Revista Realidad 154, 2019 Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones

ENSAYO narrativas populares • ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526

Anna María Fernández Poncela Universidad Autónoma de México, Xochimilco

Resumen: Aquí se presenta un panorama general en torno a las leyendas en la ciudad de México actualmente. A través de un amplio cuestionario cualitativo y cuantitativo aplicado entre la población, se revisan estos relatos orales, su tipología, características, contexto social, y las emociones que las acompañan. Se muestra la relación entre cultura y emoción en las leyendas, así como, su vigencia en nuestros días.

Palabras clave: leyendas, emociones, cultura, México.

Abstract: Here is a general overview of legends in general in Mexico City today. These oral histories, their typology, characteristics, social context, and accompan- ying emotions are reviewed through a broad qualitative and quantitative ques- tionnaire applied among the population. The relationship between culture and emotion is shown in the legends, as well as their validity in our days.

Key words: legends, emotions, culture, Mexico.

Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones narrativas populares 53 No. 154, Julio-Diciembre de 2019, 53-74 1. Introducción

La historia es imposible e inconcebible fuera de la imaginación productiva o creadora, de lo que hemos llamado lo imaginario radical tal como se manifiesta a la vez e indisolublemente en el hacer histórico, y en la construcción, antes de toda racionalidad explícita, de un universo de significaciones (Castoriadis, 1975, p. 253).

En estas páginas pretendemos comportamientos, fortalecen iden- revisar las leyendas tradicionales tidades, formas de expresión de ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ISSN 1991-3516 • y contemporáneas, vigentes en la grupos y transformaciones sociales actualidad, su tipología y contexto (Jodelet, 1985). Como parte de la social, así como los sentimientos comunicación, proveen de sentido que despiertan. Una primera aproxi- a los cambios y a la pertenencia, a mación al análisis e interpretación la memoria colectiva y la identidad de este fenómeno social ligado al social. Son símbolos que marcan imaginario, las representaciones fronteras, al mismo tiempo que hacen sociales, la cultura y la psique, y al circular mensajes dentro de una

Revista Realidad 154, 2019 2019 Realidad 154, Revista mundo emocional. comunidad o al exterior, en su caso. Toda vez que son parte de la comu- Partimos de varias ideas1: en nicación afectiva o emotiva (Marty y primer lugar, las expresiones y Jenney cit. Gutiérrez y Plantin, 2010) relatos culturales están intrínseca- que influye en la relación intersub- mente ligados a aspectos sociales, jetiva (Rodrigo y Medina 2010) y culturales y emocionales, individuales, en el interlocutor/a; constituyendo interrelacionales y grupales, psíquicos expresiones emocionales verdaderas y sociales. y espontáneas (Frijda cit. Gutiérrez y Plantin, 2010). En segundo lugar, son parte del conocimiento social y de la comunica- En tercer lugar, su estudio ción moral emotiva, con textos multi- redunda en conocimiento social, de semánticos y poliemotivos (Rodrigo los imaginarios (Castoriadis, 1975, y Medina, 2010). Como parte del 1988; Durand, 2000) y representa- conocimiento presentan funciones ciones sociales de nuestra cultura, semejantes a las representaciones en el contexto de la reproducción sociales, reproducen conocimientos, social (Moscovici, 1976; Ibáñez, son modelos de interpretación que 1988) y también de la estructura pueden guiar acciones, clasifican, del sentimiento social (Rodrigo y orientan, interpretan y justifican Medina, 2010). Es decir, pueden ser

54 Anna María Fernández Poncela Revista Realidad 154, 2019 consideradas como una suerte de parte, porque quizás se mueve en termómetro social, una metáfora paralelo a estos espacios y tienen social, reflejo cultural y emocional sus propios espacios y medios de la comunidad y su existencia, ya como es la oralidad popular, aunque que reflejan la psique y la cultura, también circulan en los medios de al mismo tiempo que la configuran comunicación y en las tecnologías y co-construyen. Proyección e inte- de la información –cine, literatura, riorización de temores, descargas internet–. En parte también porque • emocionales y reproducciones e abordan los grandes temas de ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 introyecciones culturales. la vida, y son expresión de repro­ ducción, cambio o angustia existen- En cuarto lugar, hoy hay una cial, de señalamiento del bien y el vigencia importante de la tradición mal, de chivos expiatorios y relaja- oral en la era de la globalización, miento tensional, exorcizando incer- de los modernos medios de comu­ ­ tidumbres, peligros, riesgos y miedos nicación de masas y de las nuevas abstractos al aterrizarlos en determi- tecnologías de la información. En nadas historias y sucesos concretos.

2. Imaginarios culturales y emocionales, expresiones narrativas y populares

Partimos de una concepción de concreto existe una significación la cultura desde una óptica simbó- psicológica de afectos y cultural lica e interpretativa de la “realidad” de creencias. De hecho, hay quien construida por hombres y mujeres. habla incluso de la personalidad La cultura es una urdimbre de signi- cultural –prácticas y creencias– ficaciones, y su estudio, una ciencia (Benedit, 2003), y de la personalidad interpretativa que busca explica- cultural básica (Kardiner, 1955). Las ciones a partir de interpretar expre- emociones están construidas cultu- siones sociales (Geertz, 1986). Así ralmente (Rosaldo, 1991). Las signi- en la cultura vemos la producción e ficaciones e imágenes culturales en intercambio de símbolos, y se inves- el plano personal son construidas tiga la constitución significativa de y animadas proyectivamente; los sí formas simbólicas en su contexto mismos y las emociones designadas y estructura social que implica culturalmente se remodelan intro- relaciones de poder y conflicto yectivamente a través de fantasías (Thompson, 1993). y el mundo interior, inconsciente (Chodorow, 2003). Las significaciones son construc- ciones personales –sentimientos– y Imaginario es un concepto multi­ culturales –lenguaje y discurso–. En semántico según autores/as y enfo-

Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones narrativas populares 55 ques, básicamente se entiende como Así, podemos llegar a afirmar que imaginación, facultad de imaginar y las narrativas culturales que estu- resultado del proceso imaginativo diamos en estas páginas conforman (Banchs, Agudo Guevara, Astorga, una parte del imaginario social, en 2007). De la definición de Durand este caso de las personas que residen (2000) nos quedamos con que imagi- en la urbe Y esto es así, en el sentido nario son las imágenes mentales y que muestran imágenes mentales visuales que manifiestan los valores y visuales, organizan y expresan e interpretaciones de la sociedad valores existenciales e interpretan en el mundo. El sentido va más en el mundo que se habita que diría cuando a organizar, expresar e inter- Durand (2000). Pero también confi- ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ISSN 1991-3516 • pretar, esto es, en un marco concep- guran el imaginario social, según la tual cultural. De la conceptualiza- concepción más amplia y profunda de ción de Castoriadis (1975, 1988) es Castoriadis (1975, 1988), porque estos importante destacar su sentido que relatos reflejan, crean, condensan y se centra en cohesionar, orientar y reproducen o cambian un magma animar, instituir en una palabra, nos de significados que cohesionan y interesa aquí lo del magma de signi- orientan, algo lejanos de la realidad ficaciones que instituyen la sociedad, y sobre todo la racionalidad, pero y son imaginarias porque no son muy cercanos al mundo emocional Revista Realidad 154, 2019 2019 Realidad 154, Revista racionales. Dentro de esto cabría de la psique y cultural de creencias tanto las expresiones culturales y su expresión, aquí en forma de como las emociones sociales. narrativas populares. Son también, o quizás es mejor decir que trans- Entendemos por narrativas popu- portan representaciones sociales en lares para el caso que nos ocupa este mismo sentido (Jodelet 1985). las leyendas que se han contado y Crean y recrean, reflejan o repro- cuentan por generaciones verbal- ducen, transforman o reinterpretan mente a través del habla, relatos significaciones, pen­samientos, senti- populares en cuanto a que son mientos y actos. Reflejo y construc- compartidos por amplios sectores ción de la vida individual y colectiva, sociales, de creación anónima o sobre todo interpretativa e inter sin autor/a inicialmente conocido, relacional en sociedad. y populares también por su forma de transmitirse como parte de la ¿Y qué decir de las emociones y tradición oral o lo que también se del giro que tiene lugar en las cien- llama la oralidad popular: cuentos, cias sociales sobre su apreciación oraciones, cantos, mitos y leyendas. actual, ya que tras años de olvido o En principio se trata de transmitir negación –excepto en la psicología– saberes y experiencias, a través de hoy reaparecen con luz propia y son los géneros literarios narrativos. consideradas partes importantes,

56 Anna María Fernández Poncela Revista Realidad 154, 2019 intrínsecas y dignas del estudio de identidad cultural, pero también social? una forma de transitar y quizás soltar miedos y de crear comunicación, En estas páginas consideramos cohesión y vínculo emocional. Si que las leyendas son narraciones bien no es posible profundizar todo que reflejan creencias y surcan esto, sí se intenta ofrecer un breve emociones, reproductoras del orden panorama general sobre el tema. social hasta cierto punto, creadoras Una mirada interpretativa que invita, • como se dijo, a la reflexión. ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526

3. Metodología

Para lograr esto nos acompa- el público el 11%; en el privado, ñamos de una encuesta aplicada a 17%; por cuenta propia, 7%; en el 900 personas habitantes de la Ciudad hogar, 13%; son estudiantes, 42% de México en el año 2013, cuyo y jubilados, el 7%. Y, finalmente, las cuestionario con preguntas abiertas personas encuestadas se consideran y cerradas se centró en las leyendas de nivel socioeconómico medio en tradicionales y las urbanas. Del total general. Debe aclararse que no es de la muestra, 436 fueron hombres y una muestra representativa por lo 464 mujeres. Las edades iban de los que los resultados son inferencias 7 a los 70 años y más, distribuidas de de la misma y no del universo de la la manera siguiente: cien de 6 a 9, población. Con ello, lo que se logra cien de 10 a 13, cien de 14 a 18, cien es presentar ciertas tendencias de de 19 a 29, cien de 30 a 39, cien de opinión sobre el tema que nos ocupa. 40 a 49, cien de 50 a 59, cien de 60 a 69, cien de 70 y más años. Todos/ La pretensión es, como se dijo, as residentes en la Ciudad de México mostrar algo de la importancia de y de todas las delegaciones, 82% las leyendas y su inserción en el también nacidos en la ciudad, en medio social de manera general y segundo lugar, oriundos del Estado panorámica, toda vez que presentar de México y luego de casi todos los su relación con el mundo de las estados de la República en un redu- emociones y cómo éstas forman cido porcentaje. El nivel educativo: parte de la cultura. Por lo que más primaria: 22%; secundaria: 20%; que centrarnos en los porcentajes bachillerato: 10%; universidad: 45%. exactos, lo haremos en las tenden- Sobre el sector laboral: trabajan en cias que los mismos indican.

Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones narrativas populares 57 4. Las leyendas tradicionales y contemporáneas

La leyenda es una proyección de la realidad a través del cristal de la fantasía, una narración en la que coexisten la verdad y la ficción. Son materia de las leyendas los hechos, las acciones y las cosas que logran excitar la imaginación o que suscitan la agita- ción del ánimo. La leyenda surge como una relación coetánea o referente al asunto de que se trata, pero en el curso de su transmisión oral, mediante la cual se propaga, se le van introdu- ciendo cambios y agregados que, lejos de desvirtuar su esencia, la enriquecen, pues lo substancial de ella es su linaje colectivo, ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ISSN 1991-3516 • su condición de relato forjado a lo largo de varias generaciones, abierto a toda aportación espontánea (Álvarez, 1998, p. 9).

