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ARTICULACIÓN DEL PLAN DE MANEJO AMBIENTAL DEL DMI BAHÍA DE

CISPATÁ CON LOS INSTRUMENTOS DE PLANIFICACIÓN TERRITORIAL

ANGIE PAOLA COGOLLO ROMERO

DIPLOMADO EN METODOLOGÍAS APLICADAS AL ORDENAMIENTO

TERRITORIAL

ASESORA: OLGA RUÍZ MORALES

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

FACULTAD DE CIENCIAS BÁSICAS

DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA Y MEDIO AMBIENTE

MONTERÍA - CÓRDOBA

2019 2

ARTICULACIÓN DEL PLAN DE MANEJO AMBIENTAL DEL DMI BAHÍA DE

CISPATÁ CON LOS INSTRUMENTOS DE PLANIFICACIÓN TERRITORIAL

ANGIE PAOLA COGOLLO ROMERO

DIPLOMADO EN METODOLOGÍAS APLICADAS AL ORDENAMIENTO

TERRITORIAL

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

FACULTAD DE CIENCIAS BÁSICAS

DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA Y MEDIO AMBIENTE

MONTERÍA - CÓRDOBA

2019 3

AGRADECIMIENTOS

Expreso mis más sinceros agradecimientos a:

Mi Dios por verme brindado toda la fortaleza y perseverancia para continuar en los momentos más difíciles de la vida y en especial en mi etapa de estudios de pregrado.

A mis padres Francisco José Cogollo Reyes y Elvia María de la Rosa, por ser un apoyo y ejemplo fundamental en el transcurso de mi aprendizaje en la vida. A mi esposo Antonio

Ramos Salgado, por su constante respaldo y colaboración incondicional. De igual forma, a mi hijo Thiago Ramos Cogollo, por ser el pilar de mi vida para continuar en este camino.

También a mis amigos: Gren Johana Durango, Luis Alfonso Conde y José Carlos Navarro; por haber compartido tantos momentos agradables y difíciles en el pregrado.

A la profesora Olga Ruiz Morales por su confianza, paciencia y dedicación para asesorar mi trabajo de grado en modalidad de diplomado.

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RESUMEN

El proceso de articulación de instrumentos de planificación territorial, es un ejercicio técnico de la geografía ambiental y en el ordenamiento, analizar la incorporación de las medidas contenidas en los instrumentos de planeación correspondientes a determinantes ambientales como son los planes de manejo para

Distritos de Manejo Integrado, Planes de ordenamiento de cuencas (POMCA), Planes de acción de mediano y largo de las CARS (PGAR), en los Planes de Desarrollo Municipal y Planes de Ordenamiento Territorial tienen el propósito de lograr la aplicación de acciones de conservación, protección y uso sostenible de los recursos naturales y ambientales en distintos ecosistemas estratégicos del territorio colombiano. En tal sentido, la presente investigación tiene como objetivo principal realizar un análisis aplicado al Plan de Manejo Ambiental de Bahía de Cispatá (, Córdoba) a través de la articulación que tiene con los distintos instrumentos de planificación territorial existentes.

Por lo tanto, las medidas contenidas en el Plan de Gestión de DMI y su correspondencia en el ETP de San Antero se revisan durante el curso del estudio. Así mismo, se analiza la corresponsabilidad entre las propuestas para el DMI y el POMCA del río Sinú, así como el contexto regulatorio aplicado para la planificación en el DMI de la Bahía de Cispatá y su importancia para la sostenibilidad.

PALABRAS CLAVE: Bahía de Cispatá, DMI, ecosistema estuarino, instrumentos de planificación, planificación territorial.

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ABSTRACT

The process of articulating territorial planning instruments is a technical exercise in environmental geography and planning, by incorporating an analysis of the measures contained in the planning instruments corresponding to environmental determinants such as management plans for Integrated Management Districts, Basin management plans

(POMCA), medium and long term action plans of the CARS (PGAR), in the Municipal

Development Plans and Territorial Management Plans, have the purpose of achieving the application of conservation, protection and sustainable use actions of natural and environmental resources in different strategic ecosystems of the Colombian territory. In this sense, the main objective of this research is to carry out an analysis applied to the

Environmental Management Plan of Cispatá Bay (San Antero, Córdoba) through the articulation it has with the different existing territorial planning instruments.

Therefore, the measures contained in the DMI Management Plan and their correspondence in the San Antero POT are reviewed during the course of the study.

Likewise, the co-responsibility between the proposals for the DMI and the POMCA of the

Sinú River is analyzed, as well as the regulatory context applied for planning in the DMI of Cispatá Bay and its importance for sustainability.

KEYWORDS: Bahía of Cispatá, DMI, estuarine ecosystem, planning instruments, environmental planning.

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TABLA DE CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCIÓN ...... 10

CAPÍTULO I. PROPUESTA DE INVESTIGACIÓN ...... 12

1.1. DESCRIPCIÓN Y FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ...... 12

1.2. JUSTIFICACIÓN ...... 15

1.3. OBJETIVOS ...... 17

1.3.1. Objetivo general ...... 17

1.3.2. Objetivos específicos ...... 17

1.4. MARCO ESPACIAL ...... 18

1.5. ASPECTOS TEÓRICO-CONCEPTUALES ...... 20

1.5.1. Antecedentes ...... 20

1.5.2. Marco conceptual ...... 25

1.5.3. Marco legal ...... 30

1.6. METODOLOGÍA ...... 34

1.6.1. Fases de la investigación ...... 36

CAPÍTULO II. MECANISMOS DE ARTICULACION ENTRE EL PLAN DE MANEJO

DEL DMI DE BAHÍA DE CISPATÁ Y LOS INSTRUMENTOS DE PLANIFICACIÓN

TERRITORIAL ...... 38 7

CAPÍTULO III. ANÁLISIS DEL COMPONENTE AMBIENTAL Y SUS TENDENCIAS

DE CAMBIO ESPACIO-TEMPORAL EN EL COMPLEJO CENAGOSO DE LA BAHÍA

DE CISPATÁ ...... 58

3.1. CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL DE LOS ECOSISTEMAS DEL DMI BAHÍA

DE CISPATÁ ...... 58

3.2. ANÁLISIS ESPACIO-TEMPORAL CON IMÁGENES DE SATÉLITES EN EL

DMI DE BAHÍA DE CISPATÁ EN LOS AÑOS 1986, 2000 Y 2019 ...... 66

CAPÍTULO IV. RECOMENDACIONES SOBRE LAS MEDIDAS DE MANEJO PARA

EL DMI BAHÍA DE CISPATÁ ...... 75

CONCLUSIONES ...... 80

REFERENCIAS ...... 83

8

LISTA DE FIGURAS

Pág.

Figura 1. Delimitación del Distrito de Manejo Integrado de Bahía de Cispatá...... 19

Figura 2. Usos del suelo rural acordados y establecidos en el PBOT de San Antero para el sector del DMI de Bahía de Cispatá ...... 41

Figura 3. Zonificación ambiental de San Antero (Bahía de Cispatá) de acuerdo al PBOT del municipio ...... 45

Figura 4. Componentes del PGAR ...... 47

Figura 5. Áreas protegidas y otros ecosistemas del departamento de Córdoba ...... 50

Figura 6. Zonificación de tierras (usos del suelo) en el DMI de Bahía de Cispatá ...... 51

Figura 7. Tipos de ecosistemas del DMI de Bahía de Cispatá ...... 63

Figura 8. El DMI de Bahía de Cispatá en el 1986 ...... 68

Figura 9. El DMI de Bahía de Cispatá en el 2000 ...... 70

Figura 10. El DMI de Bahía de Cispatá en el 2019 ...... 72

Figura 11. Perdida de la cobertura de manglar en la jurisdicción de y

San Bernardo del Viento (DMI Bahía de Cispatá) ...... 73

9

LISTA DE TABLAS

Pág.

Tabla 1. Categorías de áreas protegidas del SINAP ...... 29

Tabla 2. Fuentes de información secundaria ...... 35

Tabla 3. Acciones prospectivas para el Plan Integral de Manejo DMI Cispatá - La Balsa -

Tinajones y sectores aledaños por parte de los municipios de Santa Cruz de Lorica y San

Bernardo del Viento...... 41

Tabla 4. Acciones prospectivas para la conservación y uso sostenible en el DMI de Bahía de

Cispatá ...... 42

Tabla 5. Medidas ambientales propuestas en los instrumentos de planificación territorial ambiental ...... 43

Tabla 6. Acciones comunes encaminadas a proporcionar una mayor articulación para el uso, cuidado y recuperación de los ecosistemas de Bahía de Cispatá por parte de los entes de la jurisdicción ...... 56

Tabla 7. Coberturas (Ecosistemas y subsistemas) del DMI de Bahía de Cispatá ...... 61

Tabla 8. Atributos estructurantes del manglar en la zona del delta del río Sinú que hacen parte del DMI ...... 64

Tabla 9. Crecimiento en ha en el DMI de Bahía de Cispatá ...... 74

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INTRODUCCIÓN

La importancia que tienen los instrumentos de planificación de los ecosistemas estratégicos como humedales y la incorporación de las medidas identificadas para su ordenación, conservación y aprovechamiento, deben verse reflejadas en los Planes de

Ordenamiento Territorial y en consecuencia en los Planes de Desarrollo Municipal. Los ecosistemas son proveedores de servicios ambientales y por ello son de considerarse como determinantes ambientales que deben protegerse a partir de normas de superior jerarquía, que plantean el manejo sostenible de manglares, zonas de playa, humedales. Son herramientas reguladoras para conservar equilibrio en los ciclos de ríos y protectores de

áreas costeras, ante el influjo marino, contribuyen a moderar los efectos negativos causados por las actividades antrópicas. En se trabaja para generar dichos instrumentos de planificación para estos ecosistemas; sin embargo, en algunas ocasiones es débil la articulación con los POT y Planes de Desarrollo Municipales, con escaso reflejo en los planes estratégicos de estos instrumentos.

En correspondencia con lo indicado, la investigación se enfoca en realizar un análisis aplicado al Distrito de Manejo Integrado (en adelante DMI) de Bahía de Cispatá y su articulación con los instrumentos de planeación territorial, dividiéndose en cuatro (4) capítulos. El primero, abarca todo lo relacionado con la propuesta de investigación, como lo es: la descripción y formulación del problema; la justificación; los objetivos, general y específicos; el marco teórico y los aspectos metodológicos a seguir.

Seguidamente se encuentran los capítulos restantes que responden en su orden a cada uno de los objetivos específicos planteados. El capítulo II se adentra en el análisis 11

aplicado a los instrumentos de planificación territorial desde lo local (PBOT) hasta lo regional (POMCA) y su articulación con las medidas identificadas para el DMI de Bahía de Cispatá. Por tanto, se citan los decretos, leyes y artículos que rigen la planificación desde un enfoque integral. De igual forma, se enuncian los objetivos, principios y metas de los instrumentos desde un enfoque ambiental y de conservación a los recursos naturales y ecosistémicos.

Pasando al capítulo III, se realiza una caracterización ambiental de los ecosistemas del DMI de Bahía de Cispatá, haciendo referencia a que estos son espacios litorales y fluviales a nivel mundo que engloban un amplio conjunto de recursos naturales (flora, fauna, bienes y servicios, etc.) que le permiten al hombre desarrollar distintas actividades, entre las cuales se pueden citar el ecoturismo, la pesca artesanal, la tala y siembra de manglar, etc. Luego, se usan imágenes satelitales de sensores espaciales para mostrar la expansión que ha tenido el manglar a causa de procesos naturales como la sedimentación, el oleaje y la acción del hombre. Por último, el capítulo IV se dispone de una lista de recomendaciones con respecto a las medidas de manejo de productos del análisis prospectivo para el DMI de Cispatá.

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CAPÍTULO I. PROPUESTA DE INVESTIGACIÓN

1.1. DESCRIPCIÓN Y FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

Fundamentalmente las áreas de manglar se localizan en cercanía a los estuarios o desembocadura de los ríos al mar; siendo espacios que cumplen funciones estratégicas; sirven como estabilizadores de las playas frente a la fortaleza del oleaje; son acumuladores de sedimentos, impidiendo la erosión de las playas; son los lugares de cría de múltiples especies que resisten amplia salinidad, tales como el sábalo, la anchova, y otras. De igual forma, son ecosistemas que integran un sin número de recursos naturales que les permiten a las comunidades que se ubican cerca de ellos, satisfacer algunas necesidades a través de actividades como la pesca, la extracción de madera, el ecoturismo, y demás; siendo característica determinante la disposición constante o temporal de agua a lo largo de todo el año; situación que favorece el desarrollo exitoso de una amplia diversidad de flora, fauna y microorganismos que interactúan en complejas relaciones para mantener un equilibrio ecológico de alta fragilidad.

No obstante, en el informe sobre la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, realizado por Walter et al., 2015, se indica que durante el siglo XX se perdió más del 50% de la superficie de ciertos tipos de humedales en algunas partes de Australia y Nueva

Zelandia, Europa y América del Norte. De igual forma, según la conservación sobre los humedales, Ramsar (2018) ofrece la panorámica más reciente y completa de la pérdida de humedales a lo largo del tiempo. En su estudio de 189 evaluaciones de humedales, esta 13

entidad estimó que la pérdida de estos ecosistemas en el siglo XX osciló entre el 64 y el

71% y que, en algunas regiones sobre todo en Asia, fue aún mayor.

