modo era bueno para no tener granos. tista. Lo mismo se hacía en Adoain, Ayechu y Elcóaz. En Jacoisti y Ayechu, antes de amanecer, marchaban hasta el río que corre por el valle SAN JUAN BAUTISTA para bañarse o lavarse, pues existía la creen- HOGUERA.—En Adoain, Arielz, Ezcániz, La- cia de que desaparecían los granos. La víspe- requi (abandonado) y Ozcoidi ya no encienden ra de la noche de San Juan, después de haber hoguera la noche víspera de San Juan. Una de saltado en la hoguera, iban a una fuente de la las razones más sencillas que explican esta peña Aldaxur a tomar agua, ya que se decía desaparición es que en estas aldeas ya casi no que curaba los granos. En Ozcoidi bajaban a mo- hay niños o no queda ninguno, y hoy en día, al jarse la cara al río, haciéndolo de esa manera (84) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 152

curaba la sarna. Esto tenía que hacerse antes de han sido fiestas religiosas de gran tradición en que saliera el sol, pues solían decir que esa ma- Urraul Alto, pero a la actual escasez de sacer- ñana salía dando vueltas. dotes en este valle, y que en cada uno de ellos, ENRAMADA.—Años atrás, en Adoain, se en razón de esa misma escasez, debe atender acostumbraba la mañana de San Juan, antes de varios pueblos, en algunas aldeas ya no se lle- que saliera el sol, poner una gran «enramada» van a cabo las rogativas, y en otras han que- sobre la puerta de entrada de la casa. Esta «en- dado reducidas a una sola fecha. ramada» la formaban ramas de cerezas, de pino En Adoain nos informaron que se iba cada y sauco. En Arielz se colocaban de cerezas y de uno de los tres días de rogativas de la Ascen- nogal. En Aristu era de «abeque» (pino abeto), sión a un lugar distinto del pueblo, rezando y que traían expresamente para ese día desde los cantando las letanías. montes de Abaurrea Alta. En Ayechu formaban Una de las fechas era reservada siempre a el arco con flores de malva y sauco. la ermita de Ntra. Sra. del Socorro, desapareci- En Epároz las ramas eran de fresno con es- da hace por lo menos treinta años, y cuya ima- pigas de trigo. En Ezcániz, de cerezas y marga- gen se guardó en la parroquia. ritas de San Juan y no se quitaban hasta el año En Arielz acuden a las rogativas de la Ascen- siguiente, quemándose lo que quedaba en el ho- sión y San Marcos en Murillo-Berroya. Por la As- gar el mismo día que colocaban la nueva «enra- censión Epároz y Ongoz marchan el primer día al mada». En Jacoisti ponían ramas de cerezas y barranco «Anasari» o al de «Sagandoa», según a otras flores silvestres que traían de más arriba cual le corresponda estar sembrado ese año. El de la peña de Raja, y que conservaban todo el segundo día van a Ongoz, donde se hacen las año. Antes de formar la «enramada» llevaban a bendiciones de los campos, situándose hacia el bendecir a la iglesia las flores, las cerezas y centro de los cultivos del pueblo y el tercer día flor de sauco que, lo mismo que en Ayechu, se a Santa Fe. A estos tres lugares se acostum- guardaban para curar los flemones. En Imiri- bra ir rezando y cantando las letanías, celebrán- zaldu, Irurozqui, Larraun y Ozcoidi colocaban ra- dose luego la bendición según las oraciones del mas de cerezas y en Ongoz de flores de sauco ritual. El último día, en la basílica de Santa Fe, y de rosas. se celebra una misa y después suben al calva- rio, desde el que se hacen los conjuros a los PROPIEDADES CURATIVAS.