Se considera que las leyendas Su intención utilitaria es de tradicionales o antiguas, en general instruir, moralizar y distraer al mismo son relatos orales y/o escritos en tiempo (Van Gennep, 1914). Poseen torno a acontecimientos histó- cierto valor documental, muestran ricos, míticos o fantásticos, y están costumbres, hábitos y la moral. Su

Revista Realidad 154, 2019 2019 Realidad 154, Revista inscritas en la tradición popular. forma es la de explicar hechos más Algunas narraciones hunden sus o menos extraordinarios o sorpren- raíces en la historia, otras son de dentes, expuestos, como decíamos, carácter fantástico, en todo caso como verídicos. Su función es, por son expuestas, la mayor parte de las un lado, colaborar en entender la veces como relatos verídicos o, mejor conciencia colectiva de los compo- dicho, con intenciones de verosimi- nentes de una sociedad (Hand, citado litud (Thompson, 1952; Degh, 1971; por Lara Figueroa 1984); por el otro, Scheffler, 1982). la de ejercer una función práctica de aglutinante y cohesión social, Se trata de una “narración irreal, además de ser recreación y entre- con huellas de verdad, ligada a un tenimiento (Degh, citada por Lara área o a una sociedad sobre temas Figueroa, 1984). Se enmarcan en un de héroes, de la historia patria, de ámbito sociocultural (Caro Baroja, seres mitológicos, de almas en pena, 1989). Es por ello que hay narra- de seres sobrenaturales” (Carvalho- ciones muy arraigadas a su terruño Neto, 1969, p. 51). En dicho relato que tienen que ver con la configura- se precisan a veces el lugar, los ción e identidad de una comunidad nombres, las situaciones, con actos local concreta en un espacio y un que parecen o son históricos y/o con tiempo determinado, si bien vencen a calidad heroica. este último y se reproducen a través

58 Anna María Fernández Poncela Revista Realidad 154, 2019 del paso de los siglos, eso sí, únicas a rias legendarias de hoy, historias ejem- veces en un espacio geográfico espe- plares, cuentecillos morales, mitos cífico; mientras otras han migrado y volantes o leyendas contemporáneas. se han difundido a los cuatro vientos, Sencillas historias que pasan de boca formando parte ya del patrimonio en boca, que se crean anónimamente histórico de la humanidad. y se expanden rápidamente. “A dife- rencia de los géneros más clásicos La utilidad social y la naturaleza como los cuentos maravillosos o • prescriptiva de la narrativa tradicional las leyendas tradicionales, estas ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 viene de muy antiguo: “La recitación pequeñas historias, susceptibles de de mitos y leyendas en la sociedad ser creídas, tienen hoy día una gran antigua y primitiva fue un rito indis- vigencia social” (Martí, 1994, p. 32). pensable” (Thompson, 1952). Se trata Son parte del folclore, entendid de lecciones de conducta y formas de éste básicamente como acto comuni­ iniciación moral (Van Gennep, 1914). cativo, con funciones de carácter Advertencia, enseñanza, vincula- mecánico y externas, y funciones ciones de una comunidad con sus psicológicas o internas (Pujol, 1986). más preciados bienes, que posibi- Esto es, sirven o contribuyen desde litan su perpetuación (Velasco, 1989). la distracción de un momento en un Además del carácter educativo para grupo de gente o la inmovilización desarrollar un espíritu de observa- de un niño para que coma o duerma, ción de los rasgos de valor moral y mejorar la tranquilidad espiritual de de actos trascendentes y dignos de un colectivo o individuo, o reflexionar imitarse; constituye también, como en torno a una preocupación o ya se apuntó, un entretenimiento problemática dada. Todo, como se (Ibarra, 1943). aprecia, con un sentido similar a las consideradas antiguas leyendas. Es posible considerar que si el relato antiguo permanece vivo Son breves y sencillos relatos en la tradición oral de un pueblo, de creación anónima que circulan es porque todavía realiza alguna en nuestra sociedad y que rápida- función (Malinowski, 1976). En todo mente se extienden entre la pobla- caso, al ser recogido por escrito se ción en todo el mundo a través de puede indagar la intención de su diversos medios (Brednich, 1994) creación y reproducción en el pasado –últimamente también dentro de y pistas en el presente, como parte de los modernos medios de comu- cultural de una sociedad nicación, libros, películas, incluso o un pueblo determinado. internet–. Se centran en anécdotas a veces cotidianas, en transmisión de Existen también las denominadas vivencias, pero con un componente leyendas urbanas, o, mejor aún. histo- extraordinario, guardan el rema-

Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones narrativas populares 59 nente de imaginación, son parte de manera particular advierten de de un contexto social determinado, los peligros, o mejor dicho riesgos, como algunas de las leyendas tradi- actuales (Brednich, 1994). Hay quien cionales (Sánchez Carretero, 2001). las señala como administradoras del terror preventivo ante los peligros Comparten con la carac- de la vida moderna (Pujol 1986). terística de verosimilitud y auten- Combinan miedos y deseos, miedo a ticidad, pero en este caso más la técnica, a la violencia, a las drogas, marcada, o más actualizada por las a los poderes ocultos, a ideas angus- características del relato mismo, y tiosas, permiten definir el peligro para tienen también la función práctica exorcizarlo (Campion-Vicent y Renard ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ISSN 1991-3516 • de explicar, aconsejar y prevenir, y 1992 cit. Ortí y Sampere, 2001).

Las leyendas urbanas son historias demasiado buenas para ser verdad. Estas fábulas populares describen acontecimientos presuntamente reales (si bien raros) que le han pasado a un amigo de un amigo. Y generalmente las cuenta una persona fiable que las relata en un estilo creíble, porque realmente se las cree. Las localizaciones y los hechos que se describen son

Revista Realidad 154, 2019 2019 Realidad 154, Revista ciertos y conocidos (casas, oficinas, hoteles, centros comerciales, autopistas, etcétera) y sus personajes humanos, personas muy normales. Sin embargo, los incidentes cómicos, chocantes u horripilantes que les ocurren a estas personas llegan demasiado lejos para ser creíbles. (Harold Brunvand, 2002, p. 15)2.