Para la región de Latinoamérica y el Caribe (LAC), es la que ha experimentado la mayor reducción de sus humedales naturales a nivel mundial entre 1970 y 2015, con un declive de 59% de su superficie (SciDev.Net, 2019). Por su parte, en Colombia según un artículo científico realizado por Navarro, Ruiz & Rodríguez (2017), titulado Estado ecológico de algunos humedales colombianos en los últimos 15 años: una evaluación prospectiva; se afirma que:

“Dentro de los principales factores que afectan a los humedales se tienen

en un 51.7% los procesos urbanísticos, en un 17.2% el vertimiento de aguas

residuales, en un 13.7% la actividad agrícola y en un 10.3% el vertimiento de

residuos sólidos. En cuanto a las problemáticas más frecuente la contaminación

hídrica aparece en un 43.3%, seguida de cambio en la dinámica hídrica,

desecación del humedal y aparición de especies invasoras, todos estos con un

porcentaje igual a 17.2%. Y dentro los impactos ambientales producidos como

consecuencia de los factores el más repetido es pérdida de fauna y flora, seguido

de la pérdida de biodiversidad y anoxia en el humedal con 51.7%, 17.3% y 9.8%

respectivamente” (p. 185).

Teniendo en cuenta estos datos, se menciona que Colombia presenta la particularidad de poseer la Costa Pacífica y la Atlántica, encontrándose en ambas costas complejos de manglar. Villalba (s.f) argumenta que según mapas del Instituto Geográfico

Agustín Codazzi-IGAC, el área de manglar para los años 60, ascendía a 501.300 hectáreas

(ha), 17 años después, esta cobertura perdió 135.398 ha; sin embargo, por procesos de 14

dinámica costera, el manglar logró colonizar algunas áreas en sitios de sedimentación, especialmente en la desembocadura de los ríos en las dos costas.

Centrándose en el área de la Costa Atlántica, se observa que la ubicación de los ecosistemas de manglar se asocia a la desembocadura de los grandes ríos, como el Atrato en el Golfo de Urabá, el Sinú en Boca de Tinajones y Bahía de Cispatá, este último asociado al caso del Golfo de Morrosquillo, que corresponde al objetivo de este trabajo, específicamente al complejo de manglar de Cispatá, de igual forma se encuentra la

Ciénaga de la Caimanera, y en el extremo norte el complejo de manglar del Frances. Cada uno presenta pérdidas en su extensión, dado el avance del sector turístico, a raíz de la implementación y construcción de cabañas y otras infraestructuras turísticas. Estas circunstancias evidencian la erosión costera en el Golfo de Morrosquillo, que ha sido enfrentada con la construcción de espolones, aunque la solución es la conservación de los complejos de humedales.

De este modo, se puede apreciar que los desequilibrios ambientales causados por el hombre no solo afectan al Golfo de Morrosquillo, también comprometen la sostenibilidad de los complejos de ecosistemas que se localizan en el departamento de

Córdoba; entre los que se encuentra el espacio estuarino de Bahía de Cispatá, quien posee una variedad de recursos naturales, para lo cual se dispone de un Plan de Manejo Integral del mismo, con el fin de conservar, aprovechar y garantizar su permanencia en el tiempo.

Como resultado, surge la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuál es el grado de incorporación de los objetivos de conservación, medidas de manejo y las metas del Plan de Manejo Ambiental para el DMI Bahía de Cispatá en el PBOT del municipio de San

Antero y la correspondencia con planteamientos del POMCA? 15

1.2. JUSTIFICACIÓN

Es de vital importancia una investigación enfocada al componente ambiental en el complejo cenagoso Bahía de Cispatá (Córdoba, Colombia), como parte de los elementos ambientales que se convierten en ejes estratégicos para la conservación de los ecosistemas, los cuerpos de agua, los manglares, la fauna y flora, que a su vez encierran una riqueza hídrica fundamental dentro del territorio colombiano. Además de que en esta zona existen centros urbanos que mueven la economía de la región en la parte litoral del departamento de Córdoba, como lo es San Bernardo y San Antero; así mismo, Tolú, Coveñas y en general todos los que integran el Golfo de Morrosquillo, ya que en estos territorios se da una economía pesquera y turística; al existir áreas de cría de peces que habitan en zonas coralinas, ciénagas y zonas costeras que dependen de los complejos de manglares.

Por lo anterior, este estudio se enmarca dentro de la geografía ambiental y el ordenamiento territorial; la primera, se enfoca en el análisis de factores tanto físicos como ambientales, en busca de la conservación y protección de los recursos naturales que brinda, y la segunda, se asocia a los procesos de planificación de los recursos naturales de acuerdo a las características del territorio.

El Decreto 1120 de 2013 dictamina que, las Unidades Ambientales Costeras son

áreas de la zona costera definidas geográficamente para su ordenación y manejo, las cuales se caracterizan por sus ecosistemas propios y distintivos, con condiciones similares y conectividad en cuanto a sus aspectos estructurales y funcionales; así mismo poseen interacciones constantes, que en muchos casos están desarticuladas de las herramientas de planificación de los territorios que la conforman (Sistema Único de Información 16

Normativa, 2013). En este sentido, la investigación se enriquece en la medida en que, se analiza la articulación de los instrumentos de planificación y ordenamiento territorial del municipio de San Antero, en el que se comprende la Unidad Ambiental Costera Estuarina del Río Sinú.

Ahora bien, el proyecto contiene en sus componentes metodológicos y actividades programadas, una revisión y análisis de la clasificación de las coberturas del suelo en la zona de estudio, con el fin de identificar la corresponsabilidad con sus características y normatividad. Para este fin, se aborda información bibliográfica, cartográfica e imágenes satelitales como herramientas de análisis para el trabajo en cuestión. Estos elementos permiten ver los cambios a nivel de coberturas vegetales, asociados con la interacción directa de las diversas actividades desarrolladas por la población, generando afectaciones a las disposiciones de Planificación y Ordenamiento Territorial.

Cabe anotar que, esta investigación es de carácter fundamental para la toma de decisiones por parte de las alcaldías y organizaciones que estén a cargo de la protección y conservación del medio ambiente (CVC, Ministerio del Medio Ambiente, otros), dado que los análisis de articulación entre instrumentos de planificación de los ecosistemas y los

POT, pretenden llamar la atención de las entidades territoriales que buscan mejorar la efectividad en el manejo del territorio.

17

1.3. OBJETIVOS

1.3.1. Objetivo general

❖ Evaluar el grado de articulación de las medidas de manejo ambiental contenidas en

el Plan de Manejo Ambiental del Complejo cenagoso de Bahía de Cispatá con los

instrumentos de planificación territorial (PBOT) y su correspondencia con el

POMCA del río Sinú.

1.3.2. Objetivos específicos

❖ Identificar el grado de articulación del Plan de Manejo del DMI Bahía de Cispatá en

el PBOT y su correspondencia con los planteamientos del POMCA para el sector

estuarino de Bahía de Cispatá.

❖ Analizar el componente ambiental y tendencias de cambio espacio-temporal en su

cobertura vegetal que forman parte del complejo cenagoso de la Bahía de Cispatá.

❖ Recomendar mecanismos para incorporar medidas de manejo al DIM Bahía de

Cispatá en los instrumentos de planificación territorial.

18

1.4. MARCO ESPACIAL

Geográficamente, el Complejo Cenagoso de Bahía1 de Cispatá está ubicado en la costa norte del departamento de Córdoba (Colombia), en los municipios de San Antero,

Santa Cruz de Lorica y (Figura 1); contando con una zona de aproximadamente 27808,6 hectáreas, característica que junto a otras convierten al ecosistema en un espacio único con particularidades físico-ambientales que deben ser conservadas y aprovechadas sosteniblemente a través de lineamientos y criterios de planificación territorial, establecidos en documentos técnicos como: el DMI, PBOT,

PGAR, POMCA.

De las 27808,6 hectáreas que conforman al DMI de Bahía de Cispatá, un 36% son de San Antero, un 46,2% de San Bernardo del Viento, y un 17,8% para Santa Cruz de

Lorica. La información suministrada por la CVS (2010) muestra que el DMI tiene una población aproximada de 11.653 habitantes, la cual representa el 6% de la población total de los municipios. San Bernardo del Viento presenta la mayor proporción de habitantes

(65,2%), seguido de Santa Cruz de Lorica (20,7%) y San Antero (14,1%).

1 Entrada a un mar, océano o lago, rodeada por tierra excepto por una apertura, que suele ser más ancha que el resto de la penetración en tierra adentro. Real Academia Española-RAE. Recuperado de https://boletinagrario.com/ap-6,bahia,1006.html

19

Figura 1. Delimitación del Distrito de Manejo Integrado de Bahía de Cispatá Fuente: elaboración propia, 2019, con base en el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas-RUNAP, 2018 20

1.5. ASPECTOS TEÓRICO-CONCEPTUALES

Esta investigación se encuentra soportada en el marco teórico-conceptual de la geografía ambiental y del ordenamiento, precisamente en lo referido a la planificación territorial y ambiental desde los instrumentos técnicos existentes; como caso el DMI de

Bahía de Cispatá; citándose los antecedentes (estudios y trabajos ya realizados sobre la temática), las normativas y las posturas de autores que han tratado sobre la articulación de los documentos de planificación territorial (POT, PGAR y POMCA, entre otros).

1.5.1. Antecedentes

Son diversos los estudios que se han realizado a nivel global, regional, nacional y local sobre los complejos cenagosos y humedales en el territorio, con el objetivo de preservar, recuperar y conservar los recursos naturales, entre estos estudios se tienen los siguientes:

En primer lugar, hacemos referencia a nivel internacional al proyecto de humedales sostenibles elaborado en el año 2010 por la consejería del Medio Ambiente de la junta de

Andalucía, Syngenta y la Federación Europea de Agricultura de Conservación (ECAF), afirmando que Andalucía posee uno de los patrimonios más ricos de España y Europa en lo que a cantidad de humedales se refiere. El 17% de los humedales de este país, por lo tanto, los esfuerzos a favor de la protección de las zonas han sido desfavorables en años anteriores, no obstante, entre los objetivos básicos para alcanzar una planeación en torno 21

a la conservación y protección del humedal se han desarrollado diferentes métodos de preservación gracias a las gestiones por los entes gubernamentales, entidades ambientales y las iniciativas de la Unión Europea, dando lugar a la recuperación significativa del complejo cenagoso en dicha zona.

Por otra parte, la teledetección juega un papel muy importante dentro del trabajo de investigación, de este modo, la facultad de Geografía e Historia de la Universidad

Complutense de Madrid, en su trabajo aplicado a las herramientas de percepción remota en los humedales localizados en la reserva de la biosfera de la mancha húmeda en el año

2013, contemplan el desafío de conservar la biodiversidad, el funcionamiento ecosistémico y los servicios ambientales donde exige aproximaciones novedosas tanto para conocer mejor como para gestionar mejor los sistemas ecológicos y es la teledetección quien permite incorporar a este aspecto la posibilidad de estudiar los cuerpos de agua a escalas espaciales y temporales.

De esta forma a nivel regional, tenemos un artículo científico realizado en

Argentina mediante la publicación de la Revista Latinoamericana de Estudios

Socioambientales en el año 2017, aplicado a los conflictos en los sitios Ramsar y, presentándose algunos aportes para una política de los humedales en este país. A su vez, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, el 23% de la superficie del país está ocupada por humedales. Más allá del número y el área que abarcan, los humedales de Argentina tienen una gran diversidad biológica por estar ubicados en diferentes regiones. El interés por este tipo de espacios geográficos fue creciendo tanto dentro de la comunidad científica como en la agenda pública y política global. La valorización internacional de estos ecosistemas tiene como hito el año 1971, cuando se 22

firma la Convención Internacional sobre Humedales, conocida como “Convención

Ramsar”. Por ello, es importante el objetivo de localizar y describir los conflictos sociales en los humedales del país, reconocidos como Sitios Ramsar, de este modo el trabajo busca reflexionar sobre los conflictos de usos del suelo localizados en los cuerpos de agua dando como resultados usos para la conservación y preservación en la zona de interés.

Por otra parte, en el año 2010 se realizó un estudio aplicado al microsistema del

Delta del Paraná (Argentina), en el que se desarrolló un análisis con las herramientas de teledetección para una serie de tiempo y eventos extremos en dicha zona. De esta forma es importante mencionar, que el Delta del rio Paraná es un microsistema de humedal, uno de los más importantes en la República de Argentina. Como resultado de esta tesis se obtuvo un enfoque metodológico para el estudio de macrosistemas de humedal por medio de teledetección óptica y de radar. Además, se produjo el primer mapa regional de tipos fisonómicos de vegetación, mapas de inundación del evento ENOS 2006-2007, mapas de

áreas afectadas por los incendios masivos de 2008, y de la recuperación de la vegetación luego del evento; siendo muy relevante para los antecedentes de este estudio.

En el contexto nacional, referenciamos la tesis realizada por la autora Méndez

Ingrid en el año 2014, que trata sobre “Análisis del marco regulatorio e institucional de la problemática del manejo y preservación del ecosistema del humedal la vaca” en la ciudad de Bogotá. De este modo, una de las mayores falencias a considerar es la tardía incorporación de la Gestión Ambiental para el manejo de humedales en esta ciudad, porque no se han logrado minimizar aspectos que vienen desplegándose desde mucho tiempo atrás, tales como: el desinterés de la sociedad frente a temas ambientales y los impactos urbanísticos que han generado graves afectaciones en los humedales. A partir de 23

esto, se recomienda que, pese a que existen herramientas legales y jurídicas para la mitigación de los impactos ambientales sobre los humedales y para la implementación de la gestión del recurso, se debe trabajar más arduamente en el problema de deterioro y afectación del ecosistema del humedal La Vaca. Así, este trabajo es de mucha importancia para el desarrollo de este tipo de ecosistemas en el territorio tanto urbano como rural.

El Instituto Humboldt mediante la autora Serrato Milena, ejecutaron un trabajo titulado “Análisis sobre el estado de arte del conocimiento de los humedales de la región

Caribe” en el año 2014, por lo tanto uno de los objetivos era prestar los servicios profesionales para elaborar un documento síntesis que contenga el estado del arte del conocimiento de los humedales en la Región Caribe, que contribuirá con la elaboración de los insumos técnicos para la delimitación de humedales y el desarrollo de otras actividades enmarcadas en la denominada “Insumos técnicos y una recomendación para la delimitación por parte del MINISTERIO de los ecosistemas estratégicos priorizados

(páramos y humedales) en el marco del Convenio No. 008 de 2012 (cuencas hidrográficas afectadas por el fenómeno de La Niña 2010 – 2011)” suscrito entre el Fondo Adaptación y el Instituto Humboldt. De este modo se realizó un análisis en cada departamento del

Norte de Colombia, detallándose cada humedal para su respectivo estudio.