—En Ayechu y cuatro vientos. El regreso se hace cantando las Jacoisti se, bendecían en la iglesia flores de letanías y en procesión, al igual que a la ida. sauco que se llevaban a casa para curar flemo- En San Marcos se acude a los campos de «Ana- nes. También acostumbraban bendecir en estos sari» o «Sagandoa». dos pueblos pétalos de rosa, que decían tenían En Ongoz antes se acostumbraba ir por San propiedades para curar los granos. También se Marcos a la basílica de Santa Fe. El sacerdote hacía así en Indurain (valle de Izagandoa). al finalizar la misa salía a «responsear». Lo que Para curar los flemones ponían a hervir el recogía en el bonete era para comprar vino pa- sauco en un puchero y tomaban sus vapores. A ra todos los asistentes. Se recogía mucho. veces también empleaban el mismo procedi- En Elcóaz el día de San Marcos se dirigen en miento para los catarros. procesión a la salida del pueblo y bendicen REFRANES Y CREENCIAS RELACIONADAS desde allí los campos. También se celebran las CON LA AGRICULTURA.—En Epároz hay un re- rogativas de la Ascensión. En Zabalza el primer frán que dice: «Las aguas de San Juan quitan vi- día de la Ascensión se va un día a la ermita de no y no dan pan.» (Perjudican los viñedos y los San Miguel y otro al calvario. Por San Marcos trigales las lluvias de finales de junio.) hacen procesión a la ermita de San Miguel. En En Elcóaz se decía que era bueno sembrar Ozcoidi, ya no se hace, se marchaba el primer alubias el día de San Juan. En Guindano guarda- día de rogativas de la Ascensión hasta una cruz bas las cenizas de la hoguera de San Juan pa- blanca que estaba situada a la entrada del pue- ra ponérsela a las alubias que tenían en la blo. El segundo día, a un calvario que domina huerta. un altozano en el camino a Sastoya, y el tercer día en la parroquia. En Ayechu y Jacoisti, por la ROGATIVAS Y BENDlClON DE Ascensión, el primer día marchaban en proce- sión hasta el término de «Gurutzalde», y cuando LOS CAMPOS salían de la iglesia se hacían repicar las cam- Las rogativas de la Ascensión y San Marcos panas. El segundo día a las eras del pueblo. El (85) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 153

último, de nuevo a «Gurutzalde». Por San Mar- las llaman «salchitas» y las preparan con el re- cos también se bendecían los campos. siduo que queda al derritir la manteca de cerdo, En Irurozqui el primer día de rogativas de la amasando con ella harina, levadura, anís, canela, Ascensión se va en procesión hasta el cemen- azúcar, etc. En Elcóaz las conocen por «chalchi- terio. Al día siguiente al calvario, y el tercero gorri» o «chalchita», son de manteca y de co- al término de «Sarasa». Desde cada uno de es- lor rojizo. En Ongoz se bendicen «roscos» pre- tos puntos se bendicen los campos. Por San parados con harina y huevo, y en Ozcoidi y Za- Marcos se acude al calvario y desde allí se balza se hacen pastas. bendice a los cuatro puntos cardinales, tanto la En Ezcániz llevan a la iglesia un «zacutico» ida como el regreso se hace rezando y cantando (saquito, de avena) que luego reparten entre los las letanías. animales. SAN ANTON SAN GREGORIO (12 de marzo) El día 17 de enero, San Antón, existía la cos- La fiesta de San Gregorio está todavía bas- tumbre de colocar una estola formando arco (la tante generalizada por el valle. Aunque se ce- sujetaban a los muros de dos casas o al atrio lebra en todos o casi todos los pueblos, eligien- de la iglesia y a un árbol, etc.) y hacían pasar do entre los niños un «obispo» y marchando con bajo ella todo el ganado lanar al tiempo que el él a la cabeza a pedir por las casas huevos, cho- sacerdote lo bendecía. rizo, tocino, etc., para hacerse una merienda, en En Adoain sujetaban la estola por un lado al la actualidad se encuentra un tanto mediatizada atrio de la iglesia y por el otro a un chopo. En por la concentración de las escuelas, y ya en Ayechu, Imirizaldu y Jacoisti, en la calle más nuestros días son los pueblos que cuentan con entrecha, amarrada a los muros de dos casas. escuelas los únicos que montan el festejo gra- En Aristu la colocaban entre la parroquia y casa cias al entusiasmo de sus maestras, cuya labor «Abadía». Ese día no se ponía a las caballerías por mantener la tradición del día y la pureza de «Salma» (albardón), y se llevaba a la cuadra la fiesta, sin mixtificarla, es digno de hacerlo