Es importante mencionar que contenido relacionado con lo sobre- este tipo de narraciones traspasa natural y como explicación del fronteras, y se pueden encontrar mundo ya no mantiene su vigencia, en el otro extremo del planeta ahora se centran más en anécdotas con los mismos argumentos o con cotidianas –aunque con asuntos cierta variedad de circunstancias, raros y cuestiones sorprendentes-, aunque las hay también de carácter y en transmisión de vivencias. Pero autóctono. Se trata de narraciones guardan el remanente de imagina- nómadas e itinerantes. “...las han ción, y por supuesto, son parte de sentido contar a un amigo de un un contexto social determinado, de pariente o amigo de los protago- ahí que responden en ocasiones nistas” (Pujol, 198, p. 18). a coyunturas socioeconómicas o políticas bien concretas –descon- Eso sí son, repetimos, de cuño cierto, confusión e inseguridad-, reciente, lo cual comprueba que simples miedos humanos –eternos o la leyenda sigue viva, si bien el concretos, reales o fantasiosos- y la

60 Anna María Fernández Poncela Revista Realidad 154, 2019 necesidad de disolverlos a través de emoción, y ambas tienen una función la magia de la palabra, de sacarlos y social más allá del divertimento, que expresarlos, soltarlos y quién sabe si tiene que ver con la memoria, la también exorcizarlos. historia, las creencias, la comunica- ción, las percepciones, las emociones, Tanto leyendas tradicionales las necesidades, la comunicación y la como urbanas combinan cultura y expresión. • 5. Resultados, la tradición oral en la era global ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526

Pensar la tradición oral como un mecanismo que ancla y cons- truye nuevas representaciones sociales y es al mismo tiempo una representación social, llevó a considerar el papel articulador de la tradición oral como una bisagra que moviliza adentro y afuera las representaciones compartidas en una comunidad. La tradición oral será, entonces, el espacio simbólico que condensa, genera, negocia y lucha en el campo de la vida cotidiana con las nuevas representaciones globales (Lepe Lira, 2006, p. 39).

La tradición oral está viva y segundo lugar, tras seleccionar una presente en México como mostra- mínima muestra de las leyendas más remos a continuación. Aquí anali- conocidas y relatadas, se reflexiona zamos dos cuestiones básicas de en cuanto a su posible significado la encuesta presentada con ante- y función social a la luz de sus rioridad. En primer lugar, exponer expresiones culturales y reacciones el contexto de reproducción de emocionales, a modo de una inter- las leyendas antiguas y urbanas, y pretación de las mismas. una comparación sobre el tema. En

6. Contexto de reproducción de las leyendas urbanas y tradicionales

Para empezar, revisaremos afirmaron que la leyenda tradi- el contexto de reproducción de cional fue relatada por una persona: las leyendas: ¿Quién te la contó? el 84%. El 47% respondió afirmati- ¿Dónde la escuchaste? ¿Cuántos años vamente para la urbana o contem- tenías en ese momento? ¿Te gustó? poránea –en general, a través de En cuanto a quién se la contó, la un familiar-. En segundo lugar, a mayoría de las y los entrevistados bastante distancia, la conocieron a

Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones narrativas populares 61 través de la televisión-en el caso personas que así respondieron para de la urbana-, y en tercero, un libro la leyenda tradicional y 52% para la o el radio. El segundo lugar para urbana. Si bien la escuela y la calle la tradicional fue un libro, seguida también aparecen como otra opción por televisión y radio (Cuadro 1). (Cuadro 2). Ambos tipos de leyenda se trans- miten todavía en nuestros días y Sobre la edad en que la escu- mayoritariamente a través de la charon la mayoría fue en la infancia y palabra enunciada y pronunciada, la la adolescencia. En general, de los 5 a relación cara a cara e interpersonal, los 15 años, la tradicional; la urbana, lo cual prueba lo que se dijo con de los 7 a los 15. Nótese cómo la tradi- ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ISSN 1991-3516 • anterioridad y seguiremos afirmando, cional se transmite desde una edad de cómo está viva hoy la tradición más temprana y, además, concentra oral en México. a la mayoría de la población en un tramo determinado, lo que demuestra Cuadro 1 ¿Quién te la contó? % nuevamente la importancia y el peso de las antiguas leyendas en nuestro Leyenda país y en nuestros días. Por su parte, Tradicional Urbana la urbana tiene un patrón etario de

Revista Realidad 154, 2019 2019 Realidad 154, Revista Persona 84 47 transmisión-recepción más amplio Libro 8 3 y disperso. No sólo se la conoce a Televisión 3 17 mayor edad, sino que también es Radio 1 3 de más reciente creación, y final- Fuente: Cuestionario sobre leyendas, elabora- mente hay quien no la detecta como ción propia. leyenda, siendo considerada un rumor o, incluso, un hecho real. Cuadro 2 ¿Dónde la escuchaste? % Otro interrogante giraba en torno Leyenda a si la leyenda en cuestión les gustó o Tradicional Urbana no. En general, podemos decir que la Casa 68 52 respuesta fue afirmativa, no obstante, Escuela 15 8 hay que apuntar las diferencias, entre Calle 2 3 la leyenda tradicional que agradó a Fuente: Cuestionario sobre leyendas, elabora- 76%, mientras que la urbana a 44%. ción propia. Por el contrario, entre quienes dicen que no les gustó, la urbana duplica Respecto a dónde la escucharon, y a la tradicional. Mientras tanto, la en correlación con la pregunta ante- respuesta “regular” es igual para unas rior, la casa –donde habita y otras (Cuadro 3). Parece ser que las y ven la televisión o leen libros- es antiguas leyendas siguen gozando el lugar privilegiado, con 68% de del agrado de la gente.