Finalizamos con el contexto local, mencionando el trabajo aplicado por la

Universidad Nacional (Sede Medellín) sobre “Sistema cenagoso de Ayapel como posible sitio Ramsar en Colombia” en el año 2016, de este modo Colombia al ser parte de la

Convención internacional de humedales Ramsar, tiene como tarea la gestión de los humedales del país, incluyendo aquellos ecosistemas estratégicos que cumplan con uno o más criterios según los lineamientos dispuestos por la Convención. Este artículo describe 24

el procedimiento a seguir para postular el sistema cenagoso de Ayapel como posible sitio

Ramsar en el país. Se hicieron trabajos de investigación para demostrar que el sistema cenagoso de Ayapel cumple con varios criterios establecidos por la Convención. Por lo anterior, según el plan de manejo ambiental en la zona y de acuerdo a la definición de tipos de humedales suministrada por la Convención Ramsar, el sistema cenagoso de Ayapel se clasifica como un humedal continental donde hay lagos, pantanos y esteros permanentes y estacionales de agua dulce con turberas no arboladas, con ríos y deltas en su interior.

Esto permite enmarcar toda su gestión dentro de los humedales como ecosistemas estratégicos. De esta forma es importante señalar su incidencia en el territorio cordobés.

Para finalizar, tenemos el trabajo de investigación realizado en compañía de la

Universidad del Sinú con la Fundación del Sinú sobre “los humedales de Córdoba

¿Condenados a desaparecer?” en el año 2015, que trata sobre la articulación de normas y leyes para la protección de estos ecosistemas en los municipios de Montería, Cereté, San

Pelayo y San Carlos, que a su vez, busca la protección mediante medidas ambientales, en este sentido, la convención reunida en Ramsar (Irán, 2000) plantea que la perturbación de los humedales debe cesar, que la diversidad de los que permanecen debe conservarse y, cuando sea posible, se debe procurar rehabilitar o restaurar aquellos que presentan condiciones aptas para este tipo de acciones.

De manera que, la conservación de estos ecosistemas es prioritaria para cumplir con los objetivos de protección contemplados en otros tratados internacionales de los cuales Colombia es parte, como por ejemplo el Convenio sobre la diversidad biológica.

25

1.5.2. Marco conceptual

Esta investigación abarca todo lo relacionado con la importancia de los humedales y su prospectiva en el ordenamiento territorial, de tal manera que se traen a colación conceptos y posturas clave de autores y organismos territoriales que explican el tema de interés a profundidad; lo cual le otorga un mayor rigor teórico-científico al trabajo.

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2001) de la República de

Colombia considera:

“Los humedales son un elemento vital dentro del amplio mosaico de

ecosistemas con que cuenta el país y se constituyen, por su oferta de bienes y

prestación de servicios ambientales, en un renglón importante de la economía

nacional, regional y local. Dentro del ciclo hidrológico juegan un rol crítico en el

mantenimiento de la salud y regulación hídrica de las cuencas hidrográficas,

estuarios y las aguas costeras, desarrollando, entre otras, funciones de mitigación

de impactos por inundaciones, absorción de contaminantes, retención de

sedimentos, recarga de acuíferos y proveyendo hábitats para animales y plantas,

incluyendo un número representativo de especies amenazadas y en vías de

extinción” (p.3).

Para Duque, Restrepo, Ruiz & Beltrán (2002), los humedales son “ecosistemas tanto naturales como artificiales caracterizados por estar permanente o temporalmente inundados y que brindan una gran variedad de bienes, servicios, usos y funciones de valor 26

para la sociedad, la flora y fauna silvestre, así como para el mantenimiento de sistemas y procesos naturales” (p.5).

Estos ecosistemas son vitales en los territorios en los que se encuentran debido a que, con el estudio del medio físico-natural, se determinan las fortalezas y debilidades en las riquezas de los recursos que ofrecen, que a su vez se convierten en ventajas, al permitir la supervivencia de las especies de animales y vegetales, e incluso del mismo ser humano.

Además, son áreas que presentan particularidades únicas, al diferenciarse de otros espacios geográficos.

Colombia cuenta con grandes ecosistemas de humedales, caracterizados por albergar una biodiversidad ecológica muy productiva. En estos, se pueden encontrar diferentes especies de animales marinos, así como también de vegetales (tipos de mangales). Además, son de gran utilidad para las poblaciones que se localizan cerca de ellos, dado que estas realizan actividades económicas como la tala de manglar, la pesca, el ecoturismo, y demás.

Sin embargo, las actividades que se desarrollan en muchos casos deterioran el estado natural del entorno, debido a que la población no cumple con los parámetros de aprovechamiento y protección establecidos por las Corporaciones Autónomas Regionales, y por los distintos documentos de conservación, entre los que se pueden mencionar los

Distritos de Manejo Integrado (DMI), los Planes de Manejo y Ordenación de una Cuenca

(POMCA), entre otros.

Por un lado, un DMI es un documento técnico y operativo que establece, regula y planifica el aprovechamiento, preservación, recuperación, protección y manejo de los 27

recursos naturales y demás actividades ambientales que se realicen en un espacio con características únicas en cuento a la existencia de recursos naturales renovables (Decreto

1974 del 31 de agosto de 1989 del Ministerio de Agricultura, 1989).

En cuanto a lo referido a los POMCA, la Secretaría Distrital de Ambiente de

Bogotá (2014) pronuncia que, un POMCA es “el planteamiento del uso y manejo sostenible de sus recursos naturales renovables, de manera que se consiga mantener o restablecer un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento económico de tales recursos y la conservación de la estructura físico-biótica de la cuenca y particularmente de sus recursos hídricos” (párr. 1). Así mismo, son definidos como un marco para planificar el uso sostenible de las cuencas y la ejecución de los programas y proyectos específicos dirigidos a conservar, preservar, proteger o prevenir el deterioro y/o restaurar las cuencas hidrográficas.

Según la Corporación Autónoma Regional de Antioquia-CORPOANTIOQUIA

(2007), un POMCA es un instrumento a través del cual se realiza la planeación del uso coordinado del suelo, de las aguas, de la flora y la fauna y el manejo de la cuenca entendido como la ejecución de obras y tratamientos, en la perspectiva de lograr el equilibrio entre el aprovechamiento social y económico de tales recursos y la conservación de la estructura físico-biótica de la cuenca y particularmente del recurso hídrico.

En el contenido técnico de estos documentos de protección y aprovechamiento de los recursos naturales, se inserta el término ecosistema; entendido por Odum & Warrett

(2006) como: “la primera unidad de la jerarquía ecológica que es completa: tiene todos los componentes (biológicos y físicos) necesarios para la supervivencia” (p. 18). En consecuencia, un ecosistema es más que una unidad geográfica (o ecorregión); es una 28

unidad del sistema funcional con entradas y salidas, y límites que pueden ser naturales o arbitrarios y se caracteriza por estar dentro de un bioma.

En este orden, se hace referencia a los ecosistemas de agua dulce, considerados como hábitats donde el recurso hídrico presenta bajos contenidos de sales; condición única e importante para la supervivencia de la mayoría de seres vivos (Guzmán & Calvo, 2012).

Estos se pueden dividir en tres (3) subgrupos: aguas estancadas o lenticas: lagunas y estanques; aguas corrientes o loticas: arroyos, ríos y manantiales; y los humedales, en los que el nivel de agua fluctúa hacia arriba y hacia abajo, a menudo según la estación y también anualmente: pantanos y marismas (Díaz, Esteller & López, Eds. 2005).

Los ecosistemas de agua dulce son vitales en la vida humana, al proveer de distintos servicios y materias primas de valor económico y ambiental a la sociedad.

“Los servicios provistos por los ecosistemas de agua dulce incluyen control

de las inundaciones, transporte, recreación, purificación de los deshechos urbanos

e industriales, hábitat para plantas y animales y producción de peces y otros

alimentos y bienes de mercado. Estos beneficios al ser humano son lo que los

ecólogos llaman servicios ecológicos, definidos como “los procesos y las

condiciones a través de las cuales los ecosistemas naturales, y las especies que los

conforman, sostienen y colman la vida humana”. A largo plazo, los ecosistemas

de agua dulce saludables tienen más probabilidad de conservar la capacidad

adaptativa para mantener la producción de estos servicios ante futuras

alteraciones ambientales tales como el cambio climático” (Baron et al., 2003, p.

1). 29

Estas particularidades, traen a colación el concepto de áreas protegidas. Mas &

Pérez (2005) las atribuyen a espacios geográficos definidos, reconocidos y planificados con características únicas en cuanto a flora y fauna, las cuales se conversan y protegen a través de criterios legales, con el fin de prolongar su uso sostenible y adecuado por largos periodos de la naturaleza y de los servicios ecosistémicos.

Por otro lado, en el Decreto 2372 de 2010 en su artículo 10, establece las categorías que conforman el Sistema de Parques Nacionales Naturales (SINAP) (Tabla 1) (Sistema

Único de Información Normativa, 2010).

Tabla 1. Categorías de áreas protegidas del SINAP

Áreas protegidas públicas Áreas protegidas privadas Las del Sistema de Parques Nacionales Naturales. Las Reservas Forestales Protectoras. Los Parques Nacionales Regionales. Las Reservas Naturales de la Sociedad Los Distritos de Manejo Integrado Civil. Nacionales Y Regionales. Los Distritos de Conservación de Suelos. Las Áreas de Recreación. Parágrafo. El calificativo de pública de un área protegida hace referencia únicamente al carácter de la entidad competente para su declaración. Fuente: elaboración propia, 2019, con base en el Decreto 2372 de 2010. Artículo 10

Como se mencionó, los DMI son territorios de manejo especial que se delimitan teniendo en cuenta factores ambientales y socioeconómicos, su planificación está orientada a regular el uso y manejo de los recursos naturales renovables y actividades 30

económicas proyectadas en la región de contexto. De igual forma se busca mitigar el riesgo de la desaparición de estos ecosistemas. Si bien, distritos son a escala nacional y regional, los primeros son administrados por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo

Territorial, y los segundos mencionados por la Corporación Autónoma Regional de la jurisdicción, en este caso CVS.

En Colombia las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) juega gran parte del presente y futuro ambiental del país (Lizcano & Moreno, 2017). En la Ley 99 de 1993, las CAR están encargadas de administrar, dentro del área de su jurisdicción, el medio ambiente y los recursos naturales renovables y propender por su progreso sostenible, de conformidad con las disposiciones legales y las políticas del Ministerio del Medio

Ambiente; resumiéndose en que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible formula las políticas ambientales y las CARS formulan los determinantes ambientales; que para el caso del departamento de Córdoba, son el Parque Nacional Natural Nudo de

Paramillo, los DMI de Lorica, Betancí y el Complejo de manglares de Cispatá (caso de estudio) y otros.

1.5.3. Marco legal

En primer lugar, se menciona la Política Nacional Ambiental para el desarrollo sostenible de los espacios oceánicos y zonas costeras e insulares de Colombia (PNAOCI,

2000); proponiéndose en ella la creación de 12 Unidades Ambientales Costeras y

Oceánicas como un marco para la gestión y manejo integrado de las zonas costeras en el 31

territorio; reglamentado UAC y definición de las autoridades competentes para su ordenamiento ambiental.

El Protocolo de Kioto: establecido por la Organización de las Naciones Unidas

(ONU) (1997). En él, se crean programas encaminados a la mitigación del cambio climático y la adaptación de los efectos del mismo; la cooperación en el desarrollo, aplicación y difusión de tecnologías ambientalmente racionales, relacionadas con el cambio climático, acogido por Colombia a través de Ley 629 de 2000.

La Constitución Política de Colombia de 1991: establece, entre otros, los siguientes deberes a cargo del Estado relacionados con el tema ambiental: proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica

(art. 79); planificar el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, conservación, restauración o sustitución (art. 80); es obligación del Estado y de los particulares proteger las riquezas naturales de la nación (art. 8) y de la persona, proteger los recursos naturales del país.

Ley 99 de 1993 que otorga al Ministerio del Medio Ambiente: la facultad de

“sustraer” áreas del Sistema (Sentencia C - 649 de 1997 de la Corte Constitucional), se consagraron los principios generales que debe seguir la política ambiental colombiana con respecto a las zonas de páramos, subpáramos, nacimientos de agua y zonas de recarga de acuíferos, los cuales, deben ser objeto de protección especial, y que la biodiversidad por ser patrimonio nacional.

La ley dispone, las funciones del MAVD, estableciendo las reglas y criterios de ordenamiento ambiental del territorio. De igual manera, corresponde a las Corporaciones 32

Autónomas Regionales, participar con los entes competentes de su jurisdicción, en los procesos de ordenamiento territorial a fin de que el factor ambiental sea tenido en cuenta en las decisiones que se adopten y establecer las normas generales, de manera que se proteja el medio ambiente y los recursos naturales.

Convenio Ramsar: acuerdo internacional que tiene como finalidad la protección de las zonas húmedas del planeta. Es el único tratado internacional dedicado a la protección y el uso racional de un tipo de hábitat particular: los humedales. Fue en Ramsar

(1971) cuando se instituyó el convenio, tendiente a proteger diversas especies de aves acuáticas ya en peligro de extinción.

Ley 357 de 1997, referente a la aprobación de la Convención de Ramsar: precisa los ecosistemas que quedan incluidos bajo tal denominación. Esta Ley es la única norma que de manera específica y concreta impone obligaciones al Estado colombiano para la conservación y protección de los humedales, considerados en su acepción genérica.