una estampa de San Antonio. constar. En Epároz siempre lo hacían en un punto es- Hecha esta aclaración en torno a la relación trecho de sus calles. En Ongoz, a la altura de actual del festejo con las escuelas, es fácil com- casa «Palacio», de pared a pared, y en Ozcoidi prender que los itinerarios seguidos por los ni- la extendían de casa «Echandía» al corral de las ños en sus visitas a los distintos pueblos han ovejas. ido variando según se cerraban las escuelas de algunas aldeas y se centraba la enseñanza en SAN ISIDRO cuatro puntos del valle. También queremos aña- El día de San Isidro todavía se guarda fies- dir que existen en Urraul Alto pueblos habita- ta en Jacoisti. En él se acostumbra celebrar mi- dos por tan poca gente que ya no quedan ni- sa en la parroquia de San Esteban y al finalizar ños o si los hay sólo son dos o tres. Esta mis- el oficio, y desde el pórtico de la iglesia, se ha- ma razón ya la citábamos al hablar de la des- cen los conjuros contra las tempestades. No ha- aparición de las hogueras de San Juan. Por ello, ce demasiados años, en ese día, se iba en pro- y en este caso de San Gregorio, los datos que cesión y cantando letanías hasta la era «Gué- se facilitan de celebrarse o no celebrarse la fies- rez», donde se leían las oraciones de los con- ta, están en relación con esas circunstancias se- juros. El regreso se hacía también en procesión ñaladas. Finalmente el abandono de algunos pue- y cantando las letanías. blos ha determinado que los niños dejaran de llegar hasta ellos, modificando en parte la ruta SAN BLAS que tradicionalmente seguían. En esta fecha se llevan a bendecir al tem- En Elcóaz se nombra «obispo» al niño más plo frutas, alimentos. «tortas», agua, sal, etc., pequeño. En Ezcániz lo hacían a suertes. En Iru- que se comen o guardan en casa según para lo rozqui se elige repartiendo la baraja, al que le que estén destinadas y sirvan. También es cos- toca el as de oros. En otros pueblos lo era el de tumbre bendecir grano para los ganados. más edad, como en Ongoz. En Ozcoidi, al as de En Ayechu, además de los alimentos, frutas, oros. agua y sal, bendicen unas tortas, a las que dan Al «obispo» (San Gregorio) lo visten con mi- el nombre de «chanchigor» y que están hechas tra, báculo, anillo y las ropas de monaguillo. Al de manteca, azúcar, huevo y harina. En Epároz recorrer el pueblo abre la marcha el «obispo» (86) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 154 seguido de los pequeños que llevan las cestas mos dos, una limosnita por el amor de Dios. para recoger los alimentos que les entreguen, Si nos dan o no nos dan las gallinitas lo y detrás el resto de la chiquillería. Cuando lle- pagarán. gan ante una casa llaman a la puerta y cantan Elcóaz: (Aristu igual) las canciones de «San Gregorio», estrofas es- tas que de pueblo a pueblo encierran algunas San Gregorio coronado y el «obispo» bien honrado, con el capotico blanco, cantaremos variantes. En Ozcoidi el que vestía de «obispo» acostumbraba entrar en las casas y subir hasta una, cantaremos dos, una lismonita por amor De Dios. Si nos dan o no nos dan las gallini- lo cocina para dar a besar el crucifijo que lleva- tas lo pagarán. ba colgado al cuello a todos los que se encon- traban en ella. Luego, mientras el resto de los San Gregorio coronado, el «obispo» está en la puerta, esperando la respuesta, cantare- chicos cantaban junto a la puerta, la dueña de mos una, cantaremos dos, una limosnita pór la casa bajaba con el «obispo» y entregaba algo para la merienda, depositándolo en cualquiera amor de Dios. Si nos dan o no nos dan las gallinitas lo pagarán. de las cestas que llevaban. En Irurozqui se que- dan cantando en la puerta colocándose en pri- Ezcániz: mér término el «obispo» y los niños con las ces- San Gregorio coronado, el «obispo» bien hon- tas. Cuando terminan de cantar sale el ama de rado, el «obispo» está en la