62 Anna María Fernández Poncela Revista Realidad 154, 2019 Cuadro 3 ¿Te gustó? % y la tristeza pero en menor medida, así como algunos conceptos afines Leyenda en la órbita semántica de los senti- Tradicional Urbana mientos, tales como , emoción, Sí 76 44 impresión (Cuadro 4). No 11 22 Regular 11 11 Resumiendo, la transmisión de las leyendas, sean tradicionales o Fuente: Cuestionario sobre leyendas, elabora- • ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ción propia. urbanas, llega en su mayoría a través de la familia, de forma oral, cara a Cuadro 4 ¿Qué sentiste cuando te la cara y en el hogar, durante los años contaron? % de infancia y primera juventud o adolescencia. En general, puede Leyenda decirse que las leyendas agradaron, Tradicional Urbana pero más las tradicionales que las urbanas. El sentimiento predomi- Temor 41 21 Nada 8 11 nante y más común a la hora de Intriga 7 6 escucharla fue el temor, casi el doble Tristeza 6 5 para las tradicionales que para las Interés 6 2 urbanas. En todo caso, para unas Emoción 5 3 y otras este sentimiento es el que Impresión 4 3 predomina hoy como ayer, con lo Alegría 2 5 cual conviene tomar nota. También Fuente: Cuestionario sobre leyendas, elabora- es posible pensar que el agrado ción propia. o desagrado de una leyenda o se relaciona con el mayor o menor ¿Qué sentiste cuando te la temor o miedo que esta produzca. contaron? El sentimiento3 más desta- Es más podría hacerse la interpre- cado por sobre todos es el temor o tación inversa con base a los datos miedo, 41% para las leyendas tradi- recabados, esto es, agradan más la cionales y 21% para las urbanas. Sin que más temor producen. Si bien embargo, hay también un número y en este agrado puede haber otras porcentaje importante que dicen no causas culturales que no se pueden haber sentido nada. Luego aparecen presentar con los datos recabados en otros sentimientos, como la alegría el trabajo realizado.

7. Leyendas en concreto: enunciación

Las leyendas narradas son muchas significación y función hasta donde y muy diversas, vamos a revisar su se pueda y según nuestra interpre-

Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones narrativas populares 63 tación. Las tradicionales fueron 291, La Planchada, que también puede mientras que las urbanas, 360, reagru- ser considerada en cierta forma pando las diferentes narraciones y tradicional y muy popular desde el versiones de una misma leyenda. pasado siglo, o El Coco, que más que Ante la imposibilidad de traerlas leyenda es un personaje legendario todas a estas páginas, se muestra con versiones diversas que tradicio- el cuadro 5 en el cual presentamos nalmente se usan con la infancia los casos de aquellas que fueron desde muy antiguo y en muchos expuestas por 10 o más personas, lugares del mundo. Pero, además, en todo traducido en porcentajes. Como el caso de El Chupacabras más bien curiosidad, debemos mencionar que podría ser considerado como rumor. ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ISSN 1991-3516 • fue la narración de La Llorona la El Mochaorejas fue, por desgracia, un más numerosa entre las leyendas caso de la vida real. Chucho El Roto tradicionales y la segunda expuesta una leyenda típica de héroe popular. en las urbanas, lo cual nos da la Y Cañitas o La Casa de Cañitas como medida de cómo está presente en el también se la denomina, se trató de México de nuestros días. Otra cues- una película basada en un libro sobre tión que se desea comentar es que unos hechos supuestamente reales en las leyendas tradicionales todas y que estuvieron muy extendidos las narradas son realmente antiguas en los medios, entre ciertos grupos Revista Realidad 154, 2019 2019 Realidad 154, Revista leyendas y si, por ejemplo, El Jinete juveniles y en los últimos años. No sin cabeza se puso de moda tras la obstante, todo lo dicho, a la hora de película, ya existían versiones ante- elaborar el cuadro correspondiente riores autóctonas en la imaginación se respetó lo considerado por la popular en el país. En cuanto a las población consultada respecto de leyendas urbanas, se nombra, no sólo cuáles eran leyendas tradicionales y a La Llorona que es esa sí y sin lugar cuáles urbanas. a dudas tradicional, sino también a

Cuadro 5 Relata brevemente una leyenda actual %

Leyenda tradicional Leyenda urbana La Llorona 35.1 El Chupacabras 15.9 Los volcanes 7 La Llorona 2.7 El Callejón del beso 5.8 Cañitas 2.5 La mulata de Córdoba 2.6 La Planchada 2 El Jinete sin cabeza 2.1 Chucho el roto 1.3 El Nahual 1.4 El Mochaorejas 1.2 El Coco 1.1

Fuente: Cuestionario sobre leyendas, elaboración propia.

64 Anna María Fernández Poncela Revista Realidad 154, 2019 De nuevo y ante la imposibilidad beso, La Mulata de Córdoba, entre las de traer a estas páginas todas las tradicionales; y de las urbanas, El leyendas recabadas ni las versiones Chupacabras, Cañitas, La Planchada, El que suman en total 1.800 -900 Mochaorejas, El Coco y Chucho el roto. tradicionales y 900 urbanas-, se han No analizaremos los relatos, reite- seleccionado algunos relatos que ramos que se trata de ejemplos, no consideramos ilustrativos de las obstante se constata la diversidad más mencionadas, y traemos unas de las fuentes de imágenes y relatos. • cuantas de niños/as y de jóvenes de Y también tanto por el número de ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 entre 8 y 18 años de edad, con objeto veces que fueron relatadas, como y de tener un recorte etario concreto. el tono de la narración obtenida ilus- Eso sí, se transcribieron narraciones tran en alguna manera y de alguna de las más populares, conocidas medida la interpretación y reflexión y en mayor cantidad relatadas: La que realizamos a continuación. Llorona, Los volcanes, El Callejón del