El Documento del CONPES 3164, “Plan de Acción 2002-2004 de la Política

Nacional Ambiental para el Desarrollo Sostenible de los Espacios oceánicos y Zonas

Costeras e Insulares de Colombia” desarrolla el “Programa de Ordenamiento Ambiental

Territorial de los Espacios Oceánicos y Zonas Costeras e Insulares” dirigido a incluir los ecosistemas marinos y costeros en el ordenamiento territorial de la nación, el cual contempla las actividades prioritarias en las UAC, el Inventario de los recursos marinos y costeros que estas poseen, la caracterización de los ecosistemas y recursos de cada Unidad

Ambiental Costera (UAC), si como la armonización de la política con los procesos de planificación territorial. 33

Ley 388 de 1997: confiere una doble función. Por una parte, establecen determinantes ambientales que son de obligatorio cumplimiento para los municipios y distritos, porque por disposición expresa de la ley éstas constituyen normas de superior jerarquía, y por la otra, aprobar los planes y esquemas de ordenamiento de los municipios de su jurisdicción, en sus aspectos ambientales. Seguido, está el Plan Nacional de

Desarrollo 2006-2010, el cual establece la necesidad de incorporar los lineamientos del manejo integrado de las Zonas Costeras en los planes de ordenamiento territorial costero de cada una de las Unidades Ambientales Costeras establecidas por la Política.

34

1.6. METODOLOGÍA

El presente estudio, se desarrolla con una metodología relacionada con el componente ambiental de la zona que comprende la Bahía de Cispatá en el departamento de Córdoba; orientándose en los siguientes criterios:

Método de investigación: en los trabajos académicos es importante conocer el método de investigación que de acuerdo a Tamayo & Tamayo (2004) sirve para analizar y sistematizar determinadas realidades, permitiendo llegar a explicaciones lógicas y coherentes, por lo que, en esta investigación se utiliza el método hipotético-deductivo, porque se analiza el fenómeno planteado de una manera general hasta comprender este mismo en un entorno particular de la zona de estudio, con la finalidad de ver la importancia de las características ambientales y territoriales de la zona, como la cobertura del suelo, cuerpos de agua, los ecosistemas, biomas, áreas protegidas y erosión.

Teniendo en cuenta el carácter hipotético-deductivo, puede plantearse la siguiente hipótesis: las actividades antrópicas y la débil articulación de los instrumentos de planeación del territorio, desencadenan escasas acciones contenidas en el Plan de Manejo

Ambiental del DMI que contribuyen con la recuperación del complejo de Manglares de

Cispatá.

Tipo de investigación: haciendo énfasis a esta parte del estudio, se determina que la investigación tiene un carácter descriptivo-analítico, por lo que interpreta la situación actual del territorio, relacionando los factores ambientales con los físicos de la zona de interés (descrito), así como también, se analizan los Planes Estratégicos y la articulación 35

que existe entre los instrumentos de planificación y ordenación territorial (analítico), permitiendo hacer comparaciones de lo que hoy caracteriza a estos escenarios físico- naturales. En tal sentido, el estudio presenta un enfoque mixto, puesto que abarca variables cualitativas como: los tipos de ecosistemas y cuantitativas como: porcentajes de áreas del ecosistema y cobertura de la tierra.

Fuente de información: en la revisión de literatura relacionada con la temática de investigación, en este caso con la dimensión ambiental, son diversos los estudios y trabajos que se encuentran. Entre lo más importantes se pueden contemplar los siguientes (Tabla

2).

Tabla 2. Fuentes de información secundaria

FUENTES DE INFORMACIÓN DATOS AÑO Plan de Manejo Ambiental del Complejo Identificación de las 2010 de Cispatá características ambientales Plan de Acción CVS (Corporación Áreas protegidas- Autónoma Regional de los Valles del 2007-2011 ecosistemas Sinú y del San Jorge) Plan de gestión ambiental (PGAR) Planificación regional 2008-2019 Plan Básico de Ordenamiento Territorial Herramientas de 2016-2019 San Antero planificación Decreto 2372 del 2010 del Ministerio de Identificar y explicar las Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo categorías de áreas 2010 Territorial Protegidas Colombia IDEAM-CORMAGDALENA Estudio Ambiental de la cuenca Aspectos geomorfológicos 2001 Magdalena-Cauca y elementos para su de suelo ordenamiento territorial Instituto Geográfico Agustín Codazzi Cartografía Temática de (IGAC)-Sistema de información geográfica variables físicas como: 2005 para la planeación y el ordenamiento geomorfología, geología territorial (SIG-OT) 36

FUENTES DE INFORMACIÓN DATOS AÑO COPERNICUS-Portal Agencia Espacial Suministro imágenes 2019 Europea y Por la Unión Europea satelitales Sentinel-2 USGS Global Visualization Viewer Suministro de imágenes (GloVis)-Portal de la agencia espacial 2019 satelitales Landsat 8 norteamericana Identificación de las DMI Bahía de Cispatá-CVS 2010 características ambientales Plan de Desarrollo Municipal 2016-2019 2016 “LORICA CIUDAD DE TOD@S” Plan de Desarrollo Municipal de San Antero “POR EL SENTIR DE UN Identificación de las 2016 PUEBLO, PAZ Y EQUIDAD SOCIAL medidas de acción con PERIDO 2016-2019 respecto al componente Plan de Desarrollo Municipal de San ambiental contempladas en Antero 2020-2023 “CONFIANZA Y 2020 los planes de acción DESARROLLO” Plan de Desarrollo Municipal de San Bernardo del Viento “MÁS GESTIÓN, 2016 MÁS OPORTUNIDADES Fuente: elaboración propia, 2019

1.6.1. Fases de la investigación

Esta investigación se desarrolla en cuatro (4) fases, con el fin de cumplir los objetivos específicos planteados en la misma.

 Fase I: en esta parte metodológica, se recogen datos basados en información

secundaria, de tipo documental relacionada con el componente ambiental,

encontradas en páginas webs, y en informes y documentos técnicos sobre

planificación y ordenamiento territorial (POMCA, DMI, entre otros), aportando al

logro del primer objetivo específico (Tabla 3).

Para analizar los cambios de cobertura, se utilizaron imágenes de satélite

LANSADT 4, 5 y 8 del año 1986 y 2000, las cuales se descargaron del portal 37

norteamericano USGS (United States Geological Survey) (herramienta para este

proceso). De igual forma se descargaron imágenes satelitales Sentinel-2 del año

2019 en el portal europeo Copernicus.

 Fase II: posterior a la fase de recolección de la información tanto primaria como

secundaria, se accede a identificar esos documentos que aportaron directamente a

la investigación, es decir, se realiza una selección de documentos que enriquecen

desde lo conceptual al estudio. Entre estos, se obtuvo el DMI, siendo la principal

fuente de datos actualmente.

 Fase III: en esta parte, se interpreta la información de tipo temática, tales como:

mapas y gráficas elaboradas a través del software ArcGIS 10.3.1., el cual permitió

esquematizar la zona de estudio e identificar las áreas donde el componente físico-

ambiental se está afectando. Esto se hizo de la mano con el portal de imágenes

satelitales USGS de Norteamérica y Copernicus, que permitieron usar imágenes

para puntualizar esos cambios en las coberturas de uso del suelo (reducción del

área de interés).

 Fase IV: en esta fase, se interpretaron los resultados que, mediante los

procesamientos de información obtenidos en la zona de estudio planteada,

analizando las zonas en las cuales la parte física y ambiental, están siendo alteradas

por la actividad antrópicas y sus características físico-naturales.

38

CAPÍTULO II. MECANISMOS DE ARTICULACION ENTRE EL PLAN DE

MANEJO DEL DMI DE BAHÍA DE CISPATÁ Y LOS INSTRUMENTOS DE

PLANIFICACIÓN TERRITORIAL

En el Decreto 1974 de 1989, por el cual se reglamenta el artículo 310 del Decreto

- Ley 2811 de 1974 sobre Distritos de Manejo Integrado de los Recursos Naturales y la

Ley 23 de 1973, en su artículo 2., pronuncia que, los DMI son “un espacio de la biosfera que, por razón de factores ambientales o socioeconómicos, se delimita para que dentro de los criterios del desarrollo sostenible se ordene, planifique y regule el uso y manejo de los recursos naturales renovables y las actividades económicas que allí se desarrollen”.

Por consiguiente, el DMI de Bahía de Cispatá, está localizado en la zona costera del departamento de Córdoba; contando con una extensión de 27171 hectáreas; acobijando distintas áreas: bosques de manglar, humedales halófilos, playones aluviales y fluviomarinos y playas dentro de las zonas naturales y espacios para ejecutar actividades antrópicas (Acuerdo 56 de 2006).

Las organizaciones encargadas del proceso de planificación a diferentes escalas

(local, regional y nacional), deben de orientar este ejercicio a un conjunto de acciones que cuiden, conserven y aprovechen sosteniblemente los recursos naturales, especialmente en aquellos ecosistemas que las características físico-ambientales se vuelven únicas e importantes en la sostenibilidad.

Consecuente a lo planteado, el proceso de planificación ambiental en Colombia, puede definir como una herramienta a través de la cual las entidades encargadas de este

(Departamento Nacional de Planeación, Gobernaciones, Alcaldías, entes descentralizados: 39

CAR´S y gremios que elaboran planes y programas a corto, mediano y largo plazo), tienen por objetivo concretar directrices de un adecuado manejo, administración y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y no renovables, todo esto con el fin de aplicar las políticas ambientales existentes que fueron creadas para actuar como vectores de sostenibilidad ambiental del capital natural del país

(GESTIONSOCIALYAMBIENTAL, 2010).

La planificación ambiental busca articular las acciones de protección, conservación y uso sostenible de los recursos naturales en los distintos ecosistemas que presenten características únicas en cuanto potencial biofísico, ambiental y paisajístico. Razón por la cual, la declaración del DMI Cispatá - La Balsa - Tinajones y sectores aledaños, constituye:

(…) “la primera área protegida de carácter regional y de influencia

marina - costera que tiene por objeto la conservación de áreas de manglar en el

país. Su declaratoria entraña la búsqueda de un modelo de planificación del

espacio y su ordenamiento, que controle y regule la presión antrópica sobre las

áreas de manglar, el crecimiento demográfico de los municipios específicamente

de San Antero, San Bernardo del Viento y Santa Cruz de Lorica, y demás factores

de perturbación existentes en el área. Adicional a esto, se considera necesario

incluir en su gestión, los procesos físicos y geológicos de escala regional

asociados a la Cuenca y el sistema de humedales del bajo Sinú y ciénaga de Lorica,

así como el efecto de factores externos que estarían acentuando posibles impactos

ambientales en los manglares del área protegida” (CVS & INVEMAR, 2010,

p.22). 40

Desde el ámbito local, el Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) de

San Antero, en la clasificación de los usos del suelo en el área rural, se rige bajo lo establecido en el DMI de Bahía de Cispatá; conllevando a que, el PBOT en su documento

Proyecto de Acuerdo, en el capítulo II. Reglamentación de usos del suelo en el área rural; y siguiendo lo pronunciado en el Artículo 126, define una zona de uso sostenible; siendo entendida como:

“El área estuarina, integrada por los caños y ciénagas junto con las

formaciones de bosques de manglar que crecen en sus inmediaciones,

correspondiendo geomorfológicamente a llanura de manglar. En ella se podrá

continuar con las prácticas extractivas o de aprovechamiento de los bienes o

productos del manglar, de conformidad con lo señalado en los estudios del Plan

de Manejo Integral de los Manglares. Cubre un área de 3.123,146 Has, las que

representan un 15.46% del total del territorio municipal” (Secretaría de

Planeación Municipal, 2007, p. 104).

La Figura 2 representa el uso del suelo rural que actualmente está establecido según lo acordado en el DMI y PBOT de San Antero en torno al sector de Bahía de Cispatá. 41

Figura 2. Usos del suelo rural acordados y establecidos en el PBOT de San Antero para el sector del DMI de Bahía de Cispatá

Fuente: elaboración propia, 2019, con base en la revisión ordinaria y ajustes del Plan Básico de Ordenamiento Territorial del municipio de San Antero, 2007

Adicionalmente, San Antero, San Bernardo del Viento y Santa Cruz de Lorica priorizan una lista de acciones prospectivas con respecto al DMI Bahía de Cispatá, insertando en sus instrumentos de planificación la conservación, el aprovechamiento y protección en el presente y futuro de los recursos físico-ambientales con los que cuentan, entre los que sobresalen los ecosistemas de humedales y los bosques de manglar (Tabla

3).

Tabla 3. Acciones prospectivas para el Plan Integral de Manejo DMI Cispatá - La Balsa - Tinajones y sectores aledaños por parte de los municipios de Santa Cruz de Lorica y San Bernardo del Viento

Lo que se Área Acción Uso principal Uso prohibido espera Recuperación de Protección y Recuperar la ecosistemas en conservación de cobertura Conservación Todos los demás áreas de humedales y territorial de manglares ciénagas estos ecosistemas 42

Lo que se Área Acción Uso principal Uso prohibido espera Conservación y Zona de Sostenimiento Aprovechamiento uso sostenible de ciénagas de Todos los demás Ecológico ecoturístico la biodiversidad y Lorica Ecoturístico el paisaje Recuperación de Formulación de Proveer de los caños y Planes de recursos Uso institucional arroyos del recuperación Todos los demás naturales a las y de la nación delta del río ambiental de los poblaciones Sinú cuerpos de agua futuras Fuente: elaboración propia, 2019, con base en la revisión al POT de Santa Cruz de Lorica y a los PBOTs de San Antero y San Bernardo del Viento

En relación con las anteriores acciones, San Antero en su Documento Prospectivo

del PBOT, establece otras acciones de prospectiva territorial2 dirigidas a la sostenibilidad

y conservación de los recursos naturales del DMI de Bahía de Cispatá (Tabla 4).