puerta, esperan- la casa y les da alguna cosilla para la merienda. do la respuesta, con su capotico blanco, que Años atrás, el grupo de la escuela de Iruroz- reluce todo el campo. Cantaremos una, can- qui, que lo forman niños de varios pueblos, se taremos dos, una limosnita por amor de Dios. dividía en dos. Uno, formado por los alumnos Si nos dan o no nos dan las gallinitas lo pa- de más edad, marchaba a los pueblos más leja- garán. nos, el otro, con los más jóvenes, visitaba las aldeas cercanas. De esta forma abarcaban un Irurozqui: (Epároz, Santa Fe, Imirizaldu, Ozcoidi. área mucho mayor. El primero seguía el siguien- Antes Aizcurgui, Artanga, Sastoya y Larequi). te itinerario, de varias horas de marcha: Iruroz- San Gregorio coronado, el «obispo» está en qui, Aizcurgui, Santa Fe, Epároz, Sastoya, Lare- la puerta, aguardando la respuesta. Si nos dan o no nos dan las gallinitas lo pagarán. qui, Ozcoidi, Imirizaldu, Irurozqui. En algunos años de Sastoya subían hasta Artanga, o bien La patrona de esta casa, es una santa mujer, pero más santa sería, si nos diera de beber. de Epároz pasaban a Artanga directamente, pa- ra bajar luego a Sastoya y de allí continuar a Si nos dan o no nos dan las gallinitas lo pa- garán. Larequi, etc. Los de Aristu celebran la fiesta junto con los Una mano cinco dedos, en otra tres y dos, una limosnita por amor de Dios. Si nos dan de Elcóaz, y antes se unían a ellos los de Aran- o no nos dan las gallinitas lo pagarán. gozqui, Ayechu, Larraun y Jacoisti. Somos pobres estudiantes que venemos de En Arielz dejó de hacerse hará unos diez estudiar, cantaremos una, cantaremos dos, años. una limosnita por amor de Dios. Si nos dan Las canciones son similares entre los distin- o no nos dan las gallinitas lo pagarán. tos pueblos, pero como existen diferencias, aun- que pequeñas, entre ellas, dado el carácter del Ongoz: presente trabajo, hemos, preferido darlas a co- San Gregorio coronado, obispo fue muy hon- nocer separadamente y sin arreglo alguno, tal y rado, San Nicolás en la puerta, esperando la como nos las cantaron. respuesta, con su capotico blanco, que relu- ce todo el campo. Si nos dan o no nos dan Ayechu: las gallinitas lo pagarán. San Gregorio coronado, el «obispo» está en Somos pobres estudiantes que venemos de la puerta, esperando la respuesta. Cantare- estudiar. La patrona de esta casa es una san- mos una, cantaremos dos, una limosnita por ta mujer, pero más santa sería si nos diera el amor de Dios. de comer. Si nos dan o no nos dan las galli- Si nos dan o no nos dan las gallinitas lo pa- nitas lo pagarán. garán. Somos pobres estudiantes, que venimos de Ozcoidi: estudiar, vamos pidiendo limosna, en la flor San Gregorio coronado, el «obispo» esperan- de nuestra edad. Cantaremos una, cantare- do, en la puerta la respuesta, con su capo- Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) (87) 155 tico blanco, que reluce todo el campo. Canta- hubiera sido un monasterio cisterciense, pues remos una, cantaremos dos, una limosnita en las constituciones del Cister está mandado por amor de Dios. que todas las iglesias de la Orden sean dedica- Somos pobres estudiantes, que venemos de das a Santa María con un título determinado. estudiar. La patrona de esta casa, es una san- Finalmente tampoco se sabe a ciencia cierta ta mujer, pero más santa sería, si nos diera si esta Basílica de Santa Fe es el antiguo Bara- de beber. Cantaremos una, cantaremos dos, tzagaiz, dado a Coques por el Obispo de Pam- una limosnita por amor de Dios. Si nos dan plona, don Pedro de Rodas, en honor de Santa o no nos dan las gallinitas lo pagarán. Fe. Pese a ello, el nombre de Santa Fe de Ba- En una mano cinco dedos, en la otra tres y ratzagaiz se le suele dar con frecuencia. dos, una limosnita por amor de Dios. Can- El culto a Santa Fe (santa natural de Agen), taremos una, cantaremos dos, una limosnita bien pudo ser introducido