7.1. Leyendas antiguas

La Llorona: enamorado de la hija del rey, Iztaccíhuatl, y ella también Había una vez una señora con tres estaba enamorada de él, pero un hijos y un esposo. Eran muy felices, día Popocatépetl tuvo que ir a la hasta que una noche con truenos guerra y otros soldados le dijeron llegó el papá y trajo maldad; y la a Iztacihuatl que él había muerto. mamá se volvió loca y mató a sus Pero no era verdad. Ella estaba tres hijos y los echó a un río; y el muy triste y murió y cuando papá la mató y el espíritu dice por Popocatépetl volvió, la encontró y donde hay ríos en la noche: “¡Ay se la llevó y nunca más supieron mis hijos!” (Niño, 8 años). las demás personas qué había Una señora estaba con sus hijos, pasado. Después aparecieron dos y de repente llega su esposo y le volcanes y los ciudadanos dijeron dice que se va a ir de la casa. Ella, que era el joven Popocatépetl e de la desesperación, ahogó a sus Iztaccíhuatl (Niña, 12 años). hijos y dicen que su alma anda vagando, llorando arrepentida. Había un príncipe que fue man­­ “¡Ay mis hijos!” (Niña, 13 años). dado a la guerra, su esposa se quedó esperándolo en la punta Los volcanes: de una montaña, el Iztaccíhuatl. Ella de tanto esperar y del frío, se Era un joven guerrero que se quedó dormida, la nieve la cubrió. llamaba Popocatepetl y estaba Cuando el príncipe regresó vio

Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones narrativas populares 65 que estaba enterrada y muerta, La mulata de Córdoba: el príncipe se sentó a llorar en la punta del Popocatépetl y así La mulata de Córdoba tenía el murió llorando por ella (Niño, don de aparecer de repente si 16 años). la invocaban, ayudaba a novios ambiciosos. Era poderosa y decían El Callejón del beso: que era la consentida del diablo. Un día, la inquisición la encerró y Ana era una joven rica y espa- cuando la iban a castigar, el carce- ñola que vivía en la ciudad de lero vio que estaba pintado un Guanajuato. Carlos era un pobre barco en la pared. El carcelero vio ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ISSN 1991-3516 • minero. Se conocieron y se cómo la mulata, riéndose, desapa- enamoraron. Carlos vivía frente reció en el barco (Niña, 9 años). de la casa de Ana en un cuarto muy pobre al final del callejón. El El Jinete sin cabeza: padre de Ana, al darse cuenta del romance, le prohibió verse con Existía un guerrero que siempre Carlos. Una noche, se vieron en el en las batallas cortaba las cabezas balcón en frente de sus casas y de sus enemigos. Una vez lo iban

Revista Realidad 154, 2019 2019 Realidad 154, Revista se besaron; y, al verlos, el papá de persiguiendo unos soldados;, el Ana le disparó, y murió Ana esti- guerrero se metió al bosque rando la mano hacia su amado cuando de pronto encontró a (Niña, 9 años). dos niñas que estaban recolec- tando varas. El guerrero les pidió En Guanajuato, en una calle que guardaran silencio, pero una pequeña, las ventanas de sus rompió una vara y los soldados balcones estaban casi juntas. lo encontraron y le cortaron la Eran un hombre y una mujer. Los cabeza. Los soldados se llevaron el dos se enamoraron, pero el padre cuerpo y la cabeza se la quedó la de la chava no quería a los tipos niña bruja. Desde ese día, la bruja como ese, ya que era un humilde controlaba el cuerpo por medio de herrero. Entonces, una noche que la cabeza, ordenando que matara a se iban a fugar, el padre de la la gente (Niño, 12 años). novia lo mató y la mujer se mató y dicen que su alma deambula por ahí (Niña, 15 años).

66 Anna María Fernández Poncela Revista Realidad 154, 2019 7.2. Leyendas urbanas

El Chupacabras: La Planchada:

Se creen en un pueblo al sur A una amiga, el año pasado la que un animal muy raro con ojos operaron de las anginas y nadie saltones y garras filosas y colmi- de su familia la iba a visitar. llos grandes. Por las noches, en

Entonces estaba llorando y un • la oscuridad, salía y les chupaba ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 día entra una señora al cuarto. la sangre a sus víctimas. En Esta señora era una enfermera de ocasiones, eran personas. Dicen pelo negro, blanca y muy amable. que era tan feo que a la llegada Después, a mi amiga le dio su de la noche los lugareños medicina y le dijo que no se temblaban de miedo y le pedían preocupara y se fue despreocu- a Dios que no apareciera el pada, pensó llegó en el momento Chupacabras (Niño, 8 años). adecuado a ayudarla. Después llegó la enfermera que le tocaba Se dice que era un animal que le y le preguntó si le habían dado chupaba la sangre a las cabras y su medicina y le dijo que sí y ella esto sucedía en el norte del país. nunca entró (Niña, 11 años). Y así duró esta leyenda durante varios meses y seguían apare- Una enfermera que murió en el ciendo cabras muertas. Jamás se terremoto del 85, y dicen que hoy supo que fue lo que las atacaba en día ayuda a curar a los enfer- (Niño, 9 años). meros y ellos le aceptan la medi- cina y todo. Pero en los hospi- Cañitas: tales no la conocen o sólo la ven enfermos y algunos doctores En 1984 una familia se reunió (Niña, 14 años). para jugar a la Ouija, pero se supone que liberaron un espíritu El Mochaorejas: y ese espíritu maligno se encarga de matarlos a todos. A la nana le Un hombre que secuestraba a las empezó a absorber energía hasta personas y, como muestra de que que muere y a uno de los hijos era capaz de todo si no pagaban lo empuja de la ventana, y hasta el rescate, les cortaba una oreja a que sólo queda uno, que era el sus víctimas y las enviaba a sus papá, que es el que escribe el familiares (Niña, 9 años). libro (niño, 13 años).

Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones narrativas populares 67 El Coco: Chucho el Roto:

Los niños que no se duermen Un hombre que robaba a las temprano se los lleva El Coco, personas ricas para darles dinero también si un niño se porta mal, El a los pobres. Todas las personas Coco se lo llevará (Niña, 10 años). a las que ayudaba lo querían mucho y protegían de las auto- Cuando los niños no se quieren ridades y de los ricos que lo dormir en la noche, o que ya querían matar. Para su desgracia, estaban dormidos, les jalaba los se enamoró de una mujer rica y pies; luego a los niños que se eso fue su perdición. Su historia ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ISSN 1991-3516 • burlaban del Coco los asustaba fue contada de boca en boca y y los dejaba paralizados y trau- de generación en generación, por matizados y por eso se canta acá, eso se convirtió en una leyenda los niños se duermen temprano (Niña, 13 años). y no se burlan más del Coco (niño, 11 años).

8. A modo de discusión y conclusión:

Revista Realidad 154, 2019 2019 Realidad 154, Revista significación y función

Y así llegamos a la interpreta- las narrativas culturales y de su uso ción y reflexión sobre algo de lo precisamente con objeto de tran- mostrado en estas páginas. Desde un sitar emociones –como el caso del inicio partimos, como se dijo, de una miedo- y de crear vínculos afectivos concepción de la cultura como inter- –el sentirse unidos-. pretación simbólica de significados a través de las expresiones y narra- Tras la revisión de definiciones tivas sociales. Este carácter inter- conceptuales, contextualización de pretativo de la vida social descubre relatos legendarios y la enunciación patrones de significado incorporados de su mismo contenido, concluimos a formas simbólicas, explica interac- con la idea central, apuntada inicial- ciones, producción e intercambio, y mente, de que las leyendas entre- profundiza en torno a símbolos arrai- tejen cultura y psique. Constituyen gados en determinados contextos y un entramado de significados que estructuras que implican relaciones tienen que ver con estrategias de de poder, desigualdad y conflicto tipo social y cultural, toda vez que (Thompson, 1993; Geertz, 1986), con mecanismos subjetivos y psico- entre otras cosas. Además, y por lógicos del mundo emocional. Son supuesto, del reflejo emocional de imaginario (Castoriadis, 1975) a la vez

68 Anna María Fernández Poncela Revista Realidad 154, 2019 que representación social (Moscovici, los miedos reales e imaginarios o 1979). Unen y comunican, institu- fantaseados, o sólo imaginarios pero cionalizan y expresan. De hecho, se verdaderamente sentidos, que no es podría afirmar que todas las formas lo mismo pero al final de cuentas es de creación humana son imaginarias igual, muestran y dan cuenta posi- y que elaboramos conocimiento y blemente de una sociedad temerosa, nos comunicamos a través de repre- asustada, desprotegida –podríamos sentaciones sociales. añadir que dicha sociedad proyecta, • o que busca culpables y chivos ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 La diversidad de las leyendas expiatorios, o pretende seguir intro- urbanas es amplia, toda vez que se yectando el temor a través de la entreteje a hechos reales, vestigios reiteración de las narraciones la de historias verdaderas, ecos de endoculturación primaria-. La Mulata rumores populares. En todo caso, lo de Córdoba y El Jinete sin cabeza o que podría unificar es la existencia el Nahual, por citar algunas de las de seres –personas, espíritus o antiguas leyendas más mencionadas, espantos desconocidos e indescrip- nos hablan de poderes especiales, tibles- buenos y malos –más malos sobrenaturales, inasibles e incom- que buenos-, pero cuya dimensión prensibles, por seres aparentemente sobrenatural produce, en principio, negativos o así designados desde la temor. Así, los y las protagonistas de cultura oficial: brujas y nahuales –no estas historias están ahí para crear discutiremos sobre este punto-. Ello un estado de ánimo o sentimiento es una muestra de cómo la población de fondo de inseguridad o miedo se siente desprotegida ante el poder, –o también es posible pensar que impotente frente a ciertos seres o para expresarlo, proyectarlo, soltarlo, determinadas situaciones que la reproducirlo, intensificarlo, o simple- rebasan y atemorizan. La Planchada, mente sentirse más vivo/a- y por lo personaje ambivalente, pues sana y tanto lo que se precisa o se tendría cuida, pero también puede espantar, que perseguir sería el cuidarse y es parte de la inseguridad y actitud protegerse como necesidad para ambigua que la población percibe satisfacer la emoción aparentemente ante la ciencia médica, por ejemplo considerada como negativa, toda –que podría codearse con varios vez que se observa advertencia de rumores en tiempos de la influenza-. comportarse bien en general como También entre El Chupacabras y lo manda la sociedad o el discurso el espíritu maligno de Cañitas hay de moralidad con objeto de no sufrir distancia, rumores generales y consecuencias indeseadas –clara- extraños que llegan de lejos o una mente ejemplarizadas en los relatos-. historia literaria y fílmica concreta Si bien, entre El Mochaorejas y El Coco con calle, número y casa, no es menos hay un gran abismo aparentemente, cierto que es el miedo a lo desco-

Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones narrativas populares 69 nocido, lo sobrenatural, lo incom- lencia donde se contacta con este prensible, una proyección quizás de tipo de narraciones sociales y a corta miedos más próximos, sociales y/o edad, generalmente en la infancia y personales pero en sociedad, de la la adolescencia. Suelen gustar y el incomprensión y desconocimiento sentimiento que impera es el temor. ante la naturaleza de la existencia o Observamos que con sus diferencias, las posibilidades de riesgo presentes el contraste de reproducción social en la cotidianeidad actual, que tanto de los dos tipos de leyendas aquí la leyenda como el rumor expresan, estudiados, guarda ciertas simili- intensifican y/o exorcizan, pero que, tudes tendenciales que deseamos en todo caso, reflejan desasosiegos subrayar. ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ISSN 1991-3516 • concretos o eternos. Varios de ellos posiblemente relacionados con la En cuanto a significados y muerte, ya que ésta constituye el funciones sociales, no todo está miedo primigenio, intrínseco al ser tan claro, pero es posible esbozar humano y de nuestra sociedad, como algunas conclusiones: ambos tipos sabemos según enfoques psico- de leyendas parecen conducir, con sus lógicos, pero y también en época expresiones culturales y vivencias reciente desde las mismas ciencias emocionales, a una estructura narra- sociales en general (Bauman, 2007). Revista Realidad 154, 2019 2019 Realidad 154, Revista tiva que puede ser también interpre- Muerte por un ser desconocido o tada como semejante. Son relatos fantástico, muerte a manos de un raros, con hechos sorprendentes o malvado espíritu, muerte por un anécdotas cotidianas, con compo- criminal, la diferencia no es mucha, nentes extraordinarios, expuestos al final del camino todo mundo nos como verídicos y que a fuerza de toparemos inexorablemente con la reiterarse parecen ya familiares y lo muerte. La muerte es, al fin y al cabo, que es más importante sino veraces lo único seguro en nuestras vidas con tintes de veracidad. Por otro lado, personales y la que nos iguala. tanto las leyendas antiguas como las contemporáneas poseen un valor Sobre el contexto de reproduc- documental, son un texto (Geertz, ción social, nos quedan las cosas 1986) y exponen formas simbólicas claras: las leyendas, tanto tradicio- (Thompson, 1993). Con su revisión es nales como urbanas, circulan en la posible desentrañar, desde hábitos y oralidad popular, de forma directa en costumbres hasta el ámbito socio- circunstancias cara a cara o de boca cultural, pasando por cierto código a oído, son las personas y la familia, moral que las atraviesa. Pero lo que quienes las transmiten de manera es más destacable, no sólo cubren mayoritaria a pesar que hay otros la función de recrear, entretener, medios. La casa es el lugar por exce- distraer o divertir, lo que realmente es

70 Anna María Fernández Poncela Revista Realidad 154, 2019 importante es como funcionan como Todo lo cual aúna aspectos medio de conocimiento y comuni- sociales, culturales y emocionales, cación –como señalábamos en un interrelacionales, grupales, psíquicos inicio (Gutiérrez y Plantin, 2010)-, con y sociales, como se apuntó al prin- objeto de reflexionar y entender la cipio. En su vertiente comunicacional conciencia social colectiva, ante preo­ dan significados a algunos cambios y cupaciones y/o problemas —la­tentes recrean las vivencias de identidad y u obvios— o como se definen algu­ pertenencia, reconfortan emociones • nas posibilidades de peligros de y mantienen relaciones intersub- ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 siempre o riesgos de la vida actual. jetivas, es decir, unen y contienen, Previenen, toda vez que advierten y social y afectivamente hablando. aconsejan en general desde cierto Éste es tal vez un aspecto poco apre- discurso moral, entre enseñanza y ciado y señalado en las leyendas y amenaza. Todo esto como parte de que aquí queremos dejar claro y la expresión cultural que está indi- subrayar. Quizás por todas las cues- solublemente ligada a lo emocional. tiones expuestas con anterioridad, es Y en este sentido, reflejan, repro- que esta narrativa oral de leyendas ducen o descargan miedos, reales tradicionales y contemporáneas está o imaginarios poco importa, los vigente. Quizás también porque, comparten y exorcizan, los intro- ante las inseguridades y temores yectan o proyectan, en todo caso los que hoy nos rodean, no encontramos transitan y elaboran más o menos respuesta en los grandes mitos, terapéuticamente o, de la mejor las sagradas religiones, las teorías manera posible, que parecen encon- con mayúsculas, los avances de la trar para el caso, que es la creación tecnología y la ciencia, y hay que y reproducción de las leyendas, su echar mano de relatos entre coti- transmisión y el compartirlas. Por dianos y extraordinarios, fantásticos supuesto, y como desde un inicio se y hasta reales en algunos casos, que dijo, esto es sólo una mirada o una ofrezcan, como se dijo, la sensación interpretación, pero es la mirada que de desahogo o de contención ante la aquí consideramos como explicación angustia existencial de ayer, de hoy más aproximada a la realidad, y que y de siempre, y los nuevos miedos, ilustra la importancia de las leyendas pequeños y grandes, personales y vivas como cauce de comunicación, colectivos, reales o imaginarios de como parte de la cultura y como los nuevos tiempos que corren, sus medio para expresar las emociones, realidades y sus retos. toda vez que socialización y distracción también.

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Imaginarios culturales y emocionales a través de expresiones narrativas populares 73 Notas

1 Nos gustaría presentar estas ideas a modo de hipótesis, pero ante la imposibilidad de probarlas o refutarlas fehacientemente, sólo las esbozamos como guías de la investigación, sin pretender dar una respuesta o explicación de los hallazgos del estudio frente a las mismas; pero sí elaborar una reflexión al respecto. 2 Las leyendas urbanas han permeado la cultura popular en nuestros días, y se pueden leer en la prensa diaria, en la literatura, la televisión, la cinematografía, en el radio, y por supuesto, en Internet (Brunvand, 2002). Últimamente llegan en cadenas, vía correo electrónico o redes sociales, o las sigue contando la gente a viva voz. 3 Usamos indistintamente emoción y sentimiento en este trabajo. No obstante, stricto sensu, consideramos que la emoción es la reacción fisiológica y el sentimiento, lo nombrado que permanece en el tiempo, dicho de forma muy resumida y esquemática. ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526 ISSN 1991-3516 • Revista Realidad 154, 2019 2019 Realidad 154, Revista

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