Tabla 4. Acciones prospectivas para la conservación y uso sostenible en el DMI de Bahía de Cispatá

Acción del Área Acción Uso principal Uso prohibido Lo que se espera municipio

Embellecimien Actividades to, adecuación Formulación turísticas y de y del Plan de recreación - Bahía de Todos los sostenimiento Recuperació Protección y Cispatá demás del paisaje n del Entorno conservación del natural de Paisajístico paisaje Bahía de

Cispatá Zona estuarina Conservación de la Todos los Sostenimiento Conservación de Bahía biodiversidad demás ecológico de Cispatá Zona de Formulación del Contar con depositación Plan de Manejo Uso doméstico-uso Todos los instrumentos de agua y Tratamiento agrícola (riego) demás de Estudios de dulce (río, de Aguas aprovechamien productividad

2 Instrumento potente para concertar y promover el desarrollo de los territorios. Tomado de: Cuervo, J. (2006). La prospectiva territorial: un camino para la construcción social de territorios de futuro. Bogotá D.C., Colombia. 43

Acción del Área Acción Uso principal Uso prohibido Lo que se espera municipio

caños y to de recursos del ecosistema, ciénagas) hídricos recuperación, Repoblamiento de Recuperación revegetación, Construcción de Especies Extracción del ecosistema conservación Todos los arrecifes del recurso pesquero- marítimo en las de flora y demás artificiales Actividades áreas costeras fauna ecoturísticas del municipio Embarque y Actividades turísticas Tala del Muelle desembarque de y de recreación manglar turístico turistas Formulación del Contar con un Plan de instrumento de

Recuperación recuperación del Entorno paisajística Fuente: elaboración propia, 2019, con base en la revisión ordinaria y ajustes del Plan Básico de Ordenamiento Territorial del municipio de San Antero, 2007

Estas acciones prospectivas para la conservación y uso sostenible en el DMI no corresponden en su gran mayoría con las estipuladas por los municipios que constituyen el

DMI, estos proponen en sus documentos territoriales estudios de productividad del ecosistema, recuperación, revegetación, conservación de flora y fauna, que en últimas algunas actividades no se ejecutan por la falta de cumplimiento de las mismas (Tabla 5).

Tabla 5. Medidas ambientales propuestas en los instrumentos de planificación territorial ambiental

Componente Medidas propuestas por el Plan de ambiental del Plan Planes de Desarrollo Manejo del DMI Complejo Cenagoso Básico de Municipal 2016-2019 y Bahía de Cispatá Ordenamiento 2020-2023 Territorial Establecer áreas de conservación y Establecer iniciativas rondas de protección hídrica que Ordenación y municipales para la garanticen la sostenibilidad de la clasificación de las restauración, estructura ecológica y de la biodiversidad zonas con alta mantenimiento y del DMI biodiversidad para la conservación de Control de la pérdida de biodiversidad, conservación, ecosistemas estratégicos de coberturas vegetales, la caza ilegal, la protección y (Santa Cruz de Lorica invasión de rondas hídricas y la recuperación 2016-2019) contaminación Implementar acciones para la Protección y Caracterizar y diagnosticar conservación de recursos de fauna y flora conservación para el la biodiversidad del 44

Componente Medidas propuestas por el Plan de ambiental del Plan Planes de Desarrollo Manejo del DMI Complejo Cenagoso Básico de Municipal 2016-2019 y Bahía de Cispatá Ordenamiento 2020-2023 Territorial silvestres amenazadas o en peligro de desarrollo sostenible Municipio de san Antero, extinción de las zonas de con énfasis en los manglar existentes en ecosistemas y especies la zona estuarina usadas Implementación y fortalecimiento de la Fomentar el desarrollo educación ambiental Aprovechar sosteniblemente los recursos sostenible de la Bahía de con énfasis en naturales del territorio en Bahía de Cispatá y su ecosistema de ecoturismo y Cispatá y sus alrededores manglar (San Bernardo del aprovechamiento Viento 2016-2019) sostenible de los recursos del territorio Fuente: elaboración propia, 2019

Por consiguiente, estas actividades futuras (en algunos casos ya en proceso de ejecución) asignadas en los POT partieron del diagnóstico y evaluación integral de los municipios; lo cual posibilitó una visión de la situación actual con respecto a las fortalezas, debilidades y problemas asociados a la protección, conservación y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales en Bahía de Cispatá; debiéndose a que el DMI es una herramienta para la administración del territorio, donde una vez adoptada por la CVS, se constituye en normas y directrices para el manejo de los ecosistemas.

Los actos administrativos que declararon el DMI de Bahía de Cispatá, son determinantes de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), se convierten en normas de superior jerarquía y demandan del municipio una acción concreta que corresponde a la incorporación dentro de la zonificación de usos del suelo municipal del POT, lo regulado en el acto de declaratoria y en el DMI. De hecho, en el capítulo de diagnóstico del municipio de San Antero, se incorpora el complejo de manglares de Bahía de Cispatá, planteándose que es un ecosistema que debe ser protegido y conservado en el tiempo, por 45

su valor sistémico y ambiental, al ser la principal fuente de riqueza del territorio; por ello, su zonificación debe apuntar al sostenimiento de sus recursos naturales (Figura 3).

Figura 3. Zonificación ambiental de San Antero (Bahía de Cispatá) de acuerdo al PBOT del municipio

Fuente: elaboración propia, 2019 con base en información del PBOT de San Antero-Córdoba

Por su parte, en el POT Lorica en su componente ambiental y gestión del riesgo, dictamina que los ecosistemas de humedales y áreas de ciénaga deben ser la prioridad para el ordenamiento del municipio, al ser entornos que proporcionan a la población recursos naturales y alimenticios de vital importancia, por ello, su conservación y aprovechamiento debe garantizarse (Alcaldía de Santa Cruz de Lorica, 2002). De la misma forma, el PBOT de San Bernardo del Viento pronuncia unas acciones correctivas y de aprovechamiento 46

para con las áreas destinadas al uso y aprovechamiento sostenible (Alcaldía de San

Bernardo del Viento, 2013); que, en tal caso entran en este grupo las zonas de manglar del municipio de San Bernardo, mientras que, para Lorica, las áreas de humedales.

Así como el DMI de Cispatá se inserta en los instrumentos de planificación territorial de los municipios que lo conforman, también lo hacen desde un punto de vista de la región, mediante el Plan de Gestión Ambiental Regional (PGAR); entendido en el

Decreto 1200 de 2004 como:

(…) “un proceso dinámico de planificación del desarrollo sostenible que

permite a una región orientar de manera coordinada el manejo, administración y

aprovechamiento de sus recursos naturales renovables, para contribuir desde lo

ambiental a la consolidación de alternativas de desarrollo sostenible en el corto,

mediano y largo plazo, acordes con las características y dinámicas biofísicas,

económicas, sociales y culturales” (Ministerio de Ambiente, Vivienda y

Desarrollo, 2004, párr. 10).

El proceso del PGAR se direcciona según cuatro (4) principios básicos:

1. La armonía regional, la gradación normativa y el rigor subsidiario establecidos en el

Título IX de la Ley de 19933.

2. Concordancia y articulación entre los diferentes instrumentos de planeación del

Estado.

3. Respeto por la dinámica y de desarrollo regional.

3 Título IX de la Ley de 1993. De las funciones de las entidades territoriales y de la planificación ambiental. Tomado de: Ley 99 de 1993. Bogotá, Colombia. 47

4. Integralidad: la planificación ambiental debe considerar los diferentes componentes,

actores, interrelaciones e interacciones de la gestión ambiental

El PGAR como instrumento de planificación a largo plazo de las CAR´S para las

áreas de su jurisdicción y con la mira puesta hacia el avance de la sostenibilidad de las regiones; tiene además de los principios básicos, cuatro (4) componentes que buscan asegurar el buen funcionamiento del mismo en un periodo de diez (10) años. Así como los principios básicos del PGAR orientan la ruta de elaboración y puesta en marcha de este instrumento, los componentes hacen posible la sostenibilidad a escala regional y departamental.

Figura 4. Componentes del PGAR

Fuente: elaboración propia, 2019, con base en el Decreto número 1200 de 2004. Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo, 2004

48

La Figura 4 hace una síntesis de la articulación que existe desde inicio del diagnóstico ambiental del PGAR, en el que, se consideran importantes las relaciones urbano-rurales y regionales, así como las dinámicas entre oferta y demanda de bienes y servicios ambientales; para luego, describir el escenario de sostenibilidad ambiental en el proceso de desarrollo regional; definiendo unas líneas estratégicas para identificar las responsabilidades y compromisos de los diferentes actores de acuerdo con sus competencias, en torno a la solución de los problemas y el desarrollo de las potencialidades ambientales en el área de jurisdicción de la Corporación; y que en últimas, la CAR deberá implementar un sistema de seguimiento y evaluación del PGAR, para la valoración, conservación y uso sostenible de los recursos naturales.

De hecho, el PGAR en el departamento de Córdoba es:

(…) “el instrumento de planificación estratégico de largo plazo de la CVS

para el área de su jurisdicción, que permite orientar su gestión e integrar las

acciones de todos los actores regionales con el fin de que el proceso de desarrollo

avance hacia la sostenibilidad de la región. Este instrumento se convierte en una

expresión material de la planeación ambiental y de democracia participativa en

procura de aproximarse al ideal constitucional y misional del desarrollo

sostenible” (CVS & Centro Mundial de Investigación y Capacitación para la

Solución de Conflictos, 2008, p.9).

El PGAR Actualización 2008-2019 del departamento de Córdoba, inserta la planificación como un aspecto fundamental en el reconocimiento y ordenamiento de las

áreas protegidas en el territorio. Por ello, el documento contiene el diagnóstico ambiental, la visión regional, las líneas estratégicas y los instrumentos de seguimiento y evaluación, 49

proyectado al 2019; esperando que, el ejercicio de planificación contribuya a orientar las acciones de la CVS y demás actores involucrados en la gestión ambiental del

Departamento.

En Córdoba según lo pronunciado en el PGAR, los ecosistemas están altamente amenazados, como son las comunidades de bosque seco tropical, las selvas subandinas y los manglares, dado que, en el Departamento no existe una acción concreta hacia la consolidación de un sistema de áreas protegidas que permita mitigar la amenaza latente sobre estos ecosistemas y garantizar su conservación (CVS & Centro Mundial de

Investigación y Capacitación para la Solución de Conflictos, 2008); conllevando a plantear que, el futuro de las áreas protegidas actuales debe articularse aún más a los instrumentos de planificación ambiental local, regional y nacional, con el fin de lograr una sostenibilidad ambiental en el futuro.

Lo anterior, se sustenta en relación a las situaciones y problemáticas que se presentan en algunas áreas protegidas de Córdoba, con lo es el caso del Parque Nacional

Natural Nudo de Paramillo en el Alto Sinú. En este ecosistema las acciones antrópicas como la tala de árboles, la siembra de coca, la extracción de tierra (minas ilegales) y otras más, no son controladas por las autoridades ambientales, lo que atenta con la biodiversidad y dinámica natural de este espacio geográfico. Lo mismo ocurre con el DMI de Cispatá, que en su caso puntual los POT y otros documentos presentan acciones correctivas y de mejora en su formulación, sin embargo, las realidades son otras, al presentarse deterioro de los ecosistemas de manglar por la tala indiscriminada, la sobreexplotación pesquera y la alta contaminación por la misma población que deposita los residuos sólidos en los humedades y ciénagas que conforman al DMI. 50

En concordancia con lo expresado, actualmente el departamento de Córdoba presenta un conjunto de áreas protegidas que van desde un parque natural nacional hasta los DMI (Figura 5). Aunque estos ecosistemas no son los únicos con características únicas; exponiéndose así, propuestas en los planes y esquemas de ordenamiento municipal para la constitución de áreas que por sus condiciones, recursos y factores físico-ambientales, ameritan ser reconocidas en los procesos de planificación ambiental (Vásquez, 2007).

Figura 5. Áreas protegidas y otros ecosistemas del departamento de Córdoba

Fuente: elaboración propia, 2019, con base en el PGAR Actualización 2008-2019 del departamento de Córdoba. CVS & Centro Mundial de Investigación y Capacitación para la Solución de Conflictos, 2008

Lo consignado en el PGAR de Córdoba en torno al DMI de Bahía de Cispatá, se basa principalmente en las características del mismo; trayéndose a colación datos referentes a la extensión total, a la localización, a las áreas que comprende y a las actividades que se pueden desarrollar; aspectos que se articulan a la zonificación de las 51

microcuencas que desde el DMI se tienen con respecto a las acciones que se ejecutan

(Figura 6).

Una de las grandes categorías de zonificación es la dirigida a la conservación y recuperación de las áreas del DMI. Esto se debe a que, gran parte del bosque de manglar se regula bajo esta normativa. Para la zonificación del DMI Bahía de Cispatá se tuvo en cuenta lo señalado en el Decreto 1974 de 1989, aplicándose un conjunto de criterios físicos, bióticos, socioeconómicos, culturales y de gobernabilidad, como elementos de decisión, para evaluar la pertinencia de las categorías ya mencionadas con anterioridad.

Figura 6. Zonificación de tierras (usos del suelo) en el DMI de Bahía de Cispatá

Fuente: elaboración propia, 2019, con base en DMI Cispatá - La Balsa - Tinajones y sectores aledaños. CVS & INVEMAR, 2010

52

El PGAR del departamento de Córdoba como instrumento de planificación ambiental a largo plazo, se articula al DMI de Bahía de Cispatá a través de la búsqueda en conjunto de los diferentes actores de planificación con el objetivo de lograr un avance hacia la sostenibilidad de la región que, por ende, integra a los municipios del DMI; lo que lograría incorporar las políticas y directrices regionales a los contextos locales, con la mira puesta a la conservación, protección y uso sostenible de los recursos naturales y del ambiente en dichos sistemas. También lo hace a través de la línea estratégica

“Planificación Ambiental en la Gestión Territorial”, cuyo objetivo es promover y fortalecer procesos sostenibles de desarrollo regional y uso adecuado del territorio de acuerdo con las condiciones ambientales, culturales, y socio-económicas (CVS, 2014).