por don Pedro de Roda, por amor de Dios. Si nos dan o no nos dan Obispo de Pamplona, a primeros del siglo XII. las gallinitas lo pagarán. Era natural de Tolosa (Francia) y religioso del Esta costumbre de San Gregorio se conser- monasterio benedictino de Tonerre, del que fue vaba también en Gorraiz, en el valle de Arce. abad San Roberto, fundador del Cister, ambos José María Iribarren, en su obra «de Pascuas contemporáneos en el mismo monasterio. Por a Ramos» (Pamplona 1946, pág., 74) nos habla ello puede que esta fundación, en principio be- también de esta fiesta en Oroz-Betelu y en Ga- nedictina, aceptara más adelante la reforma y rinoain. En Garinoain, por tratarse de un festejo constituciones del Cister. Según el padre Cla- ligado a San Nicolás, las estrofas varían casi por vería («Iconografía Mariana» tomo l. pág. 30), completo y también cambia parte de la actua- el monasterio de La Oliva, fundado por García ción de los niños. Ramírez en 1134, fue el primer monasterio del Cister que se fundó en España. ROMERIAS En lo religioso Santa Fe era agregado de la La Basílica de Santa Fe, situada magnífica- parroquia de Ezcaniz, pero al dejar Ezcaniz de mente en relación con todos los pueblos del va- ser parroquia pasó a depender de la de Epároz. lle, es testigo de las dos únicas romerías que La actual construcción ha ido sufriendo a lo quedan en Urraul Alto. La primera es el martes largo de la historia muchos abandonos y muchas antes del Corpus (llamada también fiesta de las reconstrucciones. Emplazada en lo que sería una reliquias), y la segunda el 6 de octubre. A la pri- importante encrucijada de caminos, solitaria en mera acuden todas las aldeas con sus cruces la ladera como hace cientos de años. Santa Fe procesionales, y penitentes con cruces a la es- resulta un lugar cargado de carácter e intere- palda. santísimo en su estructura actual de arquitec- El documento más antiguo que se conoce tura religiosa y civil. Por los elementos que la hasta la fecha que haga referencia a este inte- componen, es única en Navarra, y merecería un resante templo es la Bula de consagración fe- esfuerzo final para salvar definitivamente su ex- chada en 1493 en la que se dice que «Pedro, traño y típico conjunto, rematando de esta for- Obispo de Sidoney. en la dominica cuarta de ma el esfuerzo inicial de don Félix San Martín agosto, consagró la iglesia de Santa María de y el pueblo de Urraul Alto, cuando en estos últi- Santa Fe, de Ezcániz, el cementerio y campanas mos años, con una gran constancia y esfuerzo de dicha iglesia, concediendo cuarenta días de personal, sacaron adelante el templo que ame- indulgencias a todos los devotos que oren en la nazaba ruina hasta restaurar la iglesia totalmen- misma». te, como hoy la podemos ver. Como de tantos y tantos otros monasterios La Basílica, de una sola nave y bóveda lige- e Iglesias del país, se dice que fue de los Tem- ramente apuntada, abre su portada románica a plarios, pero como opina don Félix San Martín, un sencillo claustro y a su jardín de acacias. El cura párroco de Epároz, en un corto e inédito suelo del claustro está empedrado con guijarros trabajo sobre este viejo monasterio, no es pro- que reproducen los dibujos de motivos decora- bable que fuera así ya que la Orden se extinguió tivos encontrados frecuentemente en este- en 1311. En otros casos se ha afirmado que bien las, «argizaiolas», muebles, dinteles, ventanas, pudo ser monasterio de Hospitalarios o de San- etc. Son swásticas, flores de cuatro y seis péta- juanistas pero, tal vez, y siguiendo siempre a los, cruces, etc. A la derecha de la portada se D. Félix San Martín, cabría la posibilidad, y se- encuentra una interesante aguabenditera traída ría interesante investigarlo más a fondo, de que de Lecabe. En el interior de la iglesia se guar- (88) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 156

Foto 41. Santa Fe.