Lo expuesto, trae a colación la inserción de los Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas (POMCAS), instrumentos de planificación ambiental a escala regional que deben de estar en coherencia con la Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico -PNGIRH y con el Decreto 1640 de 2012, donde se plantea la estructura para la planificación, ordenación y manejo de cuencas hidrográficas y acuíferos en cuatro (4) niveles:

 Áreas hidrográficas o macrocuencas: corresponden a las cinco

macrocuencas o áreas hidrográficas del país: Magdalena-Cauca, Caribe,

Orinoco, Amazonas y Pacífico, que son objeto de planes estratégicos,

instrumentos de planificación ambiental de largo plazo con visión nacional

y constituyen el marco de formulación, ajuste, y/o ejecución de los

diferentes instrumentos de política, planeación, gestión y seguimiento 53

existentes en cada una de ellas, los planes estratégicos se formularán a

escala 1: 500.000.

 Zonas hidrográficas: corresponden a las definidas en el mapa de

zonificación hidrográfica de Colombia, las cuales son el espacio para

monitorear el estado del recurso hídrico y el impacto que sobre éste tienen

las acciones desarrolladas en el marco de la Política Nacional para la

Gestión Integral del Recurso Hídrico. El instrumento de planificación de

las zonas hidrográficas es el programa nacional de monitoreo recurso

hídrico.

 Subzonas hidrográficas o su nivel subsiguiente: corresponden a las

cuencas objeto de ordenación y manejo, definidas en el mapa de

zonificación hidrográfica del IDEAM, en las cuales se formularán e

implementarán los planes de ordenación y manejo de cuencas (POMCA).

 Microcuencas y acuíferos: corresponden a las cuencas de orden inferior a

las subzonas hidrográficas o su nivel subsiguiente que no hagan parte de un

POMCA, así como, los acuíferos prioritarios; estos serán objeto de planes

de manejo ambiental.

En el nivel cuatro (4) se halla el Plan de Ordenación y Manejo de Cuenca

Hidrográfica (POMCA) del río Medio y Bajo Sinú, que al igual que el PGAR, es un instrumento de planificación que se articula al DMI mediante un enfoque regional 54

ambiental, dada las circunstancias del ecosistema abarcado en él. Como lo sustenta el

Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2014), al contemplar que;

“los diferentes instrumentos de planificación ambiental de orden nacional,

regional y local, deben articularse con las directrices y medidas de manejo que se

establezcan para los recursos naturales renovables, lo cual facilitará el manejo

integrado de la cuenca hidrográfica. Para esto, es necesario que, durante el

proceso de ordenación y manejo de la cuenca hidrográfica, se consideren los

planes de manejo o instrumentos de planificación de recursos naturales

renovables concurrentes en el área objeto de ordenación, así como los

instrumentos y planes sectoriales con el fin de prever la demanda de recursos

naturales en la cuenca, los impactos potenciales sobre los mismos, los ecosistemas

y la biodiversidad” (p. 16).

Continuando con lo indicado en el POMCA del río Sinú, este busca cumplir en su totalidad unos objetivos clave para el proceso de planificación, conservación y uso sostenible de los recursos naturales e hídricos de la cuenca. Entre estos se menciona: el análisis y ajuste de los Planes de Ordenación y Manejo de las cuencas hidrográficas de los ríos , Los Córdobas y otros arroyos, y la cuenca media y baja del río Sinú, bajo los criterios establecidos en el decreto 1640 de 2012, contribuyendo con su conservación y protección, garantizando la calidad y oferta del agua, hacia el mejoramiento del nivel de vida de la región; identificar la oferta de recursos naturales existentes en el área de estudio, objeto de ordenación, mediante la recopilación de información para la elaboración de un documento base. 55

Además, el diagnóstico del estado del área objeto de estudio, desde lo social, lo ambiental y lo económico. También, el levantamiento de mapas temáticos identificando las tendencias de manejo de la cuenca, que permitan la zonificación de ésta, teniendo en cuenta la actividad social y económica. Por último; la definición de estrategias, programas y proyectos que orienten el accionar en la cuenca; además para que las comunidades beneficiadas y las instituciones gestionen recursos para su cofinanciación.

La visión regional del POMCA del río Sinú trasciende los límites de la jurisdicción de cada uno de los municipios que integran la cuenca hidrográfica en las subregiones del

Medio y Bajo Sinú; permitiendo la articulación de estos territorios a través de la búsqueda en común de la sostenibilidad ambiental en sus planes de ordenamiento, desarrollo municipal, prevención del riesgo, etc.

En general, las alcaldías municipales, la Gobernación de Córdoba y las distintas entidades encargadas de la organización ambiental en los diversos ecosistemas y en especial en los que cuentan con DMI, como lo es Bahía de Cispatá, deben seguir orientando los procesos de planificación ambiental hacia la conservación y protección de los recursos naturales y ambientales, donde la articulación de instrumentos de planificación se hace necesaria para poder lograr los objetivos propuestos desde los POT,

PAGR y POMCA, con la finalidad de alcanzar un desarrollo sostenible.

En el POMCA del río Medio y Bajo Sinú, se plantea que esta cuenca hidrográfica poseé unos importantes ecosistemas estratégicos de escala regional, como lo es el citado

DMI de Bahía de Cispatá, La Balsa y Tinajones, territorio fundamental para la conservación y aprovechamiento sostenible de los sistemas de manglar del departamento de Córdoba. Además, es un espacio geográfico como que reúne las singulares 56

características del Sinú Bajo, su gran volumen de cuerpos de aguas como ciénagas y humedales, lo convierten en un entorno único en la Costa norte colombiana.

A pesar de la declaración del ecosistema de Bahía de Cispatá como DMI, aún es evidente la desarticulación que existe entre el DMI y los instrumentos de planificación; dado que no se presenta una trascendencia entre los límites de jurisdicción de las diferentes entidades (Alcaldías, Gobernaciones, CVS, otras) que confluyen en el territorio, lo que hace que el ordenamiento, gestión y armonización del manejo y administración de los recursos naturales en Bahía de Cispatá y sus alrededores, se vea afectado. Por ejemplo, en el documento del DMI de Cispatá se plantean acciones que van encaminadas a la protección y conservación de los humedales y ecosistemas de manglar, mientras que el documento PBOT de San Antero señala que el uso principal del DMI debe ir encaminado al estudio de la productividad del sistema y su recuperación, revegetación y conservación.

Ante el panorama descrito, los POT de los municipios de la jurisdicción del DMI

Bahía de Cispatá han de proponer una mayor participación intermunicipal a partir de mesas de trabajo que sirvan para recolectar, identificar y definir acciones, estrategias y programas que sean útil para la sostenibilidad del ecosistema y de las comunidades que dependen directamente de los bienes y servicios que ofrece el ecosistema (Tabla 6).

Tabla 6. Acciones comunes encaminadas a proporcionar una mayor articulación para el uso, cuidado y recuperación de los ecosistemas de Bahía de Cispatá por parte de los entes de la jurisdicción

San Antero San Bernardo del Viento Santa Cruz de Lorica En el PBOT de San Antero se El PBOT de San Bernardo El propone el estricto cumplimiento del establece que se debe dotar al propone optimizar el uso de los manejo de áreas protegidas. municipio de un excelente recursos naturales, para la Así, pronuncia que por la localización y equipamiento destinado a la gestión ambiental y social de condiciones biofísicas tienen un valor promoción y difusión del los ecosistemas marino- estratégico en la regulación hídrica, la manglar y sus derivados, así costeros, para procurar un preservación de riesgos naturales, la como del ecosistema presente, equilibrio entre los distintos conectividad de los ecosistemas o la complementando con los objetivos económicos, sociales conservación paisajística, y por ello se 57

San Antero San Bernardo del Viento Santa Cruz de Lorica aportes de los otros territorios y ambientales coherentes con destina a la preservación y restauración que hacen parte de la una visión a largo plazo y que de la cobertura vegetal correspondiente jurisdicción de Bahía de no solo beneficie a la a la flora propia de cada ambiente Cispatá, con la finalidad de jurisdicción de San Bernardo biofísicamente determinado (Complejo propiciar un mejor esfuerzo y sino al resto de la región Cenagoso del Bajo Sinú y DMI Bahía de desarrollo socio-territorial de costera. Cispatá) y aprovechamiento persistente la subregión. de las plantaciones forestales que allí se establezcan. Fuente: elaboración propia, 2019, con base en la revisión de los POT de San Antero, San Bernardo del Viento y Santa Cruz de Lorica.

58

CAPÍTULO III. ANÁLISIS DEL COMPONENTE AMBIENTAL Y SUS

TENDENCIAS DE CAMBIO ESPACIO-TEMPORAL EN EL COMPLEJO

CENAGOSO DE LA BAHÍA DE CISPATÁ

3.1. CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL DE LOS ECOSISTEMAS DEL DMI

BAHÍA DE CISPATÁ

Los espacios litorales y fluviales a nivel mundial, son sistemas físico-ambientales que engloban un amplio conjunto de recursos naturales (flora, fauna, bienes y servicios, etc.), permitiéndole al hombre desarrollar distintas actividades.

En las costas colombianas se presentan distintos tipos de ecosistemas formados por las dinámicas naturales que se originan en torno a las características físicas del territorio y del mar; proceso que admite una alta biodiversidad; conllevando a que, el Gobierno

Nacional junto con el Ministerio del Medio Ambiente y demás organismos a cargo de la conservación y protección de dichos espacios, dictaminen leyes (decretos y artículos) que ayuden al aprovechamiento y uso sostenible de los recursos.

En este sentido, en Colombia pueden encontrarse ecosistemas estuarios, formados por la confluencia entre agua dulce y salada, convirtiéndose a su vez en el vínculo para el desarrollo de un bosque de manglar, siendo otro sistema que alberga una alta biodiversidad ecológica muy productiva, debido a que, en él se pueden hallar múltiples especies de animales marinos, así como también de vegetales. 59

Conjuntamente, son de gran utilidad para las poblaciones que se localizan cerca de ellos, por lo que, estas realizan actividades socioeconómicas como: la tala de mangle, la pesca, el ecoturismo, entre otras. En muchos casos, estas acciones deterioran su estado natural, al no darse el cumplimiento de los parámetros de aprovechamiento y protección establecidos por las CAR en los documentos de conservación de ecosistemas con dichas características, entre los que se citan los DMI, los POMCA, los POT, etc.

El DMI de Bahía de Cispatá es uno de los mosaicos de ecosistemas más importantes en la costa norte colombiana. De él, se destaca la presencia de uno de los pocos relictos boscosos en la parte baja de la cuenca hidrográfica del río Sinú; convirtiéndose en el hábitat de muchas especies de animales, principalmente para aves, reptiles y anfibios. Por las funciones ecológicas que cumple, es vital en el suministro de bienes y servicios socioeconómicos para las comunidades que dependen del aprovechamiento de los recursos maderables, pesqueros, ecoturísticos, etc.

No obstante, el mal manejo de los elementos físico-ambientales a causa del desarrollo de actividades como: la ganadería intensiva, la tala de árboles indiscriminada, la pesca industrial y el avance de las obras turísticas tales como hoteles y cabañas turísticas; han llevado a que el conjunto de ecosistemas en Bahía de Cispatá se deteriore en el tiempo, ocasionando la reducción y perdida de los mismos. Acorde con la problemática, Salgado (2011) aclara que, los beneficios que brindan los ecosistemas solo son posibles si cuentan con condiciones favorables de conservación. En el DMI de Bahía de Cispatá:

(…) “las poblaciones que habitan el área del distrito han configurado el

territorio aprovechando su oferta natural. Actualmente, el DMI representa una de 60

las áreas estratégicas para la conservación; sin embargo, esto debe alcanzarse y

mantenerse teniendo en cuenta que el área, también cumple una importante

función en la provisión de alimentos e ingresos para las comunidades locales”

(CVS & INVEMAR, 2010, p. 36).

Lo consignado, es claro a la hora de hacer la distinción sobre el aprovechamiento natural que se ejercer en torno a los recursos ecosistémicos; debiéndose a que, el DMI se constituye en uno de los humedales costeros más importantes para Colombia, al comprender la conexión entre el plano de inundación del principal cuerpo de agua del departamento de Córdoba y el mar Caribe; además de poseer un sistema de caños y ciénagas que actúan en conjunto como un conductor y regulador del humedal. De modo que, en Bahía de Cispatá se dan formaciones de manglar y ecosistemas asociados, como lo son:

El Bosque seco tropical, conocido como una formación vegetal con cobertura boscosa continua y que se distribuye entre los 0-1000 metros de altitud, con precipitaciones entre los 700 y 2000 mm anuales (Instituto Alexander von Humboldt,

1998); los pantanos costeros, que son zonas bajas localizadas en las planicies de inundación aledañas a laguas costeras y detrás de la barra de playa, generalmente ocupando espacios cóncavos (Observatorio Fondo de Agua, 2017); la vegetación de pantano de agua dulce: distinguida por sobrevivir en ambientes de agua dulce y salada; como lo son plantas estuarinas “mangales”.

Del mismo modo, se anexan los ecosistemas de playas, que son el resultado de la interacción entre la tierra, la atmósfera y el océano, en formas dinámicas, estacionales, 61

sujetas a procesos de erosión y sedimentación (Ceballos, s.f.); las praderas de fanerógamas marinas: plantas superiores conocidas como angiospermas, que se adaptan a la vida en el agua (ambientes salinos). En el Caribe colombiano, tienen una extensión total de 43219 ha, distribuidas discontinuamente a lo largo de la costa continental y del archipiélago de San Andrés y Providencia (SAI) debido a la combinación de salinidades bajas, elevada turbidez y alta turbulencia de las aguas, entre otros factores (Barrios &

Gómez, 2001); y los fondos sedimentarios de la bahía de Cispatá y otros subsistemas

(Tabla 7).