Foto 42. Procesión de Santa Fe. (89) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 157 dan dos tallas góticas de la Virgen. Posee una al actual cruce de las carreteras de Ayechu y extraordinaria cruz procesional románica. Elcoaz. A la primera romería acuden los pueblos en Al encontrarse los romeros de los distintos procesión y cantando letanías, llevando delante pueblos existe la costumbre de que la cruz pro- la cruz procesional. Tras ella el clero, los peni- cesional que llega «salude» a las que le espe- tentes, las autoridades y el pueblo. De los peni- ran. Este «saludo» consiste en inclinarla ligera- tentes algunos llevan cadenas o van descalzos. mente hacia la otra cruz. Lo suelen hacer por promesa en la mayoría de Una vez que se han reunido todos en las cam- los casos y en otros por tradición familiar. pas de la Basílica, forman una gran procesión Los pueblos, en su mayoría, llegan en la ac- y se dirigen a la iglesia cantando las letanías de tualidad siguiendo la carretera que recorre el la Virgen, alternando las invocaciones con la in- valle de Areta de Norte a Sur. Antes, y hoy to- vocación Santa Fides, que se repite tres veces davía algunos llegan por los antiguos caminos. seguidas al pie del altar mayor. Los hombres Los de Adoain, marchando por monte, tardan que portan las cruces procesionales se sitúan unas dos horas. Cuando alcanzan el collado que en el prebisterio, los penitentes a ambos lados domina Santa Fe, siguen la ruta de Ezcaniz. Años del prebisterio o en el pasillo central, y el pue- atrás, cuando llegaban al collado que citábamos, blo en el resto del templo. Cuando han entra- se hacían repicar las campanas de Ezcaniz. Una do todos los peregrinos se canta una Salve, y, vez en este pueblo, forman la procesión y mar- finalizada ésta, salen de la iglesia al claustro chan hacia Santa Fe rezando y cantando las le- para descansar unos momentos. tanías, llevando primero su cruz procesional ro- Sobre las once de la mañana se celebra una mánica. Al subir al monte del Rey rezan el ro- misa mayor con diácono y subdiácono, y predi- sario. Hay años que acuden romeros desde cador extraordinario. Terminado el santo oficio Adoain con cruces a la espalda. Los de Ezcaniz se hace una procesión en torno a la Basílica, lle- acuden junto con los de Adoain. Antes también vando en andar la imagen de la Virgen del Rosa- lo hacían los habitantes de los Cerréncanos y rio y la urna de las reliquias. Guindano, pero estos pueblos han quedado ya En primer lugar marcha la cruz de Santa Fe, abandonados. seguida del resto de las cruces parroquiales. Tras ellas los penitentes con sus cruces a la es- Zabalza se unía a Aizcurgui (abandonado). palda. Luego los hombres y los niños. Detrás la Artanga y Sastoya (abandonados) iban por la Virgen del Rosario. Clero y oficiantes. El Preste montaña hasta Epároz, allí se sumaban a los de con la urna de las reliquias. Ayuntamiento de este pueblo y a los de Larequi (abandonado), Urraul, y por último las mujeres. cuyos vecinos habían seguido el camino que do- A la mitad de la procesión se detiene el cal- mina el cordal que separa el Sastoya del Areta. vario y se bendice a los cuatro puntos cardina- Luego, todos juntos, descendían hasta el cruce les con la urna de las reliquias. Mientras se ha- donde esperaban a las procesiones de Imirizal- ce la bendición el pueblo permanece arrodilla- du, Irurozqui y Ozcoidi, que llegaban siguiendo do. Cuando la procesión regresa a la iglesia se la carretera. El último trazo de la peregrinación da a besar a los asistentes la urna, y con esto lo realizaban en procesión cantando y rezando. finalizan los actos de la mañana. La gente se Actualmente se hace igual. dispersa por los campos y el claustro de Santa Del Norte del valle, Aristu baja a Elcóaz y Fe, donde preparan sus comidas. con los de este pueblo, siguen a carretera hasta A las cinco de la tarde se da la señal de Ro- el cruce de la de Ayechu. Antes, un poco más sario. Cuando éste finaliza los distintos grupos abajo de Elcóaz, se les unía Arangozqui (hoy regresan a sus pueblos en el mismo orden que abandonado]. En el cruce citado les esperan los han llegado «despidiendo» sus cruces «besán- de Ayechu y Jacoisti. Una vez formada la proce- dose» (acercándolas una a otras) sión marchan cantando las letanías hasta Santa Fe, uniéndoseles por lo general un poco más Algunas costumbres en relación con Santa Fe: abajo Ongoz. Todos los pueblos suelen llegar Cuando el niño es llorón lo