Tabla 7. Coberturas (Ecosistemas y subsistemas) del DMI de Bahía de Cispatá

Extensi Cobertura Extensión Cobertura ón (Ecosistema) (ha) (Ecosistema) (ha) Manglar 8570.9 Bosque seco 277.2 Herbazal y helechal 2481.1 Plantación forestal 548.3 Zonas pantanosas 121.6 Pastos 4904.0 Lagunas costeras 2205.8 Pastos-cultivos 1289.1 Salitral 85.8 Cultivos 4151.3 Cuerpos de agua 1076.3 Suelo desnudo 171.5 Fondos sedimentarios 1296.2 Tierras erosionadas 18.2 Vegetación de playa 351.3 Centro poblado 126.5 Playa 133.5 Cobertura toral 27808.6 Fuente: elaboración propia, 2019, con base en DMI Cispatá - La Balsa - Tinajones y sectores aledaños. CVS & INVEMAR, 2010

Aunque los ecosistemas de Bahía de Cispatá son muy diversos, estos se agrupan en tres (3) grandes grupos: acuáticos, costeros y terrestres (Figura 7).

En los primeros, se hallan los estuarios, manglares, lagunas y ciénagas costeras

(ciénaga del Sinú, ciénaga de Soledad, otros cuerpos de agua), dados por situaciones 62

especiales; debido a que el contacto entre el agua salina y la dulce implica una dinámica muy activa de intercambios físicos, químicos y biológicos, principalmente entre el mar y las desembocaduras de ríos. De hecho, Sánchez (s.f) manifiesta:

(…) “las condiciones ambientales variables en cuanto a la salinidad del

agua y su oxigenación, así como a los nutrientes en suspensión y a las condiciones

de los suelos inundados en los ecosistemas acuáticos como los estuarios y las

lagunas costeras se deben a la interacción entre agua salina y dulce” (p. 16).

Conjuntamente Rodiles, González & González (2013) anotan que los ecosistemas acuáticos tropicales comprenden una alta gama de hábitat (lagunas costeras, estuarios, lagos grandes y caudalosos ríos, llanuras aluviales, pequeños arroyos, manantiales, acuíferos y humedales) caracterizados por tener una elevada productividad biológica.

Puntualmente en el DMI de Bahía de Cispatá se asocian a este grupo los ecosistemas de manglar con un área de 8570,9 ha; las zonas pantanosas con 121,6 ha; las lagunas costeras con 2205,8 ha; los cuerpos de agua con 1076,3 ha; y los fondos sedimentarios con 1296,2 ha, arrojando un total de 13270,8 ha.

En cuanto a los ecosistemas costeros, Bahía de Cispatá poseé más del 50% de su

DMI en la condición costera, al encontrase en una zona estratégica de confluencia de aguas. Zimmermann (2018) sostiene: “en la bahía de Cispatá pueden encontrarse manglares, bosques secos, pantanos costeros y de agua dulce en el área continental, y en sus profundidades, fondos sedimentarios y praderas marinas que filtran las aguas del mar

Caribe para darle vida a ecosistemas coralinos” (párr. 42). 63

Adicionalmente, los ecosistemas costeros de Bahía de Cispatá cumplen un amplio rango de funciones ambientales. Se destaca la contribución de estos con la protección de la línea de costa y la seguridad de las poblaciones humanas que se localizan cerca del mar; cobrando significancia frente a las tendencias de cambio climático global, donde el papel de la resiliencia y resistencia de estos ecosistemas y hábitats debe ser incorporado en la planeación de la zona costera y especialmente en el establecimiento de las áreas marinas protegidas (McLeold & Salm, 2006, cit. CVS & INVEMAR, 2010). En suma, se tienen los terrestres, en los que la flora y la fauna se desarrollan sobre la corteza terrestre o el subsuelo; y factores como la humedad, temperatura, latitud y altitud son determinantes en las condiciones ambientales de cada entorno, y por ende en el nivel de biodiversidad.

Figura 7. Tipos de ecosistemas del DMI de Bahía de Cispatá

Fuente: elaboración propia, 2019, con base en DMI Cispatá - La Balsa - Tinajones y sectores aledaños. CVS & INVEMAR, 2010 64

En el DMI de Bahía de Cispatá, el ecosistema de mangle ocupa un área de 8570.9 ha (2010), tomando algunos humedales y sistemas aledaños (helechales, zonas pantanosas, lagunas costeras, salitrales y cuerpos de agua) con una extensión aproximada de 15640 ha, que corresponden a más del 99 % de los manglares del departamento de Córdoba

(IAvHCVS, 2006, cit. CVS & INVEMAR, 2010). Estas áreas se diferencian unas de otras por su estructura y composición, como también por ciertas condiciones físico-químicas del agua, los suelos y asentamientos locales.

Los atributos estructurantes del manglar en el DMI y del departamento de Córdoba, son indicados gracias a los estudios de caracterización y diagnóstico. Así, se pueden encontrar áreas como el antiguo delta del río Sinú, en el que se identifican los sectores: litoral, estuarino, salitral Sonia, río Sinú y Piedemonte (Tabla 8).

Tabla 8. Atributos estructurantes del manglar en la zona del delta del río Sinú que hacen parte del DMI

ANTIGUO DELTA DEL RÍO SINÚ O BAHÍA DE CISPATÁ Bosque maduro y heterogéneo dominado por R. mangle sobre el borde del caño Salado, con alturas de hasta 25 m y DAP max de 45 cm. Posteriormente aparecen juveniles de Pelliciera rhizophorae y luego latizales y fustales de Sector Litoral. Laguncularia racemosa y Avicennia germinans para Caños: Salado, La Muerte, terminar con Conocarpus erecta sobre la barra arenosa Mestizos, Cojopatos frente al mar. Al oriente cerca de Punta Terraplén, frente a la bahía de Cispatá, hay playones hipersalinos evolucionando hacia salitrales, específicamente en la ciénaga de La Muerte. Sector Estuarino. Bosque alto con DAP pequeños a medianos, dominado Dago, Sonia, La Muerte por R. mangle en el interior; en zonas más estables, L. Caños: Navío, Garzal, racemosa y A. germinans, ésta última a veces formando Ostional y Grande. bosques monoespecíficos. La salinidad fluctúa de salobre Ciénagas: Los Tapados, a salina. El bosque es maduro y poco denso. Hay tala Remediapobres, Bertel, Los selectiva. 65

ANTIGUO DELTA DEL RÍO SINÚ O BAHÍA DE CISPATÁ Mangones, Manuel Vicente, La Zona. Este sitio fue reforestado con mangle en 2004, como parte del proceso de recuperación de salitrales iniciado por Salitral Sonia. asociaciones de mangleros, actualmente (2009) ya es un manglar en desarrollo. Poca influencia de la cuña salina, por lo que hay Sector río Sinú Sur Caño desarrollo de R. mangle de gran tamaño, a veces Grande, Caño Sicará, mezclados con vegetación de agua dulce como cativo. Las Palermo, Ciénagas: Corozo, alturas pueden alcanzar 24 m y DAP de hasta 50 m. Ferez, La Balsa, Guarumo y Presencia de Achrostichum aureum (ranconchal o El Coco. helechal). Bosque maduro, poco denso y de pobre apariencia fenotípica, con altos niveles de salinidad debido al poco Sector Piedemonte lavado de los suelos y la interrupción de los flujos hídricos Caños: Remediapobres, desde el continente. Bosque dominado por A. germinans, Palermo, Tijó y Lobo pero hacia el interior se presenta L. racemosa, y R. mangle Ciénagas Galo, El Pipón y se ubica en los bordes de los caños. Las alturas casi nunca El Espejo sobrepasan los 12 m y el DAP puede alcanzar los 50 cm, pero con promedios inferiores a 20 cm. Fuente: CVS & INVEMAR, 2010

Conforme a la importancia que representa el manglar en el DMI de Cispatá; este posee 11.700 ha de manglar bajo dos Planes de Aprovechamiento y Uso Sostenible (el de

San Antero y el de San Bernardo del Viento). Un estimado de más de 400 familias aprovechan la madera del manglar para construcción y los recursos pesqueros (Fundación

Omacha, 2019); razón por la cual, el DMI tiene como objetivo constituirse en modelos de aprovechamiento racional de los recursos naturales, siendo los bosques de manglar uno de los actualmente más utilizados.

Además, la conservación de los ecosistemas de mangle es estratégica por diversas otras razones; como lo es, la alta productividad en recursos pesqueros, dada por la confluencia de aguas dulces y saladas; la protección que ofrece a las costas ante marejadas, tormentas e inundaciones; y son refugio y hábitat para aves, reptiles y mamíferos. 66

3.2. ANÁLISIS ESPACIO-TEMPORAL CON IMÁGENES DE SATÉLITES EN EL

DMI DE BAHÍA DE CISPATÁ EN LOS AÑOS 1986, 2000 Y 2019

El análisis espacial se ha constituido como una de las mejores formas conceptuales, metodológicas y prácticas de concebir las dinámicas espaciales de los fenómenos que interactúan en la superficie terrestre. Vargas (2012) su trabajo Espacio y territorio en el análisis geográfico, alude que, el análisis espacial se centra en el estudio, de manera individualizada, de los componentes del territorio, definiendo sus elementos constitutivos y manera como éstos se comportan bajo ciertas condiciones.

Pulgarín (2007) & Castañeda (1997). Cit. Montezuma (2009), colocan al análisis espacial como un medio geográfico entendido como el marco en el que se desarrolla la vida de los organismos vivos. Es el resultado de las relaciones entre la naturaleza y la sociedad, haciendo énfasis en la adaptación del hombre al medio natural.

El análisis espacial aplicado en los estudios de cambios en el territorio, es una herramienta fundamental para las investigaciones de reducción o transformación de ecosistemas estratégicos, en especial para sistemas estuarinos. En el caso puntual con la utilización de imágenes satelitales de los años 1986, 2000 y 2019, se describe el contexto del DMI de Bahía de Cispatá desde un enfoque espacio-temporal. Históricamente, el territorio de Bahía de Cispatá ha sufrido cambios y transformaciones en sus condiciones biofísicas, socioeconómicas y culturales, teniendo una marcada importancia en los patrones de uso y ocupación del territorio. 67

En el periodo contemporáneo, el DMI de Bahía de Cispatá ha estado marcado por la presencia de diferentes factores que han modelado su naturalidad. Uno de ellos con alta influencia son las obras de ingeniería que se ejercen por el interés nacional e internacional de incentivar “el desarrollo económico del país”. En tanto que, en 1974 se instaló en el municipio de Coveñas, departamento de Sucre, cerca de San Antero (Córdoba) la empresa

ECOPETROL S.A; entidad que cuenta con el área marítima y terrestre con zonas de exclusión para el desarrollo de otras actividades diferentes a su actividad principal

(extracción de petróleo) (ECOPETROL S.A, 2014).

La puesta en marcha de ECOPETROL conllevó al conjunto de ecosistemas del

Golfo4 de Morrosquillo, a sufrir una serie de efectos negativos en su dinámica y estado natural. Estas consecuencias van más allá de la extracción y explotación del fondo marino- costero; la entidad destruye los ecosistemas coralinos, provocando migraciones de diversas especies a causa de los derrames de petróleo. Luna (2016) plantea que los efectos más desastrosos en el Golfo de Morrosquillo por la instalación de Ecopetrol son el cambio de la dinámica natural que cumplen los sistemas de manglar, como hábitats para múltiples especies, estos al verse destruidos, disminuye la biodiversidad de peses y moluscos en sus raíces y zonas bajas.

Barreto, et al. (1999, p. 1) puntualiza que “en el Golfo, existe una problemática ambiental compleja que involucra: deterioro y transformación de ecosistemas, cambios drásticos en la línea de costa por erosión y sedimentación, polución, infraestructura, planes de desarrollo y uso de los recursos naturales”. Ante el panorama observado en el

4 Accidente geográfico que consiste en una parte del mar o del océano que se sitúa entre dos cabos. Tomado de: https://www.significados.com/golfo/ 68

Golfo de Morrosquillo, al cual pertenece el municipio de San Antero, el DMI de Cispatá aún no había sido declaro, mostrando la eventualidad de ser una zona boscosa marino- costera con una gran representatividad ecosistémica (Figura 8).

Figura 8. El DMI de Bahía de Cispatá en el 1986

Fuente: USGS Glovis 69

Cabe anotar que décadas antes a 1986, para el año 1938 el curso del río Sinú fue modificado permitiendo la formación de un nuevo delta conocido como Boca de

Tinajones, convirtiéndose en la actual desembocadura del Sinú, dejando atrás al antiguo delta de Bahía de Cispatá. Robertson & Chaparro (1998) sugieren que tal cambio de desembocadura se provocó por la actividad antrópica, específicamente por la construcción de una acequia o canal próximo a la costa que favoreció el cambio de curso.

Al modificar el cauce del río Sinú, los sedimentos arrastrados por él desde la parte alta y media se depositan en Boca de Tinajones ganando terreno al mar y mayor productividad biológica en recurso pesquero, reduciendo el mismo en Bahía de Cispatá; como se afirma en el libro Deltas y Estuarios de Colombia, de la colección de libros del

Banco de Occidente (2007), el nuevo cambio de delta favoreció la intrusión de agua marina y con ello la colonización de los manglares; es entonces que “en menos de 60 años, el nuevo delta ha ido ganándole terreno al mar cada año y actualmente tiene una extensión aproximada de 2.800”.