llevan a Santa Fe. para las diez de la mañana ante la Basílica de Se acostumbra ofrecer una misa estando el ni- Santa Fe. Antes de construirse la actual carre- ño presente, colocando cerca de él una vela en- tera Aristu, Elcoaz y Arangozqui, se unían a La- cendida. Se tiene gran fe en ello y dicen que rraun (abandonado), Ayechu y Jacoisti, en «Zu- las criaturas dejan de llorar. bizar», término próximo al río Areta, y cercano También, hasta hace todavía poco tiempo, (90) Luis Pedro Peña Santiago y Juan San Martín 158 cuando veían a un niño comer tierra, lo lleva- en algunos embarazos había sentido esta nece- ban a Santa Fe. sidad de comer cal. Sobre las circunstancias en las que algunas Existen bulimias por azúcar y dulces, y un criaturas y personas adultas lleguen a comer autor confiesa haber sentido después de una cal, tierra, etc., Marañón, en su «MANUAL DE dura excursión una necesidad imperiosa de co- DIAGNOSTICO ETIOLOGlCO» (Pág. 200), dice lo mer patatas cocidas, probablemente por ligera siguiente: hipoglucemia, pero dándose el caso curioso que «En ciertos niños neurósicos y anémicos y los tres excursionistas que formaban el grupo en ciertos casos de adultos, sobre todo en el desearon lo mismo para reponer sus fuerzas. embarazo y en las anemias juveniles del tipo Lo que hemos dicho del hambre razonable- clorótico, pueden observarse perversiones del mente instintiva resulta también válido para la apetito (Pica). La más común es la necesidad sed. de ingerir yeso, tierra (geofagia), trozos de ba- En algún caso se cita que la supresión, por rro cocido, etc. Es posible que no se trate de razones médicas inteligentes, de la abundante un síntoma puramente psíquico como se venía sal a la que estaba acostumbrado un niño, le creyendo, sino que sea la expresión de un ape- llevó a la muerte. Más tarde, en la autopsia, se tito selectivo del organismo para ciertos ele- comprobó que un tumor hipotalámico era el mentos minerales tal vez con hipocalcemias, causante de sus trastornos de apetito. que en efecto se comprueban en algunos de los Otros datos: estados nombrados. Es más frecuente en los La Orden Capuchina da cada cinco años una países tropicales...». Misión en Santa Fe, en memoria del Padre Es- Para el doctor don Juan José Laca, estos ca- teban de Adoain. La última se celebró en 1964. sos, en general, son debidos a un hambre instin- El venerable Padre Esteban nació en 1808 en tiva y selectiva para algún elemento que necesita Adoain y alcanzó gran fama como misionero en imperiosamente el organismo, el cual tiende ha- América Central y en España. En la sacristía de cia la autoregulación de su metabolismo y la con- la Basílica de Santa Fe existe un retrato del Pa- servación de la homeostasis. dre Esteban realizado por el pintor Ciga. Ya Jenofonte en la «Anábisis» describe una Ermitaños: epidemia de bulimia que atacó a sus tropas. En libros y revistas de medicina se encuentran Los actuales habitantes de Urraul Alto llega- con frecuencia citas referentes a casos de geo- ron a conocer a un ermitaño que vivía en Santa fagia. Así, el de una enferma de cincuenta años Fe. Este hombre acostumbraba ir por los pueblos que, de repente, mostró una avidez, desconoci- del valle a pedir limosna montado en un burro, da en ella hasta entonces, hacia la fruta. Tenía y llevando una hornacina, que todavía se conser- predilección por los albaricoques, plátanos, hi- va en la ermita, en cuyo interior se guardaba gos secos y pasas, así como una bulimia por una pequeña imagen de Santa Fe, vestida con las patatas cocidas y sin mondar. Resultó tener una capa roja y vestido verde. Las gentes le da- una enfermedad de Conn, y ella, instintivamen- ban patatas, huevos, tocino, etc. te, había elegido una alimentación rica en po- Relación de las reliquias que se contienen tasio y pobre de sal. Esta seguridad instintiva en la Basílica de Santa Fe: es tan admirable y sorprendente como la exac- titud con que se respetan las reglas geométri- Según un antiguo documento son las siguien- cas por las abejas en la construcción de un pa- tes; recogidas en el orden en que se encuentran nal. en el original: Un enfermo addisoníaco tomaba en ayunas De los vestidos de Jesús. Del leño del Se- una buena ración de choucrut muy salado y sa- ñor. Del pan que bendijo en el día de la cena. laba copiosamente las comidas. Al preguntarle De los vestidos de Jesús. Del leño del Señor. por qué lo hacía así, respondió que porque le Del pan que bendijo el día de la