Teniendo en cuenta lo argumentado, para el año 2000 el DMI de Bahía de Cispatá en el sector de Bocas de Tinajones (actual desembocadura del río Sinú), registra un crecimiento en su cobertura ecosistémica debiéndose a los sedimentos arrastrados desde la parte alta y media del delta del Sinú que se depositan en la zona; ocasionando el crecimiento del bosque de manglar en ella por las mismas condiciones físico-ambientales, pasando de 27120 ha en 1986 a 27317 ha en el 2000, es decir, se dio una ganancia de 197 ha (Figura 9). 70

Figura 9. El DMI de Bahía de Cispatá en el 2000

Fuente: USGS Glovis

71

Adicional al papel que juega la deposición de sedimentos en Boca de Tinajones, se trae a apelación la influencia del oleaje en la configuración del DMI.

“En la primera parte del año, cuando los vientos alisios del nororiente

soplan con fuerza en la región, el oleaje tiende a ser el factor dominante que

dispersa los sedimentos a lo largo de la costa; pero en la segunda mitad del año,

cuando se debilitan los vientos y el mar está en calma, las lluvias hacen aumentar

el caudal y la carga de sedimentos con lo cual se genera una gran deposición de

material nuevo en el frente deltaico” (Banco de Occidente, 2007, en Deltas y

Estuarios de Colombia, Capítulo 6, p. 28).

Continuando con lo observado y en torno a la Bahía de Cispatá cuyo cuerpo de agua y caños aledaños suman 1.142 hectáreas, está casi totalmente rodeada por manglares, siendo un estuario con alta productividad biológica.

La Figura 10 otorga soporte a los argumentos sobre el crecimiento del bosque de manglar en el DMI. Este complejo deltaico-estuarino conformado por el delta antiguo

(Bahía de Cispatá) y el nuevo (Boca de Tinajones); revisten particular importancia para la conservación de la fauna silvestre. Sin embargo, en la zona bajo parte de San Bernardo del

Viento y Santa Cruz de Lorica, se observa una reducción en los cuerpos de agua debiéndose a la proliferación de actividades antrópicas como la ganadería y agricultura principalmente.

Las actividades antrópicas como la ganadería, la tala de árboles, la pesca industrial, la agricultura y otras de impacto ambiental, deterioran el estado natural de los ecosistemas 72

terrestres y acuáticos, al hacer que estos cambien su régimen y dinámica tratándose de adaptar a los cambios implementados por el hombre (Argumedo, 2015).

Figura 10. El DMI de Bahía de Cispatá en el 2019

Fuente: Copernicus 73

Figura 11. Perdida de la cobertura de manglar en la jurisdicción de Santa Cruz de Lorica y San Bernardo del Viento (DMI Bahía de Cispatá)

Fuente: Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge-CVS

Los cambios espacio-temporales que se han dado en el DMI de Cispatá han respondido en gran medida a procesos naturales y a la influencia del hombre a través de las actividades que realiza en el medio que en muchos casos estas ocasionan impactos negativos como la perdida de cobertura vegetal y disminución en cuerpos de agua como 74

se observó en la figura 11. Por consiguiente, las regulaciones establecidas en el DMI de

Bahía de Cispatá deben ser severas y eficientes para disminuir tal situación.

Tabla 9. Crecimiento en ha en el DMI de Bahía de Cispatá

AÑO CRECIMIENTO EN HA GANANCIA PROMEDIO ANUAL 1986 0 El promedio anual de ganancia al mar es de 2000 197 12,9 ha desde 1986 hasta el 2019 2019 440 Fuente: elaboración propia, 2019 con base en resultados obtenidos en el software ArcGis

Al realizar un análisis observando la cartografía de las figuras 8, 9 y 10, se puede deducir que el DMI de Cispatá a través de los años viene ganando terrero al mar expandiéndose así la zona de manglar con lo cual se dispone en el tiempo de este recurso, evitando la erosión costera en esta zona del territorio al servir de barrera contra los vientos

(Tabla 9). En definitiva, el entorno del DMI de Bahía de Cispatá irá experimentando transformaciones en su cobertura vegetal y en su espacio estuarino.

75

CAPÍTULO IV. RECOMENDACIONES SOBRE LAS MEDIDAS DE MANEJO

PARA EL DMI BAHÍA DE CISPATÁ

El término recomendación hace alusión a sugerir mejoras con respecto a una situación o toma de decisión en un contexto o tiempo determinado. Si bien, en la

Conferencia Internacional del Trabajo, Juan Somavía precisó que, la acción de recomendar podría ser atribuida como un instrumento orientado hacia el futuro que sienta pautas en lo esperado, a raíz de las opciones concretas en materias políticas y de desarrollo (Somavía,

2004).

En relación con los argumentos del autor, las recomendaciones en cualquier estudio, pueden definir y priorizar acciones que han de ser realizadas para aumentar el nivel de confiabilidad en los próximos trabajos elaborados por una entidad o persona en específico; resumiéndose en que, un documento sin recomendaciones tiene pocas posibilidades de lograr cambios positios posteriormente.

Basándose en lo anterior y teniendo en cuenta lo descrito con respecto al DMI de

Bahía de Cispatá en relación a su articulación con los instrumentos de planificación territorial (POT, PGAR, POMCA) y los respectivos cambios espacio-temporales que ha sufrido, a continuación, se dispone de una serie de recomendaciones sobre las medidas de manejo prospectivo para el DMI; instando a que, los posteriores estudios en esta línea de investigación sean cada vez más elaborados, adjuntando nuevas variables y categorías de análisis. 76

 En la actualidad, la situación del DMI de Bahía de Cispatá requiere que sea

mayormente insertado su componente ambiental en los planes de

ordenamiento de los tres municipios que conforman su territorialidad. Si

bien, una buena articulación depende de las perspectivas, visiones y

objetivos en común que tengan todas las autoridades locales y regionales.

Por ejemplo, en el documento se evidenció que el uso principal definido en

el DMI no coincide con el pronunciado en el PBOT de San Antero,

mostrando una grave desarticulación acorde a las actividades antrópicas

que se regulan en el DMI.

 Desarrollar mecanismos de articulación en los distintos instrumentos de

planificación ambiental como los DMI, POT, PGAR, POMCA, planes de

manejo y conservación, a partir de su introducción en los procesos de

elaboración y ejecución de los mismos, para así disponer de una

zonificación ambiental coherente con la realidad, buscando categorizar los

usos y aprovechamientos que se le pueden dar o no a los recursos físico-

ambientales. En el caso puntual, el DMI de Bahía de Cispatá, es evidente

la desarticulación que existe en el uso y aprovechamiento de los recursos

ecosistémicos, dado que el DMI y el PBOT plantean directrices diferentes

en cuanto a los usos del suelo y aprovechamiento del manglar, situación

debida a la falta de planeación entre las entidades territoriales y ambientales

locales y del Departamento. Si se observa el PBOT de San Antero este

permite el uso del manglar en áreas específicas, mientras que el DMI coloca

a los ecosistemas de manglar como el principal objeto de conservación

declarados en su acto administrativo; por tanto, se debe ir en coherencia 77

con lo estipulado por la autoridad ambiental CVS para el uso o no del

ecosistema.

 Involucrar a las comunidades locales en la ejecución de los planes de

manejo y conservación ambiental (DMI) del departamento de Córdoba,

teniendo en cuenta su opinión para la postulación de actividades

encaminadas al fortalecimiento del desarrollo económico sostenible en los

ecosistemas estratégicos como los espacios estuarinos y deltas, dado que

en San Antero existen agremiaciones de pescadores, agricultores, de

mangleros que requieren de estabilidad económica para la subsistencia de

sus familias. Así mismo, la asociación de caimaneros que por medio de la

conservación y protección de la especie del caimán aguja (Crocodylus

acutus), pueden conseguir los recursos financieros para seguir ejerciendo

esta labor social y ambiental en esta zona del territorio cordobés.

 Elaborar estudios encaminados en identificar las áreas ambientales que

requieren urgentemente la intervención de las autoridades en cuanto a

reforestación, protección y repoblación de especies, con la finalidad de

conservar la biodiversidad del departamento de Córdoba, en especial en los

ecosistemas marino-costeros (humedales, lagunas, ciénagas, bosques de

manglar, otros). En el caso de Bahía de Cispatá, sería pertinente realizar

investigaciones más profundas en las zonas nuevas que van surgiendo en

Boca de Tinajones, para así identificar a corto, mediano y largo plazo los

niveles de productividad ecosistémica y su potencial para el uso sostenible

de las mismas. Es de anotar que faltan trabajos enfocados en la dinámica

del río Sinú en la desembocadura en Tinajones. Sin embargo, la CVS 78

actualmente se encuentra realizando estudios referentes a la zonificación,

clasificación y caracterización de los ecosistemas de humedales en el Bajo

Sinú, donde gran parte del DMI tiene jurisdicción en Santa Cruz de Lorica.

 Recomendar medidas de optimización para la planificación de actividades

eco-turísticas y de aprovechamiento socioeconómico en las zonas costeras

del departamento de Córdoba, evitando la contaminación, destrucción y

degradación de estos ecosistemas. En este ámbito, los bosques de manglar

junto con sus playas serán potencializados como escenarios naturales

propicios para el fortalecimiento del ecoturismo en el DMI de Bahía de

Cispatá, lo que permitirá realizar planes de conservación y

aprovechamiento sostenible de los recursos ecosistémicos enfocados a la

actividad ecoturística. Por ejemplo:

En el Plan de Desarrollo Turístico para el Departamento de Córdoba 2012-

2020 se propone que, para el aprovechamiento de las playas, bosques de

manglar y otros ecosistemas naturales se mejore primeramente la

conectividad a la red en los municipios turísticos a partir de la instalación

en colaboración con las alcaldías de puntos de acceso Wi-Fi gratuitos en

los puntos centrales de San Antero, San Bernardo del Viento, Lorica,

Momil, Ayapel, y la comunidad de Tuchín. Además, en el mismo

plan se establece el apoyo al proyecto de “la caimanera” en la bahía de

Cispatá, liderado por la comunidad local con apoyo de la CVS.

 Desde la academia, fortalecer las líneas de investigación de la geografía

ambiental y el ordenamiento territorial a partir de la creación y ejecución 79

de estudios encaminados en analizar los cambios físico-temporales ocurridos en los distintos ecosistemas del departamento de Córdoba, en especial en las zonas costeras.

80

CONCLUSIONES

En correspondencia con cada uno de los objetivos planteados en la investigación, se concluye que del capítulo II., que corresponde al análisis aplicado al Distrito de Manejo

Integral (DMI) de Cispatá y su articulación con los instrumentos de planificación, muestra la falta de relación desde el ordenamiento territorial para las zonas costeras del departamento de Córdoba; debido a que los documentos como los POT, el PGAR de

Córdoba y el POMCA del río Sinú, responden a las normativas establecidas en las leyes, decretos y artículos sobre la conservación y uso sostenible de dichos sistemas, pero en su contenido no se presenta una posición común para lograr una mayor representatividad de estos espacios, dado que el análisis prospectivo para logra evidenciar que, los objetivos y metas a futuro, no están acorde entre los mismos. Aunque cabe anotar que, la normativa que existe sobre la conservación, uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales del área costera es muy amplia.

Así mismo el DMI de Cispatá propone unas líneas estratégicas con sus respectivas actividades para la recuperación de los bosques de manglar del complejo, sin embargo, al analizar el POT de San Antero, no se apreció ninguna de estas líneas, mostrando un gran vacío de articulación y coherencia con lo señalado en el DMI. Además, el análisis al DMI de Bahía de Cispatá mostró que este documento puntualiza en gran medida en la zona de manglar, dejando de lado ecosistemas como los humedales, pantanos, entre otros. Razón por la cual, se propone hacer una actualización del mismo e identificar las ventajas y criterios que dichos sistemas contienen en su funcionamiento. 81

Respecto a lo concluido en relación al capítulo III., sobre el componente ambiental y tendencias de cambio espacio-temporal en el complejo cenagoso de Bahía de Cispatá; se puede decir que el DMI ha sufrido cambios trascendentales en el periodo 1986-2019, donde los procesos naturales como el arrastre y deposición de sedimentos y el oleaje, son los responsables del crecimiento del bosque de manglar, que en la actualidad presenta un promedio anual de ganancia al mar de 12,9 ha, situación que favorece a la población local, al contar con mayores bienes y servicios.

No obstante, las actividades antrópicas causan daños irreparables en las zonas costeras, dado el caso de la instalación de puertos extractivos de petróleo y de embarque, al contaminar las aguas, disminuir los arrecifes coralinos, y destruir la biodiversidad marina. Es de referenciar que en la nueva desembocadura del río Sinú en Boca de

Tinajones es donde se observa un notable cambio por la expansión del manglar, favorable para sostenibilidad. Sin embargo, las partes cenagosas entre San Bernardo y Lorica han venido presentando problemas de desecamiento por la presencia de los grandes terratenientes, quienes invaden los terrenos del DMI y los sedimentan para fines ganaderos y agrícolas, causando un desequilibro en el sistema.

Se sostiene por consideración propia que, la realización de la anterior investigación, será clave en la toma de decisiones por parte de las entidades a cargo de la planificación territorial de los recursos naturales y ambientales en los ecosistemas estuarios, al contemplar una serie de recomendaciones fundamentales para mejorar teórica y metodológicamente la ejecución de los instrumentos de planificación territorial en función de la diferenciación ecosistémica existente en el departamento de Córdoba. 82

El DMI de Cispatá a través de los años viene ganando terrero al mar, expandiéndose así la zona de manglar, con lo cual, se dispone en el tiempo de este recurso, evitando la erosión costera en esta zona del territorio, al servir de barrera contra los vientos, como se evidencia en las zonas de Boca de Tinajones, la cual ha sido la más beneficiada al ganar en el periodo de 1986 al 2019 un total de 440 ha (ver tabla 8). El análisis espacio-temporal para el periodo 1986-2019 permitió identificar que el DMI irá experimentando transformaciones en su cobertura vegetal y en su espacio estuarino, resultando importante para las autoridades ambientales locales y regionales, al ser un espacio con una gran biodiversidad que debe ser conservado y protegido para las futuras generaciones, razón que se convierte en un pilar fundamental para que los instrumentos de planificación se articulen entre sí y con estos espacios.

83

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