cena. Del Señor disgustaban las cosas dulces, pero en el fondo son ocho. De los vestidos de la Madre de Dios estaba inconscientemente compensando su ne- Muestra Señora. De los cabellos de la Santísi- cesidad de sal. ma Virgen María. De los vestidos de Nuestra Los caprichos alimenticios de una paciente Señora. De los cabellos de la Madre de Dios. que comía con avidez las paredes de la habita- De los... de la Madre de Dios. Son cinco. ción, resultaron ser debidos a una hipocalcemia, De los huesos de San Bernabé Apóstol. De la por una uremia crónica. Ella misma contó cómo tierra en que fue muerto San Bartolomé. De los (91) Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra) 159 vestidos de San Esteban. De los huesos de San San Juan). Echo 1945. Esteban. De la sangre de los inocentes. De los Peña Santiago, Luis Pedro.—«Creencias de Eibar», en vestidos de San Nicolás. De los huesos de San «KEZKA». Julio 1964. Nicolás. De los huesos de Santo Domingo. De Peña Santiago, Luis Pedro.—«Apuntes etnográficos de los huesos de San Cristóbal. De donde San Lo- Aranaz», en «Anuario E. Folklore». 1962. Romeu Figueras, José.—«La noche víspera de San Juan». renzo fue quemado. De los vestidos de San Cris- Zaragoza 1950. tóbal. De los vestidos de Santo Domingo. De San Martín, Juan.—«Leyenda y costumbres», en «KEZ- los vestidos de San Esteban. Del dedo de San KA». Enero 1966. Esteban. De los huesos de San Clemente. De San Martín. Juan.—«Costumbres», en «KEZKA». Ene- Santa Catalina. De los vestidos de Santa Cata- ro 1965. lina. De los cabellos de Santa Catalina. De los Violant y Simora.—«El Pirineo español». Madrid 1949. huesos de Santa Brígida. De los huesos de los Zunzunegui Freire, José.—«La medicina mágica en Gali- Santos Munilo y Alodia. De un diente de la Vir- cia». Vigo 1957. gen. De los huesos de Santa María Magdalena. De los huesos de Santa Engracia. De los huesos de Santa Inés y Santa Constancia. De los ves- LAS BRUJAS tidos de Santa Eulalia. De los huesos de Santa NO hace muchos años vivió en imirizaldu Justa y Rufina. De los huesos de Santa Radi- una mujer que tenía fama de bruja. La llama- gunda, Bírgida y Barbanza. De los huesos de ban «Usotxa» y estaba casada con un pastor. Santa Eufrodisia. De los huesos de Santa Eula- Cuentan en Imirizaldu que por las noches, lia. De la garganta de San Blas. De los huesos y según dicen los ancianos, acostumbraba a de San Blas. De los vestidos de San Blas. Cier- transformarse en gato. Cuando se veía un gato ta piedra. De otras veintinueve reliquias incóg- negro después de puesto el sol, los niños gri- nitas. taban: «¡Que viene la bruja! ¡Que viene la bru- ja!». También se dice que convertida en gato BIBLIOGRAFIA se arrojaba a la cara de algunas personas a las que sorprendía ya anochecido, o que entrando Azkue, Resurrección María de.—«Euskalerriaren Yakin- en las cuadras saltaba sobre el ganado para tza». Tomo I. Barandiarán, José Miguel.—«Mitología vasca». Madrid espantarlo. 1960. Una noche en la que estas historias se repi- Barandiarán y colaboradores.—«Anuario de Eusko Folklo- tieron con más frecuencia entre el vecindario, re» 1922. «Fiestas populares.. un hombre de Imirizaldu esperó a la pobre mu- Barandiarán, José Miguel.—«El mundo en la mente po- jer propinándole una fuerte paliza. Como conse- pular vasca». Tomos I y II. San Sebastián 1960-1961. cuencia de ello la «Usotxa» y su marido se tras- Barandiarán, José Miguel.—«Paletnografía vasca», en ladaron a vivir a Ozcoidi, a la llamada «casa «Euskalerriaren-Alde». Diciembre 1960. del Pastor», perteneciente a casa «Adoñena.» Caro Baroja, Julio.—«La vida rural en Vera de Bidasoa». Madrid 1944. En Ozcoidi nos contaron que era costumbre Caro Baroja, Julio.—«Los vascos». Madrid 1958. oír que, en Imirizaldu, una noche en que un gato Frazer. James George.—«La rama dorada». Quinta edición. asustaba las vacas, un vecino acertó a darle con México 1965. un palo en las patas, pero que pese a todo el Iribarren, José María.—«De Pascuas a Ramos». Pamplo- felino logró escapar. A la mañana siguiente se na1946. vio a la «Usotxa» salir cojeando de su casa, y Iribarren, José María.—«Historias y costumbres». Pam- por ello toda la gente pensó que la cojera era plona1956. debida al golpe recibido la víspera siendo gato. Irigoyen, José Iñigo.—«Folklore alavés». Vitoria 1950. Méndez Coarasa. Veremundo.—«La sanchugada» (poema En Ozcoidi, cuando caían hollines, se decía escrito en checo con la descripción de la noche de que venían las brujas.